Sie sind auf Seite 1von 9

JUAN RUIZ DE ARAGON “LAS PAREDES OYEN”

YULIANA SOFIA SOTOMAYOR LAZARO


KRZYZTOF SLIWA
LITERATURA ESAÑOLA Y CONTEMPORANEA
UNIVERSIDAD DEL ATLANTICO
FACULTAD DE EDUCACION
LICENCIATURA EN ESPAÑOL Y LITERATURA
JUAN RUIZ DE ARAGON “LAS PAREDES OYEN”

Para empezar, y contando un poco sobre de la vida de este autor y por todas esas obras que

dieron pie para ser un grande en la literatura. Se puede inferir que, Juan Ruíz de Alarcón y

Mendoza fue un escritor y dramaturgo español nacido durante la época del Virreinato de

Nueva España, hoy territorio mexicano. Perteneció a la era del Siglo de Oro español y

destacó por sus características comedias. La mayoría de sus obras se caracterizaron por

tener un personaje con cualidades excedidas y diferentes a los otros, casi siempre de difícil

compresión. Una de las obras más famosas de este autor fue La verdad sospechosa, con

rasgos del arte barroco por su expresividad y contrastes. Alarcón tuvo pensamientos e ideas

orientados hacia lo moral y ético; para él las virtudes del ser humano eran echadas a un lado
dentro de un mundo hipócrita y mentiroso. Además, fue un crítico constante de la sociedad

de su época, tanto de los vicios como de las costumbres.

Juan nació en Taxco, antiguo territorio del Virreinato de Nueva España, lo que hoy se

conoce como México. Se tiene como fecha de su nacimiento el 27 de diciembre de 1572,

aunque hay dudas al respecto. Sus padres fueron el español Pedro Ruíz de Alarcón y

Leonor de Mendoza, cuya familia se dedicó a la minería. El escritor tuvo cuatro hermanos.

Son escasos los datos que se tienen sobre la niñez y adolescencia de Juan Ruíz de Alarcón,

lo mismo ocurre con sus años de estudios. Se sabe que parte de su educación estuvo

orientada por los jesuitas en los colegios San Pablo y San Pedro, donde le enseñaron

gramática, latín, filosofía, poesía y teatro.

Entre 1596 y 1598 cursó estudios de bachillerato, luego comenzó a estudiar derecho civil y

canónico en la Real y Pontificia Universidad de México. Posteriormente se trasladó a la

Universidad de Salamanca para ahondar más en dichas carreras.

Durante el periodo que pasó en Salamanca comenzó a desarrollar su interés por los ensayos

y las obras dramáticas. También tuvo la oportunidad de conocer a Miguel de Cervantes,

quien influyó en su obra, cuando en 1606 viajó a Sevilla para trabajar como abogado.

Mas tarde en 1606 Alarcón regresó a Nueva España, más tarde en 1609 logró obtener el

título como licenciado en derecho. Sin embargo, no pudo realizar los estudios de doctorado,

quizás por falta de dinero. Los estudios anteriores del dramaturgo fueron pagados por una

ayuda dada por un pariente.


Como abogado, se vio involucrado en algunos trabajos en los tribunales, y en 1611 fue

nombrado asesor del corregidor de la ciudad de México, Garci López de Espinar. Un año

después el tribunal mexicano lo nombró juez de investigaciones en un homicidio.

En 1613 tomó la decisión de irse a España, primero para gestionar ante el Rey unos asuntos

de su hermano Pedro, y en segundo lugar con la intención de lograr un lugar en la Corte. En

octubre de ese año llegó a Madrid, sin obtener resultados inmediatos en la meta laboral que

se planteó. Por un lado, en su vida amorosa y tres años después de que Alarcón llegó a

España conoció a Ángela de Cervantes, con quien sostuvo una relación amorosa. La pareja

no contrajo matrimonio, pero tuvieron una hija llamada Lorenza, que nació en 1617, y a la

que reconoció unos años después.

Por otro lado, como dramaturgo, en España, aprovechó para dedicarse a producir teatro, y

así fue como logró tener una de las etapas más fértiles de su carrera como dramaturgo. Dos

de sus primeras obras fueron Las paredes oyen y Los favores del mundo, las cuales le

abrieron las puertas del circulo literario de Madrid.

Este escritor obtuvo reconocimiento como escritor en 1617, a través de poemas y obras de

teatro. En 1622 ya se había ganado un lugar en la Academia Literaria, y también participó

en la obra sobre el virrey de Perú titulada: Algunas hazañas de las muchas de Don Hurtado

de Mendoza, marqués de Cañete.

Hablando un poco de sus colegas (como Luís de Góngora, Francisco de Quevedo, Tirso de

Molina y Lope de Vega), de quienes sus puntos de vista hacia este autor, se vio reflejado la

gran variedad de comentarios que fueron de tipo negativas, de tipo falaz, ya que ellos se

burlaban de su aspecto físico de su físico y sus orígenes. Sin embargo, él supo defenderse
de este tipo de comentarios con mucha valentía, y nunca dejo que sus sueños se quedaran

truncados por este tipo de comentarios que no eran de gran aliento para lograr su objetivo,

es más, gracias a esos comentarios él los tomo como un tipo de motivación para llegar a ser

lo que hoy en día conocemos de él, es gran escritor dramaturgo.

Después de que Felipe IV llegó al trono, la actividad teatral, el cual, cobró gran

importancia, y en consecuencia Juan Ruíz se vio beneficiado, por lo que llego a actuar en

estos escenarios y de igual forma se dio a conocer y conocer algunas de sus obras que

quedarían plasmadas ahí en el teatro. La amistad que tenía con el noble y político Ramiro

Núñez le dio mayor auge. Entre 1622 y 1624 aumentó su producción literaria.

Desde mi punto de vista, puedo inferir que, en esa época, la influencia con las personas del

poder llegaba a ser reconocidos de una u otra forma, porque era tanta la influencia que

tomaba un auge importante este escritor cuando se relaciono con muchas personas del

“poder” y todo esto lo hacia con un fin, el fin de darle una oportunidad a sus escritos.

Sin embargo, las obras de Ruíz de Alarcón se caracterizaron por la armonía del lenguaje, y

el cuidado y la lógica con que las elaboró, ya que hizo uso del juego de palabras y de los

refranes como una forma de enseñar y también de hacer saber sus pensamientos e ideales.

En lo que a creación literaria se refiere, la obra de Alarcón se estructuró cronológicamente

en tres etapas. La primera nació en Sevilla y Nueva España entre 1607 y 1612, la siguiente

fue la de las comedias de personajes en el periodo de 1613 a 1618, y la última entre 1619 y

1625, con temas sobre el honor.


Ahora bien, al hablar de la publicación de dichas obras, tenemos dos grandes conjuntos. El

primero, en 1628, con un total de 8 comedias, y el segundo en 1634, con un total de 11

obras. También hay otros escritos esparcidos de fechas desconocidas en lo que a creación

respecta, como es común en toda su obra.

En determinación, “Las paredes oyen”. Juan Ruiz de Alarcón de genero Dramático. Trama

de la obra: Don Mendo, novio de Lucrecia pretende a doña Ana. El galán no se atreve a

desdeñar a una en favor de la otra por temor e inseguridad; prefiere vigilar sus intereses de

manera que en caso de que una opción no funcione, se mantenga en pie la segunda.

El conflicto se desencadena cuando se ve obligado a hablar mal de doña Ana, tratando de

evitar que un duque se interese por ella, sin advertir que la susodicha lo está escuchando

desde el interior de su casa, situación que de inmediato aprovecha el poco agraciado y

pobre don Juan...

Las paredes oyen es una de las obras clave en la producción literaria de Juan Ruiz de

Alarcón. Fue representada por primera vez en 1617, y la obra fue elegida para

representación palaciega en 1627 y otra vez en 1636. Fue publicada en 1628 como parte de

la Parte primera de las comedias alarconianas. En 1882 se encontró un manuscrito, tal vez

autógrafo, en la biblioteca del Duque de Osuna.


“El conde-duque anhelaba virtudes cívicas para lograr una sociedad moderna, y Alarcón lo

plasma en la escena, pero no por servilismo, repito, sino por formación. Ambos pasaron los

primeros años de sus vidas fuera de la Península, cosa que no era frecuente entre la nobleza

hispánica; además, como hijos segundones que eran, estaban destinados al estudio de la

carrera eclesiástica, por lo que compartieron aulas universitarias en Salamanca, junto a las

asignaturas de derecho canónico y civil, incluso don Gaspar fue rector de don Juan. De

estos estudios, les quedó la inclinación por construir estructuras lingüísticas de tipo legal.

Los dos, también, una vez fracasa la reforma, desaparecen de la corte, después de que el

duque de Medina de Las Torres (yerno de Olivares) le consiguiera al dramaturgo el puesto

de relator del Tribunal del Consejo de Indias”. Lola Josa. (2002).

“Alarcón, mas original y mas nuevo; superior en luces a muchos, en gusto, corrección y

filosofía a todos (…) Alarcón cultivo un genero que no era de Lope: no comparemos dos

cosas desemejantes; conservemos a Lope su templo donde recibía adoraciones del mundo

entre Shakespeare Schiller y Goethe, Moreto, Calderón y Tirso de Molina; pero en el

templo de Menandro y Terencio, procediendo de Corneille y anunciando a Molière,

coloquemos el ara de Alarcón. Lola Josa. (2003).

“Al leer esta novela me inspiró un sentimiento de afinidad, como el sentir que me

estuvieran contando, no un cuento ficticio, sino un “caso de la vida real”, experimente un

sentir como si alguna persona que yo conociera hubiera hecho esto. ¡¡Y me llama mucho la

atención ya que fue escrita hace más de 500 años!! Y esto solo tiene una explicación: habla

de cosas humanas… Sus personajes son personas a las que los sentimientos las mueven, y

éstos, los sentimientos, nunca cambian: el amor, el honor, la felicidad, la esperanza, la

tristeza, son sentimientos que sea el siglo que fuese nunca cambian”. Juan Vega. (2015).
“Los personajes parecen tomados de la vida cotidiana de la época. Uno de los más comunes

era el pícaro, muchacho astuto y vivaz que suele aprovecharse de los demás para subir en la

escala social, aunque generalmente no lo logra. También suelen presentarse personajes

alegóricos como la muerte, el amor, el destino, etcétera. Otra innovación surge en la obra

Fuenteovejuna de Lope de Vega, en la que el pueblo se una para actuar como un solo

personaje. La intriga y el conflicto adquieren un sentido relevante. Usualmente se dan

engaños y decepciones, en ocasiones respecto al amor y, en otras, en relación con el pícaro

que se aprovecha de otros”. Desconocido. (2017).

Como conclusión, se puede inferir que este autor, Juan Ruiz de Aragón, fue uno de los

escritores pioneros en cuando a la literatura dramaturga y de las obras plasmadas en el

teatro, el cual se vio influenciado por personas del poder en sus tiempos de desarrollo y

crecimiento como escritor, fue un punto positivo y de estrategia para él, ya que sabia que

solo de esa forma iba a llegar a ser lo que hoy en día conocemos de él y también por su

gran arte de escribir cosas que en muchas obras se ve reflejado a la realidad, además, se vio

en la penosa situación de ser criticado por su aspecto físico y por sus orígenes, por sus

colegas de ese entonces, pero teniendo siempre presente lo que quería y solo hacia caso

omiso sobre estas críticas.


REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 Rodolfo Jardón. (2015). “Las paredes oyen” Juan Ruiz de Alarcón – Argumento y

Análisis.

 Lola Josa. (2002). Hacia el pensamiento de Juan Ruiz de Alarcón. Revista de

Literatura. Vol. 64. ILLA. Universidad de Barcelona. España.

 Juan Ortiz. (2018). Lifeder. Juan Ruíz de Alarcón: biografía y obras.

 Desconocido. (2017). Las paredes oyen; Juan Ruiz de Alarcón. Literatura.

Das könnte Ihnen auch gefallen