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“¡Por lo tanto debes arrepentirte!

” Zofar trata ahora de persuadir o convencer a Job


de las bendiciones del arrepentimiento.

Y pone muy en claro que la restauración depende exclusivamente del arrepentimiento


total; solamente si se sigue este consejo se puede tener alguna esperanza.

Se debe buscar en el corazón a Dios, dirigir su mente hacia Dios con total concentración
y no contentarse con símbolos externos de arrepentimiento y dejar su conducta mala
actual.

El resultado será una conciencia tranquila (levantarás tu cara libre de mancha) y un


sentido de seguridad (estarás firmemente fundado).

El arrepentimiento, contrición el dolor por haber pecado es el único camino para


que una persona se libre de sus sufrimientos presentes y también escape a la
condenación eterna.
13
Si tú dispusieres tu corazón, como quien suplica humildemente
Y extendieres a él tus manos;
14
Si alguna iniquidad hubiere en tu mano, y la echares, arrojares, expulsares de ti,
Y no consintieres (o pasares por alto) que more o anide en tu casa la injusticia,
15
Entonces levantarás tu rostro limpio, transparente, nítido, brillante de
mancha, tacha, sombra.
Y serás fuerte, y nada temerás;
16
Y olvidarás tu miseria,
O te acordarás de ella como de aguas que pasaron.
17
La vida te será más clara que el mediodía;
Aunque oscureciere, será como la mañana.
18
Tendrás confianza, porque hay esperanza;
Mirarás alrededor, y dormirás seguro.
19
Te acostarás, y no habrá quien te espante;
Y muchos suplicarán tu favor.
20
Pero los ojos de los malos se consumirán,
Y no tendrán refugio;
Y su esperanza será dar su último suspiro.

El pecado tiene que ser dejado, depuesto, destituido, destronado


13
El que encubre sus pecados no prosperará;
Mas el que los declara y se aparta alcanzará misericordia.
14
Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios;
Más el que endurece su corazón caerá en el mal.

El que quiera mejores tiempos debe ponerse en las manos de Dios, debe examinarse a sí
mismo, cambiar de mentalidad y hacer bueno el árbol.
6
Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, tropezado, llamadle en tanto que
está cercano, inmediato, vecino, próximo.
7
Deje, renuncie, desista, abandone el impío su camino, y el hombre inicuo sus
pensamientos, inclinaciones, tendencias, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él
misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
8
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis
caminos, dijo Jehová. 9Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos
más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Luc: 7:36
Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa
del fariseo, se sentó a la mesa.
37
Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa
en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; 38y estando detrás de él
a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus
cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume.
39
Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta,
conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. 40Entonces
respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di,
Maestro.
41
Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro
cincuenta; 42y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos
le amará más? 43Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él
le dijo: Rectamente has juzgado.
44
Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste
agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con
sus cabellos. 45No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis
pies.
46
No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies. 47Por lo
cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel
a quien se le perdona poco, poco ama.
48
Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. 49Y los que estaban juntamente
sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona
pecados? 50Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.
luc:5: 29
Y Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de
publícanos y de otros que estaban a la mesa con ellos. 30Y los escribas y los fariseos
murmuraban contra los discípulos, diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publícanos y
pecadores? 31Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de
médico, sino los enfermos. 32No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al
arrepentimiento.

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