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RESPETABLE LOGIA MANUEL DE LIMA N°121

VALLE DE TEMUCO

Tema:

El Mazo y el Cincel, conceptos


simbólicos y Filosóficos

Relator: Francisco Andrés Peña Salas

Grado 1°

Fecha de lectura: 16 de abril de 2020 e∴ v∴


Referencias:

● Martillo. Diccionario de la Real Academia Española. Disponible en


https://dle.rae.es/?w=martillo. Consultado el 02 de abril de 2020.
● Cincel. Diccionario de la Real Academia Española. Disponible en
https://dle.rae.es/?w=cincel. Consultado el 02 de abril de 2020.
● Libro de mano de la Masonería, Edmond Ronayne 1925.
● The Working Tools - An Operative Perspective, Diario Masónico de los
domingos No. 841, Logia 217 de Tyrawley, Gran Logia de Irlanda, disponible en
http://bytown.ottawamasons.ca/Sunday%20Masonic%20Paper%20No%20841.pdf.
● Oswald Wirth. Primeros elementos de la filosofía iniciática: El Binario. En “El
Libro del Aprendiz”, 1995
● The Moral Teachings Of Freemasonry. Libro 1, capitulo 1. 2014, disponible en
http://www.themasonictrowel.com/books/the_scholar_the_builders_rejected_by_ward/f
iles/book_1_chapter_6.htm.
● Los 33 Temas Del Aprendiz Masón, Adolfo Terrones Benítez, Gdo. 32 y Alfonso
León Garcia, Gdo. 33. QQHH.·. pertenecientes a la Gran Logia de Bolivia.
● Mallete y cincel, cincel y mallete. Las dos principales herramientas del
Aprendiz, y también las dos primeras herramientas del hombre, Ignacio Gutierrez,
R.·.L.·. Hermes N°13, Madrid, Gran Logia de España, disponible en
https://www.logiahermes.org/mallete-y-cincel-cincel-y-mallete-las-dos-principales-
herramientas-del-aprendiz-y-tambien-las-dos-primeras-herramientas-del-hombre/.

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El mazo común es un instrumento creado por
constructores para romper las partes ásperas y
superfluas de las piedras, para adaptarlas para su
uso; pero a nosotros, los masones libres y
aceptados, se nos enseña a usarlo con el propósito
más noble y glorioso de desbastar nuestros
corazones y las conciencias de los vicios y
superfluidades de la vida, ajustando nuestras
mentes como piedras vivas, para ese edificio
espiritual, para "esa casa no hecha con manos"
eterna en los cielos.
Libro de mano de la Masonería 1925
Edmond Ronayne

A.·.L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.

INTRODUCCIÓN

Durante nuestro viaje masónico por los 3 grados simbólicos nos acompañarán diversas
herramientas, como aprendices nos corresponde conocer y dominar el martillo y el
cincel.

A través del presente trabajo, expresaré mi opinión respecto a qué simbolizan el martillo
y el cincel y cuál es su finalidad.

A modo de introducción es importante entender que las herramientas masónicas son


diversas tantos en usos como en formas y varían según el país en cuestión, por ejemplo,
en las logias inglesas se utiliza además del martillo (distinto de nuestro mazo) y el cincel,
una regla de 24 pulgadas, que se divide en 3 partes iguales y que sirve para medir y
perfeccionar la piedra, además tiene como finalidad recordarle al masón que debe
dividir su día, entre el trabajo, la recreación y el servicio a dios. También resulta curioso
el hecho de que la logia tradicional irlandesa no utiliza el cincel.

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El foco de la masonería en el sillar o bloque de piedra como alegoría al propio ser, y al
constante trabajo que debemos dedicar para desbastar nuestras propias
imperfecciones, hace muy adecuado que el tema central de la masonería sea la
construcción y el perfeccionamiento de la piedra bruta. Focalizar la educación masónica
al fin último de ser mejores masones y personas que tengan un impacto positivo en la
sociedad.

DESARROLLO

El Martillo

La RAE define el martillo como aquella “Herramienta de percusión compuesta de una


cabeza, por lo común de hierro, y un mango, generalmente de madera” y martillo en su voz
latina viene de “Martellus” y se refiere a “un Instrumento compuesto por una Cabeza de
Fierro o de Madera, que afecta diferentes formas y tamaños, la que se sujeta por medio de
un Mango que penetra a un agujero central hecho en la referida Cabeza”. En estos términos
cuyas definiciones son meramente funcionales, resulta complejo entender el porqué de
su relevancia para nuestro grado, por tal razón y con la finalidad de comprender de
mejor manera su uso y relevancia es que debemos remontarnos más de 500 años al
pasado.

El martillo como lo conocemos en nuestros templos deriva del antiguo martillo masónico
inglés o “Gavel” que a su vez deriva de la palabra “Kevel” cuya procedencia radica en el
inglés medieval pero que en términos sencillos era la combinación entre un martillo y
un pico, por lo cual permitía desbastar la piedra de manera eficiente. Hoy el mazo que
se utiliza en las logias inglesas conserva cierta similitud a este martillo de la antigüedad,
manteniendo en su parte anterior una forma triangular que difiere de nuestro mazo que
tiene una forma más bien tradicional.

Ahora el martillo y el trabajo de la piedra bruta en su sentido filosófico resulta más


complejo de analizar y evidentemente se presta para múltiples interpretaciones. En
general entiendo que para nuestra A.·.O.·. el proceso de auto aprendizaje que ha de
seguir el aprendiz implica tomar la propia piedra áspera y desbastarla mediante el uso
de las herramientas de preparación que en cada grado la masonería nos proporciona
con el fin último de lograr una piedra cada vez más perfecta.

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Cada uno de nosotros, aprendices, somos verdaderas piedras vivas, y requerimos de un
arduo trabajo para eventualmente formar parte del Templo masónico, templo que no
es hecho con las manos, si no que, con nuestras mentes y espíritus, cada uno de
nosotros tiene que estar dispuesto a trabajar por el constante progreso personal en este
viaje interminable que es ser masón. Es importante destacar, que entre masones existe
el consenso de que nunca dejamos de ser aprendices, y por muy difícil que resulte
debemos entender que el Templo solo será tan bueno como las piedras que lo forman,
he ahí la relevancia de la cadena y la fortaleza de todos sus eslabones, o en el caso del
templo, de todas sus piedras, porque tanto la cadena como el templo son tan fuertes
como su componente (miembro) más débil.

La masonería es más que un ritual; Es una forma de vida. Nos ofrece un método y un
plan mediante los cuales podemos construir mejorar nuestra persona y volverla tan
fuerte y perfecta como una piedra bien labrada, ni siquiera la muerte, puede destruirla,
porque el templo del cual eventualmente formaremos parte no es un templo material,
si no simbólico y como tal nuestra A.·.O.·. siempre nos cobijara en el O.·.E.·. y nunca nos
olvidará.

Si actuamos con justicia, caminamos con rectitud y humildad ante él G.A.D.U., entonces
podemos tener certeza de que nuestros QQ.·.HH.·. nunca nos olvidaran, porque
habremos dejado una marca indeleble en sus mentes y corazones.

Por último, el Mazo, representa la fuerza de la conciencia, la voluntad, que, por supuesto,
es la voz de nuestra propia alma. Si dejamos que nuestra conciencia nos guíe, y somos
rápidos en prestarle atención, encontraremos que su voz se hace más fuerte y más clara
cada día de nuestras vidas; pero, si no le hacemos caso, el fracaso se convierte en un
hábito, porque una vida carente de voluntad no es vida, sino solo un transitar sin sentido,
la simple espera de lo inevitable, una vida que no deja huella.

El Cincel

Resulta más complejo hablar del cincel toda vez que como se adelantó en la
introducción de este trabajo no es una herramienta universalmente usada por nuestra
A.·.O.·. en todo el mundo y se critíca su inclusión en el primer grado en las logias
anglosajonas tradicionales, debido a que en su función tradicional el cincel es una
herramienta utilizada en la fase final del pulido de la piedra y es más prominente su
uso en el esculpido de estatuas de gran detalle lo cual lo separa en términos prácticos
de las herramientas más bien básicas de las cuales como aprendices debiésemos ser
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provistos, esto por supuesto es una opinión sostenida por algunos QQ.·.HH.·. y no es
absoluta, todo está abierto a discusión e interpretación en la vida masónica.

La RAE define el cincel como aquella “Herramienta de 20 a 30 cm de largo, con boca acerada
y recta de doble bisel, que sirve para labrar a golpe de martillo piedras y metales.” Además,
la palabra cincel “viene del latín scisellum, vocablo que en latín tardío y medieval deriva a su
vez de la raíz del verbo scindĕre (hender, rasgar)”.

El Cincel es nuestra inteligencia, que, acompañada de la fuerza voluntad y disciplina


(martillo), nos permiten moldear nuestra piedra bruta que en su estado original no está
pulida, pero al ser desbastada, nos permite descubrir la belleza en nuestra propia piedra.
Así, la educación masónica nos permite vislumbrar las bellezas latentes de la mente, con
el fin de alcanzar la cumbre del conocimiento humano y utilizar dicho conocimiento
adquirido para el bienestar de nuestros QQ.·.HH.·. y de la sociedad en general, el masón,
no solo es masón en la vida intramuros, sino que también en la vida extramuros, esto se
plasma en el constante trabajo que debemos de realizar en post de tener un impacto
idealmente positivo en la vida de nuestras familias y de la sociedad en general al igual
que en el aspecto caritativo que siempre se le ha reconocido a nuestra A.·.O.·..

En definitiva, el cincel complementa el trabajo del martillo, reforzando su simbolismo,


permitiendo un trabajo más en detalle de aquellas imperfecciones que puedan resultar
más difíciles de desbastar y que no tan solo requieran de la simple fuerza para ser
perfeccionadas, sino también de la fineza e inteligencia propia del manejo adecuado del
cincel.

CONCLUSIONES

El perfeccionamiento de la piedra bruta no es un trabajo sencillo, resulta evidente que


abordar semejante desafío de forma racional y adecuada, requiere de una introducción
paulatina y mesurada de las diversas herramientas que como masones dispondremos a
lo largo de los diversos grados para trabajar cada vez más en detalle nuestra piedra. En
tal sentido como aprendices partimos de lo básico, al trabajo con el martillo y el cincel,
el grado primero tiene como finalidad conocerse a sí mismo, entendernos, buscar
aquellas respuestas que nos permitan crecer como masones y personas, no es una tarea
sencilla, sin duda existen personas que lamentablemente después de haber vivido una
vida entera no son capaces de distinguir ni reconocer su propia esencia.

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Nuestra A.·.O.·. nos invita al uso en conjunto de la fuerza y la inteligencia en un trabajo
progresivo, incesante y debidamente guiado, trabajo que nos permitirá con el tiempo
conocernos mejor. Quizás, nunca nos conozcamos del todo, por algo un masón nunca
deja de ser aprendiz, como humanos que somos, somos seres complejos, de luz y
oscuridad, de matices interminables y muchas veces incomprensibles. Pero aquello que
nos diferencia de los no iniciados, los profanos, aquellos que no han visto la luz, es la
realización de nuestra propia ignorancia y perfectibilidad y de nuestra disposición de
emprender el arduo viaje de ser masón. Que mayor reconocimiento puede recibir un
masón, que ser reconocido como tal por sus QQ.·.HH.·.. Como aprendices debemos
entender que el éxito del viaje que hemos emprendido requiere indudablemente
entender y utilizar día a día el martillo y el cincel.

Cierro este trabajo con una cita, “como masones nos encontramos con la eterna dualidad:
martillo y cincel, fuerza bruta e inteligencia, derecha e izquierda, activo y pasivo, masculino y
femenino. Ninguno puede existir sin el otro pero cada cual es uno en sí mismo”, Q:.H:. Ignacio
Gutiérrez R.·.L.·. Hermes N°13, Madrid, España.

S.·.F.·.U.·.

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