Gallegos Lomelí Jesús Félix Cine y P.A.

Apreciación visual 25/3/2019

EL CINE DE SERGIO LEONE

El western en general es conocido por ser un género lento, pausado e inmóvil gran parte del
tiempo y, ese ese sentido, Sergio Leone no es la excepción, no había en sus películas acción
desenfrenada, ni intensos monólogos de parte de sus personajes, carecía de aquellos
elementos que vuelven entretenida una película. Sus escenas se volvían tan lentas que en
ocasiones se sentía casi como estar observando una imagen fija. La única parte realmente
intensa en cada uno de sus filmes era el duelo final.
Con esto uno podría pensar (en especial por la descripción dada) que lo único interesante
que tienen estás películas para mostrar es el clímax, pero resulta ser todo lo contrario, las
escenas menos intensas resultan ser también entretenidas de ver, las escenas que parecen no
tienen ningún movimiento (porque puede no ser evidente, pero el movimiento está ahí) no
se vuelven fastidiosas, tanto es así, que uno perfectamente puede quedar inmerso en la
película de inicio a fin sin desesperar el último enfrentamiento, sin ansiar esa subida de
intensidad.
Este fenómeno nos hace preguntarnos ¿Cómo es posible? ¿Cómo logra Leone hacer de las
escenas más inmóviles una experiencia interesante? El propósito de este trabajo será
entonces responder esta pregunta.
Todo el trabajo se realizara con base en 3 películas (“Once upon a time in the west”, “The
good, the bad and the ugly” y “Once upon a time in America”) y en la información obtenida
del libro “Narrativa visual” de Bruce Blocks
LA COMPOSICIÓN
Cuando uno observa con un poco de detenimiento estas películas uno puede notar
rápidamente una característica distintiva en su cine por lo menos dentro del género; los
elementos que se encuentran en pantalla siempre se acomodarán de manera que generen
composiciones interesantes (para el director esto era incluso más importante que el realismo
o la lógica de una acción). Seguido veremos a los personajes tomar un lugar específico en
el cuadro cuando interactúan entre sí, la ubicación de los elementos inmóviles también está
sumamente cuidada, incluso el movimiento de la cámara tiene como uno de sus propósitos
acomodar los elementos de la mejor manera estéticamente hablando.
Esta obsesión por tener cada elemento en su lugar creaba situaciones en donde el
movimiento de los personajes se percibe claramente coreografiado, artificial incluso, pero
esto no representa una molestia para el espectador, puesto que estas composiciones
funcionan, son, por si solas, interesantes.
Decir simplemente que la composición es la respuesta a nuestra pregunta es parcialmente
correcto, pero resulta insuficiente, ahora que sabemos el qué, necesitamos también un por
qué, ¿Qué elementos de la composición son los más importantes en el cine de Leone y
cómo estos generan interés en el espectador? Después de analizar estás tres películas, la
conclusión es que los dos elementos fundamentales, indispensables para mantener el interés
en el espectador son el espacio y el ritmo.
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Claro que no hay que ignorar la importancia que tienen otros elementos en su cine; la
música es una herramienta sin la cual las películas de Sergio pierden muchísimo, y el
movimiento en su cine es algo que da mucho de qué hablar, pero considero que estos dos
elementos son los aquellos de los que no puede prescindir Leone, su sello personal.
EL ESPACIO
La manera en que los elementos se acomodan en de la imagen (es decir, la composición)
generan siempre una sensación espacial, ya sea de espacio profundo o plano, el espacio
profundo tiende a generar una sensación mucho más intensa que un espacio plano, es aquí
donde el director aprovecha para generar interés. La sensación de profundidad es el
elemento que el director más utilizaba en sus composiciones.
La sensación de profundidad en la imagen se genera por medio de indicios de profundidad,
en el cine de Leone se identifican tres principales formas de generar esta sensación.
La primera y quizá la más abundante es la perspectiva, casi nunca se vieron en el cine de
Leone perspectivas frontales. Las casas, construcciones, incluso los personajes (aunque
estos últimos no siempre, claro) tienden a ser vistos desde perspectivas que generen por lo
menos un punto de fuga. Este fenómeno podía ocurrir con mayor o menor intensidad en una
escena, pero procuraba estar presente la mayor parte del tiempo. Este primer recurso añade
una capa de profundidad y por lo tanto de interés a la imagen.

Al trabajar con este indicio de profundidad, necesariamente se hace uso de la línea, de entre
todas, la línea diagonal es la que se percibe más intensa, en especial al lado de líneas
horizontales (que son las menos intensas). En la imagen de arriba, varias lineas diagonales
se unen en un solo punto, que es donde se encuentra la protagonista, guiando nuestra
atención hacia ella (esto se refuerza si tomamos en cuenta que, además, el tren está
moviéndose, y el movimiento por si solo atrae la atención).
Otra de las formas en que se generaba esta sensación de profundidad es por medio de las
escalas de los elementos (principalmente los personajes) es decir, la distancia que tienen de
la cámara. Es normal ver que cuando dos personajes interactúan, uno se encuentra muy
cercano a la cámara y el otro muy alejado, de uno podemos ver solo la cara con una nitidez
total, mientras que del otro observamos el cuerpo completo. La diferencia de tamaño que
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observamos entre los personajes nos hace suponer una distancia entre ellos que genera una
profundidad, que genera incluso punto de fuga.

Sin embargo, además de aumentar la intensidad visual, este recurso tiene también la
función de guiar la mirada del espectador, puesto que en este tipo de composiciones hay
dos planos a la vez. Mientras uno de los personajes se encuentra en un close shot, el otro se
encuentra en un general (más o menos, puede variar pero la fórmula es la misma).
Esto genera una jerarquía en los elementos; por lo general, los ojos de un personaje son un
elemento poderoso que atrae la mirada del espectador, cuando un personaje se encuentra en
close shot, sus rasgos se vuelven nítidos y su expresión clara, su mirada abarca más espacio
en pantalla, por lo que se convierte en el principal punto de interés, (claro, esto asumiendo
que su rostro es nítido). Después, tenemos a nuestro segundo personaje que se encuentra en
un plano general, también es un elemento de gran interés, por lo que es lo que atrae la
mirada inmediatamente después del personaje cercano a la cámara.
En este supuesto escenario, uno siempre mirará primero a un personaje y luego al otro, el
recorrido de la mirada está controlado y genera un movimiento especifico. Este movimiento
en algunos casos (si los elementos que se miran se encuentran muy separados, por ejemplo)
genera intensidad, hace interesante la imagen. La composición en pantalla puede
permanecer inmóvil, carecer de movimiento aparente, pero el movimiento de la mirada se
encargará de generar la sensación necesaria, Leone sabía cómo generar este movimiento
muy bien.
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Recordemos además, que cuando esto ocurre, se generan líneas en la imagen, no son líneas
reales, no “están” en la pantalla, pero existen a través de la mirada de los personajes, estas
líneas tienden a ser horizontales o anguladas y, aunque no de manera tan intensa, también
generan intensidad, colaboran a la creación de una buena composición.
Otro elemento muy común en el cine de Leone es el movimiento de la cámara, los dos más
comunes son el acercamiento a algo, y “rodear” un objeto o personaje. La cámara la
mayoría de las veces tiene como objetivo señalarse algo al espectador, pero de lo que
hablaremos aquí es de uno de sus efectos secundarios más curiosos, la profundidad que
genera.
Cuando la cámara se mueve, los elementos en pantalla se acercan o se recorren, cambian su
posición en la pantalla. Sabemos que los elementos que se encuentran cerca de la cámara se
ven afectados de distinta manera que aquellos que se encuentran más lejanos y es esta la
manera en que se genera una sensación de profundidad. Sabiendo esto, uno nota que la
forma en que la cámara se mueve no es casualidad, cuando rodea a un objeto, todo lo que
hay detrás de él se recorre con gran velocidad.
El acercamiento de la cámara (el movimiento más característico de estas películas) nos
señalaba que se encuentra lejos y que se encuentra cercas, aquellos elementos más cercanos
incrementan su tamaño con mayor velocidad que los que se encuentran a gran distancia.
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Con la combinación de estos recursos, el director crea de imágenes sin movimiento algo
muy intenso visualmente, disfrutable y entretenido de presenciar, además, como ya se
mencionó antes, la presencia de puntos de fuga genera un movimiento sutil pero efectivo,
causado por el recorrido de la mirada.
EL RITMO.
Otro elemento importante en la composición de estas películas es el ritmo, responder la
pregunta principal de este trabajo sin mencionar el uso ritmo sería una respuesta
incompleta, pues el uso del ritmo es tan característico y constante, que se convierte en un
elemento del que no se puede prescindir. Todas las composiciones generan inevitablemente
un ritmo, pues los elementos en pantalla la dividen en fracciones que generan un pulso.
Hay que aclarar antes que nada que cuando hablamos de ritmo no nos referimos en ningún
momento al ritmo que generan los movimientos de los personajes, ni tampoco al del
montaje, cuando hablamos de ritmo nos referimos específicamente al que genera la
composición en la imagen, es decir, aquel que existe aun cuando no hay movimiento y que
es causado únicamente por el acomodo de los elementos en pantalla.
Si prestamos atención a el cine de Leone podemos notar que existe un patrón muy marcado
en la manera que tiene de acomodar los elementos, ese patrón tiene un propósito, pero
además, su repetición genera una marca de identidad, que vuelve reconocibles estás
imágenes.
El ritmo de Leone la mayor parte del tiempo se puede definir como moderado y
ligeramente irregular. La mayor parte del tiempo los elementos en pantalla que resaltan y
dividen la pantalla son 3 o 4, que generan un ritmo ni muy lento ni muy rápido, pero lo más
importante es la manera en que esto dividen la pantalla, los elementos casi siempre están
acomodados de manera que parten la pantalla en partes que si bien, son bastante similares,
jamás son completamente idénticas.
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Es sabido que cuando la pantalla se divide en partes iguales, se genera afinidad (menor
intensidad) y cuando se divide en partes distintas, aumenta la intensidad visual. De igual
forma, entre más divisiones tenga la pantalla más intensa se vuelve la imagen (esto solo se
cumple si las divisiones que forma no son iguales).
Por lo que el cine de Leone se mantiene en un punto medio bajo, la mayor parte del tiempo
no es intenso, pero tampoco es completamente simétrico, suele mantenerse en una especie
de limbo donde siempre hay aunque sea un poco de tensión.
Esto a su vez genera que los cambios se noten más; en las pocas escenas en las que vemos
simetría, se percibe verdadera tranquilidad, es como un alivio para los personajes y para los
espectadores, porque se siente la diferencia con respecto al resto del filme. Como es de
esperar, este efecto se aprovecha igualmente en las escenas de tensión.
Una línea diagonal posee intensidad por sí sola, pero además, en cuestiones de ritmo, una
línea diagonal casi siempre tiende a generar irregularidad en el pulso rítmico de una
composición, es por eso que puede ser aprovechada para aumentar la tensión de una escena,
esto puede observarse en varias escenas de estas películas, en especial en momentos previos
a un conflicto o durante un asesinato.
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(Notese el uso de las líneas para crear una división irregular en la pantalla, esta imagen
ocurre justo antes de un asalto).
En las películas de Leone, la pistola es el elemento que sugiere peligro (como en el western
en general y como en casi cualquier película, de hecho), y es justamente la pistola el
ejemplo más claro; la cámara genera un acercamiento, la tensión aumenta, pero un
elemento que causa un ritmo irregular y tenso es el hecho de que la pistola nunca será
enfocada en el centro de la imagen, siempre estará cercana a una esquina, partirá imagen en
partes irregulares y generará tensión.

El ritmo que contienen las composiciones por si solas coincide con el movimiento que
acostumbra tener la cámara. Con excepción de las escenas de mayor tensión (donde la
cámara presenta un movimiento vertiginoso) la cámara también llevaba un ritmo moderado,
en las escenas en que buscaba describir una situación, la cámara recorre los elementos de la
escena sin prisa, casi sin intensidad, pero también sin pausas, con un ritmo constante.
Si a esto le agregamos que la cámara cumple la función de acomodar los elementos en la
pantalla (colaborando a la creación tanto del ritmo como de los indicios de profundidad),
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tomando en cuenta también el acomodo de los personajes, de los objetos y la forma del
lugar en donde ocurre la escena (que forman una composición estética de la que ya se
profundizó anteriormente), se crea entonces esa composición tan característica del director,
que vuelve una escena interesante de ver, y más aún, se convierten en su sello personal,
hacen que podamos reconocer su estilo sin necesidad de que alguien más no lo señale. Su
cuidado obsesivo de la estética y control total de los elementos en la composición fue lo
que lo hizo destacar por sobre otros directores del mismo género y ser reconocido
actualmente como uno de los más grandes exponentes del cine en general.