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5.

LA POSESIÓN

1. ¿POR QUÉ ESTUDIAR LA FIGURA?

1. Debido a que uno de los modos a través del cual se adquiere el Derecho Real de
Propiedad o Dominio (artículo 673 del C.C.) es la prescripción adquisitiva de dominio o
usucapión, cuyo fundamento es la Posesión, luego no se podrá abordar su estudio sin
antes estudiar la Posesión.

2. Porque el ordenamiento jurídico colombiano reconoce al Poseedor el derecho a ejercer


ciertas facultades o poderes sobre el bien (Uso, Goce y Disposición).

3. Porque también el ordenamiento jurídico protege al Poseedor en el ejercicio de estos


derechos a través de 5 vías; 1. Acción de Tutela. 2. Legítima Defensa. 3. Vía Penal. 4.
Vía Administrativa. 5. Vía Civil.

4. Porque el Poseedor junto con el tenedor del bien, son los únicos que pueden oponerse a
una diligencia de secuestro1. (Artículos 596 numeral 2º, 309 numerales 2º, 3º, 8º y
parágrafo, y 597 numeral 8º).

“(…) ARTÍCULO 596. OPOSICIONES AL SECUESTRO.  A las oposiciones al secuestro se


aplicarán las siguientes reglas (…)”

“(…) 2. Oposiciones. A las oposiciones se aplicará en lo pertinente lo dispuesto en relación con la


diligencia de entrega.

“(…) Artículo 309. Oposiciones a la entrega. Las oposiciones a la entrega se someterán a las


siguientes reglas (…)”

“(…) 2. Podrá oponerse la persona en cuyo poder se encuentra el bien y contra quien la sentencia
no produzca efectos, si en cualquier forma alega hechos constitutivos de posesión y presenta
prueba siquiera sumaria que los demuestre. El opositor y el interesado en la entrega podrán
solicitar testimonios de personas que concurran a la diligencia, relacionados con la posesión. El
juez agregará al expediente los documentos que se aduzcan, siempre que se relacionen con la
posesión, y practicará el interrogatorio del opositor, si estuviere presente, y las demás pruebas
que estime necesarias.

3. Lo dispuesto en el numeral anterior se aplicará cuando la oposición se formule por tenedor que
derive sus derechos de un tercero que se encuentre en las circunstancias allí previstas, quien
deberá aducir prueba siquiera sumaria de su tenencia y de la posesión del tercero. En este caso,
el tenedor será interrogado bajo juramento sobre los hechos constitutivos de su tenencia, de la
posesión alegada y los lugares de habitación y de trabajo del supuesto poseedor (…)”

“(…) 8. Si se rechaza la oposición, la entrega se practicará sin atender ninguna otra oposición,
haciendo uso de la fuerza pública si fuere necesario. Cuando la decisión sea favorable al opositor,
se levantará el secuestro, a menos que dentro de los diez (10) días siguientes a la ejecutoria del
auto que decida la oposición o del que ordene obedecer lo resuelto por el superior, el demandante

1 El secuestro es una medida cautelar para asegurar las resultas de un proceso, que consiste, de manera
general, en la aprehensión material e identificación plena de los bienes embargados por decreto judicial o
administrativo, para entregarlos a un secuestre, y asegurar la entrega a la persona que sea adjudicataria
del bien en la diligencia de remate.
presente prueba de haber promovido contra dicho tercero el proceso a que hubiere lugar, en cuyo
caso el secuestro continuará vigente hasta la terminación de dicho proceso. Copia de la diligencia
de secuestro se remitirá al juez de aquel (…)”

“(…) Parágrafo.  Restitución al tercero poseedor.

Si el tercero poseedor con derecho a oponerse no hubiere estado presente al practicarse la


diligencia de entrega, podrá solicitar al juez de conocimiento, dentro de los veinte (20) días
siguientes, que se le restituya en su posesión. Presentada en tiempo la solicitud el juez convocará
a audiencia en la que practicará las pruebas que considere necesarias y resolverá. Si la decisión
es desfavorable al tercero, este será condenado a pagar multa de diez (10) a veinte (20) salarios
mínimos legales mensuales vigentes (smlmv), costas y perjuicios. Dentro del término que el juez
señale, antes de citar para audiencia, el tercero deberá prestar caución para garantizar el pago de
las mencionadas condenas.

Lo dispuesto en el inciso anterior se aplicará también al tercero poseedor con derecho a oponerse,
que habiendo concurrido a la diligencia de entrega no estuvo representado por apoderado judicial,
pero el término para formular la solicitud será de cinco (5) días.

Los términos anteriores correrán a partir del día siguiente al de la fecha en que se practicó la
diligencia de entrega (…)”

“(…) ARTÍCULO 597. LEVANTAMIENTO DEL EMBARGO Y SECUESTRO. Se levantarán el


embargo y secuestro en los siguientes casos (…)”

“(…) 8. Si un tercero poseedor que no estuvo presente en la diligencia de secuestro solicita al juez
del conocimiento, dentro de los veinte (20) días siguientes a la práctica de la diligencia, si lo hizo el
juez de conocimiento o a la notificación del auto que ordena agregar el despacho comisorio, que
se declare que tenía la posesión material del bien al tiempo en que aquella se practicó, y obtiene
decisión favorable. La solicitud se tramitará como incidente, en el cual el solicitante deberá probar
su posesión.

También podrá promover el incidente el tercero poseedor que haya estado presente en la
diligencia sin la representación de apoderado judicial, pero el término para hacerlo será de cinco
(5) días.

Si el incidente se decide desfavorablemente a quien lo promueve, se impondrá a este una multa


de cinco (5) a veinte (20) salarios mínimos mensuales (…)”

2. FUNDAMENTO LEGAL – ARTÍCULO 762 DEL C.C.

“(…) ARTICULO 762. <DEFINICION DE POSESION>.  La posesión es la tenencia de una cosa


determinada con ánimo de señor o dueño, sea que el dueño o el que se da por tal, tenga la cosa
por sí mismo, o por otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él.

El poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifique serlo (…)”

Critica: Hay que entender la palabra “tenencia” como poder físico, material de hecho, no
como mera tenencia, ya que esta refiere al reconocimiento de dominio ajeno.
3. DEFINICIÓN

a. Doctrina:

1. José J. Gómez: Es la subordinación de hecho exclusiva total o parcial de los bienes


al hombre.

2. Valencia Zea: Es el poder de hecho sobre una cosa. Poder de hecho es cualquier
relación material o física que una persona establezca con las cosas y se traduzca en
la capacidad de influir sobre ellas.

b. Jurisprudencia

CSJ, SCC. 22-10-1997: Es el ejercicio de un poder externo, físico, material (aprehensión


física) sobre un bien, al que se une el comportarse respecto de éste como si fuese
propietario.

No obstante, podrá entregarlo a cualquier título de mera tenencia (arrendamiento,


comodato, depósito, anticresis) y no pierde el carácter de ser poseedor. Art. 786 C.C.

4. OBJETO – ¿SOBRE QUÉ RECAE?

1. Cosas corporales y singulares (específicas, determinadas). Artículo 762 del C.C.

2. Cosas susceptibles de valoración económica.

3. Bien que no está excluido de ser ganado por ese modo de la usucapión. Verbigracia,
que no sean bienes de uso público, ni fiscales, ni baldíos, ni ejidos, ni ocultos.

4. Excepción. Posesión y usucapión de un derecho de cuota pro-indiviso

¿Puede un derecho de cuota de un derecho real de dominio o propiedad sobre un bien


ser objeto de posesión y posterior adquisición por el modo de la prescripción adquisitiva
de dominio o usucapión?

1. Copropiedad – Derecho de cuota

1. Dos o más personas son propietarias de un mismo bien.

2. Cada copropietario tiene un derecho de cuota sobre todo el bien, puede ser el 10%, el
50%, el 60%, etc.

3. Se trata de un derecho de cuota ideal o abstracto, no representable materialmente


mientras exista la indivisión, ya que no se puede afirmar que se tiene un derecho de
cuota del 10% sobre un bien y que ese derecho son dos cuartos de la casa y el patio.

4. Cada copropietario tiene derecho al uso y goce del bien en proporción a su derecho
de cuota.

5. Sin el permiso de los demás, cada copropietario puede transferir su derecho de cuota
a cualquier título, venta, permuta, donación, aporte a una sociedad, etc. (si es del
10% será el 10%), pero no puede transferir una parte del inmueble, porque lo que
tiene es un derecho de cuota ideal.
6. Sin el permiso de los demás, cada copropietario puede gravar su derecho de cuota
con una hipoteca o prenda, de manera que en caso de incumplimiento de la
obligación dineraria, podrá embargarse su derecho de cuota.

7. El porcentaje se establece en el título (Verbigracia en la Escritura Pública), sino se


dijo nada, se entiende que todos ostentan derechos de cuota iguales.

8. Un copropietario puede alegar prescripción adquisitiva de dominio extraordinaria


sobre las demás cuotas, si reúne los requisitos para ser poseedor, específicamente
ejercer el corpus de forma exclusiva sobre la totalidad del bien y el animus
desconociendo el derecho de los demás copropietarios, y que no es administrador.

2. Posesión de un Derecho de Cuota

1. Sí pueden poseerse cuotas-partes determinadas proindiviso (sin división) en una


cosa singular.

2. Según el artículo 776 del C.C., sobre cosas incorporales puede ejercerse
posesión.

3. El artículo 779 del C.C., señala la posibilidad de ejercer co-posesión sobre una
misma cosa. Así mismo, que esta sea proindiviso (no dividida – No 1.000 mts2 =
a. 200, b. 500, c. 100, d. 200 – todos ejercen posesión sobre todo el bien).

“(…) ARTICULO 779. <POSESION DE COSA PROINDIVISO>. Cada uno de los


partícipes de una cosa que se poseía proindiviso, se entenderá haber poseído
exclusivamente la parte que por la división le cupiere, durante todo el tiempo que
duró la indivisión.

Podrá, pues, añadir este tiempo al de su posesión exclusiva y las enajenaciones


que haya hecho por sí solo de la cosa común, y los derechos reales con que la
haya gravado, subsistirán sobre dicha parte si hubiere sido comprendida en la
enajenación o gravamen.

Pero si lo enajenado o gravado se extendiere a más, no subsistirá la enajenación


o gravamen, contra la voluntad de los respectivos adjudicatarios (…)”

4. Al permitirse la coposesión, significa que cada sujeto de derechos es poseedor de


un derecho de cuota sobre la totalidad de un bien determinado. Ejemplo: Si son 5,
cada uno sea coposeedor de un derecho de cuota equivalente al 20% sobre el
bien.

5. También es posible la coposesión (varios sujetos) sobre un mismo derecho de


cuota.

6. El artículo 375 del C.G. del P. permite a un copropietario iniciar un proceso de


declaración de pertenencia en contra de los otros copropietarios del inmueble, de
manera que la ley está permitiendo que se ejerza posesión sobre esos otros u
otro derecho de cuota.

“(…) ARTÍCULO 375. DECLARACIÓN DE PERTENENCIA. En las demandas


sobre declaración de pertenencia de bienes privados, salvo norma especial, se
aplicarán las siguientes reglas (…)”
“(…) 3. La declaración de pertenencia también podrá pedirla el comunero que, con
exclusión de los otros condueños y por el término de la prescripción extraordinaria,
hubiere poseído materialmente el bien común o parte de él, siempre que su
explotación económica no se hubiere producido por acuerdo con los demás
comuneros o por disposición de autoridad judicial o del administrador de la
comunidad (…)”

Ejemplo: Piénsese en que un apartamento es de propiedad de tres (3) personas,


es decir, cada uno tiene un derecho de cuota equivalente al 33.33%. Al permitir la
ley que con las formalidades decantadas por la jurisprudencia respecto del obrar
del co-propietario poseedor, este pueda invocar la declaración de pertenencia
(pretende sea declarado propietario de los otros 2 derechos de cuota, porque es
poseedor de ellos y propietario de uno), es dable inferir que se permite la
posesión sobre derechos de cuota.

7. La Acción Reivindicatoria procede para reivindicar (recuperar) un Derecho de


Cuota

1. Recuérdese que su titular es el propietario, el objeto es recuperar el corpus


o relación material que no tiene o ha perdido, y el sujeto pasivo es el
poseedor.

2. El artículo 949 del C.C. señala que se puede reivindicar una cuota
determinada proindiviso de una cosa singular.

“(…) ARTICULO 949. <REIVINDICACION DE CUOTA PROINDIVISO>.


Se puede reivindicar una cuota determinada proindiviso de una cosa
singular (…)”

3. De esto se extrae que ese derecho de cuota está siendo poseído por un
tercero, habida cuenta que uno de los requisitos para que la acción
reivindicatoria resulte airosa, es que justamente el demandado tenga la
posesión del bien o del derecho de cuota.

4. Fundamento jurisprudencial

1. Sentencia T-456 de 2011

“(…) 4.2. La doctrina y jurisprudencia nacional han reconocido que para


obtener el resultado esperado en un proceso reivindicatorio, es necesario
que se pruebe la existencia de los siguientes elementos estructurales: (i)
Que el demandante tenga derecho de dominio sobre la cosa que persigue;
(ii) Que el demandando tenga la posesión material del bien; (iii) Que se
trate de una cosa singular o cuota determinada de la misma; (iv) Que
haya identidad entre el bien objeto de controversia con el que posee el
demandado; y además, (v) que los títulos del demandante sean anteriores
a la posesión del demandado (…)” Negrillas y Subrayado fuera de texto.

2. Sentencias T-076 de 2005, T-456 de 2011.

“(…) 1.2.4.- También se requiere, como tercer elemento de la acción


reivindicatoria que recaiga sobre cosa singular reivindicable o cuota
determinada de cosa singular, lo que quiere decir que el bien sobre el
cual el actor invoca la propiedad, sea o se encuentre particularmente
determinado y el título de dominio que invoca abarque la totalidad del
mismo, y si se trata de cuota de la cosa singular, el título ha de
comprender la plenitud de la cuota que reivindica (…)”

3. Tribunal Superior del Distrito Judicial de Armenia. SALA CIVIL


FAMILIA. Magistrado Ponente: CÉSAR AUGUSTO GUERRERO DÍAZ.
Ref.: Exp. No. 63-001-31-10-004-2008-00202-01(0064). Armenia,
Quindío. 30/07/2012

“(…) De otro lado, a propósito de los grados o proporción en que un sujeto


accede a la propiedad de un inmueble, conviene establecer que si el
demandante apenas tiene una parte proindivisa del derecho de
dominio, puede entablar demanda reivindicatoria, siempre que lo haga
en representación y a favor de la comunidad, de manera que las
pretensiones de un comunero motu proprio carecen de procedencia,
puesto que si se trata de reclamar un bien determinado, sería inadecuado
permitir que se pretenda un bien definido, sobre el cual se tiene un
derecho indeterminado o cuota del dominio (art. 2323 C.C.) (…)”.
Negrillas y Subrayado fuera de texto.

En este sentido, la Corte Suprema de Justicia puntualizó que si el


demandante es dueño de la mitad del inmueble objeto de la demanda “con
base en él no puede demandar para sí la reivindicación de todo el predio,
como cuerpo cierto, pues si sólo es titular de un derecho, la acción que
le corresponde ejercer no es la consagrada en el artículo 946 del
Código Civil, sino la del artículo 949 ibídem, referente a la
reivindicación de cuota determinada proindiviso de cuota singular
(...) El comunero posee el bien común en su nombre y también en el de
los condueños y por lo mismo la acción de dominio que le corresponde
debe ejercitarla para la comunidad” (Sent. Cas. Civ. de 27 de febrero de
1968, ratificada en Sent. Cas. Civ. de 30 de junio de 1989. Negrillas y
Subrayado intencionales.

4. CSJ. SCC. Magistrado Ponente: PEDRO OCTAVIO MUNAR CADENA.


Bogotá Distrito Capital, veintisiete (27) de septiembre de dos mil cuatro
(2004). Ref. Expediente No. 7166

“(…) No puede olvidarse, al respecto, que así como es dable reivindicar la


cosa singular de que se es dueño, conforme lo señala paladinamente la
regla contenida en el artículo 946 del Código Civil, es igualmente posible
reclamar en acción de dominio “una cuota determinada pro indiviso
de una cosa singular”, cual lo prevé el artículo 949 ejusdem; empero,
es palmario que a quien es solamente titular de un derecho de cuota
pro indiviso no le es dado reivindicar, en los términos del precepto
primeramente aludido, la totalidad del predio o parte específica del
mismo, como si se tratase de cuerpo cierto; por supuesto que, como de
antaño lo tiene definido esta Corporación, “no siendo el actor dueño de
todo el predio sino de una parte indivisa, su acción no podía ser la
consagrada en el artículo 946 del Código Civil sino la establecida en el
949 de la misma obra, ya que el comunero no puede reivindicar para sí
sino la cuota de que no está en posesión, y al hacerlo debe
determinarla y singularizar el bien sobre el cual está radicado.” (G. J.
XCI. Pág. 528). Negrillas y Subrayado no originales.

Y es que, valga la pena recalcarlo al margen, respecto de la aludida


acción del artículo 949 del Código Civil, la cuota cuya reivindicación se
exige debe también estar debidamente determinada (…)”
8. De lo apuntado se desprende, entonces, que en verdad la legislación Colombiana
permite la posesión (también la coposesión) sobre un derecho de cuota, tanto así
que el copropietario es titular de la acción reivindicatoria para reivindicar su derecho
de cuota, precisamente porque la posesión la tiene un tercero u otro copropietario.

3. Adquisición por el Modo de la Prescripción Adquisitiva de dominio o Usucapión


de un derecho de cuota.

1. Se encuentra despejada la vista respecto a la posibilidad de que;

1. Un sujeto de derechos sea poseedor de un derecho de cuota sobre un bien.

2. Varios sujetos de derechos (Co-poseedores) sean poseedores sobre un


derecho de cuota.

2. Conforme el Maestro Jaime Arteaga Carvajal, la respuesta es sí, veamos;

“(…) Usucapión de Cuota.- Se ha planteado la pregunta relativa a la posibilidad del


comunero de adquirir por usucapión la cuota de sus partícipes en la cosa común. Esta
discusión, válida entre los comentaristas del Código original de don Andrés Bello y entre
los tratadistas chilenos, perdió interés entre nosotros desde que se expidió la ley 51 de
1943, en la que se dijo que “el comunero que posea materialmente, en las condiciones
legales, el predio común, proindiviso o alguna parte de él, podrá hacer valer en su favor la
prescripción adquisitiva de dominio, ordinaria o extraordinaria contra los demás
comuneros, lo mismo que contra terceros extraños a la comunidad, sobre lo que tenga
poseído y explotado económicamente (…)”

“(…) Es evidente, entonces, que el comunero puede prescribir el bien común o una parte
de él, siempre que lo haya poseído mediante una explotación económica en forma pública
y pacifica durante veinte años y siempre, además, que hay actuado en forma autónoma,
con exclusión de lo demás comuneros y no como mandatario de estos ni por acuerdo con
ellos, ni como administrador de la cosa común (…)”

4. Ejemplo: Inmueble Dr. Sánchez. F.M.I. 156-15143 – 6.818 MTS2 - F.M.I. 156-18160 –
6.072 MTS2

5. ELEMENTOS QUE INTEGRAN LA DEFINICIÓN DE POSESIÓN

5.1. El poseedor debe tener;

a. El Animus Domini

1. Es un elemento subjetivo, psicológico o intelectual.


2. Es la conducta del poseedor de considerarse, y reputarse dueño y amo del bien
que ostenta.
3. Es la voluntad firme de considerarse dueño del bien.
4. Es la intención o ánimo de obrar como señor y dueño sin reconocer dominio
ajeno o derecho superior, aunque no lo sea, sabiéndolo o no.
5. Es el ánimo de apropiarse de él, de hacerse propietario.
6. Presentarse como propietario, defenderlo, cuidarlo, pagar impuestos, etc.
b. El Corpus

1. Es un elemento objetivo, físico o material


2. Es el poder físico, material o de hecho que tiene una persona sobre una cosa
3. Es la relación jurídico material voluntaria del hombre con la cosa
4. Es la aprehensión directa que del objeto hace el sujeto
5. El poseedor continúa ejerciendo ese poder, aunque el bien este retirado o
guardado o entregado a un título de mera tenencia (arrendarlo).
6. No lo es el simple contacto material o uso (ejemplo pupitres) porque es
necesario el animus domini.

5.2 Jurisprudencialmente se ha establecido que:

1. CSJ, SCC. 22-10-1997: Comprende dos elementos sine qua non para su
existencia, cuales son los actos materiales o externos ejecutados por una persona
determinada sobre el bien singular -corpus- de un lado y, de otro, la intención de ser
dueño, elemento sicológico, de carácter interno -animus domini-.

2. CSJ, SCC. 13-04-2009: Cuando, además de detentar materialmente “la cosa”,


tiene el ánimo de señor y dueño. Y de conformidad con el artículo 762 ibídem, es
reputado como tal mientras otro no justifique serlo.

Requiere de los dos (2) presupuestos, tanto la aprehensión física del bien como de la
voluntad de ostentarlo como verdadero dueño.

6. TEORÍAS SOBRE EL ELEMENTO ESENCIAL- ¿ANIMUS DOMINI O CORPUS?

1. Teoría Clásica, subjetiva, de la voluntad. Friedrich Karl Von  Savigny. Alemán.

1. Los actos materiales sobre una cosa “corpus” nada significan si no van
acompañados del elemento intencional.

2. El animus domini es el elemento constitutivo de la posesión, si no, lo que hay es


una mera tenencia, no apta para la usucapión.

3. Le da mayor importancia, preponderancia al elemento subjetivo, psicológico o


intelectual, al animus domini, que es el que viene a transformar la tenencia en
posesión.

4. Si reconoce dominio ajeno, no obra como señor y dueño, y por tanto no es


Poseedor.

5. El C.C. está impregnado de esta teoría. El art. 762 que define la posesión como la
tenencia de una cosa con ánimo de señor y dueño. El art. 784 al exigir la voluntad y
la aprehensión material. El art. 787 se deja de poseer una cosa desde que otro se
apodera de ella con ánimo de hacerla suya.
2. Teoría Moderna, objetiva, del corpus. Rudolf Von  Ihering. Alemán

1. El corpus tiene un mayor valor, que supone en sí mismo el animus, mientras no se


demuestre lo contrario. Probado el corpus, no es necesario probar el animus.

2. El animus no es el elemento constitutivo de la posesión, pues toda relación material


del sujeto con el bien supone un ánimo.

3. Tanto los propietarios, poseedores y meros tenedores tienen ánimo, esto es, el
elemento del animus es común a todo el que detente un bien.

4. Un arrendatario puede considerarse en principio como poseedor, hasta que no se


demuestre que es arrendatario.

3. Conclusión sobre el elemento constitutivo de posesión.

1. Ambos elementos son necesarios para que se predique de una persona que es
poseedora de un bien.

2. No obstante, debe precisarse que el ánimo que se exige no es cualquier ánimo


(ánimo de usarlo, de gozarlo, de disponer materialmente-que lo puede tener
también un mero tenedor), sino que debe tratarse del animus domini, para que se
predique que es Poseedor, y aplique el segundo inciso del artículo 762. “El
poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifique serlo”.

7. ¿LA POSESIÓN ES UN DERECHO REAL?

1. Precisión. Recuerden que el Derecho Real es un poder jurídico sobre una cosa que se
adquiere por la conjunción obligatoria de la fuente, el título y el modo, que tiene vocación
de permanencia.

Ejemplo: Propiedad. El propietario siempre será propietario, y el mero transcurso


de tiempo no modifica su condición, a menos que exista un poseedor en curso de
adquirir el bien por usucapión.

2. Teorías

1. Friedrich Karl Von  Savigny. Alemán

1. Es un hecho y un derecho.

2. En sí misma considerada es un hecho, pero en sus efectos (facultades,


protección, posibilidad de hacerse propietario a través de un proceso
judicial), es un derecho.

3. Esta tesis ha sido superada por cuanto una misma situación no puede
ostentar ambas naturalezas (hecho y derecho).
2. Ludwig Enneccerus. (Alemán). Francesco  Messineo (Italiano). Manresa y
Navarro (Españoles)

1. Parte de la doctrina ha sostenido que es un derecho real provisional. Derecho


Real porque tiene las características de un derecho;

1. Es un poder, como la propiedad, sobre una cosa corporal, específica y


determinada.

2. Ese poder, como la propiedad, es protegido por la ley. Verbigracia,


cuenta con acciones reales (interdictos o acciones posesorias) que la
protegen frente a todos.

2. Y es provisional en la medida en que o se convierte en un derecho real de


propiedad (usucapión) o desaparece por aparecer el propietario, demandar y salir
avante en un proceso reivindicatorio u otro.

3. No obstante, esta teoría no ha sido acogida, porque los derechos reales son
poderes jurídicos definitivos, en cambio, la posesión no sólo es un poder de
hecho, sino que éste, es provisional, transitorio y temporal.

3. Caso Colombiano

1. La posesión es un hecho, aunque por sus consecuencias jurídicas participa


de ser un derecho (facultades del poseedor, posibilidad de adquirir el
derecho real de propiedad por el modo de la usucapión y vías jurídicas para
protegerla).

2. Valencia Zea señala que; La posesión no es un derecho como la propiedad,


sino un hecho, y este hecho es protegido contra la violencia.

3. El C.C. en el artículo 762 señala que la posesión es la tenencia, y resulta


que la tenencia es definida como un poder material, de hecho, físico.

4. CSJ, SCC. 1997. La posesión no corresponde propiamente sino a un hecho


con trascendencia jurídica que la misma ley se ocupa de proteger (vías para
proteger la posesión, incluso contra la violencia del mismo propietario).

5. CSJ, SCC. 29-10-2001. La posesión material como situación de hecho que


es, puede ser ejercida u ostentada por una o varias personas.

6. CSJ, SCC. 16-04-2008. La posesión es un hecho con consecuencias en el


mundo del derecho (facultades del poseedor, posibilidad de adquirir el
derecho real de propiedad por el modo de la usucapión y vías jurídicas para
protegerla).

4. Conclusión - José J. Gómez. Corte Constitucional T-494 de 1992

No importa la discusión sobre si la posesión es un hecho o un derecho, el debate


es teórico, porque si la ley ampara eficazmente la posesión (facultades del
poseedor, posibilidad de adquirir el derecho real de propiedad por el modo de la
usucapión y vías jurídicas para protegerla), no tiene importancia que lo haga
porque sea un hecho o un derecho, lo importante es que la regula y la protege.

8. SUJETO ACTIVO

1. Pueden ser poseedores tanto las personas naturales como las personas jurídicas
(voluntad a través de sus órganos de dirección), ya sea personalmente (sólo personas
naturales), o por intermedio de sus representantes, mandatarios o personas que tengan
el bien a título de mera tenencia, como el arrendatario (personas naturales y personas
jurídicas).

2. Los menores adultos (púberes) (14 a 18 años), discapacitados mentales relativos


(disipadores, prodigalidad, dilapidación, inmadurez negocial) declarados judicialmente,
puede ser poseedores tanto de un bien mueble, como de un inmueble, toda vez que la
relación posesoria es física y material con la cosa y no se traduce necesariamente en
celebración de negocios jurídicos, para ellos, sí requerirán obrar a través de sus
representantes, igual si pretender usucapir.

3. Los menores impúberes e infantes (menor de 14 años hombre y mujer C-534 de 2005),
los discapacitados mentales absolutos (antes dementes, locos) declarados judicialmente,
los sordomudos que no pueden darse a entender por ningún medio, no pueden ser
poseedores por sí mismos, pero si lo pueden hacer a través de sus representantes.

Por su estado biológico están imposibilitadas para expresar su consentimiento, su ánimo


válidamente.

Ejemplo: estas personas son propietarios de unas acciones que adquieren por sucesión,
el representante legal las puede vender para comprar un bien, pero sólo se celebra un
contrato de promesa de compraventa con el vendedor y el bien se le entregó al
representante, este es poseedor en representación del incapacitado mental absoluto.

“(…) ARTICULO 784. <INCAPACES POSEEDORES>. Los que no pueden administrar


libremente lo suyo, no necesitan de autorización alguna para adquirir la posesión de una
cosa mueble, con tal que concurran en ello la voluntad y la aprehensión material o legal;
pero no pueden ejercer los derechos de poseedores, sino con la autorización que
competa.

Los discapacitados mentales absolutos y los infantes son incapaces de adquirir por su
voluntad la posesión, sea para sí mismos, o para otros (…)”

4. Pueden ser varios los Sujetos de Derechos que ejerzan posesión sobre un mismo
bien, en este caso hablamos de Co-Posesión
Es posible con fundamento en los siguientes pronunciamientos jurisprudenciales;

1. CSJ. SCC. Magistrado Ponente: Dr. JOSÉ FERNANDO RAMÍREZ GÓMEZ. Bogotá,
D.C., veintinueve (29) de octubre de dos mil uno (2001)

“(…) Ahora, la posesión material como situación de hecho que es, puede ser ejercida u
ostentada por una o varias personas, pues nada obsta para que los elementos que la
caracterizan sean expresión voluntaria de una pluralidad de sujetos, dos o más, quienes
concurriendo en la intención realizan actos materiales de aquellos a los que sólo da
derecho el dominio, como los enunciados por el artículo 981 del Código Civil.

De manera que la comunidad también puede tener manifestación cabal en el hecho de la


posesión, dando lugar al fenómeno de la coposesión, caso en el cual lo natural es que la
posesión se ejerza bien por todos los comuneros, o por un administrador en nombre de
todos, pero en todo caso, de modo compartido y no exclusivo, por estar frente a una
“posesión de comunero”. Desde luego, como con claridad lo ha advertido la jurisprudencia,
que tratándose de la “posesión de comunero” su utilidad es “pro indiviso”, es decir, para la
misma comunidad, porque para admitir la mutación de una “posesión de comunero” por la
de “poseedor exclusivo”, es necesario que el comunero ejerza una posesión personal,
autónoma o independiente, y por ende excluyente de la comunidad (…)” Negrillas y
Subrayado fuera de texto.

2. CJS. SCC. Magistrado Ponente: PEDRO OCTAVIO MUNAR CADENA. Bogotá, D.C.,
once (11) de febrero de dos mil nueve (2009). Ref.: Expediente No.11001 3103 008 2001
00038 01

“(…) Trátase, subsecuentemente, de una situación de hecho en la que pueden estar


comprometidas una o varias personas, por cuanto “nada obsta para que los elementos
que la caracterizan sean expresión voluntaria de una pluralidad de sujetos, dos o más,
quienes concurriendo en la intención realizan actos materiales de aquellos a los que sólo
da derecho el dominio, como los enunciados por el artículo 981 del Código Civil” (Cas.
Civil, sentencia 29 de octubre de 2001, Exp.2001).

Siendo ello así, es evidente que la comunidad también puede surgir en la posesión,
concretamente, de la institución de la coposesión, hipótesis en la cual ella es ejercida, en
forma compartida y no exclusiva, por todos los coposeedores, o por conducto de un
administrador que los representa (Ibídem).

La Corte, con apoyo en la doctrina, ha explicado que “el animus, que sólo es la voluntad
encaminada a un fin de señorío, permite concebir la del coposeedor de poseer con sus
copartícipes, en tanto que el corpus continúa siendo idéntico al del ocupante único”; por
consiguiente, no corresponde a varias posesiones individuales, en el sentido de aparecer
aquella como una división cuantitativa de éstas, sino que difiere de la posesión única por
ser cualitativa (Cas. Civil, sentencia 23 de julio de 1937, XLV, 322).

Tal tesis comparte la posición de los doctrinantes que han aceptado como viable que dos
o mas personas posean conjuntamente una misma cosa pro-indiviso, fundada en el hecho
de que “en este caso no es la voluntad de cada uno sino la voluntad de todos la que
dispone de la cosa (…)”

3. CSJ. SCC. Magistrada Ponente: RUTH MARINA DÍAZ RUEDA. Bogotá, D. C., quince
(15) de abril de dos mil nueve (2009). Ref: Exp. N° 1100131030211997-02885-01

“(…) El tema ha sido tratado por la Corte en varias oportunidades, entre ellas en la
sentencia de casación N° 204 de 29 de octubre de 2001, expediente 5800, en la que dijo
“la comunidad también puede tener manifestación cabal en el hecho de la posesión,
dando lugar al fenómeno de la coposesión, caso en el cual lo natural es que la posesión
se ejerza bien por todos los comuneros, o por un administrador en nombre de todos, pero
en todo caso, de modo compartido y no exclusivo, por estar frente a una `posesión de
comunero´. Desde luego, como con claridad lo ha advertido la jurisprudencia, que
tratándose de la `posesión de comunero´ su utilidad es `pro indiviso´, es decir, para la
misma comunidad, porque para admitir la mutación de una `posesión de comunero´ por la
de `poseedor exclusivo´, es necesario que el comunero ejerza una posesión personal,
autónoma o independiente, y por ende excluyente de la comunidad”.(…)”

ARTICULO 779. <POSESION DE COSA PROINDIVISO>. Cada uno de los partícipes de


una cosa que se poseía proindiviso, se entenderá haber poseído exclusivamente la parte
que por la división le cupiere, durante todo el tiempo que duró la indivisión.

4. CSJ. SCC. Magistrado Ponente: FERNANDO GIRALDO GUTIÉRREZ. Bogotá, D.C.,


quince (15) de julio de dos mil trece (2013). Ref: Exp. 5440531030012008-00237-01.

“(…) Esas comunidades universales están sujetas en cada uno de sus bienes al fenómeno
de la coposesión, evento en que ésta es ejercida, en forma compartida y no exclusiva, por
todos los copartícipes o por un administrador en su nombre; no obstante, esa calidad de
comunero puede mutarse en la hipótesis en que éste ejerza los actos de señor y dueño
en forma personal, autónoma o independiente, repudiando los derechos de los demás,
vale decir, con absoluto desconocimiento de los derechos de los otros comuneros,
situación que lo habilita para reclamar la prescripción adquisitiva del dominio (…)”

5. CSJ. SCC. Magistrada Ponente: RUTH MARINA DÍAZ RUEDA. Bogotá, D.C., primero
(1°) de diciembre de dos mil once (2001). Ref.: Exp. Nº 54405-3103-001-2008-00199-01

“(…) la coposesión existe cuando una misma relación posesoria sobre un bien
corresponde en común a varias personas, supuesto distinto a aquel en que esa situación
de hecho la ejerce el comunero con exclusión de los demás sobre el bien común o parte
de él (...)”

6. CSJ. SCC. Magistrado Ponente: ARTURO SOLARTE RODRÍGUEZ. Bogotá, D. C.,


veintidós (22) de julio de dos mil diez (2010). Ref.: 11001-3103-029-2000-00855-01

“(…) Ahora bien, en algunas ocasiones puede ocurrir que la posesión sea ejercitada por
dos o más personas, dando lugar al fenómeno de la coposesión, supuesto en el cual los
elementos que jurídicamente la integran, esto es, la subordinación de la cosa al sujeto
(corpus) y la convicción de detentarla como señor y dueño (animus), son desarrollados por
una pluralidad de personas, quienes, de esta manera, conforman una comunidad, en cuyo
beneficio actúa la posesión de cada uno de sus integrantes.

Sobre el particular, en fecha reciente, la Corte tuvo la oportunidad de precisar lo siguiente:

“La posesión, presupuesto fundamental de la prescripción adquisitiva, supone la


conjugación de dos elementos, uno de carácter externo consistente en la aprehensión
física o material de la cosa (corpus), y otro intrínseco traducido en la voluntad de tenerla
como dueño (animus), condición esta que se deduce de la comprobación de hechos
externos indicativos de esa intención, concretamente, con la ejecución de actos de
señorío.

“Trátase, subsecuentemente, de una situación de hecho en la que pueden estar


comprometidas una o varias personas, por cuanto ‘nada obsta para que los elementos
que la caracterizan sean expresión voluntaria de una pluralidad de sujetos, dos o más,
quienes concurriendo en la intención realizan actos materiales de aquellos a los que sólo
da derecho el dominio, como los enunciados por el artículo 981 del Código Civil’ (Cas.
Civil, sentencia 29 de octubre de 2001, Exp.2001).
“Siendo ello así, es evidente que la comunidad también puede surgir en la posesión,
concretamente, de la institución de la coposesión, hipótesis en la cual ella es ejercida, en
forma compartida y no exclusiva, por todos los coposeedores, o por conducto de un
administrador que los representa (Ibídem).

“La Corte, con apoyo en la doctrina, ha explicado que ‘el animus, que sólo es la voluntad
encaminada a un fin de señorío, permite concebir la del coposeedor de poseer con sus
copartícipes, en tanto que el corpus continúa siendo idéntico al del ocupante único’; por
consiguiente, no corresponde a varias posesiones individuales, en el sentido de aparecer
aquella como una división cuantitativa de éstas, sino que difiere de la posesión única por
ser cualitativa (Cas. Civil, sentencia 23 de julio de 1937, XLV, 322).

“Tal tesis comparte la posición de los doctrinantes que han aceptado como viable que dos
o mas personas posean conjuntamente una misma cosa pro-indiviso, fundada en el hecho
de que ‘en este caso no es la voluntad de cada uno sino la voluntad de todos la que
dispone de la cosa’ (Claro Solar, Luis. Explicaciones de Derecho Civil Chileno y
Comparado. De los Bienes, Volumen III, Págs. 456 a 457. Editorial Jurídica de Chile,
1979).

“El coposeedor, entonces, ejerce la posesión para la comunidad y, por ende, para admitir
la mutación de ésta por la de poseedor exclusivo se requiere que aquel ejerza los actos de
señorío en forma personal, autónoma o independiente, desconociendo a los demás” (Cas.
Civ., sentencia del 11 de febrero de 2009, expediente No. 11001 3103 008 2001 00038
01) (…)”

7. CSJ. SCC. Magistrado Ponente: ARTURO SOLARTE RODRÍGUEZ. Bogotá, D. C.,


treinta (30) de julio de dos mil nueve (2009). Ref.: 19698-3103-001-2004-00069-01

“(…) Ese criterio fue ratificado por la Sala en fecha reciente en fallos del 14 de diciembre
de 2005 (expediente No. 15176310300219940548 01) y 11 de febrero del año en curso
(expediente No. 11001310300820010003801), habiéndose precisado, en el primero, que
“si como lo tiene definido esta Corporación, el comunero que pretenda excluir a los demás
con miras a ganar por prescripción el bien de la comunidad tiene que acreditar que sus
actos posesorios no reflejan un ánimo de poseer para ella, sino con exclusión de ésta” y,
en el segundo, que “[q]ueda, pues, claro que la coposesión existe cuando una
misma relación posesoria sobre un bien corresponde en común a varias personas,
supuesto distinto a aquel en que esa situación de hecho la ejerce el comunero con
exclusión de los demás sobre el bien común o parte de él, en cuyo caso los actos
posesorios necesaria e inequívocamente deben reflejar un ánimo de poseer para sí y no
para la comunidad, es decir, que ellos son ejercidos en forma personal, autónoma e
independientemente, desconociendo los derechos de los demás copartícipes” (negrillas y
subrayas fuera del texto) (…)”

8. TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL DE CUNDINAMARCA. Sala Civil


Familia. MP. Jaime Londoño Salazar. 5 de septiembre de 2013. 2008-0093
9. TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL DE CUNDINAMARCA. Sala Civil
Familia. MP. Pablo Ignacio Villate Monroy. 22 de mayo de 2014. 2012-0338.

“(…) La coposesión, posesión conjunta o comunidad en la posesión, tiene lugar cuando un


determinado bien es poseído materialmente por más de una persona con ánimo de señor
y dueño, caso en el cual, cada uno de los poseedores reconoce también a los demás
poseedores como dueños y señores del respectivo bien. Cada uno de ellos en conjunto
ejerce sobre el bien actos de dominios sin ánimo de excluir a los demás coposeedores,
pues existe en ellos el ánimo de respeto por la posesión que ejercen los demás.

Bajo esta noción, no es procedente que un coposeedor invoque en forma exclusiva el


tiempo que ejerció la posesión de manera conjunta, en pos de adquirir por prescripción
adquisitiva la propiedad del bien sólo a su favor, pues es evidente que pretensión de tal
linaje desconoce abiertamente el derecho de posesión de los demás comuneros. Y por
ello, el tiempo de coposesión solo puede ser alegado en pro de todos los
coposeedores o de la comunidad, pues indudable resulta que hoy por hoy el
ordenamiento vigente no autoriza a un coposeedor a obtener beneficio exclusivo de la
posesión que ejerció de manera conjunta con otros.

Luego, de existir posesión conjunta, el tiempo que haya durado la Coposesión solo
podrá beneficiar a todos los coposeedores y no a uno solo de ellos. Y si se quiere
desconocer el derecho de los demás coposeedores, entonces la posesión apta para
adquirir por prescripción, será la que se inició a nombre propio, excluyendo a los demás
poseedores; y a partir del momento en que se inició esa posesión propia, se contará el
término necesario para la consumación de la prescripción, sin que sea procedente, como
se dijo, que el poseedor alegue en su exclusivo provecho el tiempo que ejerció la posesión
de manera conjunta (…)”

9. LA NECESARIA DISTINCIÓN ENTRE EL MERA TENENCIA, LA POSESIÓN Y LA


PROPIEDAD

1. Mera Tenencia
a. Fundamento Legal. Artículo 775 C.C.

“(…) ARTICULO 775. <MERA TENENCIA>.  Se llama mera tenencia la que se ejerce
sobre una cosa, no como dueño, sino en lugar o a nombre del dueño./ El acreedor
prendario*, el secuestre, el usufructuario, el usuario, el que tiene derecho de habitación,
son meros tenedores de la cosa empeñada, secuestrada o cuyo usufructo, uso o
habitación les pertenece.

Lo dicho se aplica generalmente a todo el que tiene una cosa reconociendo dominio ajeno
(…)”

b. Doctrina

1. La mera tenencia es una situación precaria que excluye el ánimo de señor y


dueño en su titular, y por tanto, no es posesión.

2. Sólo se tiene el corpus.

2. Derecho Real de Propiedad

1. CSJ. SCC. 16-04-2008: Es el que confiere al titular un poder de derecho pleno sobre
la cosa (Derecho Real), del cual deriva la potestad para obtener de ella toda cuanta
ventaja esté en posibilidad de proporcionar respetando el ordenamiento jurídico, los
límites y los derechos de los demás.

Este poderío se refleja en las atribuciones de utilizarla (jus utendi), percibir sus frutos (jus
fruendi) y disponer material y jurídicamente de ella (jus abutendi).

2. C.C. C-189/06. Es el derecho real que se tiene por excelencia sobre una cosa corporal
o incorporal, que faculta a su titular para usar, gozar, explotar y disponer de ella, siempre
y cuando a través de su uso se realicen las funciones sociales y ecológicas que le son
propias.

3. Distinción entre mera tenencia y posesión – CSJ, SCC. Sentencias de 22-10-1997 y 13-
04-2009

1. En relación con las cosas puede encontrarse la persona en una de tres (3) posiciones, cuyas
consecuencias jurídicas varían en cada caso y confiere a su titular derechos subjetivos distintos;

a. La primera, denominada tenencia, en que simplemente se ejerce poder externo y


material sobre el bien (Art. 775 del C.C.).

b. La segunda, denominada posesión, en la que a ese poder material se une el


comportarse respecto del bien como si fuese dueño (Art. 762 del C.C.).

c. Y la tercera, denominada propiedad, en que se tiene efectivamente un derecho real,


con exclusión de todas las demás personas y que autoriza a su titular para usar, gozar y
disponer del bien dentro del marco normativo y cumplimiento con la función social y
ecológica (art. 669 del C.C.).
2. El ánimo de señor y dueño es el que marca la diferencia entre la mera tenencia y la posesión,
máxime que el simple transcurso del tiempo no muda la mera tenencia en posesión (art. 777).

3. La posesión requiere la presencia de dos (2) elementos, el corpus y el animus (art. 762), en
cambio, la mera tenencia solo requiere uno de esos elementos, el corpus.

4. Es posible que el mero tenedor se convierta en poseedor (numeral 3 del art. 2531), cuando
rebele expresa y públicamente el desconocimiento del propietario, y empiece a ejercer actos con
el ánimo de señor y dueño.

4.1 Esta figura se conoce como la INTERVESIÓN DEL TÍTULO, que se conoce como la
mutación del título de tenedor al de poseedor.

4.2 Al existir título de mera tenencia, se presume la mala fe del poseedor, por tanto, debe
recurrir a la Prescripción Adquisitiva de Dominio Extraordinaria (más tiempo de posesión).

4.3 Puede ocurrir que el simple tenedor transmute esa calidad en la de poseedor,
hipótesis esta en la cual, a efectos de la prescripción adquisitiva de dominio, no puede de
ninguna manera computarse como posesión el tiempo en que se detento el bien a título
de mera tenencia.

4. Distinción entre propiedad y posesión

1. La propiedad entraña un vínculo de derecho, la posesión uno de hecho.

2. La propiedad se adquiere por la conjunción de la fuente, del título y del modo. La


posesión no requiere ninguno, aunque puede haber un título (compra de los derechos
derivados de la posesión, contrato de compraventa, contrato de promesa de
compraventa), este no es necesario siempre para llegar a ser poseedor.

3. La propiedad se protege desde el punto de vista procesal civil, con la acción


reivindicatoria y las acciones posesorias, en cambio la posesión, con acciones
posesorias no con la acción reivindicatoria. Solo por excepción al poseedor regular,
con la acción publiciana.

4. La propiedad es inmutable, ya que el propietario siempre será propietario, y como


regla general el mero transcurso de tiempo no modifica su condición.

En tanto que la posesión es transitoria, o se trasforma en dominio o se acaba por que


aparece el propietario y demanda al poseedor en proceso reivindicatorio y sale avante
en su pretensión.

5. La prueba de la propiedad (título y modo) y de la posesión (cualquier medio de prueba


que genere certeza sobre la existencia de actos que demuestren el animus domini y el
corpus por un determinado tiempo) son distintas.

5. Semejanzas entre propiedad y posesión

1. Recaen sobre cosas corporales singularizadas.


2. Ambas son exclusivas, es decir, como regla general un propietario o un poseedor se
vinculan con el bien de forma directa, para sí, sin admitir a otros.

3. Ambas están protegidas con acciones posesorias y se hacen valer erga omnes.

4. Ambas tienen excepcionalmente calidad de derechos fundamentales por conexidad


con derechos fundamentales, por ende, pueden eventualmente protegerse a través de
la Acción de Tutela.

5. Ambas deben cumplir una función social y ecológica, y tienen límites similares.

6. El propietario y el poseedor pueden ejercer actos que conlleven el uso, goce (percibir
frutos-explotación económica) y disposición.

En la primera disposición jurídica del derecho real de dominio o propiedad y


disposición material del bien sobre el cual recae el derecho.

En la segunda, solo disposición material del bien sobre el que se ejerce posesión. Lo que sí
puede hacer el poseedor es transferir a cualquier título los derechos derivados de la posesión
(venta de los derechos derivados de la posesión, permuta de los derechos derivados de la
posesión, donación de los derechos derivados de la posesión).

FACULTADES PROPIETARIO POSEEDOR


USO SI SI
GOCE - FRUTOS – EXPLOTACIÓN
SI SI
ECONÓMICA
DISPOSICIÓN MATERIAL SI SI

NO

PERO SÍ PUEDE ES TRANSFERIR A


DISPOSICIÓN JURÍDICA DEL DERECHO CUALQUIER TÍTULO LOS DERECHOS
SI
REAL DE PROPIEDAD DERIVADOS DE LA POSESIÓN. NO DEL
DERECHO REAL DE PROPIEDAD.

TAMBIÉN ENTREGAR EL BIEN A CUALQUIER


TITULO DE TENENCIA

10. PRESUNCIONES EN LA POSESIÓN

1. Presunción
1. Fundamento Legal. Artículo 66 del C.C.

“(…) ARTICULO 66. <PRESUNCIONES>.  Se dice presumirse el hecho que se deduce de


ciertos antecedentes o circunstancias conocidas.

Si estos antecedentes o circunstancias que dan motivo a la presunción son determinados


por la ley, la presunción se llama legal. Se permitirá probar la no existencia del hecho que
legalmente se presume, aunque sean ciertos los antecedentes o circunstancias de que lo
infiere la ley, a menos que la ley misma rechace expresamente esta prueba, supuestos los
antecedentes o circunstancias.

Si una cosa –UN HECHO-, según la expresión de la ley, se presume de derecho, se


entiende que es inadmisible la prueba contraria, supuestos los antecedentes o
circunstancias (…)”

2. Concepto

1. Tiene como finalidad obtener de un hecho conocido, uno desconocido.

2. Hecho o situación que la ley tiene por cierto sin necesidad de que sea probado,
porque existen ciertos antecedentes o circunstancias previos que así lo señalan.

3. Aunque los antecedentes y circunstancias sean ciertos, puede probarse que el


hecho o situación que se presume de ellos no es cierta. Ejemplo: La persona no
es Poseedora es Administradora.

2. Expresamente señalada como medio de prueba, sirve para probar un hecho o situación.
Artículo 165 y 166 del C.G.P.

“(…) ARTÍCULO 165. MEDIOS DE PRUEBA. Son medios de prueba la declaración de parte, la
confesión, el juramento, el testimonio de terceros, el dictamen pericial, la inspección judicial, los
documentos, los indicios, los informes y cualesquiera otros medios que sean útiles para la
formación del convencimiento del juez.

El juez practicará las pruebas no previstas en este código de acuerdo con las disposiciones que
regulen medios semejantes o según su prudente juicio, preservando los principios y garantías
constitucionales.

ARTÍCULO 166. PRESUNCIONES ESTABLECIDAS POR LA LEY. Las presunciones establecidas


por la ley serán procedentes siempre que los hechos en que se funden estén debidamente
probados.

El hecho legalmente presumido se tendrá por cierto, pero admitirá prueba en contrario cuando la
ley lo autorice (…)”

3. Diferencia con la prueba indiciaria.

1. INDICIOS. Fundamento Legal: Artículos 240, 241 y 242 del C.G.P.


“(…) ARTÍCULO 240. REQUISITOS DE LOS INDICIOS. Para que un hecho pueda
considerarse como indicio deberá estar debidamente probado en el proceso.

ARTÍCULO 241. LA CONDUCTA DE LAS PARTES COMO INDICIO. El juez podrá deducir
indicios de la conducta procesal de las partes.

ARTÍCULO 242. APRECIACIÓN DE LOS INDICIOS. El juez apreciará los indicios en


conjunto, teniendo en consideración su gravedad, concordancia y convergencia, y su
relación con las demás pruebas que obren en el proceso (…)”

2. Parte de la Doctrina señala que son sinónimos (Presunciones-Indicios), porque en el


fondo se trata de dar por existente un hecho o situación, por estar probados ciertos
hechos antecedentes.

3. Otra parte de la Doctrina señala que son diferentes, ya que en la prueba indiciaria es
el juez quien da por existente el hecho o situación, en cambio en la presunción, quien
da por existente el hecho o situación es la misma ley.

Esta posición es también adoptada por la H. Corte Constitucional - Sentencia C-


102/05, quien señala que;

“(…) La ley también distingue entre el indicio y la presunción. El primero es un medio de


prueba, en el que demostrado un hecho indicador, el juez, mediante una inferencia lógica,
llega a un indicado, que, así, se tiene por demostrado. En tanto que, la presunción implica
que la ley, a partir de un hecho antecedente da por establecido otro hecho, consecuencia
del primero por disposición del legislador (…)”

4. En la Posesión son;

1. El poseedor se presume propietario (Inciso 2 del artículo 762 del C.C.), mientras otro
no justifique serlo.

2. La buena fe se presume. Se explicará en la posesión regular.

“(…) ARTICULO 768. <BUENA FE EN LA POSESION>. La buena fe es la conciencia de


haberse adquirido el dominio de la cosa por medios legítimos exentos de fraudes y de todo
otro vicio.

Así, en los títulos traslaticios de dominio, la buena fe supone la persuasión de haberse


recibido la cosa de quien tenía la facultad de enajenarla y de no haber habido fraude ni otro
vicio en el acto o contrato.

Un justo error en materia de hecho, no se opone a la buena fe.

Pero el error, en materia de derecho, constituye una presunción de mala fe, que no admite
prueba en contrario.

ARTICULO 769. <PRESUNCION DE BUENA FE>.  La buena fe se presume, excepto en los


casos en que la ley establece la presunción contraria.

En todos los otros, la mala fe deberá probarse (…)”

3. Las tres (3) contenidas en el artículo 780 del C.C.


“(…) ARTICULO 780. <PRESUNCIONES EN LA POSESION>. Si se ha empezado a
poseer a nombre propio, se presume que esta posesión ha continuado hasta el momento
en que se alega.

Si se ha empezado a poseer a nombre ajeno, se presume igualmente la continuación del


mismo orden de cosas.

Si alguien prueba haber poseído anteriormente, y posee actualmente, se presume la


posesión en el tiempo intermedio (…)”

1. Inciso primero

1. Quien acredite haber empezado su relación con la cosa como poseedor


en nombre propio, se presume que siguió como poseedor en nombre
propio hasta el momento en que demanda.

2. Quien ha empezado a poseer a nombre propio, se presume su


continuidad hasta que sea alegada (acción, excepción, reconvención).

b. Inciso segundo. Implica dos (2) cosas;

1. Si la posesión se está ejerciendo a nombre ajeno (mero tenedor -


poseedor arrienda el bien), se presume que la posesión del poseedor
continua así la cosa haya sido entregada a título de tenencia, hasta que
sea alegada (acción, excepción, reconvención).

Se presume que el poseedor sigue siendo poseedor, así entregue el bien a


título de tenencia.

2. Si una persona empieza la relación con una cosa como mero tenedor (le
arrienda el mismo propietario o un poseedor), se presume que ésta
siempre ha sido mera tenedora. Pero esta presunción se puede desvirtuar
si se prueba la interversión del título.

c. Inciso tercero

Si alguien prueba haber poseído anteriormente, y posee actualmente, se


presume que ha poseído en el tiempo intermedio, basta con probar los dos
límites de la posesión para que se presuma que en el tiempo comprendido
dentro de los mismos se ha estado poseyendo.

Es muy importante, ya que es muy difícil probar la posesión en todo el


tiempo, día a día.

Estas tres (3) grandes presunciones son presunciones Legales, es decir, que pueden
desvirtuarse.

4. Presunción de mala fe – Presunción de Derecho

a. Fundamento legal - Último Inciso del artículo 768 del C.C.


“(…) ARTICULO 768. <BUENA FE EN LA POSESION>. La buena fe es la conciencia de
haberse adquirido el dominio de la cosa por medios legítimos exentos de fraudes y de
todo otro vicio.

Así, en los títulos traslaticios de dominio, la buena fe supone la persuasión de haberse


recibido la cosa de quien tenía la facultad de enajenarla y de no haber habido fraude ni
otro vicio en el acto o contrato.

Un justo error en materia de hecho, no se opone a la buena fe.

Pero el error, en materia de derecho, constituye una presunción de mala fe, que no admite
prueba en contrario (…)”

b. Interpretación de la H. Corte constitucional. Sentencia No. C-544/94

1. Consiste de manera general en invocar la ignorancia de la ley como excusa para su


incumplimiento.  

2. Tiene su fundamento en el artículo 9° del C.C. "La ignorancia de las leyes no sirve de
excusa".

3. El artículo 4 de la Constitución impone a los nacionales y extranjeros residentes en


Colombia, el deber de "acatar la Constitución y las leyes".

4. El error de derecho recae sobre la existencia, contenido y alcance de las normas jurídicas.
La ley se aplica con prescindencia del conocimiento que sobre la misma tengan sus
destinatarios.

5. La buena fe no puede partir del desconocimiento de la ley, la norma se limita a reafirmar


uno de los supuestos del orden jurídico: que la   ley es conocida por todos y rige para
todos.

6. No admite prueba en contrario, por tanto, al configurarse, se presume de derecho la mala


fe.

11. FICCIONES EN LA POSESIÓN

1. Conceptos de Ficción jurídica

1. (DRAE): Fantasía, ilusión, invención, suposición que hace la ley.

2. La Ley crea una situación jurídica que sustituye la verdad.

3. Significa que la ley da existencia real y material a un hecho que física o


materialmente no la tiene, pero que la ley entiende como existente en la realidad.

4. La ley recurre a una construcción ficticia, reputando como existente un hecho


que no tiene correspondencia con la realidad, otorgándole las consecuencias
jurídicas que tendría si realmente existiera.

2. El Código Civil establece que son tres (3).

1. EN LA CO-POSESIÓN DE UNA COSA QUE SE HACE DE FORMA INDIVISA O NO


DIVIDIDA (se ejerce una co-posesión sobre toda la cosa)
1. Fundamento legal. Artículo 779. Inciso 1ro.

ARTICULO 779. <POSESION DE COSA PROINDIVISO>. Cada uno de los partícipes de


una cosa que se poseía proindiviso, se entenderá haber poseído exclusivamente la parte
que por la división le cupiere, durante todo el tiempo que duró la indivisión.

2. Se presenta cuando hay varios co-poseedores de un mismo bien sin división material o
física de este (todos son co-poseedores de todo el bien, ninguno ejerce posesión
exclusiva sobre una parte determinada).

Ejemplo: A,B,C son co-poseedores de un mismo bien, todos lo explotan, lo usan, lo


cultivan, lo cuidan, lo defienden.

3. La ficción consiste en entender que cuando se termine la indivisión, durante el tiempo


anterior a esta, cada co-poseedor fue poseedor exclusivo de una parte del bien, igual a la
de los demás (Han sido poseedores por partes iguales).

4. Ejemplo: Si son 3 co-poseedores, se entiende que cada uno ha sido poseedor


exclusivo de una tercera parte.

2. EN LA RECUPERACIÓN DE LA POSESIÓN PERDIDA. Artículo 792 del C.C.

1. Fundamento Legal

“(…) ARTICULO 792. <RECUPERACION DE LA POSESION>. El que recupera legalmente la


posesión perdida se entenderá haberla tenido durante todo el tiempo intermedio (…)”

2. Debe recuperarse por medios legales (vías jurídicas para recuperarla: Acción de
Tutela, Legítima Defensa, Vía Penal, Vía Administrativa y Vía Civil).

3. EN LA POSESIÓN LEGAL DE LOS BIENES QUE INTEGRAN LA HERENCIA

1. La posesión de la herencia la adquieren los herederos desde que es deferida,


atribuida, cargada o incluida en el patrimonio de estos. Artículo 783 del C.C.

ARTICULO 783. <POSESION DE LA HERENCIA>.   La posesión de la herencia se


adquiere desde el momento en que es deferida, aunque el heredero lo ignore.

El que válidamente repudia una herencia, se entiende no haberla poseído jamás.

2. La herencia es deferida, atribuida, cargada o incluida en el patrimonio de los herederos


desde el momento en que fallece el causante. Inciso segundo artículo 1013 del C.C.

ARTICULO 1013. <DELACION DE ASIGNACIONES>. La delación de una asignación es


el actual llamamiento de la ley a aceptarla o repudiarla.
La herencia o legado se defiere al heredero o legatario en el momento de fallecer la
persona de cuya sucesión se trata//, si el heredero o legatario no es llamado
condicionalmente; o en el momento de cumplirse la condición, si el llamamiento es
condicional…

3. Desde el momento en que la herencia es deferida, atribuida, cargada o incluida en el


patrimonio de los herederos, por ministerio de la ley (ficción) estos adquieren la posesión
legal de los bienes que integran la herencia. Artículo 757 del C.C.

ARTICULO 757. <POSESION DE BIENES HERENCIALES>.  En el momento de


deferirse la herencia la posesión de ella se confiere por ministerio de la ley al
heredero; pero esta posesión legal no lo habilita para disponer en manera alguna de
un inmueble, mientras no preceda:

1o.) El decreto judicial que da la posesión efectiva, y

2o.) El registro del mismo decreto judicial y de los títulos que confieran el dominio.

4. Es decir, la sola muerte del causante, por una ficción jurídica, confiere la posesión legal
al heredero, aunque el heredero ignore la muerte de su causante y no concurran en él ni
el animus, ni el corpus.

Esta posesión legal no es apta para adquirir el derecho real de dominio o propiedad por el
modo de la usucapión, porque no es posesión (animus domini y corpus).

5. Tampoco la posesión es apta para adquirir el derecho real de propiedad en el evento


de que el heredero no sólo conozca la muerte del causante, sino que empiece a ejercer
un poder de hecho o físico sobre el bien (se pasó a vivir ahí), ya que se presume que lo
hace como heredero.

Sin embargo, esta presunción puede controvertirse por el mismo heredero, si demuestra
la interversión del título, en especial el desconocimiento de los derechos de los demás
herederos.

6. CSJ. SCC. 24-06-1997.

“(…) Se trata de una posesión legal que faculta al heredero no solo a tener o a pedir que
se le entreguen los bienes de la herencia, sino también a entrar en posesión material de
ellos, esto es, a ejercer su derecho hereditario materialmente sobre los bienes de la
herencia, los cuales, por tanto, solamente son detentados con ánimo de heredero o
simplemente como heredero.

Siendo así las cosas, resulta totalmente acertada la afirmación consistente de que todo
heredero que detenta materialmente bienes herenciales se presume que lo hace con
ánimo de heredero, porque la lógica impone concluir que una persona que tiene un
derecho sobre la cosa, lo ejercita y lo reafirma en este carácter, antes que adoptar una
conducta de facto diferente.

Sin embargo, precisa la Sala que la posesión que sirve para la adquisición del dominio de
un bien herencial por parte de un heredero, es la posesión material común, esto es, la
posesión de propietario, la cual debe aparecer en forma nítida o exacta, es decir, como
posesión propia en forma inequívoca, pacífica y pública.

Porque generalmente un heredero que, en virtud de la posesión legal, llega a obtener


posteriormente la posesión material de un bien herencial, se presume que lo posee como
heredero, esto es, que lo detenta con ánimo de heredero, pues no es más que una
manifestación y reafirmación de su derecho de herencia en uno o varios bienes
herenciales.  

Luego, si este heredero pretende usucapir ese bien herencial alegando otra clase de
posesión material, como lo es la llamada posesión material común o posesión de dueño o
propietario sobre cosas singulares, que implica la existencia de ánimo de propietario o
poseedor y relación material sobre una cosa singular, debe aparecer en forma muy clara
la interversión del título,   es decir,   la mutación o cambio inequívoco,    pacífico y  
público de la  posesión material hereditaria o de bienes herenciales,   por la de la
posesión material común   - (de poseedor o dueño),    porque,    se repite,   sólo ésta es la
que le permite adquirir por prescripción el mencionado bien.

Luego, si el heredero, alega haber ganado la propiedad por prescripción de un bien que
corresponde a la masa sucesoral, debe probar que lo posee, en forma inequívoca, pública
y pacíficamente, no como heredero y sucesor del difunto, sino que lo ha poseído para sí,
como dueño único, sin reconocer dominio ajeno, ejerciendo como señor y dueño exclusivo
actos de goce y transformación de la cosa.  Pero como además del desconocimiento del
derecho ajeno al poseer la cosa como dueño, vale decir, con exclusividad, es necesario
que concurra otro elemento para usucapir, cual es el que se complete el mínimo de tiempo
exigido, el que para el caso  de la prescripción adquisitiva extraordinaria,  es de 20 años
(Hoy 10 años).

Por lo tanto, en este evento debe entonces el heredero que alegue la prescripción
extraordinaria, acreditar primeramente el momento preciso en que pasó la interversión del
título de heredero, esto es, el momento en que hubo el cambio de la posesión material que
ostenta como sucesor o heredero, por la posesión material del propietario del bien; es
decir, la época en que en forma inequívoca, pública y pacífica se manifiesta objetivamente
el animus domini, que, junto con el corpus, lo colocaba como poseedor material común y,
en consecuencia, con posibilidad de adquirir la cosa por el modo de la prescripción, al
cumplimiento del plazo legal de 20 años (Hoy 10 años).

De allí que el heredero que aduzca ser prescribiente del dominio de un bien herencial,
tenga la carga de demostrar el momento de la interversión del título o mutación de la
condición de heredero por la de poseedor común; cambio que, a su vez, resulta esencial,
pues del momento de su ocurrencia empieza el conteo del tiempo requerido para que la
posesión material común sea útil (inequívoca, pública y pacífica) para obtener el dominio
de la cosa.  Por lo tanto, hay que concluir que mientras se posea legal y materialmente un
bien como heredero, el tiempo de esta posesión herencial no resulta apto para    usucapir
esa  cosa singular  del  causante,    pues en tal evento si bien se tiene el ánimo de
heredero, se carece del ánimo de señor y dueño, y, por lo tanto, no se estructura la
posesión material común, que, como se vio, es la que resulta útil para la usucapión (…)”

12. CONTRATO DE PROMESA DE COMPRAVENTA Y LA POSESIÓN. CSJ. 30-07-2010 –


Tribunal Superior de Cundinamarca. 29-01-2010

1. El Contrato de Promesa de Compraventa (bienes muebles o inmuebles) genera esencial


y exclusivamente la prestación de hacer, consistente en la celebración futura, posterior y
definitiva del Contrato de Compraventa.

2. Sin embargo, las partes pueden acordar en forma clara, expresa e inequívoca el
cumplimiento anticipado de las obligaciones del Contrato de Compraventa.
Generalmente, se adelanta parte del precio y se entrega la tenencia o la posesión del
bien.

3. Si al momento de celebrarse el Contrato de Promesa de Compraventa, se efectúa la


simple entrega del bien sin ninguna otra indicación, supone, en términos generales, el
reconocimiento de dominio del otro (mera tenencia), porque al prometerse adquirir la
propiedad de su dueño en el futuro, se reconoce dominio ajeno, y tal reconocimiento,
excluye la posesión.

4. Existen salvedades en el ámbito propio de las convenciones, como sería el caso en que
con explicitud rotunda se exprese en el Contrato de Promesa de Compraventa, que se
hace la entrega material acompañada del ánimo de señor y dueño (entrega antelada de
la posesión de la cosa prometida en compraventa), circunstancia que puede generar o
derivar una posesión inmediata, si es inequívoca la declaración de las partes en ese
sentido.

Sólo así se manifestaría el desprendimiento del ánimo de señor o dueño en el


prometiente vendedor, y la voluntad de adquirirlo por parte del futuro comprador.

5. Por fuera de las precedentes hipótesis, puede suceder que si al momento de celebrarse
el Contrato de Promesa de Compraventa se entregó la cosa a título de mera tenencia (Es
decir, no se señaló expresamente en el contrato que se entregaba la cosa a título de
posesión), se presente con posterioridad la INTERVERSIÓN DEL TÍTULO y el mero
tenedor se convierta en poseedor, desconociendo el dominio ajeno con la prueba de
actos de señor y dueño (artículo 777, C.C.), en cuyo caso, tal circunstancia, de suyo
comporta la inobservancia del vínculo obligatorio preliminar.

Aquí la acción no es reivindicatoria, sino la acción resolutoria del contrato por


incumplimiento contractual para que se depreque el cumplimiento del contrato o se
devuelvan las cosas a su estado anterior (restituciones mutuas).

13. POSESIÓN SUMARIA

1. Se refiere a la prueba sumaria (rápida, no sometida a contradicción del propietario) de


que se ostenta la posesión.

2. En ciertos eventos es necesario hacerlo de forma rápida, inmediata.


3. Es diferente a la prueba que se decreta y práctica en el Proceso Judicial de Pertenencia,
en donde es rigurosa, con ciertas formalidades, sometida a contradicción (Prueba
obligatoria-Inspección Judicial).

4. Ejemplo: Para instalar servicios públicos, celebrar acuerdos de pago en la Dirección


Distrital de Impuestos de la Secretaría Distrital de Hacienda (Pago Impuesto Predial
Unificado), celebrar acuerdos de pago en el IDU (Contribución de Valorización), en
ciertos procesos policivos.

5. Generalmente, dos (2) declaraciones extra juicio que den cuenta de los elementos de la
posesión y el tiempo dentro del cual se han desarrollado los mismos, recibos de pago de
servicios públicos de los últimos seis (6) meses, inscripción de la demanda de
pertenencia en el folio de matrícula inmobiliaria en el caso de inmuebles.

14. MEDIDAS CAUTELARES SOBRE LOS DERECHOS DERIVADOS DE LA POSESIÓN

1. Velásquez Jaramillo señala que no pueden decretarse, y para ello aduce una sentencia
del Tribunal de Bogotá de 1983. Valencia Zea ni Ochoa Carvajal tratan el tema.

2. Sin embargo, conforme lo dispuesto en el inciso 2º del artículo 593 del C.G.P., sí puede
solicitarse, decretarse y practicarse el secuestro de los derechos derivados de la
posesión, tanto sobre bienes muebles como inmuebles.

“(…) ARTÍCULO 593. EMBARGOS. Para efectuar embargos se procederá así: (…)”

“(…) 3. El de bienes muebles no sujetos a registro y el de la posesión sobre bienes muebles o


inmuebles se consumará mediante el secuestro de estos, excepto en los casos contemplados
en los numerales siguientes (…)”

3. Los derechos derivados de la posesión son entre otros, los derechos a la detentación o
tenencia del bien, el uso, el goce, la explotación económica, la disposición material, la
disposición jurídica de los derechos derivados de la posesión, la posibilidad de adquirir la
propiedad del bien por el modo de la usucapión, oponerse a la práctica de medidas
cautelares, defender la posesión a través de algunas vías jurídicas, etc.

Estos son derechos susceptibles de valoración económica.

4. Quien los adquiera en el remate estará en la misma situación del poseedor anterior
(artículo 778 del C.C.)

5. Hay que determinar en qué consisten los beneficios, rendimientos o utilidades que está
recibiendo el demandado como resultado de la posesión.

15. INTERRUPCIÓN DE LA POSESIÓN

Puede ser natural o civil.

a. Natural

1. Fundamento legal. Artículo 2523 del C.C.


“(…) ARTICULO 2523. <INTERRUPCION NATURAL DE LA POSESION>.  La interrupción
es natural:

1. Cuando sin haber pasado la posesión a otras manos, se ha hecho imposible el ejercicio
de actos posesorios, como cuando una heredad ha sido permanentemente inundada.

2. Cuando se ha perdido la posesión por haber entrado en ella otra persona.

La interrupción natural de la primera especie no produce otro efecto que el de descontarse


su duración; pero la interrupción natural de la segunda especie hace perder todo el tiempo
de la posesión anterior; a menos que se haya recobrado legalmente la posesión, conforme
a lo dispuesto en el título De las acciones posesorias, pues en tal caso no se entenderá
haber habido interrupción para el desposeído (…)”

2. La interrupción natural de la segunda especie debe interpretarse conforme lo dispuesto


en el artículo 792 del C.C., es decir, que si ésta se recupera a través de cualquier
mecanismo jurídico, ya sea penal, administrativo o civil, incluso si la recuperación es
voluntaria, se entenderá que no se ha interrumpido la posesión;

“(…) ARTICULO 792. <RECUPERACION DE LA POSESION>. El que recupera


legalmente la posesión perdida se entenderá haberla tenido durante todo el tiempo
intermedio (…)”

3. Precisiones y Ejemplos:

a. De la primera forma de interrupción natural.

1. Se interrumpe precisamente porque no se pueden desarrollar actos


posesorios sobre el bien.

2. Se descuenta el tiempo que dure la situación que imposibilita el ejercicio


de la posesión.

3. Debe ser permanente (no una inundación que dura horas).

4. Ejemplos: Inundación de un inmueble, erupción de un volcán.

b. De la segunda forma de interrupción natural.

1. Puede ser causada por fraude, violencia, clandestinidad y otros.

2. Hace perder todo el tiempo de posesión anterior.

3. Puede ser recuperada mediante cualquier mecanismo jurídico, ya sea


penal, administrativo o civil. También aplica la recuperación voluntaria.

Si se recupera por estas vías, el tiempo que no se estuvo en posesión, se


cuenta a favor del poseedor (Artículo 792 del C.C.).

4. Si se recupera la posesión por otros medios como la violencia o


clandestinidad, no se cuenta el tiempo en que estuvo sin la posesión del
bien, ni el anterior, es decir, se pierde la posesión que llevaba.

5. Recuperada legalmente, se entiende que no fue interrumpida. Artículo


792 del C.C.
4. Jurisprudencia. CSJ. SCC. 15-07-2013 – 13-07-2009

“(…) La natural opera cuando para quien se proclama propietario de la cosa se ha hecho
imposible ejecutar los actos posesorios, ya sea a causa de una situación externa
permanente, como por ejemplo la inundación de la heredad, o porque otra persona entró a
detentar la cosa con ánimo de señor y dueño (artículo 2523 ibídem).

El supuesto inicial apareja el descuento obligatorio del tiempo de subsistencia de tal


situación, pero una vez cesa continúa el señorío del poseedor, dado que se considera que
mantuvo en su poder el bien. Y en la otra hipótesis, por el contrario, se pierde todo el
tiempo del poderío anterior, a menos que quien lo detentaba inicialmente lo recobre
legalmente. En este caso se entiende que no ha existido interrupción en su contra.

Sobre el particular, la Sala tiene decantado que el artículo 2523 ibídem “contempla dos
hipótesis diversas, a saber:

(…) En la primera, el respectivo bien no pasa a otras manos, sino que, manteniéndose en
las del poseedor, éste no puede ejercer sobre él actos positivos de señorío pues por una
causa externa, con características de permanencia, ‘[l]a posesión se ha hecho físicamente
imposible’ (Gómez R. José J. Bienes. pág. 453) y, por ende, el tiempo en que subsista tal
situación, no se computa a su favor.

(…) En el segundo supuesto, por el contrario, el poseedor pierde la posesión de la cosa


‘por haber entrado en ella otra persona’, lo que al tiempo traduce que esta segunda forma
de interrupción natural requiere no sólo que el original poseedor no continúe con la
detentación del bien de que se trate, sino que, adicionalmente, es indispensable que quien
lo haya tomado entre en posesión del mismo. Por tanto, para que opere esta forma de
interrupción natural, es necesario que el nuevo detentador de la cosa la tenga bajo su
poder de hecho y con el ánimo o la intencionalidad de hacerla propia o de exteriorizar
respecto de ella el ejercicio del derecho real que aspira consolidar, esto es, con ánimo de
señor o dueño (art.762 del C.C.). Sólo en ese supuesto es que, por una parte, puede
hablarse de la pérdida de la posesión para quien la ejercía en principio” (Sent. Cas. Civ.,
13 de julio de 2009, exp.1999 01248 01) (…)”

b. La Civil

1. Ocurre cuando el propietario del bien o un poseedor de mejor derecho presenta una
demanda ante el operador judicial competente con la finalidad de hacer perder la
posesión que ostenta el poseedor y éste resulta avante en su pretensión (Propietario
obtiene sentencia favorable).

2. Se interrumpe conforme lo prescribe el artículo 94 y 95 de la Ley 1564 de 2012 “CÓDIGO


GENERAL DEL PROCESO”.

“(…) ARTÍCULO 94. INTERRUPCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN, INOPERANCIA DE LA


CADUCIDAD Y CONSTITUCIÓN EN MORA. La presentación de la demanda interrumpe
el término para la prescripción e impide que se produzca la caducidad siempre que el auto
admisorio de aquella o el mandamiento ejecutivo se notifique al demandado dentro del
término de un (1) año contado a partir del día siguiente a la notificación de tales
providencias al demandante. Pasado este término, los mencionados efectos solo se
producirán con la notificación al demandado.

Si fueren varios los demandados y existiere entre ellos litisconsorcio facultativo, los
efectos de la notificación a los que se refiere este artículo se surtirán para cada uno
separadamente, salvo norma sustancial o procesal en contrario. Si el litisconsorcio fuere
necesario será indispensable la notificación a todos ellos para que se surtan dichos
efectos (…)”

3. Eventos en los que en ningún caso se entiende interrumpida


“(…) ARTÍCULO 95. INEFICACIA DE LA INTERRUPCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN Y
OPERANCIA DE LA CADUCIDAD. No se considerará interrumpida la prescripción y
operará la caducidad en los siguientes casos:

1. Cuando el demandante desista de la demanda.

2. Cuando el proceso termine por haber prosperado la excepción de inexistencia del


demandante o del demandado; o de incapacidad o indebida representación del
demandante o del demandado; o no haberse presentado prueba de la calidad de
heredero, cónyuge o compañero permanente, curador de bienes, administrador de
comunidad, albacea y en general de la calidad en que actúe el demandante o se cite al
demandado, cuando a ello hubiere lugar; o de pleito pendiente entre las mismas partes y
sobre el mismo asunto.

3. Cuando el proceso termine con sentencia que absuelva al demandado (POSEEDOR)

4. Cuando el proceso termine por haber prosperado la excepción de compromiso o


cláusula compromisoria, salvo que se promueva el respectivo proceso arbitral dentro de
los veinte (20) días hábiles siguientes a la ejecutoria del auto que dé por terminado el
proceso.

5. Cuando la nulidad del proceso comprenda la notificación del auto admisorio de la


demanda o del mandamiento ejecutivo, siempre que la causa de la nulidad sea atribuible
al demandante.

En el auto que se declare la nulidad se indicará expresamente sus efectos sobre la


interrupción o no de la prescripción y la inoperancia o no de la caducidad.

6. Cuando el proceso termine por desistimiento tácito.

7. Cuando el proceso termine por inasistencia injustificada de las partes a la audiencia


inicial (…)”

3. Jurisprudencia

1. CSJ, SCC. 14-05-1987.

Es toda acción o pretensión judicial iniciada por el propietario en contra del


poseedor, mediante la cual este queda advertido del inequívoco propósito de
aquel propietario de poner término a su renuencia o dejadez en el ejercicio del
derecho y recuperar el corpus que no tiene.

2. CSJ, SCC. 15-07-2013.

“(…) b.-) La de índole civil acaece con la formulación de una demanda encaminada a
hacer perder la posesión, siempre y cuando la notificación del auto admisorio se surta
dentro del término indicado por el legislador.

Claro está, que esa interrupción tiene eficacia en tanto el juicio en que se disputa la
posesión culmine con sentencia estimatoria (FAVORABLE AL PROPIETARIO), de ahí que
la Corte puntualizó que “en los términos de los artículos 2522 y 2523 del Código Civil, esta
[la interrupción] sólo se presenta de manera civil o natural, la primera cuando se pierde por
decisión judicial” (Sent. Cas. Civ., 25 de agosto de 2011, exp.2003 05008 01).

Refiriéndose al fenómeno en comento, la Sala sostuvo:

“no puede pretenderse que cualquier demanda relacionada con el bien objeto de la
prescripción, conlleve la interrupción del término para prescribir. La demanda debe estar
referida a la posesión, debe estar encaminada a eliminar la posesión del bien y por ende a
destruir una de las condiciones necesarias para que por ministerio de la ley tenga lugar la
prescripción adquisitiva.

En otros términos, la demanda debe pretender convencer al presunto poseedor de que su


actuación sobre el bien riñe con los derechos de quien entabla la condigna pretensión
restitutoria. (…)”

4. Ejemplos de acciones: la acción reivindicatoria (propietario), la acción publiciana


(poseedor regular).

c. El embargo, el secuestro y el remate del bien no interrumpen la posesión

1. Generalidades

El quid iuris que se debe determinar en casos como el que ocupa la atención, es si la
medida de embargo y el posterior secuestro interrumpen la posesión y por tanto la
posibilidad de adquirir el derecho real de propiedad por el modo de la Usucapión o
Prescripción Adquisitiva de Dominio.

Sea lo primero indicar que el embargo es una medida cautelar de generalmente se


decreta dentro de un proceso ejecutivo, para garantizar al acreedor demandante, el pago
efectivo de la obligación clara, expresa y exigible que está en mora de cumplir el deudor.

El artículo 593 del C.G.P., consagra la forma de hacer un embargo tratándose de un bien
inmueble. Veamos;

“(…) ARTÍCULO 593. EMBARGOS. Para efectuar embargos se procederá así:

1. El de bienes sujetos a registro se comunicará a la autoridad competente de llevar el


registro con los datos necesarios para la inscripción: si aquellos pertenecieren al afectado
con la medida, lo inscribirá y expedirá a costa del solicitante un certificado sobre su
situación jurídica en un período equivalente a diez (10) años, si fuere posible. Una vez
inscrito el embargo, el certificado sobre la situación jurídica del bien se remitirá por el
registrador directamente al juez (…)”

Ahora bien, el secuestro, en relación con bienes inmuebles, consiste en acudir al bien
inmueble para individualizarlo por sus linderos, área, caracteristicas físicas, etc., y
entregarlo a un auxiliar de la justicia denominado SECUESTRE para garantizar que al
final del proceso, el bien sea entregado al rematante, esto es, a quien participe en la
diligencia de remate y logre que ese derecho se le adjudique.

2. El Embargo del Derecho Real de dominio o propiedad y el Secuestro del bien

Teniendo en cuenta que la única y verdadera posesión es la material, es decir, la que


colleva actos materiales y fisicos sobre el bien, es posible afirmar que el embargo en
nada torpedea esa relación material entre el poseedor y el bien.

Así lo ha sostenido de vieja data la H. Corte Suprema de Justicia, Sala de casación Ciivl;
1. El Dr. José J. Gómez evocando una sentencia de 1955 de la H. Corte Suprema de
Justicia en un artículo académico contenido en la Revista Estudios de Derecho Vol. XVII
No. 51 señaló que;

“(…) la jurisprudencia se orientó más bien a favor de la posesión material como la única y
verdadera posesión. En la sentencia que se comenta, osea la de abril de 1955 se decide
el punto drásticamente a favor de la posesión material como la única y verdadera posesión
y se dice que los artículos que en el código civil hablan de posesión inscrita no tienen
alcance posesorio (…)”

2. En sentencia de cinco (5) de julio de dos mil siete (2007), Magistrado Ponente: Manuel
Isidro Ardila Velásquez, se reitera que la posesión que protege el ordenamiento jurídico
es la material, no sólo para permitir al poseedor defenderla, sino para acudir con éxito al
proceso judicial de pertenencia.

“(…) Así, en memorable sentencia, determinó que la posesión única y verdadera, esto es,
la material, nada tenía que ver con inscripciones en el registro inmobiliario, y de ahí que
las normas que a esta última aludían, como los artículos 789 y 790, entre otros, no tenían
razón de ser en el sistema jurídico colombiano. Porque ellas se oponen radicalmente a
todo el sistema posesorio que trae el código civil, y hasta encara a la propia definición que
de ella trae el artículo 762, que no entra a calificar la posesión, "y no era menester
calificarla", porque si posesión es la tenencia de una cosa, "en esa forma sólo podía
referirse a la material, que es la de la historia, la primera experiencia patrimonial humana,
el primer ensayo de libertad sobre las cosas y el perpetuo señorío del hombre sobre ellas,
en todos los tiempos y lugares".

Idea en torno a la cual señaló más explícitamente aún que "el Código Civil no califica en
parte alguna la 'posesión' sino cuando trata de la 'inscrita', porque el alcance histórico,
humano, social e ideológico de la palabra le da a ésta su contenido esencial de hecho o
fenómeno objetivo y corpóreo" (subrayado ex profeso). Porque es la material "la que
realiza la función social de la propiedad sobre la tierra, asiento de la especie y cumbre de
las aspiraciones de las masas humanas". En cambio, "la posesión inscrita no es nada de
esto, ni logra nada de esto", ya que "la anotación en un libro carece en sí,
intrínsecamente, de los elementos propios de la posesión, porque no es acto material y
menos aún conjunto de actos materiales sobre la cosa, requerido para probar posesión;
no es poder físico, ni esfuerzo ni trabajo, lo único apto para producir los efectos
posesorios; ni obstáculo para que a espaldas de las inscripciones se desarrollen los
hechos y la vida de manera incontenible".

La posesión material es lo preponderante y no puede ser aniquilada, dado que sin ella "no
se concibe la vida humana". Tan legendaria sentencia, que no fue de constitucionalidad,
tuvo sin embargo el poderío suficiente para ser acatada, como ninguna otra, y admitídose
fue por todos que las normas que referían la posesión inscrita no existen en el mundo
jurídico actual. He ahí el fundamento y el peso de un pronunciamiento judicial legítimo y
respetable (Sala de Casación Civil, sentencia de 27 de abril de 1955, XCII, páginas 36 a
38).

3. Bajo esta línea de pensamiento, se reitera que el embargo es una simple inscripción,
de tal medida en el folio de matrícula inmobiliaria, que en nada interfiere con la posesión
material que ostenta el poseedor.

4. En igual sentido, tratándose del secuestro, ha dicho la jurisprudencia de la H. Corte


Suprema de Justicia, que esta medida cautelar no interrumpe la posesión y por tanto la
posibilidad de adquirir el dominio por el modo de la usucapión, porque el secuestre no
funge como poseedor, sino como TENEDOR O ADMINISTRADOR (Artíulo 775 del C.C.),
de manera que esta situación no se enmarca dentro de las causales que consagra el
código civil por las cuales se interrumpe la posesión o se pierde la posesión (art. 2523-
787 del C.C., y artículo 94 y 95 de la Ley 1564 de 2012 “CÓDIGO GENERAL DEL
PROCESO”.).

5. Otros pronunciamientos jurisprudenciales

1. La H. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil en Sentencia de 2009,


recapitulando otras sentencias antereiores, sostuvo que;2

“(…) 7. Dentro de ese contexto es que, como ya lo tiene precisado la Corte, según detalle
que más adelante se verá, se debe descartar que las medidas cautelares de embargo y
secuestro, sea que se adopten en un proceso ejecutivo o en uno de otra naturaleza,
produzcan la interrupción natural de la prescripción adquisitiva.

En efecto, tratándose de bienes raíces es claro que el embargo, por sí solo, no traduce
ninguna imposibilidad física o jurídica para que, quien viene poseyendo el bien en que
recae el mismo, pueda continuar realizando sobre él actos de señorío (num. 1º, art. 2523
C.C.), ni comporta, per se, la pérdida por éste de la posesión (num. 2º, ib.), puesto que
esa particular medida no modifica el carácter de bien comerciable que el mismo ostenta, ni
afecta en nada la aprehensión material de la cosa con ánimo de dueño de quien así la
detente.

Por su parte, el secuestro, en esencia, se contrae a la entrega del bien al auxiliar de la


justicia que se designe, para que lo custodie, conserve o administre, y, posteriormente, lo
entregue a quien obtenga una decisión judicial a su favor (art. 2273 del C.C.), detentación
que realiza como un mero tenedor, reconociendo dominio ajeno (art. 775 del C.C.), de lo
que, al tiempo, se desprende que la detentación de la cosa cautelada por parte del
secuestre, no es a nombre propio, ni con ánimo de señor y dueño.

De lo anterior se colige que la situación que aflora del secuestro tampoco se acomoda a
las previsiones de los referidos numerales 1º y 2º del artículo 2523 del Código Civil, pues
en frente de esta medida cautelar, no surge, necesariamente, la cesación del poder o
señorío que el poseedor tiene sobre el respectivo bien, ni, lo que resulta cardinal, se da
origen a una nueva posesión en cabeza del secuestre o depositario.

8. Esta Corporación, desde el 8 de mayo de 1890, ha señalado que “[e]l embargo no


interrumpe ni la posesión ni la prescripción, porque la ley no ha reconocido esto como
causa de interrupción natural o civil, como puede verse en los artículos 2523 y 2524 del
Código Civil…” (G.J. T. XXII, pág. 376).

Ese criterio lo reiteró en sentencia del 16 de abril de 1913, en la cual, además, señaló que
“el depositario no adquiere la posesión, desde luego que su título es de mera tenencia,
conforme el artículo 775 del Código Civil.

Si el poseedor de la cosa antes de ser depositada en un juicio ejecutivo es el deudor, por


el hecho del depósito no pierde éste la posesión, y lo mismo acontece respecto de un
tercero, si es éste el poseedor. El ánimo de dominio, que es uno de los elementos de la
posesión, no pasa al depositario, y éste tiene en nombre de la persona de cuyo poder se
sacó la cosa mientras ésta no sea rematada. Si así no fuera, bastaría para arrebatar la
posesión de terceros, denunciar sus bienes en juicios ejecutivos y obtener el depósito de
ellos” (G.J. T. XXI, págs. 372 a 377; se subraya).

Posteriormente, mediante fallo adiado el 30 de septiembre de 1954, la Corte insistió en la


precedente tesis y explicó que “„[e]l embargo y depósito de una finca raíz no impide que
se consume la prescripción adquisitiva de ella. Por el embargo no se traslada ni se
modifica el dominio ni la posesión de la cosa depositada; y si bien es cierto que la

2 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, Sala de Casación Civil. Magistrado Ponente: ARTURO SOLARTE
RODRÍGUEZ. Bogotá, D. C., trece (13) de julio de dos mil nueve (2009). Ref.: 11001-3103-031-1999-01248-01.
enajenación de los bienes embargados está prohibida por la ley, bajo pena de nulidad, el
fenómeno de la prescripción es cosa muy distinta de la enajenación. Si la posesión no se
pierde por el hecho del embargo, no hay disposición alguna en el C. C., que se oponga a
la usucapión o prescripción adquisitiva, la cual, por ser título originario de dominio, difiere
esencialmente de la enajenación‟ (Casación, 4 de julio de 1932, XL, 180)” (G.J., T.
LXXVIII, págs. 709 y 710; se subraya).

A su turno, en pronunciamiento del 28 de agosto de 1973, en el cual se casó la sentencia


recurrida, la Sala aseveró que “el secuestro es un título de mera tenencia, como se sigue
de los artículos citados en el cargo: 762, que define la posesión como „la tenencia de una
cosa determinada con ánimo de señor y dueño‟, relación de hecho esencialmente distinta
de la que se origina entre el secuestre y la cosa, en la cual éste tiene a nombre del
propietario; del 775 ib., que llama „mera tenencia la que se ejerce sobre una cosa, no
como dueño, sino en lugar o a nombre del dueño‟; y el 786 ib., según el cual „el poseedor
conserva la posesión, aunque transfiera la mera tenencia…‟”.

Puntualizó luego, que “[s]on inexplicables estas palabras de la Sala sentenciadora: Es


inadmisible por ser contraria a la lógica y a la naturaleza de la institución, la coexistencia
en una misma cosa de dos posesiones distintas y contrapuestas‟. Lo que realmente es
contrario a la lógica y a la institución de la posesión, es suponer que el secuestro -que es
título precario- sea posesión.

El secuestre, por ello, tiene la cosa en lugar y a nombre del poseedor; éste sigue
poseyéndola a través de aquél, y el tiempo del secuestro aprovecha al poseedor, como si
éste ejecutase sobre la cosa los actos materiales que integran el estado posesorio” (se
subraya).

Más adelante, en el mismo proveído, estimó que a no ser por el desacierto en que incurrió
el Tribunal, dicha autoridad “no habría aceptado el secuestro como interrupción de la
posesión, transgrediendo con ello los artículos 778 y 2521 del Código Civil -también
citados por el recurrente, preceptos que prevén la continuidad de la posesión para los
efectos de la usucapión, como en el caso actual, en razón de los títulos registrados que
figuran en autos” (Cas. Civ., sentencia del 28 de agosto de 1973).

En oportunidad más cercana, la Corporación insistió en que ni el embargo, ni el secuestro


de un bien, traducen la interrupción de la prescripción adquisitiva, puesto que “medidas
judiciales de ese linaje constituyen apenas títulos de mera tenencia como lo tiene definido
el artículo 775 del mismo código [civil], luego de los secuestres debe decirse que son
siempre servidores de la posesión ajena, o por mejor expresarlo ejecutores materiales del
señorío posesorio que otros ostentan…” (se subraya).

Adelante observó, que cualquiera sea la modalidad y la finalidad del secuestro practicado,
él “… „se perfecciona con la entrega de la cosa que a título precario hace el juez al
secuestre; y este cesa en sus funciones cuando, en acatamiento de la orden judicial que
así lo dispone, restituye el bien o bienes a quien por derecho corresponda. Durante el
lapso comprendido entre estos extremos, más o menos largo según las contingencias de
la litis, el secuestre está en relación con la cosa a título de mero tenedor y en definitiva
tiene a nombre del propietario o de quien llegue a serlo…‟ (G.J. Tomo CXXXVIII, pág.
351).

Dicho en otras palabras, el secuestro de bienes no tiene de suyo virtualidad para actuar
indefectiblemente como causa determinante de la interrupción natural o civil de una
prescripción en curso, ello por cuanto puede existir plena compatibilidad con la posesión
del prescribiente y el „animus rem sibi habendi‟, por efecto del depósito judicial, no lo
asume el secuestre, siguiéndose de ello, entonces, que recibida del mentado auxiliar la
tenencia física por parte de quien venía poseyendo con anterioridad, la respectiva
situación posesoria se reputa subsistente durante todo el tiempo en que la medida tuvo
efectiva vigencia, habida cuenta que en esas condiciones, en ausencia de prueba positiva
en contrario y por mandato de los artículos 792 y 2523 del Código Civil según se apuntó
con anterioridad, la posesión debe juzgarse legalmente recobrada y por lo tanto
continuada sin interrupción (cfr, Tomo XXII, pág. 372, XL, pág. 180 y CIII pág. 105-106)”
(Cas. Civ., sentencia del 22 de enero de 1993, expediente No. 3524; se subraya).

Mas adelante, en relación con el embargo de un inmueble sobre el que un tercero ejerce
posesión señaló que;

“(…) 4. En cuanto hace a la insatisfacción que halló el a quo respecto del segundo
presupuesto anotado, esto es, se reitera, que el bien objeto de la usucapión reclamada no
sería susceptible de ganarse por prescripción, debido a que las medidas de embargo y
secuestro que lo afectaron, acreditadas con los mencionados oficios, “lo sac[aron] del
comercio” y lo hicieron, por tanto, imprescriptible, propio es notar que dicha conclusión es
contraria a derecho, puesto que, como ya lo tiene dilucidado la Corte, una cosa es que el
artículo 1521 del Código Civil “disponga que habrá objeto ilícito en la „enajenación‟ de las
cosas embargadas por orden judicial, salvo que el juez lo autorice o el acreedor consienta
en ella, y otra, bien distinta, que una medida semejante tenga como efecto la alteración de
la calidad, destinación, o naturaleza jurídica del bien sobre el que ella recae, al punto de
tornarlo en imprescriptible o excluirlo de la órbita del derecho privado, al estilo de lo que
invariablemente ocurre con los bienes fiscales, de uso público, ejidales, parques
naturales, entre otros… Es evidente que cualquier acto de enajenación de un bien
embargado queda viciado de objeto ilícito, mas no lo es que la medida cautelar resulte
opuesta o contraria al fenómeno fáctico de la posesión que sobre él se ejerce, pues tal
cautela no es motivo de interrupción natural o civil, sin que, por lo mismo, tenga el alcance
de coartar o eliminar al poseedor la posibilidad o vocación de adquirir el dominio de la
cosa sobre la que recaen sus acciones…

Por demás, la enajenación tiene una naturaleza diversa a la usucapión y a los hechos
posesorios que la anteceden, habida cuenta que la primera supone generalmente un acto
voluntario de disposición de intereses, mientras que la segunda corresponde al efecto
originario o constitutivo que por ministerio de la ley se produce sobre el dominio de un
bien, siempre que se haya cumplido previamente con una serie de presupuestos modales
y temporales” (Cas. Civ., sentencia de 18 de octubre de 2005, expediente No. 54001-
3103-003-1998-0324-01; se subraya).

Ha de insistirse, entonces, que el efecto previsto en la indicada norma legal, de ser nula la
enajenación que se haga de los bienes embargados, en consideración a que ellos, por
razón de dicha cautela, no obstante ser comerciables por su propia naturaleza, impregnan
de ilicitud los actos de disposición que sobre ellos se realicen, no puede extenderse al
caso de la usucapión, en tanto que la mencionada medida, no impide, ni arrebata la
posesión, con la consecuencia de que no es incompatible con la adquisición de la cosa
cautelada por prescripción.

En definitiva, cabe afirmar que el dominio o propiedad del inmueble materia de la presente
controversia judicial, sí es susceptible de ganarse por prescripción adquisitiva (…)”

2. En otra providencia (CSJ. SCC. MAGISTRADO PONENTE: NICOLAS BECHARA


SIMANCAS. Santafé de Bogotá, Distrito Capital, veintitrés de noviembre de mil
novecientos noventa y nueve. (23/11/1999). Referencia: Expediente N° 5250), se sostuvo
que;

“(…) mayormente si, como lo ha reiterado esta Corporación, la medida de secuestro sobre
un predio no origina per se o necesariamente la interrupción de la posesión que alguien
tenga sobre él. En efecto, así lo dio a entender esta Sala de la Corte en sentencia de 28
de agosto de 1963, cuando reiteró lo expuesto en casaciones de 4 de julio de 1932 (XL,
1887, 180) y 30 de septiembre de 1954 (LXXVIII, 2146, 698), "según las cuales 'ni el
embargo ni el depósito de una finca .implica la interrupción natural ni civil de la
prescripción. El poseedor, sea el deudor o un tercero, no pierde la posesión""; exponiendo
más adelante "A lo cual se agrega que recuperada la tenencia por el demandado, haya
sido o no perdida por él o por alguno de sus antecesores, tal recuperación, en ausencia de
prueba en contrario, debe considerarse legalmente lograda y no interrumpida la posesión,
por consiguiente (art 792 y 2523, última parte, C.C.)" (G.J. Tomos CIII - CIV, Pág. 101)
(…)”

3. En igual sentido, en sentencia de dieciséis (16) de abril de dos mil ocho (2008).
Magistrado Ponente: JAIME ALBERTO ARRUBLA PAUCAR. Referencia: SS-
4128931030022000-00050-01 se señaló que;

“(…) Las medidas cautelares decretadas y practicadas en el proceso ejecutivo, no se


oponen a la mentada prescripción, como lo sostiene el demandante, porque si bien el
inmueble estuvo afectado a las mismas, no se trata de un bien destinado al uso público o
de propiedad de las entidades de derecho público (artículos 2519 del Código Civil y 407-4
del Código de Procedimiento Civil), y porque fuera de que para la época del justo título, el
inmueble se encontraba dentro del comercio, pues ningún embargo aparecía registrado, lo
cierto es que, respecto del demandado poseedor, la traba judicial no lo volvía
incomerciable, dado que no fue adoptada en su contra .

Además, porque el proceso ejecutivo estuvo dirigido a hacer efectiva una obligación y no a
interrumpir la prescripción, con mayor razón cuando, con independencia del acierto, lo que
quedó a salvo en dicha ejecución fue la posesión material del tercero, el ahora
demandado, y no el derecho abstracto del otrora ejecutado, así el inmueble hubiere
estado secuestrado, porque como lo tiene explicado la Corte, “esa medida constituye
apenas título de mera tenencia del secuestre, quien, como tal, es apenas un ejecutor
material, de carácter temporal, de la posesión que otros ostentan, sin que ésta se
interrumpa, per se, con ocasión de su práctica” , amén de que al haberse recuperado la
posesión por quien antes la ejercía, la misma se entiende subsistente durante todo el
tiempo intermedio (artículos 792 y 2523, in fine, del Código Civil) (…)”

3. Remate del Derecho Real de Dominio o Propiedad (Venta Forzada) y la Posesión

Es una forma de adquirir el dominio por la cual una persona adquiere el derecho real de
dominio o propiedad sobre un bien, previa adjudicación en una diligencia de remate.

Al tratarse de una venta forzada, la misma se asimila a la venta del bien voluntaria
(aunque la Doctrina no es pacifica en este punto), habida cuenta que la misma no
interfiere en la relación de hecho, material, fisica que tiene el poseedor con el predio.

En efecto, en nada afecta la posesión material el hecho de hacerse la diligencia de


remate, la adjudicación del derecho dentro de la misma, la posterior aprobación del
mismo, la protocolización en una Escritura Pública y la inscripción en la Oficina de
Registro de Instrumentos Públicos.

16. ADQUISICIÓN DE LA POSESIÓN

1. Originaria o por acto unilateral

1. Cuando voluntariamente se toma en posesión un bien (se empieza a ejercer el poder


físico o de hecho) sin el consentimiento de su propietario, poseedor o mero tenedor. (De
nadie).

2. No hay vínculo jurídico con ningún poseedor anterior, y por tanto, no existe sucesión o
continuación jurídica de la posesión.
3. Ejemplo: el ladrón, el usurpador y el mero tenedor cuando muda su ánimo (interversión
del título). También si la persona pudo ingresar sin violencia al bien, como cuando el
ganado derriba las cercas y el propietario del predio vecino donde se pasó el ganado no
se opuso, o no se conoce quién es y nadie defendió la propiedad.

2. Derivativa

1. Cuando la posesión del adquirente se fundamenta en la posesión de un poseedor


anterior, que se denomina transferente o causante, e implica, si así lo desea el
adquirente, la continuación o sucesión jurídica de la posesión.

2. Puede ser:

1. Por acto entre vivos:

1. Cuando el poseedor transfiere los derechos derivados de la posesión a


cualquier título.

2. Exige que el transferente poseedor se desprenda de la cosa y la entregue


materialmente al adquirente o por cualquiera de las formas de entrega que
hay.

3. Ejemplos: venta de derechos derivados de la posesión, cesión de derechos


derivados de la posesión, donación de derechos derivados de la posesión, el
que adquiere los derechos derivados de la posesión a través de remate judicial
de los mismos. (adquiere la misma situación del poseedor anterior).

2. Mortis causa:

1. Si el causante era poseedor, el heredero puede beneficiarse de todo ese


tiempo anterior de posesión de su causante.

2. La muerte no es causal de interrupción de la posesión, así el heredero tome la


cosa después de pasado un tiempo desde la muerte del causante.

3. Por la Ficción Jurídica (Posesión Legal de los bienes que integran la herencia,
no hay solución de continuidad).

4. El heredero continúa la posesión para efectos de la usucapión.

3. Para que pueda hablarse de una continuación de la posesión en el adquirente, es decir,


que este adquirente sume el tiempo de posesión de su antecesor, se requiere que exista
una sucesión jurídica (relación jurídica sustancial que ate la anterior posesión con la
actual posesión).

La sucesión jurídica en la posesión, exige;

1. Si se trata de la adquisición por acto entre vivos, de un negocio jurídico (verbigracia,


venta de derechos derivados de la posesión).

2. Si se trata de adquisición por causa de muerte, de lo siguiente;


1. Que se haya liquidado la sucesión por vía judicial o notarial, y la que la
hijuela de los derechos derivados de la posesión le sea adjudicada al
heredero (adquirente).

2. Sin embargo, el heredero puede demostrar al operador judicial que


adquirió la posesión de forma derivada, en la modalidad mortis causa, y en
consecuencia, que la posesión continúa sin interrupción en él para que se
sume el tiempo de posesión que llevaba su causante al suyo propio, para
lo cual únicamente deberá demostrar dentro del proceso judicial de
pertenencia su calidad de hijo (Registro Civil de Nacimiento) y la muerte
del causante poseedor (Registro Civil de Defunción).

17. AGREGACIÓN, UNIÓN, ACCESIÓN, INCORPORACIÓN, SUMA O ADICIÓN DE


POSESIONES

1. Fundamento Legal

Artículos 778 y 2521 del C.C.

“(…) ARTICULO 778. <ADICION DE POSESIONES>. Sea que se suceda a título


universal o singular, la posesión del sucesor principia en él; a menos que quiera añadir la
de su antecesor a la suya; pero en tal caso se la apropia con sus calidades y vicios.

Podrá agregarse, en los mismos términos, a la posesión propia la de una serie no


interrumpida de antecesores.

ARTICULO 2521. <SUMA DE POSESIONES>. Si una cosa ha sido poseída


sucesivamente y sin interrupción, por dos o más personas, el tiempo del antecesor puede
o no agregarse al tiempo del sucesor, según lo dispuesto en el artículo 778 (…)”

2. Concepto

Se trata de una figura jurídica voluntaria (el poseedor decide si desea sumar el tiempo de
sus antecesores o no, ya sea que haya adquirido los derechos derivados de la posesión
por acto entre vivos o mortis causa) a través de la cual un poseedor puede sumar a su
tiempo de posesión el tiempo de su antecesor o antecesores.

Es decir, el adquirente de la posesión, ya sea por acto entre vivos o mortis causa, puede
comenzar una posesión nueva o continuar la de sus antecesores, de acuerdo a su
querer. Por ello, debe manifestar el adquirente expresamente que desea continuar con la
posesión de su antecesor. Así lo dispone el artículo 778 del C.C. en concordancia con lo
dispuesto en el artículo 2521 del C.C.

Las posesiones anteriores se adquieren con sus calidades y vicios, precisamente por ello
la suma de posesiones en facultativa, el nuevo poseedor es el que decide si le conviene
sumar o no la posesión de su antecesor. (Más adelante se abordará el tema de los vicios
de la posesión).

3. Requisitos:

1. Existencia de un vínculo jurídico que una o ate al actual poseedor con su antecesor.
Que haya un título idóneo que sirva de puente o vínculo sustancial entre antecesor y
sucesor.
a. Recordar el vínculo jurídico que hay en la posesión derivativa mortis causa y
por acto entre vivos

b. Precisiones

1. Tratándose de la posesión sobre inmuebles, la doctrina y la jurisprudencia


sostenían que el vínculo jurídico en el caso de la adquisición por acto entre
vivos (negocio jurídico de transferencia de los derechos derivados de la
posesión) debía necesariamente hacerse por Escritura Pública para que el
nuevo poseedor pudiese sumar a su posesión la posesión del poseedor
anterior.

A. Sin embargo, la jurisprudencia cambió su línea en el siguiente sentido:

1. CSJ, SCC. 9-07-1999.

La posesión es un hecho no sujeto a registro y por tanto


tampoco lo son los derechos que de ella se derivan, en tanto
que la tradición es uno de los modos de adquirir el dominio.

No se requiere la inscripción de la Escritura Pública de


transferencia de derechos derivados de la posesión, por no
ser tradición.

Tampoco se requiere de Escritura Pública, pues no se trata


de venta de un inmueble, ni de transferencia de dominio,
sino de los derechos derivados de la posesión.

2. CSJ. SCC. 15-04-2009.

La transferencia de los derechos derivados de la posesión,


no está sometida a ninguna formalidad.

No puede exigírsele a la posesión, formalidades reclamadas


para el derecho de dominio o propiedad.

“(…) No tiene por qué mirarse qué cosas son las que se poseen,
cuál es su naturaleza jurídica, para entrar a diferenciar entre
inmuebles y muebles, y por ahí derecho exigir que el negocio
asuma las características y las formas que en cada caso son
pertinentes; ni que, si de posesión de bien raíz se trata, como
venía señalándolo la jurisprudencia que hoy se rectifica, la
transmisión por venta asuma la formalidad de la escritura pública,
según la preceptiva del artículo 1857 in fine.
No está bien entremezclar la transmisión de la simple posesión
con la transmisión del derecho de dominio. El que vende posesión
no está vendiendo en realidad la cosa misma; está autorizando
apenas a que otro haga lo que él ha hecho hasta ahí, como es
ejercer el poder de hecho; lo que se persigue así es la venia para
poder hacer sobre la cosa, y no para hacerse jurídicamente a la
cosa (…)”

B. Excepción. Posesión Regular.

Si la posesión anterior es una posesión regular (Justo Título +


Buena Fe), debido a que el poseedor anterior no sólo ostento el
animus y el corpus, sino que además tiene Justo Título (celebró
contrato de compraventa del derecho de dominio pero nunca lo
llevó la Escritura Pública a la Oficina de Registro de Instrumentos
Públicos para inscribirla en el Folio de Matrícula Inmobiliaria o fue
devuelta por la ORIP) y Buena Fe, esa posesión regular puede
sumarse a la nueva, pero se requiere que la transferencia de los
derechos derivados de la posesión se haga por Escritura Pública.
El nuevo poseedor será entonces considerado como poseedor
regular.

2. Las posesiones que se pretenden sumar tienen que ser contiguas o sucesivas y no
interrumpidas. Que antecesor y sucesor hayan ejercido la posesión de manera
ininterrumpida.

1. Sólo puede sumarse la posesión de su inmediato antecesor (quien le transfiere o


transmite los derechos derivados de la posesión), y eventualmente si pretende
beneficiarse del tiempo de posesión de otros poseedores anteriores, debe
expresamente señalarlo, pero siempre de forma contigua.

2. Verbigracia. PEDRO posee un inmueble durante 3 años, luego le transfiere los


derechos derivados de la posesión a JUAN, quien posee durante 2 años, JUAN
transfiere los derechos derivados de la posesión a JOSÉ, quien posee durante 4
años, luego JOSÉ le transfiere los derechos derivados de la posesión a MIGUEL,
quien posee durante 6 años, y MIGUEL le transfiere los derechos derivados de la
posesión a OSCAR.
Para que OSCAR pueda sumar todas esas posesiones anteriores, en cada caso,
debe demostrar el cumplimiento de todos los requisitos para la suma de posesiones, y
sólo se podrá hacer en orden cronológico, es decir, demostrando los requisitos desde
su inmediato poseedor antecesor, y así sucesivamente hacía atrás, primero Miguel,
luego José, luego Juan y por último Pedro.

3. Que haya habido entrega del bien, lo cual descarta entonces la situación de hecho
derivada de la usurpación o el despojo, precisamente porque allí no hay vínculo jurídico

4. Efectos y precisiones

1. La finalidad de la figura es sumar el tiempo de posesión del anterior poseedor, al


tiempo de posesión que lleve el nuevo poseedor, ya sea que pretenda completar el
tiempo necesario para adquirir por prescripción o para poder ejercer las acciones
posesorias, ya que algunas de estas acciones exigen llevar un tiempo mínimo de
posesión (último inciso del artículo 976 del C.C.).

2. Conforme los artículos 764 inc. 2 y 768 del C.C., la buena fe se aprecia en el
momento de la adquisición de la posesión.
3.1 Si el transferente poseedor, es poseedor de mala fe (ladrón-usurpador) y el
adquirente ignorando esta circunstancia entiende que adquiere del poseedor
legítimo, este adquirente será considerado como poseedor de buena fe.

3.2 Cuando el transferente es mero tenedor, pero traicionando la confianza del


propietario transfiere el poder de hecho, y el adquirente ignorando esta
circunstancia entiende que adquiere del poseedor legítimo, este adquirente será
considerado como poseedor de buena fe.

3. Debe demostrarse dentro del proceso judicial de declaración de pertenencia no sólo


la posesión que ejerce el nuevo poseedor, sino la que ejerció el anterior poseedor o
anteriores poseedores, así;

1. Una posesión efectiva sobre el bien.


2. Una Posesión pública, no clandestina
3. Una posesión pacífica, no violencia
4. Una Posesión quieta e ininterrumpida

Si el poseedor antecesor, recibió la posesión de un poseedor anterior, y el nuevo


poseedor pretende beneficiarse de esas posesiones anteriores, deberá demostrar la
existencia de todos los tres (3) requisitos en cada caso.

18. VENTA DE LOS DERECHOS DERIVADOS DE LA POSESIÓN

1. Es un contrato que consiste en enajenar los derechos derivados de la posesión que se


ejerce sobre un bien mueble o inmueble a un tercero.

2. No requiere ninguna formalidad o solemnidad.

3. Así se trate de bienes inmuebles, puede hacerse por documento privado

1. CSJ. SCC. 6-09-2012

“(…) (iv) La jurisprudencia sostiene que a la posesión no le son aplicables las normas
sobre transmisión de los derechos reales, ni sus requisitos. Así, lo explicó en el fallo de 5
de julio de 2007 dictado en el expediente N°1998 00358 01, en el que, en síntesis, asentó:
“…No está bien entremezclar la transmisión de la simple posesión con la transmisión del
derecho de dominio; el artículo 1857 se refiere a los títulos traslaticios de dominio, que es
asunto extraño al fenómeno posesorio. El que vende posesión no está vendiendo en
realidad la cosa misma; está autorizando apenas a que otro haga lo que él ha hecho hasta
ahí, como es ejercer el poder de hecho; lo que se persigue así es la venia para poder
hacer sobre la cosa, y no para hacerse jurídicamente a la cosa (…)”

2. CSJ, SCC. 5-07-2007.

“(…) La venta de los derechos derivados de la posesión no puede estar sometida a


ninguna solemnidad, como si fuera venta de propiedad inmueble, de manera que puede
hacerse por documento privado (…)”

4. No es título traslaticio de dominio (título susceptible de transferir propiedad).

5. La posesión principia en la persona que recibe el bien y desde que empiece a ostentar el
animus domini y corpus, aunque si quiere sumar la de su antecesor debe reunir los
requisitos previsto para la suma de posesiones.
6. Si eventualmente el Contrato de Venta de Derechos derivados de la Posesión que se
ejerce sobre un bien inmueble se hace por Escritura Pública, en principio no puede
inscribirse en el Folio de Matrícula Inmobiliaria del respectivo bien.

7. Sin embargo, puede inscribirse en el Folio de Matrícula Inmobiliaria del respectivo bien, si
existe un antecedente registral, esto es, si en el sistema antiguo de registro o en el nuevo
de folios reales aparece una posesión inscrita antes de 1970.

“(...) SUPERINTENDENCIA DE NOTARIADO Y REGISTRO. Concepto sobre Certificado


de Tradición y Certificado de sana y pacífica posesión. Concepto número 13913 de 2004
agosto 18. Concepto sobre Falsa tradición y sexta columna. Concepto número 14636 de
2004 agosto 24 

Ahora bien debe advertirse que en la actualidad al ser la posesión un hecho y no un


derecho, los actos que versen sobre ella no están sujetos a registro. Sin embargo con
respecto a la posesión y su inscripción existe una excepción; amparada en los registros
que se efectuaron antes de 1970, lo que significa que si la posesión tiene antecedente
registral, no debe desconocerse y los posteriores actos que se realicen continuarán
registrándose en la sexta columna del folio de matrícula respectivo según el caso; sin
embargo dichos actos deben provenir del poseedor. Vr. gr. compraventa de posesión,
cesión de posesión, etc. (…)”

8. Se puede inscribir la posesión en la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos


mediante un procedimiento notarial para generar una posesión regular (SUI GENERIS).

Ley 1183 de 2008

“(…) ARTÍCULO 1o. DECLARACIÓN DE LA POSESIÓN REGULAR.  Los poseedores


materiales de inmuebles urbanos de estratos uno y dos  que carezcan de título inscrito,
podrán solicitar ante notario del círculo donde esté ubicado el inmueble, la inscripción de
la declaración de la calidad de poseedores regulares de dichos bienes, a fin de quedar
habilitados para adquirir su dominio por prescripción ordinaria, de acuerdo con la ley y en
los términos y plazos señalados por la Ley 791  de 2002 y las leyes especiales que
reglamentan el dominio de los bienes considerados Vivienda de Interés Social, VIS.

En caso de presentarse oposición durante cualquier etapa de la actuación ante el notario,


se ordenará el archivo de las diligencias (…)”

19. PÉRDIDA DE LA POSESIÓN

1. Por el desprendimiento involuntario de la cosa

1. Fundamento legal. – Artículo 787 – Ingresa persona con ánimo de poseedor.

(…) ARTICULO 787. <PERDIDA DE LA POSESION>. Se deja de poseer una cosa desde
que otro se apodera de ella, con ánimo de hacerla suya; menos en los casos que las leyes
expresamente exceptúan (…)”

2. Aunque si se recupera legalmente (acciones jurídicas), se entiende que estuvo en


posesión todo el tiempo de manera ininterrumpida.
“(…) ARTICULO 792. <RECUPERACION DE LA POSESION>. El que recupera
legalmente la posesión perdida se entenderá haberla tenido durante todo el tiempo
intermedio (…)”

3. Ejemplos: hurtos, usurpación, invasiones, violencia.

2. Por el desprendimiento voluntario de la cosa

1. Cuando unilateralmente se abandona la posesión, se abandona el poder material,


físico, sin interesarle quién lo tome. No produce sucesión jurídica en la posesión, y por
tanto, quien toma el bien, comienza una posesión nueva.

2. También cuando se entrega voluntariamente el bien a otra persona, en los casos en


los que se transfieren los derechos derivados de la posesión a cualquier título (venta
de derechos derivados de la posesión, permuta de los derechos derivados de la
posesión, donación de los derechos derivados dela posesión, etc.).

3. Abandono de la posesión en el desplazamiento forzado. Ley 387 de 1997.

1. Concepto de desplazado

Toda persona que se ha visto forzada a migrar dentro del territorio nacional
abandonando su localidad de residencia o actividades económicas habituales,
porque su vida, su integridad física, su seguridad o libertad personales han sido
vulneradas o se encuentran directamente amenazadas, con ocasión de cualquiera
de las siguientes situaciones: Conflicto armado interno, disturbios y tensiones
interiores, violencia generalizada, violaciones masivas de los Derechos Humanos,
infracciones al Derecho Internacional Humanitario u otras circunstancias
emanadas de las situaciones anteriores que puedan alterar o alteren
drásticamente el orden público.

2. ¿Qué pasa si ese desplazado era poseedor de un bien?

(…) ARTICULO 27. DE LA PERTURBACION DE LA POSESION. La perturbación de la


posesión o abandono del bien mueble o inmueble, con motivo de una situación de
violencia que obliga al desplazamiento forzado del poseedor, no interrumpirá el término
de prescripción a su favor.

El poseedor interrumpido en el ejercicio de su derecho informará del hecho del


desplazamiento a la Personería Municipal, Defensoría del Pueblo, Procuraduría Agraria, o
a cualquier entidad del Ministerio Público, a fin de que se adelanten las acciones judiciales
y/o administrativas a que haya lugar (…)”

En este evento, la posesión que venía ejerciendo ese desplazado se tiene como
no interrumpida, suspendida o perdida.

20. POSESIÓN INSCRITA

1. Artículos del Código Civil que se refieren a ella

1. ARTICULO 785. <POSESION DE BIENES SUJETOS A REGISTRO>. Si la cosa es de


aquellas cuya tradición deba hacerse por inscripción en el registro de instrumentos
públicos, nadie podrá adquirir la posesión de ellas <sic> sino por este medio.
2. ARTICULO 789. <CESACION DE LA POSESION INSCRITA>. Para que cese la
posesión inscrita, es necesario que la inscripción se cancele, sea por voluntad de las
partes, o por una nueva inscripción en que el poseedor inscrito transfiere su derecho a
otro o por decreto judicial.

Mientras subsista la inscripción, el que se apodera de la cosa a que se refiere el título


inscrito, no adquiere posesión de ella, ni pone fin a la posesión existente.

3. ARTICULO 790. <POSESION NO INSCRITA>. Si alguien, pretendiéndose dueño, se


apodera violenta o clandestinamente de un inmueble cuyo título no está inscrito, el que
tenía la posesión la pierde.

4. ARTICULO 980. <PRUEBA DE POSESION DE DERECHOS INSCRITOS>. La


posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción, y mientras ésta subsista y
con tal que haya durado un año completo, no es admisible ninguna prueba de posesión
con que se pretenda impugnarla.

5. ARTICULO 2526. <PRESCRIPCION ADQUISITIVA CONTRA TITULO


INSCRITO>. Contra un título inscrito no tendrá lugar la prescripción adquisitiva de bienes
raíces, o derechos reales constituidos en éstos, sino en virtud de otro título inscrito, ni
empezará a correr sino desde la inscripción del segundo.

2. ¿Es necesaria la inscripción de la posesión en el folio de matrícula inmobiliaria


(FMI) del bien inmueble, para poder ser poseedor de un bien inmueble?

1. Bastaba entonces la inscripción de la posesión en el folio de matrícula


inmobiliaria y el poseedor inscrito podía cruzarse de brazos.

2. Dos (2) sentencias, la primera de 1937 y la segunda de 1955, empezaron a


terminar la posesión inscrita y sostener que la verdadera posesión es la material, y
aunque los artículos siguen presentes en el código, la jurisprudencia los dejó
solamente con valor histórico.

3. Jurisprudencia

a. Son:

1. CSJ, SCC. 24 de julio de 1937.

2. CSJ, SCC. 27 de abril de 1955.

3. CSJ, SCC. 16 de abril de 2008.

b. Conclusiones extraídas de las sentencias;

1. Entre la posesión material y la llamada inscrita no hay conflicto,


ya que la material prevalece sobre la inscrita.

2. La inscripción de títulos (contratos en los que se transfieran a


cualquier título los derechos derivados de la posesión) carecen de
contenido y alcance posesorios.

3. Las normas que refieren a la posesión inscrita no existen en el


mundo jurídico actual.
4. La posesión inscrita a que aluden los artículos 785, 789 y 790 del
Código Civil, entre otros, no tiene razón de ser, porque si por
definición la posesión es la tenencia de una cosa determinada
(artículo 762 ibídem), sin calificarla, el ordenamiento positivo “ solo
hace referencia a la material”.

5. La posesión inscrita no es un poder físico, ni esfuerzo ni trabajo,


lo único apto para producir los efectos posesorios; ni obstáculo para
que a espaldas de las inscripciones que se hagan de negocios
jurídicos (venta de derechos derivados de la posesión, venta del
derecho real de propiedad), la posesión material siga teniendo
lugar.

6. Inscripción y posesión, no pueden unificarse, porque una nota en


libros de registro nunca podrá ser una relación de hecho, material,
inmediata y directa; la sujeción física de una cosa al hombre, los
actos de goce y transformación con que hace rendir los bienes,
utilidades y beneficios.

7. La inscripción en el folio de matrícula inmobiliaria tampoco es


prueba que el adquirente hubiera entrado en posesión real y
efectiva del inmueble, dado que en el derecho colombiano la
posesión demanda acreditar actos materiales, físicos.

21. CLASIFICACIÓN DE LA POSESIÓN

1. Regular – Genera la posibilidad de que el poseedor invoque la Prescripción Ordinaria (Menos


tiempo)

1. Fundamento Legal. Artículo 764 del C.C.

“(…) ARTICULO 764. <TIPOS DE POSESION>. La posesión puede ser regular o irregular.

Se llama posesión regular la que procede de justo título y ha sido adquirida de buena fe,
aunque la buena fe no subsista después de adquirida la posesión.
Se puede ser, por consiguiente, poseedor regular y poseedor de mala fe, como viceversa,
el poseedor de buena fe puede ser poseedor irregular (…)”

2. Es la que está acompañada de JUSTO TÍTULO y BUENA FE. Concurrentes.

3. Conduce a la Prescripción Adquisitiva de Dominio Ordinaria.

4. JUSTO TÍTULO.

1. Fundamento legal. Artículo 765 del C.C.

“(…) ARTICULO 765. <JUSTO TITULO>. El justo título es constitutivo o traslaticio


de dominio. Son constitutivos de dominio la ocupación, la accesión y la
prescripción.

Son traslaticios de dominio los que por su naturaleza sirven para transferirlo, como
la venta, la permuta, la donación entre vivos. Pertenecen a esta clase las
sentencias de adjudicación en juicios divisorios y los actos legales de partición.

Las sentencias judiciales sobre derechos litigiosos no forman nuevo título para
legitimar la posesión.

Las transacciones en cuanto se limitan a reconocer o declarar derechos


preexistentes no forman un nuevo título; pero en cuanto transfieren la propiedad
de un objeto no disputado constituyen un título nuevo (…)”

2. Critica al artículo. El artículo es errado por cuanto;

1. No son títulos constitutivos de dominio (la ocupación, la accesión y la


prescripción), sino modos de adquirir el dominio.

2. No se denominan títulos traslaticios de dominio (la venta, la permuta, la


donación entre vivos), sino títulos susceptibles de transferir propiedad,
ya que en Colombia no se adquiere la propiedad únicamente con el
título.

3. Las sentencias judiciales en procesos divisorios (proceso divisorio-


copropiedad-no acuerdo) o los actos legales de partición (división
material-licencia de división-acuerdo) tampoco son títulos traslaticios de
dominio ya que solo declaran como queda dividido un derecho que ya
existe.

3. Jurisprudencia

a. CSJ., SCC. 04-02-2013. – 16-04-2008

1. El justo título es todo hecho o acto jurídico que por su naturaleza


y por su carácter de verdadero y válido, sería apto para transferir el
dominio.

Contrato susceptible, apto, con vocación de transferir propiedad.

2. Debe reunir los requisitos de existencia y validez.


Es decir, para que sea título justo no debe adolecer de nulidad
absoluta o relativa. Especialmente revisarse las posibles causas de
nulidad absoluta (obligación juez declarar de oficio), que son;
incapacidad absoluta para obligarse, objeto ilícito, causa ilícita, falta
de solemnidades necesarias para la existencia del contrato.

Ejemplo: Venta de un inmueble ajeno hecha por documento


privado-título no justo porque adolece de nulidad absoluta por falta
de formalidades).

3. Es justo cuando al unírsele el modo correspondiente, puede


transferir la propiedad.

4. Ejemplo: Venta de cosa ajena (artículo 1871 del C.C.), válida en


Colombia, a la que si se le une el modo, transfiere propiedad.

Pero recuérdese que este contrato no transfiere la propiedad,


porque sólo puede hacer el Modo de la Tradición el verdadero
propietario.

5. Si se trata de una Escritura Pública de Venta de cosa ajena, no


se exige como el inc. 3 del artículo 764 que medie tradición en el
sentido de inscribir el título en la oficina de registro de instrumentos
públicos, sino la entrega material del bien (Aunque se inscribe en la
casilla de venta de cosa ajena, no en la de propiedad.

Así, para hablar de posesión regular no se requiere que el justo


título sea inscrito en la Oficina de Registro de Instrumentos
Públicos.

b. CSJ., SCC.1-08-2001

1. Por justo título se entiende el que tiene existencia jurídica, el


título legal. Ejemplo: si se trata de un inmueble, necesariamente
debe constar en una Escritura Pública.

2. J. Gómez. Justo cuando en su perfeccionamiento se cumplen


todas las exigencias de la ley, e injusto en caso contrario. Decir
título justo es decir título legal; decir título injusto es título contrario a
la ley.

c. CSJ., SCC.4-07-2002

“(…) Para que la posesión sea calificada como regular es indispensable


que el justo título que se esgrima, cuando de traslaticio se trate, esté
referido, ahí si al dominio mismo.

Por consecuencia, no puede haber justo título en quien celebra un negocio


jurídico que, por su propia naturaleza, le indica de ante mano que el objeto
de las trasmisión no es la misma cosa, sino cuestiones distintas, como lo
son, para citar un ejemplo, las meras acciones y derechos sobre la cosa.
Porque solamente es justo título el que hace creer razonablemente en
que se está recibiendo la propiedad, y que si a la postre, a pesar de esa
carencia fundada, no alcanzó la propiedad, se debió, antes que por
defecto del título, a la falencia en la tradición (…)”

d. CSJ., SCC. 23-09-2004

4. El Contrato de Promesa de Compraventa no es Justo Título, ni la venta, cesión,


donación de derechos derivados de la posesión, así como tampoco la venta o
cesión de derechos herenciales o acciones y derechos sucesorales. CSJ., SCC.
05-07-2007.

5. Si se trata de un bien inmueble el justo título debe constar en Escritura Pública.

6. Títulos injustos - Artículo 766 del C.C. – Los que no estén acá son títulos justos.

“(…) ARTICULO 766. <TITULOS NO JUSTOS>. No es justo título:

1o.) El falsificado, esto es, no otorgado realmente por la persona que se pretende.

2o.) El conferido por una persona en calidad de mandatario o representante legal


de otra, sin serlo.

3o.) El que adolece de un vicio de nulidad, como la enajenación, que debiendo ser
autorizada por un representante legal o por decreto judicial, no lo ha sido.

4o.) El meramente putativo, como el del heredero aparente que no es en realidad


heredero; el del legatario, cuyo legado ha sido revocado por un acto testamentario
posterior, etc.

Sin embargo, al heredero putativo a quien por decreto judicial se haya dado la
posesión efectiva, servirá de justo título el decreto; como al legatario putativo el
correspondiente acto testamentario, que haya sido judicialmente reconocido (…)”

5. BUENA FE

1. Fundamento Legal

“(…) ARTICULO 768. <BUENA FE EN LA POSESION>. La buena fe es la


conciencia de haberse adquirido el dominio de la cosa por medios legítimos
exentos de fraudes y de todo otro vicio.

Así, en los títulos traslaticios de dominio, la buena fe supone la persuasión de


haberse recibido la cosa de quien tenía la facultad de enajenarla y de no haber
habido fraude ni otro vicio en el acto o contrato.
Un justo error en materia de hecho, no se opone a la buena fe.

Pero el error, en materia de derecho, constituye una presunción de mala fe, que
no admite prueba en contrario.

ARTICULO 769. <PRESUNCION DE BUENA FE>. La buena fe se presume,


excepto en los casos en que la ley establece la presunción contraria.

En todos los otros, la mala fe deberá probarse (…)”

2. Es la conciencia seria y firme de haberse adquirido la propiedad o los derechos


derivados de la posesión, del verdadero titular de esos derechos, y de obrar por
medios legítimos, exentos de fraude y todo tipo de vicio.

3. Tiene que partir de la base de un título o al menos de la creencia seria de que


existe ese título.

4. Se presume. Es decir, al poseedor con justo título, se le presume la buena fe.

5. Se mira al comenzar la posesión, por lo que es indiferente que subsista o no


después de adquirida ya sea originariamente o derivativamente.

6. Para desvirtuar la presunción de buena fe posesoria, se necesita probar que hubo


“fraude u otro vicio en el acto o contrato” (artículo 768, inciso 2º del Código Civil).

7. La posesión regular va íntimamente ligada a la buena fe exenta de culpa la cual,


en materia de adquisición de inmuebles se patentiza, en un ánimo superior del de
simple detentación, esa buena fe, ha de examinarse a la luz del examen del
negocio jurídico traslaticio de dominio, de suerte que cuando una persona va a
adquirir un bien mediante cualquier título traslaticio, compraventa, permuta,
donación, etc., mira que en su tradente existan los elementos constitutivos de la
propiedad, es decir, un título no viciado y la tradición que en el caso de bienes
inmuebles es la inscripción de título en la Oficina de Registro de Instrumentos
Públicos.

Si el adquiriente de la posesión en dicho examen, observa que quien aparece


como titular del derecho de dominio es su tradente, puesto que en el registro de
instrumentos públicos aparece como tal, está adquiriendo una posesión de buena
fe exenta de culpa, ya que cualquier persona prudente y diligente, hasta el más
connotado jurista puesto en las mismas circunstancias, incurriría en el mismo error
si a la larga resulta que el tradente no es el verdadero dueño, por ejemplo, que su
causahabiente adquirió el bien mediante un título simulado o viciado de nulidad
que no se exterioriza en el título traslaticio.

8. El artículo 768 del C.C. señala que si hay justo error sobre un punto de hecho
(celebrar un contrato de venta con una persona de 17 años, pensando que es
mayor de edad, comprar el bien o cosa en corferias a una persona que
posteriormente se demuestra que era la propietaria, etc.), este error no se opone
a la buena fe.

En este punto debe tenerse en cuenta que para valorar si el error es justo o no,
debe tratarse de un error que hubiese cometido cualquier persona por diligente
que fuera, es un error en el que se incurre a pesar de haber tenido una diligencia
normal un cuidado normal, no se trata de un error cometido por ligereza,
negligencia o falta de cuidado.
Empero, si se trata de un justo error en materia de derecho (afirmar el comprador
que no sabía que celebrar negocios jurídicos con menores de edad no era válido,
que no conocía que tratándose de inmuebles la tradición se verifica con la
inscripción en el folio de matrícula inmobiliaria de la Escritura Pública contentiva
del acto jurídico a través del cual se enajena la propiedad), constituye mala fe. La
ignorancia de la ley no es excusa.

Esta presunción de mala fe, es de derecho y por tanto, no admite prueba en


contrario, y que consiste en tener al poseedor, como poseedor de mala fe.

2. Irregular – Genera la posibilidad de que el poseedor invoque la Prescripción Extraordinaria


(más tiempo)

1. Fundamento legal

“(…) ARTICULO 770. <POSESION IRREGULAR>. Posesión irregular es la que carece de


uno o más de los requisitos señalados en el artículo 764 (…)”

2. Cuando al poseedor le falta el justo título o la buena fe, o carece de ambos.

3. Conduce a la PADE

4. La posesión irregular es aquella a la que le falta uno de los elementos para ser
regular, esto es, la buena fe o el justo título, o le faltan ambos.

3. Mal llamadas Posesiones Viciosas

1. Fundamento Legal

“(…) ARTICULO 771. <POSESIONES VICIOSAS>. Son posesiones viciosas la violenta y


la clandestina (…)”

2. Clases

2.1 Posesión Violenta:

1. Es la que se adquiere por fuerza actual o inminente. Artículo 772 del C.C.

2. La fuerza puede ser inicial, es decir, al momento de adquirirla o posterior


frente al propietario o un poseedor de mejor derecho que regresa al bien y
es rechazado por violencia.

3. Acá debe tenerse en cuenta que si el propietario regresa varios años


después, no puede hablarse de una posesión violenta.

4. Sólo quien fue víctima de violencia puede invocarla, es decir, el poseedor


debe ejercerla en contra del propietario o poseedor de mejor derecho, ya
que si se ejerce sobre un tercero que nada tiene que ver con el propietario,
no será una posesión violenta.

5. Sólo a partir de haber cesado la violencia se puede empezar a contar el


término para usucapir o para ejercer las acciones posesorias.

6. Sujeto Activo
1. Un tercero que ingresa o empieza a ostentar la calidad de poseedor
mediante la fuerza.

2. Trabajadores de ese tercero, con su consentimiento inmediato o


posterior.

7. Sujeto Pasivo

1. Propietario

2. Poseedor

3. Mero tenedor

“(…) ARTICULO 774. <POSESION VIOLENTA Y CLANDESTINA>. Existe el vicio


de violencia, sea que se haya empleado contra el verdadero dueño de la cosa, o
contra el que la poseía sin serlo, o contra el que la tenía en lugar o a nombre de
otro.

Lo mismo es que la violencia se ejecute por una persona o por sus agentes, y que
se ejecute con su consentimiento, o que después de ejecutada se ratifique
expresa o tácitamente.

Posesión clandestina es la que se ejerce ocultándola a los que tienen derecho


para oponerse a ella (…).

2.2 Posesión Clandestina

1. Es la que se ejerce ocultándola a quien tiene derecho para oponerse a ella.

2. Cuando no se ejerce de forma pública, notoria.

3. Cuando termine el ocultamiento podrá empezarse a contar el término para


usucapir o la ejercer las acciones posesorias.

3. Son relativas habida consideración que sólo puede alegar el vicio, la persona que tiene
derecho a oponerse a la posesión y frente al cual se ejercieron (propietario o poseedor de
mejor derecho).

4. Son mal llamadas posesiones, habida cuenta que no tienen efectos de verdadera
posesión.

22. PROTECCIÓN DE LA POSESIÓN

1. ACCIÓN DE TUTELA. H. Corte Constitucional. Sentencias T-406/91, T-428/92, T-


494/92 y T-078/93

2. MEDIANTE LA DEFENSA DIRECTA O LEGÍTIMA DEFENSA

1. Recordar posesiones viciosas

“(…) ARTICULO 771. <POSESIONES VICIOSAS>. Son posesiones viciosas la violenta y


la clandestina.
ARTICULO 772. <POSESION VIOLENTA>. Posesión violenta es la que se adquiere por la
fuerza.

La fuerza puede ser actual o inminente.

ARTICULO 773. <VIOLENCIA POR ADQUISICION EN AUSENCIA DEL DUEÑO>. El que


en ausencia del dueño se apodera de la cosa y volviendo el dueño le repele es también
poseedor violento.

ARTICULO 774. <POSESION VIOLENTA Y CLANDESTINA>. Existe el vicio de violencia,


sea que se haya empleado contra el verdadero dueño de la cosa, o contra el que la poseía
sin serlo, o contra el que la tenía en lugar o a nombre de otro.

Lo mismo es que la violencia se ejecute por una persona o por sus agentes, y que se
ejecute con su consentimiento, o que después de ejecutada se ratifique expresa o
tácitamente.

Posesión clandestina es la que se ejerce ocultándola a los que tienen derecho para
oponerse a ella (…)”.

2. El poseedor que sea atacado violentamente (privado de la posesión total o parcial o


perturbado en su posesión) a través de formas ilegitimas e ilícitas (comisión de delitos),
tiene la posibilidad de auto defenderse legítimamente con sus propias fuerzas, es decir, el
poseedor tiene derecho a repeler por la fuerza todo acto de usurpación, perturbación,
invasión o de hurto.

3. Este derecho se conoce en el ámbito penal como la LEGITIMA DEFENSA, que es uno
de los eximentes de responsabilidad penal, y debe reunir unos requisitos;

3.1 El despojo o la perturbación debe ser actual o inminente.

3.2 La fuerza empleada por el poseedor debe ser proporcional (si es por fuerza
física, no podrá utilizar un arma de fuego y atacar a los sujetos activos de las
conductas violentas).

3.3 El empleo de la fuerza para la recuperación debe ser inmediato, de manera


que no podrá el poseedor ir a buscar ayuda o armas para defenderse.

4. Fundamento Legal. Ley 599 de 2000. Código Penal

“(…) ARTICULO 32. AUSENCIA DE RESPONSABILIDAD. <Ver Notas del Editor> No


habrá lugar a responsabilidad penal cuando (…)”

“(…) 6. Se obre por la necesidad de defender un derecho propio o ajeno contra injusta
agresión actual o inminente, siempre que la defensa sea proporcionada a la agresión.

Se presume la legítima defensa en quien rechaza al extraño que, indebidamente, intente


penetrar o haya penetrado a su habitación o dependencias inmediatas (…)”

5. No se exige un tiempo mínimo de posesión, pero el poseedor debe ser un poseedor


quieto, público, pacifico, ininterrumpido, inmediato, efectivo, etc.
3. MEDIANTE LA INTERPOSICIÓN DE UNA DENUNCIA PENAL

1. El poseedor (recuerde que se reputa o presume propietario) tiene derecho a interponer


ante la Fiscalía General de la Nación la denuncia respectiva por los delitos de;

1. Si se trata de muebles.

1. Por el delito de hurto (Art. 239 y s.s. del Cód. Penal).

2. Daño en bien ajeno (Art. 265 del Cód. Penal).

2. Si se trata de inmuebles.

1. Usurpación de Inmuebles (Art. 261 del Cód. Penal).

2. Invasión de Tierras o Edificaciones (Art. 263 del Cód. Penal).

3. Perturbación de la Posesión sobre Inmueble (Art. 264 del Cód.


Penal).

4. Daño en bien ajeno (Art. 265 del Cód. Penal).

2. No se exige un tiempo mínimo de posesión, pero el poseedor debe ser un poseedor


quieto, público, pacifico, ininterrumpido, inmediato, efectivo, etc.

3. Tener en cuenta la prescripción de la Acción Penal (Diferente de la Prescripción de la


Pena).

4. MEDIANTE LA RESPECTIVA QUERELLA POLICIVA O ACCIÓN DE POLICÍA (por


despojo o perturbación (Poseedor Molestado-incomodado))

Actualmente regulado por la Ley 1801 de 2016 “Código Nacional de Policía y


Convivencia”, veamos;

“(…) TÍTULO VII. DE LA PROTECCIÓN DE BIENES INMUEBLES. CAPÍTULO I. De la posesión,


la tenencia y las servidumbres.

Artículo 76. Definiciones. Para efectos de este Código, especialmente los relacionados con el
presente capítulo, la posesión, mera tenencia y servidumbre aquí contenidas, están definidos por
el Código Civil en sus artículos 762, 775 y 879.

Artículo 77. Comportamientos contrarios a la posesión y mera tenencia de bienes inmuebles.


Son aquellos contrarios a la posesión, la mera tenencia de los bienes inmuebles de particulares,
bienes fiscales, bienes de uso público, bienes de utilidad pública o social, bienes destinados a
prestación de servicios públicos. Estos son los siguientes:

1. Perturbar, alterar o interrumpir la posesión o mera tenencia de un bien inmueble


ocupándolo ilegalmente.

2. Perturbar la posesión o mera tenencia de un inmueble o mueble por causa de daños


materiales o hechos que la alteren, o por no reparar las averías o daños en el propio
inmueble que pongan en peligro, perjudiquen o molesten a los vecinos.

3. Instalar servicios públicos en inmuebles que hayan sido ocupados ilegalmente.


4. Omitir el cerramiento y mantenimiento de lotes y fachadas de edificaciones.

5. Impedir el ingreso, uso y disfrute de la posesión o tenencia de inmueble al titular de este


derecho.
Parágrafo. Quien incurra en uno o más de los comportamientos antes señalados, será objeto de la
aplicación de las siguientes medidas correctivas:

“(…) Artículo 79. Ejercicio de las acciones de protección de los bienes inmuebles. Para el
ejercicio de la acción de Policía en el caso de la perturbación de los derechos de que trata
este título, las siguientes personas, podrán instaurar querella ante el inspector de Policía,
mediante el procedimiento único estipulado en este Código:

1. El titular de la posesión o la mera tenencia de los inmuebles particulares o de las servidumbres.

2. Las entidades de derecho público.

3. Los apoderados o representantes legales de los antes mencionados.

Parágrafo 1°. En el procedimiento de perturbación por ocupación de hecho, se ordenará el


desalojo del ocupante de hecho si fuere necesario o que las cosas vuelvan al estado que antes
tenía. El desalojo se deberá efectuar dentro de las veinticuatro (24) horas siguientes a la
orden.

Parágrafo 2°. En estos procedimientos se deberá comunicar al propietario inscrito la iniciación de


ellos sin perjuicio de que se lleve a cabo la diligencia prevista.

Parágrafo 3°. La Superintendencia de Notariado y Registro, el Instituto Agustín Codazzi y las


administraciones municipales, deberán suministrar la información solicitada, de manera inmediata
y gratuita a las autoridades de Policía.

El recurso de apelación se concederá en efecto devolutivo.

Parágrafo 4°. Cuando por caso fortuito o fuerza mayor demostrados, excepcionalmente deba
suspenderse la audiencia pública, la autoridad competente decretará el statu quo sobre los bienes
objeto de la misma, dejando constancia y registro documental, fijando fecha y hora para su
reanudación.

Artículo 80. Carácter, efecto y caducidad del amparo a la posesión, mera tenencia y servidumbre.
El amparo de la posesión, la mera tenencia y las servidumbres, es una medida de carácter
precario y provisional, de efecto inmediato, cuya única finalidad, es mantener el statu quo
mientras el juez ordinario competente decide definitivamente sobre la titularidad de los
derechos reales en controversia y las indemnizaciones correspondientes, si a ellas hubiere
lugar.

Parágrafo. La acción policial de protección a la posesión, la mera tenencia y servidumbres de


los inmuebles de los particulares, caducará dentro de los cuatro (4) meses siguientes a la
perturbación por ocupación ilegal.
Artículo 81. Acción preventiva por perturbación. Cuando se ejecuten acciones con las cuales se
pretenda o inicie la perturbación de bienes inmuebles sean estos de uso público o privado
ocupándolos por vías de hecho, la Policía Nacional lo impedirá o expulsará a los responsables de
ella, dentro de las cuarenta y ocho (48) horas siguientes a la ocupación.

El querellante realizará las obras necesarias, razonables y asequibles para impedir sucesivas
ocupaciones o intentos de hacerlas por vías de hecho, de conformidad con las órdenes que
impartan las autoridades de Policía.

Artículo 82. El derecho a la protección del domicilio. Quien se encuentre domiciliado en un


inmueble y considere que su derecho ha sido perturbado o alterado ilegalmente, podrá
acudir al inspector de Policía, para iniciar querella mediante el ejercicio de la acción de
protección, por el procedimiento señalado en este Código.
La protección del domicilio es una medida de efecto inmediato, cuya única finalidad es mantener el
statu quo, mientras el juez ordinario competente decide definitivamente sobre los derechos en
controversia y las indemnizaciones correspondientes si a ellas hubiera lugar.

Parágrafo. La medida de que trata el presente artículo garantizará el statu quo físico y jurídico del
bien y deberá ser reportada a la oficina de registro de instrumentos públicos de la jurisdicción del
inmueble.

“(…) Artículo 173. Las medidas correctivas.  Las medidas correctivas a aplicar en el marco de
este Código por las autoridades de Policía, son las siguientes (…)”

“(…) 10. Reparación de daños materiales de muebles o inmuebles.

11. Reparación de daños materiales por perturbación a la posesión y tenencia de inmuebles


(…)”

“(…) Artículo 180. Multas. Es la imposición del pago de una suma de dinero en moneda
colombiana, cuya graduación depende del comportamiento realizado, según la cual varía el monto
de la multa. Así mismo, la desobediencia, resistencia, desacato, o reiteración del comportamiento
contrario a la convivencia, incrementará el valor de la multa, sin perjuicio de los intereses
causados y el costo del cobro coactivo (…)”

“(…) Multa Tipo 2: Ocho (8) salarios mínimos diarios legales vigentes (smdlv). $ 737.717 / 30
= $ 24.590 * 8 = $ 196.720

Multa Tipo 3: Dieciséis (16) salarios mínimos diarios legales vigentes (smdlv). $ 737.717 / 30
= $ 24.590 * 16 = $ 393.440 (…)”

“(…) Artículo 188. Reparación de daños materiales por perturbación a la posesión y


tenencia de inmuebles o muebles . Es la orden de Policía por medio de la cual se exige a una
persona, reparar un daño material causado en un bien inmueble o mueble, sin perjuicio de los
procedimientos y las acciones civiles a las que haya lugar.

Quien sea objeto de esta medida deberá probar su cumplimiento a la autoridad que la ordenó (…)”

“(…) Artículo 190. Restitución y protección de bienes inmuebles.   Consiste en devolver la


posesión o tenencia a quien tiene el legítimo derecho sobre los bienes inmuebles de
particulares, baldíos, fiscales, de uso público, área protegida y de especial importancia ecológica¸
bienes de empresas destinados a servicios públicos cuando hayan sido ocupadas o perturbadas
por vías de hecho (…)”

“(…) Artículo 206. Atribuciones de los inspectores de Policía rurales, urbanos y corregidores.  Les
corresponde la aplicación de las siguientes medidas (…)”

“(…) d) Reparación de daños materiales por perturbación a la posesión y tenencia de inmuebles


(…)”
“(…) Artículo 223. Trámite del proceso verbal abreviado (…)”

5. ACCIONES CIVILES

1. INTERDICTOS POSESORIOS O ACCIONES POSESORIAS

1. Fundamento Legal - Artículo 972 del C.C.

“(…) ARTICULO 972. <ACCIONES POSESORIAS>. Las acciones posesorias tienen por objeto
conservar o recuperar la posesión de bienes raíces, o de derechos reales constituidos en ellos
(…)”.

2. Características

1. Sólo protegen la posesión sobre bienes inmuebles.

2. Son acciones que se orientan a recuperar la posesión o evitar sea perturbada.

3. En ellas solo se discute y prueba la posesión material, y no se tiene en cuenta el


dominio o propiedad.

“(…) ARTICULO 979. <JUICIOS POSESORIOS>. En los juicios posesorios no se tomará


en cuenta el dominio que por una o por otra parte se alegue.

Podrán con todo, exhibirse títulos de dominio para comprobar la posesión, pero sólo
aquellos cuya existencia pueda probarse sumariamente; ni valdrá objetar contra ellos otros
vicios o defectos que los que puedan probarse de la misma manera (…)”

4. No pueden aplicarse respecto de bienes imprescriptibles (verbigracia respecto de


bienes de uso público).

5. Competencia Juez Civil Municipal en primera instancia, del lugar donde esté ubicado el
inmueble. (Artículo 18 y Numeral 7° del artículo 28 del CGP).

6. Se tramita como proceso declarativo verbal especial. Artículo 377 del CGP

“(…) Artículo 377. Posesorios.

En los procesos posesorios se aplicarán las siguientes reglas:

1. Cuando la sentencia ordene cesar la perturbación o dar seguridad contra un temor


fundado, o prohíba la ejecución de una obra o de un hecho, el juez conminará al
demandado a pagar de dos (2) a diez (10) salarios mínimos mensuales a favor del
demandante, por cada acto de contravención en que incurra.

La solicitud para que se imponga el mencionado pago deberá formularse dentro de los
treinta (30) días siguientes a la respectiva contravención y se tramitará como incidente. El
auto que confiera traslado de la solicitud se notificará por aviso.

2. La sentencia que ordene la modificación o destrucción de alguna cosa prevendrá al


demandado para que la lleve a efecto en un término prudencial que se le señale, con la
advertencia de que si no lo hiciere se procederá por el juez a su cumplimiento, debiendo
además reembolsar al demandante los gastos que tal actuación implique. Para el efecto el
demandante celebrará contrato que someterá a la aprobación del juez. La cuenta de
gastos deberá aportarse con los comprobantes respectivos para la aprobación del juez.
3. Si la demanda se dirige a precaver el peligro que se tema de ruina de un edificio, de un
árbol mal arraigado u otra cosa semejante, el demandante podrá pedir, en cualquier
estado del proceso, que se tomen las medidas de precaución que fueren necesarias.

Formulada la solicitud acompañada de dictamen pericial, el juez procederá


inmediatamente al reconocimiento respectivo; si del examen resulta un peligro inminente,
en la diligencia dictará sentencia y tomará las medidas que fueren necesarias para
conjurarlo (…)”

7. Si el demandante (propietario o poseedor) no sale avante en su pretensión puede


incoar;

7.1 La acción reivindicatoria (propietario)

“(…) ARTICULO 946. <CONCEPTO DE REIVINDICACION>. La reivindicación o


acción de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular, de que no está
en posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a restituirla (…)”

7.2 La acción publiciana (poseedor regular).

“(…) ARTICULO 951. <ACCION PUBLICIANA>. Se concede la misma acción


aunque no se pruebe dominio, al que ha perdido la posesión regular de la cosa, y
se hallaba en el caso de poderla ganar por prescripción.

Pero no valdrá ni contra el verdadero dueño, ni contra el que posea con igual o
mejor derecho (…)”

8. Se debe probar la posesión material.

“(…) ARTICULO 981. <PRUEBA DE LA POSESION DEL SUELO>. Se deberá probar la


posesión del suelo por hechos positivos de aquellos a que sólo da derecho el dominio,
como el corte de maderas, la construcción de edificios, la de cerramientos, las
plantaciones o sementeras, y otros de igual significación, ejecutados sin el consentimiento
del que disputa la posesión (…)”

9. Sólo las puede incoar el poseedor que ha estado en posesión quieta, pública, pacifica,
tranquila e ininterrumpida durante un año. En el evento de no llevar el año completo,
puede acudir a la figura de la suma o adición de posesión, de conformidad con los
requisitos ya vistos.

“(…) ARTICULO 974. <TITULAR DE LA ACCION POSESORIA>. No podrá instaurar una


acción posesoria sino el que ha estado en posesión tranquila y no interrumpida un año
completo (…)”

10. Tienen un término de prescripción de un año contado desde la perturbación o desde


que se ha perdido la posesión o se tiene noticia de la perturbación o pérdida para
interponer la acción posesoria.

“(…) ARTICULO 976. <PLAZOS DE PRESCRIPCION>.  Las acciones que tienen por
objeto conservar la posesión, prescriben al cabo de un año completo, contado desde el
acto de molestia o embarazo inferido a ella.

Las que tienen por objeto recuperarla expiran al cabo de un año completo, contado desde
que el poseedor anterior la ha perdido (…)”

11. Las puede impetrar un heredero.


3. Clases

3.1 INTERDICTO DE CONSERVACIÓN O AMPARO

1. Fundamento legal

ARTICULO 977. <DERECHOS DEL POSEEDOR>. El poseedor tiene derecho


para pedir que no se le turbe o embarace su posesión o se le despoje de ella, que
se le indemnice del perjuicio que ha recibido, y que se le dé seguridad contra el
que fundadamente teme.

2. Voluntaria o involuntariamente un tercero de forma permanente, no aislada,


estorba, obstaculiza, molesta, incomoda, perturba, contraría, dificulta el ejercicio
de la posesión. Acá no hay arrebato de la posesión.

3. Impide el normal ejercicio de la posesión y funcionamiento de la vida cotidiana.

4. La pretensión del poseedor es que el demandado no continúe realizando tales


actos. Si incumple el demandado, conforme el numeral 1° del artículo 377 del
CGP., el juez condenará al demandado a pagar de dos (2) a diez (10) salarios
mínimos mensuales a favor del demandante, por cada acto de contravención en
que incurra.

5. La prescripción de la acción es de un año contado desde la molestia u


incomodidad o desde que se tiene conocimiento de las mismas.

3.2 INTERDICTO DE RECUPERACIÓN

1. Fundamento Legal

“(…) ARTICULO 982. <RESTITUCION DE LA POSESION>. El que injustamente


ha sido privado de la posesión, tendrá derecho para pedir que se le restituya con
indemnización de perjuicios (…)”

2. Consiste en la privación permanente de la posesión de la cosa en forma injusta.

3. Formas de privar al poseedor de su posesión injustamente sería la violencia y la


clandestinidad.
4. Si el poseedor ha entregado la cosa a título de tenencia (arrendamiento,
comodato, depósito, etc.), no podrá iniciar esta acción, sino la respectiva acción
de restitución.

5. No procede cuando el poseedor es privado de la posesión que ejerce mediante


las acciones para proteger la posesión o la acción reivindicatoria (iniciadas por el
poseedor de mejor derecho o el propietario.

6. La demanda puede interponerse no sólo contra el que ha despojado la


posesión, sino contra toda persona que derive su posesión o tenencia a cualquier
título del despojador.

“(…) ARTICULO 983. <PERSONA CONTRA QUIEN SE INTERPONE LA


ACCION>. La acción para la restitución puede dirigirse no solamente contra el
usurpador, sino contra toda persona cuya posesión se derive de la del usurpador
por cualquier título. Pero no serán obligados a la indemnización de perjuicios, sino
el usurpador mismo, o el tercero de mala fe, y habiendo varias personas obligadas
todas lo serán in solidum (…)”

7. La prescripción de la acción es de un año contado desde que se ha perdido, o


de que conoce que la ha perdido (posesión en nombre de otro-poseedor arrendó
el bien) pasado el cual no podrá incoar la acción.

Precisión. Si la nueva posesión ha sido violenta o clandestina, se contará este año


desde el último acto de violencia, o desde que haya cesado la clandestinidad.

3.3 INTERDICTO DE RESTABLECIMIENTO O ACCIÓN DE DESPOJO

1. Fundamento Legal

“(…) ARTICULO 984. <DERECHO DE RESTABLECIMIENTO POR


DESPOJO>. Todo el que violentamente ha sido despojado, sea de la posesión,
sea de la mera tenencia, y que por poseer a nombre de otro, o por no haber
poseído bastante tiempo, o por otra causa cualquiera, no pudiere instaurar acción
posesoria, tendrá, sin embargo, derecho para que se restablezcan las cosas en el
estado en que antes se hallaban, sin que para esto necesite probar más que el
despojo violento, ni se le pueda objetar clandestinidad o despojo anterior. Este
derecho prescribe en seis meses.

Restablecidas las cosas y asegurado el resarcimiento de daños, podrán intentarse


por una u otra parte las acciones posesorias que correspondan (…)”.

2. Requiere que se haya despojado violentamente (física o moral) a una persona


de la posesión que ejercía sobre un bien o de la mera tenencia.

3. Protege y puede interponerla no sólo el poseedor, sino el mero tenedor


(arrendatario, comodatario, depositario, etc.).

4. No requiere tiempo mínimo de posesión o de tenencia.

5. Si no existiera, se pensaría que el legislador toleraría la violencia en contra del


poseedor que lleve menos de un año de posesión.

6. Prescribe en seis (6) meses contados desde el despojo violento.


3.4. ACCIONES POSESORIAS ESPECIALES

a. Clases

1. DENUNCIA DE OBRA NUEVA

1. Fundamento Legal

“(…) ARTICULO 986. <DENUNCIA DE OBRA NUEVA>. El


poseedor tiene derecho para pedir que se prohíba toda obra
nueva que se trate de construir sobre el suelo de que está en
posesión. Pero no tendrá el derecho de denunciar con este fin las
obras necesarias para precaver la ruina de un edificio, acueducto,
canal, puente, acequia, etc., con tal que en lo que puedan
incomodarle se reduzcan a lo estrictamente necesario, y que,
terminadas, se restituyan las cosas al estado anterior a costa del
dueño de las obras.

Tampoco tendrá derecho para embarazar los trabajos


conducentes a mantener la debida limpieza en los caminos,
cañerías, acequias, etc. (…)”

2. Acción que se concede para impedir la construcción de una obra


que embarace el ejercicio de la posesión o de una servidumbre, sea
que se haga en el suelo sobre el que ejerce posesión o en predio
vecino.

3. Las obras no deben estar construidas o terminadas

4. Pretensión:

1. Que no se lleve a cabo la obra o que se suspenda


mientras se tramita el proceso.

2. Que se destruya la obra comenzada si sale vencedor el


demandante.

3. Que se le indemnicen los perjuicios.

5. No procede si se trata de obras necesarias para evitar la ruina de


un edificio, acueducto, canal, etc., sólo incomodan el predio ajeno y
que terminadas se devuelvan las cosas a su estado anterior.

6. Tampoco en contra de las obras que es necesario realizar en


predio ajeno, con el fin de establecer una servidumbre
legítimamente constituida.

7. Tampoco en contra de obras necesarias para mantener la


limpieza de cañerías, caminos.

8. Prescribe al cabo de un año siguiente al inicio de la obra o


conocimiento del proyecto.
Pasado el término de prescripción, puede el poseedor acudir al
interdicto posesorio por perturbación.

9. Ejemplo: Construcción de edificio al lado de una casa en donde


habita un poseedor. Genera mucho polvo y que algunos materiales
caigan sobre la casa.

2. DENUNCIA DE OBRA RUINOSA

1. Fundamento legal

“(…) ARTICULO 988. <QUERELLA POR AMENAZA DE


RUINA>.  <Ver Nota del Editor> El que tema que la ruina de un
edificio vecino le pare perjuicio, tiene derecho de querellarse al
juez para que se mande al dueño de tal edificio derribarlo, si
estuviere tan deteriorado que no admita reparación; o para que, si
la admite, se le ordene hacerla inmediatamente; y si el querellado
no procediere a cumplir el fallo judicial, se derribará el edificio o se
hará la reparación a su costa.

Si el daño que se teme del edificio no fuere grave, bastará que el


querellado rinda caución de resarcir todo perjuicio que por el mal
estado del edificio sobrevenga (…)”

2. Está encaminada a evitar perjuicios futuros en razón de edificios,


construcciones, arboles u obras de cualquier naturaleza que
amenacen ruina.

3. Es una acción preventiva para evitar un perjuicio.

4. Son dos (2) las finalidades inmediatas de la denuncia de obra


ruinosa.

1. La reparación inmediata del edificio o construcción que,


con la amenaza de su caída, infunde temor de daño, o el
afianzamiento de árboles que, por el estado en que se
encuentran, provocan la misma amenaza o temor.

2. La demolición de esos edificios o construcciones, o la


extracción de esos árboles.

5. Otros artículos que la regulan.

“(…) ARTICULO 989. <CONDICIONES DE LA REPARACION>.


En el caso de hacerse por otro que el querellado la reparación de
que habla el artículo precedente, el que se encargue de hacerla
conservará la forma y dimensiones del antiguo edificio en todas
sus partes, salvo si fuere necesario alterarlas para precaver el
peligro.

Las alteraciones se ejecutarán a voluntad del dueño del edificio,


en cuanto sea compatible con el objeto de la querella.

ARTÍCULO 990. <DERRUMBE DE LA EDIFICACION>. Si


notificada la querella, cayere el edificio por efecto de su mala
condición, se indemnizará de todo perjuicio a los vecinos; pero si
cayere por caso fortuito, como avenida, rayo o terremoto, no habrá
lugar a indemnización; a menos de probarse que el caso fortuito,
sin el mal estado del edificio, no lo hubiera derribado.

ARTICULO 991. <INDEMNIZACION>. No habrá lugar a


indemnización, si no hubiere precedido notificación de la querella.

ARTICULO 992. <OTRAS AMENAZAS DE RUINA>. Las


disposiciones precedentes se extenderán al peligro que se tema
de cualesquiera construcciones; o de árboles mal arraigados, o
expuestos a ser derribados por casos de ordinaria ocurrencia (…)”

b. Precisión respecto de servidumbres constituidas.

“(…) ARTICULO 1004. <ACCIONES POSESORIAS CONTRA


SERVIDUMBRES LEGÍTIMAS>.  Las acciones concedidas en este título
no tendrán lugar contra el ejercicio de servidumbre legítimamente
constituida (…)”

c. Prescripción de las acciones posesorias especiales

“(…) ARTICULO 1007. <PLAZOS DE PRESCRIPCION DE ACCIONES


POSESORIAS ESPECIALES>. Las acciones concedidas en este título
para la indemnización de un daño sufrido, prescriben para siempre al cabo
de un año completo.

Las dirigidas a precaver un daño no prescriben mientras haya justo motivo


de temerlo.

Si las dirigidas contra una obra nueva no se instauraren dentro del año, los
denunciados o querellados serán amparados en el juicio posesorio, y el
denunciante o querellante podrá solamente perseguir su derecho por la
vía ordinaria.
Pero ni aun esta acción tendrá lugar, cuando, según las reglas dadas para
las servidumbres, haya prescrito el derecho (…)”

2. LA ACCIÓN CIVIL PUBLICIANA – titular poseedor regular – muebles e inmuebles

Fundamento Legal y características.

“(…) ARTICULO 946. <CONCEPTO DE REIVINDICACION>.  La reivindicación o acción


de dominio es la que tiene el dueño de una cosa singular, de que no está en posesión
(quien no ostenta el Corpus), para que el poseedor de ella sea condenado a restituirla.

ARTICULO 947. <OBJETOS DE LA REIVINDICACION>.  Pueden reivindicarse las


cosas corporales, raíces y muebles.

Exceptúanse las cosas muebles, cuyo poseedor las haya comprado en una feria, tienda,
almacén u otro establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles de la misma
clase.
Justificada esta circunstancia, no estará el poseedor obligado a restituir la cosa, si no se le
reembolsa lo que haya dado por ella y lo que haya gastado en repararla y mejorarla (…)”

“(…) ARTICULO 951. <ACCION PUBLICIANA>.  Se concede la misma acción aunque


no se pruebe dominio, al que ha perdido la posesión regular de la cosa, y se hallaba
en el caso de poderla ganar por prescripción.

Pero no valdrá ni contra el verdadero dueño, ni contra el que posea con igual o mejor
derecho (…)”

3. PROCESO DE LANZAMIENTO POR OCUPACIÓN DE HECHO DE PREDIOS RURALES


EXPLOTADOS ECONÓMICAMENTE

1. Fundamento Legal. Artículo 393 del CGP.

“(…) ARTÍCULO 393. LANZAMIENTO POR OCUPACIÓN DE HECHO DE PREDIOS RURALES.


Sin perjuicio de lo previsto en el artículo 984 del Código Civil, la persona que explote
económicamente un predio rural que hubiere sido privada de hecho, total o parcialmente, de la
tenencia material del mismo, sin que haya mediado su consentimiento expreso o tácito u orden de
autoridad competente, ni exista otra causa que lo justifique, podrá pedir al respectivo juez agrario
que efectúe el lanzamiento del ocupante (…)”

2. Concepto. Proceso a través del cual una persona que explote económicamente un predio rural
que hubiere sido privada de hecho, total o parcialmente, de la tenencia material del mismo, sin
que haya mediado su consentimiento expreso o tácito u orden de autoridad competente, ni exista
otra causa que lo justifique, podrá pedir al respectivo juez agrario que efectúe el lanzamiento del
ocupante. Sin perjuicio de lo previsto en el artículo 984 del Código Civil (INTERDICTO DE
RESTABLECIMIENTO).

3. Debe tratarse de un predio no sólo rural, sino que esté dedicado a la explotación económica.

4. Se tramita como Proceso Verbal Sumario (Artículo 390, numeral 8).

4. ACCIÓN INDEMNIZATORIA DE DAÑOS – ACCIÓN DE RESPONSABILIDAD CIVIL


EXTRACONTRACTUAL

“(…) ARTICULO 2341. <RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL>. El que ha cometido un delito o


culpa, que ha inferido daño a otro, es obligado a la indemnización, sin perjuicio de la pena principal que la
ley imponga por la culpa o el delito cometido.

ARTICULO 2342. <LEGITIMACION PARA SOLICITAR LA INDEMNIZACION>. Puede pedir esta


indemnización no sólo el que es dueño o poseedor de la cosa sobre la cual ha recaído el daño o su
heredero, sino el usufructuario, el habitador, o el usuario, si el daño irroga perjuicio a su derecho de
usufructo, habitación o uso. Puede también pedirla, en otros casos, el que tiene la cosa, con obligación de
responder de ella; pero sólo en ausencia del dueño (…)”

23. LA POSESIÓN Y LOS ACTOS DE MERA TOLERANCIA

1. Fundamento Legal: artículo 2520 del Código Civil.

“(…) ARTICULO 2520. <ACTOS DE MERA FACULTAD O TOLERANCIA>. La omisión de actos


de mera facultad, y la mera tolerancia de actos de que no resulta gravamen, no confieren
posesión, ni dan fundamento a prescripción alguna.
Así, el que durante muchos años dejó de edificar en un terreno suyo, no por eso confiere a su
vecino el derecho de impedirle que edifique.

Del mismo modo, el que tolera que el ganado de su vecino transite por sus tierras eriales, o paste
en ellas, no por eso se impone la servidumbre de este tránsito o pasto.

Se llaman actos de mera facultad los que cada cual puede ejecutar en lo suyo, sin necesidad del
consentimiento de otro.

Los actos de mera tolerancia por parte del dueño, basados en relaciones de amistad,
condescendencia, parentesco, coparticipación, comunidad, vecindad, familiaridad o benevolencia,
no tienen eficacia posesoria, es decir, no permiten que la posesión material del bien quede en
cabeza de los beneficiados (…)”

2. Jurisprudencia.

1. CSJ, SCC. Sentencia SC-17221 (47001310300420040007001), dic. 18/14, M. P.


Luis Armando Tolosa)

“(…) En opinión de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia, esas conductas son
únicamente concesiones del propietario y no implican la voluntad de despojarse del
dominio, pues carecen de carácter definitivo, público, ininterrumpido y permanente, al ser
circunstanciales, temporales, ambiguas o de simple cortesía. Negrillas y subrayado fuera
de texto original.

Aunque eventualmente esos comportamientos pueden conducir a una auténtica posesión,


interversando el estado jurídico, deben reflejarse en un abierto rechazo al dominio del dueño,
especialmente porque los actos clandestinos y escondidos no constituyen señorío, aclaró el fallo.

Por el contrario, la persona que plantea acciones simultáneas con el verdadero propietario del
predio impide estructurar el ánimus domini y la intención de reputarse poseedor, agregó la
corporación.

En todo caso, la narración de los testigos sobre los actos externos para edificar el corpus no
prueba la posesión, ya que se requiere dicho ánimus, del cual no se puede dar fe en los
testimonios, concluyó la sentencia (…)

2. CSJ, SCC. Magistrado Ponente EDGARDO VILLAMIL PORTILLA. Bogotá, D.C.,


veintiuno de febrero de dos mil once (Discutido y aprobado en sesión de veinticinco de
noviembre de dos mil diez) Ref.: Exp. No. 05001-3103-007-2001-00263-01.

“(…) Ahora bien, recordando a los clásicos doctrinantes en materia de posesión, la prueba del
“animus domini” es relevante para las legislaciones que se identifican con la llamada teoría
subjetiva de Savigny, para quien los actos en concepto de dueño trascienden la esfera de la
simple voluntad del sujeto de detentar el bien para sí, pues aquélla ha de materializarse a través
de hechos que así lo revelen y de esa manera, exteriorizarse ante terceros con apariencia de
dominio; en palabras de Arturo Alessandri R. y Manuel Somarriva U. “(…) Los actos de mera
tolerancia no están definidos por la ley. Pero puede decirse, desde el punto de vista del que los
tolera, que son aquellos que para él entrañan el ejercicio de un derecho, como es permitirlos o no,
y a cuya ejecución no se opone por benevolencia y considerando que no atentan contra la
integridad del contenido de su derecho.

Desde el punto de vista del tercero, son actos de mera tolerancia los que él realiza sin la intención
de ejercitar un derecho propio, sino basándose en la condescendencia del titular del derecho
ejercitado. (…) la falta de reacción defensiva del tolerante encuentra su explicación en la
benevolencia, y ésta se deriva, por lo general, de lazos familiares, amistosos, de buena vecindad o
de otros por el estilo que, en último término exteriorizan alguna fraternidad humana (....) facilita la
convivencia el que la ley se apresure a declarar que los actos de mera tolerancia de que no resulta
gravamen no confieren posesión, ni dan fundamento a prescripción alguna.

De este modo el dueño de una cosa no tiene por qué inquietarse del uso o goce que de ella haga
un tercero y que para él – el propietario – resulta inocuo. Si el legislador no hubiera aclarado el
punto, todos vivirían desconfiados y recelosos del más insignificante roce a sus derechos,
pensando que con el transcurso del tiempo podría conducir a la pérdida o mengua de los mismos
(…) el fundamento de los actos de mera tolerancia es el anhelo de facilitar la buena convivencia
de los hombres. Nada más y nada menos.”

En dicha corriente germinada a partir de la figura de la posesión de corte romano que inspiró el
régimen francés, español y chileno, éste último fuente del derecho colombiano a través de la
versión del Código Civil de don Andrés Bello, e influyente en el régimen argentino, venezolano y
otros países latinoamericanos, es particularmente exigente en la carga de la prueba del animus
domini, basamento de la prescripción adquisitiva de dominio, a diferencia de las legislaciones del
Perú, Brasil y México, seguidoras del derecho germano, vale decir, inspiradas en el Código
Alemán de 1900 (BGB), del que también son epígonos los regímenes Suizo, Turco y Japonés,
entre otros, que se identifican con la llamada teoría objetiva, pregonada por Von Ihering, para
quien la voluntad de dominio se presume en el detentador y por ende, se morigera la rigurosidad
probatoria que compele al demandante (…)”

24. LA POSESIÓN Y LA HIPOTECA

1. Actualmente debe citarse al proceso de pertenencia a los acreedores hipotecarios


conforme lo previsto en el artículo 375 del CGP., para que estos hagan valer sus
derechos.

“(…) ARTÍCULO 375. DECLARACIÓN DE PERTENENCIA.  En las demandas sobre declaración


de pertenencia de bienes privados, salvo norma especial, se aplicarán las siguientes reglas (…)”

“(…) 5. A la demanda deberá acompañarse un certificado del registrador de instrumentos públicos


en donde consten las personas que figuren como titulares de derechos reales principales sujetos a
registro. Cuando el inmueble haga parte de otro de mayor extensión deberá acompañarse el
certificado que corresponda a este. Siempre que en el certificado figure determinada persona
como titular de un derecho real sobre el bien, la demanda deberá dirigirse contra ella. Cuando el
bien esté gravado con hipoteca o prenda* deberá citarse también al acreedor hipotecario o
prendario (…)”

2. La jurisprudencia ha señalado que el gravamen hipotecario no se extingue por la


declaratoria de pertenencia (Prescripción Adquisitiva de Dominio).

1. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA DE CASACION CIVIL. M.P. HECTOR MARIN


NARANJO. 1º de septiembre de 1995. Rad.- Expediente Número 4219

“(…) Si el referido es el alcance de los denominados efectos erga omnes del fallo de pertenencia,
o sea, si lo que con él se quiere dar a comprender es que el derecho de propiedad ha quedado
radicado en cabeza del prescribiente sin que tal atribución le pueda ser discutida en adelante por
nadie, no es posible, bajo ningún respecto, pensar que dichos efectos, por serlo en frente
de todo el mundo, tienen la virtualidad de acarrear el arrasamiento de los derechos reales
accesorios constituídos sobre el bien objeto de la declaratoria, conclusión que la Sala
encuentra corroborada por el propio texto del ordinal 11 del artículo 407 del C. de P. C., cuando, a
vuelta de establecer que la sentencia que declare la pertenencia debe ser consultada y que “una
vez en firme producirá efectos erga omnes”, dice que “el juez ordenará su inscripción en el
competente registro”, lo que representa que ninguna otra cosa puede disponer el juez en cuanto al
registro concierne, en particular la cancelación de otros derechos reales, distintos al de propiedad
que resulte extinguido por causa de la declaratoria de dominio (…)”

2. CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN. Radicación No.


1100102030002017-01903-00 de 3 de agosto de 2017.

“(…) lo cierto es que al adquirir el inmueble, independientemente del modo que dio lugar a
tal situación, el mismo adopta los   gravámenes que con anterioridad a la operancia del
término de prescripción pesaban sobre el bien, siendo claro que de conformidad con lo
establecido en el  artículo 2452  del  Código Civil  el acreedor  hipotecario  tiene derecho a
perseguir la propiedad independiente de quien sea su dueño.

Al respecto, indicó el Tribunal que del listado de anotaciones que pesaban sobre el folio del
matrícula correspondiente, era «indiscutible que sobre el inmueble objeto del secuestro se
constituyó hipoteca en favor de quien persigue en esta ejecución, entre otros bienes, el dado en
garantía real y que se encuentra vigente, dicho acreedor, a voces del artículo 2452 de la
legislación sustancial civil, tiene “derecho de perseguir la finca hipotecada, sea quien fuere
el que la posee y a cualquier título que la haya adquirido”»

Aclarando que desde el punto de vista de la propiedad, «al acreedor   hipotecario  le es


indiferente quien sea el propietario de la cosa y no tiene interés en desconocerlo, para el
caso, al reconocido en la sentencia de   pertenencia, como lo es en este momento quien se
opone a la diligencia de secuestro, quien por cierto pasó de ser un mero poseedor para
convertirse en un verdadero titular del derecho de dominio, y en esas condiciones queda
sujeto a que el bien adquirido de esa forma, sea perseguido por el acreedor   hipotecario,
pues no importa el título a través del cual lo ha adquirido»

Dicho en otras palabras, el nuevo propietario y ahora opositor de este bien que estaba
gravado con hipoteca, debe responder ante el acreedor por el valor del crédito, pues con la
declaratoria de  pertenencia  lo que realmente cambia o se extingue es el dominio del
anterior propietario, pero la hipoteca subsiste»

Consideraciones que no resultan caprichosas, pues el  numeral 2 del artículo 468  del  Código
General del Proceso, establece que cuando del certificado de libertad se desprenda que la
titularidad del domino del bien ha cambiado, a la ejecución deberá vincularse al nuevo
propietario, pues éste actúa como sustituto del demandado en razón a la legitimación
sobreviniente que tal calidad le otorga.

Téngase en cuenta que el criterio expuesto por el Tribunal acompasa con lo que al respecto ha
establecido esta Corporación en anteriores ocasiones, donde luego de estudiarse las causas
legales que daban lugar a la extinción de la hipoteca y los efectos de la declaración
de pertenencia, se concluyó que lo primero no era una consecuencia directa del proceso
declarativo.

Al respecto se indicó lo siguiente:

[E]l sentido de los efectos erga omnes del fallo, el cual aparece precisado en el  artículo
70 del Decreto 1250 de 1970, por cuya virtud, “cumplida la inscripción de la sentencia
declarativa de  pertenencia, en adelante no se admitirá demanda sobre la propiedad o
posesión del inmueble matriculado en las condiciones dichas, por causa anterior a la
sentencia”.

Si el referido es el alcance de los denominados efectos erga omnes del fallo


de pertenencia, o sea, si lo que con él se quiere dar a comprender es que el derecho de
propiedad ha quedado radicado en cabeza del prescribiente sin que tal atribución le pueda
ser discutida en adelante por nadie, no es posible, bajo ningún respecto, pensar que
dichos efectos, por serlo en frente de todo el mundo, tienen la virtualidad de
acarrear el arrasamiento de los derechos reales accesorios constituídos sobre el
bien objeto de la declaratoria, conclusión que la Sala encuentra corroborada por el
propio texto del ordinal 11 del artículo 407 del C. de P.C., cuando, a vuelta de
establecer que la sentencia que declare la   pertenencia  debe ser consultada y que
“una vez en firme producirá efectos erga omnes”, dice que “el juez ordenará su
inscripción en el competente registro”, lo que representa que ninguna otra cosa
puede disponer el juez en cuanto al registro concierne, en particular la cancelación
de otros derechos reales, distintos al de propiedad que resulte extinguido por causa
de la declaratoria de dominio.

Y es que, finalmente, si la declaración de pertenencia tiene un propósito purificador de la


propiedad, a fin de que se adecúe a la función social que le corresponde, dicho propósito
debe enmarcarse dentro de lo que determine la propia ley, la cual, por lo visto, nada
dice en pro de la cancelación de la hipoteca que en este proceso pretendió el
demandante como una consecuencia de la declaratoria de dominio también pedida
por él (CSJ 1 de septiembre de 1995, Exp. 4219)

En ese orden, la decisión adoptada no se evidencia infundada ni irrazonable, pues se sustentó en


la normatividad aplicable al asunto y en las pruebas obrantes en el juicio. Por tanto, es
incontestable que no transgrede los derechos fundamentales del accionante, y en ese orden, es
palmario que la pretensión de este se circunscribió, de modo exclusivo, a un subjetivo desacuerdo
frente a la determinación que se adoptó en su contra (…)”

25. EL PAGO DE SERVICIOS PÚBLICOS Y TRIBUTOS DEBE SER CONTINÚO

La H. Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, ha sostenido que el pago de tributos
(Impuesto Predial Unificado y Contribución de Valorización) no es prueba reina de una verdadera
posesión, en la medida en que se trata de un gravamen real que cualquier persona puede
honrar, veamos;

“(…) Los gastos mencionados que se cubran en relación con un inmueble son equívocos y no son
demostrativos, per se, de que quien los hace funge como poseedor del mismo, toda vez
que su cancelación puede hacerse por una persona cualquiera y sin ninguna clase de
vinculación con el fundo de que se trate (…)”3 Negrillas y Subrayados ex profeso.

En otrora, el Tribunal Superior de Distrito Judicial de Bogotá ya había sostenido lo mismo;

“(…) En cuanto a los actos posesorios, Catalina dijo que la demandante es la que paga los
servicios públicos y el impuesto predial, lo cual sabe porque la acompaña a realizar dichas
diligencias y ella, incluso, le llena los formularios del impuesto predial; Cecilia Bermúdez sabe
que la demandante es la que hace la totalidad de reparaciones al inmueble y siempre la ha visto
residiendo en él; y, Félix Alberto siempre ha visto a la demandante residiendo en el lugar.

De esas declaraciones no es factible deducir tajantemente que la posesión a la que alude la


demandante se demostró plenamente, porque del hecho de que una persona pague los
impuestos y los servicios públicos no se desprende necesariamente el ánimo de señor y
dueño, y menos cuando en el proceso existe la versión contraria, en el sentido de que por
acuerdo verbal entre los hermanos Sanmiguel, la actora se encuentra en el inmueble,
habitando con su familia, mientras se resuelve la sucesión; de otra parte, no existen
mayores mejoras ni reparaciones que por si solas acrediten el ánimo de señora y dueña por
parte de la demandante respecto de un inmueble que como se verá a continuación, se
encuentra en lamentables condiciones locativas y, por último, del hecho de ver residiendo a
una persona en un lugar determinado, no se deduce que ello lo sea en calidad de
poseedora, porque bien se sabe que el simple hecho de detentar materialmente un inmueble
también es indicativo de un acto de mera tenencia, de suerte que en realidad nada dijeron los
testigos sobre la pretendida posesión de la actora (…)” 4 Negrillas y Subrayados no originales.

3 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN CIVIL. Magistrada Ponente: RUTH MARINA DÍAZ RUEDA.
Bogotá, D. C., diez (10) de julio de dos mil ocho (2008). Ref: Exp. N° 1100131030192001-00181-01.
Mas recientemente, este mismo Tribunal5 tuvo la oportunidad de referirse al mismo tema, así;
“(…) Tampoco son prueba suficiente de la posesión que dicen ejercer los documentos
aportados por esos libelistas relativos al pago de servicios públicos y del impuesto predial,
ni los contratos de compraventa, o promesas de compraventa o de cesión de derechos derivados
de supuestas posesiones anteriores, celebrados con personas diferentes al propietario del lote de
mayor extensión, como tampoco las comunicaciones de exclusión del impuesto predial y,
respecto de una libelista, las declaraciones extrajuicio sobre posesión que no fueron ratificadas
como lo exige el artículo 229 del C.P.C. (fl. 108, cdno. 1), toda vez que, por ejemplo, el pago de
servicios públicos no es un acto exclusivo del poseedor, ni hace presumir tal calidad en
quien lo realiza, pues, como no pocas veces sucede, puede ser efectuado por el
arrendatario o quien, en general, ostente la simple tenencia del inmueble. Incluso, los recibos
aportados tan sólo se refieren a unos periodos mensuales, por lo que no es posible afirmar, a
partir de ellos, que los demandantes ejercieron actos posesorios por no menos de 5 años.

De igual manera, aunque la prueba del pago del impuesto predial constituye, en principio, un
indicio de posesión, es insuficiente para declarar la pertenencia si no se verificó DE
MANERA CONSTANTE durante todos los años en que se habría detentado el bien con
ánimo de señor y dueño, como ocurre en este juicio, en el que la mayoría de esos
demandantes demostraron, respecto de sus predios, que pagaron un solo año y unos pocos que
pagaron 2 años. Aquí la cuestión es de tiempo (…)”

26. EL POSEEDOR Y LAS LICENCIAS URBANISTICAS

Decreto 1077 de 2015

“(…) ARTÍCULO 2.2.6.1.1.1.  LICENCIA URBANÍSTICA. <Artículo modificado por el artículo 2 del


Decreto 1203 de 2017. El nuevo texto es el siguiente:> Para adelantar obras de construcción,
ampliación, modificación, adecuación, reforzamiento estructural, restauración,
reconstrucción, cerramiento y demolición de edificaciones, y de urbanización, parcelación,
loteo o subdivisión de predios localizados en terrenos urbanos, de expansión urbana y
rurales, se requiere de manera previa a su ejecución la obtención de la licencia urbanística
correspondiente. Igualmente se requerirá licencia para la ocupación del espacio público con
cualquier clase de amueblamiento o para la intervención del mismo salvo que la ocupación u obra
se ejecute en cumplimiento de las funciones de las entidades públicas competentes.

La licencia urbanística es el acto administrativo de carácter particular y concreto, expedido


por el curador urbano o la autoridad municipal o distrital competente, por medio del cual se
autoriza específicamente a adelantar obras de urbanización y parcelación de predios, de
construcción, ampliación, modificación, adecuación, reforzamiento estructural, restauración,
reconstrucción, cerramiento y demolición de edificaciones, de intervención y ocupación del
espacio público, y realizar el loteo o subdivisión de predios (…)”.

“(…) ARTÍCULO 2.2.6.1.1.2. CLASES DE LICENCIAS. Las licencias urbanísticas serán de:

1. Urbanización.
2. Parcelación.
3. Subdivisión.
4. Construcción.
5. Intervención y ocupación del espacio público (…)”

“(…) ARTÍCULO 2.2.6.1.2.1.5. TITULARES DE LAS LICENCIAS DE URBANIZACIÓN,


PARCELACIÓN, SUBDIVISIÓN Y CONSTRUCCIÓN. <Artículo modificado por el artículo  3  del
4 TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE BOGOTÁ. SALA DE DECISIÓN CIVIL. Magistrada Ponente:
DORA CONSUELO BENÍTEZ TOBÓN. Bogotá D. C., diecinueve (19) de diciembre de dos mi cinco (2005).
Referencia: Exp. 110013103037200000106.
5 TRIBUNAL SUPERIOR DE BOGOTÁ. SALA CIVIL. Magistrado Ponente: MARCO ANTONIO ÁLVAREZ GÓMEZ.
Bogotá D.C., veinticuatro (24) de junio de dos mil once (2011).
Decreto 1197 de 2016. El nuevo texto es el siguiente:> Podrán ser titulares de las licencias de
urbanización, parcelación, subdivisión y construcción los titulares de derechos reales principales,
los propietarios del derecho de dominio a título de fiducia y los fideicomitentes de las mismas
fiducias, de los inmuebles objeto de la solicitud.

También podrán ser titulares las entidades previstas en el artículo 59  de la Ley 388 de 1997 o la
norma que lo adicione, modifique o sustituya, cuando se les haya hecho entrega del predio o
predios objeto de adquisición, en los procesos de enajenación voluntaria y/o expropiación
previstos en los Capítulos VII y VIII de la Ley  388 de 1997 (…)”

“(…) Los propietarios comuneros podrán ser titulares de las licencias de que trata este artículo,
siempre y cuando dentro del procedimiento se convoque a los demás copropietarios o comuneros
de la forma prevista para la citación a vecinos con el fin de que se hagan parte y hagan valer sus
derechos.

En los casos de proyectos bifamiliares, será titular de la licencia de construcción el propietario o


poseedor de la unidad para la cual se haya hecho la solicitud, sin que se requiera que el
propietario o poseedor de la otra unidad concurra o autorice para radicar la respectiva solicitud. En
todo caso, este último deberá ser convocado de la forma prevista para la citación a vecinos”.

PARÁGRAFO.  Los poseedores solo podrán ser titulares de las licencias de construcción y
de los actos de reconocimiento de la existencia de edificaciones (…)”

ARTÍCULO 2.2.6.1.2.3.3.  EFECTOS DE LA LICENCIA. De conformidad con lo dispuesto en el


literal a) del artículo 5o del Decreto-ley 151 de 1998, el otorgamiento de la licencia determinará la
adquisición de los derechos de construcción y desarrollo, ya sea parcelando, urbanizando o
construyendo en los predios objeto de la misma en los términos y condiciones expresados en la
respectiva licencia.

La expedición de licencias no conlleva pronunciamiento alguno acerca de la titularidad de


derechos reales ni de la posesión sobre el inmueble o inmuebles objeto de ella. Las licencias
recaen sobre uno o más predios y/o inmuebles y producen todos sus efectos aún cuando sean
enajenados. Para el efecto, se tendrá por titular de la licencia, a quien esté registrado como
propietario en el certificado de tradición y libertad del predio o inmueble, o al poseedor solicitante
en los casos de licencia de construcción.

En el caso que el predio objeto de la licencia sea enajenado, no se requerirá adelantar ningún
trámite de actualización del titular. No obstante, si el nuevo propietario así lo solicitare, dicha
actuación no generará expensa a favor del curador urbano.

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