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Cultura de

Paraguay

Panteón Nacional de los Héroes.

La cultura de Paraguay se remonta al


matrimonio extenso de los hombres
criollos y las mujeres guaraníes. La
cultura paraguaya es una fusión de dos
culturas y tradiciones: la europea y la
guaraní del centro de Sudamérica. Más
del 63% de los paraguayos son mestizos
y el grupo restante se reparte en criollos,
lo cual hace al Paraguay uno de los
países más homogéneos en América
Latina. Una característica de esta fusión
cultural es el bilingüismo extensivo hasta
nuestros días: alrededor del 90% de los
paraguayos hablan el castellano y el
guaraní.[1] El jopara, mezcla de
castellano con guaraní, también se habla
extensamente.[2]

Esta fusión cultural está expresada en


las artes como el bordado (ao po'i) y el
encaje (ñandutí). El patrimonio culinario
de Paraguay está profundamente
influenciado por esta fusión cultural, con
varios platos populares que tienen a la
mandioca como ingrediente base, un
cultivo básico similar a la raíz de yuca
que se encuentra en el Suroeste de
Estados Unidos y México, como también
otros ingredientes indígenas, entre ellos,
el maíz, del cual se elabora un plato
popular conocido como sopa paraguaya.
Otro alimento notable es la chipa, un tipo
de pan parecido a un bagel hecho de
almidón de mandioca y queso. Muchos
otros platos consisten en diferentes
tipos de quesos, cebollas, pimientos,
requesón, harina de maíz, leche,
especias, mantequilla, huevos y granos
de maíz fresco.

Son numerosos los patrimonios y


manifestaciones culturales presentes en
la nación guaraní, tanto tangibles como
intangibles: cines, teatros nacionales,
centros y casas culturales, museos y
edificios históricos, catedrales y
conventos, parques y plazas, esculturas y
bustos, pintura y literatura, danzas
populares y canto. La década de 1950 y
1960 vieron el florecimiento de una
nueva generación de novelistas con
poetas paraguayos como Ricardo Mazó,
Roque Vallejos, y el galardonado con el
Premio Cervantes de 1989 Augusto Roa
Bastos. La imprenta llegó a Paraguay en
1700. En 1900 se realiza la primera
proyección cinematográfica y desde
entonces, se han hecho varias películas
paraguayas.

La vida social gira en gran medida en


torno a una familia extensa de padres,
hijos y parientes consanguíneos, como
también padrinos. Los intereses de la
familia determinan en gran medida a que
partido político se unirán, con quién se
casarán, que tipo de trabajo conseguirán,
sí ganarán un pleito, y -en algunos casos-
sí sería prudente que emigren durante un
tiempo. La sociedad paraguaya se
caracteriza por su reconfortabilidad y
apertura a los turistas y extranjeros.
Dentro de la familia, predominan los
valores conservadores, mientras que en
las clases bajas, los padrinos tienen una
relación especial con la familia, ya que
son elegidos debido a su posición social
favorable, con el fin de proporcionar una
mayor seguridad para los ahijados. Se
les da un respeto particular, a cambio de
que la familia pueda esperar protección y
mecenazgo.

Identidad paraguaya
La cultura en la tierra que hoy es
Paraguay se remonta en el paleolítico de
la Región Occidental. Esta cultura,
considerada la más antigua del país, se
caracterizaba por el nomadismo de
cazadores y recolectores, quienes
aprovechaban los recursos naturales sin
ninguna productividad humana y
trajinaban de un lugar a otro en busca de
recursos para la caza, la pesca o
recolección. Por otro lado, los pueblos
neolíticos se asentaban en gran parte de
la Región Oriental, quienes también se
dedicaban a la caza, pero además
cultivaban la tierra, dando paso a la
formación de comunidades en grandes
casas comunales. Este acontecimiento
permitió una base para la organización
social y favoreció el desarrollo de la
manufactura y la cerámica.
La población paraguaya actual es el
resultado de la fusión de dos etnias
distintas: el americano (guaraníes) y el
europeo (españoles). A pesar del
reducido número de españoles en la
sociedad amerindia, desde el comienzo
de la conquista se inició el intenso
proceso de mestizaje a través de la
poligamia entre el hombre español y las
mujeres amerindias. La actual sociedad
y cultura paraguaya es fruto de esa
mezcla étnica; la herencia de la
civilización española se refleja en la
organización política, social y
económica, también la religión, la
vestimenta, la vivienda, los instrumentos
de metal y las técnicas de producción
como el arado y la carreta. De la cultura
guaraní se conservan las costumbres y
los utensilios, el uso de la yerba mate,
valores como la solidaridad y
cooperación, y por encima de todo, el
idioma guaraní el cual es hablado por
casi la totalidad de la población. Todo lo
mencionado constituyen algunas de las
idiosincrasias de la identidad paraguaya,
pero también se le suma los aportes de
otras minorías culturales como los
afrodescendientes de Emboscada, los
japoneses de La Colmena y Pirapó, entre
otros.[3]

Idioma
La característica más notable es el
bilingüismo de los paraguayos. Según la
Constitución Nacional las lenguas
oficiales del Paraguay son el castellano y
el guaraní, ambas habladas por alrededor
del 90% de los habitantes. Sin embargo,
las lenguas habladas en el territorio son
más que dos: el portugués hablado en
las ciudades fronterizas como Ciudad del
Este y Pedro Juan Caballero, el alemán y
bajo alemán hablado en las
comunidades menonitas del Chaco, y las
lenguas habladas por las parcialidades
aborígenes en zonas agrupadas según la
familia lingüística a la que pertenecen.
Existen lenguas cuya habla se limita en
entornos minoritarios como la
colectividad sirio-libanesa cuyos
descendientes se estiman en unos
25.000, mientras que los japoneses
constituyen 10.000 individuos. De todos
los grupos minoritarios, el más
numeroso es la menonita con alrededor
de 40.000 habitantes.[4]

Habla
El español paraguayo, hablado
mayormente por la población de las
zonas urbanas, se caracteriza por el uso
del leísmo y del voseo (uso del vos en
vez del tú), ausencia del yeísmo (no
pronuncia el "ye" como "she", a diferencia
del dialecto rioplatense). En cuanto al
léxico, algunas palabras de uso coloquial
son sacadas del dialecto rioplatense, así
como sacadas del guaraní; en el español
paraguayo la letra "r" es una "rr" y la "tr"
puede llegar a sonar como una "tch" con
la lengua a la mitad del paladar y las "s"
finales pueden llegar a ser mudas. El
castellano hablado en Paraguay tiene
influencias guaraníticas en la semántica
y en la sintaxis. Algunas de estas
peculiaridades son perceptibles aunque
extrañas para el hispano no-paraguayo.
Las frases que llevan la muletilla "un
poco", la cual no tiene significado y suele
usarse en modo imperativo, provienen
del calco semántico guaraní cuyas
sentencias terminan con el sufijo "mína",
como sucede en "Escuchá un poco"
(Ehendumína), "Mirá un poco"
(Ehechamína), "Salí un poco" (Esẽmína),
"Andáte un poco" (Ehomína), "Escribí un
poco" (Ehaimína). Es común las
contracciones en frases como "te vía
contar" (te voy a contar) o "mía ir" (me
voy a ir). Dentro de la variedad de
acentos paraguayos, la más difundida y
estandarizada por todo el país es el
acento asunceno, gracias a la amplia
difusión de los medios televisivos,
radiales y audiovisuales. Luego está el
acento encarnaceno que emplea la
muletilla "ta" en preguntas, y el particular
acento villarriqueño, influenciado por las
poblaciones criollas que se asentaron en
la zona.
Español Guaraní Español
paraguayo paraguayo rioplatense
Me hallo Estoy muy Sentirs
Avy'aiterei
demasiado contento en algú
El "lue
¡Te dije Ha'e voi ¡Te lo dije
énfasi
luego! ndéve! posta!
reafirm
El sufij
rógape
al cast
como
Me voy en Aháta nde Me voy a tu
Esto s
tu casa rógape casa
que el
hace d
esas
prepos
Voy a v
traduc
de
Voy a venir Aháta aju Regresaré Nueva
la fuer
guaran
habla d
castell
Interje
¡Jesúkena! Hesúkena! ¡Jesucristo! asomb
sorpre
"Quitar
guaran
Aipe'áta
Te quitaré Te tomaré usa co
ndéve peteĩ
una foto una foto sinónim
ta'anga
tomar,
obtene
Calco
Me voy a ir Aháta aga Me iré de la o
ahora ko'ẽro mañana guaran
mañana "ahora
cuánd
acción
Usado
siemp
Hace lo que
conno
Anda por quiere;
Oiko iñakãre negati
su cabeza Vive según su
referirs
capricho
person
juicio.
Calco
del gu

Vení un signific
Ejumína Vení es dim
poco
"na" es
Expres
júbilo u
para in

Bebamos, beber
Yaumína Ja'umína alcohó
brindemos
(bebam
(morfe
diminu
(mulet
afecto
Traduc
de la e
Habló por
Oñe'ẽ cherehe Habló de mí guaran

incorre
prepos
Forma
para s
¿Y Ha upéi? ¿Qué onda? iniciar
después? conver
Tambi
a
nuevo?
Calco
del gu
sufijo "
Dale, por signific
Dalena Hálena
favor aunqu
se usa
muleti
expres
Traduc
del gu
Cuidaré a mi
Voy a usa pa
Aháta aiko mamá;
andar por cuand
che sýre
mi mamá Acompañaré a en co
a mi mamá cuidad
person

Rumor
Bolaterapia Volapa Bola
sarta d
Interje
¡Nde tavy! Nde tavy! ¡Qué loco! asomb
sorpre
Person
que no
Antipático,
Argel Ay gracia
insípido, soso
simpa
argel q
Hablar
interm
Plagueón, Quejumbroso,
Chi’õ de las
plaguear quejar
propia
plague
Usado
Genial, cool, frecue
Purete Jarýi
copado en exp
como
Indica
Veníle Eju hese Adelante o apro
realiza
Frase
Vamos a cuand
Ñamombe'úta Suspendamos
declarar tirar la
so'o esto
so'o suspen
activid

Religión
Religión en Paraguay (2018)
Religión Porcentaje
Catolicismo    89 %
 
Cristianos no católicos 7 %

Ateos/Agnósticos/Sin  
2 %
religión  
 
Otros 2 %

La Constitución de Paraguay establece la


libertad de culto, además de leyes y
políticas que contribuyen a la práctica
libre de la religión. Gran parte de la
población paraguaya es católica, y según
datos del Vaticano, en términos
porcentuales Paraguay es el país con
más fieles católicos en América Latina.
Sumado a los cristianos no-católicos,
abarcan el 96% de la población, es decir,
casi la totalidad. El país cuenta con 16
arquidiócesis, 3 mezquitas, 3 templos
budistas, 1 sinagoga, además de
numerosos templos cristianos de los
menonitas, bautistas, adventistas, etc.
Muchas de las minorías religiosas se
encuentran asentadas en Asunción y
Ciudad del Este.

Composición étnica
En la América precolombina, en el
territorio que abarca Paraguay vivían dos
grupos étnicos distintos: los guaraníes y
los pámpidos; los primeros se
caracterizaban por sus costumbres
pacíficas, y los segundos por su
hostilidad y espíritu aguerrido. Tras la
expulsión de los jesuitas de las misiones,
el mestizaje aumentó y ayudó a
constituir una población
etnográficamente uniforme. En la
actualidad, un gran porcentaje de la
población tiene un antepasado guaraní y
español, pero gracias a las leyes de
inmigración que por un tiempo favoreció
a los extranjeros, los inmigrantes de
diversas nacionalidades lograron
asimilarse a la población paraguaya.
Entre esos grupos étnicos se encuentran
italianos, alemanes, franceses, suizos,
japoneses y menonitas principalmente;
estos últimos se asentaron en las tierras
más inhóspitas del chaco paraguayo
para formar sus comunidades
industriales, con la condición de no
prestar servicio militar obligatorio.[5]

Arquitectura

Casa de la Independencia, construida en 1772,


reúne los elementos propios de una casa colonial:
adobe, techo de tejas, armazón de palmas y
tacuaras.
Cruz en homenaje a los paraguayos caídos en la
Batalla de Tuyutí, Guerra de la Triple Alianza.

Durante la época colonial (1537-1811) e


incluso hasta la época del proceso
independentista, Asunción era todavía
una comunidad semirrural y los núcleos
urbanos consolidados aún no existían en
Paraguay. Por consecuente, la
arquitectura de esta época poseía
características de una manifestación
eminentemente popular, con pocos
edificios significativos tanto por su
escala como por el uso al que se
destinaban. Muchas de las arquitecturas
simbólicas del país se encuentran en las
ciudades antiguas, sobre todo en el
territorio que abarca Gran Asunción,
aunque en otras localidades sobresalía
en menor medida la casa del gobernador,
los cuarteles y los conventos, que no
sobrevivieron hasta nuestros tiempos
pero de los cuales se disponen algunos
registros fotográficos. Entre los escasos
ejemplares de la arquitectura residencial
de la época se encuentran: la Casa Viola,
la Casa de la Independencia y la Casa
Castelví.[6]

En la época francista (1813-1840) y a


diferencia de lo que ocurría en el resto
del continente, se da un sesgo político-
económico totalmente diferente que
sometió al país al aislamiento casi total,
y que en lugar de ello, se implementaron
políticas autárquicas para el desarrollo.
Durante las casi tres décadas de este
gobierno se avanza poco en el desarrollo
de núcleos urbanos, continuando con las
tradiciones tecnológicas y espaciales de
la colonia. Las apenas innovaciones
arquitectónicas que se dieron fue el
cambio de las estructuras portantes de
madera por pilares de mampostería y
paredes portantes. Entre los escasos
ejemplos de obras durante este periodo
es el Cabildo de la ciudad de Pilar.
A partir del gobierno de Carlos Antonio
López (1844-1862) comienza la política
de obras públicas de gran envergadura,
constituidas en el proyecto integral para
el país, como la reconstrucción de
Asunción, el erigimiento de escuelas,
estaciones de ferrocarril, muelles,
arsenales, etc. En lo que a arquitectura
respecta, en este periodo se nota la
imposición paulatina de patrones
culturales que relegarían la tradición
colonial, un patrón transitivo hacia lo que
se conoce como clasicismo, entendido
como símbolo de modernidad para el
país, pero sin abandonar los valores
propios de la conciencia nacionalista. Se
inicia la arquitectura de fachada y
aparece el concepto de monumento,
ausente en las precarias poblaciones
hasta ese entonces. Los arquitectos más
destacados fueron Pascual Urdapilleta,
Tomás Vergés, Alonzo Taylor, Alejandro
Ravizza y otros más quienes consigo,
erigieron el Cabildo de Asunción; la
Catedral de Asunción; las iglesias de
Recoleta, Lambaré y Santísima Trinidad;
la Estación Central de Ferrocarril y la
Recova de Aduanas.

En el corto período gubernativo del


Mariscal López (1862-1870) se culmina
el proceso iniciado en el gobierno
anterior. No obstante, la faceta europea
se acentuaría aún más en la arquitectura
de aquel tiempo, un rasgo que el
mariscal implementó tras su viaje al viejo
continente. Una vez que el estado
mercantilista triunfara en el país se
utilizan las obras públicas para prestigiar
al estado, mientras que el clasicismo
incipiente de Don Carlos se mimetiza
definitivamente con los rasgos
europeizados implementados durante la
presidencia de su hijo. Las obras más
emblemáticas son: el Oratorio de la
Virgen de la Asunción (obra del italiano
Alessandro Ravizza y terminado en
1936), el Palacio de los López, el
demolido Club Nacional, la Casona de
Madame Lynch, etc.
El Periodo Liberal (1870-1936) tuvo el
compromiso de levantar demográfica y
ediliciamente el país tras la hecatombe
bélica. Entre los inmigrantes europeos
estaban maestros de la arquitectura,
quienes imprimirían su sello al paisaje
urbano de la nación, especialmente
italianos, lo cual explica porqué el
academicismo eclecticista tiene
marcado carácter italiano y no francés
como sucedió en otros países de la
región. Esta corriente uniformizó el
paisaje de centros urbanos como
Concepción, Villarrica y también
Asunción, cuya conjunción se extendería
hasta el oeste de Fernando de la Mora,
en torno a los ejes de las rutas más
transitadas como la Avenida España y la
Avenida Mariscal López. Entre 1900 y
1940 surge una reacción
antiacademicista con Enrique Clari, el
máximo representante del modernismo
catalán quien también destacó por su
interesante manejo en el Art Nouveau. En
menor medida se desarrolló otras
corrientes de presencia internacional,
como el Art-Decó cuya obra más
representativa es el Edificio Marcopolo.

Desde los años 1940 comienzan a


producirse obras en la línea de la
arquitectura moderna, mientras que
desde la década de 1980 irrumpiría
nuevas transformaciones con la llegada
de los primeros profesionales
arquitectos paraguayos diplomados en el
exterior.[7] Esta arquitectura de neta
influencia moderna posee características
propias, como la ausencia del contenido
social de la propuesta europea y una
gran sensibilidad contextual, es decir, la
integración de la obra con el entorno
construido y con el entorno natural,
característica de muchas ciudades con
la vegetación siempre presente. En las
décadas de 1950 y 1960 se recibe un
soplo renovador con el Movimiento
Moderno, corriente que en Brasil adquirió
su vitalidad, prestigio y carácter propio.
Las construcciones que marcaron el
auge de la corriente vanguardista fueron
el Colegio Experimental Paraguay-Brasil,
el Hotel Guaraní, y algunas de las más
bellas residencias en Asunción, como la
Embajada de Taiwán y la sede de la
Facultad de Arquitectura de la UNA.

Museos …

Museo de Arte Sacro.

Una tienda de recuerdos del Museo de la Tierra


Una tienda de recuerdos del Museo de la Tierra
Guaraní.

Museo Nacional de Bellas Artes: Es


uno de los más icónicos de Asunción y
también del país. Fue inaugurado el 28
de marzo de 1909 por el coleccionista
Juan Silvano, político y pintor inclinado
hacia la pintura decimonónica tardía,
cuya colección se vio enriquecida por
obras de artistas contemporáneos
rioplatenses. En el recinto se exhiben
piezas artísticas en conjuntos de
salas, tanto de artistas nacionales
como de extranjeros residentes en el
Paraguay.
Museo de la Tierra Guaraní: Ubicado
en Hernandarias, forma parte del
circuito turístico, ambiental y científico
de Itaipú. En juegos de textos y
audiovisuales arman el rompecabezas
de la historia, la cultura guaraní y los
10.000 años de ocupación en la
margen paraguaya de Itaipú. Este
museo es el más tecnológico y
moderno del país, y funciona como
una enciclopedia que cuenta la historia
de la nación desde sus primeros
pobladores hasta la sociedad actual;
para ello, en tres microcines se
proyectan una saga de documentales
educativos, tales como el origen de los
guaraníes y su expansión, la conquista
y colonización del territorio del actual
Paraguay por los españoles así como
la evangelización de los jesuitas, y el
periodo de la Independencia del
Paraguay y los diversos gobiernos que
se sucedieron en 200 años.
Museo de Arte Sacro: Emplazado en la
edificación de estilo ecléctico Villa
Lina, este museo resguarda una
colección de piezas esculturales del
arte sacro del barroco hispano-
guaraní. Se inauguró el 24 de marzo de
2010 y se ubica cerca de la escalinata
Antequera, uno de los referentes
urbanos de Asunción. Un centenar de
obras conjuntados en 700 piezas
pertenecen a la colección de la
Fundación Nicolás Darío Latourrette
Bo.
Instituto de Historia y Museo Militar:
Fue fundado el 16 de octubre de 1939.
Esta entidad, dependiente del
Ministerio de Guerra y Marina del
Paraguay, se encarga de promover,
valorizar e incentivar la investigación
de la historia militar paraguaya a
través de la exhibición de objetos y
documentos testimoniales de tiempos
de guerra y paz de la milicia
paraguaya. En lo que a patrimonio
histórico respecta, alberga numerosas
muestras de armamentos, banderas,
uniformes, objetos bélicos y
documentos de las dos guerras
internacionales que el Paraguay
protagonizó: La Guerra de la Triple
Alianza y la Guerra del Chaco.
Museo Naval Vapor Cué: El museo
naval forma parte del parque nacional
cuya área abarca más de 50 hectáreas
y se ubica a 98 km de Asunción, en
cercanías de la ciudad de Caraguatay.
En el lugar se resguardan los buques
de guerra de la armada paraguaya que
quedaron varadas ahí desde 1869,
durante la Guerra de la Triple Alianza.
En 1978 comenzó la tarea de
recuperación y rescate de estos
barcos.
Museo del mueble paraguayo: Se
inauguró el 9 de mayo de 2010 en la
ciudad de Areguá. La muestra reúne
una colección de muebles elaborados
en el país entre los siglos XVII y XIX,
como armarios, tinajas, escaños,
reclinatorios, arcones (en guaraní
karameguâ), mesas, sillas, sillones,
puertas, ventanas y nichos de origen
jesuítico, franciscano y popular.
Algunos de estos muebles pretenden
trazar la línea de vinculación de los
mobiliarios coloniales hasta 1820 con
muebles que estuvieron presente
hasta ese entonces y formaron parte
de la gesta independentista.
Centro de Artes Visuales Museo del
Barro: Se ubica en las afueras de la
capital y es conocida también como
museo de la arcilla, debido a que
piezas de arcilla y barro hechas por
indígenas se almacenan en este lugar.
La galería contiene piezas de cerámica
precolombina, trabajos en madera,
encajes y materiales de arte
contemporáneos. Su acceso libre
permite poner a disposición las
diversas expresiones visuales
paraguayas e iberoamericanas.

Misiones Jesuíticas Guaraníes …


Misiones Jesuíticas:
La Santísima Trinidad de Paraná y Jesús
de Tavarangué

Patrimonio de la Humanidad de la Unesco

Vista del mirador de la misión jesuítica de


Trinidad.
Localización
País Paraguay
Datos generales
Tipo Cultural
Criterios iv
Identificación 648
Región América Latina y el
Caribe
Inscripción 1993 (XVII sesión)

Paraguay fue en su máxima extensión la


antigua Provincia Paraguaria, una
administración jesuítica perteneciente al
Virreinato del Perú y cuya capital clerical
fue la ciudad de Córdoba. Durante los
siglos XVII y XVIII, en esta provincia se
construyeron 30 reducciones que en la
actualidad se encuentran repartidos en
tres países: 8 en Paraguay, 15 en
Argentina y 7 en Brasil. En 1609 se creó
la primera reducción de San Ignacio
Guazú, y desde entonces, fueron
creándose los demás pueblos,
subdivididos en 23 Misiones
Occidentales (en el sur de Paraguay y en
las actuales provincias de Misiones y
Corrientes) y las 7 Misiones Orientales
en el suroeste de Brasil. Los jesuitas
fueron expulsados en 1768, por lo que
los pueblos entraron en decadencia y sus
pobladores se vieron en la necesidad de
migrar hacia otras zonas de Paraguay,
Misiones y Corrientes. En estos lugares
aun quedan vestigios de su estructura
arquitectónica y urbana.

A partir del sincretismo español-guaraní,


en las misiones jesuíticas guaraníes se
sentaron las bases del alfabeto y
literatura guaraní, la gastronomía
paraguaya, la música paraguaya y otras
artes. En términos de creación literaria,
composición musical, gastronomía
regional y toda la amalgama de
expresiones artísticas paraguayas, las
artes aprendidas en las misiones
continuaron evolucionando junto con los
aportes provenientes de otros
inmigrantes de finales del siglo XIX y
todo el siglo XX. Entre las reminiscencias
culturales transmitidas por jesuitas-
guaraníes, tanto tangibles como
intangibles, se encuentran el arpa
paraguaya, la polka paraguaya, el
chamamé, la música misional, el
consumo de la yerba mate, los alimentos
a base de almidón y maíz como la chipa
y chipa guazú, el idioma guaraní que
alcanzó su estatus de lengua regulada y
que gracias a ello es uno de los idiomas
oficiales del Paraguay.

Dos de las ocho reducciones paraguayas


fueron declarados patrimonio cultural
inmaterial de la humanidad por la
Unesco. Ambas se encuentran en el
departamento de Itapúa, en las ciudades
de Jesús y Trinidad, a unos 50 km de la
capital departamental Encarnación. La
Misión de Jesús de Tavarangüé
complementa el circuito turístico con la
proyección de un video mapping en 3D.
La intención es que los visitantes de la
Misión de Jesús puedan conectarse de
manera directa con la historia de la
creación y desarrollo de los 30 pueblos
fundados por la Compañía de Jesús. En
la proyección se recrea las actividades, la
labor evangelizadora de los padres
jesuitas y la historia en las treinta
misiones.[8]

Véanse también: Misión jesuítica de Jesús de


Tavarangüé y Misión jesuítica de La Santísima
Trinidad de Paraná.

Bellas Artes

El Ateneo Paraguayo.
Según el crítico de arte Ticio Escobar, las
expresiones artísticas que se da en
Paraguay comparte relaciones entre lo
culto y lo popular en la problemática
latinoamericana, es decir, que las formas
de arte erudito con filiación vanguardista
comparten escenarios paralelos con las
del popular tradicional. Estos, parecen
constituir los sitios más propicios donde
se pueda resistir el esteticismo
concertado de la cultura hegemónica
global. El arte popular, que incluye el arte
indígena en Paraguay, es un universo
vasto que se desarrolla simultáneamente
con otras formas de arte en el país.[9] El
Ateneo Paraguayo es el espacio
fundacional para el desarrollo de las
manifestaciones artísticas; fundado en
1883, lo convierte en la escuela de artes
más antigua y prestigiosa del país. En
este instituto se formaron algunos de los
más altos exponentes del ambiente
artístico paraguayo: el teatro (Aníbal
Romero, Carlos Gómez, María Elena
Sachero); las artes plásticas (Delgado
Rodas, Jaime Bestard, Edith Jiménez,
Olga Blinder); y la música (Remberto
Giménez, José Asunción Flores,
Herminio Giménez, Juan Carlos Moreno
González).[10]

Las características particulares de una


manifestación artística se definen por el
contexto local en que se desarrollan,
pero se relacionan indefectiblemente con
el desarrollo y la característica que cada
arte va teniendo en el complejo global. A
pesar de las influencias ideológicas o
estéticas, el desarrollo de las artes
ligadas a la Ilustración en el Paraguay
tuvo tiempos que no se caracterizaron
por la simultaneidad con otros países,
tampoco con los países vecinos. Un
ejemplo de ello fue el exponente del
teatro paraguayo Arturo Alsina, quien
puso en auge la corriente realista durante
los años 1930 en Paraguay, a pesar de
estar influenciado por el dramaturgo
noruego Henrik Ibsen cuya corriente ya
se consolidaba en el siglo XIX. Es ahí
cuando se ve, que no había
simultaneidad en el tiempo si hablamos
del desarrollo de las artes en el contexto
global. No obstante, durante la
instalación de las corrientes teatrales de
influencia extranjera, a su vez, en
Paraguay se desarrolla una corriente
popular creada por Julio Correa, quien
dio un giro innovador con sus obras
escritas en guaraní.

Artes visuales …

Museo de Bellas Artes en Asunción.


Según la escritora Lía Colombino, el arte
podría considerarse como "crispación de
un momento histórico", lo cual lleva a
pensar la consideración del entorno,
momento histórico y las condiciones de
producción que tuvieron lugar en el
Paraguay. Varios autores paraguayos
coinciden en que la fuerza renovadora no
se produce de forma paralela en todos
los países latinoamericanos, debido a las
condiciones propias de cada uno, y que
la retrasada llegada de las artes visuales
permitió que los artistas paraguayos
mostraran una nueva estética en el
escenario global ya consolidado. Esto se
nota cuando a inicios del siglo XX países
como Argentina, Brasil y Uruguay ya
mostraban indicios de un arte abierto a
la tendencia internacional, eso que se
hacía llamar arte moderno, algo que en
Paraguay se daría a partir de la década
de 1950 con los cambios significativos
adquiridos respecto al universo de las
artes visuales.

El arte popular tuvo -y tiene- un desarrollo


independiente al arte académico,
mientras que otra gran parte de las artes
visuales en Paraguay durante la primera
mitad del siglo XX estuvo muy ceñida al
academicismo, o sea, aquellas
expresiones pictóricas tendientes "a lo
bello, a lo que está bien" según las
coordenadas dictadas por el arte
europeo. En este sentido, algunos
críticos concluyen que las influencias
llegaban de manera tardía, pero que de
manera tímida ya se daban prácticas
orientadas hacia la liberación del
academicismo plástico. Una de las
teóricas de la modernidad, Josefina Plá,
explicó que la pintura de Paraguay
presentaba el mismo desafío de todas
las pinturas americanas, al tratar de
integrar el ritmo telúrico con las
premisas modernas. Al respecto,
Escobar remarca que el arte paraguayo
tiene una fuerte tendencia al
expresionismo, que se nota en el arte
colonial o en el periódico de trinchera
«Cabichuí» (una tira de humor gráfico
lanzado durante la Guerra de la Triple
Alianza).[11] A su vez, el arte visual
paraguayo es difícilmente reducible a
categorías puesto que cubre una gama
muy amplia de las formas esquemáticas
o hieráticas del arte indígena guaraní,
hasta las formas de expresionismo
romántico; o la de grupos como los
ayoreos que tienen un arte más
turbulento y barroco.

Pintura …

En la primera mitad del siglo XX, en el


caso de plástica nacional existieron
prácticas aisladas que poco a poco
construían un arte de renovación desde
los años 40. Esto se nota
particularmente en las obras de Jaime
Bestard, Julián de la Herrería, Wolf
Bandurek y Ofelia Echagüe Vera, quienes
se consideran a menudo como pioneros
en la renovación del arte en Paraguay. La
modernidad atravesó un proceso con
características propias en dos etapas: la
primera sucede en el periodo 1940-1954
y se relaciona a preocupaciones sobre
identidad y renovación formal, con
artistas de visiones particulares; la
segunda tiene lugar desde los años 1960
hasta principios de los años 70 con la
actualización del repertorio lingüístico
que se desarrolla a partir del Grupo Arte
Nuevo, cuya búsqueda se basaba en
nuevos planteamientos temáticos.[12]

Pintores como Pablo Alborno, Modesto


Delgado, Bestard y Roberto Holden
continuaban con la pintura academicista
hasta la década del 50, quienes además
manifestaban su inclinación al nativismo
y la reconstrucción histórica. Sin
embargo, con la llegada de João Rossi
implosionaría nuevas formas de ver el
arte, gracias a las clases de teoría que
acostumbraba dictar en la Asociación
Cristiana de Jóvenes, en Asunción. Entre
los pintores y dibujantes más
destacados, se encuentran Ignacio
Núñez Soler, quien inscribiría su obra en
un lugar que no existía en el arte
paraguayo, con la presentación de la
serie "Mis personajes"; Joel Filártiga,
quien a finales de los 50 despliega un
fuerte expresionismo en sus obras; y
Livio Abramo, de trascendente aporte al
culto paraguayo gracias a sus grabados.

Fotografía …

Prisioneros paraguayos en la Guerra de la Triple


Alianza, circa 1870.
La fotografía como arte pragmático data
de mucho antes de los 90s, época en que
recién la fotografía formaría parte del
campo de las artes visuales en igualdad
de condiciones a las demás artes. En el
Paraguay del siglo XIX existen registros
fotográficos de extranjeros embriagados
con los paisajes y parajes de la nación
guaraní. Personalidades intelectuales
como Rosa Palazón, Jesús Ruiz Nestosa
y Javier Rodríguez Alcalá pesquisaron
estos registros siguiendo las huellas del
uso social de la fotoimagen en Paraguay
desde 1850 al cual nombran como
crónicas visuales: señalaron que esas
primeras fotografías registraron el
espacio urbano asunceno y las
personalidades de la época que, junto a
otras traídas del exterior conformaron el
primer conjunto local de
representaciones en ese lenguaje.

En la escena pictórica paraguaya, las


fotografías partieron de una dimensión
narrativa, es decir, fotos que cuentan la
vida de un lugar o que narran una época.
Esto se documenta en la Guerra del
Chaco y en la Guerra de la Triple Alianza;
de la primera existen colecciones y
álbumes de los fotógrafos Adolfo María
Friedrich y Carlos de Sanctis, mientras
que de la segunda se rescatan las
documentaciones hechas por la empresa
norteamericana Bate & Cia (representada
en aquel entonces por Montevideo) a
través de fotógrafos enviados junto a las
tropas aliadas.

A comienzos del siglo XX la fotografía se


constituyó como uno de los principales
medios de representación de diversos
aspectos de la sociedad y el entorno
paraguayo, especialmente con la
aparición del periodismo gráfico. A
mediados de este mismo siglo se
adentra en otra dimensión de la
fotografía: la conceptual, aquella que ya
no intenta perseguir, retratar, ni
representar la realidad, sino presentarlos
como construcciones imaginarias o
como una matiz de la realidad. En este
entorno destacan coleccionistas como
Javier Yubi o el fotógrafo Guido Boggiani
quienes constituyen los principales
referentes del lenguaje fotográfico
producidos a principios del siglo XX en
Paraguay.

Cómic …

La primera historieta de aventuras


publicada en Paraguay fue "Ivo, el piloto
audaz", en la década del 60. De ahí, han
surgido otros estilos en el mercado del
cómic paraguayo, como la revista
Mugen, una editorial que se dedica a la
producción y venta de historias en
formato manga (cómic japonés) del que
también florecen proyectos alternos para
la llegada a un público, y por extensión, a
un mercado mayor.[13] Existen
adaptaciones de cómics internacionales
como Mafalda, personaje de Quino que
se publicó en varios idiomas y también
en guaraní.[14] La sátira y las críticas
sociales se encuentran marcadas en los
cómics mediáticos, con autores como
Caló, Mario Casartelli y otros
caricaturistas.

Arte urbano …

El arte urbano es una modalidad


emergente entre la población joven de
Paraguay. La mayoría de las obras,
pinturas, jeroglíficos, graffitis y otras
expresiones visuales se reflejan en
murales, paredones, pisos, escalinatas,
anfiteatros y paseos. Un símbolo urbano
de Ciudad del Este por ejemplo es el
anfiteatro del lago, cuya paleta de
colores inspirado en el astro rey
representa el nuevo amanecer, ya que
junto con Salto, es la ciudad más oriental
de todo el país. En algunas ocasiones el
arte relacionado a la festividad religiosa
saca a flote la creatividad de los artistas.

Artes escénicas …

Las artes escénicas del Paraguay


estuvieron fuertemente marcadas por el
realismo durante las primeras décadas
del siglo XX, aquella que procura reflejar
la realidad tal como la percibe nuestra
conciencia inmediata, y en especial,
aquello que predominaba en el horizonte
teatral paraguayo, como el
costumbrismo folklorista, el zarzuelero
español, el sainete o el dramón
rioplatense. Otra característica del arte
escénico es que, desde fines de 1800
hasta 1915, no hubo producción de
dramaturgia propia. Como los formatos
se limitaban a la mera reproducción
sobre tablas (entiéndase, actuar en el
escenario) muchos libretos eran traídos
por las compañías visitantes que, con
frecuencia, desembarcaban en el baldío
donde no había compañías ni
dramaturgias propias. Algunos
referentes de la escenografía paraguaya
son Luis D'Oliveira, Carlitos Vera, Graciela
Pastor, Ernesto Báez, José Rivarola
Matto, Moncho Azuaga, Perlita
Fernández, Tito Chamorro, y otros más.

Teatro …

El teatro en español llega primero que el


teatro en guaraní, con Josefina Plá al
mando quien ayudaría a popularizar el
teatro paraguayo más allá de sus
fronteras, sin embargo, no tardaría en
revelarse un trasfondo respecto al
génesis de esto: los actores y actrices
paraguayos se desempeñan mejor en
guaraní que en castellano, aunque no
utilicen el guaraní en su vida diaria, un
hecho fundamental que remarca la
condición bilingüe en el desarrollo de la
literatura y el teatro. La introducción de
un Concurso Nacional de Teatro
promovió el creciente interés por generar
personajes y tramas propios; fue así, que
en 1915 iniciaría realmente la literatura
teatral contemporánea, con obras como
Flor del valle, Venganza del coronel, El
intruso, El huracán, La cena de los
románticos, que eran generalmente de
comedia o drama.[15] En la década de
1920 aparecen obras alineadas en
temáticas como ideales sociales,
derechos de las minorías,
preocupaciones psicológicas o
inquisiciones metafísicas. En esta parte
de la historia, apareció Julio Correa,
autor que estableció una nueva era en el
teatro paraguayo gracias a sus guiones
para el pueblo y acerca del pueblo,
utilizando el guaraní o jopara que es el
idioma de la gente. Con el guaraní,
Correa no buscó imitar el estilo literario
europeo, sino establecer una identidad
propia. Correa entrenó a varios actores
como Ernesto Báez, Mirna Veneroso,
Carlos Gómez, Georgina de Correa,
Aníbal Romero y Máxima Lugo (conocida
más tarde como “la reina de las
veladas").

En los años 1930, Josefina Plá y Roque


Centurión Miranda fundaron la Escuela
Municipal de Arte Escénico, la primera
escuela de teatro del país que introdujo
el método de Constantin Stanislavski. En
1932, el comienzo de la Guerra del Chaco
marcaría un punto de inflexión en el
contacto directo con la realidad
ambiental, un suceso que inspiraría no
solo al teatro, sino también a la música y
a la poesía en la cultura paraguaya. En la
quinta década del vigésimo siglo ocurren
dos hechos en la historia del arte
escénico paraguayo: la creación de la
Compañía de Comedias del Ateneo
Paraguayo en 1941 y; el primer retroceso
en creación artística a causa de la
Revolución del 47, en la que artistas de
varios elencos se vieron avasallados por
la policía y huyeron en el exilio a países
como Argentina. Durante la dictadura de
Stroessner, entrando ya en los 50,
algunos grupos se establecen y en 1956
estrenan un género teatral musical
conocido como zarzuela paraguaya, con
libretos inspirados en folclores y
costumbres populares. No muy lejos de
estos años, surge el radioteatro al frente
de pioneros como Roque Sánchez,
Mercedes Jané, Mario Prono, Eduardo
Rey y Alberto Lares. En resumen, el
teatro paraguayo desarrolló numerosas
vertientes y a raíz de ello, emergieron
numerosos proyectos que siguen
vigentes en este sector de la vasta
cultura escenográfica nacional.
Danza …

La danza de la botella, típica del folclore paraguayo.

Al igual que con la danza en


Latinoamérica, la danza en Paraguay no
fue danza de salón en un principio, sino
danza de la tierra y a cielo abierto,
particularidad que se le atribuye a los
guaraníes que acostumbran rezar o
cantar en sus danzas rituales. Los
jesuitas y franciscanos influyeron
notablemente en la cultura paraguaya,
enseñaron músicas y danzas las cuales
integraron al rito litúrgico. En siglos
posteriores, en la época de los López se
aprendieron modalidades europeas
mayormente introducidas por Madame
Lynch, las cuales el pueblo asimiló y llevó
a un plano más popular, otorgándoles
cadencia y un estilo expresivo propio.
Los estilos predominantes fueron: el
círculo, doble círculo, filas paralelas o
calles y la formación de cuadrilla.

La danza paraguaya está influida en


mayor medida por la cultura española y
la francesa, con matices propios de la
danza nativa. En la post guerra de 1870
la danza decayó, y con el surgimiento de
nuevos ritmos musicales como la
guarania y el rasguido doble, se arraiga
con fuerza la enseñanza de la danza
clásica, estimulada por inmigrantes
provenientes de Italia y Rusia. Estos
estilos bailables adquiridos no son copia
fiel de las tradiciones europeas, sino que
los criollos paraguayos fueron quienes
dieron vida e identidad nueva hasta
convertirlas en arte nacional. Los bailes
tradicionales de Paraguay son el pericón,
la golondriana, londón karape, galopera,
el baile de la botella.[16]
En 1936 Doris Doreé introduce la escuela
moderna en el Ateneo Paraguayo y 4
años después, deja el país. En los
tiempos de la Segunda Guerra Mundial
llega Erika Milee y presenta piezas
memorables de la danza moderna
característica del expresionismo alemán,
poco después inaugura su propia
academia de danza y con ello, busca una
danza propia que integre aspectos de la
danza originaria, lo cual lograría con
presentaciones en colaboración conjunta
con la parcialidad maká. Entre los
renovadores de la danza paraguaya se
encuentran Graciela Meza, Marisol Pecci,
Carmiña Martínez, Mary Carmen Niela y
Wal Mayans.
Cine y audiovisual …

La primera exhibición cinematográfica


del Paraguay tuvo lugar el 2 de junio de
1900, titulado "Vistas de actualidad",
justo cinco años después de la primera
proyección pública del cine en el mundo,
realizada en París. Se exhibieron diez
películas, primeramente en el Teatro
Nacional, que luego cambiaría de
nombre al de Ignacio A. Pane. Tenían
alrededor de cinco minutos de duración
cada una, mudas, y en blanco y negro:
Juego de niños, Artistas de circo, Jardín
de plantas en París, Una doma en México
y Maniobra de la armada española, entre
otras, fueron los primeros cortos
presentados. A partir de ahí, con el auge
del cine se realizaron varias películas
durante y después de la Guerra del
Chaco, entre ellas "Sopa paraguaya,
recetario híbrido para una videografía".

Grupos y talleres contribuyeron al


desarrollo del audiovisual, como el Taller
de Cira Moscarda (1962-1982) donde
destacaron personalidades como Juan
M. Prieto, Bernardo Krasniansky, Ricardo
Migliorisi y Jorge Nasta cuya temática se
inclinaba a la cultura pop y la psicodelia;
el Cine Arte Experimental (1964), con una
mirada cercana al cine documental de la
mano de Carlos Saguier, Jesús Ruiz
Nestosa, Tomás Palau y Antonio
Pecci.[17] A pesar de ser desconocido,
especialmente por la poca tradición
cinematográfica en el siglo XX, sumado a
las limitaciones del pequeño mercado, el
surgimiento de talentos ocurre desde los
años 80 con la llegada de la tecnología
digital y la realización de largometrajes
de ficción.

Las primeras filmaciones en Paraguay


datan de 1905 con Ernesto Gunche y
Eduardo Martínez de la Pera, quienes
realizan las primeras vistas de Asunción
y de los Saltos del Guairá. La primera
película con el que los paraguayos se
identificarían es el largometraje "Alma
paraguaya" (1925) de Hipólito Carron y
Guillermo Quell, mientras que en 1926 se
registra por primera vez los vestigios de
un desastre natural, el Ciclón de
Encarnación, que a su vez documenta la
asistencia social a los damnificados.[18]
El primer largometraje de producción
íntegramente paraguaya fue Cerro Corá
(1978).

Música …
Arpa paraguaya.

En Paraguay, al menos en la música


popular y en los estilos pioneros, la
oralidad es la principal manera de
transmitir la cultura. Los registros
acústicos y la vertiente religiosa están
estrechamente ligados al oficio del
shaman-músico entre los nativos.
Algunas de las familias amerindias del
país todavía mantiene este estilo musical
primitivo, lo cual no significa antigüedad
o detenimiento en el tiempo, sino al
contrario, es una costumbre viva
transmitida de generación en generación
complementado con un legado material
invalorable en lo que a instrumentos y
materiales sonoros respecta, sean
rítmicos, sean melódicos. Muchos de
estos instrumentos autóctonos fueron
reemplazados por la instrumentación
europea, trayendo consigo nuevas
formas de concepción, ejecución y
transmisión; un proceso evolutivo que
tomaría rumbo en la identidad musical
paraguaya.
Música popular …

La música popular o disciplinar surge en


la década de 1930 con los principales
referentes del folklore paraguayo: José
Asunción Flores, Mauricio Cardozo
Ocampo y Félix Pérez Cardozo. En este
lapso de tiempo se desarrolló la tradición
de la guitarra clásica, que vio nacer a la
figura más trascendente, el compositor
Agustín Pío Barrios Mangoré (el paganini
de la guitarra de la selva paraguaya).
Durante el siglo XX hubo un tímido
desarrollo del jazz, género que en los
años 80 ayudaría a sentar las bases de
otro género emergente en aquel
momento: el rock paraguayo.
José Asunción Flores creó la guarania y
desde su aparición, constituyó una
creación propia y hasta un fenómeno
significativo en el universo musical del
siglo XX. Esta combinación de ritmos
lentos con melodías pudo traducir el
carácter del paraguayo más allá de lo
que ya se expresaba con la polka y sus
estilos derivados. Durante la Guerra del
Chaco se hizo conocida un tipo de polca,
que es conocido como polca canción o
purahéi, de ritmo lento y acompasado el
cual alcanza mayores niveles de
epicidad, con composiciones como
"Nanawa" o "Fortín Toledo".
Otro de los compositores más prolíficos
en este campo fue Emiliano R.
Fernández, con una poética en la que se
entrelazan el castellano y el guaraní, con
piezas entre las que se pueden nombrar
"Regimiento 13 Tujuti", "Che La Reina",
"Puerto Casado", "Mboriahu Memby" y
otras. El arpa paraguaya es uno de los
instrumentos que identifican a la música
popular paraguaya, y su difusión
universal estuvo a cargo del músico Félix
Pérez Cardozo. En la actualidad, Berta
Rojas es quien realiza esta labor en pro
de la difusión del arte musical nacional,
interpretando incluso las piezas de
Nitsuga Mangoré en algunas
presentaciones.
Música académica …

La música académica es la forma de


denominar a la música clásica y a la
música culta, cuya enseñanza estuvo
determinada por maestros extranjeros,
especialmente italianos. Numerosos
instrumentistas, directores de orquesta y
maestros incursionaron en esta área:
Juan Max Boettner, Kurt Lewinson,
Remberto Giménez, Carlos Lara Bareiro,
Oscar Safuán, Luis Alberto del Paraná,
Juan Carlos Moreno, Efrén Echeverría,
César Cataldo, Alberto de Luque, Juan
Cancio Barreto, Luz María Bobadilla, Luis
Szarán, Diego Sánchez Haase, Nicolino
Pellegrini, Darío Gómez Serrato. En
Paraguay funcionan varios institutos
para la formación académica musical,
entre las que pueden citarse la Escuela
de Música Diapasón, Academia de
música Music Hall, Escuela de música
Yamaha, Academia de música Asunción
Asensio, etc.

Rock paraguayo …

El rock nacional nace de un movimiento


de resistencia y oposición a una
sociedad conservadora y un régimen de
gobierno opresivo, con intérpretes
solistas que elaboraban sus propias
composiciones en castellano y en
guaraní. Fue un estilo que se gestó de
manera underground, es decir, en la
periferia de la escena musical paraguaya,
pero como sucede, el rock de Paraguay
compartió el mismo escenario paralelo
que en otros países, al ascender
exponencialmente de popularidad en los
clubes y fiestas de la clase adinerada.
Durante su auge estuvo influenciado por
el beat argentino y el movimiento
anglosajón, hasta que en 1983 (época en
que el movimiento underground estaba
en expansión) el grupo Pro Rock
Ensamble lanza el primer LP paraguayo
titulado Música para los perros, con un
éxito moderado el cual toma fuerza
hasta los años siguientes. En 1993 el
grupo de thrash metal Corrosion lanza su
LP Report of exploitation en el que
incluyen un tema en guaraní. Así, a partir
del 2000 en adelante el escenario rock-
metal adquiere forma y aceptación del
público paraguayo. Los grupos y
proyectos musicales que contribuyen al
género y subgénero son: Bohemia
Urbana, Salamandra, Pipa Para Tabaco,
The Force, Kchiporros, Revolber, Paiko,
Área 69, Sabaoth, Kuazar, Funeral,
Mastermind, Under Assault y grupos
femeninos como Las Evas, Las
Residentas, Carnival Prozac Dreams y
otras alineaciones lideradas por la
vocalista Mónica Guppy. De hecho, la
mayoría de las agrupaciones que
surgieron en los 60 y 70 trabajaban en
proyectos académicos y orquestales.
José Asunción Flores.

Hilarión Correa.
Eladio Martínez.

Luis Szarán.
Agustín Pío Barrios.

Emiliano R. Fernández.
Berta Rojas.

Oscar Safuan.
Luis Alberto del Paraná.

Maneco Galeano.

Literatura …
Augusto Roa Bastos, ganador del Premio Cervantes
en 1989.

La literatura paraguaya es una de las


más desconocidas en el panorama
latinoamericano y los autores conocidos
fuera de sus fronteras son Augusto Roa
Bastos, Josefina Pla, Gabriel Casaccia,
Elvio Romero y Rubén Bareiro Saguier. La
Guerra de la Triple Alianza, que supuso
una interrupción de las incipientes
actividades literarias, sumado a la
reconstrucción del país desde el último
cuarto del siglo XIX, las producciones
paraguayas más importantes
aparecerían en pleno siglo XX.[19] En la
post-guerra del chaco, nuevas corrientes
estéticas encuentran difusión en la
poética paraguaya. En lo que a
periodismo paraguayo respecta, su
nacimiento como oficio se da en el
Paraguay de Carlos Antonio López,
cuando en 1844 abrió el primer
establecimiento de una imprenta el cual
funcionaría apenas se lanzara el tiraje del
periódico "El Paraguayo Independiente".

Literatura castellana …
El desarrollo de la literatura en el siglo
XIX era todavía pobre debido a la férrea
censura de la Dictadura de Francia, al
eliminar la práctica literaria. De las
décadas posteriores se conocen autores
dedicados a la poesía, como Natalicio
Talavera, y algunos hitos literarios, como
la creación de la revista La Aurora o la
tira cómica/informativa Cabichu'i.
Durante el siglo XX, la práctica literaria
aumenta paulatinamente hasta alcanzar
su apogeo en los poetas de la
generación del 40. En ese grupo se
encuentra Augusto Roa Bastos, el
escritor más universal del país, y con él,
aparecerían más obras en la década del
60, mientras que en los años 1980 las
editoriales apuestan a favorecer a
autores emergentes. Las diez obras
imprescindibles de la literatura del
Paraguay son: El dolor paraguayo (Rafael
Barret, 1909); Ceniza redimida (Hérib
Campos Cervera, 1950); La Llaga (Gabriel
Casaccia, 1963); Ojo por diente (Rubén
Bareiro Saguier, 1971); Angola y otros
cuentos (Helio Vera, 1984); Cuentos,
microcuentos y anticuentos (Mario Halley
Mora, 1987); Antología poética (José
Gómez Sanjurjo, 1996); Poesías
completas (Josefina Pla, 1996); Poesía
completa (Elvio Romero, 2011);
Memorias de la Guerra del Paraguay
(Augusto Roa Bastos, 2011).[20]
Literatura guaraní …

La literatura de creación en lengua


guaraní es copiosa y creciente. Durante
las décadas de 1920 y 1930 los aedos
guaraníticos superaron en lirismo a los
poetas de producción castellana, el cual
alcanzó sus notas más altas con Manuel
Ortiz Guerrero, Marcelino Pérez Martínez
con "Rohechaga'u", y Darío Gómez
Serrato con "Jasy Morotî". Son
manifestaciones del genius loci que
expande el alma popular, con un coro
selvático, "digno del río epónimo", como
concluiría Justo Pastor Benítez. En 1950
se funda la Asociación de Poetas,
Escritores y Artistas Guaraníes, y si bien,
poco tiempo atrás la tendencia era
componer música paraguaya con letras
en guaraní, existe una predilección de
escribirla en castellano (o en ambos
idiomas), debido a que la idea es
alcanzar mayores éxitos y difusión
internacional. Entre los prolíficos y
meritorios autores que usaron el guaraní
como medio de expresión se encuentran
Narciso Ramón Colman, Leopoldo
Benítez, Félix Fernández Galeano,
Francisco Martín Barrios, Darío Gómez
Serrato, Eduardo Saguier (quien tradujo el
poema Martín Fierro), Emiliano R.
Fernández, Gumersindo Ayala Aquino y
Mariano Celso Pedrozo. Existen
escritores y co-autores que se
encargaron de darle una interpretación
musical a cada una de las estrofas
escritas y se popularizaron, más por la
musicalización que por el verso en sí.

Artesanía

El Ñandutí es el pódium de la artesanía y símbolo


ornamental en muchas expresiones artísticas del
Paraguay.

La artesanía paraguaya es conocida y


apreciada en muchas partes del
mundo.[21] [22] El Instituto Paraguayo de
Artesanía (IPA), creado por Ley N.º
2448/2004, es una entidad autárquica y
descentralizada cuyo objetivo es
promover el desarrollo de la artesanía
nacional, estimular y proteger al
artesano, así como buscar canales de
comercialización e incentivar la
formación en los diferentes rubros que
se encuentran. La artesanía de Paraguay
se divide en dos vertientes: la artesanía
paraguaya y la artesanía indígena. En el
Paraguay virreinal, las manifestaciones
artesanales como el kambuchi y los
tejidos fueron aprovechadas para las
nuevas funciones coloniales, mientras
que la pintura corporal y el arte plumario
fueron erradicadas por su
incompatibilidad con el proyecto
colonizador español. En el Paraguay
Independiente, a causa del
enclaustramiento del país decretado por
el Dr. Francia, el retorno a las
modalidades artesanales con raíces
coloniales provocó su impulso a fin de
abastecer la demanda local. Más
adelante, aun después de la Guerra
Grande, Josefina Pla señala que ciertas
artesanías sobrevivieron a la destrucción
fundamentalmente porque estaban
ligadas a las funciones utilitarias
elementales, y también a la práctica
femenina, si se tiene en cuenta que la
población masculina adulta fue
diezmada en la guerra. Desde entonces,
por un lado, la cerámica y el tejido
resurge entre las demás artesanías
gracias a las mujeres, y por el otro,
emerge la talla y el forjado de metales,
practicado por los varones.[23]

Cerámica y alfarería …

La cerámica paraguaya tiene bases


autóctonas (guaraníes), sin embargo, los
máximos exponentes que elevaron la
cerámica paraguaya a un plano artístico
fueron Julián de la Herrería y José
Laterza Parodi. La cerámica guaraní se
clasifica en: cacharros, destinados a
contener líquidos de diversos tamaños;
objetos destinados a la restringida
cocina tribal y; urnas funerarias de
diversos tamaños. No se encontraron
vestigios respecto a la cerámica lúdica.
Mucho antes de la llegada de los
españoles, los guaraníes acostumbraban
fabricar objetos de barro en los
alrededores del Lago Ypacaraí; ciudades
como Itá, Areguá o Tobatí también eran
localidades atractivas por las cualidades
especiales de sus arcillas. Durante el
siglo XVII, en las reducciones jesuíticas
surgieron talleres ceramísticos,
creándose centros de la artesanía
guaraní que finalmente desaparecieron
tras la expulsión de los jesuitas. De esos
centros, solo la de Itá logró sobrevivir
con las características válidas de una
tradición artesanal. En la actualidad, lo
que más se emplea para la elaboración
ceramística son los barros de Itá y
Areguá; la primera de una textura
ordinaria, mientras que la segunda es un
grano más fino y de textura suave capaz
de moldear detalles finos. Otro barro
empleado es el de Tobatí, de aspecto
blanquecino cuya composición se presta
a materiales porcelánicos.[24]

Cuero repujado …

La artesanía en cuero repujado tiene a la


ciudad de Atyrá como capital de este
rubro, y se basa en la elaboración de
mochilas, taburetes, alhajeros, recuerdos
de viaje y el artículo de mayor demanda:
los equipos de mate y tereré forrados en
cuerina, cuero, y similcuero.[25] [26] La
idea de los termos forrados surgió en
2005 cuando Zulema Gilardoni decidió
"vestirlos" de una forma original. Así, en
2006 la diseñadora funda Pyahu
Artesanía en la ciudad de Luque, una
tienda que experimenta con el forrado
artístico de termos de tereré en base a
cuero, cuerina, bordados, pirograbados,
fotografías, detalles dorados y
plateados.[27]

Orfebrería y filigrana …

La orfebrería comenzó con la llegada de


los españoles y desde 1865 se usaban
joyas de mayores proporciones como
también utensilios de plata, lo cual fue
volviéndose habitual. Las joyas de
filigrana son totalmente artesanales y
fabricadas a mano, y es un sello
característico de Luque, ciudad única por
la peculiaridad de los trabajos en oro y
plata. Además de insignias, servilleteros
y otros amuletos, lo llamativo son los
juegos de mate y tereré: guampas,
materos, bombillas y jarras con diseños
rústicos carácterísticos de la
idiosincrasia paraguaya, como el ñandutí
por ejemplo.[28]

Encajes y bordados …

El ao po'i es un bordado tradicional


oriundo de Yataity del Guairá, en el
departamento autorreferenciado. Este
bordado, cuyo origen data de los tiempos
del Dr. Francia, cuenta en la actualidad
con una exportación aproximada de
25.000 prendas al año. La demanda de
prendas y manteles con bordados de ao
po'i impactan de forma positiva en los
mercados internacionales como España,
Francia y Uruguay, además de pedidos
ocasionales en México y Japón.[29] El
ñandutí es un encaje que sirve de
ornamenta simbólica (en danzas
paraguayas) o para adornar
indumentarias, sombreros, termos
forrados, y muchas más. El ñandutí era
un artículo de lujo que se solía elaborar
con finos hilos blancos, y se reservaba
para adornar la ropa de eventos
especiales como las bodas y
cumpleaños, no obstante, con el tiempo
abondonó su riguroso color blanco y su
condición de uso ceremonial para
transformarse en el vivo y complejo
calado del que se dota ahora.[30]

Artesanía indígena …

Además de la artesanía paraguaya, la


artesanía indígena se ve reflejado en la
sociedad paraguaya. Diferentes etnias
como los chamacocos, mbyás, ayoreos,
paí tavyterás, tobas y makás destacan
como excelentes tejedores, de los cuales
surgen trajes ceremoniales, mantas,
bolsos, fajas y otros tejidos en hilos de
vivos colores que representan una
novedad en la gama artesanal del país.

Cerámica de Areguá.

Termos forrados en cuero, cuerina y


similcuero.
Artesanía tobateña.

Artesanía en cuero (Atyra).


Artesanía Nivaclé.

Pirograbado de Caacupé.

Filosofía
En los últimos años del dominio español
en América, los intelectuales
latinoamericanos que anhelaban
enmanciparse leían furtivamente los
libros de los enciclopedistas franceses,
que llegaron al continente americano y
lograron burlar la censura de la corona
española y de la Iglesia Católica. Según
Arturo Ardao, los trabajos de Condillac
eran apreciados por los rioplatenses de
entonces. No tardó mucho para que las
nuevas repúblicas lograran superar las
situaciones de anarquía y tiranía que
ocurrieron tras las revoluciones de
independencia para así, fundar nuevas
universidades o contratar como
docentes a profesores europeos. Estos
docentes divulgaron las ideas
positivistas y tuvieron mucho éxito en
Latinoamérica durante los siglos XIX y
XX. Para el año 1811, las personas
mayores consideradas como cultas en
Paraguay fueron los doctores Pedro
Cañete y Manuel Talavera, de formación
escolástica y de tendencia realista,
aunque desconocedores de las ideas
filosóficas de la ilustración francesa. Sin
embargo, los jóvenes brillantes de aquel
tiempo eran los doctores Pedro
Somellera, Fernando de la Mora y José
Gaspar Rodríguez de Francia, todos
conocedores de la filosofía escolástica y
lectores furtivos de autores franceses,
entre ellos Condillac. El positivismo
comtiano entraría en Paraguay recién
desde 1870 por medio de José Segundo
Decoud, Juan Silvano Godoy, Benigno
Ferreira y Manuel Gondra, quienes habían
estudiado en Buenos Aires. Otras
personalidades cultas fueron Facundo
Machaín, Benjamín Aceval y Cecilio Báez
que, con la muerte de este último, se
discontinuó la difusión de la idea
positivista en Paraguay.

Justo Pastor Benítez, tras regresar de


Brasil en 1952, fue el difusor pionero de
la lógica matemática y de las
investigaciones realizadas por Euryalo
Cannabrava. En la actualidad existe un
joven que se desenvuelve en el campo de
la filosofía analítica, Daniel Mendonca
Bonnet, quien es también profesor de la
Facultad de Ciencias Jurídicas de la
Universidad Católica de Asunción. En
resumen, todo lo mencionado indica que
la filosofía en la praxis ya estaba imbuida
desde la víspera de la independencia
paraguaya, pero su enseñanza
académica se introduce recién en la
década de 1940 en la Universidad
Nacional de Asunción. Entre los
novecentistas paraguayos se
encuentran: Oscar Creydt y Obdulio
Barthe, de tendencia marxista entre los
periodos de la Guerra del Chaco y la
Revolución de 1947; Rafael Barrett, de
ideología anarquista; Fermín Ramón
Zubizarreta y Viriato Díaz-Pérez,
inclinados al krausismo. Si bien ninguno
de los novecentistas paraguayos fue
existencialista, cabe mencionar que
entre sus ideas filosóficas predominó la
preferencia por el positivismo por
encima del neotomismo. Según Justo
Pastor Benítez, las generaciones
culturales del Paraguay se dividen en
diez: Generación de 1811 (De la
independencia), Generación de 1826
(Periodo Francista), Generación de 1840
(Periodo Carlos-Gelly), Generación de
1855 (Periodo López-Bergés-Maíz-
Talavera), Generación de 1870 (Periodo
Machaín-Godoy-Decoud-Miltos),
Generación de 1885 (Colegio Nacional-
Escuela de Derecho-Partidos Políticos),
Generación de 1900 (Instituto
Paraguayo-Historia-Positivismo),
Generación de 1915 (Periodo Chaco),
Generación de 1930 (Periodo
Combatientes del Chaco), y la
Generación de 1945 (Periodo en
formación).

Gastronomía
La gastronomía de Paraguay está
influenciada por la gastronomía guaraní,
la cocina española, la cocina italiana y en
parte por la comida portuguesa. Los
platos que constituyen el patrimonio
cultural inmaterial del país son el vorí
vorí, el jopara, la sopa paraguaya y el
locro. Durante mucho tiempo, Asunción
fue el epicentro de las expediciones
conosureñas antes de la formación del
Virreinato del Río de la Plata, y en efecto,
Paraguay fue el país que mejor políticas
empleó para la preservación de la cultura
guaraní ejerciendo en la praxis no solo el
idioma, sino también la culinaria
heredada por los nativos del centro
sudamericano, región poblada
mayormente por guaraníes, que desde
los comienzos se establecieron en
conjunto con la sociedad y forma de vida
española.

Paraguay es el tercer consumidor de


carne vacuna en el mundo, con 28 kilos
per cápita, siendo superado solo por
Uruguay (41 kilos) y Argentina (44
kilos).[31] Entre los platos típicos están el
chipa guazú, piracaldo, guisados y
ensaladas a base de porotos, caldos,
menudencias y pescados autóctonos. Es
masivo y notorio el consumo de
alimentos a base de harina de maíz
paraguaya, choclo, mandioca, almidón y
maíz, entre las que se pueden nombrar la
chipa, mbeju y sus sendas variantes. En
Paraguay también se consumen pastas y
empanadas producto del legado de la
inmigración italiana. Además del café,
cerveza, vino y otras bebidas, lo más
autóctono de Paraguay son el mate,
mate cocido, tereré, carrulim, mate dulce,
tereré ruso, mosto helado y cocido
quemado.
La gastronomía paraguaya tiene notoria
presencia en el plano internacional.[32]
Paraguay participó por primera vez en la
Feria Internacional de Turismo
Gastronómico (FIBEGA), realizada el 10,
11 y 12 de mayo de 2019, en Miami. En el
marco de este acontecimiento, el libro de
recetas bilingüe "Poytáva - Origen y
Evolución de la Gastronomía Paraguaya",
de la etnogastrónoma Graciela Martínez,
fue nominado y premiado en la categoría
«Best Promotional Artistic work in
Gastronomy Tourism» (en castellano,
mejor trabajo artístico de promoción en
turismo gastronómico). El libro
galardonado es fruto de las tres décadas
de estudios de la versada chef
concepcionera.[33]

Sopa paraguaya.

Asado.
Piracaldo.

Pastafrola.
Tereré ruso.

Mate.

Tenencia y portación de
armas
La tenencia y portación de armas en
Paraguay es bastante discutido, y con
frecuencia se habla de que no existe un
verdadero control y restricción para
quienes lo poseen y utilizan. No
obstante, las leyes del país establecen
requisitos y situaciones para que el
permiso sea otorgado. Es importante
aclarar que la tenencia y portación son
permisos diferentes: la portación es
concedida por la Policía Nacional, con
previa solicitud en esta institución; en
cambio, la tenencia es otorgada por la
Dirección de Material Bélico (DIMABEL).
Tener primero la tenencia permitirá la
licencia de portación de un arma. Los
permisos de portación de armas a civiles
se otorga desde agosto de 2011 bajo la
Ley N° 4036/2010.[34] [35]
Fiestas y celebraciones
nacionales
Paraguay tiene dos días feriados que
afectan a importantes instituciones,
aunque no se traten de feriados
nacionales. El 30 de abril, Día del
Maestro, es feriado para instituciones
educativas; mientras que el 31 de
diciembre es feriado bancario
establecido por el Banco Central del
Paraguay. Algunos feriados que caen en
días laborales o entre semana, suelen
pasarse para el lunes o viernes, de
manera a fomentar el turismo interno.
Durante todo el año, en pueblos y
ciudades se realizan fiestas populares en
honor a varios santos, la característica
principal de todo esto, es que cada
distrito/departamento tiene su propia
celebración para un determinado santo.
En estas fiestas populares son recreadas
las tradiciones (juegos, gastronomía,
mitos, leyendas, danzas, canciones, etc.),
las cuales alcanzan su mayor esplendor
en la fiesta de San Juan, realizada entre
junio y julio. Durante las fiestas en honor
a los santos se realiza la jineteada
gaucha y el torín.
Feriados[36]
Nombre Nombre
Fecha
internacional oficial
No
1 de enero Año nuevo Año nuevo
labora
Día de los Labor
6 de enero Epifanía
Reyes Magos Inamo
Labor
Fecha Carnaval Aplica
Carnaval
móvil Encarnaceno a
local
Día del tereré,
Último
bebida Día Nacional
sábado de Labor
nacional del del Tereré
febrero
Paraguay
Día de los No
Día de los
1 de marzo Héroes de la labora
Héroes Patria Trasla

Fecha No
Semana Santa Semana Santa
móvil labora
Día
No
Internacional Día de los
1 de mayo labora
de los trabajadores
Trasla
Trabajadores
Independencia Día de la
14 y 15 de del Paraguay y Independencia Labor
mayo Día de la y Día de la Inamo
Madre Madre
Labor
12 de junio Paz del Chaco Paz del Chaco
Trasla

domingo No
Día del Padre Día del Padre
de junio labora
Junio y Fiesta de San Fiesta de San Labor
Julio Juan Juan Variab
Día de la
14 de Día de la Labor
bandera
agosto bandera Inamo
paraguaya
No
labora
Día de la
15 de Fundación de Inamo
Fundación de
agosto Asunción Aplica
Asunción
a
local
Batalla del No
29 de Batalla de
fortín labora
septiembre Boquerón
Boquerón Trasla
12 de Labor
Día de la Raza Día de la Raza
octubre Inamo
Día de los
2 de Fieles Día de los Labor
noviembre Difuntos difuntos Inamo

Inmaculada
Concepción No
8 de Virgen de
de la labora
diciembre Caacupé
Santísima Inamo
Virgen
24 de No
Nochebuena Nochebuena
diciembre labora
25 de No
Navidad Navidad
diciembre labora
31 de No
Nochevieja Fin de año
diciembre labora

Véase también
Turismo en Paraguay
Folclore de Paraguay
Anexo:Patrimonio de la Humanidad en
Paraguay
Premios Edda
Premios Luis Alberto del Paraná
Mitología guaraní
Arte de Paraguay

Referencias
1. «Español y guaraní en la intimidad de
la cultura paraguaya.» . jstor.org.
Consultado el 8 de noviembre de
2017.
2. «MBA 'Éichapa oiko la guarani?
Guarani y jopara en el paraguay» .
PAPIA: Revista Brasileira de Estudos
do Contato Linguístico. Consultado
el 8 de noviembre de 2017.
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del Paraguay» . ABC Color.
Consultado el 5 de mayo de 2019.
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Última Hora. Consultado el 5 de
mayo de 2019.
5. «La etnografía del Paraguay» . ABC
Color. Consultado el 8 de mayo de
2019.
6. «Un repaso de la arquitectura en 200
años de historia» . Paraguay.com.
Consultado el 18 de mayo de 2019.
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Paraguay: apuntes preliminares» .
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mayo de 2019.
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atractivo de la Misión de Jesús de
Tavarangüé» . Última Hora.
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“maitei” a su Mafalda» . ABC Color.
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Consultado el 7 de mayo de 2019.
16. «Danza paraguaya» . ABC Color.
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17. «‘El pueblo’, de Carlos Saguier:
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19. «Portal - Literatura paraguaya» .
Cervantes Virtual. Consultado el 11
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20. «Diez obras imprescindibles de la
literatura en Paraguay» . Última
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21. «Guiño del Papa Francisco a
Paraguay: un mantel artesano en el
Vaticano» . Aleteia. Consultado el 12
de mayo de 2019.
22. «Paraguay exportará Ao Po'i a
Venezuela» . Diario HOY. Consultado
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Paraguayo de Artesanía. Consultado
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trabajo naturalmente bello» . ABC
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artesanía en cuero repujado» . ABC
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termos» . ABC Color. Consultado el
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12 de mayo de 2019. Consultado el
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29. «Prendas de Ao Po’i impactan
positivamente el mercado
internacional» . Agencia IP.
Consultado el 12 de mayo de 2019.
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tradición artesanal en Paraguay» .
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31. «Paraguay continúa como tercer
mayor consumidor de carne» . Diario
5 días. Consultado el 29 de abril de
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revalorizar la gastronomía» . Diario
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33. «Paraguaya es premiada por su libro
de etnogastronomía en Miami» .
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34. «Sepa quiénes pueden portar armas
en Paraguay» . Última Hora.
Consultado el 29 de mayo de 2019.
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Consultado el 29 de mayo de 2019.
36. «Calendario Escolar Año Lectivo
2019» . Asunción, PY: Ministerio de
Educación y Ciencias. 2019.
Consultado el 8 de diciembre de
2019.

Bibliografía
Historia de la Fotografía en Paraguay.
Karina Galindo Castañeira (1998).
Breve Historia de la Cultura en el
Paraguay. Rafael Eladio Velázquez
(1999).
Las ideas filosóficas de los
novecentistas paraguayos. Anselmo
Ramón Ayala (2005).
La Filosofía en el Paraguay. Raúl
Amaral (2010).
Arquitectura y construcciones - Los
profesionales extranjeros. Jorge
Rubiani (2012).

Enlaces externos
Secretaría Nacional de Cultura
Instituto Paraguayo de Artesanía
Ateneo Paraguayo
Decálogo de la Cultura del Paraguay
Cultura y Turismo - Gobierno de
Asunción
Portal Guaraní
Historia y Cultura del Paraguay
TermTecPy - Termo Tykuador
Termos Paraguay - Termoforrado

Datos: Q3007373
Multimedia: Culture of Paraguay

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Última edición hace 14 días por Gejotape


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