LA LOGICA Y EMPODERAMIENTO DE LA MUJER RURAL

INTRODUCCION
Las diferentes dinámicas sociales en la actualidad han gestado una serie de
encajonamientos solo por el hecho de poseer una característica particular,
racial o de género, modificando las perspectivas de igual y equidad que desde
pequeños nos han inculcado. No obstante dicha igualdad social deberá
construirse constantemente en articulación con el conocimiento intrínseco del
ser como agente individual y constructor de su propio destino, es por ello que
citando Anderson y Funnell, 2010; Duflo, 2011 surge el concepto del
empoderamiento como la capacidad de cada persona para seguir su proyecto
de vida en razón de sus capacidades y talentos. Con lo anterior se puede decir
que cada individuo tiene la capacidad de explotar sus propias potencialidades.
Por tanto si los niveles de igualdad social fueran realmente acordes a los
potenciales individuales estaríamos hablando de una sociedad donde los
individuos podrían alcanzar un mayor desarrollo en pro de lograr un mejor
bienestar particular y que redunde en el colectivo; y a su vez incorporar un
impulso real en la seguridad económica conllevando a un aumento en la
inversión en capital humano, social y físico, incrementando el desarrollo
económico de las sociedades (Al-Haj, 2012).
En nuestro país, lamentablemente, las mujeres de las áreas rurales encuentran
varias dificultades para explotar sus capacidades lo que frena de alguna
manera el desarrollo integral de dichas áreas, y no por que no seas capaces o
por que no tengan las competencias para hacerlo sino porque culturalmente
hay una brecha entre lo urbano y lo rural cuando hablamos de
comportamientos, gustos, integración familiar y sobretodo el manejo de la
individualidad de géneros. Por lo tanto, a continuación se pretende presentar la
experiencia vivida desde una mirada teórica articulada con la práctica en
procesos de capacitación en emprendimiento a mujeres de distintos municipios
del departamento del Cauca.

EL EMPODERAMIENTO COMO ASPECTO INDIVIDUAL QUE PERMEA LO

COLECTIVO
Empowerment” que significa “conceder poder” se relaciona con apropiación o
reapropiación del poder individual buscando autonomía para disminuir la
vulnerabilidad.

Conseguir más
autonomía

Disminuir la
Poder
vulnerabilidad
El termino empoderamiento se ha tratado de definir en varios aspectos y entre
los más relevantes está el sociopolítico que transciende en la participación
política formal, suscitado en Estados Unidos durante los movimientos de
derechos civiles de los años sesenta, y que en la práctica se aplicó con los
movimientos de la época de las mujeres. Donde se buscaba explicar la
necesidad de generar cambios dentro de las relaciones de poder entre
géneros, es así como tomando los argumentos de Gramsci, Foucault y Freire,
entre otros, el poder se define como el acceso, uso y control de recursos tanto
físicos como ideológicos, en una relación social siempre presente; y donde se
consideran que las relaciones de poder que están presentes en las luchas de
clase, pero no se contempla el empoderamiento de género.
En este sentido como se mencionó el empoderamiento busca que las personas
auto gestionen sus propias necesidades y potencialicen sus competencias a fin
de que impulsen cambios positivos sobre las situaciones que viven y de esta
manera no solo solventar sus propias falencias si no transcender e impactar la
comunidad. Por tanto cuando se decide de manera individual y se busca salir
de inconvenientes se termina influyendo en quienes nos rodea, pero como:
 El cambio llama la atención de quienes no se atrevieron
 Si hay buenos resultados querrán hacer lo mismo
 Habrá reconocimiento personal
 Valoración propia que genera impulso a continuar
 Posibilidad de influir en la propia existencia para cambiarla
Cuando hablamos ya de manera colectiva o comunitaria se podría enmarcar
en:
• Reconocimiento comunitario
 Posibilidad de interactuar en el contexto social
 Ser parte de un grupo que puede cambiar una situación general
 Poder comunitario
En este sentido las acciones individuales tienen un rol activo en las decisiones
que se tomen en lo colectivo, principalmente cuando se habla de pequeñas
comunidades donde la interrelación de sus miembros es constante. Es ahí
donde efectivamente el empoderamiento es detectable, se clarifica quienes
realmente están gestando cambios personales sino también quienes dan la
ruta para el mejoramiento social y que se conoce para muchos como el
liderazgo en pro de toda una comunidad, estas actividades convergen en el
crecimiento social y por tanto en el económico, ya que al dar los primeros
pasos a la transformación o reconstrucción de aspectos adversos permite
cambios notables en todo nivel.
Estos esquemas no han sido ajenos en la mujer rural colombiana quien
siempre será un agente de transformación, debido a que la estabilidad familiar
depende en toda medida de ella. Sin embargo, su enorme contribución ha sido
lamentablemente no ha sido reconocida como debería, puesto que por su
fuerza termina asumiendo cargas excesiva de responsabilidades sin
remuneración ni reconocimiento, y está en permanente exposición de
desigualdades y de violencias porque su valoración social es menor que la del
hombre (aún se ve en estas épocas). Es por ello la importancia de exaltar la
importancia del empoderar a la mujer rural como gestora en la reconstrucción
del tejido social en el campo y en sociedad del conocimiento que estamos
viviendo. Es evidente que a pesar de todos los inconvenientes y obstáculos que
sobrellevan tienen un alto nivel de autonomía en las decisiones respecto a la
producción agropecuaria, el uso de la tierra, la economía familiar, la salud, la
alimentación del hogar y su participación en el desarrollo local.
Según el estudio de la Universidad de la Salle de 2016 Empoderamiento de las
mujeres rurales como gestoras de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el
posconflicto colombiano se calculaba que en el mundo existían 1,6 billones de
mujeres campesinas, pero solo el 2 % de la tierra es propiedad de ellas, y que
recibían solo el 1 % de todo el crédito para la agricultura, a pesar de que ellas
producen el 80 % de los alimentos en África, el 60 % en Asia y el 40 % en
América Latina (Fuentes, Medina y Coronado, 2010). Asimismo, se ha
demostrado que si en los hogares rurales la mujer tuviera más autonomía en la
toma de decisiones, esto tendría un impacto positivo en el bienestar inmediato
y a largo plazo para la formación de capital humano y el crecimiento económico
de la región, a través de una mejoría en la salud, la nutrición y la educación de
los miembros de la familia (European Union-Food and Agriculture Organization
[EU-FAO], 2014).
Con lo anterior el estudio estimo que si las mujeres contaran con el mismo
acceso a los recursos productivos que los hombres, aumentaría el rendimiento
de sus explotaciones agrícolas entre un 20 y un 30 %, lo que sacaría a 100-150
millones de personas de la pobreza extrema (FAO, 2011). El acceso equitativo
a los recursos incrementaría entre el 2,5 y el 4 % el rendimiento agrícola total
en los países en desarrollo, y esto contribuiría a la seguridad alimentaria y al
crecimiento económico (FAO, 2011). En conclusión, la brecha de desigualdad
social entre el campo y la ciudad se haría menor.

Es por ello que cada vez más se ve la relevancia de la mujer rural y su

empoderamiento no solo de las de las mujeres adultas sino afianzar este
concepto en las niñas rurales para impulsar el crecimiento económico y
promover el desarrollo social, en especial en estos momentos donde nuestro
país se encuentra en un proceso de reconciliación y de construcción de paz.
Siguiendo estos preceptos es fundamental empoderar a las mujeres y
desarrollar condiciones para su plena participación en la política, la economía,
la cultura, los negocios y en todas las áreas del desarrollo para el logro real de
un proceso que nos involucra a cada uno de nosotros.

LA MUJER RURAL Y SU DINAMICA SOCIAL

Como lo expresa Benítez, 2010 La situación de desigualdad social en el

campo colombiano, escenario principal
del conflicto armado, ha convertido a las mujeres rurales en un instrumento
para el
destierro y el despojo, así como para la desarticulación de las familias, la
agricultura
familiar y la economía campesina ().