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CIVIL Y OBLIGACIONES

JINNA MICHEEL GOMEZ LOPEZ

DOCENTE: SANDRA ORTIZ

CUARTO SEMESTRE

FACULTAD DE DERECHO

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

ARAUCA-ARAUCA

2020
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INTRODUCCION

En el presente trabajo les hablare sobre el tema de parejas del mismo sexo, en el cual

destacare algunos fundamentos legales, tales como artículos constitucionales, y sentencias,

cabe resaltar que Colombia es un Estado libre, y social de derecho, pero que aún no se ha

aprobado el matrimonio de parejas del mismo sexo, sin embargo se garantiza por medio de

los ordenamientos jurídicos el respeto al libre desarrollo de la personalidad entre otros,

seguidamente abordaremos que intereses colectivos protegen el convenio americano de los

derechos humanos por medio de sus artículos, así mismo la convención de los derechos del

niño, el pacto de los derechos civiles y políticos, y finalizaremos con la convención contra

todas las formas de discriminación de la mujer. Destacando cada una de sus posturas, y

fundamentos.
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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La homosexualidad puede especificar como la simpatía sexual o interacción entre personas

del mismo sexo, y no describe una población semejante, ya que los hombres y mujeres con

esta orientación constituyen un grupo tan diferente como los heterosexuales, desde los puntos

de vista de educación, ocupación, estilo de vida, características de personalidad y apariencia

física. Hay una gran diversidad en la definición de homosexualidad en la literatura científica.

Algunos autores restringen el término a la descripción del contacto sexual entre dos personas

del mismo sexo, mientras otros amplían la definición para incluir deseo, fantasía o apertura

social. El comportamiento homosexual ha sido descrito en el arte, literatura e historia de las

más antiguas civilizaciones; su aceptación social y legal ha variado con el tiempo, cultura y

circunstancias.
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ENSAYO

DERECHO, IGUALDAD Y OBLIGACIONES

En la sentencia T 075 de 2007. Nos da a conocer la Igualdad, orientación sexual y derecho


de interés público, interpuesta Por Daniel Bonilla Maldonado, en la que establece que la corte
constitucional le reconoció algunos efectos patrimoniales a las parejas del mismo sexo, La
Sentencia C-075 de 2007, por la cual la Corte Constitucional colombiana le reconoció algunos
efectos patrimoniales a las parejas del mismo sexo, es un triunfo no sólo para la comunidad de
lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) sino para todos los colombianos
comprometidos con la igualdad. En esta sentencia, la Corte Constitucional afirmó que la Ley
54 de 1990, que regula la unión marital de hecho, es constitucional únicamente cuando se
entiende aplicable tanto a las parejas heterosexuales como a las parejas del mismo sexo. De
esta forma, por primera vez en la historia de Colombia, la existencia de parejas compuestas
por dos 1 hombres o dos mujeres tiene consecuencias jurídicas positivas. Como sucede con
las parejas heterosexuales, desde que en febrero de 2007 entró en vigencia la Sentencia, el
sistema jurídico colombiano considera que el patrimonio adquirido por una pareja del mismo
sexo que ha convivido por un periodo mínimo de dos años es propiedad de sus dos miembros.
Esta Sentencia es de gran importancia política y jurídica por cuatro razones que se
entrecruzan. La primera, es que dio un paso fundamental para eliminar la discriminación a la
que han sido sometidos muchos homosexuales en Colombia

Para el 30 de junio de 2013, las parejas del mismo sexo en Colombia quedaron facultadas
por un fallo de la Corte Constitucional (sentencia C-577 de 2011) para acudir a notarios y
jueces de la República para formalizar y solemnizar su unión, mediante un vínculo
contractual. El reconocimiento del derecho de las parejas del mismo sexo en Colombia a
contraer matrimonio mediante contrato civil ha significado la concreción de otros derechos,
como son a conformar familias y a la libre disposición de la voluntad. El matrimonio está
regulado por el Código Civil, en su artículo 113, de igual forma está consagrado por la
Constitución Política, en su artículo 42, en ambos se alude a la condición de la diferencia de
sexo de los contrayentes bajo la expresión “un hombre y una mujer”, por tanto, hacer una
interpretación diferente configuraría una sustitución de la Constitución. Además, el texto
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superior confiere al legislativo amplitud para legislar acerca de “las formas de matrimonio, la
edad y capacidad para contraerlo, los deberes y derechos de los cónyuges, su separación y la
disolución del vínculo”1 y, en ese sentido, goza de un margen más amplio de configuración
legislativa. Sin embargo, al constatar que la protección y garantía de los derechos de las
parejas del mismo sexo ha sido posible gracias a la intervención judicial, y no por
intervención legislativa, no es claro si la Corte Constitucional se mantiene aún dentro de sus
atribuciones constitucionales o, al contrario, se ha extralimitado en el ejercicio de sus
funciones invadiendo un espacio reservado a la configuración legislativa para poder dar
protección a un grupo social que ha sido históricamente marginado y discriminado, inclusive
por el Derecho. Es necesario decir que la Corte, para poder ampliar los derechos limitados a
parejas heterosexuales a parejas del mismo sexo, tuvo que proceder por vía de control de
constitucionalidad; no obstante, para autorizar y declarar la validez del matrimonio entre
personas del mismo sexo tuvo que revisar sus líneas jurisprudenciales anteriores, sobre todo
antes de 2007. A partir de la sentencia C-075 de 2007, la Corte empezó a plantear y
desarrollar la tesis de déficit de protección de los derechos de las parejas del mismo sexo,
irradiando su ratio dicidendi a la jurisprudencia posterior, permitiendo la ampliación del
reconocimiento y protección de los derechos de las personas del mismo sexo. Efectivamente,
este cambio jurisprudencial se ha basado en una interpretación evolutiva del ordenamiento
jurídico, como lo indica la Corte en la sentencia.

Para dar respuesta al problema planteado en este artículo se hizo una revisión documental de
sentencias de la Corte Constitucional de Colombia con el fin de determinar los derechos
fundamentales que han sido reconocidos a las personas homosexuales por vía jurisprudencial
y su respectivo alcance. Se indagó también en las normas internacionales ratificadas por el
Estado colombiano y que forman parte del bloque constitucional para encontrar fundamentos
normativos en el derecho convencional, sobre todo en los derechos humanos. A su vez,
intentó rastrearse en las normas nacionales las categorías sospechosas con base en la
orientación sexual, así como las consecuencias de la aplicación de estas categorías
sospechosas. Por último, se recurrió a textos jurisprudenciales y a opiniones de autores para
determinar la procedencia de la aplicación del test de igualdad estricto en los casos sometidos
a la Corte, así como los alcances y límites del principio de libertad de configuración
legislativa que determinan la competencia de la Corte para intervenir en los casos de omisión
legislativa relativa.
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La metodología empleada parte del paradigma histórico-hermenéutico propuesto por


Habermas, ya que con él se puede entender el impacto que ha tenido en nuestro país la nueva
posibilidad de “familia”, con la cual se generan unos derechos y unas obligaciones entre los
participantes que serían las personas del mismo sexo, destacando la vulnerabilidad a la que se
exponen permanentemente. El método adoptado es el teórico-dogmático. Se estudia el avance
que ha tenido la jurisprudencia en la protección al derecho de pensión de sobreviviente para
las parejas del mismo sexo, mediante la interpretación que ha dado la Corte Constitucional
colombiana. Como conclusión general, se evidencia que existe en Colombia un problema de
discriminación frente a las parejas del mismo sexo, que incluye la vulneración de derechos de
todo tipo, y que transgrede los derechos fundamentales, especialmente el derecho a la
igualdad

Sin embargo la CONVENCION AMERICANA DE LOS DERECHOS HUMANOS, se


puede interpretar la igualdad. PARTE I - DEBERES DE LOS ESTADOS Y DERECHOS
PROTEGIDOS

Artículo 1. Obligación de Respetar los Derechos

1. Los Estados Partes en esta Convención se comprometen a respetar los derechos y


libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a toda persona que esté
sujeta a su jurisdicción, sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma,
religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra condición social.

2. Para los efectos de esta Convención, persona es todo ser humano.

Este artículo nos da a conocer la importancia, que otros países implementan bajo un
ordenamiento jurídico, respetar y garantizar los derechos de cada persona, sin importar su
condición

1. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral.

2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al
ser humano.

3. La pena no puede trascender de la persona del delincuente.


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4. Los procesados deben estar separados de los condenados, salvo en circunstancias


Excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su condición de personas no
condenadas.

5. Cuando los menores puedan ser procesados, deben ser separados de los adultos y llevados
ante tribunales especializados, con la mayor celeridad posible, para su tratamiento.

6. Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial la reforma y la


readaptación social de los condenados.

Artículo 7. Derecho a la Libertad Personal

Efectivamente se puede interpretar que cada uno de los artículos que manifiesta la convención
Americana de los Derechos Humanos, es proteger y garantizar el libre desarrollo de la
personalidad sin sufrir discriminación alguna por parte de la sociedad

1. Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal.

2. Nadie puede ser privado de su libertad física, salvo por las causas y en las condiciones
fijadas de antemano por las Constituciones Políticas de los Estados Partes o por las leyes
dictadas conforme a ellas.

3. Nadie puede ser sometido a detención o encarcelamiento arbitrarios.

4. Toda persona detenida o retenida debe ser informada de las razones de su detención y
notificada, sin demora, del cargo o cargos formulados contra ella.

5. Toda persona detenida o retenida debe ser llevada, sin demora, ante un juez u otro
funcionario autorizado por la ley para ejercer funciones judiciales y tendrá derecho a ser
juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad, sin perjuicio de que continúe
el proceso. Su libertad podrá estar condicionada a garantías que aseguren su comparecencia
en el juicio.

6. Toda persona privada de libertad tiene derecho a recurrir ante un juez o tribunal
competente, a fin de que éste decida, sin demora, sobre la legalidad de su arresto o detención
y ordene su libertad si el arresto o la detención fueran ilegales. En los Estados Partes cuyas
leyes prevén que toda persona que se viera amenazada de ser privada de su libertad tiene
derecho a recurrir a un juez o tribunal competente a fin de que éste decida sobre la legalidad
de tal amenaza, dicho recurso no puede ser restringido ni abolido. Los recursos podrán
interponerse por sí o por otra persona.
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7. Nadie será detenido por deudas. Este principio no limita los mandatos de autoridad
judicial competente dictados por incumplimientos de deberes alimentarios.

Aunque en la CONVENCION DE LOS NIÑOS se puede deducir: Que los Estados


Partes en la presente Convención, Considerando que, de conformidad con los principios
proclamados en la Carta de las Naciones Unidas, la libertad, la justicia y la paz en el mundo
se basan en el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e
inalienables de todos los miembros de la familia humana, Teniendo presente que los pueblos
de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales del
hombre y en la dignidad y el valor de la persona humana, y que han decidido promover el
progreso social y elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad,
Reconociendo que las Naciones Unidas han proclamado y acordado en la Declaración
Universal de Derechos Humanos y en los pactos internacionales de derechos humanos, que
toda persona tiene todos los derechos y libertades enunciados en ellos, sin distinción alguna,
por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen
nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición, Recordando
que en la Declaración Universal de Derechos Humanos las Naciones Unidas proclamaron que
la infancia tiene derecho a cuidados y asistencia especiales, Convencidos de que la familia,
como grupo fundamental de la sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de
todos sus miembros, y en particular de los niños, debe recibir la protección y asistencia
necesarias para poder asumir plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad,

Artículo 14

1. Los Estados Partes respetarán el derecho del niño a la libertad de pensamiento, de


conciencia y de religión. 2. Los Estados Partes respetarán los derechos y deberes de los
padres y, en su caso, de los representantes legales, de guiar al niño en el ejercicio de su
derecho de modo conforme a la evolución de sus facultades. 3. La libertad de profesar
la propia religión o las propias creencias estará sujeta únicamente a las limitaciones
prescritas por la ley que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la moral o
la salud públicos o los derechos y libertades fundamentales de los demás

EL PACTO DE LOS DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS

2. Artículo 3 Derecho a la igualdad entre hombres y mujeres en el disfrute de sus


derechos civiles y políticos.
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Considerando que los Estados Partes en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos
tienen la obligación de garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los
derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos,

Teniendo en cuenta las convenciones internacionales concertadas bajo los auspicios de las
Naciones Unidas y de los organismos especializados para favorecer la igualdad de derechos
entre el hombre y la mujer,

Teniendo en cuenta asimismo las resoluciones, declaraciones y recomendaciones aprobadas


por las Naciones Unidas y los organismos especializados para favorecer la igualdad de
derechos entre el hombre y la mujer,

Preocupados, sin embargo, al comprobar que a pesar de estos diversos instrumentos las
mujeres siguen siendo objeto de importantes discriminaciones.

Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer

Adoptada y abierta a la firma y ratificación, o adhesión, por la Asamblea General en su


resolución 34/180, de 18 de diciembre de 1979

Entrada en vigor: 3 de septiembre de 1981, de conformidad con el artículo 27

Los Estados Partes en la presente Convención Considerando que la Carta de las Naciones
Unidas reafirma la fe en los derechos humanos fundamentales, en la dignidad y el valor de la
persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, Considerando que la
Declaración Universal de Derechos Humanos reafirma el principio de la no discriminación y
proclama que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y que
toda persona puede invocar todos los derechos y libertades proclamados en esa Declaración,
sin distinción alguna y, por ende, sin distinción de sexo.

Considerando que los Estados Partes en los Pactos Internacionales de Derechos Humanos
tienen la obligación de garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los
derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos, Teniendo en cuenta las
convenciones internacionales concertadas bajo los auspicios de las Naciones Unidas y de los
organismos especializados para favorecer la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer.
Teniendo en cuenta asimismo las resoluciones, declaraciones y recomendaciones aprobadas
por las Naciones Unidas y los organismos especializados para favorecer la igualdad de
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derechos entre el hombre y la mujer, Preocupados, sin embargo, al comprobar que a pesar de
estos diversos instrumentos las mujeres siguen siendo objeto de importantes discriminaciones.
Recordando que la discriminación contra la mujer viola los principios de la igualdad de
derechos y del respeto de la dignidad humana, que dificulta la participación de la mujer, en las
mismas condiciones que el hombre, en la vida política, social, económica y cultural de su
país, que constituye un obstáculo para el aumento del bienestar de la sociedad y de la familia
y que entorpece el pleno desarrollo de las posibilidades de la mujer para prestar servicio a su
país y a la humanidad.

Preocupados por el hecho de que en situaciones de pobreza la mujer tiene un acceso mínimo a
la alimentación, la salud, la enseñanza, la capacitación y las oportunidades de empleo, así
como a la satisfacción de otras necesidades, convencidos de que el establecimiento del nuevo
orden económico internacional basado en la equidad y la justicia contribuirá
significativamente a la promoción de la igualdad entre el hombre y la mujer, Subrayado que la
eliminación del apartheid, de todas las formas de racismo, de discriminación racial,
colonialismo, neocolonialismo, agresión, ocupación y dominación extranjeras y de la
injerencia en los asuntos internos de los Estados es indispensable para el disfrute cabal de los
derechos del hombre y de la mujer.

Afirmando que el fortalecimiento de la paz y la seguridad internacionales, el alivio de la


tensión internacional, la cooperación mutua entre todos los Estados con independencia de sus
sistemas sociales y económicos, el desarme general y completo, en particular el desarme
nuclear bajo un control internacional estricto y efectivo, la afirmación de los principios de la
justicia, la igualdad y el provecho mutuo en las relaciones entre países y la realización del
derecho de los pueblos sometidos a dominación colonial y extranjera o a ocupación extranjera
a la libre determinación y la independencia, así como el respeto de la soberanía nacional y de
la integridad territorial, promoverán el progreso social y el desarrollo y, en consecuencia,
contribuirán al logro de la plena igualdad entre el hombre y la mujer,

Convencidos de que la máxima participación de la mujer en todas las esferas, en igualdad de


condiciones con el hombre, es indispensable para el desarrollo pleno y completo de un país, el
bienestar del mundo y la causa de la paz. Teniendo presentes el gran aporte de la mujer al
bienestar de la familia y al desarrollo de la sociedad, hasta ahora no plenamente reconocido, la
importancia social de la maternidad y la función tanto del padre como de la madre en la
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familia y en la educación de los hijos, y conscientes de que el papel de la mujer en la


procreación no debe ser causa de discriminación, sino que la educación de los niños exige la
responsabilidad compartida entre hombres y mujeres y la sociedad en su conjunto,
Reconociendo que para lograr la plena igualdad entre el hombre y la mujer es necesario
modificar el papel tradicional tanto del hombre como de la mujer en la sociedad y en la
familia. Resueltos a aplicar los principios enunciados en la Declaración sobre la eliminación
de la discriminación contra la mujer y, para ello, a adoptar las medidas necesarias a fin de
suprimir esta discriminación en todas sus formas y manifestaciones,

Han convenido en lo siguiente:

Artículo 1

A los efectos de la presente Convención, la expresión "discriminación contra la mujer"


denotará toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o
resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer,
independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de
los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica,
social, cultural y civil o en cualquier otra esfera.

Artículo 2

La Convención contra todas formas de discriminación de la mujer

Considerando que la Declaración Universal de Derechos Humanos reafirma el principio de la


no discriminación y proclama que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad
y derechos y que toda persona puede invocar todos los derechos y libertades proclamados en
esa Declaración, sin distinción alguna y, por ende, sin distinción de sexo.

Los Estados Partes condenan la discriminación contra la mujer en todas sus formas,
convienen en seguir, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, una política
encaminada a eliminar la discriminación contra la mujer y, con tal objeto, se comprometen a:

a) Consagrar, si aún no lo han hecho, en sus constituciones nacionales y en cualquier otra


legislación apropiada el principio de la igualdad del hombre y de la mujer y asegurar por ley u
otros medios apropiados la realización práctica de ese principio.
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Bibliografía
http://colombiadiversa.org/colombiadiversa/documentos/asuntos-legales/parejas-del-

mismo-sexo.pdf

https://www.oas.org/dil/esp/tratados_b-

32_convencion_americana_sobre_derechos_humanos.htm

REVISTA DERECHO VALDIVIA. (JULIO de 2018). https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?

script=sci_arttext&pid=S0718-09502018000100079. Obtenido de

https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-

09502018000100079.

https://www.oas.org/dil/esp/Convencion_sobre_todas_las_formas_de_Discriminacion_con

tra_la_Mujer.pdf

https://www.un.org/es/events/childrenday/pdf/derechos.pdf

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo;jsessionid=B97A3CBB622B9486C7FB01F2992

CFE1A.dialnet01?codigo=5589619

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