Efectos del confinamiento

La cuarentena y algunas de sus normas nos están obligando a aislarnos y se han
reducido nuestras posibilidades de crear vínculos sociales, debido a que no
tenemos otra alternativa mientras dure el estado de alarma naranja actualmente
presentada en el país, muchas personas no se acostumbran puesto que se ha
acabado ir al colegio o a la Universidad; ya no podemos ir al parque a jugar; o
salir con nuestros amigos, pero es responsabilidad de cada uno asumir estas
reglas como quedarnos en casa, lavarnos las manos, o desinfectarnos al volver a
nuestro lugar de residencia. estas condiciones forman parte de nuestro día a día lo
cual se debe hacer por prevención, aunque no suene fácil debe ser parte de
nuestra rutina diaria recordemos que el coronavirus no distingue edad y nos afecta
a todos, por tanto, se debe cumplir para evitar un colapso en el sistema de salud.
Esta medida ha afectado en gran parte las actividades de los adultos, niños y
adolescentes en lo cual se ha experimentado las dificultades de vivir sin un
puesto de trabajo para mantener un hogar, en el caso de los adolescentes que
siguieron su actividad educativa detrás de un computador, que aunque suene a
excusa para algunos, en estos tiempos es una realidad que muchos no cuentan
con un PC o wifi para acceder fácilmente a las plataformas de estudio, pero es una
forma de vida en la que poco a poco nos iremos adaptando y nos servirá para
prepararnos mejor en una próxima. Mantener el orden y las rutinas en nuestras
actividades diarias será tan importante como dejar espacio para la improvisación y
el tiempo libre en las semanas que tenemos por delante para no sentirnos
estresados del confinamiento especialmente las personas que viven en casas
totalmente cubiertas o con muy poco espacio, por ejemplo realizar una lista de
tareas como estudiar, ver la televisión, jugar, cocinar y socializar, ya sea a través
de chats, llamadas, video llamadas o por medio de los videojuegos de consola
Ya casi se cumple un mes de que nuestra forma de diario vivir haya cambiado de
forma crucial. Adiós a salir de casa, a pasear con nuestra familia, a ver a nuestros
compañeros de la universidad, a ir a comer un helado o a cenar con la pareja, a
pasear y a ir a la disco para pasar un rato agradable con los amigos, Adiós a los
cariñitos abrazos y a los besos. (Supongo que la cultura de china ya estaba
preparada para esto desde hace generaciones debido a su cultura de
comportamiento como dejar los zapatos en la entrada de su casa, saludarse de
venia y estar un poco distantes), Ahora todas nuestras rutinas y nuestro ocio se
concentran dentro de cuatro paredes, pero dando gracias que tenemos techo y
comida, ya que otras personas como por ejemplo las de Venezuela que
desafortunadamente no cuentan con un arriendo ni un sustento diario. Ha
diferencia de otras personas las cuales he observado en las redes sociales que
viven en grandes mansiones en donde cuentan con más ventajas y actividades,
como su propia zona de juegos, bar, piscina, gimnasio e incluso una sala de cine
para toda la familia, estas casas hechas pensadas e incluso no, para momentos
como los que estamos viviendo hoy en día, pero infortunadamente no todos
cuentan con los mismos recursos.
Es claro que nuestra forma de vivir tiene que cambiar en cuanto hábitos y
preparando nuestros hogares para momentos como por los que estamos pasando
ahora, adecuándolos no solo como un lugar de descanso sino también de ocio, de
trabajo y tratar de pensar un poco en la luz y ventilación natural, en espacios
abiertos y así sentirnos con un lugar propicio para vivir en cuarentena. Es ahora
que debemos pensar en la vivienda como un lugar con más funcionalidades, como
el núcleo del ahora para subsistir y aprovechar al máximo cada espacio. En cuanto
a mí y mi hogar agradezco que cuento con muchos espacios a los que el día de
hoy aprovecho al máximo y veo la importancia de tenerlos, como estudiante en
este momento no solo estoy en mi cuarto enclaustrada trabajando por horas sino
puedo trasladar mi estudio a mi sala un poco más ventilada, o a mi patio grande
donde encuentro tranquilidad.