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REOS EN CARCEL

SUMILLA: PRESENTA DEMANDA DE HABEAS CORPUS EN


CONTRA DE LOS VOCALES SUPREMOS DE LA
SALA PERMANENTE DE CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA POR MOTIVO DE HABER SENTENCIADO
AL DEMANDANTE A CADENA PERPETUA POR
MOTIVO DE ATENTAR CONTRA EL PRINCIPIO DE
RESOCIALIZACION, HUMANIDAD Y LA DIGNIDAD
HUMANA.
DEMANDA AL AMPARO DEL ARTICULO 25º, INCISO
17 Y ULTIMO PARRAFO DEL CODIGO PROCESAL
CONSTITUCIONAL, CONCORDANTE CON EL
ARTICULO 200º, INCISO 1 DE LA CONSTITUCION
POLITICA DEL PERÚ.

SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO UNIPERSONAL DE TURNO DE TACNA


DISTRITO JUDICIAL DE TACNA
S.J.

I. PETICION
Solicito a Ud. se sirva admitir la presente demanda de habeas corpus, en
contra de la Sala Permanente de la Corte Suprema de Justicia,
conformada por los Vocales Supremos, doctores SIVINA HURTADO,
PONCE DE MIER, VINATEA MEDINA,PARIONA PASTRANA Y
ZENCENARO MATEUS, por motivo de haber emitido la Ejecutoria
Suprema R.N. Nº 562-2008, de fecha veintisiete de agosto del año dos mil
ocho, que declara haber nulidad en la sentencia de la Sala Mixta
Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Tacna, expediente Nº 2001-
353; tomo 02, folio 377, de fecha cinco de noviembre del año dos mil siete,
por delito contra el patrimonio, robo agravado con subsecuente muerte, en
agravio de JUANA ALANIA SILVA y otros a la pena privativa de la libertad
de treinta y cinco años, reformándola, e imponiéndole la de CADENA
PERPETUA.
Demanda al amparo del artículo 25º, inciso 1,17, y último párrafo del
Código Procesal Constitucional Ley Nº 28237, concordante con el artículo
200º inciso 1 de la Constitución Política del Perú.
II. FUNDAMENTOS DE HECHO Y DERECHO
1. Que, por otro lado es del caso, citar los siguientes artículos contenidos
en el Código Procesal Constitucional, ley Nº 28237.

TITULO PRELIMINAR:

1.1. ARTICULO VIII.- “El Órgano Jurisdiccional competente debe


aplicar el derecho que corresponda al proceso aunque no haya sido
invocado por las partes o haya sido erróneamente.”

TITULO GENERAL:

1.2. ARTICULO 26º “La demanda puede ser interpuesta por la


persona perjudicada o por cualquier otra en su favor, sin necesidad
de tener su representación. Tampoco requerirá firma del letrado,
tasa o alguna otra formalidad…(…)”
1.3. ARTICULO 27º “ La demanda puede ser presentada por escrito o
verbalmente en forma directa o por correo, a través de medios
electrónicos de comunicación, u otra idóneo. Cuando se trata de una
demanda verbal, se levanta acta ante el Juez o Secretario, sin otra
exigencia que la de suministra una sucinta relación de hechos.”
1.4. ARTICULO 33º”Este proceso se somete a las siguientes reglas:
El Juez o Sala designa un defensor de oficio al demandante, si lo
pidiera.
2. Que, en el presente caso, el demandante CESAR ENRIQUE CCALANI
QUISPE, como es de verse de la lectura de la Resolución de Sentencia,
contenido en el anexo, expediente Nº 2001-353, Tomo 02, folio 377 de
fecha cinco de Noviembre del año dos mil siete, de la Sala Mixta
Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Tacna, fue sentenciado
a la pena privativa de la libertad de TREINTA AÑOS por el delito
Contra el Patrimonio, robo agravado, dentro de los alcances del mismo
artículo 189º incisos 2,4,5 en su primer párrafo, inciso 1 del segundo
párrafo y el tercer párrafo, modificado por el artículo 1º de la Ley Nº
27472.
3. Que, en la citada Resolución de sentencia, en su considerando quince:
“(…)… la legislación vigente al tiempo de los hechos prevé la pena de
CADENA PERPETUA la cual ha sido calificada como inconstitucional
por el Supremo Tribunal, como se advierte en la ejecutoria suprema Nº
4853-2005-TACNA de fecha veintinueve de Mayo del dos mil seis, por
atentar con los fines de la pena y la dignidad de la persona sujeta a
tratamiento penitenciario por cuya razón corresponde individualizar la
pena de manera temporal y de acuerdo a las circunstancias propias de
los justiciables en el presente caso…(…)”
4. Que, es por este motivo por el cual el demandante CESAR ENRIQUE
CCALANI QUISPE, es sentenciado primera instancia a la pena privativa
de la libertad de treinta años.
5. Que, a la lectura de la Resolución de sentencia, y ser presentado el
recurso de nulidad, al amparo del artículo 292º del Código de
Procedimientos Penales, el expediente fue elevado ante la Sala
Permanente de la Corte Suprema de Justicia, la misma que dicta
Ejecutoria Suprema R.N. Nº 562-2008 de fecha veintisiete de Agosto
del año dos mil ocho.
6. Que, como es de verse, en la citada Ejecutoria declara haber nulidad en
la Resolución apelada, reformándola, le impone la pena de cadena
perpetua, señalado en el considerando cuarto:
“Que, es de indicar, que en el último párrafo del artículo 189º,
prescribe que si el delito es cometido en calidad de integrante de
una organización delictiva o banda o si como consecuencia del
hecho se produce la muerte de la víctima o se le causa lesiones
graves a su integridad física o mental, la pena será de cadena
perpetua, siendo de resaltar que la misma no resulta contraria a la
constitución, dado que existe la posibilidad de revisión cuando se
haya cumplido los treinta y cinco años de reclusión, en tal sentido
corresponde rectificar la pena impuesta a los sentenciados por la
de cadena perpetua estando a la fecha y circunstancias en que se
perpetraron los hechos”.
7. Que, en tal sentido, es del caso, citar la Constitución Política del Perú,
en los siguientes artículos:
7.1. Artículo 51º “La Constitución prevalece sobre toda norma legal…
(…)”
7.2. Artículo 138º “La potestad de administrar justicia emana del
pueblo y se ejerce por el Poder Judicial a través de sus órganos
jerárquicos con arreglo a la Constitución y a las leyes.
En todo proceso de existir incompatibilidad entre una norma
constitucional y una norma legal, los jueces prefieren la
primera…(…)”
7.3. Artículo 1º“La defensa de la persona humana y el respeto de su
dignidad, son el fin supremo de la sociedad y el Estado.”
7.4. Artículo 139º “El principio de que el régimen penitenciario tiene
por objeto la reeducación, rehabilitación del penado a la sociedad”.
8. Que, es del caso, también adjuntar la sentencia del Tribunal
Constitucional, expediente Nº010-2002-AI/TC, Lima, Marcelino Tineo
Silva y mas de 5,000 ciudadanos, de fecha tres de Enero del año
2003, que falla:
“(…)… Así mismo exhorta al Congreso de la República, para que dentro
de un plazo razonable, reemplace la legislación correspondiente a fin de
concordar el régimen jurídico de la cadena perpetua con lo expuesto en
los fundamentos jurídicos Nº 190 y 194, así como establezca los límites
máximos de las penas de los delitos regulados por los artículos 2º y 3º
incisos b) y c), y 4º y 5º y 9º, del Decreto ley Nº 25475, conforme a lo
expuesto en el fundamento jurídico Nº 205 de esta sentencia…(…)”
9. Que, es por este motivo que, el día dieciocho de Enero del año 2001,
publica el Decreto Legislativo Nº 921, que incorpora el artículo 59º A, el
Código de Ejecución Penal, fijando la revisión de la cadena perpetua, a
los treinta y cinco años de privación de la libertad.
10. Que al respecto, es del caso citar, al Doctor SANTIAGO MIR PUIG, en
su obra “ Derecho Penal Parte General” en su página 112:
“El principio de Resocialización:
La exigencia democrática de que sea posible la participación de todos
los ciudadanos en la vida social, conduce a reclamar que el derecho
penal, evite la marginación indebida del condenado a una pena o ser
sometido a una medida de seguridad, ello hace preferible en la medida
de lo posible, que las penas y medidas de seguridad que no extrañen
separación de la sociedad. Pero cuando la privación de la libertad sea
inevitable, habrá que configurar su ejecución de forma tal que se evite
en lo posible sus efectos de socializarse, fomentando cierta
comunicación con el exterior y facilite una adecuada reincorporación del
recluso a la vida en libertad. Así se entiende el principio de
resocialización en un estado democrático, no como sustitución coactiva
de los valores del sujeto, ni como manifestación de su personalidad,
sino como un intento de ampliar las posibilidades de la participación en
la vida social, una oferta de alternativa al comportamiento criminal.
Ello ha de suponer una oferta de alternativa, la libre aceptación por
parte del recluso, que no había de ser tratado como un mero objeto de
la acción resocializadora en un estado intervencionista, sino como un
objeto no privado de su dignidad con el cual se dialoga.”
11. Que, el mismo doctor SANTIAGO MIR PUIG, continúa:
“(…)…Este es el sentido que tiene la perpetuidad en todos los países
de Europa Occidental, que la prevén (Alemania, Suiza, Italia, Francia,
…) mediante una decisión adoptada en 1977, la Corte
Constitucional Alemana decidió la conformidad de esta pena
con la Constitución, pero indicó que el Legislador debería
prever, junto al derecho de gracia, la liberación condicional,
del mismo caso el Código Penal Suizo, establece que “cuando
un condenado a reclusión perpetua haya cumplido quince
años de la pena, podrá ser liberado condicionalmente
(articulo 38º), Italia mediante Ley Nº 663186 del 10-10-1986
admite igualmente la liberación condicional para el
condenado a esta pena. Una vez cumplida al menos 26 años
de ejecución de la misma.”
12. Que, también es del caso citar, el Pleno Jurisdiccional del Tribunal
Constitucional de fecha nueve de Agosto del año dos mil seis, se ha
señalado que no se ha declarado la inconstitucionalidad de la pena de
cadena perpetua, bajo el criterio que todos las objeciones que
suscitaba su establecimiento en el sistema penal, podían subsanarse si
se introducen una serie de medidas que reviertan su carácter
intemporal.
13. También es del caso citar a MEZA y DUCE (DUCE, JULIO, MEZA
FIGUEROA: 1996, Pág. 156) que acertadamente señalan:
“La conceptualización de la pena es compleja, ya que en gran medida
depende de la concepción que se tenga sobre sus fines y
fundamentos.”
14. Que, Roxin, 1976, Pág. 11. Señala:
“Históricamente se han desarrollado diversas teorías sobre la pena que
en la actualidad mantienen importancia central, por cuanto se trata de
buscar respuesta a la pregunta: ¿cómo y bajo que presupuestos puede
justificarse que el grupo de hombres asociados al Estado prive de
libertad a alguno de sus miembros o intervenga de otro modo,
conformando su vida, en su existencia social.”
En doctrina se han brindado diversas respuestas a la interrogante. Unas
a partir de las teorías absolutistas o retributivas de la pena, en base al
cual la persona que vicia una norma penal, debía ser
recompensada por medio de otro mas.” El principio
retributivo histórico más conocido es la Ley de Talión (Rivera
B., 1998. Pág. 17-181) que se justificaba en si misma, sin
plantearse una finalidad a ser alcanzada, si no en realizar una
idea; la justicia.
15. Que, otras desde las teorías relativas o preventivas de la pena que
buscaron responder a las preguntas ¿para que castigar de ese modo:
la pena no era más que un fin de si misma, sino un medio útil para
la prevención del delito, con una visión hacia el futuro.
Dentro de esta concepción, se desarrollan diversas teorías que se
diferencian en la dirección de la utilidad de la pena. Unas hacia el
individuo que ha delinquido y otras hacia la sociedad. Así las teorías
de prevención especial. Donde la pena tiene como destino al sujeto que
infringe la ley penal con el fin de que no vuelva a delinquir.
En esta teoría se distinguen dos vértices: La teoría de prevención
especial positiva y teoría de prevención social negativa.” (Wilfredo
Pedraza Serra).

16. Que, también encontramos, en Villavicencio Terreros 1997, páginas 27-


29; 43-45 y 165-166.
“Nuestra legislación interna ha adoptado también una orientación
determinada. Así el artículo 139º, inciso 22 de la Constitución Política
del Perú, señala, que el Régimen Penitenciario tiene por finalidad la
“reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la
sociedad”. Razón por la cual se puede afirmar que en nuestro país, la
pena también tiene una finalidad preventiva especial pues busca la
resocialización de la persona. Así lo ha interpretado la doctrina
nacional.
17. Que, el doctor Wilfredo Pedraza Sierra, en su artículo “La Pena y la
Eficiencia de la Política Penitenciaria en el Perú”, señala:
“Lamentablemente, las reformas legales introducidas en los últimos
años, particularmente desde 1992. Abandonaron claramente esta
concepción. La lógica de emergencia alcanzó no solo el derecho penal
o procesal, sino también al sistema de Ejecución Penal. De este modo,
se incrementó la capacidad de actuación de algunas agencias de
control penal, como la policía por ejemplo; se sobrecriminalizaron los
delitos de mediana y mayor gravedad, se modificó el sistema de penas,
introduciendo la cadena perpetua y la privativa de libertad, hasta treinta
y cinco años. Se diseñaron sistemas de juzgamiento especiales, se
prohibieron beneficios penitenciarios y en general se acentuaron los
mecanismos de contención. Violándose el principio de humanidad y
proporcionalidad de la pena.
Sin duda la orientación política criminal, de estas víctimas reformadas
nos indica, que el legislador optó por criterios de prevención especial
negativa e incluso retributiva, orientación que colisiona con la
perspectiva constitucional de la pena.
18. Que, también, el constitucionalista Alemán, doctor VON JURGUEN
SALIGMANN, en su artículo, editado por la facultad de derecho de la
Universidad San Martín de Porres, traducido por el doctor David
Sobrevilla Pág. 7 señala: “Ahora no hay que dejar de ver que
también en el Perú existe una discrepancia entre el derecho y
la realidad constitucional”
19. Que, Roxin, al respecto teoriza:
“(…)… por el hecho que todo legislador puede caer en la tentación de
introducir o agravar “a posteriori”; las previsiones de pena, bajo la
impresión de los hechos especialmente escandalosos, para aplicar
estados de alarma y estados de exitación políticamente inestables,
pues bien, impedir que se produzcan leyes “ad-hoc” hechas a
las medidas de caso concreto, y que en su mayoría son
también inadecuados en su contenido, como consecuencia
de las emociones del momento es una exigencia irrenunciable
del estado de derecho.”
20. Que, en la página 774, tercera edición, de su obra “Derecho Penal,
parte general”, el catedrático de Derecho Penal, español doctor
Santiago Mir Puig, señala:
“Añadamos dos advertencias, la primera es que no existe en nuestro
derecho la “cadena perpetua”, es de subrayar que ni siquiera se
introdujo cuando se abolió la pena de muerte del Código Penal a
diferencia de los que en el Derecho comparado se dejan de castigarse
con la pena capital, aunque generalmente sea usual que se indulte al
condenado tras un determinado plazo (así en la República Federal de
Alemania la mayoría de los condenados a prisión perpetua son
indultados, antes de haber transcurrido veinte años y a veces antes de
los diez años) (JESCHECK, tratado, pp. 1063). Ahora bien la pena de
reclusión mayor, cuya duración es de veinte años y un día a treinta
años, posee ya una gravedad extraordinaria, en cierto modo próxima a
la “prisión perpetua” de los países en que esta se indulta transcurrido
cierto tiempo. El proyecto de 1980, y el ante proyecto de 1983, han
propuesto limitar generalmente la pena de prisión al plazo máximo de
veinte años, téngase en cuenta que hoy se considera comprobado que
las penas superiores a quince años, producen graves daños en la
personalidad del recluso, lo que se opone al objetivo resocializador
fijado en el artículo 22.2 de la Constitución (Barbeto Santos. “Pena de
muerte” Pág. 169) Muñoz Conde A pp. 1071, la propuesta del P.G. del
P.L. Psuc, propuso por ello, limitar privación de la libertad a quince años
Mir Puig/Muños Conde cuadernos de política criminal Nº 18(1982)
pp.614 y 625. El Código Alemán, señala también el límite de quince
años para la prisión temporal. JESCHECK, Tratado, pp. 1065”.
21. Que desde esta perspectiva, se entiende con perfecta claridad la
siguiente Ejecutoria Suprema de la Sala Penal Transitoria de fecha tres
de Junio del año dos mil cuatro , que se adjunta en el anexo de la
presente demanda. R. Nulidad Nº 3807-2003, compuesta por los
vocales: doctores: Gonzales Campos R.O.; Villa Stein, Valdez Roca,
Cabanillas Zaldivar y Vega Vega, del proceso Nº 2002-21 que declara
haber nulidad en la propia sentencia en el extremo que impone a José
Antonio Choqueña Ordoñez y Wilber Abelardo Aguilar Espillico cadena
perpetua, reformándola, le impusieron veinticinco años de pena
privativa de la libertad.

22. Que, la referida Ejecutoria Suprema, señala en su considerando cuarto:


“Que, en este contexto, para los efectos de la imposición de la pena se
debe tener en cuenta que la cadena perpetua atenta contra el principio
de humanidad de las penas y el de resocialización previsto. Por cuanto
el criterio que subyace en el principio de humanidad es el de permitir la
aceptación y el respeto hacia las normas jurídico penales en la medida
que la finalidad de las sanciones se basa en fundamentar empíricas y
no en el afán de causar terror en la población, la pena debe ser vista
como un mal, dado que una injerencia coactiva en la esfera de los
derechos de un sujeto, el autor de un delito a quien, por lo demás, no se
le puede gravar con cargas insoportables o permanentes…(…)”
23. Que, además es del caso, recordar que la resolución de sentencia, en
primera instancia, del presente caso, señala, las Ejecutorias Supremas
Nº4853-2005-TACNA de fecha 29 de mayo del 2006, y Nº 4840-2005-
TACNA, de fecha once de abril 2006, que reforman las sentencias de
cadena perpetua, por “afectar a los fines de la pena y la dignidad de la
persona”
24. Que, en consecuencia en el presente caso, es de aplicación, la
Constitución Política del Perú.
24.1. Articulo 2º) “ A la igualdad ante la Ley. Nadie debe ser
discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión,
opinión, condición económica o de cualquier índole.”
25. Que, encontramos, al respecto, las siguientes dispositivos
internacionales que reiteran el principio constitucional ya señalado:
25.1. Declaración Universal de los Derechos Humanos:
25.1.1. Articulo : 7º

25.2. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos:


25.2.1. Artículos: 2º numeral 1, y 14º, numeral 1.
25.3. Convención Americana de Derechos Humanos:
25.3.1. Artículo: 1º
26. Que, se entiende con absoluta claridad, que en el presente caso, en
aplicación de los artículos 2º inciso 2; 51º y 139º; corresponde, que su
digno juzgado constitucional, aplique el Principio Constitucional de
igualdad ante la ley, declarando la reforma de la sentencia de cadena
perpetua, por la de veinticinco o treinta años de pena privativa de
libertad, de conformidad con las Ejecutorias Supremas que se indican.
27. Que, artículo VII del Título Preliminar del Código Sustantivo, señala que
se debe valorar los efectos del daño causado y el bien jurídico
protegido, sobre todo el principio de humanidad cuyo asiento jurídico se
encuentra en artículo primero de la Constitución Política del Estado;
sobre este contexto, así también citando al jurista JESCHEK, al amparo
del principio de humanidad se tiene que “ todas las relaciones que
surgen del derecho penal deben orientarse sobre la base de la
solidaridad recíproca, de la responsabilidad social con los
reincidentes, de la disposición a la ayuda y a la asistencia social y
a la decidida voluntad de recuperar a los delincuentes
condenados”; en ese sentido, es posible modificar la pena impuesta
de manera proporcional.
30.- El Tribunal Constitucional señala en su sentencia EXP. Nº 010-2002-
AI/TC “…(…) XI. La cadena perpetua y la reincorporación del penado a la sociedad
 
178. Los demandantes cuestionan la validez constitucional de la aplicación de la pena de cadena perpetua,
por considerarla incompatible con el numeral 2) del artículo 5º de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos y el artículo 139º, inciso 2), de la Constitución.
 
179. Al margen de la ardua polémica sobre el tema de los fines de la pena, es claro que nuestro ordenamiento
ha constitucionalizado la denominada teoría de la función de prevención especial positiva, al consagrar
el principio según el cual, el “régimen penitenciario tiene por objeto la reeducación, rehabilitación y
reincorporación del penado a la sociedad”, en armonía con el artículo 10.3 del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, que señala que “el régimen penitenciario consistirá en un tratamiento cuya
finalidad esencial será la reforma y la readaptación social de los penados”.

180. Se trata, naturalmente, de un principio constitucional-penitenciario, que no por su condición de tal,


carece de eficacia. Comporta, por el contrario, un mandato de actuación dirigido a todos los poderes
públicos comprometidos con la ejecución de la pena y, singularmente, al legislador, ya sea al momento
de regular las condiciones cómo se ejecutarán las penas o, por lo que ahora importa rescatar, al
establecer el cuántum de ellas y que los jueces pueden aplicar para sancionar la comisión de
determinados delitos.
Desde esa perspectiva, el inciso 22) del artículo 139º de la Constitución constituye un límite al
legislador, que incide en su libertad para configurar el cuántum de la pena: en efecto, cualquiera sea la
regulación de ese cuántum o las condiciones en la que ésta se ha de cumplir, ella debe necesariamente
configurarse en armonía con las exigencias de “reeducación”, “rehabilitación” y “reincorporación” del
penado a la sociedad.
 
181. La única excepción a tal límite constitucional es la que se deriva del artículo 140º de la propia
Constitución, según la cual el legislador, frente a determinados delitos, puede prever la posibilidad de
aplicar la pena de muerte. Sin embargo, como se deduce de la misma Norma Fundamental, tal
regulación ha de encontrarse condicionada a su conformidad con los tratados en los que el Estado
peruano sea parte y sobre, cuyos concretos alcances de aplicación, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos ha tenido oportunidad de pronunciarse, en la Opinión Consultiva N.° 14/94, del 9 de
diciembre de 1994.
 
182. A juicio del Tribunal, de las exigencias de “reeducación”, “rehabilitación” y “reincorporación” como
fines del régimen penitenciario se deriva la obligación del legislador de prever una fecha de culminación
de la pena, de manera tal que permita que el penado pueda reincorporarse a la vida comunitaria. Si bien
el legislador cuenta con una amplia libertad para configurar los alcances de la pena, sin embargo, tal
libertad tiene un límite de orden temporal, directamente relacionado con la exigencia constitucional de
que el penado se reincorpore a la sociedad.
 
183. La denominada “cadena perpetua”, en su regulación legal actual, es intemporal; es decir, no está sujeta
a límites en el tiempo, pues si tiene un comienzo, sin embargo carece de un final y, en esa medida, niega
la posibilidad de que el penado en algún momento pueda reincorporarse a la sociedad.

a) La cadena perpetua y los principios de dignidad y libertad


 
184. Sin embargo, a juicio del Tribunal Constitucional, el establecimiento de la pena de cadena perpetua no
sólo resiente al principio constitucional previsto en el inciso 22) del artículo 139º de la Constitución.
También es contraria a los principios de dignidad de la persona y de libertad.
 
185. En primer lugar, es contraria al principio de libertad, ya que si bien la imposición de una pena
determinada constituye una medida que restringe la libertad personal del condenado, es claro que, en
ningún caso, la restricción de los derechos fundamentales puede culminar con la anulación de esa
libertad, pues no solamente el legislador está obligado a respetar su contenido esencial, sino, además,
constituye uno de los principios sobre los cuales se levanta el Estado Constitucional de Derecho, con
independencia del bien jurídico que se haya podido infringir. Por ello, tratándose de la limitación de la
libertad individual como consecuencia de la imposición de una sentencia condenatoria, el Tribunal
Constitucional considera que ésta no puede ser intemporal sino que debe contener límites temporales.
 
186. En segundo lugar, este Colegiado considera que detrás de las exigencias de “reeducación”,
“rehabilitación” y “reincorporación” como fines del régimen penitenciario, también se encuentra
necesariamente una concreción del principio de dignidad de la persona (artículo 1º de la Constitución)
y, por tanto, éste constituye un límite para el legislador penal.
Dicho principio, en su versión negativa, impide que los seres humanos puedan ser tratados como cosas o
instrumentos, sea cual fuere el fin que se persiga alcanzar con la imposición de determinadas medidas,
pues cada uno, incluso los delincuentes, debe considerarse como un fin en sí mismo, por cuanto el
hombre es una entidad espiritual moral dotada de autonomía.
 
187. En el ámbito penitenciario, la proyección del principio de dignidad comporta la obligación estatal de
realizar las medidas adecuadas y necesarias para que el infractor de determinados bienes jurídicos-
penales pueda reincorporarse a la vida comunitaria, y que ello se realice con respeto a su autonomía
individual, cualquiera sea la etapa de ejecución de la pena. Sin embargo, y aunque no se exprese, detrás
de medidas punitivas de naturaleza drástica como la cadena perpetua subyace una cosificación del
penado, pues éste termina considerado como un objeto de la política criminal del Estado, sobre el cual
-porque nunca tendrá la oportunidad de ser reincorporado-, tampoco habrá la necesidad de realizar las
medidas adecuadas para su rehabilitación.
 
188. El carácter rehabilitador de la pena tiene la función de formar al interno en el uso responsable de su
libertad. No la de imponerle una determinada cosmovisión del mundo ni un conjunto de valores que, a lo
mejor, puede no compartir. Pero, en cualquier caso, nunca le puede ser negada la esperanza de poderse
insertar en la vida comunitaria. Y es que al lado del elemento retributivo, ínsito a toda pena, siempre
debe encontrarse latente la esperanza de que el penado algún día pueda recobrar su libertad. El
internamiento en un centro carcelario de por vida, sin que la pena tenga un límite temporal, aniquila tal
posibilidad.
Como antes se ha expresado, no sólo anula la esperanza de lograr la libertad. También anula al penado
como ser humano, pues lo condena, hasta su muerte, a transcurrir su vida internado en un
establecimiento penal, sin posibilidad de poder alcanzar su proyecto de vida trazado con respeto a los
derechos y valores ajenos. Lo convierte en un objeto, en una cosa, cuyo desechamiento se hace en vida.
La cadena perpetua, en sí misma considerada, es repulsiva con la naturaleza del ser humano. El Estado
Constitucional de Derecho no encuentra justificación para aplicarla, aun en el caso que el penado, con
un ejercicio antijurídico de su libertad, haya pretendido destruirlo o socavarlo.
 
189. El sistema material de valores del Estado de Derecho impone que cualquier lucha contra el terrorismo (y
quienes lo practiquen), se tenga necesariamente que realizar respetando sus principios y derechos
fundamentales. Aquellos deben saber que la superioridad moral y ética de la democracia constitucional
radica en que ésta es respetuosa de la vida y de los demás derechos fundamentales, y que las ideas no se
imponen con la violencia, la destrucción o el asesinato. El Estado de Derecho no se puede rebajar al
mismo nivel de quienes la detestan y, con sus actos malsanos, pretenden subvertirla. Por ello, si el
establecimiento de la pena se encuentra sujeta a su adecuación con el principio de proporcionalidad, tal
principio no autoriza a que se encarcele de por vida.

190. Sin embargo, el Tribunal Constitucional no considera que la inconstitucionalidad de la cadena perpetua
lo autorice a declarar la invalidez de la disposición que la autoriza, pues ciertamente tal
incompatibilidad podría perfectamente remediarse si es que el legislador introdujese una serie de
medidas que permitan que la cadena perpetua deje de ser una pena sin plazo de culminación. Además
porque, so pretexto de declararse la inconstitucionalidad de tal disposición, podrían generarse mayores
efectos inconstitucionales que los que se buscan remediar. En ese sentido, al tenerse que expedir una
sentencia de “mera incompatibilidad” en este punto, el Tribunal Constitucional considera que
corresponde al legislador introducir en la legislación nacional los mecanismos jurídicos que hagan que
la cadena perpetua no sea una pena sin plazo de culminación.
 
191. Sobre el particular el Tribunal Constitucional debe de recordar que, actualmente, para supuestos
análogos, como es el caso de la cadena perpetua en el Estatuto de la Corte Penal Internacional, ya se ha
previsto la posibilidad de revisar la sentencia y la pena, luego de transcurrido un determinado número
de años. Y si bien dicho instrumento normativo no es aplicable para el caso de los sentenciados por los
delitos regulados por los decretos leyes impugnados, el legislador nacional puede adoptar medidas de
semejante naturaleza a fin de contrarrestar los efectos inconstitucionales de no haberse previsto una
fecha de culminación con la pena de cadena perpetua.
 
192. En ese sentido, debe recordarse que el Estatuto en referencia forma parte del derecho nacional, al haber
sido ratificado mediante Decreto Supremo N.° 079-2001-RE, y ella contempla la posibilidad de disponer
la reducción de la pena, la que puede efectuarse sólo después de que el recluso haya cumplido las 2/3
partes de la pena o 25 años de prisión en el caso de la cadena perpetua.
 
193. Por otro lado, también el legislador nacional puede introducir un régimen legal especial en materia de
beneficios penitenciarios, de manera que se posibilite la realización efectiva de los principios de
dignidad de la persona y resocialización. Ese es el caso, por ejemplo, de la legislación italiana, que, con
el objeto de que la cadena perpetua pueda ser compatibilizada con los principios de resocialización y de
dignidad de la persona, a través de la Ley N.º 663 del 10 de octubre de 1986 ha posibilitado que, luego
de quince años de prisión, el condenado pueda acceder al beneficio de la semilibertad y, luego, a la
libertad condicional. Similar situación sucede en la mayoría de países europeos y también en algunos
latinoamericanos, como en el caso argentino, donde la pena de cadena perpetua en realidad no es
ilimitada, esto es, intemporal, pues como dispuso la Ley N.º 24660, el reo condenado a cadena perpetua
goza de libertad condicional a los veinte años, y antes de esta posibilidad, del régimen de salidas
transitorias y de semilibertad que pueden obtenerse a los quince años de internamiento. Incluso, puede
considerarse la edad del condenado como uno de los factores importantes al momento de establecer los
límites temporales.
 
194. En definitiva, el establecimiento de la pena de cadena perpetua sólo es inconstitucional si no se prevén
mecanismos temporales de excarcelación, vía los beneficios penitenciarios u otras que tengan por objeto
evitar que se trate de una pena intemporal, por lo que si en un plazo razonable el legislador no dictase
una ley en los términos exhortados, por la sola eficacia de esta sentencia, al cabo de 30 años de iniciada
la ejecución de la condena, los jueces estarán en la obligación de revisar las sentencias condenatorias.”

28. Finalmente que, (…)…”De conformidad con la IV Disposición Final y


Transitoria de la Constitución Política del Estado, los derechos y
libertades reconocidos en la Constitución deben interpretarse en
materia de Derechos Humanos suscritos por el Estado Peruano. Tal
interpretación, conforme con los tratados sobre Derechos Humanos,
contiene implícitamente una adhesión a la interpretación que de los
mismos hayan realizado los órganos supranacionales de protección de
los atributos inherentes al ser humano y, en particular, el realizado por
la Corte Interamericana de Derechos Humanos, guardián ultimo de los
derechos de la Región”1.
III.- FUNDAMENTOS DE DERECHO:
1. Que, los demandantes solicitan a su digno Juzgado Constitucional, que
al momento de resolver, la presente demanda, se sirva tomar en cuenta
los siguientes dispositivos legales:
1.1. Constitución Política del Perú.
Artículo 1º, 2º, incisos 1,2,20,13,24, literales a),b),h);
3º,51º,55º,103º,138º,139º, incisos 3,5,6,11,22 y 200º inc. 1.
1.2. Código Penal. D.L. Nº 635
Título Preliminar: Artículos: II,V,VI,IX.
Titulo General: Artículos: 22º, 45º,46º,189º.
1.3. Código Procesal Constitucional. Ley Nº 28237
Título Preliminar: Artículos: I,II,III,IV,V,VI,VII,VIII y IX
Titulo General: Artículos: 1º,2º,3º,4º,11º,12º,13º,14º,18º,
19º,20º,21º,25º, inc. 1º, 17º y último párrafo, 33º, inc. 6, 35º y 36º.
1.4. Código de Ejecución Penal. Decreto Legislativo Nº 654.
Título Preliminar: Artículos: II,III,IV y IX.
Titulo General: Artículos: 4º, 59º-A, y 60º
1.5. Reglamento del Código de Ejecución Penal D.S. Nº 015-2003-
JUS: artículos : 1º,3º,5º,10º,97º y 165º.
1.6. Tribunal Constitucional
1.6.1. Sentencia, Expediente Nº 005-2001-AI/TC.
1.6.2. Sentencia, Expediente Nº010-2002-AI/TC.
1.7. Declaración de los Derechos Humanos
1.7.1. Artículos: 2º,7º,8º y 10º
1.8. Reglas Mínimas para el Tratamiento de los reclusos.
Reglas: 6º,56º al 65º.
1.9. Principios Básicos para el Tratamiento de los reclusos.
Principios: 1º,2º,5º y 11º.
1.10. Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos.
Artículos: 3º y 10º numerales 1 y 3.
1.11. Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Artículo: 5º, numerales 1 y 6 y 1º

POR LO EXPUESTO:

1
Cesar San Marín Castro “Derecho Procesal Penal” Volumen I pp. 20, 21”
Solicitamos a Ud. se sirva admitir la presente
demanda de Habeas Corpus para luego de investigación sumaria de su
contenido y de recopilación de la documentación necesaria se sirva declarar
fundada la demanda ordenando la reforma de la sentencia.
DIOS GUARDE A UD.
OTROSI DIGO: Que, al amparo del artículo 26º del Código Procesal
Constitucional, la presente demanda de Habeas Corpus, no requiere firma de
letrado colegiado.
MAS DIGO 1: Que, solicitamos a Ud. se sirva notificar Resoluciones
personalmente de conformidad con los artículos 158º,160º y 161º del Código
Procesal Civil, aplicase supletoriamente.
MAS DIGO 2: Que, es del caso citar el artículo 33º del Código Procesal
Constitucional, inciso 6, solicitamos a su digno Juzgado Constitucional, por lo
que si su digno juzgado, lo considera necesario nombrar abogado de oficio a
fin de que, no se considere que el demandante Tomás Enrique Lock Govea,
hace ejercicio ilegal de la abogacía.
MAS DIGO 3. Que, se adjunta documentación que sustenta la demanda en
anexo que contiene ( ) fojas.

CESAR ENRIQUE CCALANI QUISPE

MAS DIGO 4. Los demandantes, consideran necesario, que su digno juzgado


constitucional, se sirva solicitar a quien corresponda, copias certificadas de las
siguientes Ejecutorias Supremas.
R.N.Nº 4853 -2005 - TACNA DE FECHA 29-05-2006 Y
R.N.Nº 4840 - 2005 – TACNA DE FECHA 11-04-2006
R.N.Nº 3807-2003 – TACNA DE FECHA 03-06-2004.

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