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El Imam Ahmad Raza Khan (alaihir rahmah) nació un lunes, 10 de Shawwal 1272
A..H. (14 de junio de 1856), a la hora de la oración del Zohr, en un lugar llamado
Yasoli, que está en la ciudad de Bareilly Sharif, en India.
Unos días antes del nacimiento del Imam Ahmed Raza Khan (alaihir rahmah) su
padre, Allamah Naqi Ali Khan (alaihir rahmah) tuvo un sueño maravilloso.
Inmediatamente le comunicó este sueño a su padre, Allamah Maulana Raza Ali
Khan, quien lo interpretó diciendo: “Este es un signo de que vas a ser el padre de
un hijo, un niño que cuando crezca será piadoso y sabio. Su nombre será famoso
de Oriente a Occidente.”
Estas fueron las buenas nuevas que recibió Allamah Naqi Ali Khan (alaihir rahmah)
sobre el nacimiento de no otro que la “esmeralda de entre los tesoros de Allah
Todopoderoso”, la “rosa fragante del perfumado jardín del Santo Profeta (sallalahu
alaihi wa sallam)”, el Imam Ahmad Raza Khan (alaihir rahmah).
La fecha de nacimiento de A’la Hadrat (alaihir rahmah) fue extraída por él mismo
del Sagrado Corán. “A estos Allah grabó la fé en sus corazones y les confortó con
Su espíritu.” (Corán, 58:22)
SU NOMBRE
Imam Ahmad Raza Khan al-Qaderi era hijo del Allama Maulana Naqi Ali Khan, quien
era hijo del Allama Maulana Raza Ali Khan, hijo del Allama Maulana Muhammad
Kazim Ali Khan, hijo del Allama Maulana Shah Muhammad A’zam Khan, hijo del
Allama Maulana Sa’adat Yaar Khan, hijo del Allama Maulana Sa’idullah Khan (radi
Allahu anhum ajma’in).
Allama Maulana Hafiz Kazim Ali Khan, el hijo de Maulana Muhammad A’zam Khan
(radi Allahu anhum) fue recaudador de impuestos en la ciudad de Badayun. Su hijo,
el Allama Maulana Raza Ali Khan (radi Allahu anhu), el ilustre abuelo de A’la Hazrat
(radi Allahu anhu), no sirvió al Gobierno. Es a partir de esta generación cuando los
responsables de la familia comenzaron a adoptar el tasawwuf como forma de vida.
Incluimos a continuación una breve semblanza biográfica del padre y abuelo de A’la
Hazrat (radia Allahu anhu).
SU PADRE: El padre de A’la Hadrat (radi Allahu anhu), Hadrat Maulana Naqi Ali
Khan (radi Allahu anhu) recibió su educación a manos de su padre, Allama Maulana
Raza Ali Khan (radi Allahu anhu). Escribió más de 50 libros, entre ellos “Surur al-
Qulub fi dhikri Mawlud al-Mahmud”, que obtuvo una muy destacada posición en la
literatura islámica. El tratado se caracteriza por su condena de los enemigos del
Islam, tantos los internos como los externos. El padre de A’la Hadrat (radi Allahu
anhu) falleció en 1297 A.H. (1880), cuando contaba 24 años de edad.
SU ABUELO: Uno de los mayores sufíes de su tiempo, el Allama Maulana Raza Ali
Khan (radi Allahu anhu) nació en el año 1224 A.H. Fue también un gran guerrero y
combatió con el general Bakht Khan contra los invasores británicos en el año 1834.
Recibió su primera educación a manos del Maulvi Khalilur Rahman. A los 23 años ya
había completado su educación islámica, ganando certificados de distinción en
varios campos del conocimiento. Murió en el mes de Jamadi al-Awwal del año 1282
A.H. (1866). A’la Hadrat (radi Allahu anhu) tenía entonces diez años.
A’la Hadrat (radi Allahu anhu) era un niño de cuatro años cuanto sucedió este
incidente. Un día salió de su casa vestido con una larga kurta y unas prostitutas
pasaron a su lado. Para taparse los ojos A’la Hadrat (radi Allahu anhu) agarró
rapidamente con ambas manos el borde de su kurta y la levantó para cubrirse el
rostro. Cuando una de las prostitutas vio lo que había hecho, dijo: “¡Vaya!
Jovencito, te tapaste los ojos, pero dejaste al descubierto tu satr (partes
pudendas).” Con el rostro y los ojos todavía cubiertos el joven A’la Hadrat (radi
Allahu anhu) respondió: “Cuando los ojos son tentados, el corazón es tentado,
cuando el corazón es tentado, las partes ocultas son tentadas.” La mujer quedó tan
sorprendida y afectada por esta respuesta de un niño que perdió la conciencia.
Otro incidente que tuvo lugar en el mes de Ramadán muestra la piedad y el temor
de Allah de A’la Hadrat (radi Allahu anhu). Aunque entonces no tenía obligación de
ayunar porque aún era un niño, aquel día quiso ayunar. Debería saberse que
ayunar en la India en la estación de verano es algo muy difícil para un niño. La
temperatura media en un día de verano alcanza aproximadamente los 50 grados
centígrados. Ese día el calor del sol era intenso. Hadrat Allama Naqi Ali Khan (radia
Allahu anhu) llevó a su hijo A’la Hadrat (radi Allahu anhu) a una habitación donde
guardaban dulces. Cerró la puerta y dijo: “Ahí están, come los dulces.” A’la Hadrat
(radi Allahu anhu) respondió que estaba ayunando. Su padre dijo entonces: “El
ayuno de los niños es siempre así. La puerta está cerrada y nadie mira. Ahora
puedes comer.” Al escuchar esto, el joven A’la Hadrat (radi Allahu anhu) dijo
respetuosamente:”Me está viendo Quien me ha ordenado ayunar.” Al oír esta
respuesta procedente de un niño pequeño las lagrimas comenzaron a fluir de los
ojos de Hadrat Allama Naqi Ali Khan (radi Allahu anhu), y ambos abandonaron la
habitación.
Sayyiduna A’la Hadrat (radi Allahu anhu) pronunció su primera charla cuando tenía
seis años. Fue durante el glorioso mes de Rabi al-Awwal. A’la Hadrat (radi Allahu
anhu) subió al mimbar (púlpito) y pronunció una charla ante una gran congregación
en la que también había ulemas. La alocución duró aproximadamente dos horas.
A’la Hadrat (radi Allahu anhu) habló sobre la wiladah (nacimiento) de Sayyiduna
Rasulullah (sallalahu alaihi wa sallam). Alegró los corazones de los asistentes con el
amor de Sayyiduna Rasulullah (sallalahu alaihi wa sallam). Quienes escuchaban
quedaron completamente impresionados por la madurez y la elocuencia de este
sermón, pronunciado por un niño de seis años.
SU INTELIGENCIA DE NIÑO
A’la Hadrat (radi Allahu anhu) tenía tanto talento e inteligencia que no necesitó
estudiar bajo la tutoría de sus profesores nada más que los cuatro kitaabs de su
curso. Estudió por sí mismo los restantes kitaabs y luego solía preguntar a sus
profesores para que lo examinaran.
Cuando tenía ocho años A’la Hadrat (radi Allahu anhu) escribió una mas’ala
(cuestión jurídica) relativa a los fara’idh (leyes de herencia). Cuando su padre vio la
respuesta, observó con felicidad: “ojalá un adulto pudiera responder de esta
manera.”
A los diez años, cuando estaba estudiando el libro “Ilm al-Thubut” bajo la guía de
su padre, advirtió unas pocas objeciones y respuestas de su padre escritas al
margen de página. A’la Hadrat (radi Allahu anhu) estudió el libro minuciosamente y
escribió una nota a pie de página tan bien explicada que excluía la necesidad de
cualquier refutación. Su padre encontró su investigación sobre la objeción y quedó
tan complacido que se levantó, estrechó al joven A’la Hadrat (radi Allahu anhu)
contra su corazón y dijo: “Ahmad Raza, tú no aprendes de mi, sino que me
enseñas.”
Cuando tenía tres años, A’la Hadrat (radia Allahu anhu) estaba un día fuera de la
mézquita Raza en Bareilly Sharif. Una persona “desconocida” vestida con
indumentaria árabe, se aproximó a él y le habló en árabe. Quienes allí se
encontraban y presenciaron este incidente escucharon al joven A’la Hadrat (radi
Allahu anhu) conversar con la persona en árabe puro. Quedaron sorprendidos. La
persona que habló con A’la Hadrat (radi Allahu anhu) jamás volvió a ser vista en
Bareilly Sharif.
Educación
Hadrat Allama Raza Ali Khan (radi Allahu anhu) sabía que era un tema muy
delicado que no podía ser comprendido por un niño. Sin embargo, le explicó:
“¡Hijo!, es cierto lo que piensas. Pero el alif que leíste primero en realidad es
“hamza”, y el que estás recitando ahora es “alif”. El “alif” es siempre “sakin”, y uno
no puede comenzar con una letra que sea “sakin”. Por consiguiente, es por esa
razón que la letra “laam” está puesta delante del “alif.”
Cuando A’la Hadrat (radi Allahu anhu) escuchó estas palabras, respondió: “Si ese
es el caso, entonces cualquier otra letra podría unirse al “alif”, ¿por qué la “laam”?.
Maulana Raza Ali Khan (radi Allahu anhu) de pura felicidad y excitación abrazó a
A’la Hadrat (radi Allahu anhu) e hizo du’a por él. A continuación explicó
brillantemente de la siguiente forma la respuesta a A’la Hadrat (radi Allahu anhu):
“Al mirarlas ambas son muy parecidas, pues las dos están vacías. Incluso al
escribirlas juntas se parecen mucho. Cuando se trata de sus cualidades, entonces la
“laam” es el corazón del “alif” y el “alif” es el corazón de la “laam.”
Hadrat Allama Maulana Raza Ali Khan (radi Allahu anhu) estaba en realidad
abriendo las puertas y los tesoros del conocimiento y la percepción espiritual a A’la
Hadrat (radi Allahu anhu).
A’la Hadrat (radi Allahu anhu) tenía solamente cuatro años cuando completó la
recitación del Sagrado Corán. Debido a la extraordinaria inteligencia que Allah
Todopoderoso le concedió, A’la Hadrat (radi Allahu anhu) terminó su educación
islámica a la edad extremadamente joven de trece años, diez meses y cinco días.
A’la Hadrat (radi Allahu anhu) manifestó: “Completé mi formación religiosa a
mediados del mes de Sha’ban del año 1286 A.H. Tenía trece años, diez meses y
cinco días en aquel tiempo. Fue en aquel mismo tiempo cuando se me hizo
obligatorio el cumplimiento de la oración ritual (salah), y comencé a tener gran
interés en las leyes de la Shari’ah.” (al-Ijaazat ar-Radawiyyah).
A’la Hadrat (radi Allahu anhu) adquirió sus conocimientos básicos en el hogar. Más
tarde continuó sus estudios bajo la guía de ciertos destacados maestros. Estudió
con su padre, Hadrat Maulana Naqi Ali Khan (radi Allahu anhu). Completó su
educación primaria con Janab Mirza Ghulam Qader Baig, con quien estudió el libro
“Mizaane Munsha’ab”. A’la Hadrat (radi Allahu anhu) también estudió bajo la guía
de las siguientes luminosas personalidades:
Su padre quedó tan asombrado y complacido por esta exhaustiva respuesta que
asignó al joven A’la Hadrat (radi Allahu anhu) la tarea de emitir fatwas (veredictos
legales islámicos). Desde entonces y durante muchos años A’la Hadrat (radi Allahu
anhu) desempeñó esta importante función con absoluta dignidad y responsabilidad.
A’la Hadrat (radi Allahu anhu) comenzó a responder a cientos de fatwas a diario.
Las recibia en todas las lenguas –árabe, urdu, persa, inglés y muchos otros
idiomas.
En el año 1291 A.H. (1874), A’la Hazrat (radia Allahu anhu) se casó con Sayyidah
Irshad Begum (radi Allahu anha), quien era la querida hija del Sheikh Fadhl Huseyn
Sahib. Tenía dieciocho años en la época de su matrimonio (nikah).
Allah Todopoderoso bendijo a A’la Hazrat (radia Allahu anhu), con siete hermosos
hijos – 2 hijos y 5 hijas. Sus dos hijos se convirtieron en eminentes sabios islámicos
y grandes santos (Awliya’ Allah). El hijo mayor de A’la Hazrat (radia Allahu anhu),
Hujjatul Islam Hadrat Allama Maulana Muhammad Hamid Raza Khan Nuri Barakati
(radi Allahu anhu) fue muy experto en árabe y en otras ciencias religiosas.
Físicamente se parecía a su ilustre padre. Hujjatul Islam (radi Allahu anhu) partió
de este mundo efímero el 17 de Jamadi al-Awwal del año 1362 A.H., mientras hacía
la oración ritual (salah). Su Mazar Sharif (bendita tumba) está en Bareilly Sharif,
India.
Ghauth al-Waqt, Huzur Mufti al-A’zam al-Hind, ash Shah Imam Mustafa Raza Khan
Nuri Barakati (radi Allahu anhu), el hijo menor de A’la Hazrat (radia Allahu anhu),
estudió primariamente bajo la guía de su hermano mayor. También recibió
educación a los benditos pies de su padre y obtuvo un certificado de aptitud en las
ciencias religiosas. Huzur Mufti al-A’zam al-Hind (radi Allahu anhu) tiene
aproximadamente diez millones de muridin (discípulos) en todo el mundo. Está
considerado también como mujaddid (renovador) del Islam del siglo XV. Abandonó
este mundo en la víspera del 14 de Muharram del año 1402 A.H.(1981). Su Mazar
Sharif está también en Bareilly Sharif.
Hablando del inmenso conocimiento de A’la Hazrat (radi Allahu anhu), el Doctor
Sayyid Muhammad Abdullah, presidente del Departamento de la Enciclopedia del
Islam de la Universidad del Panjab, Lahore, Pakistán, dijo: “Se dice que el sabio es
la mente y el portavoz de la nación, especialmente aquel sabio que deriva la
inspiración, el pensamiento y la visión del Sagrado Corán y las tradiciones del Santo
Profeta (sallalahu alaihi wa sallam). El es la voz del Creador, un benefactor de la
humanidad. No es una exageración, sino reconocer la verdad, decir que Ahmad
Raza es uno de esos sabios.
El es, ciertamente, un sabio de renombre, gran filósofo, eminente jurista, hombre
de visión, intérprete del Sagrado Corán y las tradiciones del Santo Proféta
(sallalahu alaihi wa sallam), y un orador fascinante.”
Unos pocos días después del matrimonio de A’la Hadrat (radi Allahu anhu) una
cierta persona llegó a Bareilly Sharif. Presentó una fatwa de Maulana Irshad Husayn
Mujaddidi (radi Allahu anhu) a Hadrat Allama Maulana Naqi Ali Khan (radi Allahu
anhu) para que le diese una respuesta. La fatwa llevaba la firma de muchos
ulemas.
Hadrat Allama Maulana Naqi Ali Khan (radi Allahu anhu) le dio las siguientes
instrucciones al mensajero: “Entre en la habitación. Moulvi Saheb está ahí. El
responderá su pregunta.” El mensajero entró en la habitación y sólo vio a A’la
Hadrat (radi Allahu anhu) allí sentado. Volvió a Hadrat Allama Maulana Naqi Ali
Khan (radi Allahu anhu) y le dijo: “Allí no hay ningún Moulvi Saheb. En la habitación
solamente he visto a un joven.” Hadrat Allama Maulana Naqi Ali Khan (radi Allahu
anhu) le dijo al mensajero: “Déle a él la cuestión y él la responderá.” El mensajero
fue a A’la Hadrat (radi Allahu anhu) y le entregó la fatwa. El la estudió y se dio
cuenta de que la respuesta de la fatwa de Maulana Irshad Husayn Mujaddidi (radi
Allahu anhu) era incorrecta. A’la Hadrat (radi Allahu anhu) escribió la respuesta
correcta a la cuestión origen de la fatwa y la presentó respetuosamente a su padre.
Su padre comprobó que su respuesta era correcta.
Llevaron luego la misma fatwa al gobernador de Rampur. Después de estudiar la
fatwa de A’la Hadrat (radi Allahu anhu) el gobernador solicitó la presencia de
Maulana Irshad Husayn Mujaddidi (radi Allahu anhu). Cuando el susodicho Maulana
apareció ante el gobernador le mostraron la fatwa. Mufti Irshad Husayn Sahib (radi
Allahu anhu) reconoció humildemente que su fatwa era incorrecta y que la fatwa
procedente de Bareilly Sharif era la respuesta correcta. El gobernador de Rampur
dijo entonces: “Si la fatwa de Bareilly es correcta, ¿cómo es que todos los otros
ulemas verificaron y aprobaron su fatwa?” Maulana Irshad Husayn (radi Allahu
anhu) respondió: “Aprobaron mi fatwa porque yo soy una persona destacada, pero
la fatwa auténtica es la escrita por el mufti de Bareilly.”
Cuando el gobernador de Rampur supo que el Imam Ahmad Raza Khan (radi Allahu
anhu) solamente tenía veinte años, sintió de inmediato un gran deseo de conocerlo.
Sucedió que en una ocasión A’la Hadrat (radi Allahu anhu) visitó Rampur. El
gobernador acudió a conocerlo. El gobernador quedó abrumado y como muestra de
respeto le ofreció una silla de plata para sentarse. A’la Hadrat (radi Allahu anhu)
rehusó sentarse en la silla de plata diciendo que el empleo de mobiliario de plata
era haram (prohibido). Avergonzado, el gobernador le pidió que se sentase sobre el
lecho.
Conversando con A’la Hadrat (radi Allahu anhu), el gobernador comentó que puesto
que era tan brillante a una edad tan temprana, que A’la Hadrat (radi Allahu anhu)
debería estudiar algunos libros de lógica bajo la supervisión de Moulvi Abdul Haqq
Khayrabadi.
Dio la coincidencia de que entonces llegó Moulvi Abdul Haqq Khayrabadi. Fueron
presentados. Después de conocerse, le preguntó a A’la Hadrat (radi Allahu anhu)
sobre los libros que había estudiado en la materia de lógica. A’la Hadrat (radi Allahu
anhu) le dijo al Moulvi que había estudiado el libro “Kitab Kazi Mubarak.” Moulvi
Abdul Haqq Khayrabadi no creyó a A’la Hadrat (radi Allahu anhu), porque le parecía
que era demasiado joven para estudiar el “Kazi Mubarak”. Entonces, con mucho
sarcasmo le preguntó: “¿Has estudiado ‘Tahzeeb´?” A’la Hadrat (radi Allahu anhu)
respondió también muy sarcásticamente: “¿En su institución se estudia el `Tahzeeb
´después del `Kazi Mubarak´?”
Después de escuchar las respuestas de A’la Hadrat (radi Allahu anhu), comenzó a
interrogarle sobre sus cualificaciones. A’la Hadrat (radi Allahu anhu) dijo que él
prefería enseñar, dedicarse a las fatwas y escribir libros. Le preguntó además sobre
su área de especialización. A’la Hadrat (radi Allahu anhu) respondió diciendo que él
se especializaba en cualquier campo que fuera necesario en un momento dado, y
que ello incluía debatir con los wahhabíes.
Cuando Moulvi Abdul Haqq escuchó esta respuesta de A’la Hadrat (radi Allahu
anhu), observó: “Ese loco de Badayun comparte también este fanatismo.” (Se
refería a Maulana Abdul Qadir –radi Allahu anhu). Al oír esto Sayyiduna A’la Hadrat
(radi Allahu anhu) se ofendió y dijo: “Su padre, Maulana Fadhl al-Haqq Khayrabadi
(radi Allahu anhu) fue la primera persona en debatir con los wahhabíes, y él fue
quien escribió un libro contra Isma’il Dehlawi, que tituló `al-Fatawa fi Butali Taghwa
´.”
A’la Hadrat (radi Allahu anhu) adquirió gran dominio en las siguientes ramas del
conocimiento a los pies de su padre:
En la página 22 del libro “al-Ijaazatul mutay’yanah”, A’la Hadrat (radi Allahu anhu)
ha escrito lo siguiente en relación con las ramas del conocimiento mencionadas :
”Aprendí estas veinte ramas del conocimiento a los pies de mi padre.”
Las anteriores no son sino unas pocas de las ramas del conocimiento en las que A’la
Hadrat (radi Allahu anhu) alcanzó tan elevado dominio que fue considerado como
su inventor. Un ejemplo de esto se encuentra en su libro “ar-Rawdah al-Bahij fi
Adabu at-Takhrij” que trata sobre los principios del registro cronomático de los
Ahadith.
EL CONOCIMIENTO
Muchas personas han traducido el Sagrado Corán al urdu, pero la traducción del
Sagrado Corán presentada por A’la Hadrat (radi Allahu anhu)-llamada “Kanz al-
Iman”- está demostrado que es la más extraordinaria de todas las traducciones a la
lengua urdu. En su traducción uno ve que A’la Hadrat (radi Allahu anhu) empleó
solamente aquellas palabras que son dignas de los Atributos y Cualidades de Allah
Todopoderoso y de Su Bienamado Profeta (salla Allahu alaihi wa sallam).
Se dice que la traducción del Sagrado Corán de A’la Hadrat (radi Allahu anhu) no es
una simple traducción literal, sino que es un comentario del Sagrado Corán. En
palabras de Hadrat Sayyiduna Muhaddith al-A’zam al-Hind (radi Allahu anhu):”No
es únicamente la traducción del Corán, es el Corán.”
Hemos tomado solamente un ejemplo de un versículo del Sagrado Corán que ha
sido traducido por varias personas y lo hemos comparado con la hermosa
traducción de A’la Hadrat (radi Allahu anhu). Hemos elegido como ejemplo el
versículo 7 de la azora XCIII:
El Imam Ahmad Raza Khan (radi Allahu anhu) fue también una gran autoridad de
su tiempo en lo relativo a los temas de los Ahadith y Usul Ahadith. Conocía los
nombres de casi todos los narradores de ahadith. Cuando se le preguntaba sobre
los detalles de un cierto narrador, podía dar una biografía completa del mismo.
Cuando estudiaba cualquier hadith podía explicar qué tipo de hadith era, sus
beneficios y la razón que lo había motivado. Escribió muchos opúsculos sobre la
temática de los ahadith. Uno de ellos se titula “Hajiz al-Jarayn an Jamma’ bayna
salatayn,” que trataba sobre los ahadith referentes a “jamma’ bayna salatayn”, o
“la combinación de dos oraciones en el mismo tiempo.”
El Fiqh (jurisprudencia islámica) es una rama del conocimiento que se deriva del
Sagrado Corán y los Ahadith de Sayyiduna Rasulullah (salla Allahu alaihi wa
sallam). Solamente puede ser un jurista verdadero la persona que sea experta en
el Sagrado Corán y los Ahadith de Rasulullah (salla Allahu alaihi wa sallam).
También tiene que ser versada en todas las demás ramas importantes del
conocimiento como Tafseer, Lógica, Filosofía, Traducción, etc.
Sayyiduna A’la Hadrat (radi Allahu anhu) fue considerado el mayor jurista de su
era. Dominaba totalmente la materia del fiqh y recibió la aceptación de los grandes
ulemas de Oriente y Occidente. La mayor prueba de su posición y estatus en el
mundo del fiqh puede comprenderse por sus respuestas sobre la Shari’at-e-Mustafa
(salla Allahu alaihi wa sallam), que fueron compiladas en 12 grandes volúmenes
que comprenden aproximadamente 12.000 páginas, y que forman el famoso libro
titulado “Fatawa Radawiyyah”, empleado en todas las Darul Ifta (Departamento de
Fatwas) del mundo hoy en día.
Un renombrado teólogo y gran santo de Delhi, Hadrat Mawlana Zayd Abul Hasan
Faruqi (radi Allahu anhu), que completó su educación en la Universidad de Al-Azhar
(El Cairo), reconoció el dominio incomparable del Imam Ahmad Raza Khan (radi
Allahu anhu) sobre la jurisprudencia islámica y otras ramas del conocimiento, con
las siguientes palabras:”Nadie puede negar los conocimientos de Mawlana Ahmad
Raza Khan en el campo del fiqh. Fue sin duda el mayor faqih (jurista) de su
tiempo.”
Cuando el Shaykh Isma’il Khalil, Director de la Biblioteca de Makkah al-Mukarramah
leyó las Fatawa de Sayyiduna A’la Hadrat (radi Allahu anhu) quedó henchido de
alegría y escribió a A’la Hadrat (radi Allahu anhu): “¡Por Allah!, si Abu Hanifah
Nu’man (radi Allahu anhu) hubiera leído estas fatawa, sin duda que le habrían
deleitado y habría concedido a su autor contarse entre sus discípulos.”
La esposa del rey de Rampur estaba muy enferma. El la amaba mucho y estaba
muy apegado a ella. Este rey, que era un “bad madhhab” (quien no sigue la religión
correctamente), envió un mensaje a Bareilly Sharif con un ruego especial. Le pedía
a A’la Hadrat (radi Allahu anhu) que predijese el momento y el lugar del
fallecimiento de su esposa. La esposa del rey se encontraba entonces, no en su
residencia de Rampur, sino en un lugar llamado Nainital. A’la Hadrat (radi Allahu
anhu) le dijo al mensajero que comunicase al rey que su esposa moriría en Rampur
en el mes de Muharraq. Cuando el emisario regresó al rey, le transmitió el mensaje
de A’la Hadrat (radi Allahu anhu).
Con este mensaje de A’la Hadrat (radi Allahu anhu) en mente, el rey se esforzó por
mantener a su esposa alejada de Rampur. No quería que de ninguna manera
estuviese cerca de Rampur.
Sucedió que estallaron disturbios en Rampur. Se referían a los asuntos de la
mezquita Shahid Ganj. El gobernador convocó al rey para que se reuniese con él
urgentemente en Rampur. El rey decidió acudir solo, pero su esposa insistió en
acompañarle. Tan pronto como llegaron a Rampur, la esposa del rey falleció, y era
también el mes de Muharram. ¡La predicción de A’la Hadrat (radi Allahu anhu) se
cumplió!