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Buenos Aires, 4 de junio de 2020

Sr. Hugo Yasky


Presidente de la Comisión de Derechos Humanos
H. Cámara de Diputados de la Nación
S____________________/____________________D

De mi mayor consideración:

Por la presente me dirijo a Usted en su calidad de Presidente de la


Comisión de Derechos Humanos y Garantías, a los efectos de solicitar la presencia de la Sra
Ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, ante esta Comisión, a fines de que se sirva
informar y brindar detalles acerca de los siguientes temas y las políticas implementadas al respecto
desde la cartera que conduce:

1) La reiteración de hechos represivos por parte de fuerzas provinciales y nacionales, en el marco de


la actual emergencia sanitaria y el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio dispuesto por las
autoridades nacionales, de los cuales se citan numerosos ejemplos a continuación.

2) El hecho de espionaje ilegal por parte de Gendarmería Nacional, que fuera denunciado durante el
mes de mayo, en relación a las protestas de los trabajadores mineros de la localidad de Andacollo,
Neuquén.

3) La implementación del “Protocolo General para la Prevención Policial del Delito con Uso de
Fuentes Digitales Abiertas” recientemente publicado.

El presente pedido, está motivado en tres importantes ejes de trabajo, a fines que la sra Ministra tenga
a bien informar al conjunto de esta Comisión las acciones y políticas que tuvieran lugar por parte de
la cartera que ella conduce, en tanto preside el Consejo de Seguridad Interior, el cual articula políticas
generales de seguridad con los ministros y fuerzas provinciales, tales son los objetivos postulados en
la reunión inaugural anual de dicho órgano, que tuviera lugar en la provincia de Tucumán, junto al
gobernador de esa provincia.

Vale destacar, que la Ley de Seguridad Interior 24.059 y sus modificatorias, asignan a la titular del
Ministerio de Seguridad de la Nación, la dirección del Consejo de Seguridad Interior, compuesto por
los jefes de las fuerzas nacionales de seguridad, y los titulares del área en cada una de las provincias
de la Nación. Dicha normativa, a través del art 10 inc e) faculta a “requerir de los organismos civiles
nacionales o provinciales de inteligencia y los de las fuerzas de seguridad y policiales, toda
información e inteligencia necesaria, la que deberá ser suministrada”;

El mismo ordenamiento faculta a su vez a este Congreso de la Nación, mediante la constitución de la


Comisión Bicameral de Seguimiento de la Seguridad Interior, mediante el Art 36, inc a) a “requerir
de todo organismo o ente público nacional, provincial o municipal, como asimismo de entidades
privadas, toda la información que estime necesaria, la que deberá ser suministrada”.

En el mismo sentido, consideramos necesario y apremiante, que desde el Ministerio de Seguridad de


la Nación, y si el criterio de su titular así lo indicara, desde los ministros de seguridad provinciales,
se brinden detalles a esta Comisión de Derechos Humanos y Garantías, acerca de los tres puntos de
información arriba requeridos, en virtud de la gravedad de los casos que se han suscitado hasta el
momento en distintos distritos del país.

Vale decir, a todo evento, que el accionar de las fuerzas de seguridad, ya sean nacionales o
provinciales, en relación al cual se solicita información, se ha enmarcado, al menos formalmente o
como justificación, en el DNU 297/20 y sus complementarios.

En virtud del aislamiento decretado, de las penalidades previstas en caso de su incumplimiento, y de


las facultades que se le asignaron en el marco de una crisis de carácter sanitaria, las fuerzas de
seguridad evidentemente se sienten empoderadas para desatar recurrentes actos represivos que han
incluido abusos, torturas, golpizas, e incluso aberrantes homicidios de personas inocentes e indefensas,
como en la provincias de Tucumán con el caso públicamente conocido de Luis Espinoza, asesinado
y desaparecido cuando policías de civil de la localidad de Simoca presuntamente dispersaban una
reunión de personas en torno a una carrera de caballos.

En la provincia de San Luis donde se denuncia en estos días el TERCER caso de personas detenidas
que aparecen “suicidadas” en sus celdas, dos de ellas en Villa Mercedes; tras haber sido detenidas
bajo la acusación de violar la cuarentena dispuesta; el pasado 31 de mayo, se sumó una nueva
denuncia de un joven de 16 años ahorcado en la misma comisaría de Atención a la Niñez,
Adolescencia y Familia en que apareció muerto el 23 de abril y de la misma manera Franco
Maranguello. Se suma a Florencia Morales, asesinada en circunstancias similares en la localidad de
Santa Rosa de Conlara.

También en Santiago del Estero, Mauro Coronel fue golpeado y torturado en una comisaría el 1ero
de mayo, falleciendo el 5 de mayo por las secuelas.

En la provincia de Chaco, los policías de la comisaría 3° en la localidad de Fontana irrumpieron el


domingo a la madrugada al domicilio de integrantes de la Comunidad Qom, donde una mujer vive
con su padre y sus hijos, sin una orden de allanamiento. Los agentes golpearon brutalmente a los
habitantes, los rociaron con alcohol y los amenazaron con prender fuego. De ese operativo, una
adolescente de 16 años y un joven de 19 -los hijos de la familia- terminaron detenidos, junto a una
chica de 18 años y otro muchacho de 20. Las víctimas sufrieron distinto tipo de torturas y apremios
ilegales, entre ellos, hechos de abuso sexual hacia las mujeres.

En Chubut trascendieron audios del propio Secretario de Seguridad de Policía de la provincia, Paulino
Gómez, que le pedía a sus subalternos que “traten de meter gente en cana”, sumándose a numerosos
hechos represivos denunciados en toda la provincia, por parte de una policía que cuenta con un vasto
historial de desapariciones y asesinatos.

También son conocidos los casos de disparos en la cara de transeúntes en Córdoba y Salta, que
adquirieron repercusión mediática. En Córdoba además presenciamos una clara política represiva
dirigida a los repartidores precarizados que trabajan para las APPs.

También cobraron conocimiento los fusilamientos de gatillo fácil de Alan Maidana en Berazategui y
de Lucas Barrios en la Isla Maciel, ambos por parte de policías federales en la Provincia de Buenos
Aires, donde además rige un “Comando Conjunto” entre las fuerzas de seguridad provinciales y
federales. Es el mismo distrito en que fueron duramente reprimidos en el mes de abril los obreros del
frigorífico Penta, en Quilmes, en una combinación de patotas y policías “adicionales” pagados por la
empresa, que tuvo un nuevo hecho el pasado 2 de junio, con ataques a balazos por parte de esa patota
a los obreros que reclaman en las puertas, tras 70 días sin paga de salarios.

Los abusos por parte de Gendarmería en barrios humildes de CABA, o de la Policía de la Ciudad a
personas en situación de calle, han sido filmados, y difundidos, y por eso reconocidos y sancionados.

Los casos de gatillo fácil en la provincia de Tucumán no son nuevos, y hasta se denuncia la
participación de algunos de los imputados por el homicidio de Espinoza, en casos anteriores de
apremios ilegales. Pero tampoco es distante el homicidio en la capital de esa provincia mediante un
disparo en la nuca por parte de uniformados a Facundo Ferreyra, de 12 años. Luego amenazaron a su
familia, hasta matándoles a sus mascotas. El poder judicial provincial denegó numerosos pedidos de
prisión contra los dos uniformados implicados, y el Ministerio de Seguridad provincial los mantuvo
en servicio, incluso con la defensa abierta de la anterior ministra Patricia Bullrich, sosteniendo la falsa
versión de la fuerza implicada. Uno de ellos, recién fue detenido cuando en 2018 fue sorprendido
robando una cartera en la calle. No era suficiente que hubiera disparado a quemarropa doce tiros a
dos niños.

En los últimos meses, se advierte un notorio cambio en el discurso por parte de las autoridades
nacionales en la materia, respecto a la defensa irrestricta que su antecesora, Patricia Bullrich, llevaba
a cabo sistemáticamente respecto a los casos de gatillo fácil, incluso queriéndolo reglamentar
mediante protocolos pensados en la defensa de casos concretos como el mencionado, de Facundo
Ferreyra, o la doctrina Chocobar, pasando por el apoyo a gendarmes que balearon una murga que
ensayaba en CABA, o el operativo ilegal en torno al caso de Santiago Maldonado. No obstante ello,
el accionar ilegal y represivo de las fuerzas de seguridad contra la población, sigue siendo noticia en
todo el país como hemos ejemplificado hasta aquí, incluyendo la continuidad del espionaje ilegal por
parte del Centro de Reunión de Información de Gendarmería Nacional en Neuquén, que se mantuvo
impune y en funciones pese a acreditarse judicialmente su accionar en el denominado Proyecto X, y
espiando a familiares y organismos de Derechos Humanos que intervenían en la búsqueda de Santiago
Maldonado.

El denominado “ciberpatrullaje” es otro asunto que consideramos resulta pertinente a esta Comisión,
por la cual se requiere la presencia de la sra Ministra, en tanto el espionaje a manos de las fuerzas de
seguridad ha sido padecido y denunciado particularmente por numerosas organizaciones sociales,
políticas, y de derechos humanos. Puntualmente, hemos sido integrantes de esta Comisión, quienes
hemos planteado la primera alerta al respecto, ante un informe de la señora ministra en esta Cámara,
lo cual llevó a la elaboración de un protocolo especial de regulación de la actividad, de reciente
publicación.

Por los fundamentos expuestos, se solicita se de curso a la solicitud planteada respecto a la sra
Ministra de Seguridad de la Nación, y a aquellos funcionarios nacionales y/o provinciales que la
mencionada funcionaria considere pertinente, en su carácter de presidenta del Consejo de Seguridad
Interior.
Sin otro particular me despido atentamente.

Nicolás del Caño


Diputado Nacional
PTS-Frente de Izquierda

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