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PROCESO DE AUDICION EN INFANTES.

INFORME

NOMBRES: DANIELA CECILIA DURAN DE LA OSSA.


MARIA FERNANDA PATERNINA LOBO.
VALENTINA MOREL GARCIA.
ELIS MARIA ESPINOSA FLOREZ.
OSCAR ANDRES IBARRA HERRERA.
CAMILA ROMERO BEJARANO.

PSICOLOGIA.
III
GRUPO: AD

DOCENTE: JOSE ALBERTO ARROYO.


SENSOPERCEPCION.

CORPORACION UNIVERSITARIA ANTONIO JOSE DE SUCRE.


(CORPOSUCRE)

SINCELEJO - SUCRE
2020
PROCESO DE AUDICION EN INFANTES.
Desde el proceso de gestación la audición es un factor importante para el desarrollo
emocional, cognitivo y social de los niños; seguido de esto, el desarrollo de audición en
infantes no se basa en la estructura o fisiología del oído, este se basa en el proceso que
tienen los niños y niñas para aprender de manera auditiva, este artículo nos da a conocer el
desarrollo de un niño netamente sano & no se basa en las patologías que impidan su
percepción auditiva, se centra en las habilidades auditivas que presenta el niño & el interés
que este presenta durante la atención de un estímulo presente.

Durante el periodo de gestación de una mujer, el primer sentido que logra desarrollarse es
el de la audición, desde que estamos en el vientre de nuestra madre logramos percibir los
sonidos o estímulos que se generan en el exterior, este proceso le permite al feto contemplar
una cierta interacción con el medio externo, a partir de un periodo especifico de gestación
el feto reacciona con movimientos a este tipo de sonidos & lo cual genera un vínculo entre
la madre y él bebe.

Por otra parte, en el último periodo el feto tiende a identificar la voz masculina de la
femenina, el feto reconoce la voz de su madre, luego del nacimiento él bebe tiene un
desarrollo tonal deficiente el cual se va desarrollando a los 2 años de edad, Por su
parte Munar, Roselló, Mas, Morente y Quetgles (2002) expone que la capacidad auditiva es
funcional, aunque con una competencia muy limitada, porque los neonatos en un comienzo
son relativamente más sensibles a los tonos agudos, pero alrededor de los siete meses
demuestran acciones perceptivas hacia los sonidos de baja frecuencia.

Estos antecedentes nos permiten comprender que el desarrollo tonal del niño, tiene un
avance progresivo en la sensibilidad de los sonidos agudos, La sensibilidad perceptiva
depende de la estimulación sonora que se proporcione a niños y niñas durante su primera
infancia (Sánchez y Morales, 2001): cobran valor diversos elementos culturales como las
obras orquestales, porque abarcan sonidos de baja frecuencia como los que produce un
contrabajo o una tuba en conjunto con timbres agudos como los del violín o la trompeta; los
sonidos de la fauna, ya que el coclear de un pato es grave, si se contrasta con el maullido de
un gato y es agudo, si se compara al rugido de un león; entre otros.
Según Hüg y Arias (2009), la evidencia experimental obtenida permite establecer que los
neonatos son capaces de orientar su cabeza hacia los sonidos de manera lenta y poco
precisa, no obstante, a los cuatro o cinco meses de edad muestran una respuesta más rápida
y precisa, acompañada de la búsqueda visual y logran, a los seis meses, percibir ciertos
cambios angulares en la ubicación de las fuentes sonoras tanto en plano vertical como
horizontal, sobretodo, cuando consiguen adoptar la postura de sentado.

Por otra parte, se sostiene que la localización de los sonidos en el espacio va junto con
manipulación de objetos y formas, con el tiempo el infante va descubriendo habilidades
auditivas y con ello se van desarrollando capacidades motoras, en esta etapa el niño es
capaz de reconocer sonidos, con un rango entre 2 y 3 años de edad el infante es capaz de
relacionar sonidos con percepciones visual, aprende a establecer el lugar de origen de un
sonido

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