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UNIDAD I: EL HOMBRE VISTO POR SÍ MISMO

TEMA 1: LO PROBLEMÁTICO DEL SER HUMANO

I - ¿Qué es el hombre? Una pregunta con difícil respuesta

Si nos preguntamos sobre los rasgos definitorios del hombre, nos damos cuenta de que existen
muchas formas de definir al ser humano. El hombre es un animal racional, sentimental, social, ético,
político, económico, cultural, religioso...

Cuando aludimos a la problemática sobre el ser humano, podemos definir el problema desde dos
líneas: el problema del origen del hombre y el problema de la esencia del hombre.

a- Si nos referimos al origen, encontramos dos corrientes que dan razón del origen del hombre
de manera diferente. Por un lado, la visión creacionista, que defiende que el origen de la
vida es Dios, es decir la creación. Por otra parte, la visión naturalista, que establece que el
origen de la vida se encuentra en la materia.

El evolucionismo y el darwinismo no son lo mismo, aunque en el lenguaje común se utilicen


indistintamente. Si la evolución es el hecho, el evolucionismo es su interpretación.

Según Darwin (1809-1882), unas especies descienden de otras. Darwin intuyó la descendencia de
todas las especies a partir de una primera forma de vida, como ramas de un tronco común. El
mecanismo de la evolución según Darwin es la variación según selección y su teoría evolucionista
trata de dar razón a la diversidad de las especies. Hoy en día, la molécula de ADN y las mutaciones
genéticas proporcionan la prueba más convincente de la evolución biológica, aunque seguimos sin
conocer su mecanismo. El problema es que la evolución explica el desarrollo, pero no el origen
primero, no la causa ni el origen de las especies y, por ende, tampoco la del hombre.

El universo puede explicarse gracias a la gravitación, el electromagnetismo y las fuerzas nuclear


débil y nuclear fuerte. Pero en última instancia, ¿se explica solamente por esas leyes?

Parece bastante obvio que los seres no se han podido dar la existencia a sí mismos, luego es un
origen de la nada. Ese momento en el que surge la vida, parece ser un principio de la nada.

Cuando se habla de creación lo que se está diciendo no es que se transforme algo que existió, sino
que se produce algo nuevo por completo y de la nada. Esto permite afirmar que la evolución y la
creación no son opuestas, sino que se ocupan de campos diferentes y por lo tanto, son compatibles.

b- Si nos referimos a la esencia, como hemos hecho al principio al preguntarnos sobre los
rasgos definitorios del hombre, nos damos cuenta de que puede ser complicado definir la
naturaleza del hombre porque hay muchos elementos.

Si decimos que el hombre es un animal racional, estamos diciendo que el hombre es capaz de
abstraerse o de pensar nociones universales, diferenciar entre lo verdadero y lo falso. Sin razón, el
hombre no es hombre. Cuando aludimos a su espiritualidad, nos referimos a su capacidad
consciente y reflexiva, moral y valorativa, libre y creadora... Podemos también definir al hombre
como un animal simbólico, es decir, que nuestra aproximación al mundo se da a través de símbolos
como el lenguaje, el arte, la religión... Podemos incluso definir el hombre haciendo referencia a su
historicidad -el ser del hombre consiste en su historia, es el único ser capaz de crear una historia-.
O, aludir al ser social, como hizo el Marxismo dando razón del hombre desde sus relaciones
sociales; o, incluso, referirnos a su capacidad creadora o libertad para dar razón de la esencia del
ser humano.

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Existen otros elementos que alumbran esta cuestión, como la noción de orden, el concepto de alma
o el azar y la finalidad que puede servir para orientar la cuestión, pero que abren igualmente
interrogantes y no dan respuesta a lo que nos ocupa.

Origen de la vida: Desde que el hombre es hombre ha pensado en su sentido personal. Por lo
menos, se ha planteado los temas de su origen y de su fin, los dos más relevantes para el pensar.

Cuando nos preguntamos por el origen de nosotros mismos, nos preguntamos sobre el origen de
la vida, y encontramos algunos problemas, ya que sobre esta cuestión aún hay muchos
interrogantes.

Sabemos muy poco del origen de la vida, pero gracias a la ciencia sí sabemos que la vida está
compuesta por aminoácidos y nucleótidos, dos tipos de compuestos unidos en cadenas de
proteínas y ácidos nucleicos (ADN). Los ácidos nucleicos almacenan la información genética y la
transmiten a las proteinas que son las encargadas de las reacciones bioquímicas propias del ser
vivo. ¿El problema? Que no puede haber proteínas si no hay previamente ADN, ni ADN sin previa
existencia de proteínas.

La única vida que conocemos es celular. Todo lo que ha estado vivo, vegetal o animal, tuvo su inicio
en el mismo brote primigenio cuando una bolsita muy pequeña logró algo extraordinario: se dividió
y produjo un heredero, y esto no ha dejado de suceder desde esa primera vez.

Sabemos que hubo una primera vez... pero cuándo, cómo...

Vídeo visto en clase sobre el origen de la vida: https://www.youtube.com/watch?v=QllSUlEU48A

El orden: Si un terremoto echara abajo un edificio, ¿qué son los escombros? ¿Siguen siendo ese
edificio o no? ¿Qué es lo que distingue a los escombros del edificio? Si antes de derrumbarse esa
piedra era el edificio, ¿por qué ahora ya no lo es?

Y lo vivo: si yo en un laboratorio pongo por ejemplo todos los elementos de Lucía ¿es algo vivo o
no lo es? Si yo ensamblo todas las piezas y unidades que componen a Lucía, ¿es Lucía o no lo es?

Si en el caso del edificio, la diferencia entre los escombros y lo que fue el edificio está en el orden,
el de un edificio lo ha puesto el hombre que lo ha construido. ¿Pero y en la vida? ¿Y en lo vivo?
Claramente hay un factor inteligente que introduce ese orden, ¿no? Y ¿qué es ese factor? Hace
más de 25 siglos que nos lo preguntamos....

El alma: Como hemos dicho no conocemos casi nada, por no decir nada de cuál fue la causa de la
vida. Aristóteles concluyó que de la causa de la vida sólo conocemos sus efectos. Sabemos que
por esa causa de vida vivimos, sentimos, nos movemos, entendemos... Pero esa causa no viene
de nosotros mismos, no nos hemos auto creado... Es una causa extrínseca, externa.

La Naturaleza a día de hoy sigue guardando el secreto y nosotros los hombres sólo hemos
conseguido llamarlo poéticamente “alma”.

En la tradición filosófica, el alma es como un centro de control que se encarga de ordenar todos los
procesos moleculares, coordina las factorías mono celulares y retiene en su memoria lo que se ha
hecho y lo que queda por hacer. En la Grecia clásica se le llamaba psique, alma en castellano, y
anima en latín. Esa memoria de la que habla la tradición, el saber qué se hizo en el pasado y qué
queda por hacer en el futuro, implica inmaterialidad pues está por encima del espacio y del tiempo.
Mi conocimiento es de algo material, conozco una piedra, pero es algo inmaterial en sí.

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El alma no la podemos ver cuando diseccionamos un cuerpo; sin embargo, ese principio invisible
es aquello que da sentido al cuerpo.

Azar o finalidad: La finalidad es una noción filosófica desde los tiempos de Sócrates.

Pitágoras, Heráclito y los filósofos presocráticos observaban la realidad física, las pautas y los
programas de actividad; es decir, el orden de las cosas. Buscaban cuál era la finalidad de las cosas
para dar razón de sus causas y explicarlas.

Quizá se podría recurrir al azar para dar razón del origen de las cosas; sin embargo, el azar no es
medible. Por el contrario, sí que sabemos que toda causa tiene su efecto y que todo efecto tiene su
causa. El azar además va en contra del orden que encontramos en la naturaleza: las cosas no
pasan por azar... Las estaciones no cambian por azar, todo tiene su orden y su sentido. La
naturaleza es increíblemente ordenada. Pablo Neruda decía: “¿Cómo saben las raíces que han de
subir a la luz? ¿Y cómo saben las estaciones que deben cambiar de camisa?”.

II - QUÉ ES LA ANTROPOLOGÍA

1. Naturaleza, objeto y método de la Antropología Filosófica

“Todos los hombres desean por naturaleza saber” según decía Aristóteles. Esa aspiración de
alcanzar la verdad se encuentra en los orígenes de la Humanidad. Y este saber se dirige de manera
especial hacia el hombre mismo, porque la pregunta sobre la verdad afecta directamente al destino
y a la felicidad del hombre.

Conocemos desde nosotros mismos. Cuanto más conocemos al mundo, a la realidad, más nos
conocemos a nosotros mismos. Todo lo que se presenta como objeto de nuestro conocimiento se
convierte por ello en parte de nuestra vida.

A pesar del empeño de conocernos a nosotros mismos, seguimos siendo un misterio, un gran
misterio. Algunas citas de algunos pensadores que ilustran esta idea:
Sófocles: “Muchas son las cosas misteriosas, pero nada tan misterioso como el hombre”.
San Agustín: “Ni yo mismo comprendo todo lo que soy”.
Pascal: “Este misterio, el más incomprensible de todos, es que somos incomprensibles a nosotros
mismos”.

No debemos caer en el escepticismo, la respuesta sobre la verdad del hombre siempre será parcial,
pero no por ello menos verdadera.

El hombre es el único ser de la naturaleza que se cuestiona acerca de sí.

2. Delimitación del término Antropología

La etimología de la palabra Antropología proviene de Anthropos que significa hombre y logos que
significa tratado o ciencia. Por lo tanto, Antropología significa ciencia o disciplina acerca del hombre.

Pero esta definición implica cierta ambigüedad semántica, dado que son muchas las ciencias que
estudian al hombre.

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Podemos definir tres disciplinas:

1- Antropología física o natural. Atiende a los elementos físicos, los rasgos corporales,
morfológicos… Pero no atiende a los rasgos o los aspectos espirituales del hombre.
2- Antropología cultural o social. Analiza la historia, la cultura, la estructura social… Pero no
estudia directamente la esencia y naturaleza del ser humano.
3- Antropología filosófica, o filosofía del hombre. Consiste en un estudio sistemático del hombre
por sus causas últimas y principios esenciales del ser y obrar humanos.

3. Objeto de estudio de la Antropología Filosófica

La pregunta “quién soy yo” está contenida en la pregunta qué es el hombre. De hecho, en la
respuesta a la segunda pregunta está presente la propia subjetividad, pero no como un individuo
particular, sino como sujeto perteneciente a la naturaleza humana.

La Filosofía del hombre tiene como objeto de estudio el hombre en sus dimensiones esenciales.
Qué es el hombre en el sentido más profundo y radical, no en los aspectos cambiantes.

La parcialidad del objeto de estudio es propia de las ciencias particulares, que con diversos métodos
se proponen analizar algunas dimensiones específicas de su objeto. Se puede objetar que existen
otras muchas ciencias que estudian al hombre, pero la diferencia con respecto a la Antropología
radica en el objeto. La Biología o la Medicina estudian el nivel físico del hombre, los procesos
químicos y nuestra naturaleza en tanto que seres corporales; la Psicología por su parte estudia la
conducta del hombre; y la Ética a su vez también, pero desde un punto de vista moral (nuestro obrar
en tanto que seres libres y desde nuestra capacidad de distinguir entre el bien y el mal).

Tenemos muchos conocimientos del Hombre y muchas ciencias que estudian al hombre... Pero si
repetimos la pregunta que se hace la Antropología Filosófica “¿qué es el hombre?” nos damos
cuenta de que no sólo es una pregunta compleja de responder, sino que además nos seguimos
encontrando con muchos interrogantes. Y es que, a lo largo de la historia, el hombre ha ido
ampliando los conocimientos sobre sí mismo, pero la respuesta a la pregunta sobre su ser más
profundo será siempre parcial, y tendrá siempre aspectos de misterio. Y aquí, es importante no
entender la palabra misterio como un problema, ni caer en el escepticismo o el relativismo sobre la
posibilidad de dar razón de la naturaleza del hombre. La idea de misterio está en consonancia con
el hecho de que el hombre es un ser conocedor de sí mismo, y las preguntas sobre sí mismo se
responden desde dentro, es decir, desde el hombre, en una disciplina que se pregunta por las
causas últimas y los principios esenciales del ser y obrar humanos.

La Antropología Filosófica es la disciplina que tiene por objeto al hombre, estudiado por sus
últimas causas y principios más radicales: estudia al hombre y sus operaciones esenciales
en su globalidad.

BIBLIOGRAFÍA

· “Antropología paso a paso”. José R. Ayllón.


· “Antropología para inconformes”. Juan Fernando Sellés.
· “Antropología Filosófica: Una introducción a la Filosofía del hombre”. J.Ángel García Cuadrado.

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