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RESUMEN

Alumno: Roberto López Arán

Definición, rasgos y componentes

Personalidad y conducta son dos términos que habitualmente usamos como


semejantes, como sinónimos. Pero no lo son, tal vez lo sean en la medida en que
nuestra percepción reduce o simplifica la opinión que nosotros nos hacemos de
las personas que conocemos y de nosotros mismos. Es costumbre que cuando
emitimos un punto de vista sobre tal o cual persona en torno a su forma de ser
estemos destacando que “esta” o “aquella” es su personalidad y su conducta.

Nada más alejado del propósito en el estudio de la personalidad que mezclar sin
distinción tales términos: personalidad y conducta. La conducta es la expresión
externa de la personalidad; es la manera o maneras en que se exterioriza, se hace
presente, se visualiza la personalidad de alguien; si por conducta entendemos el
conjunto de actos y aptitudes, expresiones físicos y verbales y actitudes que un
sujeto expresa, entonces la personalidad es el estado psicológico que construye
un individuo y que contienen los elementos de su conducta.

La personalidad no admite una definición concluyente, puesto que está sujeta a


puntos de vista de rango psicológico distintos; sin embargo pudiéramos adelantar
algunas palabras que la contengan como concepto; así, la personalidad se
describe como la organización interna que el sujeto en su psicología hace de
rasgos comunes de conducta que lo asemejan a otros, y de componentes
particulares que lo distinguen y lo hacen particular en la forma en que es visto y
percibido por los otros.

El motivo de que no ha sido posible elaborar un concepto genérico de la


personalidad se debe a que los estudiosos, principalmente los investigadores de la
psicología, han decidido abordar el tema desde distintos ángulos. A estos ángulos
de visión se le ha dado en llamar modelos de acercamiento a la explicación del
concepto.
De tal manera que no hay un teoría exclusiva de la personalidad, sino teorías que
fungen como síntesis de criterios de los distintos teóricos que han hurgado en la
naturaleza humana en sentido general y como camino para explicarse los casos
individuales.

Un primer acercamiento a la personalidad nos revela que la conducta con la que


da la cara está determinada por causas varias; a saber, i) causas genéticas que
tienen en la herencia la clave para descifrar y explicar por qué nos conducimos
“así” y no “asa”, y que un estudioso llegó hasta clasificar a las personas en
endomorfas, de aspecto bajo y obeso con rasgos cómicos y agradables,
mesomorfas, personas enérgicas y asertivas, robustas en su condición física, y
ectomorfas que por ser altos y delgados tienden en su conducta a ser reservados
y tímidos; ii) causas orgánicas vinculadas a factores fisiológicos y bioquímicos,
pues parten de la idea anatómica de que existen órganos y glándulas que al
alterarse o equilibrarse liberan cantidades de sustancias químicas que influyen en
la conducta de la persona, y por tanto exponen su personalidad; y iii) causas
ambientales – situacionales que han tratado de demostrar que los procesos de la
cultura impactan en la experiencia personal que a su vez se interiorizan en la
mente de la persona y sufren una transformación que le impone un sello individual
a la conducta, independiente de la forma que elija para expresarse. Sin embargo,
el estudioso de la personalidad se inclina más por entender cómo operan en la
conducta las variables del medio ambiente y la cultura.

La conducta cambia, son como las piezas de un tablero de ajedrez que se mueven
y aparecen y desaparecen, la personalidad tiende a ser estable, y no es que no
pueda modificarse, pero no es común ni fácil que suceda. La personalidad es
como una identidad personal, como un sello que identifica que eres tú y no otro.
Lo que permite que la identidad no se aleje de su núcleo es que contiene
componentes centrales, es decir elementos fundamentales que no importa cómo,
ni cuándo, ni dónde siempre te identifiquen a la hora de que despliegas tu
conducta; éstos componentes revelan tu identidad y sirven para describirte y
otorgan información valiosa para ti y para quienes se interesen en ti, desde varios
puntos de vista.
Hay otros componentes, llamados secundarios o periféricos, pues son rasgos que
si bien pudieran ilustrar tu personalidad no son los suficientemente estables como
para calificarla. Por lo regular se expresan en comportamientos físicos, verbales o
gestuales sujetos a una situación particular en espacio y tiempo, que van y vienen
según el contexto en que se encuentra la persona.

Es conocida la manera en que nos acercamos al conocimiento de la naturaleza


humana, a entender qué significa la personalidad, a valorarla; lo hacemos
orientados por prejuicios que son de utilidad para entendernos con las otros y
nosotros mismos, referentes que nos llevan a construir un “vulgar” discurso sobre
el entendimiento humano; es decir, a diseñarnos nuestra teoría propia de la
personalidad, distante por supuesto de lo que sería una posición seria, científica
del fenómeno. Arribar a una teoría de la personalidad no le ha sido fácil al campo
de la psicología.

La naturaleza humana que tiene como vitrina la personalidad ha conducido a la


curiosidad científica para ser entendida, o por lo menos para explorar uno de las
tantas aristas que la encuadran; las teorías de la personalidad son útiles en la
medida en que son capaces de describir, explicar, predecir y cambiar la
personalidad. Son, a fin de cuentas, las teorías de la personalidad, trazos de ruta
para conocer más del entendimiento humano, su naturaleza, para investigar
generando hipótesis, recolectando datos y ponerlos en manos de la asesoría y la
terapia, hasta generar tal fiabilidad para sugerir hipótesis que admitan
confirmación.

Aunque no hay teoría general de la personalidad, el campo de la psicología ha


abierto puertas a distintas formas de entenderla y explicarla enlistando con ello
tantas teorías particulares de personalidad como constructores teóricos y
experimentales de modelos se han atrevido a proponer. A fin de cuentas las
teorías son representación sistematizadas de modelos teóricos complejos como
compleja en sí misma es la naturaleza humana. Estos modelos describen los
componentes y operaciones de una personalidad individual, y nos dan
herramientas para entenderla en su funcionamiento “normal” o “anormal”.
Los componentes teóricos conceptuales de estos modelos sobresalen pues son
los pilares sobre los que sostiene. Se les ha dado en llamar “constructos” y
“postulados”; los primeros son conceptos hipotéticos y los segundos son principios
hipotéticos o tentativos. Un concepto o constructo es una representación
condensada cognoscitiva de una conducta-acción específica. Las correlaciones
válidas entre diversos conceptos y los conceptos mismos forman los llamados
principios en un modelo teórico de la personalidad.

En la selección, uso y aplicación de estos constructos y postulados se pueden


seguir dos caminos: el ortodoxo cuya guía impone recorrer el andamiaje teórico de
un único modelo, y el ecléctico o heterodoxo que lleva a compartir más de una
guía teórica, todo con el fin de comprender y predecir o cambiar la conducta del
sujeto.

Fases históricas del estudio de la personalidad

1. Teoría de Hipócrates (460 – 370 a.c)


2. Sigmund Freud (1886) Teoría psicoanálisis
3. Eduard Spranger (1928) Teoría de los rasgos
4. Alfred Adler (1930) Teoría psicoanalítica
5. Edward C. Tolman (1932) Teoría cognitiva
6. Erich Fromm (1934) Teoría neo-psicoanalítica
7. Hans Eysenck (1940) Teoría del temperamento
8. Carl Rogers (1947) Teoría humanista
9. Carl Gustav Jung (1948) Teoría ortodoxa del psicoanálisis
10. Erick Erikson (1950) Teoría psicosocial
11. Abraham Maslow (1951) Teoría humanista
12. Karen Horney (1952) Teoría psicoanálisis
13. George Kelly (1955) Teoría cognitiva
14. Albert Ellis (1957) Teoría cognitiva
15. Albert Bandura (1956) Teoría del aprendizaje
16. Fritz Perls (1960) Teoría humanista
17. Henry A. Murry (1986) Teoría de la motivación
18. Raymond Cattel (1990) Teoría de rasgos
19. Vicente Pelechano (1993) Teoría del modelo de parámetros
20. Jacob Levy Moreno (1974) Teoría del psicodrama

Preguntas y respuestas

1. ¿Qué diferencia hay entre Personalidad y Conducta?

R: La conducta es la expresión externa de la personalidad; es la manera o


maneras en que se exterioriza, se hace presente, se visualiza la personalidad de
alguien; si por conducta entendemos el conjunto de actos y aptitudes, expresiones
físicos y verbales y actitudes que un sujeto expresa, entonces la personalidad es
el estado psicológico que construye un individuo y que contienen los elementos de
su conducta.

2. ¿Qué entendemos por Personalidad?

R: Como la organización interna que el sujeto en su psicología hace de rasgos


comunes de conducta que lo asemejan a otros, y de componentes singulares que
lo distinguen y lo hacen particular en la forma en que es visto y percibido por los
otros.

3. ¿Cuáles son las tres causas que determinan la conducta?


R: i) Causas genéticas o de la herencia
ii) Causas orgánicas
iii) Causas ambientales-situacionales

4. ¿A qué llamamos componentes centrales y componentes periféricos de la


personalidad?

R: Lo que permite que la identidad no se aleje de su núcleo es que contiene


componentes centrales, es decir elementos fundamentales que no importa cómo,
ni cuándo, ni dónde, siempre te identifiquen a la hora de que despliegas tu
conducta; estos componentes revelan tu identidad y sirven para describirte y
otorgan información valiosa para ti y para quienes se interesen en ti, desde varios
puntos de vista.

Hay otros componentes, llamados secundarios o periféricos, pues son rasgos que
si bien pudieran ilustrar tu personalidad no son los suficientemente estables como
para calificarla. Por lo regular se expresan en comportamientos físicos, verbales o
gestuales sujetos a una situación particular en espacio y tiempo, que van y vienen
según el contexto en que se encuentra la persona.

5. ¿Cómo explicar los “constructos” y los “postulados” en modelo teórico de la


personalidad?

R: Los componentes teóricos conceptuales de estos modelos sobresalen, pues


son los pilares sobre los que sostiene. Se les ha dado en llamar “constructos” y
“postulados”; los primeros son conceptos hipotéticos y los segundos son principios
hipotéticos o tentativos. Un concepto o constructo es una representación
condensada cognoscitiva de una conducta-acción específica. Las correlaciones
válidas entre diversos conceptos y los conceptos mismos forman los llamados
principios en un modelo teórico de la personalidad.

6. ¿Cuáles son los 4 humores en la teoría hipocrática?

R: Sanguíneo, colérico, flemático y melancólico

7. ¿Quién fundó la teoría del psicoanálisis y con ello dio paso a la primera
teoría de la personalidad?

R: Sigmund Freud

8. ¿En qué consiste la teoría cognitiva de Tolman?

R: Para él el comportamiento es un acto unificado, integral pues reúne elementos


del comportamiento, incluyendo los biológicos como los nervios y las glándulas.

9. ¿Cuál es el nombre del psicólogo que inaugura el componente humanista


en la teoría del personalidad en el siglo XX?

R: Carl Rogers
10. En breve sintetiza la teoría psicosocial de Erikson

R: Abarca el ciclo de la persona reconstruyendo las ideas de Freud a partir de la


antropología cultural.

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