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UNIVERSIDAD FEDERAL DE INTEGRACIÓN

LATINO-AMERICANA.

ARQUITECTURA Y URBANISMO
POLITICAS PÚBLICAS DE HABITACION

AUTOGESTION HABITACIONAL EN LOS PAISES DE AMERICA LATINA:


COOPERATIVA DE VIVIENDA- LA FÁBRICA. BUENOS AIRES-
ARGENTINA

DARWIN JAIME CAMACHO

Orientador: Prof. Tiago Bastos

FOZ DO IGUAÇÚ-PR- BRASIL


2015- II
I. LA AUTOGESTION HABITACIONAL.

En América Latina, la autoproducción del hábitat popular ha ido creciendo cada


vez más, al principio era una simple necesidad social pero con el pasar de los
años va tomando fuerza y en algunos países se ha convertido en una política
amparado por ley. (ZAPATA, 2010)

En Argentina dado el carácter masivo y la importancia que estos procesos


fueron adquiriendo con el tiempo; el Estado ha optado por implementar
adecuadamente políticas que involucraron estas modalidades populares de
producción de vivienda, incorporando a los sectores sociales vulnerables
económicamente y satisfaciendo sus necesidades habitacionales así como la
participación activa en gestión y aprobación de políticas habitacionales.

“El advenimiento de la democracia en Argentina lleva consigo un cambio rotundo en


las tendencias de la política habitacional, siendo éstas resultado de un proceso de
transformación de la relación Estado-Sociedad-Mercado que se da en el marco de
profundos cambios desarrollados en el capitalismo como sistema de producción y
organización social”. (ZAPATA, 2010)

Es así que en el 2000 nace el Programa de Autogestión de Vivienda


(reglamentado por la Ley Nº341/00 y su modificatoria Ley Nº964/02) dándole
vitalidad a la autogestión y haciendo que esta forme parte de políticas públicas
de estado.

Teniendo como punto de partida lo antes mencionado este trabajo busca


analizar experiencias colectivas de producción del hábitat. Para ello, se
presentará el estudio de caso de la cooperativa de vivienda La fábrica. Un
proyecto realizado por Movimiento de Ocupantes e Inquilinos (MOI).

Sin duda alguna estas experiencias son el resultado de acciones colectivas y


constituyen prácticas económicas alternativas para suplir el déficit de la
vivienda y servicios públicos urbanos que por cuestiones muchas veces
capitalista el Estado no puede resolver.

Según (HERZER, 1994), una ciudad capitalista resulta de la interrelación


compleja y a la vez contradictoria de tres lógicas:
a) la lógica de la ganancia –donde la ciudad es objeto y soporte de
negocios;
b) la lógica de la necesidad –impulsada por aquellos grupos y sectores
que no logran procurar sus condiciones de reproducción social en el
ámbito de la dinámica mercantil.
c) la lógica de lo público, donde el estado actúa, a través de regulaciones
y políticas, generando el sustento para el despliegue de las otras
lógicas.
De estas tres lógicas persisten diversas modalidades de producción
comprendidas genéricamente dentro de la autoproducción y la producción
social del hábitat.
Dentro del universo de estrategias de autoproducción del hábitat del espacio
urbano, los procesos de producción social del habitad (PSH) son una forma
específica; y como manifiesta (ORTIZ FLORES, 2004). En las PSH, la
vivienda es adquirida como derecho humano y no como un carácter mercantil;
es vista no como un objeto o producto sino como un proceso y una expresión
del acto de habitar, como un bien potencialmente abundante que se continúa
produciendo aún en contextos precarios marcados por la pobreza.

“De esta manera la autogestión es una forma colectiva y organizada de


producción del hábitat que busca cuestionar las jerarquías traducidas en
desigualdades, para promover la transformación de las relaciones de
poder” (JEIFETZ, 2007).
En consecuencia la autogestión se muestra como una praxis colectiva, capaz
de transformar el habitad a través de la re- significación cultural del espacio a
distintas escalas (RODRÍGUEZ, 2008).

II. PROGRAMA DE AUTOGESTION DE VIVIENDA (Ley 341/964).

El programa de autogestión de vivienda es la consecuencia de la una


formulación e implementación de la Ley Nº341/00 modificada el 2002 mediante,
Ley 964/02 realizada por el Instituto de la Vivienda (IVC) de la Ciudad de
Buenos Aires – Argentina y tiene por objetivo instrumentar políticas de acceso
a la vivienda a hogares de escasos recursos en situación crítica habitacional.
Los beneficiarios son personas individuales y/o asociadas a procesos de
organización colectiva verificables.
Este programa incluye la realización de obras nuevas así como la rehabilitación
y el mejoramiento de viviendas. Para ello el programa cuenta con dos tipos de
operación:
a. La operatoria de créditos individuales, para familias de bajos ingresos;
b. La operatoria colectiva, después llamado Programa de Autogestión para
el Desarrollo del Hábitat Popular (PADHP), para organizaciones
colectivas con persona jurídica (Cooperativas, Asociaciones Civiles,
Mutuales, todas sin fines de lucro). Esta última operatoria respondía a
los intereses de las organizaciones sociales vinculadas al hábitat.

Hoy en día según (ZAPATA, 2010) la Ley 341/964 que surgió como fruto de la
organización, discusión y movilización de muchas organizaciones sociales necesita
de un nuevo impulso para volver a poner en discusión el tema de la vivienda en la
ciudad. Este reclamo, que siempre fue genuino, necesita de un nuevo proceso de
lucha y organización por parte de las organizaciones para volver a ser escuchado y
para que miles de familias de bajos ingresos que hoy no pueden acceder a una
vivienda digna y un hábitat adecuado en la ciudad de Buenos Aires vuelvan a tener
una solución concreta al problema.

CARACTERISTICAS DE LOS PROYECTOS DESARROLLADOS POR EL


PROGRAMA DE AUTOGESTION DE VIVIENDA.

Los proyectos desenvueltos en el marco del PAV son diseñados, proyectados y


ejecutados por las propias organizaciones sociales, contando dentro de la
organización un equipo técnico quienes se encargan de seleccionar la cantidad
de unidades funcionales así como el equipamiento y los espacios comunes de
acuerdo a las necesidades de cada morador (cocheras, terrazas, locales
comerciales, etc.)
En cuanto a los m2 por proyecto el promedio es de 1298 m2, en ese sentido,
se trata de proyectos sin un gran impacto urbanístico, permitiendo una
integración social aceptable; enmarcándose así en un modelo de política
habitacional que se diferencia del modelo tradicional (ofrecía grandes
complejos de vivienda sin considerar las particularidades de sus beneficiarios).
Esta nueva visión se centra en la demanda, esto es, en las posibilidades,
necesidades y expectativas de las familias beneficiarias.

FIGURA 01: Obras del Programa de autogestión de vivienda


FUENTE: Instituto de Vivienda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 09 /2014

III. EL MOVIMIENTO DE OCUPANTES E INQUILINOS (MOI) Y LA


COOPERATIVA DE VIVIENDA “LA FABRICA”

El MOI es una organización social que apoya cooperativas de vivienda de la


Ciudad de Buenos Aires y otras provincias del país (Tierra del Fuego, Río
Negro, Neuquén y Santa Fe).
A lo largo de los años, la organización logró fructíferos avances en el
desarrollo de procesos de producción social del habitad (PSH) posibilitando el
acceso a la vivienda de muchas familias de bajos ingresos.
Esta organización fue una de las impulsoras de la Ley 341 y basa su actuación
en tres ejes principales: Autogestión, Ayuda Mutua, y Propiedad Colectiva,
siendo la participación una línea que atraviesa el conjunto de la estructura del
movimiento.

FIGURA 02: Arq. Jeifes (MOI) dando charlas sobre autogestion


FUENTE: http://www.tlps.com.ar/2013-psicologia-del-habitat-popular-y-la-produccion-social-del-habitat-
sede-cooperativa-la-fabrica-moi-cta-barracas-arq-sergio-gagliano/
AUTOGESTION: Según el MOI Autogestión no es autoconstrucción, es la toma
de decisiones y la planificación del proceso de gestión, ejecución y
sostenimiento de un proceso habitacional.
La autogestión no solo conquistar el derecho a la vivienda, sino recuperar la
capacidad de ser protagonistas de una vida digna y a la altura de nuestros
sueños. Es ser protagonistas del proceso cooperativo, siendo parte activa en la
planificación del proyecto, la organización y ejercicio de la obra y la gestión de
los recursos.
AYUDA MUTUA: Es el aporte concreto de mano de obra que las familias
cooperativistas aportan al proceso de la obra, aporte de trabajo colectivo y
organizado reduciendo significativamente el costo de obra y a la vez generar un
puesto de trabajo. La ayuda mutua permite que los recursos del Estado vayan
a la clase trabajadora, al movimiento popular y a las organizaciones sociales.

PROPIEDAD COLECTIVA: Es la expresión y el resultado de los procesos


autogestionarios, Es una lucha colectiva por la vivienda por lo tanto los
resultados son colectivos.
Cada cooperativa se hace dueño común de todo el conjunto de viviendas, con
derecho de uso exclusivo de las unidades por medio del sistema USO Y
GOCE. Este sistema funciona como herramienta fundamental para que lo que
se gana colectivamente no se pierda individualmente en manos de la
especulación. En consecuencia es una construcción opuesta al régimen de la
propiedad privada. Es concepción de vivienda y ciudad desde el valor de USO
y no de CAMBIO, asumiendo tajantemente que las viviendas no son
mercancías, es poner el valor humano por encima del capital.

Según (J., 2010), las cooperativas de vivienda que forman parte del MOI no
sólo se constituyen en una estrategia de acceso a la vivienda para sectores
vulnerables económicamente, sino que también emprenden una lucha cotidiana
por el derecho a la ciudad.
A partir de sus acciones, logran la posibilidad de permanecer en la ciudad,
recuperando edificios vacantes y transformándolos en complejos de vivienda
de calidad, planificados y diseñados según las necesidades de las familias y
generando, asimismo, espacios democráticos de participación política.
De esta manera, la organización concibe al espacio urbano como un espacio
social de uso colectivo de sus bienes, de su cultura, de sus servicios,
contraponiéndose a la concepción mercantilizada que ha garantizado el
acceso a las mejores localizaciones a aquellos sectores que poseen los
recursos materiales para hacerlo.
IV. COOPERATIVA DE VIVIENDA “LA FABRICA”
La FÁBRICA es una experiencia de Cooperativa autogestionaria que forma
parte (MOI) que basada en los 3 ejes fundamentales se logró resolver la falta
de vivienda de 50 familias en el barrio de BARRACAS (Ciudad de Buenos
Aires) que no contaban con recursos económicos para acceder a una vivienda
digna.

Figura 03: Cartel de identificación la cooperativa de vivienda La Fabrica.


Fuente: http://www.tlps.com.ar/2013-psicologia-del-habitat-popular-y-la-produccion-social-del-habitat-
sede-cooperativa-la-fabrica-moi-cta-barracas-arq-sergio-gagliano/.

LOCALIZACION: Pasaje Icalma 2001 (Esq. Feijoo) Barracas- Buenos Aires ,


Argentina.

Figura 04: Ubicación de la cooperativa de vivienda La Fabrica.


Fuente: Google maps.

PROGRAMA ARQUITECTÓNICO: La cooperativa La Fabrica contempla 50


viviendas, y un amplio equipamiento comunitario (2 salones de usos múltiples,
1 local para emprendimientos, 1 plaza y espacios verdes para esparcimiento).
Este equipamiento tiene una proyección a nivel de barrio posibilitando la
construcción de un centro cutral, una guardería y otros espacios para
actividades colectivas.
Figura 05: Maqueta electrónica del Proyecto La Fabrica
Fuente: MOI (http://moi.org.ar/proyecto-dos/)

Figura 06: Maqueta electrónica de áreas externas del Proyecto La Fabrica


Fuente: MOI (http://moi.org.ar/proyecto-dos/)

Figura 07: Avances de la obra


Fuente: MOI (http://moi.org.ar/proyecto-dos/)
FORMA DE ACCESO A LA TIERRA: La Cooperativa se constituyó en
diciembre del 2000. Tiene la particularidad de ser una de las primeras
cooperativas que adquieres el inmueble mediante COMPRA en la ciudad de
Buenos Aires en el marco de la ley 341.osea la forma de acceso a la tierra
particularmente en este proyecto fue mediante compra del inmueble que
posibilito los créditos colectivos para las organizaciones sociales con persona
jurídica.

Figura 08- 09: reuniones de autogestión presididas por el MOIAvances de la obra


Fuente: http://www.tlps.com.ar/2013-psicologia-del-habitat-popular-y-la-produccion-social-del-habitat-
sede-cooperativa-la-fabrica-moi-cta-barracas-arq-sergio-gagliano/

FORMA DE PRODUCCION: El tipo de intervención física fue una combinación


entre rehabilitación y construcción nueva.
La forma de producción está basada en la ayuda mutua que los
cooperativistas y su grupo familiar hacen al proceso de obra. Esta ayuda mutua
cumple dos propósitos:
- Reduce significativamente el costo de la obra, posibilitando de esta
manera obtener viviendas más confortables y de mejor calidad
constructiva.
- Consolida los grupos cooperativos a través de la relación que se genera
trabajando todos a favor de un mismo objetivo.
La Fábrica, tras sus años de trayectoria, logró una dinámica interna
funcionamiento fuertemente organizado y activo. Desarrolló un proceso
cooperativo que presenta signos de trabajo tangibles, principalmente en sus
asambleas periódicas, reuniones de consejo y en las comisiones de trabajo.

Figura 10- 11: TRbajso realizados mediante ayuda mutua en L a Fabrica.


Fuente: http://www.tlps.com.ar/2013-psicologia-del-habitat-popular-y-la-produccion-social-del-habitat-
sede-cooperativa-la-fabrica-moi-cta-barracas-arq-sergio-gagliano/
V. CONSIDERACIONES FINALES:

Sin duda; la autogestión y la participación ciudadana, son dos estrategias que


brinda a los sectores populares, acceder a suelo urbano de calidad y más aún
cuando la movilización de organizaciones populares tiene fruto y se convierten
después de innumerables luchas en Programa de Autogestión para la Vivienda
como es el caso de Buenos aires- Argentina.

La Cooperativa La Fábrica unida al MOI, es un excelente ejemplo de


cooperativismo y autogestión; de una construcción CON Y PARA EL
COLECTIVO, donde las familias que están en situación de vulnerabilidad tanto
económica, social y habitacional se acercan al MOI en busca de una solución
real y poco a poco van adoptando un nuevo espíritu ciudadano que modifica
drásticamente sus subjetividades e individualidades, rápidamente se dan
cuenta que el problema no es individual, si no colectivo padeciéndolo el
vecino, el amigo , etc. generando así una conciencia de necesidad de luchar
colectivamente para poder resolverlo.
Si bien es cierto y como lo apunta (ZAPATA, 2010) en términos cuantitativos el
Programa de Autogestión de Vivienda amparado por la ley 341/964 no produjo
buenos resultados, pero en términos y desde una mirada cualitativa , incluyó a
sectores populares incorporados en procesos de organización colectiva como
sujetos activos de una política pública novedosa y transformadora.

Las distintas experiencias cooperativistas que se generaron en el marco de la


Ley 341/964, y particularmente las desarrolladas por el MOI, demuestran que
ello es posible; y que la salida a los problemas urgentes de las personas debe
sustentarse en lazos de solidaridad e igualdad.

El Programa de Autogestión de Vivienda no es solo un programa de cambio de


recursos económicos a pobladores en situación de vulnerabilidad, sino que
apegado a ello incluye una dimensión social y cultural, a través del rol
protagónico que adquieren las organizaciones a partir de la construcción de un
proceso colectivo desde su constitución hasta la obtención de la vivienda
definitiva.
En consecuencia, este tipo de acciones son el eje fundamental para una buena
política habitacional, una estrategia sin fines de lucro, acciones que permiten
que la vivienda no sea mirada como un objeto de mercado regido por la
especulación inmobiliaria y el capitalismo donde los agentes que interfieren en
el mercado se pelean unos a otros por tener el mejor postor sino más bien
como un derecho humano, un proceso y una expresión del acto de habitar,
donde la pobreza no sea impedimento para obtener una vivienda digna donde
las acciones del buen vivir estén reflejados en cada hecho o acción.
VI. BIBLIOGRAFIA.

HERZER, H. y otros (1994): Gestión Urbana en ciudades de tamaño medio de América


Latina.Nairobi. Hábitat-ONU.

GIL Y DE ANSO L. Y RAMOS J. (2010): La casa, el barrio y la ciudad algunas


consideraciones de género a partir de la experiencia del MOI. En Taller de
Transformaciones urbanas, ambientales y políticas públicas; Instituto de Investigación Gino
Germani, FSOC-UBA; Bs. As.

JEIFETZ, N. Y RODRÍGUEZ, M. (2007): “La autogestión cooperativa como herramienta de


transformación social y política. Reflexiones desde la práctica del MOI (Argentina)”. En
Revista Internacional de Teoría y Política Crítica de nuestro tiempo, Nº 39. Buenos Aires.

ORTIZ FLORES, E. (2004): Notas sobre la producción social de vivienda. Elementos


básicos para su conceptualización. Segunda edición, modificada. México. Casa y Ciudad.

RODRÍGUEZ, C. (2008): Autogestión y derecho a la ciudad. La transformación de la


significación cultural del espacio vivido. Mimeo.

ZAPATA, M. C. La implementación del programa dre autogestion de viivenda (ley341/964) en


un estudio de caso: la cooperativa de viivenda la fabrica, buenos aires, 2010.

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