La participación de los ciudadanos en la parte política y social de un país, es una
dinámica que se ha venido dando desde los programas de gobierno de la mayoría de los países, así como en las propias cartas constitucionales, dándole al sentido democrático una verdadera importancia dentro de la Democracia, ya que se le da un reconocimiento a la decisión ciudadana mediante una regulación con metodologías adecuadas dando recursos, espacios y sobre todo permitiendo el compromisos político y ciudadano de todos Los mecanismos de participación ciudadana son una serie de herramientas establecidas en la Constitución de 1991, todo esto con el fin de incentivar a la ciudadanía colombiana que ayude a la elaboración de la ley, y así garantizar que todos los miembros de la sociedad tengan una posibilidad real e igual de participar en las decisiones colectivas. Nuestra Constitución de 1991, establece en su primer artículo que Colombia es una república democrática y participativa, por tanto, desde aquí se asume el reto y compromiso de promover la participación ciudadana en todos los espacios de la vida social. Entonces al ser Colombia un país democrático, la Constitución Política Colombiana, consagra en el artículo 40 que “todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del poder político”. Y es el Plebiscito, uno de estos mecanismos. El plebiscito se constituye entonces en el pronunciamiento del pueblo convocado por el presidente de la Republica, mediante el cual apoya o rechaza una determinada decisión del Ejecutivo. En este caso entonces no se somete al pueblo un texto legal sino que se comete a consideración su decisión como tal, acogiéndose la decisión que tome el pueblo según la mayoría del censo electoral. (Ley 134 de 1994). De acuerdo con el artículo 77 de la Ley 134 de 1994, el Presidente de la República, con la firma de todos los ministros, podrá convocar al pueblo para que se pronuncie sobre las políticas del Ejecutivo que no requieran aprobación del Congreso; excepto las relacionadas con los estados de excepción y el ejercicio de los poderes correspondientes. El Presidente deberá informar inmediatamente al Congreso su intención de convocar un plebiscito, las razones para hacerlo y la fecha en que se llevará a cabo la votación, la cual no podrá ser anterior a un mes ni posterior a cuatro meses, contados a partir de la fecha en que el Congreso reciba el informe del Presidente. El Plebiscito no podrá coincidir con otra elección Si dentro del mes siguiente a la fecha en que el Presidente haya informado sobre su intención de realizar un plebiscito, ninguna de las dos Cámaras, por la mayoría de asistentes, haya manifestado su rechazo, el Presidente podrá convocarlo. En ningún caso el plebiscito podrá versar sobre la duración del período constitucional del mandato presidencial, ni podrá modificar la Constitución Política. e acuerdo al artículo 79 de la Ley 134 de 1994, el acceso de los partidos y movimientos políticos a los espacios de televisión financiados por el Estado se hará de conformidad con lo establecido para el referendo constitucional. El Gobierno dispondrá del mismo tiempo en televisión para expresar su opinión sobre el plebiscito. El uso de estos espacios se hará dentro de los 20 días anteriores a la fecha señalada para la votación.
El ejemplo más claro de plebiscito en nuestro país es el dado en el año 2016,
donde el entonces presidente Juan Manuel Santos, correspondido con el apoyo de la llamada Unidad Nacional, promovió como método para refrendar los acuerdos logrados en La Habana con los máximos jefes de las FARC-EP una Ley Estatutaria del Plebiscito por la paz. Con esto se buscaba dar un primer paso con miras a un escenario de posta cuerdo en el que la insurgencia se reintegre a la vida civil y política por medio de la dejación de armas, y así poder finalizar con un conflicto que data de más de medio siglo y que aún subsiste por más que haya una mesa de negociaciones establecida. Tras una fuerte controversia y una campaña de oposición, el no ganó y los acuerdos tuvieron que ser revisados y refrendados mediante otro mecanismo. Los acuerdos de paz definitivos se firmaron con el aval del Congreso de la República el 24 de noviembre de 2016. Otro ejemplo en nuestro país fue el Plebiscito de 1957: Este plebiscito se llevó a cabo durante el gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla, tuvo una votación a favor del 95% de los electores y dio inicio al Frente Nacional. Además, este mismo plebiscito confirmó el derecho al voto por parte de las mujeres colombianas.
Un ejemplo de plebiscito actual que se haya dado en otros países, es el que
actualmente se quiere desarrollar en Chile, para el cambio de su constitución llamado “Plebiscito nacional de 2020 Inicio del proceso constituyente para la redacción de una nueva Constitución Política”.