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1. SENSIBLIZACIÓN INICIAL
En templo permanece a oscuras toda la primera parte.
Hay cirios encendidos en el suelo (Jóvenes se cuidan) Se hace un dibujo de la Cruz o la llama de Pentecostés
Una gran veladora delante de la virgen
Los dos brazos de 7 delante del cartel de los dones.
Se sale del seminario hacia el templo parroquial con el Santísimo en la custodia y bajo palio
Tener preparados tres reclinatorios delante del altar.
Un foco ilumina a la Virgen durante el rosario y si puede ser al Santísimo durante la Exposición.
MONITOR
ACOGIDA (antes de la procesión de entrada)
CANTO
EL ESPIRITU DE DIOS ESTÁ EN ESTE LUGAR
El espíritu de Dios está en este lugar
El espíritu de Dios se mueve en este lugar
Está aquí para consolar, está aquí para liberar
Está aquí para guiar, el espíritu de Dios está aquí (2)
V. Padre nuestro…….
V. La paz de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la Comunión del Espíritu
Santo este con vosotros
R. Y con tu espíritu
V. Gloria al Padre….
R. Como era…. Aleluya
Ant. 1. Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. Aleluya.
Salmo 112
Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre:
de la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
Ant. Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. Aleluya.
OREMOS
Señor Jesucristo, Hijo de Dios eterno, que no hiciste alarde de tu categoría de Dios,
sino que tomaste la condición de esclavo, pasando por uno de tantos, para levantar
del polvo al pobre; haz que la humanidad, entrando a formar parte de tu Iglesia,
tenga un puesto en tu casa como madre feliz de hijos que alaben tu nombre, ahora y
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. 2. Los apóstoles vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, y se posó
encima de cada uno el Espíritu Santo. Aleluya.
Salmo 146
Alabad al Señor, que la música es buena;
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.
El Señor reconstruye Jerusalén,
reúne a los deportados de Israel;
el sana los corazones destrozados,
venda sus heridas.
Ant. Los apóstoles vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían, y se posó
encima de cada uno el Espíritu Santo. Aleluya.
OREMOS
Señor Dios, cuya sabiduría no tiene medida, cuyo poder somete a cada estrella,
llamándola por su nombre, tú, que reconstruiste Jerusalén y reuniste a los
deportados de Israel, sana ahora también nuestros corazones destrozados y haz que
confiemos siempre en tu misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
ORACION
Oh Dios, obrador de prodigios, tu nombre es santo; te glorificamos y te alabamos
porque en la Pascua de tu Hijo nos reconciliaste contigo y nos hiciste ministros de
la reconciliación; concédenos ser testigos del entrañable amor que nos muestras,
para que todas las naciones, postradas en tu acatamiento, reconozcan tus juicios de
salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
3.- ORAMOS CON MARÍA Y LOS APOSTOLES
SACERDOTE PRESIDENTE
Sigamos nuestra oración imitando a aquellos primeros discípulos que, después de la
Ascensión de Jesús, se reunieron para orar en común con María, la Madre de Jesús,
vamos a situarnos también nosotros en esa misma actitud, en esta noche.
Abramos nuestros corazones al Espíritu Santo. Demasiadas veces confiamos en
nuestros planes, en nuestros proyectos y en nuestras fuerzas.
Sólo el Espíritu Santo habitando en nuestros corazones puede hacer de nuestras
vidas, pequeñas pero auténticas semillas del Reino.
Como en aquellos tiempos, junto con María, cerrados en el cenáculo en oración
esperemos que entre en nuestras vidas el Espíritu Divino para que cambie
nuestros corazones y nos envié a anunciar la Buena Nueva llevando el amor de
Dios a nuestros hermanos.
TESTIMONIO (Comentador)
La oración de este santo rosario que empezamos delante del Santísimo Sacramento expuesto,
une en nuestra meditación al Espíritu Santo y María. Resume la vida contemplativa y apostólica
a la que está llamado todo cristiano.
Espíritu Santo: Ayúdanos a revivir, en unión con María, testimonio fiel de la vida de Jesús, los
misterios de este santo rosario. Concédenos que animados por la fe de nuestro Bautismo,
alimentados por la Eucaristía y renovados por la gracia de Pentecostés, vivamos en palabras y
en actos, siempre y en todo lugar, como fieles testigos de Cristo y del amor de su Divino
Corazón.
Y habiendo entrado el Ángel a donde ella estaba, le dijo: Salve llena de gracia, el Señor es
contigo. Ella se turbó al oír estas palabras, preguntándose qué podría significar aquel saludo.
El Ángel le dijo: Tranquilízate, María, que Dios te ha concedido su favor. Pues, mira, vas a
concebir, darás a luz un hijo y pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará hijo del
Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David su antepasado; reinará para siempre en la
casa de Jacob y su reinado no tendrá fin. (Lucas 1, 28- ss)
Padre nuestro. 5 Ave Maria (4 rezadas por una persona de la legión de María o cenáculo) (la última cantada por un
seminarista) Gloria
CANTO A MARÍA :
Cuantas veces siendo niño te recé,
Con mis besos te decía que te amaba,
Poco a poco, con el tiempo,
alejándome de ti
Por caminos que se alejan me perdí. (2)
Hoy he vuelto, Madre a recordar
Cuantas cosas dije ante tu altar,
Y al rezarte puedo comprender
Que una madre no se cansa de esperar. (2)
Al tercer día hubo una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado
también Jesús con sus discípulos a la boda. No tenían vino, porque el vino de la boda se había
acabado. En esto dijo la madre de Jesús a éste: No tienen vino. Díjole Jesús: Mujer, ¿que nos va
a ti y a mí? No es aún llegada mi hora. Dijo la madre a los servidores: Haced lo que El os diga.
Había allí seis tinajas de piedra para las purificaciones de los judíos, en cada una de las cuales
cabían dos o tres metretas. Díjoles Jesús: Llenad las tinajas de agua. Las llenaron hasta el borde,
y El les dijo: sacad ahora y llevad al maestresala. Se lo llevaron, y luego que el maestresala
probó el agua convertida en vino- él no sabía de dónde venía, pero lo sabían los servidores, que
habían sacado el agua-, llamó al novio y le dijo: Todos sirven primero el vino bueno, y cuando
están ya bebidos el peor; pero tú has guardado hasta ahora el vino mejor. (Juan 2, 1-10 )
Padre nuestro. 5 Ave Maria (4 rezadas por una persona de la legión de María o cenáculo) (la última cantada por un
seminarista) Gloria
CANTO DE MARÍA:
Ven, María, ven, ven, ayúdanos
en este caminar
tan difícil rumbo a Dios (2)
CANTO DE MARÍA:
¿Quién será la mujer que a tantos inspiró poemas bellos de amor ?.
Le rinden honor la música y la luz, el mármol, la palabra y el color.
¿Quién será la mujer que el rey y el labrador invocan en su dolor,
el sabio, el ignorante, el pobre y el señor, el santo al igual que el pecador?
Padre nuestro. 5 Ave Maria (4 rezadas por una persona de la legión de María o cenáculo) (la última cantada por un
seminarista) Gloria
CANTO DE MARÍA:
A María, la hija de Dios Padre, a María la Madre del Señor,
a María la Esposa del Espíritu, alabanzas, honor y bendición.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo
De rodillas
Se canta el Tantum ergo y se inciensa
Tantum ergo Sacraméntum,
Venerémur cérnui:
Et antíquum documentum
Novo cedat rítui;
Præstet fides suppleméntum
Sénsuum deféctui.
Genitori Genitóque,
Laus et iubilátio;
Salus, honor, virtus quoque,
Sit et benedíctio;
Procedénti ab utróque
Compar sit laudátio. Amen.
Paños de hombros
Solemne bendición con el Santísimo desde las escalinatas del presbiterio
invocaciones
CANTO:
Yo tengo un gozo en el alma, gozo en mi alma
Gozo en el alma y en mi ser,¡Aleluya, Gloria a Dios!
PRIMERA LECTURA
MONITOR.
Sentados, vamos a escuchar reposadamente y con atención la Palabra de Dios. Meditemos los
prodigios que hizo Dios a favor de su pueblo, recordando la promesa universal de Jesús.
En medio de la falta de armonía y de paz de nuestro mundo, representada en el orgullo y
confusión de Babel, que vamos a escuchar en esta primera lectura, nosotros creemos en la
fuerza del Espíritu, capaz de llevar a la humanidad y a los pueblos a la verdadera unidad en la
diversidad
Yahveh frustra el plan de las naciones, hace vanos los proyectos de los pueblos;
mas el plan de Yahveh subsiste para siempre, los proyectos de su corazón por todas las edades.
¡Feliz la nación cuyo Dios es Yahveh, el pueblo que se escogió por heredad!
Yahveh mira de lo alto de los cielos, ve a todos los hijos de Adán;
desde el lugar de su morada observa a todos los habitantes de la tierra,
él, que forma el corazón de cada uno, y repara en todas sus acciones.
OREMOS
Dios todopoderoso
Haz que tu Iglesia sea siempre una familia santa,
Congregada en la unión del Padre, del Hijo y del Espíritu,
Que manifieste al mundo
El misterio de la unidad y de la santidad
Y lo conduzca a la perfección de tu amor.
Por Jesucristo nuestro Señor
SEGUNDA LECTURA
MONITOR
Sigamos escuchando la Palabra de Dios. El monte Sinaí fue un lugar de encuentro del pueblo de
Israel con su Dios liberador, que se hizo presente a través de signos. El pueblo, que ha sido
liberado en la Pascua, es llamado a hacer una Alianza durable con su Dios, que le constituye en
pueblo santo entre todos los pueblos.
Nosotros somos el Pueblo de la Nueva Alianza: Al término de la celebración pascual, somos
también llamados a vivir nuestro compromiso bautismal en medio del mundo.
OREMOS
Oh Dios, que en el monte Sinaí,
En medio del resplandor del fuego,
Diste a Moisés la ley antigua,
Y que en el día de hoy,
Con el fuego del Espíritu Santo,
Manifestaste la nueva Alianza,
Haz que nuestros corazones ardan en aquel Espíritu
Que infundiste de modo admirable en los apóstoles,
Y que el nuevo Israel, reunido de entre todos los pueblos,
Reciba con alegría el mandamiento eterno de tu amor.
Por Jesucristo nuestro Señor
TERCERA LECTURA
MONITOR
Creer en la Iglesia significa que el Espíritu de Jesús está permanentemente activo en ella,
fecundándola y enriqueciéndola. Esta es la verdad que da confianza al creyente, hasta en los
momentos difíciles en los que parecen secarse los huesos y cerrarse la fuente de toda vida.
Escuchemos desde esta perspectiva la siguiente lectura.
Lectura del libro del profeta Ezequiel (37; 1-14)
La mano de Yahveh fue sobre mí y, por su espíritu, Yahveh me sacó y me puso en medio de la
vega, la cual estaba llena de huesos.
Me hizo pasar por entre ellos en todas las direcciones. Los huesos eran muy numerosos por el
suelo de la vega, y estaban completamente secos.
Me dijo: "Hijo de hombre, ¿podrán vivir estos huesos?" Yo dije: "Señor Yahveh, tú lo sabes."
Entonces me dijo: "Profetiza sobre estos huesos. Les dirás: Huesos secos, escuchad la palabra de
Yahveh.
Así dice el Señor Yahveh a estos huesos: He aquí que yo voy a hacer entrar el espíritu en
vosotros, y viviréis.
Os cubriré de nervios, haré crecer sobre vosotros la carne, os cubriré de piel, os infundiré espíritu
y viviréis; y sabréis que yo soy Yahveh."
Yo profeticé como se me había ordenado, y mientras yo profetizaba se produjo un ruido. Hubo un
estremecimiento, y los huesos se juntaron unos con otros.
Miré y vi que estaban recubiertos de nervios, la carne salía y la piel se extendía por encima, pero
no había espíritu en ellos.
El me dijo: "Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre. Dirás al espíritu: Así dice el Señor
Yahveh: Ven, espíritu, de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos para que vivan."
Yo profeticé como se me había ordenado, y el espíritu entró en ellos; revivieron y se incorporaron
sobre sus pies: era un enorme, inmenso ejército.
Entonces me dijo: "Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos andan diciendo:
Se han secado nuestros huesos, se ha desvanecido nuestra esperanza, todo ha acabado para
nosotros.
Por eso, profetiza. Les dirás: Así dice el Señor Yahveh: He aquí que yo abro vuestras tumbas; os
haré salir de vuestras tumbas, pueblo mío, y os llevaré de nuevo al suelo de Israel.
Sabréis que yo soy Yahveh cuando abra vuestras tumbas y os haga salir de vuestras tumbas,
pueblo mío.
Infundiré mi espíritu en vosotros y viviréis; os estableceré en vuestro suelo, y sabréis que yo,
Yahveh, lo digo y lo haga, oráculo de Yahveh."
Palabra de Dios
¡Cuán numerosas tus obras, Yahveh! Todas las has hecho con sabiduría,
de tus criaturas está llena la tierra. ¡Bendice a Yahveh, alma mía!
OREMOS
Oh Dios, que por tu palabra de vida
Nos has engendrado para una vida nueva,
Derrama sobre nosotros tu Espíritu Santo,
Para que, viviendo unidos en una misma fe,
Lleguemos, por la resurrección,
A la gloria de una vida incorruptible.
Por Jesucristo nuestro Señor
MONITOR
Terminado el testimonio de María con el rezo del santo rosario, con los salmos, la
adoración al Santísimo y la escucha de la Palabra de Dios nos disponemos a pedir al
Espíritu Santo que inunde este templo parroquial con su presencia y que cada uno de
nosotros lo sintamos en lo más profundo de nuestro ser.
SACERDOTE
El Espíritu animando la misión evangelizadora de la Iglesia -en el corazón de
cada creyente, en la comunidad entera, completa la obra de Jesucristo, el
Hijo.
Así nos lo transmite la doctrina tradicional de los Dones del Espíritu Santo.
Siete dones que, en su conjunto, señalan el dinamismo de la Historia de la
Salvación: Dios, en su infinito amor envió a su Hijo al mundo para salvarnos.
Y éste, al finalizar su misión en la tierra, resucitado, por el mismo Espíritu,
convocó de nuevo a sus discípulos, suscitó en ellos la fe y les dio su Espíritu.
Ellos, llenos de esperanza continúan su misión, testimoniando su obra y sus
palabras.
Vivimos, pues, el tiempo del Espíritu, que como "artesano y artista de la
belleza de Dios' nos irá revelando, paso a paso el misterio profundo del amor
de Dios, hasta la plenitud de los tiempos.
Los siete dones señalan el itinerario interior que nos pone en comunión con
Dios y nos proyecta hacia el amor a los demás. Esta doctrina tradicional
tiene su origen en la Sagrada Escritura:
"Sobre él reposa el espíritu del Señor, espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor"
(Isaías 11, 2).
Vamos a recordarlo, celebrando con ellos nuestra fe, iluminando con ellos
nuestra misión evangelizadora.
“Toda sabiduría viene del Señor y está con Él” Eclo 1,1
“La sabiduría es el gozo interior que experimenta el hombre para gustar las cosas de Dios y nos
inspira la manera de agradarlo.
A los sabios y grandes de este mundo les queda muy difícil aceptar que Dios al hacerse hombre,
haya escogido vivir entre la gente sencilla, huyendo del prestigio, del poder y tomando una
actitud de servicio y entrega a todos los que estaban desprotegidos, marginados, oprimidos por
cualquier clase de mal.
El don de sabiduría nos hace entrar en la sabiduría de dios que contrasta abiertamente con la
sabiduría de este mundo.
En la vida cotidiana vemos cómo las personas más sencillas, las que menos tienen son las que
comparten con más generosidad, son más solidarias y viven más unidas y felices, a pesar de las
dificultades y problemas.
Cuando decimos que la unión de los pobres es un signo del Espíritu, reconocemos que el Espíritu
de Jesús se manifiesta en los más pequeños. Ellos muestran cómo se edifica el Reino de Dios
construyendo la comunidad y resistiendo ante los poderes de este mundo con la fuerza del Dios
de la vida.
Pidámosle a Dios que nos de su don de sabiduría para discernir su querer a través del Evangelio
que nos dio en su Hijo Jesucristo.”
Silencio
Se enciende dos velas una de cada candelabro
OREMOS
Te pedimos humildemente,
Dios todopoderoso,
que te dignes bendecir + esta sal,
del mismo modo que mandaste al profeta Eliseo
que la arrojase al agua
para remediar su esterilidad.
Concédenos, Señor
que allí donde se derrame esta mezcla de sal y agua,
sea ahuyentado el poder del enemigo
y nos proteja siempre
la presencia del Espíritu Santo.
Por Jesucristo, nuestro Señor
Amen.
ORACION
Te pedimos en esta noche Espíritu de Sabiduría, que nos ayudes a buscar a Dios.
Que El sea el centro de nuestras vidas, para que reine en nuestras almas el amor y
la armonía, te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor
Amen
CANTO DEL ESPIRITU SANTO se repite
Es como un río, es la lluvia, es un soplo, es el fuego
Es el Espíritu de Dios que está aquí.
Ahí va bajando, va cayendo, va soplando, va ardiendo
Es el Espíritu de Dios que está aquí (2)
Bajando en mí, cayendo en ti, soplando en mí, ardiendo en mí.
“En ese mismo momento, Jesús movido por el Espíritu Santo, se estremeció de alegría y dijo:
<<Yo te bendigo Padre, porque has ocultado estas cosas a los sabios e inteligentes y se las has
mostrado a los pequeños. Sí Padre, así te pareció bien>>:” Lc. 10,21
Silencio
Se enciende dos velas una de cada candelabro
OREMOS
Oh Dios, luz verdadera, autor y dador de la luz eterna,
dígnate bendecir + estos cirios
e infunde en el corazón de los fieles
la luz que no se extingue,
para que, cuantos son iluminados en tu templo
por la luz de estos cirios,
puedan llegar felizmente
al esplendor de tu gloria.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amen.
“Sois la luz encendida, que con vuestro entendimiento seáis signos de los
tiempos de hoy a la luz del Evangelio”
Los ministros entregan a los asistente una vela encendida del cirio pascual y se dice:
Lléname, lléname,
con tu presencia lléname, lléname
con tu poder,
lléname, lléname con tu bondad (2)
ORACION
Te pedimos en esta noche Espíritu de Entendimiento, que ilumines nuestras
mentes, para que conozcamos y amemos las verdades de la fe y las hagamos vida
en nuestras vidas, te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor
CANTO DEL ESPIRITU SANTO se repite
Espíritu de Dios, llena mi vida,
llena mi alma, llena mi ser (2)
Lléname, lléname,
con tu presencia lléname, lléname
con tu poder,
lléname, lléname con tu bondad (2)
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra era caos y confusión y oscuridad por
encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.” Gn.1, 1-2
La tierra, el sol, la luna, las estrellas, son expresión de la obra creadora de Dios, son la mejor
muestra de que todo está puesto para el bien del hombre y su compromiso es saber administrar
con sabiduría lo que tenemos en nuestro mundo.
San Pablo en Romanos 8,21-24, ve la creación en estrecha relación con los seres humanos; en
efecto somos nosotros el fin por el cual Dios ha creado todas las cosas y quienes debemos llevar a
perfeccionamiento todo lo creado, en colaboración con Él.
Cuando los seres humanos rompieron su amistad con Dios y perdieron su libertad de hijos,
también la creación quedó sometida a la esclavitud. Pero tanto nosotros, como la creación hemos
sido ya liberados de la esclavitud del pecado por la Muerte y Resurrección de Cristo.
Vivimos realmente en el tiempo del Espíritu que hace desbordar el amor de Dios y está siempre
actuando en este mundo. No obstante, la creación sigue gimiendo en espera de la liberación total,
la nueva creación que ya ha comenzado en Cristo Resucitado, pero que es tarea nuestra llevar a
cabo, con Él, en la historia.
Todavía hoy existen en nuestra tierra miles de espíritus que no encarnan el deseo liberador de
Dios, entre el fuego de las guerras, la codicia del dinero; espíritus que matan la justicia y
Corazones mezquinos que no les importa acabar y agotar los recursos naturales con el fin de
satisfacer sus apetitos de riqueza y bienestar personal aún en contra de la naturaleza y de sus
semejantes. Expresan un corazón de piedra que ha olvidado que Dios quiere una vida digna para
todos sus hijos.
Estos espíritus hacen levantar en el pueblo pobre y creyente gritos de dolor, hambre y sed de
justicia y a veces parece que quieran quitarnos la esperanza de un mundo más hermoso.
Pero nosotros no nos desanimamos porque el Espíritu Santo que por su Resurrección de Cristo
llenó toda la tierra, sigue actuando en los hombres y mujeres que creemos en el Dios de la vida y
por eso decimos no al aborto, no a la eutanasia, no a cualquier tipo de atentado contra la vida. La
ciencia debe estar al servicio y bienestar del hombre y no como oprobiosa y destructora de la
vida.
Este Santo Espíritu nos infunde el don de ciencia que nos descubre el plan de Dios sobre la
creación y nos ayuda a protegerla, a cuidarla y a disfrutar sin arrasar de ella para hacer más digna
nuestra vida de hijos de Dios.
Silencio
Se enciende dos velas una de cada candelabro
MONITOR (Manda ponerse de pie y dice lo que se va hacer)
OREMOS
Dios todopoderoso
que por medio de los sacramentos de la fe
renuevas, por medio del espíritu santo, las maravillas de la creación y de la
redención, bendice + esta agua
y concede que todos los renacidos en el bautismo
sean mensajeros y testimonios de la Pascua,
que se renueva incesantemente en tu Iglesia
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén
“El Espíritu es fuente de agua viva. Que Él os dé el don de ciencia para que os
purifique de toda ignorancia”.
Los recipientes con el agua bendecida los llevan los ministros para que las personas se santigüen y el
sacerdote dice la siguiente frase u otra similar
ORACION
Te pedimos en esta noche Espíritu de Ciencia, que nos ayudes a distinguir entre el
bien y el mal. Enséñanos a proceder con rectitud en la presencia de Dios. Danos
clara visión y decisión firme, te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor
CANTO DEL ESPIRITU SANTO se repite
Espíritu Santo ven, ven (3)
en el nombre del Señor.
DON DE CONSEJO
(CARTULINAS CON LOS DONES)
Reflexión por….
Prudencia a la hora de hablar y de escuchar, capacidad para tomar y ayudar a tomar decisiones acertadas;
orientar en el buen camino, corregir, alentar…
El don de consejo tal vez es el más complejo en un mundo lleno de vacíos y de antivalores, donde
todo es permitido y tolerado. Hoy la pornografía, la fornicación desalojaron la castidad y la
virtud de los hombres y de las mujeres porque eso es lo que aconsejan los medios de
comunicación social, y aún la legislación de los países.
Dar un buen consejo es orientar la vida de acuerdo a los mandamientos de la ley de Dios, no son
cosa del pasado y que el pecado no existe, los mandamientos tanto ayer como hoy están
absolutamente vigentes, es la conciencia de los hombres que distorsionó la ley y la acomodó a los
caprichos inclinando su vida a todo aquello que Dios prohíbe. Es decir, el hombre de hoy le dio la
espalda a Dios y lo rechaza con sus actitudes hedonistas.
El don de consejo sólo Dios lo da a aquellos que andan en su presencia. ¿Y cómo andamos en la
presencia de Dios? Frecuentando la oración, participando frecuentemente de la Eucaristía de
donde dimanan todos los dones, en el sacramento de la reconciliación, en la escucha de la Palabra
de Dios y llevando a la práctica lo que Dios nos dice en ella.
El don de consejo es un don social que nos une a unos con otros en la búsqueda.
El don de consejo es un don social que nos une a unos y otros en la búsqueda continua del
camino acertado que nos acerca a Dios.
La convivencia fraterna y la oración son los lugares privilegiados en los cuales el Espíritu Santo
nos visita con el don de consejo. En el encuentro con Jesús y en el diálogo y la escucha de los
hermanos, el Espíritu Santo despeja nuestras dudas y nos ayuda a distinguir la voluntad del Padre
entre tantas otras propuestas que se nos presentan en la vida cotidiana.
Pidámosle al Espíritu Divino que nos inflame el corazón y que caminemos por la senda trazada
por Nuestro Señor Jesucristo y así nos otorgue el don del buen consejo y no nos dejemos arrastrar
por el mundo de la chabacanería, el desorden y las costumbres de este mundo y así podamos
guiar a otros por el camino de la salvación.
Silencio
Se enciende dos velas una de cada candelabro
OREMOS
Bendito seas, Señor,
fuente y origen de toda bendición,
que te complaces en la piedad sincera de tus fieles;
te pedimos que bendigas + a tus servidores
y les concedas que,
llevando consigo estos dones de tu Espíritu,
se esfuercen por irse trasformando en la imagen de tu Hijo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amen
“Recibid estos Dones del Espíritu y fructificarlos en vuestras vidas
Los ministros reparten a los asistentes unas cartulinas con las palabras de los “Dones” Mientras les dice:
Como ríos de agua viva que saltan pa`rriba que llevo dentro,
confirma, confirma en este momento, Espíritu Santo, su derramamiento.
ORACION
Te pedimos en esta noche Espíritu de Consejo, que nos ilumines y nos guíes en
todos nuestros caminos, para que podamos siempre conocer y hacer tu santa
voluntad. Haznos prudentes y audaces, te lo pedimos por Cristo nuestro Señor
Como ríos de agua viva que saltan pa`rriba que llevo dentro,
confirma, confirma en este momento, Espíritu Santo, su derramamiento.
“Así que prefiero gloriarme de ser débil, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Y me
alegro también de las debilidades, los insultos, las necesidades, las persecuciones y las
dificultades que sufro por Cristo, porque cuando más débil me siento es cuando más fuerte soy.”
2Co 12,9c-10
Hermosa paradoja la de Pablo, cuando más débil soy, me hago más fuerte porque todo lo sufre y
lo puede por la gracia de Nuestro señor Jesucristo.
Cristo es el que le infunde la fuerza para poder continuar adelante en su misión evangelizadora,
para Moisés enfrentar al faraón contaba con la asistencia y la fuerza que Dios le transmitía, los
apóstoles recibieron la fuerza del Espíritu Santo, para enfrentar todos los sufrimientos y las
persecuciones y obstáculos que se les presentarían en el proceso de evangelización.
Y ¿cómo está nuestra fortaleza? Confiamos en nuestras propias fuerzas, permaneciendo de
espaldas a Dios, porque somos autosuficientes y no lo necesitamos.
O permanentemente depositamos en Él todas nuestra vida para que el la guíe y nos lleve con su
suavidad por los caminos de este mundo complejo, pero que nos permite dejar los miedos atrás,
nuestras decisiones están inspiradas por Él porque todo lo confiamos a Él.
Porque nuestra vida esta marcada por la oración, la Eucaristía y el bien obrar conmigo mismo y
con el hermano. Soy débil ante el dolor de mi hermano, pero fuerte en la oración y en la acción.
Soy débil ante las angustias de mis hermanos, pero fuerte en la búsqueda de soluciones a esos
problemas. Soy débil frente al pecado, pero me fortalezco con la oración y los sacramentos
saliendo airoso de cada trance porque no soy yo quien vive en mi es Cristo Jesús, mi Señor y mi
Salvador, quien vive en mi.
Espíritu Divino, danos el don de la fortaleza, para cantar como Pablo, la victoria de que Jesús sea
mi vida, diariamente guiándome por su senda, hasta el día que habite en vuestra presencia y la del
Padre, por los siglos de los siglos. Amén.
Silencio
Se enciende dos velas una de cada candelabro
MONITOR (Manda ponerse de pie y dice lo que se va hacer)
OREMOS
Señor, Padre santo, que quisiste que la cruz de tu Hijo
fuera la fuente de toda bendición +
y el origen de todos tus beneficios,
atiende generoso a nuestras súplicas,
ya que hemos alzado esta cruz
como un testimonio de nuestra fe,
y concédenos que, viviendo, aquí en la tierra,
unidos siempre al misterio de la pasión de Cristo,
alcancemos el gozo eterno de la resurrección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amen
“Llevad la cruz de Cristo, cargad con ella con la fortaleza del Espíritu, porque
ella tiene fuerza de redención y salvación”.
Los ministros entregan a los asistentes una cruz y dice:
ORACION
Te pedimos en esta noche Espíritu de Fortaleza, que vigorices nuestras almas en
tiempo de prueba y adversidad. Concédenos siempre lealtad y confianza, te lo
pedimos por Jesucristo nuestro Señor
CANTO DEL ESPIRITU SANTO se repite
Ven, ven, ven Espíritu Divino Ven, ven, ven acércate a mi (2)
Apodérate, apodérate, apodérate de todo mi ser (2)
“Tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y reza a tu Padre que comparte tus secretos y
tu Padre, que ve los secretos, te premiará”. Mt. 6,6
Este texto del evangelio nos pide una actitud de interioridad para entrar en diálogo con el Padre.
Cerrar la puerta para abrir el corazón a la presencia y al amor de Dios. Es necesario que cada uno
de nosotros salga aunque sea un momento del ritmo agitado de vida: trabajo, estudio, problemas y
haga un alto en el camino diario, para sentarse en silencio y disponerse a escuchar lo que el
Espíritu nos dice
En la oración silenciosa y sencilla, el Espíritu de Dios afianza nuestro camino de fe, esperanza y
caridad; allí se cimienta como en roca firme nuestra relación filial con dios y recibimos las
fuerzas para vencer las dificultades de nuestra convivencia diaria. De la oración vendrá también
la eficacia de nuestros esfuerzos por hacer de nuestras familias, grupos y comunidades, lugares
donde madure la justicia y la solidaridad.
La oración personal, con proyección comunitaria, es el motor que mantiene nuestra decisión y
constancia en el seguimiento de Jesús.
El Espíritu, mediante el don de fortaleza nos afianza en la fidelidad a Dios y nos aleja del pecado,
nos capacita para mantenernos firmes en las opciones de vida que hemos asumido.
Así la vida de oración nos ayuda a avivar el Espíritu de compromiso y fidelidad al Evangelio, nos
anima a anunciar con Espíritu profético el amor de Dios hecho vida en medio de una sociedad
donde predominan los intereses egoístas.
La piedad es la acción del Espíritu en nosotros que nos hace clamar a Dios llamándolo Padre y
reconociéndonos realmente como hijos suyos. El sentirnos hijos nos lleva también a reconocernos
entre nosotros como hermanos y hermanas.
El don de piedad es el don de familia, el don de la fraternidad que nos compromete a vivir el
amor en la acogida, el respeto y la mutua colaboración; el compartir, la misericordia y la
solidaridad de los unos hacia los otros.
Cuando el hermano está herido y pasamos de largo, cuando el más pequeño está caído en el
camino del dolor físico o moral, del apuro económico, de la enfermedad, la soledad y no le
hacemos caso, no hay compasión, no hay piedad, no hay hermandad, no hay comunidad.
Necesitamos el don del Espíritu que nos abra el corazón y nos sensibilice para reconocer la
igualdad de la sangre, el sello de familia, la herencia del Padre.
Que el Señor nos ilumine en este día para buscar sus dones y hacerlos vida en nuestros espacios
de compromiso: familia, parroquia, comunidades.
Silencio
Se enciende dos velas una de cada candelabro
OREMOS
Conforta, Señor, a tus fieles
con la bendición + que imploramos de ti,
sobre este incienso para que suba con él
nuestra oración en tu presencia
y, así como este templo se llena de suave olor, que en tu Iglesia
se aspire el aroma de Cristo
y que siempre podamos agradecer tus beneficios.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amen
Los ministros entregan a cada uno un poco de incienso y lo deposita en los incensarios, mientrasdicen estas
palabras
“Pero ustedes, queridos hermanos, manténganse firmes en su santísima fe. Oren guiados por el
Espíritu Santo. Consérvense en el amor de Dios y esperen el día en que Nuestro Señor Jesucristo,
y en su misericordia, nos dará la vida eterna.” Judas 20-21
Transido de humildad y respeto: no teme a Dios, sino que lo admira y adora; se teme a sí mismo, por su fragilidad,
y confía en Dios.
El don de temor de Dios por muchos es mal interpretado, ya que creemos que el temor de Dios es
tenerle miedo a Dios y no es así. El don del santo temor de Dios es permanecer siempre en su
gracia , es decir, en su presencia con nuestra vida transparente de cara a su divina majestad, es
evitar y alejar de nosotros toda ocasión de pecado con la cual nos alejamos de Él, no es el miedo
a la condenación por causa del pecado, sino, ese acto de amor con el cual debemos
corresponderle porque el nos amó primero al punto que nos dio a su propio Hijo Jesucristo y
murió por nosotros para sacarnos de la esclavitud del pecado y de la muerte. Sólo por eso porque
me ama, yo evito caer en el pecado y por tanto quiero corresponderle con mi conducta, con mi
bien andar siempre en su presencia, no puedo defraudar a un Dios tan bueno, que todo me lo ha
dado. ¿Por qué entonces voy yo a pagarle con la moneda del desprecio, de la vida fácil, del
desenfreno?
Imitemos por tanto a Nuestra Madre la Santísima Virgen María, Ella, la llena de gracia siempre
anduvo en la presencia de Dios y por eso fue la elegida por el Padre para ser la Madre de su Hijo.
Su cuerpo y su alma jamás fue mancillada por el pecado, no quiere decir que ella no haya sido
tentada pero con la fuerza de la oración y la comunión permanente con el Padre supo sortearlas
sin dificultad. Es por eso que debemos pegarnos de la única tabla de salvación que tenemos y es
La reconciliación sacramental cuando hemos caído, con el firme propósito de no volver a caer, la
oración constante y con mayor fuerza en los momentos de tentación y la asiduidad de la
Eucaristía, que son las armas más poderosas contra el pecado. Pidámosle al Espíritu santo que
nos inunde del santo temor de Dios para que evitemos hacer algo que entristezca el corazón del
Padre, que no queremos traicionarlo, que en nuestra conciencia sabemos que somos frágiles, por
eso Espíritu santo cólmanos con el don de Fortaleza para resistir los embates del maligno, para
resistir las tentaciones del mundo y que no nos dejemos llevar por los instintos de la carne.
Que todos nuestros miedos desaparezcan que nos haga valientes, arriesgados, libres y solidarios
porque sabemos que somos familia y que Dios nuestro Padre camina con nosotros haciendo suya
la causa de los débiles, los perseguidos y los desheredados de esta tierra. Con san pablo decimos:
todo lo creemos, todo los soportamos, todo lo esperamos, pues estamos seguros de que en la
práctica del amor, el Señor Jesús está con nosotros construyendo el Reino del Padre.
Silencio
Se enciende dos velas una de cada candelabro
OREMOS
Bendito seas, Señor,
Fuente y origen de toda bendición,
Que te complaces en la piedad sincera de tus fieles
Te pedimos que atiendas los deseos de tus servidores
Bendiciendo + estas biblias que contienen tu Palabra
Has que la leamos todos los días y que lo leído lo meditemos
Y lo que meditemos lo vivamos y lo encarnemos en nuestras vidas
Y llevar a todos los hombres la Buena nueva de tu Hijo
Que vive y reina por los siglos de los siglos
Los asistentes pasan a tocar la Biblia que tiene el sacerdote y este dice:
Los participantes pasan a tocar la Biblia de los sacerdotes mientras les dicen:
ORACION
Te pedimos en esta noche Espíritu del Santo Temor, que penetres lo mas intimo de
nuestro corazón para que podamos siempre recordar tu presencia. Haznos huir del
pecado y concédenos profundo respeto para con Dios y ante los demás, creados a
imagen tuya, te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor
Silencio.
Por las familias que sufren las consecuencias del pecado. Ayúdanos a estar a su lado, escuchar,
comprender y perdonar la falta de comunicación, las infidelidades, la incomprensión. Ayúdanos tú,
para que sepamos nosotros, ayudarles en sus dificultades.
Silencio.
Por los niños que sufren las consecuencias del pecado. Haznos capaces de protegerles y
educarlos. Que sepamos apartar de la humanidad los abusos, el abandono, la explotación y el mal
ejemplo con los que obligamos a crecer a nuestros pequeños.
Silencio.
Por los jóvenes que sufren las consecuencias del pecado. Haz que sepamos ofrecerles valores,
amistad y testimonio. Que consigamos un día que tú entres en su corazón y en su mente, que se alejen
de las drogas, del desencanto y la indiferencia.
Silencio.
Por la Iglesia, por nuestra comunidad, por los catequistas y agentes de pastoral, por los laicos y los
miembros de los Movimientos de Apostolado Seglar, por todos nosotros, que también somos
pecadores. Ayúdanos a vivir unidos, en comunión. Danos valor para apartar de nosotros el cansancio
y la rutina. Concédenos vivir, con la fuerza de tu Espíritu, el Evangelio de tu Hijo.
Silencio.
SACERDOTE
Haznos Señor, como a María, concebir en nuestro corazón y dar al mundo la luz de
tu misericordia. Líbranos de todo mal para que seamos hombres y mujeres de
Esperanza
MONITOR
Después de haber celebrado y meditado cada uno de los Dones, en esta vigilia de Pentecostés y
antes de celebrar la eucaristía, podemos acercarnos delante de los Ministros para que nos
impongan las manos y pedir al Espíritu Santo que nos conceda sus santos siete Dones, el de la
sabiduría e inteligencia; el de la ciencia y consejo, el de la fortaleza y piedad, y el del temor de
Dios, para que los vivenciemos en el ambiente que vivimos.
ORACIÓN COLECTA:
Dios todopoderoso y eterno
que has querido que celebráramos el misterio pascual
durante cincuenta días,
renueva entre nosotros el prodigio de Pentecostés,
para que los pueblos divididos por el odio y el pecado
se congreguen por medio de tu Espíritu
y, reunidos, confiesen tu nombre
en la diversidad de sus lenguas
Por nuestro Señor Jesucristo…
SALMO RESPONSORIAL
Envía tu Espíritu, Señor, y renueva la faz de la tierra.
Bendice, alma mía, al Señor, ¡Dios mío, qué grande eres! Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas
Les retiras el aliento y expiran y vuelven a ser polvo. Envías tu aliento y los recreas,
y renuevas la faz de la tierra.
Gloria a Dios para siempre, goce el Señor con sus obras. Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor
Sale un sacerdote dos acólitos y dos turíbulos para hacer la entrada solemne del evangeliario
HOMILÍA
SACERDOTE
¿Qué deseáis los que habéis llamado a este templo?
Familiares responden
FAMILIARES
Queremos que nuestro hijo sea bautizado
Los sacerdotes y acólitos se dirigen a la puerta para abrirla. Un acolito abre la procesión llevando el cirio pascual
Hermanos:
Con gozo habéis vivido en el seno de vuestra familia el nacimiento de un niño. Con
gozo venís ahora a la Iglesia a dar gracias a Dios y celebrar el nuevo y definitivo
nacimiento por el bautismo.
Todos los aquí presentes nos alegramos en este momento, porque se va a acrecentar
el número de los bautizados en Cristo.
Seguidamente, el sacerdote pregunta a los
padres:
N.N
El bautismo.
Entonces el sacerdote se dirige a los padres con
estas palabras:
Al pedir el bautismo para vuestro hijo, ¿sabéis que os obligáis a educarlo en la fe,
para que este niño, guardando los mandamientos de Dios, ame al Señor y al
prójimo como Cristo nos enseña en el Evangelio?
Los padres responden:
Sí, lo sabemos.
N.N, la comunidad cristiana te recibe con gran alegría. Yo, en su nombre, te signo
con la señal de Cristo Salvador. Y, vosotros padres y padrinos, haced también sobre
él la señal de la cruz.
MONITOR
El fruto inmediato de la venida del Espíritu Santo es el bautismo por el agua y el espíritu a todos
los hombres.
Por ello, en esta noche no puede faltar la celebración del bautismo, la puerta que Jesús nos ha
abierto para que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Al participar de este rito, cada uno hágase disponible a la gracia de Dios a fin de que se renueve
en cada uno de nosotros la gracia bautismal. El sacerdote con las manos extendidas hará la
oración de exorcismo sobre ….. que quiere ser bautizado y le ungirá con el óledo de los
catecúmenos
Desde el fondo del templo el sacerdote hace la oración de exorcismo y unge al que debe ser bautizado
Los acólitos tienen el óleo de los catecúmenos
ORACIÓN DE EXORCISMO
Dios todopoderoso y eterno, que has enviado a tu Hijo al mundo, para librarnos del
dominio de Satanás, espíritu del mal, y llevarnos así, arrancados de las tinieblas, al Reino
de tu luz admirable; te pedimos que este niño, lavado del pecado original sea templo tuyo,
y que el Espíritu Santo habite en él. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
UNCIÓN PREBAUTISMAL
Seguidamente, el sacerdote unge al niño en el pecho con el óleo de los catecúmenos mientras dice:
Para que el poder de Cristo Salvador te fortalezca, te ungimos con este óleo de
salvación en el nombre del mismo Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina por
los siglos de los siglos. Amén.
MONITOR
Hermanos: Acompañemos con nuestra oración a este catecúmeno que se dirige a la
fuente bautismal para renacer a una vida nueva y pidamos todos juntos, por medio
de las letanías de los santos, a Dios nuestro Padre, que guíe y acompañe sus pasos
hacia la fuente bautismal. Iremos encendiendo nuestras velas.
LETANÍAS. (Cantadas)
Se van enciendo los cirios de los participantes
Mientras se cantan las letanías se hace una procesión por las naves del templo (Acólito con el cirio Pascual, Acolitos
restantes, familiares del que será bautizado, sacerdotes)
Mintras se hace la procesión dos llevan el agua al centro del presbiterio y se quedan uno a cada lado hasta el final de
las letanías.
SACERDOTE
Dios, todopoderoso y eterno,
Manifiesta tu presencia
En estos misterios, signos de tu Amor,
Y así renacerán nuevos pueblos
De esta fuente bautismal;
Envía tu Espíritu de adopción
Para que tu acción eficaz
Realice plenamente el sacramento
Confiado a nuestro ministerio.
Por Jesucristo nuestro Señor.
R/. Amén.
MONITOR
Hermanos: Jesús anunció que era necesario renacer por medio del agua y del espíritu santo. Eso fue
nuestro bautismo. Ahora el celebrante va a pedir que el espíritu santo de a esta agua su fuerza, para que
muchos hermanos nuestros nazcan a la vida nueva que ofrece Jesús.
SACERDOTE
Oh Dios y Padre nuestro,
Con tu poder invisible, realizas obras admirables
Por medio de los signos sacramentales,
Y de diversos modos te has servido
De tu criatura el agua,
Para que significara la gracia del bautismo.
Tu Espíritu, en orígenes del mundo
Se cernía sobre las aguas,
Para que ya desde entonces
Ellas recibieran el poder de santificar.
También, Dios nuestro,
En las aguas torrenciales del diluvio,
Prefiguraste el nuevo nacimiento de los hombres,
Para que la acción misteriosa de una misma agua
Pusiera fin al pecado,
Y diera origen a la santidad.
Tú hiciste pasar, con los pies secos
Por le Mar rojo a los hijos de Abrahán,
Para que le pueblo librado
De la esclavitud del faraón
Fuera imagen de la familia
De los bautizados.
Tu hijo al ser bautizado en las aguas del jordán
Fue ungido por el Espíritu Santo.
Al ser elevado en la cruz
Vertió de su costado sangre y agua.
Padre Santo,
Te pedimos por mediación de tu Hijo
Que el poder del Espíritu Santo
Descienda sobre el agua de esta fuente;
MONITOR
El día de nuestro Bautismo nuestros padres hicieron la profesión de fe por nosotros. Ahora la
Iglesia nos invita a renovar personalmente aquellas promesas.
SACERDOTE
Queridos Padres y Padrinos:
En el sacramento del bautismo, este niño que habéis presentado a la Iglesia va a
recibir,
por el agua y el Espíritu Santo, una nueva vida que brota del Amor de Dios.
Vosotros, por vuestra parte, debéis esforzaros en educarlo en la Fe, de tal manera
que esta vida divina esté preservada del pecado y crezca en él día en día.
MONITOR
Todos elevaremos nuestros cirios cada vez que renunciemos y cada vez que profesemos
¿Renunciáis a Satanás?
Sí, renuncio
Sí, renuncio
¿Creéis en Jesucristo su único Hijo, nuestro Señor, que nació de Santa María
Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la
derecha del Padre?
Sí, creo
¿Queréis por tanto que vuestro hijo sea bautizado en la Fe de la Iglesia que todos
juntos acabamos de profesar?
Sí, queremos.
E inmediatamente el Sacerdote Bautiza diciendo:
Durante el bautismo dos sacerdotes hacen la aspersión sobre el pueblo
CANTO BAUTISMAL
Bautízame, Señor con tu Espíritu, bautízame, Señor con tu Espíritu, (2)
Dios todopoderoso,
Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos ha liberado
Del pecado y nos ha dado nueva vida
Del agua y del Espíritu Santo,
Te unge con el crisma de la salvación,
Para que habiendo
Entrado a formar parte de su pueblo santo
Permanezcas hasta la vida eterna
Como miembro de Cristo, Sacerdote, Profeta y Rey.
Vestidura Blanca
N. eres ya una nueva criatura y te has revestido de Cristo. Que esta vestidura
Blanca, sea signo de tu dignidad de cristiano. Ayudado por los consejos
Y ejemplos de tu familia, consérvala sin mancha hasta la vida eterna.
Amén
Se enciende del cirio pascual la vela del bautizando y el que preside dice:
Bendito seas, Señor, Dios del Universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos: él será para nosotros pan de vida.
Si el sacerdote lo ha dicho en voz alta, el pueblo aclamará:
Bendito seas, por siempre, Señor.
El diácono o el sacerdote dice en voz baja mientras pone vino y un poco de agua en el cáliz:
El agua unida al vino sea signo de nuestra participación en la vida divina de quien ha querido
compartir nuestra condición humana.
Al ofrecer el vino, el sacerdote dice:
Bendito seas, Señor, Dios del Universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre,
que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos: él será para nosotros bebida de
salvación.
Si el sacerdote lo ha dicho en voz alta, el pueblo aclamará:
Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde; que éste sea hoy nuestro
sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios nuestro.
Mientras el sacerdote se lava las manos, dice en secreto:
Orad, hermanos, para que este sacrificio mío y vuestro, sea agradable a Dios, Padre
todopoderoso.
El pueblo responde:
El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para
nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
PREFACIO DE PENTECOSTES
El Señor esté con vosotros.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos
gracias al
Señor,
nuestro
Dios.
Es justo y
necesario.
PLEGARIA
EUCARÍSTICA III
El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Y el pueblo aclama:
Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu resurrección.
¡Ven, Señor Jesús!
Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Confirma en la fidelidad cristiana a tus hijos (N. y N.), que hoy, por medio del
Bautismo y del don del Espíritu has llamado a formar parte de tu pueblo y
Concédeles andar siempre en una vida nueva
Amén.
RITO DE LA COMUNIÓN
Una vez que el sacerdote ha dejado el cáliz y la patena, dice:
Fieles a la recomendación del Salvador
y siguiendo su divina enseñanza,
nos atrevemos a decir:
Padre nuestro que estás en el cielo
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
El sacerdote, con las manos extendidas, prosigue él solo:
Tuyo es el reino,
tuyo el poder y la gloria,
por siempre, Señor.
El sacerdote, con las manos extendidas, dice en voz alta:
Señor Jesucristo,
que dijiste a tus apóstoles:
'La paz os dejo, mi paz os doy',
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
El pueblo responde:
Amén.
El sacerdote, extendiendo y juntando las manos, añade:
La paz del Señor esté siempre con vosotros.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
Luego, si se estima oportuno, el diácono o el sacerdote añaden:
El sacerdote deja caer en el cáliz una parte del pan consagrado, diciendo en secreto:
El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para
nosotros alimento de vida eterna.
Mientras tanto se canta o se recita:
- Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
- Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros.
- Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
El sacerdote reza en secreto la oración para la comunión:
El Cuerpo de Cristo.
El que va a comulgar responde:
- Amén.
Después, con el pueblo sentado o de rodillas, tiene lugar la purificación, que es cuando se limpian la patena y el cáliz. El sacerdore dice en secreto:
Haz, Señor, que recibamos con un corazón limpio el alimento que acabamos de
tomar, y que el don que nos haces en esta vida nos aproveche para la eterna.
Acto seguido, el sacerdote puede ir a la sede, o lugar destinado para sentarse y hacer unos momentos de silencio.
Ant. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu amor, Tu que
congregaste a los pueblos de todas las lenguas en la confesión de una sola fe. Aleluya.
Ant. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu amor, Tu que
congregaste a los pueblos de todas las lenguas en la confesión de una sola fe. Aleluya.
ORACION POSCOMUNION
La comunión que acabamos de recibir, Señor,
Nos comunique el mismo ardor del Espíritu Santo
Que tan maravillosamente inflamó a los acotoles de tu Hijo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
MONITOR
Al finalizar vamos a recordar nuestra misión evangelizadora, somos enviados a dar testimonio
de nuestra fe, cada uno desde su vocación y ministerio. Ahora se bendecirá el aceite y el que
quiera podrá acercarse para ser ungido como muestra de que en nuestra misión apostólica
tenemos que ser generosos, fuertes y valientes.
Muchos obstáculos tenemos que superar, necesitamos su fuerza y su calor para vivir al servicio
de los demás, solidaria y generosamente.
Queremos dejarnos guiar por el espíritu de Jesús, dejar que nuestra vida entre
definitivamente por la Puerta que nos conduce hacia la vida plena: Dios mismo.
Ahora la Comunidad eclesial en la que estamos reunidos nos envía de nuevo, nos devuelve a la
vida: a nuestros equipos de vida y formación, a "ejercer" nuestro ministerio laical, a vivir la
amistad, a colaborar con nuestra acción en la transformación de la sociedad, de cada
ambiente y circunstancia de nuestra vida... sirviendo, entregando nuestro tiempo, nuestra salud,
nuestras capacidades para que el mundo tenga vida.
Ahora el sacerdote bendecirá aceite y los que quieran pasarán para ser ungidos como signo de
compromiso de querer anunciar la Buena Nueva. También se os dará una luz como símbolo de
que tenemos que ser Luz del mundo, testimonios de Jesús.
MONITOR
Ahora nos acercaremos al presbiterio, para ser ungidos con el aceite bendecido y seremos
enviados, con la fuerza del Espíritu, a evangelizar a los hermanos que no conocen a Jesucristo
o se apartaron de Él. También se nos dará una luz como signo de que tenemos que ser
testimonios y luz entre los hombres.
SACERDOTE
Hoy, como el día de nuestro Bautismo, como el día de nuestra Confirmación
volvemos a actualizar las palabras de Jesús:
"Como el Padre me ha enviado, os envío yo también. Recibid el Espíritu Santo"
Dinámica: Mientras cantamos podemos ungir con óleo las manos de los participantes como símbolo de fortaleza para anunciar el
Reino
Y que el Espíritu
Que congregó en la confesión de una misma fe
A los que el pecado había dividido en diversas lenguas
Os conceda el don de la perseverancia en esta misma fe,
Y así podáis pasar de la esperanza a la plena visión.
R/. Amén
CATO FINAL
.- PREGON DE PENTECOSTES
Se canta o se proclama el pregón
· ¡Oh, maravillosa iluminación de la vida social que hace del amor familiar
prenda de vida feliz!
· ¡Oh, Ley que exige respeto a la vida del otro y a cuanto le pertenece!
- Este es el día en que los Apóstoles de Cristo, reunidos con santa María y las
demás mujeres que acompañaban al Señor, recibieron el Espíritu que
transformó sus vidas, los hizo salir de su encierro y comenzaron a transmitir la
Buena Noticia que ha llegado hasta nosotros y que nuestra presencia aquí
evidencia.
¡Oh que pobre podía haber sido el lenguaje humano si le hubieran faltado las
palabras reveladas por Dios!
- la valentía de los apóstoles misioneros que han llevado el Evangelio hasta los
últimos confines de la tierra,
- la osadía de los mártires que con su muerte dan vida y vida más plena a toda
la comunidad humana,
- la fidelidad de tantos hombres y tantas mujeres que a lo largo del tiempo han
trabajado y servido a los demás,
- la constancia de los padres y madres de familia que han dado vida y
educación a sus hijos y han querido hacerles conocer la fe y el amor de
Jesucristo,
En honor de este día llamado Pascua del Espíritu, recibe, Jesús Hijo
unigénito del Padre, la ofrenda de nuestra oración rebosante de
agradecimiento.
En honor de este día llamado Segunda Pascua, Espíritu Santo, que procedes
del Padre y del Hijo y que hoy has pasado, al hacerte sensible como el fuego
y viento impetuoso, de la Eternidad a la historia, envíanos tus siete dones.
Haz del agua del Bautismo, útero del que mane para muchos la vida de la
Gracia. Que la alegre llama del fuego pascual caliente nuestro corazón y sea
antorcha que ilumine nuestras rutas por la vida. Que el óleo santo y el óleo
bendecido sean medicina que cure nuestros pecados, bálsamo que nos haga
ágiles en las tareas del reino, perfume que sacie al que esté a nuestro lado.
Que la imposición de las manos nos traiga el vigor, la luz, la riqueza interior,
frutos del Espíritu Santo, que estamos necesitando tanto.
Oh Dios, tres veces santo, por los méritos de nuestro Señor Jesucristo,
hermano y gran redentor nuestro, te dirigimos estas peticiones, en la
esperanza de que un día lleguemos a gozar de tu presencia y compañía por
toda la eternidad.
Amén.