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La atenuación de la responsabilidad objetiva, es aplicable solo si la propia víctima ha
contribuido al daño; para determinar dicha atenuación corresponde valorar de manera
conjunta y razonada las circunstancia del hecho dañoso y el daño producido en la víctima.
Así lo ha indicado la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema al resolver la Casación N°
3256-2015 Apurímac, publicada el martes 30 de enero de 2018 en el diario oficial El
Peruano.
Repasemos los hechos. Una persona interpuso demanda de indemnización por daños y
perjuicios derivados de responsabilidad extracontractual contra el conductor del vehículo,
la empresa arrendataria y el banco propietario, por la muerte de su menor hijo a causa de
un accidente automovilístico. Sostuvo el demandante que el conductor iba a excesiva
velocidad, por lo que al arrollar a su hijo le causó severas lesiones que produjeron,
ulteriormente, su fallecimiento. Además, señaló que el conductor no tenía licencia de
conducir.
En la sentencia de primera instancia, el juez declaró improcedente la demanda respecto al
banco, pues este, al haber suscrito un contrato de arrendamiento financiero con la
empresa codemandada, se libró de toda responsabilidad por los daños ocasionados por el
empleo del vehículo, de acuerdo al artículo 6 del Decreto Legislativo Nº 299. Por otro lado,
el a quo determinó que el conductor transitaba con el vehículo a una gran velocidad,
hecho que le impidió evitar el daño. Además, se estableció que la responsabilidad civil
resultaba agravada, pues la empresa demandada confió el manejo del vehículo a una
persona que no contaba con licencia de conducir. Así, dispuso que se reparen los daños
ocasionados con la suma de S/. 120,000.00.
Apelada que fuera la sentencia, el Colegiado Superior consideró conveniente reducir el
monto resarcitorio a S/. 40,000.00. El principal argumento consistió en estimar que el
accidente se produjo en una vía de alto tránsito y que el menor de 6 años, sin ningún tipo
de vigilancia por parte de sus progenitores, cruzó imprudentemente la calzada; por este
motivo se procedió de acuerdo al artículo 1973 del Código Civil.
Esta decisión motivo que el demandante interponga recurso de casación. La Corte
Suprema amparó el recurso y confirmó la sentencia de primera instancia, al precisar que el
autor del daño conducía a tan excesiva velocidad que no le permitió evitar el accidente,
además tuvo una conducta irresponsable al conducir un bien riesgoso sin contar con
licencia respectiva. A pesar de ello, la Sala Suprema indicó que se verificaba un supuesto
de concausa, pues el menor contribuyó al daño que sufrió al haber cruzado una vía amplia
de doble sentido sin la protección y guía de las personas a su cargo. Con todo, se fijó el
resarcimiento en S/. 120,000.00
Cabe agregar que el magistrado supremo Calderón Puertas emitió un voto singular, en el
cual señaló que en la responsabilidad objetiva no se tiene en cuenta la existencia de
culpabilidad de quien comete el daño, sino la propia producción de este en una relación de
causalidad por el uso de bien riesgoso. En tal sentido, sostuvo que resultaba irrelevante
evaluar la conducta irresponsable de quien comete el daño porque entonces se estaría
resolviendo sobre la base de una responsabilidad subjetiva. Del mismo modo, afirmó que
es irrelevante que se cuente o no con licencia de conducir, pues ello podría originar una
sanción administrativa, pero nada tiene que ver con la responsabilidad objetiva
Asimismo, consideró que no se acreditó una “concausa” en este caso, pues no basta
señalar que los padres no ejercieron debida vigilancia al menor porque este se encontraba
alejado del local comercial del progenitor, sino lo que debió probarse es que el acto del
menor concurrió para que se produjera el accidente y el daño correlativo. Así, el referido
juez supremo refirió que la alegada “falta de supervisión” no tiene significancia alguna
cuando se advierte que el hecho se produjo en una vía amplia, plana y recta, de asfalto,
con señales preventivas y líneas continuas de una dimensión de 8 metros de ancho, lo que
implicaba que el daño se produjo en virtud de la causa inicial (conducción del vehículo a
alta velocidad) y no por la contribución de la víctima.
Ud. puede acceder a la casación aquí o navegar en nuestro archivo Scribd
Cas. N° 3256-2015-Apurímac by La Ley on Scribd
CASACIÓN
104358
El Peruano Martes 30 de enero de 2018
IV. FUNDAMENTOS:
PRIMERO.-
Contra la resolución dictada por la Sala Superior, el demandante interpuso recurso de
casación mediante escrito de fojas cuatrocientos cuarenta y ocho, el mismo que ha
sido calificado mediante resolución de fecha veintiocho de marzo de dos mil dieciséis,
declarándose procedente por las causales:
i) Infracción normativa de los artículos 29 de la Ley N° 27181 Ley General de
Transito, 6 del Decreto Legislativo 299 y 1973 del Código Civil.
Alega que existe un error en la evaluación de los hechos materia de juzgamiento,
pues se deja de aplicar las consecuencias jurídicas de la responsabilidad objetiva,
entre ellas la de responder tanto el chofer como el propietario del vehículo con el cual
se produjo el daño; indica de la Sala de mérito de forma errónea aduce una falta al
deber de cuidado de la víctima, un niño de 6 años, para determinar el monto
indemnizatorio, cuando ha debido de tomar en cuenta los hechos agravante del
conductor al manejar a excesiva velocidad y sin licencia de conducir; señala que
siendo la responsabilidad derivada en un accidente de tránsito objetiva, el conductor,
el propietario y de ser el caso el prestador del servicio son solidariamente
responsables por los daños y perjuicios causados, pues la solidaridad se encuentra
comprendida en la institución de crédito a cuyo nombre se encuentra el vehículo, no
obstante ello los jueces de mérito exime de responsabilidad invocando el artículo 6 del
Decreto Legislativo N° 299.
ii) Infracción normativa de los artículos 139 inciso 5 de la Constitución Política
del Perú, 122 inciso 3 del Código Procesal Civil, 12 delTexto Único Ordenado de
la Ley Orgánica del Poder Judicial y apartamento de precedente judicial.
Sostiene que se ha vulnerado el derecho a la debida valoración de las pruebas y
motivación de las resoluciones judiciales, pues la motivación para reformar el monto
indemnizatorio fijado por el A quo es tenue y no hace referencia absoluta a la
existencia de pruebas para una abismal disminución del quantum indemnizatorio;
además no ha tenido en cuenta jurisprudencia que en forma uniforme ante hechos
idénticos han fijado montos acorde a la vulneración del daño ocasionado que es la
vida de una persona
SEGUNDO.-
Que, el recurso de casación tiene como fines esenciales la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo y la unificación dela jurisprudencia nacional de la
Corte Suprema de Justicia, conforme se señala en el artículo 384 del Código Procesal
Civil.
TERCERO.-
Que, respecto a la causal de infracción normativa, según Monroy Cabra, “Se entiende
por causal (de casación) el motivo que establece la ley para la procedencia del
recurso...”1
. A decir de De Pina.- “El recurso de casación ha de fundarse en motivos previamente
señalados en la ley. Puede interponerse por infracción de ley o por quebrantamiento
de forma. Los motivos de casación por infracción de ley se refieren a la violación en el
fallo de leyes que debieran aplicarse al caso, a la falta de congruencia dela resolución
judicial con las pretensiones deducidas por las partes, a la falta de competencia etc.;
los motivos de la casación por quebrantamiento de forma afectan (….) a infracciones
en el procedimiento”2
. En ese sentido Escobar Forno señala. “Es cierto que todas las causales supone una
violación de ley, pero esta violación puede darse en la forma o en el fondo”3
.
CUARTO.-
Previamente a emitir pronunciamiento sobre las infracciones normativas denunciadas,
corresponde hacer un breve recuento de los hechos; así tenemos que tal como se
desprende del atestado policial de fojas siete, del informe técnico de fojas doce y de la
denuncia formalizada por el Ministerio Público, que corre a fojas dieciséis; el día
catorce de enero de dos mil doce aproximadamente a las 17.35 horas, en
circunstancias que le demandado Guido Palomino Cárdenas transitaba conduciendo el
vehículo camioneta de placa de rodaje B5F-800 en la avenida Sesquicentenario
- Andahuaylas, a excesiva velocidad, atropelló al menor de iníciales J.A.S.A de seis
años de edad (hijo del demandante), quien se encontraba solo cruzando la vía de sur
a norte, lanzándolo a una distancia de cinco metros de la vía de circulación,
ocasionándole lesiones que originaron su deceso. Según consta a fojas catorce la vía
en la que sucedió el hecho una amplia, plana y recta, de asfalto, cuenta con señales
preventivas y líneas continuas de una dimensión de ocho metros de ancho de sur a
norte y viceversa. Tal como se desprende de fojas ochenta y tres, el vehículo con el
que se realizó el acto dañoso es de propiedad del Banco Continental, en mérito a un
contrato de arrendamiento financiero suscrito con la empresa Navarro Contratistas
S.A.C.
QUINTO.-
Conforme a lo establecido en el artículo 1973 del Código Civil “Si la imprudencia sólo
hubiere concurrido en la producción del daño, la indemnización será reducida por el
Juez según las circunstancias”.
Dicha norma regula la figura de la atenuación de la responsabilidad objetiva por el
empleo de la cosa riesgosa o actividad peligrosa; la cual, está determinada por la
contribución de la víctima en la producción del daño, sin ser el factor determinante del
mismo; en dicho sentido ya se ha pronunciado esta Suprema Corte en reiterada
jurisprudencia, tal como la contenida en la Casación 1137-2007-Junín, que
refiriéndose al artículo 1973 del Código Civil, señala que contempla aquel “ (…) el
daño no es consecuencia única y exclusiva de la conducta del autor, sino que la propia
víctima ha contribuido y colaborado objetivamente a la realización del mismo, el cual
no se hubiera concretado de no mediar el comportamiento de la misma;
consecuentemente, el efecto jurídico de la concausa no es la liberación de
responsabilidad del autor, sino únicamente una reducción de la indemnización a cargo
del autor en consideración al grado de participación de la víctima; por tanto, la
reducción de la indemnización deberá ser determinado por el Juzgador considerando
las circunstancias de cada caso concreto en particular, (…)” así como la contenida en
la Casación3678-2006-Piura en la que refiere que: “(…) El ordenamiento jurídico
contempla […] en el artículo 1973 del Código Civil, la figura de la atenuación de la
responsabilidad [responsabilidad objetiva por el empleo de cosa riesgosa o actividad
peligrosa], esto es, que en caso de que el hecho del tercero o la imprudencia de la
víctima, hayan tenido trascendente participación junto con el accionar del bien
riesgoso o de la actividad peligrosa para producir el evento dañoso pero no han sido
las exclusivas responsables del referido resultado, la indemnización deberá ser
reducida de acuerdo a las circunstancias; lo que significa que no se libera de
responsabilidad al autor del daño sino que éste se atenúa (…)”.
SEXTO.-
De la revisión de los autos se advierte que, tal como ha concluido la instancia de
revisión, nos encontramos ante un hecho en el que la víctima (un niño de seis años de
edad) contribuyó al daño que sufrió, al cruzar una vía amplia de doble sentido sin la
protección y la guía de las personas a su cargo. Lo que además se colige de las
conclusiones del atestado policial N° 004-2012-DIVPOLPNP- AND/SIAT de fojas siete,
en el que se estableció como “Factor contributivo: que el menor de edad (06), no se
encuentra en completo uso de sus facultades físicas o mentales, mismos deben ser
conducido por personas aptas para cruzar las vías públicas, lo que se debe a una
imprudencia del peatón”.
SÉTIMO.-
Dicho ello, este Supremo Colegiado advierte que la instancia de mérito no ha valorado
adecuadamente los autos para determinar el cuántum indemnizatorio; pues si bien lo
reduce en función al monto deciento veinte mil con 00/100 nuevos soles (S/.
120.000.00) fijado en la apelada (en la que únicamente se valoró la responsabilidad
objetiva) dicho monto tampoco puede ser considerado suficiente y adecuado a la
responsabilidad objetiva advertida por la primera instancia. Pues teniendo en cuenta
que el autor del daño conducía una camioneta en una vía amplia de doble sentido a
tan excesiva velocidad que no le permitió evitar el daño, su conducta irresponsable al
conducir un bien riesgoso sin contar con licencia de conducir que lo califique como
apto para ello; y el innegable y devastador dolor ocasionado por la pérdida de un hijo
de seis años de edad, el cual jamás podrá ser resarcido; dicho monto más bien resulta
acorde a la concausa advertida por la segunda instancia; por lo que corresponde
declarar fundado el recurso de casación yen actuando en sede de instancia confirmar
la apelada en el extremo que fija el monto a indemnizar en la suma de ciento veinte mil
con 00/100 nuevos soles (S/. 120,000.00).
OCTAVO.-
En lo que respecta a la infracción del artículo 29 de la Ley N° 27181, según el cual “La
responsabilidad civil derivada de los accidentes de tránsito causados por vehículos
automotores es objetiva, de conformidad con lo establecido en el Código Civil. El
conductor, el propietario del vehículo y, de ser el caso, el prestador del servicio de
transporte terrestre son solidariamente responsables por los daños y perjuicios
causados.”; el recurrente alega que el propietario del vehículo también debió ser
considerado responsable solidario de los hechos dañosos materia del proceso; sin
embargo, dicha norma no le es aplicable al Banco Continental codemandado, por
cuanto el propietario del bien está relacionado a él en mérito a un contrato de
arrendamiento financiero, regulado por una norma especial, la cuales, la contenida en
el artículo 6 del Decreto Legislativo N° 299 que establece que “La arrendataria es
responsable del daño que pueda causar el bien, desde el momento que lo recibe de la
locadora.” yes en función a ella que las instancias de mérito han declarado
improcedente la demanda incoada contra el referido Banco; de lo que se colige que las
normas in comento no han sido infringidas.
V.DECISIÓN:
Por estos fundamentos, y en aplicación del artículo 396 del Código Procesal Civil: a)
Declararon FUNDADO el recurso de casación de fojas cuatrocientos ochenta y ocho,
interpuesto por Alfredo Serna Miranda; en consecuencia, CASARON la sentencia de
vista de fojas cuatrocientos cincuenta y dos, su fecha doce de junio de dos mil
quince, expedida por la Sala Mixta Descentralizada e Itinerante de Andahuaylas y
Chincheros de la Corte Superior de Justicia de Apurímac; y, actuando en sede de
instancia, CONFIRMARON la sentencia apelada de fojas trescientos sesenta y cuatro,
su fecha diecinueve de febrero de dos mil catorce, en el extremo que dispone que los
demandados Guido Palomino Cárdenas y E&R Navarro Contratistas Generales S.A.C
indemnicen en forma solidaria al demandante con la suma de ciento veinte mil con
00/120 nuevos soles (S/. 120.000.00); en los seguidos con Navarro Contratistas S.A.C,
sobre indemnización por daños y perjuicios; y los devolvieron; intervino como ponente
el señor Juez Supremo señor De La Barra Barrera.
SS. TELLO GILARDI,
DELCARPIO RODRÍGUEZ,
RODRÍGUEZ CHÁVEZ,
CALDERÓNPUERTAS,
DE LA BARRA BARRERA