KANT Immanuel. “¿Qué es la Ilustración?”. E. Filosofía de la Historia. 1784. Trad.

Eugenio
Imaz. México. 1994. P. 1-5.

En este escrito, el filósofo alemán Immanuel Kant, establece un análisis crítico sobre el
significado y desarrollo de la ilustración del hombre definiéndola como el lapso para tener la
mayoría de edad. Hace referencia a una definición propia de la Ilustración; describe el
pensamiento conformista del hombre, que crea una imagen y conocimientos no propios sino
dependientes de lo que lo rodea. Kant define el uso público y privado de la razón. Para concluir,
Kant, expone su punto de vista sobre el adecuado significado y manejo que el hombre debe dar a
la ilustración.
Para empezar, Kant define la Ilustración como “la liberación del hombre de su culpable
incapacidad”, de esta forma define la incapacidad como una falta de motivación propia para
pensar y actuar por sí mismo y dependiente de otros. Es decir, una persona no ilustrada no es
aquella a la que le falte inteligencia, sino aquella a la que le falta decisión y valor para tener
autonomía racional, el autor nos hace referencia al conformismo del hombre y como limita su
pensamiento al conocimiento ya existente dependiendo de sus tutores o maestros, y de esta
manera no estar ilustrado. Ahora, el texto aclara que no todos están cegados y que existen
algunos que si buscan acceder a su libertad de pensar.
A esta libertad, Kant la llama uso público de la razón, refiriéndose a esto a él como esa
persona es capaz de dar su punto de vista sin dejarse llevar por los conocimientos pre
establecidos, adicional a esto, el aclara que a pesar de que el hombre debería siempre hacer uso
público de su razón, también debe ser consciente de que por hacer parte de una sociedad también
debe hacer uso privado de su razón, es decir actuar como un funcionario de una empresa en la
que se debe regir a ciertas normas.
Por tanto, Kant, plantea dos interrogantes: “¿qué limitación es obstáculo a la ilustración? ¿Y
cuál, por el contrario, estímulo?”; responde esto refiriéndose a que la razón pública debe ser
permitida para todo el mundo y la privada limita el desarrollo de la ilustración. Kant toma como
ejemplo la vida de los clérigos, según el texto ellos pueden hacer los dos usos de su razón, pero
primando siempre el uso privado, ya que están dirigidos por los dogmas y doctrina de una
religión, pero que, al actuar como maestros, pueden en sus escritos establecer su propio punto de
vista sobre la religión que profesan y porque no, hasta aportes al buen desarrollo de la misma,
Sin desviarse de sus conocimientos religiosos.
Por último, Kant se hace el cuestionamiento “¿es que vivimos en una época ilustrada? el
mismo responde que no, porque gran parte de la sociedad aún no se encuentra en la disposición
de tener autonomía racional; aun así, afirma que la época es de ilustración, Puesto que la
sociedad misma puede hacer que se interesen en el uso de la razón publica; y que aunque tenga
una libertad de pensamiento no siempre va tener la razón debido a que tiene que tener un uso
correcto del pensamiento privado concluyendo con esta frase “¡razonad todo lo que queráis y
sobre lo que queráis pero obedeced!”.