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Atributos
Los psicólogos del rasgo, psicodinámicos y
constructivistas han utilizado la observación como
base bien para la obtención de atributos, bien para
el examen de otras construcciones teóricas. Así, de
la observación de la conducta manifiesta —verbal,
no verbal o espacial— se infieren determinadas
características que se supone están siendo expresadas
por dicha conducta.
Conductas
La prescripción desde una perspectiva conductual
es la utilización como unidades de análisis de
la conducta manifiesta —motora o verbal— definida
bien en términos simples, bien agrupada en
clases o categorías. Como señalan Cone y Foster
(1982), la definición de tales unidades de observación
varía en un continuo de molaridad-molecularidad,
ya que cualquier conducta puede ser descrita
en una serie de aspectos de mayor o menor
especificidad. Así, si, por ejemplo, observamos a
un escolar que presenta conductas «perturbadoras
» en clase, podemos registrar éstas según unidades
muy concretas, como «gira el cuerpo 90° y
más grados», o bien describir la unidad de observación
en términos más amplios, como sería «volverse
en el asiento».
Interacciones
Productos de conducta
saludos
Kiara Bastidas
Directora de curso
Evidencio que todos están siguiendo la misma unidad de de medida del ejemplo
(frecuencia) y hay mas.
Ocurrencia
En ocasiones, lo que interesa es la ocurrencia
de un evento; es decir, la constatación de si un
fenómeno se da o no. Así, por ejemplo, sucede
cuando pretendemos saber si un niño se sienta o
no se sienta a una determinada edad o si moja o
no moja la cama. En este caso, el todo o nada en
la aparición de la unidad de análisis en cuestión
no se relaciona con ningún otro sistema de medida,
como, por ejemplo, el tiempo. La ocurrencia
es la dimensión más simple de lo observado.
Orden
En ocasiones, aparte de la ocurrencia, resulta
imprescindible consignar el orden en el que aparecen
unas conductas o unas categorías conductuales.
Así, sabemos que en psicología existen
relaciones estímulo-respuesta (E-R) o respuestaconsecuencias
(R-C) y conducta-conducta (R-R)
y, por tanto, puede ser necesario examinar la secuencia
en que las conductas aparecen. Como
señala Anguera (2003), el orden consiste en la explicitación
de la secuencia de las distintas ocurrencias
de conducta. Aporta un matiz importante
a la ocurrencia dado que, en ocasiones, dos
sesiones de observación podrían no diferir en la
ocurrencia de aparición de conductas pero sí en
el orden en que éstas aparecen.
Duración
En ocasiones, la frecuencia puede no ser suficiente
o relevante a la hora de expresar, en toda su
extensión, un determinado evento. El comportamiento
humano se produce de forma temporalmente
extensa y, a menudo, no es reducible a actos
discretos. Es decir, frecuentemente no sólo
interesa recabar datos sobre la frecuencia o el orden
de una determinada conducta, sino también
sobre su duración. Así, por ejemplo, con el fin de
conocer cuán estudioso es un escolar, podemos
registrar cuántas veces se dedica al estudio a la
semana, o al día (frecuencia), pero tal vez sea más
importante, en base a nuestro objetivo, conocer la
duración de sus períodos de estudio.
Como señalan Cone y Foster (1982),
Saludos
Kiara Bastidas
Directora de curso
Skype: liz-321