Sie sind auf Seite 1von 5

Reflexión de la película de los tiempos modernos de

charles Chaplin

Presentado por:

Vanessa Gutiérrez bossio

Sociología de la organización

Universidad del atlántico

Barranquilla

2012

INTRODUCCIÓN:
Este trabajo fue realizado de una forma clara y concisa para analizar y aprender
de esta película que es de suma importancia para nosotros como sociólogos ya
que esta película nos hace reflexionar los Tiempos Modernos es un
largometraje de 1936 dirigido, escrito y protagonizado por el célebre actor Charles
Chaplin. La película constituye un retrato de las condiciones desesperadas de
empleo que la clase obrera tuvo que soportar en la época de la Gran depresión,
condiciones promovidas, en la visión dada por la película, por la eficiencia de la
industrialización y la producción en cadena. En la película también intervienen
Paulette Goddard, Henry Bergman, Stanley Sandford y Chester Conklin. La
película muestra escenas de corte futurista de la factoría en la que trabaja Charlot
que podrían haber sido influenciadas por el film Metrópolis de Fritz Lang.
Tiempos modernos fue un filme a caballo entre el cine mudo y sonoro. Se
incluyeron algunos efectos sonoros en la película, como música, cantantes y
voces provenientes de radios y altavoces así como la sonorización de la actividad
de las máquinas. Al final del film puede escucharse brevemente la voz de Charles
Chaplin, que canta una versión de la canción de Léo Daniderff, Je cherche après
Titine, pero con una letra sin sentido, conocida como "nonsense song", cuyos
sonidos tratan de asemejarse a una mezcla de francés e italiano, con alguna
palabra reconocible en inglés.
Considerado como un ejemplo de filme de crítica social, el mismo Chaplin negó la
relevancia que muchos han querido darle a su trabajo en este largometraje.

Esta película es la última en la cual vemos al personaje vagabundo interpretado


por Chaplin llamado “Charlot”, el cual no está relacionado para nada con el
pensamiento, la ideología de la sociedad.
Además esta película trata a Charlot (al comienzo por lo menos) como un obrero
sin título, sin calificación. Pasa a ser astillero, ayudante de un mecánico, un
nochero de una tienda, hasta servir mesas en un café y en ese mismo empleo
tener que cantar. En fin, lo que nos muestra Chaplin, para tener en cuenta la gran
crítica social que nos muestra es que ya las personas son miradas tal como lo dijo
Marx, como una “mano de obra”, no como sirvientes.
Si bien, “Tiempos Modernos” es una gran crítica a la cultura de las máquinas y la
tecnología, este hecho pareciera ser difícil de encontrar, puesto que se mezcla, de
desvanece todo el sentido que muchos de nosotros conocemos como crítica. Esta
película puede ser perfectamente un documental de la época de la depresión que
se está viviendo en los Estados Unidos.
La película comienza con una escena que se hace una comparación de un rebaño
de ovejas con la gran masa de gente camino a la fábrica, esos obreros que
conocemos como proletariado. Era una época difícil para muchos que tenían un
trabajo como el de nuestro personaje principal: la tasa de desempleo era de un
25% y el que podía tener un cierto empelo era en condiciones aberrantes. Claro,
desigual para todos aquellos van entrando la fábrica en comparación con el jefe de
la industria que es el capitalista.
Aparece nuestro querido Charlot, el cual representa a un obrero que lo único que
sabe hacer en esta fábrica es dar un giro a las tuercas que se le ponen el frente
con el ya conocido sistema de producción en cadena. ¿A qué hemos llegado?
¿Ese es todo su trabajo? ¿Más de ocho horas diarias dándole giro a unas
tuercas?
Pareciera ser que las máquinas siguen y siguen reemplazando a los humanos.
Esto queda claro cuando llega el “vendedor mecánico” ofreciéndole al dueño de la
fábrica para poder alimentar a sus obreros mientras trabajan.“..Adelántese a su
competidor”. Ahora pareciera ser que lo principal es ganarle a competencia,
obviamente que a cuestas de los obreros. Esta máquina resulta un desastre
absoluto... y una desgracia para nuestro antihéroe. El jefe decide no comprar la
máquina, porque “no es práctica”. No importa el daño causado a nuestro
personaje principal, no importa que haya sido un desastre: lo que de veras importa
es que no es práctica, no es útil para la empresa porque no ayuda a la producción.
Una escena que yo quisiera destacar es cuando Charlot sale del hospital tras
haber sufrido un ataque nervioso en la fábrica. Se vuelve loco. Es de esperarse
que de la nada lo lleven arrestado una serie de policías, pero ahora tras haber sido
confundido con el líder de una protesta que llevaban a cabo los denominados
“comunistas”. Por eso que todos parecían sufrir el hecho de ser despedido. Obvio,
si había que empezar todo de cero, y al momento de perder tu empleo no tenías
un apoyo financiero de subsidio. Tampoco de salud si enfermabas o tenías un
accidente en le trabajo.
Charlot se niega a dejar su “cómoda celda” porque sabe lo que le espera en le
mundo exterior: el mismo estrés al que estuvo sometido, el desempleo y los malos
trabajos que estaban disponibles, además de ya todas las desgracias que perecen
seguirlo dondequiera que vaya.
Quisiera hacer una interpretación, a las partes en la cual las máquinas se “tragan”
a los personajes (a Charlot al comienzo y al mecánico en le desarrollo). Muy
graciosa las escenas, sí, pero yo lo veo de una forma fuera de la risa que esta
produce. Las máquinas ya pareciera no bastarles con reemplazar a los
trabajadores, ahora se los “comen”, física y mentalmente: Física puesto que es un
trabajo agotador y tedioso. Mentalmente porque vimos lo que le ocurrió a nuestro
antihéroe al comienzo: Sufrió un ataque de nervios y tuvo que irse al hospital por
ello, y de paso, perdiendo su trabajo.
En cuanto la muchacha de la película, quisiera decir que ella es la fiel
representación de un estereotipo de “vagabunda”, que “se niega a pasar
hambre”, tal como lo dice la película. De padre desempleado, ella ha de
encargarse de sus dos hermanas pequeñas, y ha de robar para conseguir comida,
que esto parece ser la única opción, puesto que trabajo para las mujeres era algo
impensable (pero en plena revolución industrial fue muy común en muchos casos,
cuando se contrataban mujeres, niños, ancianos, sin importar las condiciones
todos trabajaban por igual). Ella al final de la película encuentra una escapatoria al
marginalidad por el estrellato que consigue bailando en un café. Hay que destacar
que en la época en que está situada la película, se había dado en cuanto a las
artes, muchas vanguardias, y en cuanto a música el jazz y can-can: el
desenfrenado baile, con mucho erotismo de por medio, que hacía muy popular el
espectáculo (para los hombre, por supuesto). Pero este no es el caso de la
muchacha, cuando nuevamente sus sueños son quebrados puesto que buscada
por la policía.

CONCLUSIÓN
Quisiera decir que la depresión que viven estos personajes, no es tan sólo la
depresión económica: es ya una depresión emocional. Pareciera no haber salida,
no hay solución, pero es en ese momento cuando nuestro antihéroe le dice que
nunca hay decir nunca, no hay que darse por vencido. Un mensaje muy positivo,
muy optimista para aquellos años en los cuales solo el más rico sobrevivía. Una
postura que muchos deberíamos tomar en los momentos en los cuales decimos
que “está mala la cosa”. Nosotros jóvenes no hemos tenido ni gran guerra ni gran
depresión. Tomemos el ejemplo de estos dos personajes que sin importar las
adversidades sólo miran el futuro, dejando atrás los dramas del pasado.

Sin duda la imagen más famosa de la película es en el momento en el que es


atrapado por la maquinaria y el es un engranaje mas. Esta secuencia expresa muy
bien la situación de los obreros, a los que solamente se les consideraba, como he
dicho antes, un engranaje más de la maquina, el obrero debía trabajar al ritmo de
éstas, y sin duda eran lo más importante en una fábrica, la “vida” de estos
preciados objetos era mucho más importante y valorada que la de los
trabajadores.
También me parece importante la secuencia en la que unos vendedores le
presentan al director de la fábrica una nueva máquina, que le da de comer a los
obreros mientras que estos siguen trabajando (economía de tiempo). Aunque es
una máquina ridícula, al director de la fábrica le interesa bastante puesto que esto
supone que sus trabajadores no perderán tiempo comiendo y así se asegura que
cada minuto que le paga a sus trabajadores, estos están trabajando. Les pide una
demostración del funcionamiento de la máquina, que resulta un fracaso.
Otra excelente escena es cuando Charlot se convierte, sin quererlo, en líder
comunista porque agita el trapo rojo de una interrupción de tráfico. Y es
rápidamente llevado a la cárcel.
También se observa en numerosas escenas de la película como controlaban cada
segundo del trabajo de los obreros: cuantas veces iban al baño, cuánto tiempo
pasaban dentro..

Das könnte Ihnen auch gefallen