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Desnutrición en Guatemala

Danilo es uno de los afectados por la


desnutrición infantil en Guatemala.
El niño tiene 4 años pero no puede
caminar, gatear ni hablar. (Foto
Prensa Libre: Hemeroteca PL).
Danilo no murió, sobrevivió otro
año y ahora ya tiene 4, pero su
calidad de vida es muy distinta a la
que se supone que debería tener.
Danilo es víctima de la desnutrición
crónica, que afecta al 46.5% de
niños en Guatemala.

En diciembre del 2016, Prensa Libre conoció el caso del niño que, a pesar de
haber sobrevivido y sobrepasado los mil días, no puede caminar, gatear ni hablar.
Danilo nunca será inscrito en una escuela, aunque en Tuixoquel, Comitancillo, San
Marcos, lugar en dónde vive, no hay ninguna cerca.

A febrero del 2018, Danilo sigue vivo, pero sus condiciones no han cambiado. Está
desnutrido crónico y también desnutrido agudo. Él es otra víctima de la
desnutrición en Guatemala.

Desnutrición infantil en Guatemala |

Referencia para visualizar el interactivo. (Foto Prensa Libre: Javier Marroquín)


En total son un millón 272 mil niños los que están condenados a no alcanzar su
potencial físico e intelectual. Los niños desnutridos agudos suman 19 mil 160 que
representan el 0.7% de menores de 5 años.

En este mapa elaborado por PL Datos, podrá comprobar los municipios donde
ocurrieron los decesos, las fechas y las causas.
En el 2017, 111 niños guatemaltecos murieron debido a la falta de alimentos, el
80% de los niños lo hizo antes de los 2 años de vida.

Desde el 2014, durante el gobierno del Partido Patriota se creó el programa


Ventana de los Mil Días, con el argumento de que ese es el período más
importante para la supervivencia de un niño —270 días promedio de gestación
más 730 de vida posterior al nacimiento—, justificación que fue refrendada por la
actual administración, que la califica como la más básica de las intervenciones
para atacar la desnutrición.
Las 111 víctimas del hambre es el registro que Salud tiene hasta el 23 de
diciembre del 2017. Falta el dato de 43 casos que para ese mes estaban en
investigación, además de los que se registraron durante la última semana del año
pasado.

De los 111, la muerte número  43 fue la de  Hadryen Geoffrey Mata Sánchez,
quien murió a 1 año y 13 días de nacido.

En el umbral de los mil días


En julio del año pasado murió Greysi Anastasia Sofía Tol Canil, cuando tenía 2
años, un mes y tres días de haber nacido. Una neumonía fue la causante del
deceso, aunque el cuadro de desnutrición severa contribuyó a que no se pudiera
recuperar.

Tomasa Canil, madre de la niña, tiene cinco meses de embarazo, vive con su
padre en la aldea Boquerón, Joyabaj, Quiché, debido a que su esposo migró de
forma ilegal a Estados Unidos, debido a la condición de pobreza en la que se
encontraba la familia.

La falta de trabajo provocaba que el esposo de Tomasa ganara Q50 por un día de
trabajo, pero no siempre había, por lo que tortillas con sal eran el alimento diario y
cada 15 días podían consumir un pedazo de carne.

Tomasa no habla español, y su papá es quien ayuda a relatar lo sucedido. La


madre viajó al Hospital Nacional de Joyabaj para que la niña recibiera ayuda pero
su condición no era favorable. “Otro niño bien nutrido soportaría esa enfermedad”,
confirmó Marina Méndez, directora del hospital.
El paraje Cucurucho, Canja, Santa Bárbara, Huehuetenango, fue el lugar donde
Hadryen sobrevivió poco más de 700 días, hasta que le dio “calentura”, dice su
madre, Nohelia Sánchez.
Paredes de adobe y piso de tierra fueron su hogar, y su familia sobrevivía con Q40
diarios.

El expediente de Salud indica que Hadryen murió por un fallo ventilatorio debido a
una neumonía que no soportó debido a la desnutrición aguda.
La voz de Nohelia, vestida con traje típico, se quiebra al recordar que no pudo
salvar la vida de su hijo pese a que gastó Q700 para llevarlo al Hospital Nacional
de Huehuetenango, en la cabecera departamental.

El centro de Salud más cercano ubicado en el paraje Cucurucho es atendido por


dos auxiliares de enfermería, que tienen a su cargo una población de dos mil 30
habitantes.

Llegar a la casa de los Mata Sánchez es difícil, se necesita un vehículo de doble


tracción, no hay transporte público y cuando ocurre una emergencia se debe
pagar un viaje con un vehículo adecuado o caminar durante tres horas hasta la
cabecera.

Todos los días, la familia come frijol y tortillas, y en algunas ocasiones arroz. La
crianza de gallinas le permite a la madre darle huevos a una hija de 12 años, quien
no puede hablar debido a una enfermedad para la que requiere cirugía, algo
imposible por falta de dinero.

El padre de familia viaja todos los años a fincas en La Democracia, en el mismo


departamento, para ganar en dos meses el sustento de todo el año.

A veces Nohelia viaja también, pero cuando ella trabaja le pagan Q30 diarios, por
ser mujer.

En el 2016, Guatemala fue ubicada como el quinto país con más desnutrición
crónica del mundo por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Al país solo lo superan naciones como Afganistán y Yemén, pero estos tienen una
economía más pobre y tienen conflictos internos.

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