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Trump

quiere que los estadounidenses vayan a misa este fin de semana


El Mundo
22 May 2020 - 5:13 PM
Beatriz Pascual Macías / EFE
Pese a las advertencias de sus asesores, el presidente Donald Trump le ha pedido a los
gobernadores locales que permitan que los lugares de culto abran este fin de semana
para que los ciudadanos puedan rezar.

La pandemia obligó a los religiosos a reinventarse. La reverenda Sarah Scherschligt,


pastora de la iglesia luterana de la paz, celebra la comunión durante un servicio de
transmisión en línea desde el sótano de su casa en Falls Church, Virginia.AFP
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, autorizó a las iglesias a reabrir sus
puertas este fin de semana y amenazó con suspender la autoridad de los
gobernadores si lo impiden, lo que legalmente no es factible porque la decisión
corresponde a las entidades locales y estatales.
En una rueda de prensa este viernes, el mandatario anunció la designación de las
iglesias, sinagogas y mezquitas como "lugares esenciales", por lo que a nivel federal
pasan a ser considerados cruciales para Estados Unidos en el marco de la pandemia,
una categoría en la que también han entrado hospitales o procesadoras de alimentos.
"Exhorto a los gobernadores a permitir a las iglesias y a los lugares de culto abrir,
¡ahora mismo!", dijo Trump.
El presidente, además, amenazó con suspender la autoridad de los gobernadores si no
lo permiten y acabó su intervención diciendo: "Estados Unidos necesita más rezos, no
menos".
Trump no aclaró a qué poderes presidenciales se refería para anular el poder de los
gobernadores y, preguntada por la prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh
McEnany, tampoco ofreció ningún detalle.
En realidad, legalmente, el Gobierno federal no tiene autoridad para anular las
decisiones de los gobernadores; que son quienes tienen potestad para decidir si
reanudan o no la actividad de una zona.
Lo que Trump sí puede hacer y ya ha hecho es respaldar las denuncias contra
gobernadores que han interpuesto instituciones religiosas, que consideran que las
restricciones por el virus violan su derecho a la libertad de culto recogido por la
Constitución estadounidense.
En abril, el Departamento de Justicia ya apoyó judicialmente a un pastor de una iglesia
de Misisipi que fue multado por violar una orden que prohibía servicios religiosos.
Además, los abogados de ese departamento escribieron en mayo una carta al
gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, para quejarse de los plazos
que había establecido para la reapertura de iglesias, más tarde que las escuelas,
centros comerciales y restaurantes.
Pese a que la decisión de reabrir corresponde a las autoridades estatales y locales, el
mandatario ha instado en varias ocasiones a "liberar" aquellos estados con medidas
más estrictas de confinamiento, como Michigan, gobernado por los demócratas y clave
para las elecciones presidenciales de noviembre.
Para ayudar en el proceso de reapertura de las iglesias, los gubernamentales Centros
para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) han emitido una
guía, en la que recomiendan a los feligreses usar mascarillas y tapabocas, así como
mantener una distancia de separación de unos dos metros.
También piden a los líderes religiosos que aumenten las medidas de limpieza,
consideren la opción de celebrar sus servicios en el exterior y que eviten el contacto
físico ente sus fieles, como abrazos, apretones de manos y besos, que forman parte de
algunos ritos.
Durante la pandemia, algunos lugares de culto han demostrado ser peligrosos para
sus ciudadanos.
Por ejemplo, en el estado de Nueva York, algunos de los primeros casos de COVID-19
se detectaron en una sinagoga ortodoxa de la localidad de New Rochelle, donde se
cree que a finales de febrero un abogado participó en varios servicios religiosos antes
de dar positivo y pudo haber contagiado a otros parroquianos.
Asimismo, en el estado de Washington, el 87% del coro de una iglesia acabó infectado
después de que uno de sus miembros acabara contagiando a otras 61 personas, un
caso que ha sido estudiado por los expertos del CDC para entender la rápida
propagación del virus.
Esta semana, los CDC publicaron otro informe en el que analizaban un brote en una
iglesia rural de Arkansas, donde de los 92 fieles que acudieron a los servicios
religiosos entre el 6 y el 11 de marzo, 3 murieron y 35 dieron positivo de COVID-19.
La orden de Trump llega en un momento en el que los 50 estados de Estados Unidos
han adoptado medidas para ir reabriendo gradualmente coincidiendo con el fin de
semana del Memorial Day, que tradicionalmente marca el inicio de la temporada de
verano en Estados Unidos.
El país sigue siendo el foco de la pandemia en términos absolutos con más de 1,5
millones de casos y al menos 95.000 muertes, de acuerdo con los datos que recopila la
Universidad Johns Hopkins.
https://www.elespectador.com/trump-quiere-que-los-estadounidenses-vayan-misa-este-fin-
de-semana-articulo-920790

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