LA MINERIA EN COLOMBIA

Diana C. Córdoba V.

La minería es una actividad que puede llegar generar grandes beneficios económicos y
que ha acompañado a la humanidad desde la prehistoria cuando se descubrió y empezó a
hacer uso de diferentes metales como el bronce y el cobre. Sin embargo, en los últimos
años se ha generado a nivel mundial una amplia polémica por los impactos ambientales y
sociales que genera dicha actividad, y Colombia no ha sido la excepción a la discusión que
se presenta en torno al tema.

En Colombia las opiniones en cuanto a la minería son diversas, mientras de acuerdo al

Plan Nacional de Desarrollo 2010-20141 el sector minero-energético es una de las
principales locomotoras de desarrollo para el país, para diferentes organizaciones
ambientales este sector representa un grave peligro para los recursos naturales debido a
las características propias de la actividad, a la falta de una normatividad clara y a la
debilidad técnica y financiera de los organismos de control ambientales a nivel local,
regional y nacional. Por otra parte existe una presión cada vez mayor sobre las empresas
por parte de la opinión pública conformada por una población que está cada vez más
informada e interesada en los temas ambientales.

Cuando se habla de la problemática minera es importante tener en cuenta que la minería

aporta gran cantidad de materias primas para otros sectores de la economía y que al igual
que la población, la demanda de materias primas se encuentra en aumento. Un ejemplo
claro es el de la minería de materiales de construcción, los cuales son claves como insumo
para los sectores de vivienda e infraestructura. Otro ejemplo es el del carbón, el cual de
acuerdo con cifras del Cerrejón, produce el 41% de la energía eléctrica consumida en el
mundo y es el segundo combustible más importante en materia de consumo de energía
primaria, en este contexto Colombia participa en el 4,6% del mercado global de las
exportaciones de este mineral2.

La demanda existente y creciente de los materiales producto de la minería representa

necesariamente un estímulo para el crecimiento del sector; es lógico pensar que la mejor
opción es que se promueva un crecimiento de manera organizada y sostenible para evitar
el surgimiento o fortalecimiento de problemáticas como la minería ilegal, que se
1
COLOMBIA. CONGRESO DE LA REPÚBLICA. Ley 1450. (16 de junio de 2011). Por la cual se expide el Plan
Nacional de Desarrollo, 2010 – 2014. Bogotá D.C., 2011.
2
CERREJÓN. Informe de sostenibilidad 2011. {En línea} 2012 {15 de enero de 2014}. Disponible en
http://www.cerrejon.com/site/Portals/0/Documents/pdf/informes_sostenibilidad/Cerrejon_Informe_Soste
nibilidad_2011.pdf
presentan, en gran medida debido a la existencia de una demanda del producto sumado a
la falta de una normativa clara y de directrices con oportunidades viables técnica y
financieramente para el sector.

La minería al igual que otros sectores de la economía y como toda actividad antrópica
genera impactos que deben ser manejados con el objetivo de prevenirlos, mitigarlos,
corregirlos o compensarlos; el reto para Colombia es cambiar la imagen negativa que tiene
la minería, maximizando los impactos positivos y minimizando los impactos negativos de
esta actividad. Para esto, adicional al simple cumplimiento de la normatividad, el sector
debe realizar un correcto aprovechamiento de los avances tecnológicos y las
investigaciones científicas relacionadas con esta actividad, encaminándolos hacia la
generación de tecnologías más limpias; adicionalmente deben promoverse alianzas
estratégicas entre las empresas, las autoridades mineras y ambientales, el sector
académico y la comunidad para trabajar en la solución de los problemas específicos a nivel
local o regional.

Si se desea lograr la armonía entre el desarrollo minero del país y la conservación de sus
recursos naturales, también es clave integración de los diferentes esquemas de
ordenamiento territorial a la política del sector minero, así como la búsqueda de una
evaluación ambiental de los proyectos basada en argumentos técnicos que ayuden a la
toma de decisiones acertadas acerca de la conveniencia o no de cada proyecto, analizando
sus características y las de su entorno de manera individual y objetiva, sin la necesidad de
estigmatizar de manera negativa o positiva a este sector en general.