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LA PRESUNCIÓN DE EXTINCIÓN POR PROLONGADA INACTIVIDAD

REGISTRAL (Oswaldo HUNDSKOPF EXEBIO)

En el presente trabajo, el autor comenta la situación registral derivada de la aplicación de la


Resolución N° 233-2000 por la cual se aprobó la Directiva 012-2000, en la que se establecieron
los criterios aplicables a los plazos a que se referían la décima y décimo primera disposiciones
transitorias de la Ley General de Sociedades N° 26887, sobre la presunción de extinción de
sociedades por prolongada inactividad registral.

RESOLUCIÓN DEL TRIBUNAL REGISTRAL Nº 302-2002-ORLC/TR

     APELANTE          :     Sammy Guarniz Camacho


                         CÉSAR LAMA CONSULTORES ASOCIADOS S.R.L.

     TÍTULO          :     51453 del 18 de marzo de 2002

     HOJA DE TRÁMITE     :     018861 del 09 de mayo de 2002

     REGISTRO          :     Registro de Sociedades de Lima

     ACTO               :     Transferencia de participaciones, aumento de capital, modificación del


estatuto, adecuación a la ley, nombramiento de gerente.

     SUMILLA          :  Efectos de la Ley Nº 27673

     El Registro no podrá dejar sin efecto el asiento de cancelación por presunción de extinción
por prolongada inactividad, extendido antes de la vigencia de la Ley Nº 27673.

     Presunción de extinción por prolongada inactividad

     Las solicitudes de inscripción que no tuvieron acogida registral no enervaban los efectos de
la presunción de extinción por prolongada inactividad a que se refería la Décima Disposición
Transitoria de la Ley General de Sociedades.

     I. ACTO CUYA INSCRIPCIÓN SE SOLICITA Y DOCUMENTOS CONTENIDOS EN EL


TÍTULO

     Con el presente título se solicita la inscripción de la transferencia de participaciones,


aumento de capital, modificación del estatuto, adecuación a la Ley General de Sociedades y
nombramiento de gerente de la sociedad CÉSAR LAMA CONSULTORES ASOCIADOS S.R.L.,
en mérito de parte notarial de la escritura pública del 26 de diciembre de 2001 extendida ante
Notario de Lima, Dr. Igor Sobrevilla Donayre.

     II. DECISIÓN IMPUGNADA

     Se ha interpuesto apelación contra la tacha formulada por la Registradora Pública del
Registro de Sociedades de Lima, Dra. Ana Mercedes Ordóñez Huatuco, quien denegó la
inscripción por las siguientes consideraciones:

     Se tacha el presente título de conformidad con lo dispuesto por el artículo 42 del
Reglamento del Registro de Sociedades, toda vez que a la fecha la partida registral de la
sociedad se encuentra cancelada, no pudiéndose efectuar ninguna inscripción en la misma. De
conformidad con lo dispuesto en la Resolución del Superintendente Nacional de los Registros
Públicos Nº 211-2001-SUNARP/SN en su artículo 1. En las partidas registrales de las
sociedades que no hubieran inscrito ningún acto con posterioridad al 31/12/86 y siempre que
no se haya inscrito su cancelación podrá solicitarse la inscripción de cualquier acto inscribible,
incluyendo la adecuación del pacto social y estatuto a la Ley General de Sociedades hasta el
31 de diciembre de 2001.

     III. FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN

     El apelante señala que el cierre de la partida se efectuó al amparo de la Directiva Nº 012-
2000-SUNARP/SN que estableció plazos para presumir la extinción de toda sociedad que no
ha inscrito acto en los últimos diez años precedentes a la publicación de la Ley General de
Sociedades, a menos que se realizara un pedido de no aplicación de esta presunción y la
correspondiente publicación de un aviso en ese sentido.

     Indica que a la fecha en que se dispuso el cierre de la partida registral, la empresa había
presentado los títulos 109104 del 16/06/2000 y 136257 del 01/08/2000, los que si bien no
fueron inscritos cumplieron con la misma finalidad de la solicitud y el aviso a que se hace
referencia [en] la Directiva Nº 012-2000-SUNARP/SN, esto es, publicitar la existencia y vigencia
de la sociedad, por lo que mal hizo el Registrador en disponer el cierre de la partida Nº
01047361.

     IV. ANTECEDENTE REGISTRAL

     CÉSAR LAMA CONSULTORES ASOCIADOS S.R.L., se constituyó mediante escritura


pública del 27 de mayo de 1983 extendida ante el Notario de Lima Dr. Percy González Vigil
Balbuena, siendo inscrita en la ficha Nº 44445 del Registro de Sociedades de Lima, en mérito
al título Nº 9869 del 08 de agosto de 1983.

     Consta inscrito en la partida electrónica Nº 01047361 –continuación de la ficha Nº 44445–,


el cierre de la partida registral de la sociedad en los siguientes términos: “cerrada la presente
partida, conforme a lo dispuesto, mediante Memorándum Nº 171-2001-ORLC/GPJ de fecha 30
de abril de 2001; en aplicación de lo previsto en la Décima y Décimo Primera Disposición
Transitoria de la Ley Nº 26887”.

     V. PLANTEAMIENTO DE LAS CUESTIONES

     Interviniendo como Vocal ponente la Dra. Nora Mariella Aldana Durán, las cuestiones a
determinar son las siguientes:

     1.     Si las solicitudes de inscripción que no tuvieron acogida registral enervaban la
presunción de extinción por prolongada inactividad a que hacía referencia la Décima
Disposición Transitoria de la Ley General de Sociedades.

     2.     Si a raíz de la dación de la Ley Nº 27673, procede dejar sin efecto el asiento de
cancelación por presunción de extinción por prolongada inactividad que se hubiera extendido.

     VI. ANÁLISIS

     1.     La cancelación de CÉSAR LAMA CONSULTORES ASOCIADOS S.R.L., se realizó el


03 de mayo de 2001, cuando se encontraba vigente la Resolución Nº 233-2000-SUNARP/SN
del 15.11.2000 que aprobó la directiva Nº 012-2000-SUNARP/SN, la que dispuso que para el
cumplimiento de los plazos a los que hacen referencia la Novena y Décima Disposiciones
Transitorias de la Ley General de Sociedades, estos se computarán a partir del día siguiente de
la publicación efectuada el 04 de diciembre de 2000.

     2.     La Décima Disposición Transitoria de la Ley General de Sociedades establece la


presunción de extinción de las sociedades por prolongada inactividad. Señala:
          “Se presume la extinción de toda sociedad mercantil o civil que no ha inscrito acto
societario alguno en los diez años precedentes a la publicación de esta ley. El Registro
cancelará la inscripción.

          No obstante cualquier socio, administrador o acreedor de la sociedad puede solicitar que
no se aplique la presunción, para lo cual, dentro de los treinta días de publicada la relación a
que se refiera la siguiente Disposición Transitoria, debe presentar una solicitud a la
correspondiente oficina registral y publicar un aviso según lo establecido en el artículo 43 (...)”.

          La Décima Primera Disposición Transitoria estableció que para efecto de lo dispuesto en
las Disposiciones Transitorias Novena y Décima, la SUNARP publicaría las relaciones de las
sociedades que están incursas en dicha presunción. Vencidos los plazos señalados, la
respectiva oficina Registral procedería a cancelar de oficio la inscripción de las sociedades
extinguidas respecto de las cuales no se haya presentado solicitud de no aplicación de la
presunción.

     3.     Como puede apreciarse, la Décima Disposición Transitoria de la Ley General de


Sociedades estableció la presunción de extinción de las sociedades que no habían inscrito
actos societarios en los diez años precedentes. Esto es, no bastaba con que la sociedad
hubiera presentado solicitudes de inscripción, siendo necesario que las mismas hubieran
obtenido calificación positiva y por tanto, que se hubieran extendido los asientos registrales
respectivos. Esto es, para enervar la presunción de extinción no bastaba con acreditar haber
presentado títulos ante el Registro, sino que era necesario que alguno de los títulos
presentados hubiera tenido acceso al Registro.

          Es ese sentido, no resulta exacta la afirmación del apelante en el sentido que la solicitud
de inscripción de diversos actos no ha llegado a acceder al Registro –títulos tachados–,
enervaban la presunción de extinción.

     4.     La Directiva Nº 012-2000-SUNARP/SN fue modificada por la Resolución Nº 211-2001-


SUNARP/SN del 03 de agosto de 2001, que aprobó la Directiva Nº 007-2001-SUNARP/SN,
para la debida aplicación de lo normado en la Primera, Décima y Décima Primera
Disposiciones Transitorias de la Ley Nº 26887, señalando que en las partidas registrales de las
sociedades que no hubieran inscrito ningún acto con posterioridad al 31 de diciembre de 1986,
y siempre que no se haya inscrito su cancelación, podrá solicitarse la inscripción de
cualquier acto inscribible, incluyendo la adecuación del pacto social y estatuto a la Ley General
de Sociedades, hasta el 31 de diciembre de 2001.

          Asimismo, la Directiva Nº 007-2001-SUNARP/SN señaló que el plazo para solicitar que


no se aplique la presunción de extinción empezaría a computarse desde el 1-01-2002, día
siguiente al vencimiento del plazo para adecuar el pacto social y estatuto a la Ley General de
Sociedades, conforme a la prórroga dispuesta por la Ley Nº 27388.

     5.     Al no existir inscripción posterior al 31 de diciembre de 1986 en la partida registral de


CÉSAR LAMA CONSULTORES ASOCIADOS S.R.L. y al no haberse solicitado la no aplicación
de la presunción de extinción conforme lo establece la Décima Disposición Transitoria de la Ley
General de Sociedades, se procedió el 03 de mayo de 2001 –antes de la vigencia de la
directiva Nº 007-2001-SUNARP/SN y de la Ley Nº 27673–, al cierre de la partida registral
generándose un asiento de cancelación.

     6.     El cierre de la partida registral realizado, goza de la garantía de intangibilidad


(“intangibilidad del contenido de los asientos registrales, salvo título modificatorio posterior o
sentencia judicial firme”), establecida en el inciso b) del artículo 3 de la Ley Nº 26366, Ley de
Creación del Sistema Nacional de los Registros Públicos, norma concordante con lo dispuesto
en el artículo 107 del Reglamento General de los Registros Públicos.

     7.     En ese contexto, los efectos jurídicos sustanciales de una inscripción reconocidos por
el derecho, no pueden ser enervados administrativamente, pues de conformidad con el artículo
2013 del Código Civil, que consagra el principio de legitimación, el contenido de la inscripción
se presume cierto y produce todos sus efectos, mientras no se rectifique o se declare
judicialmente su invalidez, recogido también en el artículo 90 del Reglamento General de los
Registros Públicos; siendo entonces solo el Poder Judicial el órgano facultado para declarar la
nulidad de una inscripción.

     8.     La Ley Nº 27673, publicada el 21 de febrero de 2002, establece lo siguiente:

          “Las sociedades que adecuen su pacto social y estatuto a las disposiciones de la


Ley Nº 26887, Ley General de Sociedades, después de vencido el plazo establecido en la
Primera Disposición Transitoria de dicha Ley, modificado por Leyes Nºs. 26977, 27219 y
27388, no requerirán de convocatoria judicial y no serán consideradas irregulares y
consecuentemente no les serán aplicables las consecuencias señaladas en la Segunda
Disposición Transitoria de la Ley Nº 26887 ni la presunción de extinción por prolongada
inactividad a que se refiere la Décima Disposición Transitoria de la misma Ley”.

     9.     Como puede apreciarse, la Ley Nº 27673

     - No ha prorrogado expresamente el plazo para adecuarse a la Ley General de Sociedades.

     - No ha dejado expresamente sin efecto la consecuencia, esto es, la irregularidad, por no


adecuarse a la ley dentro del plazo establecido, que venció el 31/12/2001.

     - No ha dejado expresamente sin efecto a la presunción de extinción por prolongada


inactividad.

     Sin embargo, siempre que la sociedad cumpla con adecuar su pacto social y estatuto a la
ley:

     - Con posterioridad al 31-12-2001 y sin haberse fijado una fecha límite para ello.

     - No será considerada irregular.

     - No le será aplicable la presunción de extinción por prolongada inactividad.

     10.     Resulta entonces que las sociedades, a raíz de la dación de la Ley Nº 27673, no
tienen una fecha límite para adecuar su pacto social y estatuto a la Ley General de Sociedades.
Pueden realizar la adecuación en cualquier momento, y siempre que cumplan con realizar la
adecuación, no serán consideradas irregulares ni les será aplicable la presunción de extinción
por prolongada inactividad.

     11.     Ahora bien, dado que las sociedades, a raíz de la Ley Nº 27673, podrán realizar la
adecuación en cualquier momento, el Registro no podrá cancelar las partidas registrales de las
sociedades que no hayan realizado ninguna inscripción con posterioridad al 31/12/86, pues no
podría aplicarse la presunción de extinción por prolongada inactividad mientras las sociedades
tengan la posibilidad de adecuarse a la ley y con ello, evitar la aplicación de la presunción de
extinción.

     12.     Sin embargo, la Ley Nº 27673 no contiene disposición alguna relativa a las
sociedades respecto a las que –antes de la dación de la ley–, el Registro ya había aplicado la
presunción de extinción por prolongada inactividad, y en consecuencia, había procedido a la
cancelación de la partida registral.

     13.     En este caso, el Registrador canceló la partida registral de la sociedad CÉSAR LAMA
CONSULTORES ASOCIADOS S.R.L., el 3 de mayo de 2001. Esto es, la cancelación de la
partida se realizó durante la vigencia de la Directiva 012-2000-SUNARP/SN, aprobada
mediante Res. 233-2000-SUNARP/SN del 11/11/2000.
     14.     Sin embargo, la Ley Nº 27673 no dispone que queda sin efecto la cancelación de las
partidas registrales de las sociedades cuyas partidas hubieran sido canceladas. Así, dicha ley
no dispuesto(sic) que al adecuar la sociedad su pacto social y estatuto quedará sin efecto la
presunción de extinción, sino que en tal caso no será aplicable la presunción de extinción.

          Asimismo, no podría pretender aplicarse retroactivamente la Ley Nº 27673, pues ninguna


ley tiene fuerza ni efecto retroactivos, salvo en materia penal, cuando favorece al reo, conforme
al artículo 103 de la Constitución Política. Esto es, las leyes no pueden modificar hechos
ocurridos con anterioridad a su vigencia. En este caso, con anterioridad a la vigencia de la Ley
Nº 27673 se había cancelado la partida registral de la sociedad por presunción de extinción,
cancelación que no quedará sin efecto en virtud de ley posterior que dispone que no será
aplicable la presunción de extinción.

     15.     En ese sentido, también se ha pronunciado esta instancia en la resolución Nº 598-
2001-ORLC/TR del 27 de diciembre de 2001 y 281-2002-ORLC/TR del 07 de junio de 2002.

     16.     Asimismo, de lo glosado en los numerales precedentes se advierte que los actos a
inscribir contienen defectos insubsanables, debido a que se presentan obstáculos insalvables
que emanan de la partida registral, por lo que resultó procedente que el Registrador tachara el
título en aplicación de los dispuesto por el artículo 42 del Reglamento General de los Registros
Públicos.

     Estando a lo acordado por unanimidad.

     VII. RESOLUCIÓN

     CONFIRMAR la tacha formulada por la Registradora Pública del Registro de Personas


Jurídicas de Lima, al título venido en grado.

     Regístrese y comuníquese
     Dra. Nora Mariella Aldana Durán, Presidenta de la Tercera Sala del Tribunal Registral
     Dra. Gloria Salvatierra Valdivia, Vocal del Tribunal Registral
     Dr. Luis Alberto Aliaga Huaripata, Vocal del Tribunal Registral

ANÁLISIS Y CRÍTICA JURISPRUDENCIAL

     I. INTRODUCCIÓN

     Comentar la Resolución N° 302-2002-ORLC/TR es de singular importancia, ya que se trata


de uno de los contados criterios del Tribunal Registral que en materia de derecho societario-
registral se consideran como precedentes de observancia obligatoria, en razón a lo cual ante,
situaciones similares, que de hecho se han presentado, el Tribunal únicamente se limitará a
aplicar dicho criterio.

     En el caso que nos ocupa, se trata de una resolución del Tribunal que resuelve una
apelación interpuesta contra una tacha formulada por la Registradora Pública del Registro de
Sociedades de Lima, quien denegó la inscripción del título N° 51453 del 18 de marzo de 2002
constituido por una escritura pública de transferencia de participaciones, aumento de capital,
modificación del estatuto, adecuación a la Ley Nº 26887 y nombramiento de gerente de la
sociedad César Lama Consultores Asociados S.R.L., en razón a que, en la fecha en que se
ingresó el título, ya se había cerrado la partida registral de dicha sociedad, por haberse
aplicado la presunción de la extinción por prolongada inactividad, en aplicación de lo dispuesto
por la Décima Disposición Transitoria de la Ley General de Sociedades N° 26887, en adelante
simplemente LGS.

     La resolución del Tribunal Registral confirma la tacha formulada por la Registradora Pública
del Registro de Personas Jurídicas de Lima, motivándose esta conforme resumimos en el
punto siguiente.
     II. FUNDAMENTOS DEL TRIBUNAL REGISTRAL

     Para resolver, el Tribunal evaluó los fundamentos de la tacha y específicamente el artículo


42 del Reglamento de Registro de Sociedades, invocado por el Tribunal, el cual ordena a los
registradores a tachar los títulos que se presenten cuando, entre otras causales, estos
adolezcan de defectos insubsanables que afecten la validez de su contenido (ver ítem 16 del
rubro análisis, de la resolución), pero en especial la circunstancia particular que a la fecha de la
tacha, la partida registral de la sociedad se encontraba cancelada, no pudiéndose efectuar por
tal razón ninguna inscripción posterior. Asimismo, evaluó los fundamentos de la apelación, la
cual se sustenta en el hecho de que a la fecha en que se dispuso el cierre de la partida
registral, la empresa había presentado dos títulos que si bien tuvieron como propósito publicitar
la existencia y vigencia de la sociedad, contenían defectos insubsanables, por lo que resultaba
procedente la tacha de ambos títulos.

     La vocal ponente, de manera muy pertinente, plantea dos cuestiones a determinar, que
resultan ser fundamentales para el análisis del recurso de apelación, la primera de ellas relativa
a si la sola existencia de solicitudes que no tuvieron acogida registral, enervaban la aplicación
de la presunción de extinción por prolongada inactividad, y la segunda, relativa a si como
consecuencia de la dación de la Ley Nº 27673, que comentaremos más adelante, procede
dejar sin efecto el asiento de cancelación, es decir, dejar sin efecto el cierre de la partida.

     Es importante señalar, que el Tribunal tuvo en cuenta que la cancelación de la partida se
realizó el 3 de mayo de 2001, es decir, cuando se encontraba vigente la Resolución N° 233-
2000/SUNARP/SN del 15 de noviembre del año 2000, mediante la cual se aprobó la Directiva
N° 012-2000/SUNARP, la que dispuso que el plazo de treinta días a que hace referencia la
Décima Disposición Transitoria de la LGS, para oponerse a la aplicación de la presunción, se
computaba a partir del día siguiente del 4 de diciembre del año 2000, fecha de la publicación
del listado de las sociedades dentro de las cuales estaba la sociedad apelante, publicación que
se hizo en cumplimiento de lo establecido en la Décima Primera Disposición Transitoria. Dicho
plazo para oponerse venció el 5 de enero de 2001, habiéndose producido la cancelación de la
partida, el 3 de mayo de 2001.

     Asimismo, es pertinente destacar que para el Tribunal, no resulta exacta la afirmación del
apelante, en el sentido de que la simple presentación de solicitudes de inscripción enervaban la
presunción de extinción, y también apreció que con posterioridad al 31 de diciembre de 1986,
en la partida registral del apelante, no solamente no se había inscrito ningún título, sino que
tampoco se hizo uso del derecho a solicitar la no aplicación de la presunción de extinción,
conforme lo permite la Décima Disposición Transitoria, razón por la cual procedió a cancelar la
partida registral el 3 de mayo de 2001.

     Absolviendo la segunda cuestión planteada por la vocal ponente, es decir, si a raíz de la


dación de la Ley Nº 27673 publicada el 21 de febrero de 2002, procede dejar sin efecto el
asiento de cancelación por presunción de extinción por prolongada inactividad, el Tribunal
considera que se bien dicha ley no prorroga expresamente el plazo para adecuarse a la LGS,
con lo cual todas las sociedades que no se hubieren adecuado, no tienen una fecha límite para
dicho acto, y por tal motivo, este puede realizarse en cualquier momento, razón por la cual el
registro no podrá cancelar las partidas registrales de las sociedades que no hayan realizado
ninguna inscripción, en vista que se les abrió nuevamente la posibilidad y oportunidad de
adecuarse, en el caso bajo análisis en fecha anterior a la Ley Nº 27673, es decir el 3 de mayo
de 2001, ya se había cancelado la partida y siendo la mencionada ley de fecha posterior, esta
no se puede aplicar retroactivamente, en virtud de lo cual la decisión de cancelar la partida es
un acto administrativo pleno y eficaz que no puede ser enmendado ni modificado y que por
tanto prevalece sobre cualquier otro tipo de consideración. Distinto hubiera sido el caso en
nuestra opinión, si expresamente la Ley Nº 27673 hubiera ordenado que quedaran sin efecto
todos los asientos de cancelación o los cierres de partida que se hubieren efectuado en
cumplimiento de la Décima Disposición Transitoria de la LGS, lo que no sucedió.

     III. TEMAS POR TRATAR


     1.     Alcances y propósito de la Décima Disposición Transitoria

     A los efectos del presente análisis, interesa sobremanera citar textualmente la mencionada
norma, la cual es la siguiente:

          “Se presume la extinción de toda sociedad mercantil o civil que no ha inscrito acto
societario alguno en los diez años precedentes a la publicación de esta ley. El registro
cancelará la inscripción. No obstante cualquier socio, administrador o acreedor de la sociedad
puede solicitar que no se aplique la presunción, para lo cual dentro de los treinta días de
publicada la relación a que se refiere la siguiente disposición transitoria, debe presentar una
solicitud a la correspondiente oficina registral y publicar un aviso según lo establecido en el
artículo 43. Si hubiera oposición a la solicitud, esta se tramitará en el proceso abreviado, y la
resolución del juez determinará si procede aplicar la presunción.

     La extinción producida en virtud de lo establecido en esta disposición transitoria, no afecta


en forma alguna los derechos de los socios para con la sociedad extinguida, ni los de los
terceros acreedores con ella o con sus socios. Igualmente, no afecta los derechos y
obligaciones de carácter tributario de la sociedad extinguida”.

     Respecto al contenido y alcances de la Décima Disposición Transitoria, el doctor Enrique


Normand Sparks(1), en su Exposición de Presentación del Proyecto de la Ley General de
Sociedades, ante la Comisión Revisora del Congreso de la República, se refirió a dicha norma,
manifestando que este es un aporte novedoso, y que la presunción era necesaria para depurar
el registro, pero dejando abierta la posibilidad de que si un interesado sale al frente, la
presunción no se le aplique a la sociedad, razón por la cual se ha incorporado una norma de
salvaguarda, que precisa que esta extinción no perjudica los derechos de terceros, los
derechos fiscales ni los derechos laborales. En opinión del doctor Normand, para una sociedad
con diez años de inactividad, la mayoría de estos derechos y obligaciones estarían prescritos,
pero de todas maneras se ha querido dejar abierta tal posibilidad.

     Para el doctor Enrique Elías Laroza(2), si bien el inciso 3 del artículo 407 establece como
causal de disolución de una sociedad la “prolongada inactividad” de su junta general, en dicha
norma no se le da contenido concreto a este último concepto, por lo que es muy probable que
esta inactividad continúe indefinidamente, razón por la cual –en su opinión– la Décima
Disposición Transitoria tuvo como finalidad hacer una depuración en los Registros Públicos y
eliminar aquellas que no se encuentren en actividad, aplicando la presunción de prolongada
inactividad. Pero lo más interesante de su opinión es que de operar dicha presunción, la
sociedad se considera extinguida y el registro cancela de oficio su inscripción, lo que no
perjudica los derechos que puedan tener los socios o terceros acreedores contra la sociedad,
con lo cual los bienes de la sociedad siguen respaldando sus obligaciones. Para Elías, ello
produce una situación particular que asemeja la extinción de la persona jurídica a la muerte de
una persona natural, en razón de que la extinción contemplada en esta disposición puede
darse incluso cuando la sociedad tiene aún bienes en su activo, lo que junto con sus deudas
pasan a formar una masa indivisa similar a la masa hereditaria de las personas naturales. Es
una situación particular –agrega– toda vez que la extinción de una sociedad dentro del marco
legal de la LGS, implica un proceso que abarca tres fases, la fase de la disolución, la
liquidación propiamente dicha, y la fase de la extinción, proceso que no se da en estos casos.

     Por su parte, Ricardo Beaumont Callirgos(3), señala que la Décima Disposición Transitoria,
es una norma de singular trascendencia, y es posible que jamás haya habido una de
significación similar, ya que cancelar las inscripciones es hacer una depuración exhaustiva de
orden societario-registral. Para Beaumont, a partir de 1998 y gracias a esta norma, el Perú
debía tener un registro de sociedades vigentes “vivas”, con mayor o menor grado de actividad
económica.

     2.     Alcances y propósito de la Décimo Primera Disposición Transitoria

     Por la mencionada norma, se dispuso que sea la Superintendencia Nacional de los


Registros Públicos, en adelante simplemente Sunarp, la que publique en el diario oficial El
Peruano dentro de los sesenta días de la vigencia de la ley, sendas relaciones a nivel nacional
de las sociedades cuyo periodo de duración esté vencido y de las sociedades que no hayan
solicitado ninguna inscripción o registro con posterioridad al 31 de diciembre de 1986, para lo
cual las oficinas registrales, bajo responsabilidad de su titular, remitirán a la Sunarp la
información correspondiente en un plazo que no excederá de treinta días posteriores a la
vigencia de la LGS. Una vez vencido el plazo anteriormente señalado, le corresponderá a la
respectiva oficina registral proceder a cancelar de oficio la inscripción de las sociedades
extinguidas respecto de las cuales no se haya presentado ninguna solicitud de no aplicación de
la presunción.

     Como se sabe, la ley entró en vigencia el 1 de enero de 1998, razón por la cual entendemos
que el cómputo de plazo de diez años no se inicia con la publicación de la ley, es decir el 9 de
diciembre de 1997, sino con la entrada en vigencia de la misma, es decir el 1 de enero de
1998.

     Luis Aliaga Huaripata(4) advierte una discordancia entre la Décima y la Décima Primera


Disposición Transitoria que es pertinente destacar, fundamentalmente por las implicancias con
el caso bajo análisis, en razón de que para la primera de dichas normas, el presupuesto para
considerar “inactiva” a una sociedad es el no haber inscrito acto societario alguno en los diez
años precedentes a la publicación de la ley y para la segunda de ellas, es el no haber
“solicitado” ninguna inscripción con posterioridad al 31 de diciembre de 1986. Para dicho jurista,
opinión que compartimos, la ratio legis de ambas disposiciones transitorias hace ver que el
elemento central en torno al cual gira la presunción de extinción es la “no inscripción”
prolongada y no la simple presentación de una solicitud.

     Si bien la Décimo Primera Disposición Transitoria señaló que la Sunarp publicará dicha
relación dentro de los sesenta días, en la práctica la misma recién se hizo en separatas
especiales los días 5 de octubre, 6 de noviembre y 4 de diciembre de 2000, encontrándose en
esta última publicación, la sociedad apelante.

     3.     Directiva Nº 012-2000/SUNARP, aprobada mediante Res. Nº 233-2000/SUNARP/SN


de fecha 15 de noviembre de 2000

     Precisamente por la demora en la publicación ordenada por la Décimo Primera Disposición


Transitoria de la LGS, y al ser tres y no una sola publicación, fue necesaria la aprobación de la
Directiva N° 012-2000 de la referencia, a efectos de unificar el tratamiento de todos los casos
en la cual se dispuso que para el cumplimiento del plazo de treinta días a que hace referencia
la Décima Disposición Transitoria, dicho plazo se computará a partir del día siguiente de la
publicación efectuada el 4 de diciembre de 2000, es decir, desde el 5 de diciembre del mismo
año, con lo cual el mencionado plazo vencía indefectiblemente el 5 de enero de 2001, luego de
la cual correspondía proceder al cierre de oficio de las partidas registrales. Sobre el particular,
Aliaga(5) comenta que solo un reducido número de sociedades logró oponerse oportunamente a
la aplicación de la presunción de extensión y que en la práctica, dada la cantidad de casos, no
se cerraron las partidas automáticamente, sino que tal operación se hizo progresivamente. En
el caso de la sociedad apelante, la cancelación de su partida registral se produjo el 3 de mayo
de 2001.

     4.     Directiva Nº 007-2001/SUNARP, aprobada mediante Res. Nº 211-2001/SUNARP/SN


del 3 de agosto de 2001

     Siguiendo la evolución de la legislación complementaria a la LGS, el 30 de diciembre de


2000 se publicó la Ley Nº 27388 por medio de la cual se prorrogó “por última vez” hasta el 31
de diciembre de 2001 la adecuación de las sociedades a la LGS, norma que generó una
controversia respecto a sus efectos y alcances, fundamentalmente en razón de que al
momento de expedirse, existía de un lado un gran número de sociedades que aún no se
habían adecuado y de otro, sociedades a las cuales se les había aplicado la Directiva 012-2000
lo que motivó que se expida la Directiva N° 007-2001 aprobada mediante Resolución N° 211-
2001/SUNARP/SN publicada el 9 de agosto de 2001 a través de la cual se modificó la Directiva
anterior N° 012-2000 en el sentido de que el plazo establecido en la segunda parte de la
Décima Disposición Transitoria se empezará a computar desde el 1 de enero de 2002, con lo
cual se prorrogó el plazo para oponerse a la aplicación de la presunción por prolongada
inactividad, precisando sin embargo, respecto a sus alcances, que dicha ampliación de plazo
solamente es aplicable siempre que no se haya inscrito el asiento de cancelación. En el caso
materia del presente comentario jurisprudencial, lamentablemente para la sociedad apelante,
antes de la publicación de la Directiva N° 007 (9 de agosto de 2001) ya se había producido la
cancelación de su partida registral, la que –como ya hemos mencionado– se produjo el 3 de
mayo de 2001.

     5.     La Ley Nº 27673 y sus efectos y consecuencias

     La mencionada ley publicada el 21 de febrero de 2002, establece textualmente lo siguiente:


“Las Sociedades que adecuen su Pacto Social y Estatuto a las disposiciones de la Ley Nº
26887, después de vencido el plazo establecido en la Primera Disposición Transitoria de dicha
ley, modificado por Leyes N°s. 26977, 27219 y 27388, no requerirán de convocatoria judicial y
no serán consideradas irregulares, y consecuentemente no les serán aplicables las
consecuencias señaladas en la Segunda Disposición Transitoria de la Ley Nº 26887, ni la
presunción de extinción por prolongada inactividad a que se refiere la Décima Disposición
Transitoria de la misma ley.

     Como bien lo advierte el Tribunal Registral, esta ley, a diferencia de las anteriores, no
prorroga el plazo para adecuarse a la Ley Nº 26887, ni tampoco deja expresamente sin efecto,
las consecuencias de la no adecuación de la LGS, es decir, la conversión a sociedades
irregulares, ni tampoco deja expresamente sin efecto, la presunción por prolongada inactividad,
razón por la cual, al no haberse fijado fecha límite para la adecuación, este acto lo pueden
realizar en cualquier momento, motivo por el cual, a partir de su entrada en vigencia, es decir a
partir del 22 de febrero de 2002 el registro ya no podrá cancelar las partidas registrales de las
sociedades que no hayan realizado ninguna inscripción con posterioridad al 31 de diciembre de
1986, pues no se podría aplicar la presunción de extinción por prolongada inactividad, mientras
las sociedades tengan la posibilidad de adecuarse a la ley y con ello evitar la aplicación de la
presunción de extinción. Cabe advertir sin embargo, que antes de la entrada en vigencia de la
Ley Nº 27673, el registro ya había aplicado la mencionada presunción y había procedido a
cancelar innumerables partidas registrales, una de ellas la partida de la sociedad apelante.

     Como también advierte el Tribunal, esta última ley tampoco dispone que queden sin efecto
la cancelación de las partidas registrales ya efectuadas, razón por la cual, hay una
imposibilidad para que la sociedad apelante se acoja a los beneficios derivados de la Ley Nº
27673.

     En definitiva, en nuestra opinión y discrepando con el Tribunal, en este extremo contenido
en la parte considerativa de la resolución materia de análisis, en términos generales, la Ley Nº
27673 sí suspende los efectos de la no adecuación, elimina la conversión a sociedades
irregulares para las que no se han adecuado, y elimina la opción de los acreedores
administrativos, socios y terceros, de solicitar judicialmente la adecuación, con lo cual quedó
sin sustento la obligación de adecuar el estatuto a la LGS, pues no existe plazo ni
consecuencias negativas. Es conforme, sin embargo, sostener que la mayoría de sociedades
necesita adecuarse a la LGS, pues sus estatutos colisionan o contradicen las normas
imperativas o dispositivas de la ley, pero –como ya hemos afirmado– las sociedades que no se
hayan adecuado ya no son consideradas irregulares pudiendo realizar la adecuación cuando lo
consideren conveniente. 

     Sin embargo, no todas las sociedades requieren una adecuación expresa a la LGS, y se
puede constatar en el Registro de Sociedades que a partir de la promulgación de la Ley Nº
27673, muchas sociedades han seguido actuando sin adecuarse a la LGS, renovando su
directorio, inscribiendo poderes y acuerdos de junta general de accionistas, actuando como una
sociedad formal, regular y activa, incluso muchas han modificado parcial o totalmente sus
estatutos. Lo más probable es que estas sociedades cuenten con estatutos que no contradicen
las disposiciones de la LGS, por lo que no requieren una adecuación expresa, y en tales casos,
considerando que su estatuto se adecua per se a la LGS, y que han seguido actuando
conforme a este, inscribiendo diversos actos societarios, se puede sostener que en la práctica
lo que han hecho es una adecuación tácita a la LGS.

     Esta adecuación tácita no se contradice con la Primera Disposición Transitoria de la LGS, la


cual obligaba a que todas las sociedades adecuen su pacto social y sus estatutos a las
disposiciones de la ley, con ocasión de la primera reforma que efectúen a estos, pero ¿qué
pasaba si el estatuto de por sí no era contrario a la ley? Muchos estatutos son muy generales,
no discrepan mucho de la norma y, antes bien, se apoyan en esta para regular muchos
aspectos de la sociedad y en tales casos consideramos que la adecuación no es necesaria. Si
fuere el caso de que la sociedad ha proseguido sus actividades económicas con dicho estatuto,
no ha infringido norma imperativa alguna, razón por la cual es suficiente una adecuación tácita,
y no expresa.

     6.     Principio de legitimación en materia registral

     El Reglamento del Registro de Sociedades actualmente vigente, optó por reconocer la
aplicación de los principios registrales contenidos en el Código Civil y desarrollados en el Título
Preliminar del Nuevo Reglamento General de los Registros Públicos. Uno de los mencionados
principios es el de legitimación, por el cual siguiendo a Jorge Luis Gonzáles Loli (6), todos los
asientos registrales se presumen exactos y válidos, y producen sus efectos y legitiman al titular
registral para actuar conforme a ellos, mientras no se rectifiquen en los términos establecidos
en el Reglamento General de los Registros Públicos, o se declare judicialmente su invalidez, tal
como lo define el artículo VII del Título Preliminar del mencionado reglamento, concordante con
el artículo 2013 del Código Civil.

     En la resolución bajo análisis, el Tribunal en aplicación de este principio señala que los
efectos jurídicos sustanciales de una inscripción, reconocidos por el derecho, no pueden ser
enervados administrativamente, pues de conformidad con el artículo 2013 del Código Civil, que
precisamente consagra el principio de legitimación, el contenido de la inscripción se presume
cierto y produce todos sus efectos mientras no se rectifique o se declare judicialmente su
invalidez, siendo solo el Poder Judicial el órgano facultado para declarar las nulidades de una
inscripción, con lo cual se pronunció sobre la firmeza y plena validez del asiento de cancelación
de la sociedad apelante.

     7.     Cierre de partidas en el Derecho español

     En los antecedentes registrales de la resolución bajo análisis, aparece que consta inscrita
en la partida electrónica Nº 01047361 que continúa en la ficha Nº 44445, el cierre de la partida
registral de la sociedad apelante, lo cual se hizo en ejecución del Memorándum N° 071-2001-
0RLC/GP de fecha 30 de abril de 2001, en aplicación de lo previsto en la Décima y Décimo
Primera Disposición Transitoria de la LGS.

     Siguiendo en este tema a Luis Aliaga Huaripata(7), el cierre de las partidas constituye una
novedad en nuestro ordenamiento y solo se conoce el caso de la Legislación Mercantil
Española que regula la figura del “cierre” como una suspensión temporal de la partida registral
de la sociedad. Cita al efecto el artículo 171 del Texto Refundido de la Ley de Sociedades
Anónimas, aprobada por Real Decreto Legislativo N° 1564/1989 vigente desde el 1 de enero de
1990, en el cual se establece que “los administradores de la sociedad están obligados a
formular en el plazo máximo de tres meses contados a partir del cierre del ejercicio social, las
cuentas anuales, el informe de gestión y la propuesta de aplicación del resultado, así como, en
su caso, las cuentas y el informe de gestión consolidados, en caso contrario, conforme al
artículo 221 del mismo cuerpo legal, el incumplimiento por el órgano de la administración de la
obligación de depositar dentro del plazo establecido los documentos a que se refiere esta
sección, darán lugar a que no se inscriba en el Registro Mercantil, documento alguno referido a
la sociedad mientras el incumplimiento persista.

     A diferencia de lo dispuesto por la Décima Primera Disposición Transitoria de nuestra LGS,


que dispone la cancelación de oficio de la inscripción de las sociedades extinguidas, para el
ordenamiento societario español, los efectos del cierre de la partida solo implican una
suspensión temporal hasta que se cumpla con la obligación del depósito de las cuentas. En
consecuencia nuestra norma interna es realmente novedosa e innovadora.

     IV. CONCLUSIONES

     1.     Vistos en detalle los antecedentes registrales, la sucesión de los dispositivos legales
normativos y la fundamentación del Tribunal Registral, coincidimos plenamente con el sentido
de la resolución bajo comentario, por medio de la cual se confirma la tacha formulada por la
Registradora Pública del Registro de Personas Jurídicas de Lima.

     2.     La Resolución N° 302-2002/ORLC que es materia del presente comentario, está
considerada como precedente de observancia obligatoria y debido a la importancia que ello
conlleva nos ha permitido revisar los alcances de la Décima y Décima Primera Disposición
Transitoria, así como de las diversas normas legales, directivas y resoluciones
complementarias.

     3.     También ha sido importante percibir cómo dos figuras jurídicas que son por naturaleza
distintas, como son en primer lugar, la obligación de adecuarse a la LGS y las consecuencias
que se derivan de no hacerlo, que son las situaciones reguladas por las dos primeras
Disposiciones Transitorias de la LGS, y en segundo lugar, la aplicación de la presunción de
extinción por prolongada inactividad de la sociedad regulada por la Décima y Décima Primera
Disposición Transitoria, reciben un tratamiento único y no diferenciado con la Ley Nº 27673, lo
que nos abrió la posibilidad, como lo hace el propio Tribunal Registral en la parte considerativa
de la resolución, para comentar acerca de sus efectos y consecuencias, y evidentemente su no
aplicación al procedimiento administrativo iniciado con la presentación del Título 51453, que fue
tachado por la Registradora Pública, y que en segunda instancia, dicha decisión fue confirmada
por el Tribunal Registral.

     NOTAS

     (1)     NORMAND SPARKS, Enrique. “Exposición de Presentación del Proyecto de Ley


General de Sociedades, efectuada ante la Comisión Revisora del Congreso de la República”.
Publicada en el diario oficial El Peruano, el día 23 de abril de 1997.

     (2)     ELÍAS LAROZA, Enrique. “(…) Derecho Societario Peruano, la Ley General de
Sociedades del Perú”. Tomo III. 1ª edición. Editora Normas Legales S.A. Trujillo, Perú. Pág.
1203.

     (3)     BEAUMONT CALLIRGOS, Ricardo. “Comentarios a la Ley General de Sociedades…”.


5ª edición. Gaceta Jurídica. Lima, Perú. Pág. 955.

     (4)     ALIAGA HUARIPATA, Luis. “Apuntes sobre la presunción de extinción de sociedades


por prolongada inactividad registral”. En: Actualidad Jurídica. Tomo 97. Diciembre de 2001.
Gaceta Jurídica. Pág. 19 y sgtes.

     (5)     ALIAGA HUARIPATA, Luis. Ob. cit. Pág. 21.

     (6)     GONZALES LOLI, Jorge Luis. “La descripción registral en el Registro de Sociedades”.
En: El Tratado de Derecho Mercantil. Tomo I. 1ª edición. Gaceta Jurídica. Lima, agosto de
2003. Pág. 199.

     (7)     ALIAGA HUARIPATA, Luis. Ob. cit. Pág. 19.

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