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La ciencia moderna.

Surgimiento y características En esta primera unidad planteamos un


estudio introductorio al conocimiento científico, a partir del abordaje de su conceptualización,
principales características y trayectoria histórica. En primera instancia diferenciaremos el saber
científico de otras formas de conocimiento humano, como el discurso religioso y el sentido
común, y profundizaremos el proceso histórico, político y cultural de conformación de la
ciencia moderna. A continuación estableceremos las áreas en las cuáles la ciencia se ramifica,
como así también su división interna de acuerdo al estudio de determinados objetos de la
realidad. Finalmente expondremos las principales características del conocimiento científico, y
destacaremos especialmente las cuestiones vinculadas a la racionalidad y la objetividad, en
tanto debates centrales en el campo de la ciencia. 1. Las formas de conocimiento humano
Desde los inicios de la civilización, el ser humano se ha preocupado por conocer el mundo que
lo rodea. Este se encuentra compuesto, en primera instancia, por la naturaleza y el conjunto
de los fenómenos físicos que conforman la realidad natural y que inciden de manera
importante en el desenvolvimiento de la vida humana. También en el mundo se encuentran
los individuos, cuyos rasgos Unidad 1 18 Introducción al conocimiento científico y a la
metodología de la investigación físicos y sociales (la interacción mutua a partir del lenguaje)
pautan la convivencia en comunidad, la cual ha sido, desde tiempos remotos, la forma de
organización característica de la humanidad. Podemos decir entonces que el ser humano
posee una orientación hacia el conocimiento de una realidad que se desdobla en múltiples
dimensiones: sociales, naturales, físicas; y que, a su vez, se encuentra enmarcada en el tiempo,
por lo que es factible realizar un estudio histórico sobre cada una de las realidades
mencionadas: en el pasado, en el presente y en el futuro. Una de las formas de conocimiento
más extendidas es la que nos proporciona el sentido común, es decir, aquel conjunto de
saberes que surgen de la vida cotidiana a partir del contacto y la experimentación con la
realidad circundante. Esta forma de conocimiento se caracteriza por su constante aplicación
práctica, es decir, por el traslado de los saberes obtenidos en la experiencia particular a la
solución de problemas e inquietudes que conforman nuestra vida. Ejemplos de saberes
derivados del sentido común han sido, por ejemplo, el conocimiento del fuego como fuente de
calor y el de la fuerza de los vientos como energía capaz de movilizar embarcaciones. Sin
embargo, uno de los problemas que ofrece el conocimiento derivado del sentido común es su
carácter disperso, asistemático y fragmentado. ¿Qué queremos decir con esto? Como ya
comentamos, los saberes que conforman el sentido común surgen de experiencias particulares
y se orientan a la aplicación práctica, por lo que no se preocupan por conocer el conjunto de
cualidades del objeto en cuestión, sino simplemente aquellas que “sirven” para el problema a
mano. De esta manera, un número importante de rasgos decisivos del “objeto de estudio”
permanecen desconocidos y no son integrados a una totalidad. Por otra parte, si únicamente
nos quedamos con el conocimiento obtenido a partir de un hecho singular, será imposible
trasladar ese saber a otras manifestaciones del mismo fenómeno pero bajo circunstancias
distintas. De allí el carácter disperso del conocimiento obtenido a partir del sentido común.
También la humanidad ha desarrollado, a lo largo de su historia, una segunda forma de
conocimiento: el discurso mítico-religioso. Esta forma de conocimiento le atribuye a entidades
supra-humanas (diferentes formas de divinidad a lo largo de la historia) la producción del
conjunto de fenómenos físicos que constituyen la realidad natural como asimismo una
constante intervención en la vida cotidiana de los individuos. Ejemplos de saberes mítico-
religiosos resultan, por ejemplo, el relato bíblico de la creación del mundo en siete días por
parte de Dios. En esta explicación mitológica, es la decisión arbitraria y única de la divinidad 19
Unidad 1. La ciencia moderna. Surgimiento y características la que interviene en la historia y
provoca cambios. De parte del individuo, el único interés reside en procurar interpretar los
designios de la voluntad trascedente y sus características, lo cual deriva en un estudio que se
denomina teología. El principal problema que arrojaba el saber mítico-religioso es su origen en
una experiencia de comunicación con lo trascendente imposible de verificar y replicar, y que al
mismo tiempo, se encuentra reservada en la mayoría de los casos a un grupo de especialistas.
Con el advenimiento principalmente de la Modernidad y el pensamiento secular e
individualista, las elites culturales de las sociedades comenzaron a cuestionar el saber mítico-
religioso, a partir de la sospecha de que los enigmas de la realidad social y natural podían
explicarse bajo argumentos más rigurosos, apelando exclusivamente a la razón. Esta
modalidad de conocimiento se denomina ciencia

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