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Criptocomunismo
Traducción
Manuela Valdivia
Alizart, Mark.
Criptocomunismo
- 1a ed. - Adrogué : Ediciones La Cebra 2020.
112 p. ; 21,5x14 cm.
ISBN 978-987-3621-73-4
Traducción
Manuela Valdivia
Editorxs
Ana Asprea y Cristóbal Thayer
Distribuye en España
Tarahumara Libros
tarahumaralibros@tarahumara.es
edicioneslacebra@gmail.com
www.edicioneslacebra.com.ar
Introducción
Las cadenas de la libertad 11
Primera parte
Gobierno de los hombres, administración de las cosas
1. El Estado sin el Estado 19
2. Cibernética y gubernamentalidad 25
3. Del centralismo democrático al consenso descentralizado 33
4. Fully Automated Luxury Communism 39
Segunda parte
La apropiación colectiva de los medios de
producción monetaria
5. Termocomunismo 47
6. Las instituciones monetarias del capitalismo 57
7. El oro de los locos 65
8. Todo el mundo es banquero 71
Tercera parte
Una nueva internacional
9. Inteligencia colectivista 81
10. La resurrección de la naturaleza 89
11. Leviatán 2.0 93
12. La moneda viviente 99
Conclusión
Criptoproletarios del mundo 107
11
Criptocomunismo
2 Véase H. Berman, Law and Revolution II, The impact of the protestant
reformations on the Western legal tradition, Hardvard University Press,
2006. En particular, Berman señala la diferencia entre los modelos
bancarios anglosajones y venecianos a ese respecto.
3 No hace falta decir que no funcionó demasiado bien con la institución
católica. Ya que el Rey le tomó el gusto a la impresión de papel moneda,
la inflación llevó a Francia a la bancarrota en un lapso de cinco años.
4 Los bitcoiners quizás no se dieron cuenta de inmediato, pero
reprodujeron todos los comportamiento de los reformados: la
veneración de la palabra de Lutero/Satoshi, una guerra de religión
contra los “nocoiners”; un cisma en un sinnúmero de capillas y de forks;
y el mismo elogio de la frugalidad y la ascesis en el ahorro…
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Introducción | Las cadenas de la libertad
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Criptocomunismo
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Introducción | Las cadenas de la libertad
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Primera parte
Gobierno de los hombres,
administración de las cosas
1. El Estado sin el Estado
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Criptocomunismo
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Primera parte | Gobierno de los hombres, administración de las cosas
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Criptocomunismo
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Primera parte | Gobierno de los hombres, administración de las cosas
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2. Cibernética y gubernamentalidad
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Primera parte | Gobierno de los hombres, administración de las cosas
7 B. Peters, How Not to Network a Nation: The Uneasy History of the Soviet
Internet, MIT Press, 2012.
8 Para Hayek, la planificación soviética estaba destinada al fracaso
debido a su incapacidad para recoger tanta información como los
mercados sobre las necesidades y las capacidades de la economía.
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3. Del centralismo democrático al
consenso descentralizado
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4. Fully Automated Luxury Communism
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SEGUNDA PARTE
La apropiación colectiva de los medios de
producción monetaria
5. Termocomunismo
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Segunda parte | La apropiación colectiva de los medios de producción monetaria
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Segunda parte | La apropiación colectiva de los medios de producción monetaria
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Segunda parte | La apropiación colectiva de los medios de producción monetaria
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Segunda parte | La apropiación colectiva de los medios de producción monetaria
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6. Las instituciones monetarias
del capitalismo
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Segunda parte | La apropiación colectiva de los medios de producción monetaria
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Segunda parte | La apropiación colectiva de los medios de producción monetaria
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7. El oro de los locos
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Segunda parte | La apropiación colectiva de los medios de producción monetaria
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Segunda parte | La apropiación colectiva de los medios de producción monetaria
17 Marx efectivamente observó esto en el capítulo III del Capital. Fue
el primero en decir que el dinero es un signo y una mercancía a la vez
(y no uno o lo otro, como hasta entonces proponían dos escuelas de
pensamiento económico opuestas).
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8. Todo el mundo es banquero
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TERCERA PARTE
Una nueva Internacional
9. Inteligencia colectivista
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Tercera parte | Una nueva Internacional
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Tercera parte | Una nueva Internacional
ven tan eficaces que los hombres son liberados para otras
tareas que la producción de mercancías. Ahora bien, si
aprovechan ese tiempo libre para producir más informa-
ción, dedicándose al estudio y a la invención, entonces es
posible aumentar todavía la productividad, de manera
que un círculo virtuoso se pone en marcha –a medida que
la riqueza aumenta, la inteligencia colectiva aumenta, lo
que aumenta la riqueza global, etc. “El capital toma la for-
ma creciente de un poder objetivo y neutro creado por el
cerebro humano colectivo”10.
Dos fenómenos termodinámicos que Marx no podía
conocer dan crédito hoy en día a esta hipótesis. El primero
es relativo al asunto de la igualdad. La guerra entre las
especies y la competencia entre humanos no es la última
palabra de la vida. El evolucionismo biológico no justifica
en absoluto las tesis del “evolucionismo social” del pri-
mo de Charles Darwin, Francis Galton, quien creía poder
explicar que “la supervivencia de los más fuertes” era el
estado natural de la economía, puesto que era el estado
natural de lo vivo y que la teoría de la evolución justifi-
caba, por lo tanto, la existencia del capitalismo y de las
desigualdades. De hecho, los fenómenos de ayuda mutua
y de cooperación se hacen más frecuentes a medida que
los ciclos se suceden. Lo vemos desde la aparición de
los primeros plasmas, que son agrupamientos atómicos
en los cuales todas las partículas se sincronizan electro-
magnéticamente. Lo vemos con las colonias de bacterias,
que trabajan en conjunto. Lo vemos con los insectos so-
ciales como las abejas o con las asociaciones simbióticas
entre vegetales y animales. Finalmente, lo vemos con los
animales hípersociales que somos nosotros mismos, que
hemos construido inmensas comunidades: empresas, sin-
10 Ibíd.
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10. La resurrección de la naturaleza
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16 La jurista Primavera de Filippi inventó una planta robótica que tiene
por objeto recolectar bitcoins con el fin de reproducirse.
17 K. Marx, Manuscritos: economía y filosofía, Madrid, Alianza, novena
edición, 1980, tercer manuscrito, [V], traducción, introducción y notas
de Francisco Rubio Llorente, pp. 143-144.
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11. Leviatán 2.0
18 https://merkle.com/papers/DAOdemocracyDraft.pdf
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19 La única gran diferencia entre ambas es que la vida opera mediante
mutaciones aleatorias, mientras que la blockchain opera mediante
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12. La moneda viviente
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equivocarse, “el colapso” que nos promete una nueva
crisis financiera de gran amplitud asociada con una crisis
ecológica mundial desde hace un tiempo forma parte del
plan del capitalismo. De ahora en adelante algunos lo es-
peran, lo desean. Esperan poder sacar jugosos beneficios
del caos que este colapso engendrará.
El milenarismo no es la obsesión menos importante
del mundo de la Cripto. Frente a la forma extrema del
“capitalismo del desastre” venidera los bitcoiners no es-
tán a la altura, digan lo que digan. Tienen que rendir-
se ante la evidencia: su dinero les será arrebatado con
la punta del fusil y el fusil que habrán comprado para
defenderse también, así como la casa autosuficiente, la
huerta y el refugio atómico. Nadie estará en condicio-
nes de luchar contra las milicias paramilitares mafiosas
del Estado que, llegado el día, tomarán el control de las
infraestructuras.
La única solución consiste en actuar hoy, antes de que
sea demasiado tarde, recuperando aquello que hizo del
marxismo el movimiento político más apasionante de su
tiempo: su dimensión prometeica. Marx creyó que no ha-
bía ningún límite para los desafíos que se le presentaban a
la humanidad y que dotada del conocimiento de las leyes
de la sociedad, de lo vivo, del universo, estaba llamada
a hacer del mundo entero su casa y de la naturaleza una
extensión de sí misma.
Esta dimensión de la acción política hoy en día es inju-
riada. Ni la naturaleza ni la sociedad están particularmen-
te bien, algunos piensan que lo que el marxismo compar-
tió de pretensión “totalizante”, por no decir “totalitaria”,
con el fascismo y el capitalismo es la causa del desastre
que nos aflige, de manera que habría que desconstruir con
urgencia el concepto mismo de “dominio”, volver a ser
humildes ante la naturaleza y sobre todo no tocar más a
la Madre Tierra.
Sin embargo, la verdad es que ni la tierra ni la econo-
mía son “mágicas” y que hay algo tan profundamente
reaccionario en creerlo como en profesar que no hay que
perturbar la obra de la “mano invisible” de Adam Smith
sobre los mercados. La tierra y la economía son sistemas
disipativos sometidos a las leyes de la termodinámica. Si
no fuera así, por lo demás, ni siquiera podríamos pensar
un concepto como el de “ecología”, no habría ciencia
del clima. La ecología y el socialismo, de hecho, tienen
el mismo origen y por eso deben ser considerados como
movimientos políticos gemelos. Juntos deben aspirar a
dominar los ciclos termodinámicos. ¿Tienen otra opción,
además? La población continúa creciendo y con ella el
crecimiento económico, las necesidades, la basura. El Sur
también pide legítimamente su trozo de progreso.
El único error de Marx –aunque se trata de un error
muy grande, que tuvo consecuencias incalculables– es
haber ignorado la complejidad de los ciclos termodiná-
micos, sobre todo el papel jugado allí por la información,
ya lo hemos recordado. Nadie se aventuraría a decir que
los dominamos a la perfección en la actualidad. Queda
un infinito trabajo por hacer para comprenderlos total-
mente y, en especial, para comprender paradójicamente
que no los comprenderemos nunca por completo puesto
que ponen en juego fenómenos caóticos y aleatorios. No
obstante, los dominamos mejor que en la época de Marx.
Gracias a la informática, justamente, sabemos que no es
cierto que de ninguna manera se deba actuar sobre un
ecosistema, porque sería tan sensible a las condiciones
iniciales que una pequeña desviación puede tener efectos
inmensos sobre él (el “efecto mariposa”). En efecto, estos
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Tercera parte | Una nueva Internacional
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CONCLUSIÓN
Criptoproletarios del mundo
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Criptocomunismo
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Índice de nombres citados
109
Gödel, Kurt, 69. Mao Tse-Tung, 26.
Gottlieb, Baruch, 107. Marx, Karl, 19-23, 26, 31, 33,
Gould, Stephen Jay, 82. 43, 44, 47, 48-55, 58, 59, 65,
69, 76, 81, 82, 84, 85, 89, 92,
Hayek, Friedrich, 19, 21-23, 96, 99-101.
27, 34, 55, 65-67, 74. Massumi, Brian, 107.
Hardjono, Thomas, 74. McKenzie Wark, Kenneth,
Hegel, Georg Wilhem 31.
Friedrich, 21, 41, 84, 96. McLuhan, Marshall, 29.
Helmholtz (von), Hermann, Medina, Eden, 28.
50, 83. Merkle, Ralph 93.
Hermosillo, Carmen, 30. Mimkes, Jurgen, 50.
Hobbes, Thomas, 96. Mises, (von), Ludwig, 55.
Humboldt, (von), Mong-Hy, Cédric, 54.
Alexander, 98. Morozov, Evgeny, 30.
Husson, Michel, 82. Moulier-Boutang, Yann, 30,
Hutzler, Stefan, 50. 84.
Müntzer, Thomas, 13.
Jrushchov, Nikita, 27.
Negri, Toni, 47.
Keynes, John Maynard, 50, 74. Nietzsche, Friedrich, 83.
Klossowski, Pierre, 104. Nixon, Richard, 60, 66.
Kondratiev, Nikolaï, 83.
Owen, Robert, 49
Lacan, Jacques, 27.
Lakomski-Laguerre, Odile, 59. Pentland, Alex, 74.
Latour, Bruno, 92. Peters, Benjamin, 27.
Lenin, Vladímir Ilich Pinochet, Augusto, 28.
Ouliánov alias, 22, 26. Podolinsky, Sergueï, 55.
Lévi-Strauss, Claude, 27. Prescott Joule, James, 50.
Lévy, Dominique, 61. Prigogine, Ilya, 83.
Lietaer, Bernard, 51, 76, 77. Proudhon, Pierre-Joseph, 20,
Lipton, Alex, 74. 49.
Lutero, Martin, 11-15, 19, 34.
110
Rand, Ayn, 19. Tucker, Jeffrey, 36.
Ravikant, Naval, 39. Turing, Alan, 91.
Reagan, Ronald, 60. Turner, Fred, 29.
Ricardo, David, 50.
Richmond, Peter, 50. Van Valen, Leigth, 81.
Robespierre, Maximilien de, Varoufakis, Yanis, 38.
11. Vigna, Paul, 13.
Roddier, François, 77, 83, Volcker, Paul, 60.
86, 104.
Walras, Léon, 50.
Rousseau, Jean-Jacques, 14,
Washington, Georges, 11.
15, 34.
Weber, Max, 12.
Russell, Bertrand, 69.
Wells, H. G., 73.
Sartre, Jean-Paul, 26. Wiener, Norbert, 25, 28.
Satoshi, Nakamoto, 11, 12,
15, 19, 34, 35, 48, 65, 66, 70,
107.
Schefer, Jean-Louis, 11.
Schumpeter, Joseph, 59, 62,
65, 68, 81.
Scott, Brett, 107.
Sen, Amartya, 42.
Smith, Adam, 50, 103.
Soddy, Frederick, 73, 74.
Stalin, Josef, 22, 26, 27.
Stengers, Isabelle, 83.
Stiegler, Bernard, 30.
Szabo, Nick, 34.
111
Esta primera edición castellana de Criptocomunismo
se terminó de imprimir en el mes de enero de 2020 en
Imprenta Kadmos, Madrid.
La traducción, realizada por Manuela Valdivia, tomó
como referencia la segunda edición francesa de
Cryptocommunisme, aún en prensa.
La corrección de pruebas fue hecha por Ana Asprea y
Cristóbal Thayer.
La diagramación fue compuesta por Cristóbal Thayer.
Distribuye en España Tarahumara Libros:
tarahumaralibros@tarahumara.es