Sie sind auf Seite 1von 4

LA LEGITIMACIÓN PROCESAL

Para conceptualizar la legitimación existen dos corrientes:


a) una la que considera a la legitimación sinónimo de titularidad del derecho
subjetivo privado (legitimación activa) o titular de un deber u obligación
(legitimación pasiva), por ende, sólo el titular del derecho está legitimado
para intentar la acción (o pretensión) ante los órganos jurisdiccionales,
concepción que emana de la teorías concretas de la acción;
b) la segunda corriente es aquella según la cual el sujeto está legitimado
cuando afirma la titularidad del derecho subjetivo (relación jurídica material)
o interés legítimo e imputa la titularidad pasiva del demandado (que se
discute en el proceso), pues para el caso que el sujeto que afirma no sea
titular efectivo del derecho, no habrá un problema de legitimación (por tanto
de forma) sino de no titularidad de la situación jurídica sustancial, que se
resolverá al momento en que el órgano jurisdiccional evacue su fallo.

CONCEPTO La legitimación constituye un reconocimiento que realiza la ley a


quien afirma la titularidad de la derecho subjetivo o interés legítimo (legitimación
activa) e imputa la titularidad pasiva del demandado (legitimación pasiva).

LEGITIMACIÓN ACTIVA
Consiste en la posición habilitante para formular la pretensión en condiciones tales
que pueda ser examinada por el juez, requiriéndose primero determinar si el actor
está o no autorizado por una norma de carácter procesal para pretender.

LEGITIMACIÓN PASIVA
Consiste en la posición en que se encuentra la persona que –conforme a la ley
sustancial– se encuentra en situación de discutir u oponerse a la pretensión
hecha valer por el demandante en su contra
CLASIFICACIÓN LEGITIMACIÓN PROCESAL
a) Legitimación Ordinaria: es aquella calidad con que se desenvuelve, en el plano
procesal, el actor que afirma la existencia de una pretensión material que le
corresponde sea satisfecha de acuerdo al derecho sustancial.
b) Legitimación Extraordinaria: Es la condición que se confiere –por medio de una
norma procesal– a una persona que no afirma como propia la existencia de un
derecho material y que –no obstante– se encuentra en una posición legitimante,
reconocida jurídicamente. Se asume en el plano normativo, que quien demanda –
en estos casos– esgrime una pretensión fundándose en el derecho subjetivo de
otro sujeto, que sí es su titular.
Ej: Municipalidades y Consejo de defensa del Estado Ley 19300 de Bases
Generales del Medio Ambiente (para obtener reparación del ambiente dañado)
Sernac y asociaciones de consumidores para protección de intereses colectivos y
difusos (Ley consumidor) Amparo económico (Ley 18.971) art 948 CC (denuncia
obra nueva o ruinosa). En cuanto a Ministerio Público en el proceso penal podría
entenderse esta situación, se discute.

CARACTERÍSTICAS DE LA LEGITIMACIÓN PROCESAL


1.- No se identifica con el derecho sustancial y sólo requiere para constituirse –en
el caso de la legitimación activa ordinaria– de la existencia de una situación de
hecho, cual es, la afirmación respecto de la titularidad de una situación jurídica
material.
2.- No es una condición para el ejercicio de la acción –en tanto el derecho de
acción se sustenta en otros presupuestos– sino que es la cualidad necesaria en
un sujeto que le permitirá obtener un pronunciamiento sobre la pretensión hecha
valer.
3.- Es personal, subjetiva y concreta, pues se debe verificar respecto a un conflicto
específico y determinado, en atención a la persona particular del demandante y
considerando cuál es el papel que desempeña en el escenario jurídico en que
fundamenta su pretensión.
4.- Con todo, lo primordial es que debe existir al tiempo de constituirse la relación
procesal, ya que se trata de un presupuesto procesal. En virtud de lo anterior, es
pertinente y conveniente que su verificación –de oficio por el juez o a iniciativa del
demandado– sea realizada in limine, ya que no tendrá sentido dirimir la
pretensión, es decir, la existencia del derecho material, si quien se presenta en la
litis como parte, no tiene correlativamente participación en la relación jurídico
material, ya sea como titular u ostentando otra posición legitimante.

TRATAMIENTO LEGAL DE LA LEGITIMACIÓN


El tratamiento de la legitimación es escaso en nuestra legislación, la
primera mención se encuentra recién en el año 2004 en la Ley 19.955 que
modificó la Ley del Consumidor. El Código de Procedimiento Civil no menciona
este concepto.
El problema principal sobre esto es que el ordenamiento jurídico no
establece el modo en que se puede controlar este requisito procesal, aunque l
doctrina tiende sostener que tal control puede ser ejercido de oficio por el juez,
esto por cuanto la legitimación viene a ser un requisito que determina la existencia
de la obligación del tribunal de continuar la tramitación del proceso y en definitiva
pronunciarse sobre el fondo del asunto.
En la práctica –sin embargo.- será difícil que el juez de oficio pueda
controlar esto, en cuanto se requeriría que la falta de legitimación (activa en este
caso) pudiera constatarse fácilmente de la mera lectura de la demanda, lo que
parece bastante improbable. En tal sentido, regularmente, la resolución relativa a
la falta de legitimación quedará para sentencia definitiva.
El cuanto al instrumento idóneo para alegar la falta de legitimación algún
sector de la doctrina ha señalado que sería el art 303 n6 del CPC – vía excepción
dilatoria genérica – o incluso mediante las dilatorias del art 303 n1 o 2, lo que
parece más dudoso. Otro sector, en cambio, considera que se trata de una
excepción de fondo que no puede ser subsanada (recordar fundamento de las
excepciones dilatorias) y que por ende deberá ser resuelta en sentencia definitiva.
Una tercera posición considera que la legitimación no es una cuestión
subsanable, pero tampoco es de fondo sino meramente procesal, por lo que la
única opción es que el juez declare de oficio la falta de legitimación. Esta posición
afirma que señalar que la falta de legitimación en un tema de fondo, implicaría
sostener la identificación de la legitimación con la titularidad del derecho
sustantivo.

EFECTOS QUE PRODUCE LA RESOLUCIÓN DEL JUEZ SOBRE LA


LEGITIMACIÓN

Nuevamente sobre este asunto no hay consenso en la doctrina, puesto que


existen quienes sostienen que la resolución del juez que declara la falta de
legitimación – sea cual sea el momento procesal en que se pronuncie – cumple
una función procesal que produce efectos materiales, por lo cual se produce la
proyección sustantiva de la legitimación.
Según esta posición – en definitiva – esta resolución tendría eficacia de
cosa juzgada y equivaldría a decir que el demandante carece de titularidad sobre
el derecho a tutela concreta demandada, es decir, carece de acción.
Por otro lado, se sostiene que no resulta posible afirmar que la resolución
sobre falta de legitimación pueda necesariamente llevar a colegir que el actor no
sea efectivo titular del derecho o interés dentro del proceso, ello en cuanto, se
podría haber declarado la falta de legitimación, incluso, por un mero error formal
en la redacción de la demanda que no implique una falta de titularidad real y que,
por ende, no podría impedir al actor ejercer nuevamente su acción.

Das könnte Ihnen auch gefallen