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Ilustración Wendy Ávila B.

EL LIBRO DE GUAPETÓN,
Un perro callejero que hizo de la universidad su hogar
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Dedicatoria
Presentación
Guapetón, un maestro de la Convivencia
Las historias del perro que tenía mil nombres y mil dueños y nadie que lo
defienda ................................................................................................................................................ 12
Zeus, Rocky y Guapetón ............................................................................................................ 17
Guapetón el perro de la sonrisa alegre ............................................................................ 18
Conozco a un Caballero ...............................................................................................................19
Los amigos de la primera madrina de guapetón ........................................................ 20
Algunas voces que sugieren unos trucos de cuidado con los animales
callejeros ........................................................................................................................................... 24
¿Por qué molesta el perro? .............................................................................................. 27
Unas rutas legales para la convivencia entre Humanos y Animales en
Colombia ................................................................................................................................................... 40
De la Ley 1774 del 6 de enero de 2016 ............................................................................. 41
Cuidado para Caninos Callejeros ....................................................................................... 42
Unas rutas perrunas desde la poesía, una antología inconclusa. ......................... 45
Un perro es … ................................................................................................................................. 46
Perra Vida......................................................................................................................................... 47
La Perrilla .......................................................................................................................................... 48
Los motivos del Lobo ................................................................................................................. 53
Callejero ............................................................................................................................................... 61
Un perro ha muerto .................................................................................................................... 63
La muerte de Brisius ................................................................................................................. 65
Y para terminar, Atentamente yo ............................................................................................ 69

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Anexos....................................................................................................................................................... 72
Perdón ................................................................................................................................................. 73
El progreso ....................................................................................................................................... 74
Bibliografía ............................................................................................................................................. 77
Galería Perruna.................................................................................................................................... 84

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Guapetón,

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Las historias del perro que
tenía mil nombres y Mil
dueños

y nadie quien lo defendiera…

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Guapetón el perro de la sonrisa alegre

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¿Por qué molesta
el perro?

Dos cartas a la comunidad Unitropista


sobre el cuidado como responsabilidad de todos

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Yopal, abril 25 de 2018

Para responder a una queja sobre la presencia del perro en la


biblioteca universidad Unitrópico y, dado que la queja es anónima,
la mejor forma de responderla es con una carta abierta a toda
la comunidad académica cuyo tema central sea una convocatoria
sobre el cuidado como responsabilidad común a todos los que
convivimos en este espacio, donde pasamos muchas horas de
nuestras vidas y donde nos estamos preparando para ser las
personas responsables de un mejor futuro, es decir,
profesionalizarnos. Estudiamos para armonizar unos escenarios
reales donde aportemos lo mejor que somos y en cosecha de
cada uno. Es un acierto que la bioética sea una reflexión
transversal a nuestras prácticas académicas. Por lo tanto, es
una responsabilidad de todos que diseñemos y apliquemos unas
buenas prácticas de convivencia con los otros seres vivos que
rompen la rutina con su sola presencia: las mascotas.

GUAPETÓN no es de nadie y es de todos. El equipo de trabajo


de la biblioteca lo cuida y lo protege porque el perro decidió
seguirlos, por motivos que solo el perro sabe y que no explica
aún. El asunto no requiere muchas explicaciones, siempre que
estas se conviertan en reales prácticas de cuidado. Si bien las

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bibliotecas están pensadas para leer y escribir, jugar ajedrez y
aprender técnicas de estudio y concentración; también están
pensadas para aprender a cuidarnos entre todos.
Al perro se le asiste con cuidados veterinarios básicos para el
cuidado de su salud. Observa hábitos de limpieza pues nunca
realiza sus necesidades fisiológicas en recintos cerrados. Es muy
velón, propio de su raza y especie. Es juguetón y cómo observa
un estudiante de ingeniería civil y natural de Maní, “Es necesario
reprenderlo y corregirlo cuando en sus juegos se excede”. Al
escuchar sus palabras comprendí que el asunto hay que enfocarlo
en aprender a cuidarlos y de paso, aprender a cuidarnos entre
todos. Una reflexión ética muy actual se sustenta en las palabras
del Papa Francisco: "...el ser humano todavía es capaz de
intervenir positivamente. Como ha sido creado para amar, en
medio de sus límites brotan inevitablemente gestos de generosidad,
solidaridad y cuidado". (Laudato Si, 2015, 58).

Desde una mirada folclórica vemos a Guapetón como la mascota


de la Universidad. Con buenas prácticas hacia las mascotas
convivimos y conviviremos mejor y hacemos posible un ambiente
cotidiano donde vayamos de los discursos a los hechos. Hay
coherencia profesional entre lo que pensamos y hacemos cuando
comprendemos que todos somos responsables de todos. Pero no
podemos esperar que los animales asuman actitudes responsables

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que no asumimos los humanos. Si vemos a Guapetón como la
mascota, lo cuidamos entre todos y, si lo vemos como una
amenaza, desde el equipo de la biblioteca acogemos la decisión
responsable que entre todos con él se asuma. Sumemos esfuerzos.
Desde la facultad de Ciencias Naturales y Agropecuarias, contamos
con un programa de Medicina Veterinaria, con un óptimo
equipo profesional y humano que nos puede ilustrar y orientar
esas buenas prácticas de convivencia con las mascotas, por lo
tanto, esta propuesta es atinada y justa y, merece que cada uno
de los miembros de la comunidad académica de Unitrópico
pensemos con responsabilidad cómo afrontar la suerte de los
animales callejeros que llegan a la ciudadela universitaria y, de
paso, evitemos que el fenómeno de Guapetón se multiplique.

Buenas prácticas de convivencia con las mascotas, por ejemplo,


pueden ser: no le busque juego al perro sino está dispuesto a
jugar siempre con él. No le dé comida nunca sino no está
dispuesto a compartirla con él siempre. Ellas, las mascotas como
nosotros también tienen sus días de gracia. Poco o nada
entienden de días grises. Tenga presente, GUAPETÓN nos escogió
como hogar, somos su familia. Coloca una impronta indiscutible
como para pensar en abandonarlo, amarrarlo o desconocerlo.
Comenzamos a compartir responsabilidades comprendiendo su
presencia.

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Mil gracias por leer este comunicado y difundirlo. Después de
leerlo, compártalo con otros y esperamos sus aportes a través
del buzón de sugerencias. Se reciben comunicados anónimos. El
asunto de todos eclipsa protagonismos.

Atentamente,
Emiro.

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Yopal, 25 de abril de 2018

Estimado Estudiante
Andrés Gaviria
andresman21@hotmail.com

Asunto: Respuesta parcial a una petición

Cordial saludo a nombre del equipo de la biblioteca

Cada vez que contesto una PQRS celebro que este ejercicio de
control democrático se inicie en Unitrópico; reitero que estamos
aprendiendo a construir el espíritu Unitropista con el cual
marcaremos con sello propio el rol crítico que cómo comunidad
académica y profesional orientará los destinos de la región al
inicio y luego, desde aquellos destinos donde la vida nos lleve.
Además, damos fe del respeto hacia los principios constitucionales,
en aras de garantizar una sana convivencia, como ejemplo en
la sociedad. Esta respuesta es parcial a una solicitud dispersa y
dolorosa:

“Que saquen ese perro de la biblioteca”

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Muchas voces apoyan el perro y otras tantas, lo atacan. Como
bibliotecólogo y jefe de biblioteca rechacé desde el principio que el
perro se cebara en las instalaciones dado que éstas son insuficientes
para la cantidad de visitas que recibimos al día (oscila entre
80 y 95 usuarios visitantes en tiempos normales. En tiempos
de exámenes, llegamos a recibir hasta 150 – este cálculo era
para el año 2018). Por lo tanto, era y es inconveniente la
presencia del perro en la biblioteca. Discutí razones higiénicas
para rechazar su presencia. Pero entre más lo rechazaba, el
perro más se apegaba al espacio. Al punto que aprendimos a
cuidarlo entre todos los funcionarios de la biblioteca. Su primera
protectora fue Yuliana Rangel, quien, dicho sea de paso, lo
rebautizó: De Arandú paso a llamarse Guapetón. Cuando se
enfermó por primera vez hubo brigadas para atenderlo en clínica
veterinaria, se le curo una TVT y desde la clínica donde lo
atendieron a cuerpo de rey se le consiguió un hogar en la
vereda Matepantano, de donde huyó y regresó a sus andanzas
en la Unitrópico y sus alrededores. Puede ser un guianza
sobresaliente en Yopal, cualquier hotel lo puede contratar porque
es muy amigable con quien le da una empanada entera y él
de seguro mostrará los mejores espacios para un turista exigente.
Es muy manso, tanto en la biblioteca como en los espacios
cerrados donde le brindan acogida. Recuerda a todo aquel que
le ha dado un tanto de su atención y tiempo. Pero cuando

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sale a la calle se enloquece. Es un muy buen mal padre, ha
dejado muchos cachorros por ahí en el barrio 20 de julio o en
los alrededores del SENA. Es jodido, algo le hicieron en la
Biblioteca Departamental porque allí dejo sus señas repugnantes
de rechazo. En las avenidas, muestra su fiereza a los habitantes
de la calle, a los ciclistas que lo han amenazado y algunos
trabajadores uniformados. Se vuelve una amenaza ambulante.
Una experta en perros callejeros me decía: “aprendió a defenderse,
en las calles, se vive a dentadas”.

De todas las carreras son muchos los estudiantes, los profesores


y los funcionarios que lo quieren y, de seguro, también hay
muchos que lo rechazan. La formación bibliotecaria tradicional
excluye los animales de compañía en las bibliotecas. Procuré
hasta donde pude por cumplir esa práctica; pero él supo poner
patas arriba mis órdenes en contraste con las vacilaciones en
las que me he visto ante el debate de la bioética y el cuidado
en armonía con los otros seres vivientes. Una línea misional
del contexto es la comprensión pragmática de la biodiversidad.
Desde preguntas y argumentos como sigue:

- “¿Por qué le molesta el perro?


- Vea que lo sigue porque Usted le da comida y ellos son
muy fieles y agradecidos”

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Hasta las mismas zalemas y malicias del conchoso me llevaron
a convertirme en su ferviente cuidandero.

No le he querido cambiar sus hábitos callejeros porque no tengo


la vida comprada y tampoco sé que puede suceder el día de
mañana. Cuando llegó a la biblioteca, a finales del año 2013,
ya se defendía solo… esa competencia no se le puede suprimir,
además él, en su infinita libertad canina, no lo va a permitir.
Hoy recibimos apoyos para su cuidado: cepillos de cerda gruesa
para limpiar las sillas que, abusivamente ocupa, perfumes,
ambientadores y jabones para que huela al gusto de los exquisitos
humanos. Vacunas y desparasitantes. Sus necesidades las hace
donde a nadie molesta, jamás hace sus necesidades fisiológicas en
recinto cerrado. Ya dije que es altamente mercenario, su corazón
se rinde ante una suculenta presa, es compinchero, enamoradizo
y se le ve en cualquier lar de este Yopal pujante en unos
coqueteos de todo clima. Una noche estuvimos en el bar de Jack
y allí los Unitropistas lo presentaban orgullosos a los otros
universitarios de Yopal. A mí nadie me vio, él se robó toda
la atención en esa noche de amor y amistad.

En la Triada en el mes de diciembre pasado le hicieron un


homenaje al Maestro Ramón Cedeño, evento liderado por la

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pianista Claudia Carvajal. Fuimos invitados y su comportamiento
fue envidiable, tiene oído para el arpa y la música clásica.
Para comprender ese espíritu libre he leído poesía de José Emilio
Pacheco (mexicano), Alberto Cortés (argentino), José Manuel
Marroquín y Rafael Pombo (colombianos), entre otros. El
año pasado una escritora caleña se ganó el Premio Nacional
de Novela con una bella epopeya titulada “La Perra”. Guapetón,
se sube a los escenarios con la confianza de los experimentados
en la comedia de la vida nos desafía moviendo la cola o
brincando ante la sorpresa del reencuentro con aquel dadivoso
que le mimó
ocasionalmente. Resulta que Guapetón hoy es una dulce compañía
en la institución, asiste a los eventos comunes, visita todas las
oficinas, va a las aulas de clase, muy puntual no falta a la
hora del almuerzo en la cafetería, tiene reloj propio. Desde su
alimentación, sus hábitos, su salud y ese historial que lo hace
único hasta cuando sale a la calle, camina con garbo sinigual,
para envidia de los más estilizados. Las veces que me encuentro
con egresados, siempre me preguntan primero por “Guapetón”.
Contamos con un amplio registro fotográfico de las mil formas
como se solaza y, más, cuando se sabe protagonista de la
orquesta.

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En mi vida personal y profesional he concretado muchas acciones
de corte cultural y comunitario; pero en una he sido
completamente ineficiente: fui incapaz de retirarlo de la biblioteca.
Guapetón, en el ITEY (Institución Técnica Educativa de Yopal)
los niños lo llaman Barón, el apellido de sus antiguos amos.
Siempre consigue lo que quiere. tanto que termine adoptándolo.
Quienes quieren que lo retiremos, les pido el favor que me ayuden
a buscarle un hogar donde él no cambie su vida callejera por
otra, aunque la consideremos más digna. Si una familia lo
adopta que sea para rodearlo del amor que busca y merece.
Algunos más exagerados me han propuesto la eutanasia, y yo,
cual Pilatos, con cierto cinismo la he autorizado. Tal vez
porque sé que al corazón casanareño el amor por los animales
los vuelve más endebles que a mí. Para concluir cito aspectos
básicos de la Ley 1774 de 2016 que en su objeto reza:

- “Artículo 1°. Objeto. Los animales como seres sintientes no


son cosas, recibirán especial protección contra el sufrimiento y el
dolor, en especial, el causado directa o indirectamente por los
humanos, por lo cual en la presente ley se tipifican como punibles
algunas conductas relacionadas con el maltrato a los animales,
y se establece un procedimiento sancionatorio de carácter policivo
y judicial”.

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- “Artículo 3°. Principios. a) Protección al animal. El trato
a los animales se basa en el respeto, la solidaridad, la compasión,
la ética, la justicia, el cuidado, la prevención del sufrimiento, la
erradicación del cautiverio y el abandono, así cama de cualquier
forma de abuso, maltrato, violencia, y trato cruel; b) Bienestar
animal.

En el cuidado de los animales, el responsable o tenedor de ellos


asegurará como mínimo:
1. Que no sufran hambre ni sed;
2. Que no sufran injustificadamente malestar físico ni dolor;
3. Que no les sean provocadas enfermedades por negligencia o
descuido;
4. Que no sean sometidos a condiciones de miedo ni estrés;
5. Que puedan manifestar su comportamiento natural;
c) Solidaridad social.
El Estado, la sociedad y sus miembros tienen la obligación de
asistir y proteger a los animales con:
- acciones diligentes ante situaciones que pongan en peligro su
vida,
- su salud o su integridad física
- la responsabilidad de tomar parte activa en la prevención y
eliminación del maltrato, crueldad y violencia contra los animales

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- abstenerse de cualquier acto injustificado de violencia o maltrato
contra estos
y denunciar aquellos infractores de las conductas señaladas de
los que se tenga conocimiento.
Atentamente,
Emiro.

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Unas rutas legales
para la convivencia entre
Humanos y Animales
en Colombia

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Unas rutas perrunas desde
la poesía, una antología
inconclusa.

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Y para terminar,
Atentamente yo

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Anexos

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Bibliografía

Sugerida por el profesor Jairo


Hernández Nino para este libro
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Galería
Perruna

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uapetón
El libro de Guapetón se terminó de diseñar, digitalizar e imprimir en la Biblioteca universitaria
Unitrópico, de la Ciudad de Yopal, el 16 de marzo de 2020.

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