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Uno de los objetivos que plantea el PNDH respecto a estas cuestiones es el séptimo y
hace referencia a garantías del derecho a trabajar y a condiciones de trabajo equitativas y
satisfactorias. En este se coloca de relieve un concepto clave y direccional, el “trabajo
decente”, el cual alude al trabajo que se realiza de manera productiva, digna, libre y
segura; aquel en el que los derechos laborales se respetan con un sistema básico de
protección social e involucra tanto el diálogo social como el tripartismo (Somavía, 2014).
En complemento, cabe precisar que, las condiciones laborales apropiadas son parte de los
factores que propician la salud; y se puede alcanzar a través de una cultura de derechos
humanos que salvaguarde la integridad de la población en general y de grupos de especial
protección, como lo son las personas adultas mayores, las personas con discapacidad
(PCD), las mujeres, las trabajadoras y trabajadores del hogar (TTH) tal como se enfatiza
en el PNDH.
En el caso de los adultos mayores, es muy bien conocido que tienen dificultades para
encontrar un empleo formal, lo cual genera una disminución en sus niveles de
productividad e ingresos; y evidentemente una afectación a su subsistencia, a su calidad
de vida y probablemente de su salud (Escóbar, 2012), sobre todo si no se encuentra
incluido en algún sistema de seguridad social. Ante ello, en el PNDH se plantea promover
condiciones de empleabilidad para su acceso al mercado laboral y así propiciar una mejor
calidad de vida, su autonomía y autorrealización.
Por otra parte, en cuanto a las mujeres, el PNDH promueve el despliegue de sus
capacidades para la generación de ingresos propios (emprendimientos) y decisión sobre
el uso del mismo; también, mejoras de condiciones para su acceso al mercado laboral y a
recursos financieros; lo cual en conjunto asegura la libertad de la mujer de decidir sobre
cómo pretende alcanzar su bienestar personal, ejerciendo plenamente sus derechos
económicos; y erradicando la vulnerabilidad frente a la violencia, abandono y
discriminación, muchas veces ocasionada por la dependencia económica de la mujer con
otras personas.
Finalmente, en relación a las TTH, el PNDH busca garantizar que ellos(as) puedan gozar
de condiciones laborales decentes y de todos sus derechos como personas y como grupo
de acuerdo a la Ley N° 27986, tales como la inscripción por parte de su empleador a un
seguro de salud y previsional (artículo 18), el respeto de sus jornadas de trabajo y
descanso al menos de veinticuatro horas continuas a ala semana (artículo 10), un sueldo
no menor a la remuneración mínima vital (artículo 5); y el paso a mecanismos legales de
protección integral de sus derechos en caso de violencia y discriminación.
Referencias bibliográficas
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Recuperado de https://busquedas.elperuano.pe/normaslegales/aprueban-plan-nacional-
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opendocument
Plataforma digital única del Estado Peruano (2018). Plan Nacional de Derechos
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los-derechos-de-la-ciudadania