Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
rital en unión heterosexual entre varón y mu- del matrimonio y de la familia a través de los
jer, con aspiración procreativa bajo el vínculo siglos ha sido siempre unánime y universal,
sacramental. Esta realidad religiosa y social fundamentada en la Sagrada Escritura y la
indisoluble debe ser asumida libre y conscien- tradición, fuentes del magisterio eclesiástico.
temente, declarada en público y con consenti-
miento, lo cual deja abiertas las posibles confi- Conforme con este magisterio el hombre,
guraciones conflictivas con el derecho civil. En imagen de Dios, ha sido creado “varón y
este orden de ideas, y desde una perspectiva en hembra” (Génesis, 1: 27). De esta creación
estricto dogmática, no sería viable concebir la se deriva la complementariedad de los sexos
conformación familiar por fuera del sacramento diversos, asociada por la voluntad divina: “Sed
matrimonial2. fecundos y multiplicaos” (Génesis, 1: 28). Este
designio del creador del género humano, ordenó
Existe igualmente, un derrotero institu- que “Dejará el hombre a su padre y a su madre
cional en los documentos pontificios acerca y se unirá a su mujer y se harán una sola carne”
del matrimonio y la familia, desde la encíclica (Génesis, 2: 24).
Arcanum divinae sapientiae de León XIII en
1890, siguiendo con la encíclica Casti connubii La instrucción Dignitas connubii del
de Pío XI en 1930, hasta la exhortación apos- Pontificio Consejo para los Textos Legislativos
tólica FC de Juan Pablo II en 1981. Los padres afirma: “El matrimonio y la familia no son
de la iglesia en las diferentes cartas pontificias, algo privado que cada quien pueda configurar
en el Concilio Vaticano II y a través del Con- a su arbitrio” (DC, p. 1). El mismo Concilio
sejo Pontificio para la Familia, han realizado Vaticano II, realza la dignidad de la persona
declaraciones para defender el rol central de la humana, consciente de que la sociabilidad del
familia querida por Dios, como patrimonio de hombre pertenece a su dignidad, una institución
la humanidad que debe ser respetado por los Es- establecida por el Creador y dotada de sus
tados y las organizaciones internacionales, que propias leyes (Proemio 9). En armonía con
posee sus postulados político-familiares que esto, la exhortación apostólica de Juan Pablo II
descansan en una estructura. Se le considera FC enseña que el matrimonio, como institución
una verdad querida por Dios, generadora de un natural:
ordenamiento, que no admite separación entre
los alcances civiles y eclesiásticos, que estima No es una injerencia indebida de la
superior la autoridad espiritual sobre la civil, sociedad o de la autoridad, ni la imposición
que rechaza el divorcio y que invita al ordena- intrínseca de una forma, sino exigencia interior
miento jurídico a acompasarse con su concepto. del pacto de amor conyugal que se confirma
públicamente como único y exclusivo, para que
Se puede considerar entonces que el sea vivida así la plena fidelidad del designio de
matrimonio es un criterio unitarista como Dios Creador (FC 11).
base de la institución familiar. La relación
matrimonio-familia, de acuerdo con la Biblia, El reconocimiento de la identidad y dig-
descansa en el místico y santo carácter de la nidad del matrimonio en relación con la familia
unión del varón y la mujer, representado en como designio de Dios es cardinal para el bien-
la alianza y entrega esponsal de Cristo por su estar de los individuos y toda la sociedad huma-
iglesia (Efesios 5: 25 y ss.). Este mandato de na y cristiana. Por eso Juan Pablo II aseveraba
indisolubilidad dado por Cristo y recordado que el futuro de la humanidad se fragua en la
por San Pablo (1 de Corintios 7: 10-11), ha familia. Luego, todo hombre de buena voluntad
sido trabajado y guardado celosamente por debe preocuparse por salvar y promover los va-
la iglesia. La enseñanza de la iglesia acerca lores y exigencias de la familia (FC 86), cuyos
y contundente en el proceso de cohesión social de cohesión social que abarcan todas las ga-
colombiano3. mas políticas de las diversas regiones del país”
(González, 2005, p. 3).
El Catecismo, como instrumento de mul-
tiplicación informativa y como catálogo bási- La Regeneración y la absorción
co de las exigencias doctrinales, proyectó una católica del Estado colombiano:
cosmovisión discursiva unificadora sustentada algunos aspectos históricos
en la autoridad incuestionable de lo trascenden-
tal, potencializada en la repetición oral de pre- La conformación y nacimiento del Estado
ceptos que no admiten pregunta, duda o crítica colombiano no correspondió a los criterios tra-
sobre la historia religiosa, la doctrina cristiana, dicionales de un Estado moderno. La debilidad
la urbanidad, la historia patria o los catecismos en términos de soberanía para ejercer control y
políticos. La fundación de los Estados naciona- cohesión en su territorio y población fue subro-
les se apoyó notablemente en el discurso dog- gada por la maquinaria dogmática y logística de
mático esencialista religioso. Los catecismos la iglesia católica, que ya había penetrado en las
patrios también participaron de la enseñanza raíces idiosincrásicas de una sociedad civil aje-
de una especie de “religión cívica”, cimentada na al discurso cientificista y laico propio de una
en un pasado de héroes patrios sacrificados por propuesta estatal democrática. El papel de la
la gloria nacional, quienes instauraron el orden iglesia en este contexto permitía acuñar los ob-
que derrotó al caos. El tiempo de la nación será jetivos de la Regeneración: centralizar el poder
a partir de entonces el de la ficción histórica4, y unir la nación. Esta cosmovisión reivindicó la
soporte del presente y legitimación de un statu tradición conservadora y recapituló el legado
quo que no debe tergiversarse ni transformarse. colonial (Álvarez, 2001; Cortés, 1997, 2011;
Pero la historia del nacionalismo es la que Farrel, 1974; Malagón, 2006; Melo, 1989;
ficcionan sus ideólogos; mito que acomoda da- Restrepo, 2006).
tos y referencias, que ajusta personajes y se sos-
tiene en las semánticas de la predestinación y de Por su parte, el regeneracionismo surge en
la profecía; la nación se convierte en expresión la gran crisis de la segunda República del siglo
sociopolítica de orden, como si permitiese an- XIX. Este fenómeno político es abanderado por
ticipar la nación de los que habitarán el Reino la fusión de intereses liberales independientes
de los Cielos (Cardona, 2007). La narrativa po- y conservadores arropados por la fórmula del
lítica se funde con la narrativa religiosa: y la Partido Nacional, fruto de “diferentes fracciones
nación pasa a producir entre los nacionales un de las clases propietarias, bajo el liderazgo
sentimiento de pertenencia análogo a la fe en el político de Rafael Núñez y Miguel Antonio
contexto religioso. Caro” (Flórez & Atehortúa, 1987, p. 29).
religión católica y de su iglesia como soportes como identidad cultural: “Esa colonización de la
esenciales del orden social y de la nación. Esta individualidad está de tal forma marcada por lo
declaración implicó el recorte de las prerrogativas religioso que las ideologías personales son, sin
civiles concedidas en la Constitución liberal saberlo, teología encubierta” (p. 125). A pesar
de 1863, terminando con el carácter laico de la de la dureza de la palabra “colonización”, la
educación pública en Colombia. consecuencia de la apropiación de la ideología
tiene precisamente la intención de convertir,
Por ende, Caro aprovecharía las bases del por lo cual, la convicción que se abraza por una
sistema de la educación gratuita, pública y obli- disposición anímica dispuesta a creer, corre el
gatoria creado por los liberales, para entregar- riesgo de exteriorizarse como militancia, por
le este nuevo aparato civil a la administración lo que –al hacer de otro la convicción propia–
de la iglesia. En la llamada “Escuela Única” las manifestaciones de la voluntad buena
la enseñanza de la doctrina católica sería obli- pueden devenir prácticas conflictivas porque
gatoria (Flórez & Atehortúa, 1987, p. 27). En la consistencia de la ideología estará siempre
consonancia con Caro, Núñez afirmó que “El primero en el orden de las prioridades, y las
sistema de educación deberá tener por principio situaciones concretas que la contravengan solo
primero la divina enseñanza cristiana, por ser recibirán rechazo.
ella el alma máter de la civilización del mun-
do” (España, 1986, p. 75). Esto explica que la Relación entre el ordenamiento
cosmovisión instruida a los nuevos ciudadanos jurídico familiar y la doctrina católica
de la República regeneracionista conservadora
entendiera que El ordenamiento jurídico colombiano es
producto de la conjunción de varias corrientes
[…] moral católica y orden social estaban de distinta procedencia, que han tenido como
fusionados, lo que fuera contra la moral iba denominador común el carácter patriarcal,
contra el ordenamiento social que buscaban
comprendiendo por tal la imposición hegemó-
los regeneradores; el irrespeto o el desacato
a la iglesia lo era contra la sociedad, contra nica de un paradigma holístico, es decir, que
su valores más preciados y fundadores (Villa, unifica las perspectivas y no admite la diversi-
2000, p. 81). dad ni el pluralismo. En este conjunto normati-
vo se incorporan elementos de la tradición ju-
Este acuerdo con la iglesia católica deocristiana, de las instituciones romanas, del
ratificó el compromiso nacionalista en materia derecho canónico, del ordenamiento español y
discursiva e institucional, con una Constitución del código napoleónico. Este último conquistó
que legitimó y definió “al catolicismo como con su ideario positivista y conservador el pen-
origen de la identidad nacional de una manera samiento liberal y progresista de Rafael Núñez,
muy especial, al asociar, la nación y su orden armonizado por los paradigmas conceptuales
social, con el sentimiento religioso católico de propuestos por Caro en su descripción de la Re-
los nacionales” (Pérez, 2010, pp. 20-21). Durante generación (Tirado-Mejía, 1989, pp. 10-11).
esta época, la importancia de la religión católica
como institución dominante dio fundamento a Las instituciones civiles fueron adaptadas
“las costumbres, el derecho, la educación y las a la vida de las jóvenes repúblicas latinoameri-
tradiciones […] del nacional-catolicismo, en el canas a mediados del siglo XIX. Andrés Bello
que se da una fusión de la identidad ciudadana fue el gestor más destacado de este proceso con
y religiosa” (Estrada, 2003, p. 129). su Código Civil chileno de 1855. Este disposi-
tivo normativo fue ejemplo y guía para la copia
En esta lógica, el individuo interioriza que realizaron los legisladores colombianos. En
a tal nivel el discurso religioso que lo apropia todos los instrumentos legales es reiterativa la
idea del patriarcado como fuente legítima de Artículo 41: La educación pública será or-
poder, esto desglosado de las líneas de pensa- ganizada y dirigida en concordancia con la
miento religioso católico cristiano. religión católica. La instrucción primaria
costeada con fondos públicos, será gratuita y
no obligatoria.
Para la época de la Regeneración, la le-
gislación colombiana en materia de derecho de
Artículo 47: Es permitido formar compañías o
familia no era consistente. No puede hablarse
asociaciones públicas o privadas que no sean
de un sistema jurídico que protegiera dicha ins-
contrarias a la moralidad ni al orden legal.
titución. Existían algunas normas alusivas a las Son prohibidas las juntas políticas populares
relaciones familiares que se introdujeron al or- de carácter permanente. Las asociaciones re-
denamiento en forma desorganizada y caótica ligiosas deberán presentar a la autoridad civil;
por el manejo foráneo de los conceptos tratados. para que puedan quedar bajo la protección de
En esta medida, “la preponderancia subyugan- las leyes, autorización expedida por la respec-
te de un pensamiento ius-filosófico traducido tiva superioridad eclesiástica.
en normas, hizo que muchas de estas materias
aparecieran con un cariz monolítico intangible Artículo 53: La iglesia católica podrá libre-
e intachable […], como fue la confluencia de mente en Colombia administrar sus asuntos in-
mandatos civiles con las imposiciones concor- teriores y ejercer actos de autoridad espiritual
datarias de 1888” (Jaramillo, 1991, p. 34). y de jurisdicción eclesiástica, sin necesidad de
autorización del poder civil; y como persona
Al respecto, la Carta Política de 1886 jurídica, representada en cada Diócesis por el
respectivo legítimo prelado, podrá igualmente
invocaba la autoridad de Dios como fuente
ejercer actos civiles, por derecho propio que la
suprema, pensamiento clerical que negaba la presente Constitución le reconoce.
condición secular y laica del Estado de derecho.
En esas condiciones, la Carta de Derechos –
Artículo 54: El ministerio sacerdotal es in-
además de acoger la tendencia centralizadora compatible con el desempeño de cargos pú-
en la historia política del país– protegió la blicos. Podrán, sin embargo, los sacerdotes
moral católica y el orden social en los siguientes católicos ser empleados en la instrucción o
artículos: beneficencia públicas.
Artículo 38: La Religión Católica, Apostólica, Artículo 55: Los edificios destinados al culto
Romana, es la de la nación; los poderes públi- católico, los seminarios conciliares y las casas
cos la protegerán y harán que sea respetada episcopales y curales no podrán ser gravados
como esencial elemento del orden social. Se con contribuciones ni ocupados para aplicar-
entiende que la iglesia católica no es ni será los a otros servicios.
oficial, y conservará su independencia.
Artículo 56: El Gobierno podrá celebrar con-
Artículo 39: Nadie será molestado por razón venios con la Santa Sede Apostólica a fin de
de sus opiniones religiosas, ni compelido por arreglar las cuestiones pendientes, y definir y
las autoridades a profesar creencias ni a obser- establecer las relaciones entre la potestad civil
var prácticas contrarias a su conciencia. y la eclesiástica.
Artículo 40: Es permitido el ejercicio de todos Desde el punto de vista jurídico la Rege-
los cultos que no sean contrarios a la moral
neración entregó constitucionalmente amplias
cristiana ni a las leyes. Los actos contrarios a
la moral cristiana o subversivos del orden pú-
y suficientes prerrogativas a la iglesia católica,
blico, que se ejecuten con ocasión o pretexto las cuales serían desarrolladas en materia de
del ejercicio de un culto, quedan sometidos al derecho de familia desde el Concordato de 1887
derecho común. suscrito con los Estados Pontificios del Vaticano,
y “[…] por virtud de estas mismas leyes se re- contrajera, posteriormente nuevas nupcias por
mitía a las leyes de la iglesia que eran respeta- lo católico (Jiménez, 2007, p. 70). Durante
das como parte del reino de Dios, a veces con este periodo, en especial en la sesión del 17
categoría superior a las leyes de los hombres” de diciembre de 1942, el canciller Gabriel
(Vidal-Perdomo, 2010, p. 13). Turbay en nombre del gobierno republicano,
expresó a los representantes del clero el deseo
Al respecto, “Núñez expresó que haber firme de los partidos políticos de cesar la lucha
sancionado el Concordato con la iglesia católica religiosa, habida cuenta de que “el gobierno
se había convertido en “el acto más honroso” de liberal había aceptado como la mejor norma
su vida pública, pues estaba convencido de que para las relaciones con la iglesia, la del vínculo
la Constitución y las leyes de nada sirven si no concordatario, porque ha creído encontrar en
están respaldadas por religiosas costumbres” ella una de las mejores fórmulas de acuerdo
(Toro, 2003, p. 43).6 Al ser la familia uno de entre los colombianos” (Toro, 2003, p. 45).
los espectros de mayor acción de la institución
religiosa, se reconoce que “la Constitución de La reforma concordataria del año 1973,
1886 era silenciosa en los temas del derecho de ratificada con la sanción del presidente Alfonso
familia. […] Por consiguiente, los asuntos de López Michelsen a la ley 20 de 1974, gesta así
familia eran de la incumbencia del legislador” una nueva etapa caracterizada por la pérdida del
(Parra, 2008, p. 28), lo que podría volatilizar las poder exclusivo de la iglesia en la educación
disposiciones constitucionales de prevalencia y la separación de cuerpos en el matrimonio
clerical, en tanto las descripciones normativas católico por autoridad civil, que consentiría
dependerían del giro ordinario de las pujas de el divorcio vincular para matrimonios civiles
poder en el Congreso. con la ley 1ª de 1976 “sembraría la semilla que
permitió en 1991 el divorcio, camuflado como
Esto convirtió a la legislación alusiva a la cesación de efectos civiles para el matrimonio
familia, particularmente la institución matrimo- católico” (Vidal-Perdomo, 2010, p. 82).
nial, en uno de los escenarios político-jurídicos
de batalla tradicional conservadora en razón a Esta relación con la iglesia católica fue
la preservación de la ideología religiosa, con- determinante para la creación del proyecto de
tra el pensamiento liberal materializado en la la Regeneración. Las dinámicas políticas y jurí-
Constitución federal de los Estados Unidos de dicas del Estado estaban atadas al pacto de de-
Colombia. La República unitaria, centralista y recho internacional, frente a las transformacio-
clerical defensora de la tradición y el orden ma- nes socioculturales que durante los siglos XX
trimonial elevó el derecho de familia al nivel y XXI modificarían los vínculos y los modelos
de legislación de orden público con la firma del familiares. Alterar o cambiar el ordenamiento
Concordato, implicando con ello la constitucio- jurídico para que fuera coherente con las rea-
nalización de los asuntos domésticos y familia- lidades sociales de la familia se convirtió en el
res. La iglesia se constituyó en un Estado mayor principal centro de discusión social, política y
en el interior del propio Estado colombiano con jurídica. Se hizo necesario indagar hasta qué
privilegios supraconstitucionales, por ende, ca- punto se podía exigir a las instituciones jurídi-
rentes de control jurídico7. cas que adquirieran flexibilidad.
que han modificado el concepto clásico de la inexistentes pero con consecuencias civiles,
misma. Para este momento histórico se pueden como lo afirma el Concilio de Trento, cuya
evidenciar los rasgos propios de un modelo validez no podía existir ni siquiera para los
rígido y clásico integrado en la legislación civil: oficiantes; o casarse por las normas del derecho
canónico de 1917.
En el Código Civil de don Andrés Bello, ins-
pirado en las legislaciones españolas y fran- El matrimonio civil institución propia del
cesas, las que, a su vez, habían tomado sus Código Civil, ha sido tan ignorado como que
principios del derecho romano, la familia es idea común en nuestras gentes que apenas si
giraba exclusivamente alrededor de la auto-
tiene una vigencia de corto tiempo atrás, porque
ridad del varón. Existía la potestad marital,
desde sus inicios (aún bajo su severo régimen,
en que el marido representaba a su cónyuge,
pues esta dejaba de ser capaz por el solo he- menos humano que el propio régimen canónico),
cho del matrimonio; los hijos se clasificaban el matrimonio civil se rezagaba a la letra muerta.
en adúlteros, incestuosos de dañado y punible La imposición obligatoria del matrimonio
ayuntamiento, naturales, legítimos y legitima- eclesiástico para quienes profesaban la religión
dos, sin derecho alguno para quien no tuviere católica, fue una premisa que se invirtió en sus
la calidad de legítimo y legitimado; el padre términos, para tener que todos los colombianos
podía sancionar a los hijos hasta con pena de profesaban dicha religión y así, cuando algún
detención (Naranjo Ochoa, 2006, p. 24). católico intentó celebrar su matrimonio civil
el juez quedaba en un dilema fáctico: si no lo
En este ordenamiento jurídico ni los niños casaba denegaba justicia y si lo casaba también,
ni las mujeres, tenían derechos relevantes dentro porque violaba al Concordato que a su vez era
del núcleo familiar. El marido, como hombre de su propia ley cuando en definitiva el ser católico
la casa, recibía toda la atención normativa. La le vedaba el matrimonio civil y le forzaba el
herencia religiosa y cristiana de la sociedad se rito canónico. En armonía con ello, Jaramillo
reflejaba en el modelo jurídico en figuras como (1991) señala que:
la potestad marital, y el no reconocimiento de
los hijos habidos por fuera del matrimonio. El sofisma no podía aparecer porque ni por
asomo se consideraba derogado parte del
El Concordato, instituido en la época concordato por el actual Código de Derecho
de transición legislativa de 1887, hizo del Canónico, pues entonces no se contraría un
respaldo sensato a la Ley 54 de 1924 (apoda-
matrimonio algo más que un sacramento
da Ley Concha) que impuso la apostasía de la
católico, e impuso –en los artículos 17, 18 y
fe para los católicos que deseaban matrimo-
19– su fortalecimiento, al convertirlo en un niarse civilmente contrariando disposiciones
criterio con consecuencias civiles. A partir de constitucionales como la garantía de la liber-
entonces, el matrimonio –como lo comprende tad de cultos y de conciencias (p. 35).
la iglesia católica, es decir, como criterio de
unidad– se trocó en la condición legislativa La Constitución de 1886 no fue completa
sobre la familia, a pesar de las inconsecuencias en la expresión de las reglas de derecho fami-
que generó, como el caso de la obligación liar. La interpretación de principios fundamen-
de los católicos de acomodarse a las normas tales en favor de la lógica religiosa, mantuvo
tridentinas para su matrimonio: cuando estas desigualdades evidentes entre los miembros in-
dejaron de regir formalmente desde 1918 –y tegrantes de la familia, que estaban albergadas
sin que el legislador civil hubiera hecho algún o propiciadas por el proyecto regeneracionista
asomo tímido por regularizar esta situación–, conservador, que presidía el orden jurídico en lo
quienes profesaban la religión católica tenían concerniente a las relaciones familiares desde
dos alternativas: casarse por ritos formalmente lo patriarcal.
En otras palabras: si cabían leyes que discri- trabajar. Con el acto legislativo 3 de agosto de
minaban a los individuos y eran constituciona- 1954 que dio el derecho al voto a las mujeres
les, era porque la Constitución de 1886 abría colombianas, se le otorgaron derechos civiles y
paso a ello, v. gr., el propio Código Civil, en políticos, los cuales hasta entonces les eran des-
lo referente al tratamiento de la mujer casada,
conocidos, esto fue un importante avance en la
tenía normas que contenían desigualdades.
Fue la Ley 28 de 1932 la que les retornó ca-
historia social y política del país.
pacidad y no porque se dijera que el Código
era inconstitucional. Lo mismo se puede decir Para el año 1968 aparece la ley 75, co-
de las reglamentaciones sobre patria potestad nocida como Ley Cecilia, con la que se crea
e hijos extramatrimoniales. Este panorama el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
de la Constitución de 1886 lo que significa destinado a defender a las madres y los niños
es que ella no regía como norma inmediata desamparados, buscando proteger y fortalecer
al derecho de familia. Este, por ende, no se la familia colombiana. Esta norma permitió la
impregnaba de manera directa de la natura-
reclamación de la paternidad extramatrimonial,
leza y jerarquía constitucional; otra cosa, en
obligando a los padres a velar por sus hijos, se
teoría, era que fuese un ordenamiento subor-
dinado al constitucional. Por consiguiente, los alude a la patria potestad y se iguala al varón
asuntos de familia eran de la incumbencia del con la mujer en derechos para ser tutores o cu-
legislador, porque no había determinaciones radores de sus hijos, se faculta a la mujer para
constitucionales superiores para él. Los dere- ejercer la patria potestad sobre los hijos legíti-
chos subjetivos familiares y la relación jurídi- mos, cuando por ausencia legal falte el padre.
ca familiar eran típicos o comunes, de orden Además estableció que el Estado tiene el de-
positivo-legal (Parra, 2008, pp. 183-184). ber de hacer cumplir la paternidad responsable
y la protección de sus hijos. La madre puede
Los grandes cambios jurídicos en materia demandar ante los tribunales el reconocimiento
familiar se registrarían en el siglo XX, donde de sus hijos, cuando el padre se niegue a ello y
las políticas sociales modificarían la lógica clá- para hacerle cumplir sus obligaciones.
sica desde la cual en Colombia, el pensamien-
to religioso dominaba las dinámicas públicas y En la ley 20 de 1974 se hacen reformas
privadas. Se reconoció a la mujer como persona al Concordato que se dio entre la República de
y solo hasta el acto legislativo 1 del 5 de agosto Colombia y la Santa Sede, los dos aspectos más
de 1936 se le permitió desempeñar empleos pú- importantes relacionados con el tema de familia
blicos. Entre las normas y leyes más relevantes fueron: los católicos tienen derecho a contraer
se puede citar el matrimonio en el Código de matrimonio civil sin abjurar de su religión. Por
Derecho Canónico. Desde esta óptica el ma- su parte, la ley 54 de 1924, conocida como Ley
trimonio es una natural alianza o consorcio de Concha8, permitió la celebración del matrimonio
toda la vida entre un hombre y una mujer, orde- civil a ciudadanos que se separaran formalmente
nado a los siguientes fines: el bien de los cón- de la iglesia, abjurando. Esto comprendía un
yuges y la generación y educación de los hijos. férreo mecanismo de control legal que sometía
Ambos elementos esenciales del matrimonio y al escarnio público a los contrayentes luego
con la misma jerarquía. de ser emplazados en edictos de circulación
social y ratificar su decisión después de haber
Con la ley 45 de 1936, conocida como la consultado al obispo (Parra, 2008, p. 102).
Ley de Paternidad Responsable, se pretendió
dar una protección a las madres solteras y a los En la ley 24 de 1974 se da facultades ex-
hijos naturales, ley que solo se hizo efectiva traordinarias al presidente de la República para
en 1968, y que procuró defender los derechos hacer las reformas pertinentes a la legislación
patrimoniales de las esposas y su derecho a civil, con el propósito de otorgar iguales dere-
chos y obligaciones a las mujeres con respecto a co de la sociedad, validó también a las uniones
los varones y eliminar de la legislación toda dis- de hecho y reconoció como hijos legítimos los
criminación. En este mismo año se estableció habidos dentro o fuera del matrimonio. Aspecto
el Estatuto de la Igualdad Jurídica de los Sexos trascendental de esta Constitución fue la consi-
por medio del decreto 2820 de 1974, concedien- deración de la igualdad de derechos y deberes
do a la mujer igualdad jurídica con respecto al de la pareja como la sanción de toda violencia
hombre. Eliminó la potestad marital, consagró en el hogar. Estos cambios estructurales fami-
la igualdad en las relaciones de los cónyuges liares obedecen a la llamada crisis del mode-
entre sí, en derechos y obligaciones con su rol lo clásico o tradicional9. Esta mutación puede
de padres sobre los hijos no emancipados y en apreciarse en forma plena, en la medida en que
dirección conjunta del hogar; y fijó la potestad la institución matrimonial ha cedido paso a la
parental sobre los hijos y la responsabilidad pa- unión marital de hecho, como modo de asocia-
ritaria de la pareja en el sostenimiento del ho- ción monogámica.
gar. Legalmente, por ende, quedó garantizada
la igualdad de los cónyuges. Y solo un par de Sobre este asunto Gutiérrez (2005) citan-
años después, la ley 1ª de 1976 estableció en do a Zamudio y Rubiano, expone que “la gene-
Colombia el divorcio para el matrimonio civil, ración de 1910-14 se casaba católicamente en
lo que no hizo más que reivindicar la indepen- un 82,2 %, mientras la de 1965-69 llegaba al
dencia jurídica de la mujer. altar solo en 35,0 %”. Antes de la década del se-
senta, el matrimonio civil era limitado, aunque
Frente a los hijos, la ley 29 de 1982 les da- en la actualidad avanza en los grupos más jóve-
ría igualdad de derechos sin importar si su ori- nes. Por otro lado, la unión libre prospera, pues:
gen era legítimo, extramatrimonial o adoptivo. “la generación de 1910-14, llega al 10, 1% en su
En cuanto a la adopción esta situación jurídica muestra. La de 1965-69 alcanza a 63, 2%”. En
carecía de definición legal hasta que se expidió las generaciones jóvenes este fenómeno se da
el decreto 2737 de 1989, protegiendo al menor en parejas sin impedimento para contraer nup-
y su derecho a crecer en el seno familiar, catalo- cias. No obstante, dada la constante ruptura ma-
gando la figura como una medida de protección trimonial también se encuentran uniones con-
por excelencia: “la adopción es principalmente sensuales de personas con vínculo matrimonial
y por excelencia una medida de protección a en quiebra (p. 291).
través de la cual, con la suprema vigilancia del
Estado se establece, de manera irrevocable, la En consonancia con lo anotado, según la
relación paterno-filial entre personas que no la Encuesta Nacional de Demografía y Salud apli-
tienen por naturaleza” (Parra, 2008, p. 79). cada por Profamilia (2005-2010) se puede verifi-
car el cambio en la visión clásica de la estructura
La ley 54 de 1990 en torno a la unión y tipo familiar colombiano. Haciendo claridad
marital de hecho, modificada posteriormente que para la encuesta no se contó con la empleada
por la ley 979 de 2005, permitió entender a doméstica –que sea dicho de paso, es considera-
la familia no solo como aquella derivada del da miembro de la familia para efectos de violen-
matrimonio y la adopción, sino también como cia intrafamiliar, según la ley 294 de 1996– ni
la que se origina en la unión mutua y libre de un con los residentes no habituales; los hogares se
hombre y una mujer que cohabitan de manera catalogaron en: a) unipersonales: vive solo una
singular y permanente. persona; b) nucleares: ambos padres o uno de
ellos con sus hijos menores o mayores de edad
La Constitución Política de 1991, signifi- pero sin dependientes, o pareja sin hijos; c) ex-
có un salto al reconocimiento de la institución tensos: “se tienen estos tres tipos más el jefe solo,
familiar. Definió a la familia como núcleo bási- siempre con otros parientes diferentes a cónyuge
hombre a su padre y a su madre y se une a su lo que se ha dicho hasta este punto. En efecto, el
mujer, y se hacen una sola carne” (Génesis, reconocimiento constitucional de diversas cos-
2: 24). Este planteamiento sería recogido en movisiones étnicas y culturales desde 1991 ha
el Evangelio de Mateo (19: 4-6), adicionando potencializado la crítica a la tradicional y pací-
la condición indisoluble a esta unión con la fica génesis natural de la familia.
afirmación de Jesús: “lo que Dios unió no lo
separe el hombre”, si bien se debe reparar en que Dos décadas después de proclamado el
en el versículo 9 hay una objeción paradójica, y Estado social de derecho, el artículo 42 supe-
es la disolución de lo indisoluble “por motivo rior integra en su interpretación a parejas no he-
de inmoralidad sexual”. terosexuales, al menos constitucionalmente. Y
es aquí donde radica la situación problemática
A pesar de este elemento conflictivo – actual. El modelo político-jurídico familiar se
que pasó al ordenamiento civil como causal debate en dos Colombias: a) la progresista en su
misma de conflictos de orden sociológico más jurisprudencia constitucional, y b) la omisiva en
que jurídico– Dios instituyó la familia humana protección ejecutiva y legal. La primera apoya-
con la creación del hombre y la mujer. En da en la tesis laicista de amparo a los derechos
consecuencia, las autoridades civiles deben ciudadanos sin distinguir, entre otros aspectos,
proveer ayuda y protección a la institución sobre la orientación sexual de la persona. Y la
familiar cristiana. segunda sustentada en la apatía política de las
mayorías y la revitalización de un conservadu-
En gran medida esta construcción socio- rismo proyectado en las tesis católicas que en-
histórica identitaria de la familia ha permaneci- trañan una homofobia irracional o dogmática.
do durante los siglos XX y lo corrido del XXI,
a pesar de las transformaciones socioculturales Se trata de consecuencias del concepto
y tecnológicas que afectan las formas de aso- unitarista de familia que –por un caso de in-
ciación familiar contemporánea. En el presente distinción de narrativas, entre lo religioso y lo
ha sido la Corte Constitucional quien ha tenido político– se convirtió en un patrón de discrimi-
que enfrentar las tensiones de una tradición – nación que rechaza las alternativas civiles de
que puede describirse como patriarcal, mono- unión matrimonial –que deben ser consistentes
gámica, heterosexual, religiosa, conservadora con el derecho y el ejercicio del mismo por su-
y resistente al cambio– con los principios de jetos plenos– al imponer los presupuestos reli-
tolerancia, inclusión y respeto por la diferencia giosos –que siguen el patrón de la convicción
que nutren el núcleo central de dignidad huma- religiosa privada– a una interacción que debe
na propuesto por el Estado social de derecho. ser reglamentada exclusivamente desde lo jurí-
La tensión del debate jurídico actual se propone dico. Pues en términos jurídicos, no es proce-
precisamente en este escenario. dente elevar a criterio de unidad civil o nacional
una convicción de orden religioso. Es un tema
A manera de conclusión: modificación que está abierto a debate y que tiene, como se
del paradigma familiar y crisis del acaba de indicar, dos concepciones muy distin-
unitarismo tas.
De acuerdo con lo anterior, es claro que Vale recordar que la incidencia del po-
la relación de la institución familiar colombiana der político de la iglesia católica en materia de
–profundamente influenciada por el paradigma identidad familiar colombiana no es coyuntural.
católico– con una sociedad de cambios vertigi- Los fundamentos epistémicos de su doctrina
nosos, con un Estado de leyes abstrusas, es de sirvieron como rasero para la edificación del
un nivel de complejidad que quedó expuesto en proyecto regeneracionista desde 1886. Contra-
fuerza testimonial de aquello que se consolida minante, sino aún por oposiciones que puedan
como una cronología significativa que está a surgir en lo futuro” (Toro, 2003, p. 44).
mitad de camino entre el monumento estático
y la conmemoración dinámica–, que busca 7
Esto se puede advertir incluso en la ac-
corroboración, y la narración del tiempo ficticio tualidad con la homologación de los efectos
o literario –que posee una fuerza vinculante civiles de las sentencias de nulidad eclesiásti-
asociada a la satisfacción de una inquietud de ca matrimonial provistas por los tribunales re-
orden más personal que político–. La confusión gionales y nacionales eclesiásticos. De confor-
narrativa hace que el discurso religioso tenga midad con los artículos 146 y 147 del Código
toda la fuerza persuasiva del segundo, mientras Civil, las decisiones de estos tribunales deben
puede aspirar a toda la autoridad aglutinante del ser ejecutadas por los jueces de familia por un
primero. procedimiento simple de mera revisión formal,
sin indagar sobre la materia, la sustancia e in-
El fenómeno histórico llamado Regene-
5
cluso los derechos fundamentales que estuvie-
ración se puede considerar efecto de una situa- ron en juego con la decisión (Vidal-Perdomo,
ción geopolítica, a pesar de que esta expresión 2010, p. 77).
es inexacta para referirla a la segunda mitad del
siglo XIX; no obstante, sus consecuencias son 8
En honor al expresidente José Vicente
análogas: el pensamiento político conservador Concha Ferreira (1914-1918), embajador ante
tuvo un nuevo aliento en Occidente. El Segun- la Santa Sede para el año de 1924.
do Imperio Francés, en cabeza de Napoleón III,
encarnó este proyecto que desvirtuaba los logros 9
Gutiérrez (2005) propone, entre otras,
liberales de separación de poderes, la no inter- las siguientes manifestaciones más relevantes
vención de la iglesia en asuntos del Estado y la de cambio familiar apreciable a finales del úl-
elección democrática de los funcionarios. Ideas timo siglo: a) aumento de las formas consen-
que se fundamentaban principalmente en la reli- suales, en tanto se reducen los índices de matri-
gión católica, en el centralismo y en el autorita- monio católico; incrementándose, por otro lado,
rismo. En Hispanoamérica se recibieron estas re- el matrimonio civil; b) la autoridad paterna
flexiones por importantes políticos y pensadores, pierde su control, en pro de un sistema familiar
tales como Miguel Antonio Caro en Colombia. más democrático; c) hay una creciente ruptura
Estos ideólogos conservadores, basándose en las familiar desde los años sesenta y que se incen-
encíclicas de Pío IX, Quanta cura y Syllabus, tiva más aún en las uniones de hecho y en las
intentaron implantar una situación bastante cer- generaciones nuevas; d) modificación de roles
cana a la que se presentaba antes de la indepen- familiares en la jefatura, en hogares con padre
dencia, para poder eliminar de raíz la influencia ausente en estatus y labor; e) se promueve la
del liberalismo francés (Malagón, 2006). progenitura responsable y la libre gratificación
sexual para ambos géneros; y f) altos índices
El Concordato es un tratado de derecho
6
de ruptura doméstica y de nupcialidad reinci-
público internacional entre el Vaticano y un Es- dente: “Las generaciones de 1965-69 (hom-
tado para regular intereses religiosos y políticos bres), al llegar a los 34 años han capitalizado en
comunes a la Iglesia y al Estado, en tanto ex- promedio cuatro uniones, alguna de las cuales
presan una autoridad religiosa y civil frente a se conformó matrimonialmente” (p. 287). Así
unos mismos súbditos. Joaquín Fernando Vélez, las cosas, en la actualidad cultural colombiana
embajador ante la Santa Sede al dialogar con quedan unas modalidades familiares de comple-
el Cardenal Mariano Rampolla de Tíndaro, ase- ja estructura, si a ello adicionamos los avances
guró que: “El convenio tendrá larga existencia tecnológicos, las redes sociales, agitados cam-
porque no sólo es inatacable por el partido do- bios en el todo institucional.
10
En la sentencia C-283 de 2011 la Corte 1885. Medellín: Universidad Nacional de
exhortó al Congreso a regular “sobre materias Colombia.
relacionadas con las uniones maritales de hecho
y las parejas del mismo sexo”. La inoperancia Brito, A. (2008). Vida y obra de Andrés Bello
del Congreso al respecto fue la que suscitó la considerado jurista. Pamplona: Arandazi.
mencionada sentencia paradigmática. Y el prece-
dente lo sentó la Corte en la profusa jurispruden- Bushnell, D. (2007). Colombia: una nación a
cia que ha generado en lo que respecta al derecho pesar de sí misma. Bogotá: Planeta.
de pensión de sobrevivientes a parejas del mismo
sexo. Se nombran aquí solo algunas: por diversas Cardona, P. (2007). La Nación de Papel.
causales: T-346 de 2011, A-075 de 2011, C-336 Medellín: Universidad EAFIT.
de 2008, T-860 de 2011, T-051 de 2010 y T-592
de 2010. Las “autoridades administrativas, judi- Congregación para la Doctrina de la Fe. (1987).
ciales y administradoras de fondos de pensiones Donum Vitae. Ciudad del Vaticano: Autor.
no podrán negar reconocimiento con base en tra-
bas injustificadas” (Sentencia T-357 de 2013).
Constitución Política. (1886). Congreso de la
De los beneficiarios, las sentencias C-336 de
República de Colombia. Colombia.
2008, T-1241 de 2008 y C-121 de 2010. “Caso
en que el ISS niega reconocimiento argumentan-
do que antes de la sentencia C-336/08, no tenían Constitución Política. (1991). Congreso de la
el derecho” (sentencias T-592 de 2010 & T-860 República de Colombia. Colombia.
de 2011). Para “Caso en que existe contradicción
entre los lineamientos fijados por la Corte Con- Cortés, J. (1997). Regeneración, Intransigencia
stitucional y la posición asumida en el presente y Régimen de Cristiandad. Historia
fallo para acceder a la pensión de sobrevivien- Crítica, 15, 3-12.
tes” (sentencia T-051 de 2010); entre otras. La
página de relatorías de la Corte contiene un lis- Cortés, J. (2011). La Regeneración revisitada.
tado mucho más extenso, que se encuentra dis- Ciencia política, 11, 39-55.
ponible para profundización.
Decreto 1260 de 1970. Por el cual se expide el
Referencias Estatuto del Registro del Estado Civil de
las personas. Presidencia de la República,
Acto Legistalivo 1 de 1936. Reformatorio de la julio de 1970.
Constitución. Diario Oficial No. 23.263.
Congreso de la República, agosto de 1936. Decreto 2820 de 1974. Por el cual se otorgan
iguales derechos y obligaciones a las
Acto Legistalivo 3 de 1954. Por el cual se otorga mujeres y a los varones. Diario Oficial
a la mujer el derecho activo y pasivo del su- No. 34.249. Presidencia de la República,
fragio. Diario Oficial No. 28.576. Asamblea diciembre de 1974.
Nacional Constituyente, agosto de 1954.
Decreto 2737 de 1989. Por el cual se expide
Álvarez, M. (2001). Las Muecas de la Regene- el Código del Menor. Diario Oficial No.
ración (Tesis de Maestría). Universidad 39.080. Presidencia de la República,
Nacional, Medellín. noviembre de 1989.
Farrel, R. (1974). The Catholic Church and Ley 30 de 1888. Por la cual se reforma el Código
Colombian Education, 1886—1930: in Judicial y varias otras leyes. Diario Oficial
Search of a Tradition (Disertación doctor- No. 7.308. Consejo Nacional Legislativo,
al). Universidad de Columbia, Nueva York. febrero de 1888.
Recuperado de www.pedagogica.edu.co/
storage/rce/articulos/rce35_03ensa.pdf Ley 54 de 1924. Por la cual se aclara la
legislación existente sobre matrimonio
Flórez, L., & Atehortúa, A. (1987). Estudios so- civil. Diario Oficial No. 19.773. Congreso
bre La Regeneración. Medellín: Univer- de la República, diciembre de 1924.
sidad Nacional de Colombia.
Ley 45 de 1936. Sobre reformas civiles (filia-
Gómez, A. (2010). Formación de los Partidos ción natural). Diario Oficial No. 23.147.
Políticos en Colombia. En J. Ocampo Congreso de la República, marzo de 1936.
(Ed.), Historia de las ideas políticas en
Colombia (pp. 67-71). Bogotá: Taurus. Ley 75 de 1968. Por la cual se dictan normas
sobre filiación y se crea el Instituto
González, F. (1977). Partidos políticos y poder Colombiano de Bienestar Familiar.
eclesiástico: reseña histórica 1810-1930. Diario Oficial No. 32.682. Congreso de la
Bogotá: CINEP. República, diciembre de 1968.
González, F. (2005). Aportes al diálogo entre Ley 20 de 1974. Por el cual se prueba el
historia y ciencia política: una contribución “Concordato y el Protocolo Final entre la
desde la experiencia investigativa en República de Colombia y la Santa Sede”
el CINEP. Revista electrónica Historia suscrito en Bogotá el 12 de julio de 1973.
Crítica 27, Recuperado de http://www. Diario Oficial No. 34.234. Congreso de la
redalyc.org/redalyc/pdf/811/81102703pdf República, diciembre de 1974.
Ley 29 de 1982. Por la cual se otorga la Papa Juan Pablo II. (1981). Familiaris Consor-
igualdad de derechos herenciales a los tio. Recuperado de http://w2.vatican.va/
hijos legítimos, extramatrimoniales y content/john-paul-ii/es/apost_exhorta-
adoptivos y se hacen los correspondientes tions/documents/hf_jp-ii_exh_19811122_
ajustes a los diversos órdenes hereditarios. familiaris-consortio.html
Diario Oficial No. 35.961. Congreso de la
República, febrero de 1982. Papa Juan Pablo II. (1994). Carta Gratissimam
Sane. Recuperado de http://w2.vatican.va/
Ley 54 de 1990. Por la cual se definen las uniones content/john-paul-ii/es/letters/1994/docu-
maritales de hecho y régimen patrimonial ments/hf_jp-ii_let_02021994_families.
entre compañeros permanentes. Diario html
Oficial No. 39.615. Congreso de la
República, diciembre de 1990.
Papa León XIII. (1880). Arcanum Divinae Sa-
pientiae. Recuperado de http://w2.vatican.
Ley 294 de 1996. Por la cual se desarrolla el
va/content/leo-xiii/es/encyclicals/docu-
artículo 42 de la Constitución Política y
se dictan normas para prevenir, remediar ments/hf_l-xiii_enc_10021880_arcanum.
y sancionar la violencia intrafamiliar. html
Diario Oficial No. 42.836. Congreso de la
República, julio de 1996. Papa Pablo VI. (1968). Humanae Vitae. Recu-
perado de http://w2.vatican.va/content/
Ley 1361 de 2009. Por medio de la cual se crea paul-vi/es/encyclicals/documents/hf_p-
la Ley de Protección Integral a la Familia. vi_enc_25071968_humanae-vitae.html
Diario Oficial No. 47.552. Congreso de la
República, diciembre de 2009. Papa Pío XI. (1930). Casti Connubii. Recu-
perado de http://w2.vatican.va/content/
Malagón, M. (2006). La Regeneración, la pius-xi/es/encyclicals/documents/hf_p-xi_
Constitución de 1886 y el papel de la enc_31121930_casti-connubii.html
Iglesia Católica. Revista Civilizar Cien-
cias Sociales y Humanas, 11, Recuperado Parra, J. (2008). Derecho de Familia. Bogotá:
de www.usergioarboleda.edu.co/civilizar/ Temis.
revista11/regeneracion_constitucion.pdf
Patiño, C. (2005). El origen del poder de
Martínez, A. (2010). Colombia: Desde el Occidente: Estado, guerra y orden
Descubrimiento hasta la Guerra de los internacional. Bogotá: Siglo del Hombre.
Mil Días 1492-1902. Bogotá: Norma.
Peñaranda, H., & Ruiz, E. (1986). Transición de
Melo, J. (1989). La Constitución de 1886. En A.
los Estados soberanos al Estado unitario:
Tirado (Dir.), Nueva Historia de Colombia
tres proyectos de reforma constitucional-
(Vol. 3, pp. 43-64). Bogotá: Planeta.
1886. Bogotá: Universidad Nacional de
Colombia.
Montoya, G. (2001). Introducción al derecho
de familia. Medellín: Librería Jurídica
Sánchez R. Pérez, S. (2010). El tradicionalismo católico en
la obra de Miguel Antonio Caro: 1870-
Naranjo-Ochoa, F. (2006). Derecho Civil: 1886. La nación colombiana entre la fe
Personas y Familia. Medellín: Librería y la razón (Tesis Maestría). Universidad
Jurídica Sánchez R. Nacional de Colombia, Medellín.
Profamilia. (2010). Encuesta Nacional de Sentencia C-577 (2011, julio 26). Acción
Demografía y Salud – ENDS. Bogotá: de Inconstitucionalidad. M. P. Gabriel
Autor. Recuperado de http://dhsprogram. Mendoza Martelo. Corte Constitucional.
com/pubs/pdf/FR246/FR246.pdf
Sentencia T-1241 (2011, julio 26). Acción
Restrepo, J. (1885) La iglesia y el Estado en de Inconstitucionalidad. M. P. Gabriel
Colombia. Londres: Emiliano Isaza. Mendoza Martelo. Corte Constitucional.
Recuperado de http://www.bdigital.unal.
edu.co/6588/ Sentencia T-860 (2011, noviembre 15). Acción
de Tutela. M. P. Humberto Antonio Sierra
Restrepo, N. (2006). La iglesia católica y Porto. Corte Constitucional.
el estado colombiano, construcción
conjunta de una nacionalidad en el sur del Sentencia T-357 (2013, junio 20). Acción
país. Revista tabula rasa, 5, 151-165. de Tutela. M. P. Jorge Ignacio Pretelt
Chaljub. Corte Constitucional.
Salom-Franco, N. (2000). Raíces teológicas de
nuestras instituciones políticas. Bogotá: Tirado, A. (1989). Nueva Historia de Colombia
Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez. (Tomo 4). Bogotá: Planeta.
Sentencia C-336 (2008, abril 16). Acción de Toro, A. (2003). Matrimonio canónico – matri-
Inconstitucionalidad. M. P. Clara Inés monio civil. Medellín: Señal Editora.
Vargas Hernández. Corte Constitucional.
Umaña, E. (1994). La familia colombiana: una
Sentencia C-121 (2010, febrero 17). Acción de estructura en crisis. Bogotá: Universidad
Inconstitucionalidad. M. P. Juan Carlos Nacional.
Henao Pérez. Corte Constitucional.
Van Dijk, Teun. (1999). Ideología. Barcelona:
Sentencia T-592 (2010, julio 27). Acción de Gedisa.
Tutela. M. P. Mauricio González Cuervo.
Corte Constitucional. Vidal, M. (s.f.). Principios de la vida Moral.
s.l.: Descleé de Brower.
Sentencia T-051 (2011, febrero 4). Acción de
Tutela. M. P. Jorge Iván Palacio Palacio. Vidal-Perdomo, J. (2010). Historia Constitu-
Corte Constitucional. cional de Colombia: Análisis temáticos
(Tomo 3). Bogotá: Academia Colombiana
Sentencia T- 075A (2011, febrero 7). Acción de de Jurisprudencia.
Tutela. M. P. Gabriel Mendoza Martelo.
Corte Constitucional. Villa, M. E. (2000). La Regeneración o “el
Instituto Cartuja” (Tesis de Maestría).
Sentencia C-283 (2011, abril 13). Acción de Universidad Nacional de Colombia,
Inconstitucionalidad. M. P. Jorge Pretelt Medellín.
Chaljub. Corte Constitucional.