Tarea: Narración, Descripción y Argumentación (Formas de elocución)

Usted decide cuantas oracio4q4aqaaa11222’055nes debe tener cada párrafo.

2. Redacte las siguientes clases de descripción:

Cada una debe tener como mínimo 4 oraciones.

-Topografía de su barrio, colonia o aldea.

-Cronografía de su infancia
-Retrato de su papá o su mamá (No una fotografía, sino un retrato con palabras)
-Crinografía de su teléfono

3. Redacte una argumentación sobre la pena de muerte en Honduras. Elija si la

quiere estar a favor o en contra de esta. Debe contener cinco párrafos distribuidos
así:

-Primer párrafo debe contener la tesis (La idea que desea defender o sobre lo
que desea convencer) Solo puede elegir una postura; a favor o en contra.

-Segundo párrafo contendrá un argumento completamente desarrollado, es decir

explicado, para probar su tesis

-Tercer párrafo contendrá otro argumento completamente desarrollado, es decir

explicado, para probar su tesis

-Cuarto párrafo contendrá un tercer argumento completamente desarrollado, es

decir explicado, para probar su tesis

-Quinto párrafo contendrá el cierre o conclusión.

Nota: No ponga al inicio de cada párrafo si es la tesis, desarrollo o

conclusión. Solo debe estar el título que dé a su argumentación y los 5
párrafos.

En los párrafos 2, 3 y 4 solo debe haber un argumento por párrafo.

Usted decide cuantas oraciones debe tener cada párrafo.

Digna y el Rio

Cuando me levante esa mañana no imagine que sería un día que guardaría
en mi memoria para siempre. Parecía un día lunes normal. Era el último
mes de vacaciones y yo ya había cursado sexto grado, lo que quería decir
que a partir de este año empezaría a ir sola al colegio. Estaba aterrada.
Desde mi casa al colegio solo había unas pocas manzanas de distancia,
pero a mitad de camino, bueno a menos de la mitad de llegar había un rio
que me aterraba. Mi hermano mayor, Bertilio, que ahora ya iba a la
universidad, me había dicho que en ese rio vivía un monstruo enorme con
ojos en todo su cuerpo y una gran boca que se abría del tamaño de su
cabeza. Ese monstruo se llamaba Hugo y se alimentaba de niños
estudiosos.

Pensado que tal vez podría decirle a mi madre qué no quería ir al colegio
sola, pero temía que se burlaran de mí, ya que estaba por cumplir los 12
años, pero era una chica muy tímida y miedosa. Ser la más pequeña era
complicado, todos se reían cuando tenía miedo.

A medida que se acababa las vacaciones pensaba más y más en ese

bendito rio y en ese monstro llamado Hugo del cual mi hermano tanto me
hablaba. Cuando llegó el día de ir a clases, no podía con los nervios. Desde
el primer paso que di fuera de casa sentí que las piernas me temblaban
como gelatina.

Vi el rio desde la distancia y comencé a sudar. Y entonces note que tres

niños jugaban tranquilamente en la orilla, eran compañeros de la escuela.
Me acerque paso a paso, con temor, prestando atención a todo. Me oculte
detrás de un árbol a ver a mis amigos jugar, ellos también tenían buenas
calificaciones, Hugo aparecería en cualquier momento. Pero pasaban los
minutos y Hugo no aparecía. Finalmente, me acerqué al grupo y compartí
los minutos que quedaban antes de llegar al colegio. Siempre pensé en ese
día como el día en que aprendí a no creer en monstruos.