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F. NIETZSCHE
Wagner, Sobre el estado y la religión, afirma que el hechizado por el arte sólo es capaz de
experimentar como juego la seriedad de la vida,
“que sirva de enseñanza a estas personas serias mi convencimiento de que el arte es la tarea
suprema y la actividad propiamente metafísica de la vida.”
Lo Apolíneo y Dionisíaco
“Ambos impulsos, muy diferentes entre sí, siguen un camino parejo, la mayoría de las veces en
abierta discrepancia, sin cesar de incitarse mutuamente a generar una escalada de nacimientos cada
vez mas poderosos y perpetuando a través de ellos ese antagonismo que sólo la expresión común
“arte” parece mitigar; un antagonismo que impera hasta que finalmente, en virtud de un milagroso
acto metafísico de voluntad helénica aparecen fusionados. Y mediante esta fusión engendran la obra
dionisíaca a la par que apolínea de la tragedia ática”
Lo Apolíneo
“el hombre artísticamente sensible reacciona frente a la realidad del sueño como el filósofo ante la
realidad de la existencia: se deleita en examinarla con todo detalle, pues a la luz de estas imágenes
interpreta su vida. Con ayuda de esos ejemplos, se entrena para vivir”
“fue el sueño, como sostiene Lucrecio, donde las espléndidas imágenes de los dioses se
manifestaron por primera vez en el alma de los hombres, fue en el sueño donde el gran escultor
contempló la fascinante constitución corporal de seres sobrehumanos”.
“la bella apariencia de los mundos oníricos en cuya creación todo hombre se presenta como artista
completo, constituye la condición de todo arte figurativo, es más, de una parte importante de la
poesía.”
Lo Dionisíaco
“La excitación dionisiaca, en cuya intensificación se desvanece el elemento subjetivo hasta rayar en
un absoluto olvido de uno mismo, se despiertan bien a través del influjo de bebidas narcóticas, de
las que todos los pueblos y los hombres primitivos han hablado en sus himnos, bien ante la violenta
proximidad del despertar primaveral, cuando la naturaleza toda es invadida por el placer de la vida”
“Al cantar y bailar, el griego es miembro de una comunidad superior: ha olvidado andar y hablar, y
al bailar, está a punto de volar por los aires, marcha con el arrobo y la soltura de los dioses que ha
visto en sus sueños”
“En el canto dionisiaco se renueva alianza el hombre con el hombre y también la naturaleza
enajenada y enemiga se reconcilia con su hijo y regala espontáneamente sus dones (las rapaces
carroñeras de las peñas se acercan en son de paz)
Bajo el influjo de Dionisio, se deja de ser artista y se pasa a ser en sí mismo obra de arte,
manifestando bajo el estremecimiento de la embriaguez todo el poder estético de la naturaleza.
Tragedia procede del ático tragoidía (canto del macho cabrío), se ha vinculado con el canto del coro
de faunos como con el grito del animal antes del sacrificio.
Grecia, a raíz de dicho pacto, la ruptura del principium individuationis deriva en esplendor artístico
y cultural.
Nietzsche relaciona lo anterior con la idea del pharmakón: un veneno que es también medicina. Este
término se adscribe simbólicamente al caduceo de Hermes, sendas serpientes sobre el plato o frasco
de veneno o fármaco. Dos serpientes porque sólo el conocedor de la duplicidad afectiva dionisíaca
entiende que el sufrimiento dé placer y el júbilo sea a veces tortura.
Este cambio se manifestará con especial énfasis en las representaciones protodramáticas. La danza.
“Hay hombres inexperimentados o estúpidos que pasan por alto estos fenómenos y se burlan de
ellos como enfermedades populares, enquistados en el sentimiento de su propia salud. Y dice, en
realidad estos pobres desgraciados ni siquiera barruntan la palidez cadavérica y el aura espectral de
su propia salud cuando ante ellos pasa bramando la vida ardiente de los alucinados dionisiacos.”
.La hibris.
Gracias al impulso apolíneo de la belleza el poder titánico y oscuro se codifica y transforma, en
transiciones, en el divino orden olímpico.
Ejemplos:
Transfiguración Rafael
El vuelo de las brujas Goya
El escultor y el poeta épico quedan absortos ante la imagen, mientras que el genio lírico se hace
dolor originario y eco originario de ese dolor.
El artista verdadero se redime de su voluntad individual y se transforma en un medium por el cual el
sujeto verdaderamente existente festeja su redención en la apariencia
Nietzsche afirma que se puede decir con seguridad que la lírica depende del espíritu de la música
mientras que la música acaso tolera el acompañamiento con imágenes liricas. La creación poética es
incapaz así de producir nada que no esté ya contenido en la música. Es imposible para el lenguaje
agotar el simbolismo universal de la música precisamente porque ésta refiere simbólicamente a la
contradicción y el dolor originales del Uno original dionisíaco.
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Schegel,: proponía que el coro un espectador idelizado, una sublimación de la idea de pueblo.
Nietzsche; El coro permanece y representa el corazón inalterable de la naturaleza más allá de la
civilización y los devenires de pueblos, culturas y generaciones precisamente porque anulan la idea
de la polis y unen en su seno a todos los hombres. La quietud mayestática y la proyección casi
vibrante de las voces y figuras altas en la escena se entremezclan inevitablemente en la potencia
ritual, polimórfica y cinética del coro.
Schiller definió al coro como un muro viviente contra la realidad, interpuesto entre los espectadores
y la realidad onírica (apariencia de apariencia) del escenario, que muestra al fauno como el hombre
verdadero debajo de todas las pequeñas realidades, no anteriores sino subterráneas. El coro como
espejo del hombre dionisiaco y los coreutas como seres presentes en la realidad dramática suponen
para Nietzsche la manifestación primigenia de la metateatralidad: son en un símbolo de sí mismos
el verdadero contemplador de la realidad visionaria (los espectadores pasivos delegan en ellos). Es
la perfección de ambos modos, un coro dionisíaco que se descarga en un mundo apolíneo de
imágenes.
RECURSOS
VISUALES:
Transfiguración Rafael
El vuelo de las Brujas Francisco de Goya
EJERCICIO WAGNER (TARTES 15-16)
LUCIE PLESCOFF
El héroe está muerto. ¿Está muerto?. La muerte deseable. El amor. Quizás la única manera de sentir
clara y completamente el amor: la muerte del ser amado. Echar de menos, el vacío y algo de
violencia física que que por primera vez coincide con la violencia de la pasión amorosa.
Última escena del ballet "Romeo y Julieta", coreografia de Kenneth McMillan en 2007
A. TRISTÁN TORREJÓN
Hay Alejandrías enteras, escritas e inenarrables en que hallar al fin la sangre y has de seguir
viviendo.
Y no hay veneno.
Sangre por perder por siempre la quietud que retoza en la vitrina de la vida. Esa que señaláis todos
con los dedos al pasar. Sí. Esa. Ardería más rápido que el papel!
Hay también un cuento acaso, el cuento en que el tormento es tan real que puede postrar a las hijas
e hijos de los hombres. Ese. Sí, ese. Tiene de rostros y siglos como la misma palabra.
Y sin embargo la fábula es y sigue siendo fábula de otro y el barco parte mil veces y regresa mil
millones sin nombres tuyos o míos
acaso sin mástil ni historia
sin forma o destino
siquiera poema
Un mascarón de oquedad indesignable.
Titulos: “Alejandrias” “el desierto de los tártaros” “el infinito y la nada”
Pájaros nadando en un mar, desierto, quebrado. Las olas que se estrellan con violencia. No se puede
escribir si se piensa en imágenes, y quizás, para eso la reflexión es necesaria, puesto que es
imposible decidir deliberadamente en que tipo de imagen se manifiesta el flujo de conciencia:
plástico o verbal. Una imagen verbal pide una forma de pensarla. Las palabras vacías, sin imagen,
están vacías. Las palabras están vacías cuando no contienen nada. Escribir palabras vacías es no
escribir, escribir nada.
Títulos: “Grieta de engrama, cañón” “Vagina con cerebelo dentro en cuarentena fulminado por
rayos beta.”