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2002-2006
Introducción
Tras la reforma política, cuyo espurio decurso parlamentario determinó la vigencia de la
reelección presidencial inmediata a través de un proceso con notorios desequilibrios, el
país asistió a la reproducción gubernamental del dirigente neoconservador Álvaro Uribe
Vélez y de sus bancadas parlamentarias, provenientes de movimientos electorales
heterogéneos: un dédalo de “partidos ambulancias” o catch all party que recogió todo lo
que apareció en el escenario nacional asociado a las armas, las drogas o el dinero.
Fue sin duda un punto de inflexión por el que el país y sus principales fuerzas políticas
se han visto avocados a reinterpretar su pasado, su presente y su futuro. No sólo por la
consolidación de un régimen retardatario o de “autoritarismo paternalista”, que devuelve
el país al siglo XIX, sino porque las dimensiones de la crisis de legitimidad política y las
innovaciones de la reforma electoral -funcionales al proceso de concentración del poder
económico y a la globalización financiera- exigen reagrupamientos, definiciones de
bancadas y vocerías específicas, tanto como la eficacia de sistemas disciplinarios
inéditos en el subsistema de partidos.
El escenario partidista no es igual hoy al que teníamos antes del 2002, porque el
bipartidismo tradicional colapsó y las fragmentadas fuerzas políticas se encuentran
situadas en un espectro de polarización pasiva que, a partir de Uribe Vélez, se vio
reducido a nichos plurales localizados en la izquierda y la derecha, esta última -y de
manera muy radical- copada por el presidente Uribe Vélez y sus adláteres partidistas
junto con las elites socioeconómicas y narcoparamilitares. Entre tanto la Izquierda
democrática se encuentra esparcida entre el Partido Liberal Colombiano, cuyos
estatutos lo acreditan como “una coalición de matices de izquierda democrática” y el
Polo Democrático Alternativo, en cuyo seno de contradicciones libran sus propias
batallas diversas facciones nacionalistas, populistas y movimientos sociales.
end of history”. Sólo hay derecha e izquierda en niveles que van desde lo extremo,
pasando por lo radical hasta un punto calificado como moderado en el espectro político
de ambas orillas (Ver Bobbio: “Derecha e Izquierda”). Se trata simplemente de un
universo simbólico en el que fuerzas sin énfasis ideológico buscan su reacomodamiento
a distancias mínimas de las canonjías del poder. El “Centro” es un hibrido insustancial -
una añagaza mediática- al que ni pensadores clásicos ni modernos registran como una
categoría política definitiva y definitoria. (1)
***
No cabe duda que todas estas acciones se conjugaron con el unanimismo mediático,
nada crítico en realidad (no gratuitamente sus tres alfiles: el vicepresidente Francisco
Santos, el fundador de su principal Partido y ahora ministro de la defensa, Juan Manuel
Santos, así como su ministro del medio ambiente y la vivienda, Juan Lozano Ramírez,
son los principales accionistas del conglomerado de medios más importante del país) y
la enorme operación de marketing -con toda suerte de artificios legítimos y antitéticos-
con la que durante cuatro años nos vendieron el “estilo Uribe”, que tanto cegó a miles
de compatriotas, tal como le ocurriera ya al pueblo alemán con su genocida líder.
1 En esencia las tendencias centristas son más propias de monarquías parlamentarias y están referidas -
en la mayoría de casos- a coaliciones plurales (p.ej. la fracasada UCD de Adolfo Suárez y Leopoldo
Calvo-Sotelo), o a organizaciones sociales que incursionan en la vida pública para obtener la solución de
problemas específicos, puesto que el bipartidismo, con parlamentos proporcionales, favorece más la
polarización en partidos de derecha (democristianos o conservadores) e izquierda (socialdemócratas o
laboristas). No obstante, si se quiere una precisión ideológica de esa noción política, “el centro político es
el Estado”, como bien lo ha definido el célebre teórico de partidos Giovanni Sartori.
3
Da la impresión que se está abriendo paso un amplio consenso entre los sectores
democráticos para ejercer el pensamiento crítico en contravía del unanimismo
mediático. Así las cosas quienes emprendan este riesgoso proceso de “no tragar
entero” tienen la responsabilidad de informarse adecuadamente, así como de recordar y
evaluar de manera certera al gobierno y a su para-estado mafioso en construcción y las
formas en que éste busca afirmar su gobernabilidad. Tanto más el Partido Liberal, cuya
militancia ha declarado la oposición a las políticas neoliberales y militaristas del
presidente Uribe Vélez.
Con este segundo trabajo (ya habíamos publicado el número uno en junio de 2004 -hoy
se encuentra en nuestra web: www.ipliberal.org cuya edición en folleto físico se agotó
completamente y sirvió de base para múltiples debates de las bancadas oposicionistas)
el Instituto de Pensamiento Liberal (IPL), se propone consignar nuevos elementos de
juicio relacionados con las patologías de corrupción y las principales fallas del gobierno
actual, para que cada ciudadano participe cada vez más de forma efectiva en el análisis
crítico de la vida nacional y, particularmente, en el entramado democrático con criterios
serios y responsables frente a la avalancha de propuestas neoliberales que se otea en
el inmediato porvenir.
Desde los inicios mismos del periodo presidencial de Álvaro Uribe el país empezó a
hablar y a escuchar de forma reiterada sobre reelección. No se trató, sin embargo, de
una discusión amplia sobre la reelección, que considerara la posibilidad de reelegir
alcaldes, gobernadores o incluso a ex presidentes en general, sino que ha sido un
debate en torno a una reelección presidencial INMEDIATA con nombre propio: Álvaro
Uribe Vélez.
Sus palabras fueron proféticas en tanto todo lo que dijo que no debía ser, en efecto fue:
el tema se personalizó en torno a su mesiánica figura. Más que una pregunta para el
Congreso y para la opinión pública, la reelección convirtió al Congreso en escenario de
mercadeo apropiado para el trámite de cargos y prebendas en torno a su aprobación. A
su vez, el país nunca recibió la invitación para pensar y reflexionar sobre los efectos
positivos y negativos de la reelección presidencial inmediata, entendida en un sentido
amplio y considerando sus implicaciones a corto, mediano y largo plazo en un régimen
presidencialista. Se pensó la reelección encarnada en la figura del presidente Álvaro
Uribe y para un tiempo determinado: su postulación para el periodo comprendido entre
los años 2006-2010.
El senador liberal Hector Elí Rojas publicó los nombres de familiares de congresistas
nombrados por el gobierno en los servicios diplomáticos del Estado. Aducía el
parlamentario, que existía conflicto de intereses entre estos congresistas y la discusión
sobre la reelección, al tiempo que llamaba la atención sobre cómo el ejecutivo se
estaba relacionando con el legislativo. El presidente, lejos de esgrimir argumentos
dignos de un estadista que se proclama contra la politiquería, estalló y calificó al
senador de “mañoso”.
“Pero eso lo voy a dejar para otra oportunidad", dijo el senador, a lo que respondió
Uribe, "no sea mañoso, dígalo ya"... "Yo le agradezco el agravio porque viniendo de un
presidente no es ningún honor pero tampoco me exalta el ánimo para contestárselo",
respondió el senador Rojas” (6).
Lejos de ser un tema coyuntural, que se limita a una persona particular –el presidente
Uribe– y a un momento específico –el periodo 2006-2010-, la reelección es un
instrumento que modifica sustancialmente el sistema político. Es mucho más que
“reformar un articulito de la Constitución”, como comentaba a la ligera Fabio Echeverri
Correa. Colombia, como otros sistemas políticos latinoamericanos, tiene un régimen
presidencialista donde el poder se concentra en el ejecutivo del nivel nacional. En ese
sentido, modificar la carta constitucional implica un cambio en la estructura sobre la cual
se fundan los sistemas político y electoral de la democracia colombiana.
Por naturaleza la democracia establece la rotación del poder. Una cosa es el gobierno y
otra el Estado. Por eso se equivocan quienes piensan, como parece hacerlo en
ocasiones el presidente, que la continuidad de su política de seguridad democrática
depende de su permanencia en el cargo. Para eso están las instituciones del Estado
como representantes de la sociedad y no indispensables figuras mesiánicas como la
suya. Ya otra cosa es considerar si ese es el tipo de política de seguridad que resulta
más conveniente para el futuro del país.
Junto con la rotación, el sistema político establece el equilibrio de poderes entre ramas
y entre el gobierno y la oposición, procurando asegurar que los organismos de
vigilancia y control, como la Fiscalía, la Procuraduría, la Corte Constitucional, el Banco
de la República, entre otras comisiones e instituciones, cuenten con la participación de
sectores diferentes al gobierno. Con la reelección, el presidente nombraría funcionarios
adicionales a los ya posesionados, hecho que de forma progresiva continuaría cerrando
cada vez más el escenario político hacia un unanimismo en torno suyo y su política de
gobierno. Con ello se pone en riesgo la estabilidad jurídica, económica y política de la
democracia colombiana. El columnista Pedro Medellín ya advertía una situación
eventual con la Junta del Banco de la República.
6 Ibíd.
8
Pese a las múltiples consideraciones realizadas por distintos sectores, el gobierno -con
la vocería del ministro de justicia, Sabas Pretelt- opinaba todo lo contrario y señalaba
que el proyecto de reelección "profundiza la democracia, no la restringe. Abre el
sistema a todas las opciones, impone controles independientes y blinda la neutralidad
de la organización electoral" (8).
El gobierno ha tenido en los medios de comunicación a sus más fieles voceros, que a lo
largo de su gobierno lo han endulzado con las mieles del elogio. Se han publicado de
forma continúa encuestas que aseguran que el presidente y su gobierno cuentan con
una aceptación que no baja del 70%. Lo que importa es la imagen de eficiencia y
dureza que transmite el primer mandatario, afianzado bajo la reproducción del slogan
mecanicista de “trabajar, trabajar y trabajar”.
El caso de los renombrados Yidis y Teodolindo fue tal vez el absurdo más sonado del
trámite legislativo de la reelección. No fue, sin embargo, el único. En su momento la
columnista Lucy Nieto de Samper escribía que uno de los casos más sonados era el del
“senador José Renán Trujillo. Enemigo declarado de la reelección, votó a favor luego de
que Carlos Holmes, su hermano, fuera nombrado embajador en Suecia” (13). Otros
casos fueron el del senador Enrique Gómez Hurtado y su hijo embajador en Francia,
así como los hijos de los caciques políticos costeños Salomón Saade y Miguel Pinedo
Vidal.
Una vez aprobada en la plenaria de la Cámara por 115 votos contra 15, la ley recibió la
sanción presidencial a través del Acto Legislativo No. 02 de 2004. Con ello pasó a
revisión de la Corte Constitucional que inició en enero del 2005 el estudio de las
demandas presentadas en su contra. Casi de inmediato se iniciaron las presiones sobre
la Corte, pese a que una vez aprobada la reelección, el presidente Uribe parecía ignorar
algunos sucesos al decir que “la reelección presidencial implica más responsabilidades
con el pueblo que con la historia" y asegurar que ‘‘el Congreso y la Corte Constitucional
actuaron sin presiones” (14).
Acto seguido, el primo del presidente y senador de la república Mario Uribe propuso la
posibilidad de desconocer un posible fallo adverso de la Corte, y aun así presentar el
nombre de Uribe a las elecciones. En marzo de 2005 manifestó, “estamos pensando
muy seriamente en una cosa: que Álvaro Uribe Vélez sea nuestro candidato a la
Presidencia en 2006, independientemente de lo que falle la Corte” (16).
La presión no pudo haber sido más evidente. El senador abría el camino para ignorar
las vías institucionales, ‘pasarse por la faja’ la decisión de la Corte y, como desea
enconadamente, lograr la reelección de su querido primo. Las reacciones a este
planteamiento, poco democrático por demás, no se hicieron esperar. Entre otros, el
senador liberal Darío Martínez explicaba que “(…) lo que se está proponiendo no es
más que la creación de una dictadura, violentando nuestro ordenamiento jurídico y
estableciendo una grosera presión indebida ante la Corte Constitucional y colocándose
en los linderos del Código Penal, al instigar de forma pública a desconocer una eventual
sentencia del Alto Tribunal” (17).
Ya en las postrimerías del fallo por parte de la Corte, una nueva presión apareció en
escena, esta vez en la voz del ministro Sabas Pretelt. El ministro, sin pruebas o
sustento alguno, salió a la opinión pública a denunciar que grupos armados ilegales se
Luego de aceptar que no tenía prueba alguna, el ministro se retractó y recibió –-como
es habitual– la reprimenda del primer mandatario, quien ordenó a sus funcionarios
abstenerse de realizar comentarios al respecto. Con ese anuncio, el ministro puso en
tela de juicio la sentencia de la Corte y en entredicho la integridad moral de los
magistrados. Otros comentarios, como el del director del partido conservador Carlos
Holguín Sardi, refuerzan este tipo de planteamientos. El congresista señalaba en julio
de 2005 que “una votación en la Corte de 5-4 quiere decir que una persona pudo más
que todas las mayorías parlamentarias y populares, que están reflejadas en las
encuestas. Eso no cabe en ninguna parte” (20). Con esta apreciación el senador
desconocía de forma implícita el importante rol que cumple la Corte Constitucional al
revisar el procedimiento y fundamento de todo acto legislativo, en el marco del equilibrio
entre poderes.
Pero como en este país las noticias vuelan como el viento, el 19 de octubre de 2005 la
reelección recibió el visto bueno de la Corte y pocos se preguntaron si en efecto
existieron presiones en torno a la reelección. Tal como sucedió, parece que además de
provenir de grupos armados ilegales como denunció alegremente Sabas, las presiones
a la Corte provinieron principalmente del gobierno y de sus escuderos, quienes
plantearon escenarios de protesta social e incluso de llegar a desconocer una decisión
contraria a sus intereses. La voluntad por encima de la democracia parece ser su lógica
de acción (21).
19 Ibíd.
20 Ibíd.
21 Incluso, ante la opinión contraria hacia la reelección por parte de opositores, los uribistas no han
reaccionado de la mejor forma. Tal fue el caso sufrido por la artista Clemencia Echeverri, quien por solo
manifestar su desacuerdo con la reelección, recibió improperios e insultos por parte del furibista
diplomático Rafael Correa, tal y como lo informaron los medios en abril de 2006.
12
Uno de los rasgos distintivos de la Colombia que sueña Álvaro Uribe, es la de una
sociedad sin corrupción y politiquería. De ahí que esta lucha, junto con la seguridad
democrática, sea uno de los estandartes del gobierno, que ostenta una apariencia de
eficiencia, diligencia y trabajo incansable. No obstante, tal lucha no ha significado la
disminución de casos de corrupción, como se desprende de las recientes informaciones
conocidas por la opinión pública en abril de 2006, en las que un común denominador
parece ser la acentuación de la infiltración del narcotráfico y el paramilitarismo en el
campo político y gubernamental.
“El país fue sacudido el día 14 de abril por el atentado al candidato Uribe Vélez en
Barranquilla. Allí demostró una inmensa capacidad para sobreponerse a situaciones
difíciles, logrando guiar al conductor para salir rápidamente del lugar del atentado.
Estas serenas actitudes quedaron grabadas en la retina de los colombianos, como el
bajarse del vehículo y tranquilizar a todos los heridos, y fueron despertando la
conciencia de los compatriotas que veían en Uribe al presidente que deseaban. Este
atentado se sumó a muchísimos que Uribe ha tenido que soportar con mucho valor y
determinación. A partir de esa fecha se redujeron sus apariciones en espacios abiertos.
Se extremaron las medidas con seguridad” (22).
Aparentemente muy bonito y a la vez muy grave todo. Sin embargo, posteriormente
surgieron nuevas noticias sobre los atentados contra Uribe en esta misma ciudad,
Barranquilla. En junio de 2005 y ya con Uribe en el poder, Emilio Vence Zabaleta,
director regional del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) en el Atlántico,
informaba el hallazgo de material explosivo en una casa de Puerto Colombia, destinado
para un atentado contra el presidente en su visita a la ciudad. Previniendo cualquier
situación el presidente abandonó la ciudad y regresó a Bogotá. Semanas después, el 1
22 María Izquierdo, Álvaro Uribe, el hombre, el presidente, R & P Editores, Bogotá, 2004, p. 118.
13
de julio, el entonces director del DAS Jorge Noguera declaró insubsistente a Emilio
Vence. La investigación sobre el atentado del 15 de junio se topó con el testimonio de
un funcionario del DAS, quien aseguró que todo había sido un montaje orquestado por
el director regional. Adicionalmente mencionó que en el pasado también se habían
montado falsos atentados y que en la lucha contra el terrorismo eran muchos los
inocentes en prisión.
“Con el de Puerto Colombia son tres los falsos atentados organizados por el director
seccional del DAS -dijo-. Yo me aburrí de este trabajo porque estaban deteniendo gente
inocente y creí conveniente señalar al verdadero responsable".
El fiscal escuchó con atención al informante, quien recordó otro frustrado atentado
contra el Presidente en septiembre pasado. Dijo que en esa oportunidad utilizaron a
Alfonso Zambrano Puello, un indigente de Barranquilla, a quien le instalaron a
hurtadillas un explosivo en su carretilla para después señalarlo como artífice del
frustrado plan. "Ese señor es inocente. Sé que está procesado por terrorismo, pero todo
eso fue parte de una estrategia de Vence para ganar puntos con sus jefes", remató el
informante en su declaración. (23)
Bajo una nueva investigación del DAS, el 16 de noviembre de 2005 el país conoció un
informe que refería cambios irregulares en la base de datos del organismo de
inteligencia del Estado. La investigación vinculaba al proceso al entonces director de
informática del DAS, Rafael García, y a un empleado de esta dependencia, Ariel
Garzón. García era acusado de haber manipulado la base de datos del DAS para
eliminar los registros de individuos con orden de captura y contar con un incremento
patrimonial desmedido. El inicio del juicio contra García marcó a su vez el comienzo de
la lucha de éste contra su ex jefe, Jorge Noguera.
Tal y como sucedió con Emilio Vence, Rafael García fue nombrado en el cargo por
Jorge Noguera, quien aducía que a ambos los unía una relación por más de veinte
años. Noguera solo recordaba conocerlo hacia 10 años. Al momento de ser procesado,
el 22 de septiembre de 2005, García solicitó una investigación contra Jorge Noguera,
quien había recibido el giro de un cheque por diez millones de pesos realizado por la
esposa de García, actualmente procesada por enriquecimiento ilícito. Cuatro días
después, en carta al Fiscal General, García solicitó una audiencia para informar sobre
los nexos del director del DAS Jorge Noguera con grupos armados ilegales, a la vez
que se sirvió de la prensa escrita para dar a conocer su versión de los hechos.
La carta de García
Pese al nombramiento de Andrés Peñate como nuevo director del DAS y la designación
del saliente director Noguera como cónsul en Milán, los escándalos en torno al DAS no
se apaciguaron. Rafael García, en nuevas indagatorias ante la Fiscalía, denunciaba
graves y delicados asuntos sobre la curiosa relación entre el DAS y los grupos
paramilitares. Debido al silencio del gobierno y de la Fiscalía ante el avance de las
investigaciones y la incorporación de García y su familia al programa de protección de
testigos, fueron los medios escritos quienes informaron y avisaron al país sobre las
espinosas denuncias de García.
15
Según García, en el DAS se elaboró un listado con los nombres de activistas sociales,
defensores de derechos humanos, sindicalistas y periodistas, la cual fue remitida a los
grupos paramilitares quienes en complicidad con funcionarios del DAS han adelantado
una campaña de amenaza y exterminio en su contra. Dentro de esos crímenes se
incluirían, entre otros, los asesinatos del sociólogo barranquillero Alfredo Correa de
Andreis y la sindicalista Zully Cotrina.
En entrevista concedida por García, éste manifiesta que se compraron los censos
electorales de los departamentos del Cesar, Magdalena, La Guajira y Bolívar; estos
listados fueron entregados a los candidatos y a los jurados electorales, cuyo
nombramiento fue presionado por miembros de las autodefensas. En ese sentido,
mucha gente que no se hizo presente en los puestos de votación, terminó votando. El
fraude se estructuraba en lograr garantizar la votación por determinados candidatos, sin
que la gente fuera a sufragar.
“Ya sobre la mecánica del fraude, parece evidente que en efecto los paramilitares
intervinieron en dos momentos: primero, durante la inscripción de cédulas, registrando
votantes del censo electoral en las zonas que les convenía en connivencia con
funcionarios corruptos o intimidados de la Registraduría. Y luego a través de los jurados
obligándolos a marcar los tarjetones a favor primero de unos candidatos específicos y
luego de Uribe” (26).
La misma publicación recorrió distintos municipios de la costa atlántica tras indicios del
fraude electoral denunciado por García (27). En la población de El Difícil, Magdalena,
un jurado declaró que en su mesa se depositaron 40 votos. Al finalizar la jornada, un
paramilitar ordenó que se marcaran 400 tarjetones con los nombres de los inscritos en
la mesa. Asimismo, un funcionario de la Registraduría del mismo municipio señaló que
en los escrutinios presidenciales, los tarjetones marcados por el candidato Horacio
Serpa fueron marcados dos veces para anularlos. “Allí le robaron la presidencia a
Horacio Serpa”, dijo el dirigente y escritor Horacio Duque. En Plato Magdalena, los
periodistas se encontraron con que allí se hablaba tranquilamente del “fraude electoral
26 Ibíd.
27 “¿Cómo se hizo el fraude?”, Semana, 4 de abril, 2006.
17
del 2002”, año en el cual el municipio tuvo una votación histórica, con más de 10.000
sufragios. En Los Pozos, uno de sus corregimientos, votaron 700 personas de 700
habilitadas para hacerlo y al parecer los jurados recogieron las cédulas, votaron y las
regresaron junto con el certificado electoral.
Para el caso de las elecciones presidenciales, García manifestó que se habían logrado
300.000 votos a favor del presidente Álvaro Uribe. En su defensa, el presidente alegó
que solo había obtenido 113 mil votos en el departamento del Magdalena. Sin embargo
en los departamentos implicados en el fraude, el presidente obtuvo 331.085 votos, sin
los cuales no hubiera ganado en primera vuelta. No obstante resulta claro que no todos
esos votos fueron irregulares, pero también lo que se evidencia es que fueron muchos
los votos atípicos en ciertos municipios, coincidencialmente en zonas bajo dominio
paramilitar. El senador Antonio Navarro, en entrevista concedida a Semana, explica la
situación y señala que fueron 75 mil los votos atípicos obtenidos por Uribe solo en el
departamento del Magdalena.
“(…) su votación (la de Uribe) fue tan abrumadora en solo 12 municipios que le sirvió
para ganar en todo el Magdalena, a pesar de que perdió en los centros de votación más
grandes como Santa Marta y Fundación. Estoy convencido de que esos votos se los
pusieron las autodefensas, especialmente las de Jorge 40. Lo que pasa es que la suma
de esos municipios da 75 mil votos y esa cifra no es suficiente para explicar el triunfo de
Uribe. Mire, en Sabanas de San Ángel el candidato Uribe sacó el 95.3% de los votos
válidos y eso equivale al 75 % del censo electoral del municipio. ¿En un departamento
con el 60% de abstención usted cree que es normal que el 75% de la gente salga a
votar y que todos lo hagan por el mismo candidato? En Zapayán también sacó el
95.2%, en Chivolo el 88.2%, en Remolinos el 87%, en Ariguaní el 86%. Y así en todos
los municipios de la región como El piñón, Nueva Granada, Salamina, Tenerife, Pivijay
y Pedraza. Esos municipios tienen sólo el 20% de la población departamental y allí
Uribe sacó el 55% de sus votos” (28).
Si bien entonces nadie podía asegurar que el presidente Uribe estaba informado sobre
el fraude, con el transcurso de los acontecimientos surgió otra coincidencia. El director
de su campaña en el Magdalena, Jorge Noguera, quien aparentemente no se enteró de
lo sucedido, fue nombrado director del máximo organismo de inteligencia del país. Su
gestión, salpicada de múltiples escándalos y vinculada con el Bloque Norte de las
autodefensas, ha venido siendo plenamente conocida por el país.
García manifestó que junto con Noguera y el gobernador Trino Luna recorrieron el
departamento haciendo campaña a favor del referendo. El gobernador Trino Luna,
quien fue el único candidato en las elecciones a gobernador y de quien se dice recibió
el apoyo de Jorge 40, se ha visto recientemente implicado en turbios vínculos con
grupos paramilitares comandados por Doña Sonia y José María El Chepe Barrera (29).
Igualmente García ha señalado los nombres de Néstor Ramón Caro, Camacho
Martínez y Raúl Montoya, como personas con nexos con el narcotráfico y vinculados
activamente en la campaña presidencial de Uribe.
Las dudas no se limitan, sin embargo, a las elecciones del 2002. Pues en las recientes
elecciones parlamentarias del 12 de marzo de 2006, se registraron nuevos hechos que
ponen en entredicho la confiabilidad de las elecciones. En González, municipio del sur
del Cesar, se registró una votación cercana al 93% del censo electoral municipal,
mientras que la tendencia nacional fue de una abstención del 60%.
“La cifra es histórica y serviría para darle a esa población el título de campeona
electoral, pero podría perderlo porque el Consejo Nacional Electoral analiza
documentos según los cuales en González y otros siete municipios del Cesar se dieron
graves irregularidades como doble votación, suplantación de votantes y adulteración de
documentos electorales” (30).
Pese a que las autoridades electorales manifestaron que los fraudes eran cosa del
pasado, el país es testigo de un nuevo fraude electoral. La gravedad de esta serie de
dolos contra el sistema de participación, cocinados de la mano del dominio paramilitar,
aumenta de cara a la primera vuelta presidencial. Las garantías no son muchas, a la
vez que las respuestas del presidente se caracterizan por la evasión, el enojo y el
premio a colaboradores implicados como Jorge Noguera.
• Los vínculos de Jorge Noguera y algunos de sus colaboradores con los grupos
paramilitares.
Según García, el Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia lideradas por
Jorge 40 y el Bloque Centauros de los llanos, mantenían una estrecha relación e
influencia sobre el organismo de inteligencia. A este respecto ha relatado los
encuentros sostenidos entre Noguera y el líder paramilitar Jorge 40, quien
asombrosamente no recuerda el número de veces que se reunieron:
“El número no me acuerdo, pero fueron varias veces con él (Jorge 40) y con otros jefes
de las autodefensas, pero exclusivamente en función de mi trabajo en el DAS y
participando en los diálogos de desmovilización. Nunca conocí a ‘Jorge 40’ antes.
Todas esas reuniones estuvieron coordinadas por el Comisionado de Paz” (31).
Lo cierto es que antes de que se conocieran las denuncias presentadas por García,
estos “encuentros institucionales”, como los llamó Noguera, no habían sido de
conocimiento público. Mientras tanto, éste continuaba representando a los colombianos
en Milán, defendido a capa y espada por el gobierno del presidente Uribe Vélez.
Semana de pasión
“En primer lugar, no quiere aparecer en igualdad de condiciones con los demás
competidores. Considera que descendería de Presidente a candidato en detrimento de
la dignidad del primer cargo de la Nación. En segundo lugar, agrega que en aras de
asegurar una controversia sobre los temas, y darles oportunidad a los medios de
comunicación de formular todo tipo de preguntas, aceptará otro tipo de esquemas para
enfrentarse a grupos de periodistas o analistas. La condición es aparecer solo, sin sus
rivales” (32).
31 “Jorge Noguera Cotes responde desde Milán (Italia) a los señalamientos a su gestión”, El Tiempo, 11
de abril, 2006.
32 “¿A qué le teme el presidente?”, Semana, 19 de abril, 2006.
20
Desfilando por los medios radiales –que le abrieron generosa y acríticamente sus
micrófonos, cámaras y páginas-, el presidente intentó dar -sin fortuna- una explicación
frente a los sucesos del DAS, para lo cual informó que el cónsul Noguera había sido
llamado para que regresara al país. Su principal argumento consistió en señalar que las
acusaciones provenían de un ciudadano preso en la cárcel, “la acusación de unas
personas que están en la cárcel, contra la palabra de Jorge Noguera" (33).
En una entrevista en vivo concedida al canal RCN Televisión que contó con la
participación del director de la revista Semana, Alejandro Santos, el presidente agitado,
inquieto y molesto intentó explicar y responder a las denuncias. Con papeles en mano,
ceño fruncido y tono airado, el presidente lejos de formular planteamientos claros y
orientados a asumir responsabilidades y emprender investigaciones, se fue lanza en
ristre contra los medios “frívolos y graciosos” de Bogotá. Con ello el presidente no
respondió las preguntas, sino que cuestionó el uso de la libertad de prensa “en contra
de los intereses de la patria”. De nuevo, equipara el doctor Uribe su gobierno con la
patria, como si un cuestionamiento a éste fuese un ataque contra el conjunto de la
sociedad las instituciones y el entramado jurídico de Colombia.
Lo cierto es que aún falta mucha tela por cortar en cuanto se refiere al DAS y a la
infiltración adelantada por parte de los grupos paramilitares. Pese a las versiones
oficiales que no brindan credibilidad alguna a las versiones de García, existen casos
comprobados por la prensa y que esperan el resultado de las investigaciones realizadas
por la Fiscalía. Allí se encuentra otro elemento a considerar, el hecho de que al Fiscal
Mario Iguarán, ex viceministro de Justicia, lo unen vínculos de lealtad con el gobierno
que no deben interferir con el desarrollo de la investigación. La gravedad del asunto es
que el organismo de inteligencia del Estado (DAS) se encuentra al servicio del
paramilitarismo y el narcotráfico, en donde el presidente –a diferencia de otros casos
donde ha destituido de forma inmediata a los funcionarios implicados, como a los
generales del ejército y de la policía– ha defendido a capa y espada a Noguera. Al
respecto, el columnista León Valencia se pregunta:
“¿Por qué el Presidente se la juega a fondo por Noguera en medio de su campaña para
la reelección? Sólo se me ocurren dos posibles razones. Una normalita: el presidente
Uribe cree en la completa inocencia de Noguera. Otra, que representaría una catástrofe
igual o mayor que el proceso ocho mil: el Presidente Uribe teme que Noguera pueda
inculparlo si se siente abandonado, si siente que el primer mandatario lo deja solo (…)
Quizás sea el miedo a cosas como ésta lo que llevó al Presidente a expresiones tan
airadas en la entrevista con el canal RCN.” (34).
En otro país casos como el de la dirección nacional del DAS, con la implicación de
funcionarios del talante turbio y delincuencial de Jorge Noguera, Rafael García,
Giancarlo Auque, Enrique Ariza, entre otros; o los graves hechos registrados en las
seccionales regionales bajo la dirección de Emilio Vence o Rómulo Betancourt, pueden
llegar a convertirse en una bola de nieve que alcance incluso a comprometer a las más
altas esferas del gobierno nacional. Tal y como tituló la revista Semana, “El Fiscal tiene
la palabra”.
Igual cosa hay que decir de los informes de que el superintendente Fernando Segura -
responsable del control de 180 mil vigilantes privados– habría asesorado a enviados de
la ‘Gata’ para que recuperaran licencias de 150 escoltas y 130 armas de las que habían
sido despojados.
Según sus declaraciones, el jefe paramilitar ‘Jorge 40’ tendría una estrecha relación con
Noguera. Relación que pasaría no solo por el desvío de dineros de contratos, por la
fabricación de un presunto fraude electoral de 300.000 votos en los comicios de
Congreso y los presidenciales del 2002, y por la filtración hacia el paramilitar de la
Sierra Nevada Hernán Giraldo de operativos militares en su contra, sino que habría
llegado hasta el ‘encargo’ de una serie de asesinatos de personalidades de oposición
en la Costa Atlántica, entre ellas el profesor Alfredo Correa D’Andréis.
Jorge 40 Al Volante
Los fiscales delegados ante la Corte Suprema de Justicia que investigan a Jorge
Noguera, ex director del DAS y hoy cónsul de Colombia en Milán, encontraron algo
escandaloso.
A la par que se ventilaban con creces los acontecimientos que han enlodado la imagen
del gobierno en general y del DAS en particular, surgieron otros escándalos de
corrupción, con un denominador en común: paramilitares, narcotraficantes o personas
sindicadas de enriquecimiento ilícito y lavado de activos habían sido beneficiados por
organismos del Estado. Estos casos se refieren a la adjudicación de tierras por parte
del Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (INCODER), la concesión de préstamos
por parte del Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (FINAGRO) a
narcotraficantes, y la asesoría en materia de vigilancia a Enilse López, alias La Gata,
por parte de la Superintendencia de Vigilancia Privada. Al respecto, el presidente
estableció una diferencia entre estos casos, suscitados por investigaciones
emprendidas por el Estado y el DAS, o las que son producto de las versiones de un
funcionario en prisión.
“Ayer, EL TIEMPO había revelado que Moreno, a pesar de su condición de jefe ‘para’,
era uno de los beneficiarios de tierras que, en teoría, debían destinarse exclusivamente
a los desplazados. Su caso fue uno de los detectados por la Procuraduría General
como irregulares en la adjudicación de predios extinguidos al narcotráfico en Puerto
López” (35).
El gobierno aceptó la renuncia del director Luís Ortiz, quien manifestó que no tenía
injerencia sobre esas adjudicaciones, contrario a lo que había expresado de manera
reiterada el ministro de agricultura Andrés Arias.
FINAGRO maneja los recursos de crédito para el sector rural. Para ello adjudica
créditos para el desarrollo de actividades agropecuarias. En este caso quien se vio
beneficiado fue el narcotraficante Enrique Micky Ramírez, preso por lavado de activos,
a quien se le prestaron 25.000 millones de pesos.
“El Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (Finagro) terminó avalando
créditos irregulares por 25.000 millones de pesos tramitados por Luis Enrique ‘Micky’
Ramírez, hombre relacionado con el mundo del narcotráfico en la década de los 80 y
quien ayudó a cazar a Pablo Escobar; luego preso por supuesta conformación de
grupos ilegales y hoy detenido por lavado de activos.” (36)
“El dimitente presidente de Finagro, Roger Taboada, dijo que su administración nada
tuvo que ver con la adjudicación de préstamos irregulares por 25.000 millones de pesos
a Enrique ‘Micky’ Ramírez, preso por lavado de activos. Según él, estos fueron
entregados por su antecesor, César Pardo (actual presidente del Banco Agrario), y por
el propio ministro Arias” (37).
De nuevo, como solución ante la opinión pública, el gobierno optó por la destitución del
funcionario implicado, mientras que la responsabilidad de quien lo nombró en el cargo,
en este caso el ministro Sabas Pretelt, se destaca por su silencio.
36 Ibíd.
37 Ibíd.
24
El congresista Gustavo Petro fue quien denunció los aportes de empresarios del chance
a la campaña presidencial de Álvaro Uribe y la curiosa decisión del presidente una vez
en el poder, de rebajar los aportes de los ingresos del chance. Según el congresista,
“en desarrollo de un proyecto de ley sobre el pago de regalías de los juegos de suerte y
azar, en momentos en que las mayorías del Congreso pedían un aporte mayor al 17%
de los ingresos brutos de los ingresos del chance, me sorprendió que el Gobierno
decidiera rebajarlos” (38).
Al ser capturada por las autoridades, los medios recordaron las denuncias de Petro y
los aportes de La Gata a la campaña de Uribe en el 2002. La Gata logró construir un
emporio en la Costa Atlántica mediante los juegos de azar, el manejo de recursos
públicos en una intrincada relación con el mundo político y paramilitar. Sus hijos
participan en política y cuando el escándalo estalló, uno de ellos, Héctor Julio Alonso,
presentó su nombre para acceder a la Cámara de Representantes por el partido
conservador. Carlos Holguín, director de la colectividad, delegó la responsabilidad en el
director de Bolívar, quien no encontró mérito alguno para expulsar al candidato. Pronto
la situación se tornó insostenible para el conservatismo, el cual luego de un largo
titubeo frente a quien los medios apodaron “el gato con votos”, decidió revocarle el aval
en sus listas. El Gato, ni corto ni perezoso, encontró una plaza en el movimiento
Apertura Liberal y logró obtener con sobrada diferencia una curul en la Cámara por el
departamento de Bolívar.
Visitante conyugal
de 2004, se supo que ocho meses atrás había realizado al menos una visita a la cárcel
del Buen Pastor en Medellín. Fue desenmascarado por El Nuevo Herald de Miami, en
publicación en la que aparece visitando conyugalmente a Dora Adriana Alzate en una
cárcel de Medellín. Ella fue arrestada en el aeropuerto internacional “José María
Córdoba” de Medellín el 1º de febrero del 2.003, cuando intentaba viajar a Miami, su
lugar de residencia, por la posesión de 1.750 gramos de heroína. La relación
sentimental del ex ministro llevaba 18 largos años. Jorge Alberto negó haberla visitado
y fue respaldado por su primo Álvaro Uribe Vélez.
Asimismo la información del New Herald registraba versiones que señalaban que el
ministro habría buscado propiciar una sentencia favorable para la sindicada. De igual
forma se comprobaron curiosas coincidencias entre viajes realizados por Dora Adriana
a Estados Unidos e ingresos del ministro a ciudades de ese país como Houston y
Miami. El ministro nunca se pronunció sobre las coincidencias, a la par que recibía el
respaldo del presidente. Los medios desviaron la atención y muchos adujeron que eso
correspondía a la vida íntima del ministro, con lo cual se apaciguaron los ánimos frente
al empresario vestido, en más de una ocasión, de uniforme militar.
Sin credibilidad ante la tropa, el ministro tuvo que enfrentar múltiples reveses militares,
al tiempo que de forma elocuentemente torpe logró generar roces diplomáticos con
Venezuela. El ministro, titular en la cartera cuando sucedió el episodio de Rodrigo
Granda, criticó, remedando el discurso norteamericano, la compra de armamento militar
por parte del gobierno de Hugo Chávez. Con un claro desgaste sobre sus hombros, el
ministro renunció en julio del 2005. Un quemado más en la larga fila de renuncias e
insubsistencias suscitadas en este gobierno. Curiosamente, la imagen del presidente
Uribe se mantuvo intacta.
Una vez en el poder, el presidente nombró como Alto Consejero Presidencial a José
Roberto Arango, con quien lo ha unido una amistad desde sus épocas de estudiante
universitario. Arango también lo acompañó como secretario de hacienda en la
gobernación de Antioquia y fue suplente en el senado de Mario Uribe. Como de la
familia.
Pese a mantener un bajo perfil durante los dos primeros años de gobierno, unas toallas
obligaron a Arango a renunciar. Su familia, los Arango Pava, es propietaria de la
Fábrica Textil de los Andes S.A., Fatelares. Su hermano Juan Rafael es el gerente y
uno de sus hijos tiene una participación accionaria cercana al 15%. En diciembre de
26
2003, Fabrilar Ltda., empresa distribuidora de Fatelares, se ganó cuatro licitaciones por
$1.822 millones por concepto de fabricación de toallas para la policía, el ejército, la
armada y la fuerza aérea. Según el propio José Roberto Arango, Fatelares fabricó las
toallas para Fabrilar por un costo de $1.722. Pese a haber pedido a su familia no
contratar con el Estado, la fábrica de los Arango se había ganado el 91.4% del costo
total de la licitación.
Si bien Arango no incurrió directamente en ningún delito, renunció para evitar enlodar
más la imagen del gobierno en julio de 2004. El presidente se mostró “consciente y
creyente” de que los hechos “sorprendieron” a Arango, al tiempo que aceptó la renuncia
de su funcionario y amigo (40). Sin entrar a juzgar la buena o mala fe del ex funcionario,
lo cierto fue que la fábrica propiedad de su familia resultó beneficiada con una licitación
pública. Lo cual, como todo, quedó de ese tamaño. “Josefo”, como familiarmente le
apodan en Antioquia, ha sido designado directivo de la campaña de reelección de Uribe
Vélez para 2006.
Carburante clientelista
El héroe de Invercolsa
40 “La última cita del alto consejero presidencial”, El Espectador, 3 de julio, 2004.
27
Meses antes de que se posesionara como ministro del Interior y Justicia, el abogado
Fernando Londoño Hoyos (41) pasó de acusador a acusado por la información
ventilada por la prensa. Su nombre figuraba en un enredado entuerto en relación con
Invercolsa, Inversiones de Gases de Colombia S.A. Esta figura correspondía a un
holding que agrupa las inversiones de Ecopetrol en distintas empresas distribuidoras de
gas. Londoño ofició como representante legal de la firma hasta 1995, aun cuando no
contaba con un contrato legal a su nombre, sino con un “mandato comercial con
representación” con Fernando Londoño y Abogados Asociados Ltda.
El país recuerda, cuando insinuó, molesto y contrariado, que los congresistas “se la
habían fumado verde” juzgando por las leyes que aprobaban. Asimismo acusó al juez
Pedro Vacca, quien había ordenado la libertad a los hermanos Rodríguez Orejuela, de
pertenecer a una firma al servicio de los narcotraficantes. El ministro que retractarse y,
al hacerlo, sumó un ataque más en su haber contra el sistema judicial colombiano, del
que paradójicamente era su titular en el ejecutivo. En su trayectoria como ministro,
protagonizó ataques contra la Corte Constitucional, el Congreso, la Registraduría y la
Procuraduría. Incluso planteó la posibilidad de anticipar las elecciones para asegurar el
trámite de las reformas económicas y políticas que adelantaba el gobierno. Una noche
de luna llena salió a afirmar con su acostumbrada facundia –muy probablemente para
encubrir los millonarios despilfarros del Plan Colombia- que “en el Putumayo no
quedaba ni una sola de mata de coca”, afirmación desmentida por las cifras de los más
importantes observatorios de drogas del mundo.
Este último planteamiento desató una polémica, que condujo a que en noviembre de
2003 el ministro presentara su renuncia. Un mes después y tras un memorable debate
de la Senadora de oposición Piedad Córdoba (¡ministro guaquero!, le dijo en su cara la
legisladora negra), recibió un fallo del Consejo de Estado que le ordenaba devolver de
inmediato el paquete de acciones que había adquirido de Invercolsa en forma
fraudulenta. Estaba demostrado que no había tenido un contrato laboral con Invercolsa,
por lo que había accedido de forma irregular a la compra preferencial del paquete
accionario. En noviembre del 2004 la Procuraduría lo sancionó con destitución e
inhabilidad de 15 años para ocupar cargos públicos al ex ministro.
Este personaje que, en más de una ocasión defendió los intereses de multinacionales
en casos contra el Estado, a la par que compró de forma irregular acciones de las
cuales obtuvo significativos dividendos, tuvo -y sigue teniendo- un fuerte influjo en la
orientación contractual del gobierno del presidente Uribe y su mentor ideológico. Con su
prontuario de indelicadezas y su perversión moral fue nada menos que titular de la
cartera de justicia. El presidente Uribe, en la carta donde aceptaba la renuncia de
Londoño, reconoció que su “tarea deja una huella fecunda en bien de la Patria” (43).
Vale la pena preguntarse si la “huella fecunda” del presidente, hace alusión a que es
mucha la tela que aún falta por cortar en el caso del “montesinos criollo”.
La “ilustre biógrafa” -en palabras de Uribe Vélez- compara al presidente con una leona y
al pueblo con sus cachorros. Una leona que se muestra externa al Estado, a sus
instituciones y a sus funcionarios, lo que le permite mirar a los otros especímenes
desde la barrera, reprendiéndolos públicamente a diestra y siniestra. Es allí donde
surgen los primeros indicios de una especie de efecto teflón que opera en el presidente.
Esta expresión fue utilizada por el experto en marketing Dick Morris para referir el
fenómeno de Ronald Regan en los Estados Unidos, quien pese a sus limitaciones,
múltiples metidas de pata y a su participación en intervenciones en Nicaragua, logró
mantener intacta su imagen como galán de Hollywood de los años 50. Más
recientemente la expresión fue empleada para describir a Alberto Fujimori, quien a lo
largo de su gobierno logró mantener una imagen incólume, pese a los continuos casos
de corrupción que pronto fue ventilando la prensa, y que concluyen con su caída del
poder y su fuga al Japón.
Lo mismo parece suceder con Uribe. Los casos de corrupción se resuelven delegando
la responsabilidad en el funcionario quien es removido del cargo. Esto ha venido
sucediendo con los directores del Incoder, FINAGRO, el DAS y la Superintendencia de
Vigilancia Privada, e incluso con el general Castellanos ante los casos de torturas
cometidas contra soldados al interior del ejército. A manera de ejemplo, frente a Jorge
Noguera declaró que “si alguien cometió un error en el DAS que lo metan a la cárcel, si
fue Jorge Noguera que lo metan a la Cárcel” (46). Cabe preguntarse entonces por su
responsabilidad en el nombramiento de estos y otros funcionarios. Cuidado, la pregunta
puede resultar espinosa como se apreció de la reacción presidencial ante la pregunta
formulada por Alejandro Santos en el debate televisado. En síntesis, el efecto teflón da
cuenta de cómo el presidente hábilmente logra hacer que cualquier adversidad le
resbale, sin que nada se le pegue y afecte su imagen.
“La forma como al presidente/candidato le resbalan todas sus metidas de pata hace
rato pasó de sorprendente a indignante. Nadie se explica por qué el país es tan
permisivo con el doctor Uribe, a pesar de sus incontables fiascos, entre los cuales se
pueden contar: el fallido rescate a sangre y fuego del gobernador de Antioquia y el ex
ministro Gilberto Echeverri; las prácticas de una modelito paisa en la Casa de Nariño;
los oscuros episodios que han rodeado el proceso con las AUC; sus nexos con el
cuestionado ex senador Carlos Náder; el bochornoso episodio con Yidis y Teodolindo
en la aprobación de la reelección; la plata de La Gata en su campaña pasada; y el
montaje con la entrega de los guerrilleros en el Tolima, con show de avión incluido,
etcétera. Y podría mencionar más casos todavía, pero no vale la pena” (47).
Los problemas para el presidente vendrán, como para toda sartén, cuando el teflón que
lo rodea se desgaste y algo se le empiece a pegar. El candidato liberal Horacio Serpa
señala que ello ya está empezando a suceder, en la medida que “el ‘efecto teflón’ del
Presidente ya no me preocupa tanto porque se está desgastando” (48).
Lo mismo decía George Bush padre, quien conoció a Saddam Hussein y al general
Manuel Antonio Noriega cuando eran “buenas” personas. El presidente se sirve de este
sofisma para evitar cualquier cuestionamiento y esquivar toda responsabilidad, bajo la
justificación que nombró a Noguera en la dirección del DAS porque trabajó en su
campaña y porque conoció su hogar y familia. Lo cierto es que tal y como lo expone el
columnista Pedro Medellín, con los recientes escándalos “por primera vez se planteó
que (el presidente) no nombró gente competente para los cargos de Estado y el grado
de afección se evidenció al perder la compostura en televisión" (51).
El 12 de mayo de 2003, el país conoció una insólita noticia. El hombre más custodiado
del país, el presidente Álvaro Uribe, había perdido su billetera. Días después se supo
que de su cuenta habían sido retiradas sumas de dinero. Gracias a los videos de
seguridad, la policía logró dar con los responsables. Pese a haber incurrido en el delito
de robo y estafa, el culpable recibió el indulto presidencial. "Es gente pobre, hay que
darles una nueva oportunidad”, afirmó en su momento. El presidente hizo gala del
manejo discrecional de la justicia que suele emplear, bajo la intención de mostrarse
como un presidente comprensivo y tolerante.
“A Uribe no se le ocurrió pensar por un lado en los problemas de seguridad que podría
generar en el resto de huéspedes del hotel, en la zona, en el resto de reinsertados y en
lo que menos pensó fue el mensaje que podía dar al premiar a un ex guerrillero de la
magnitud de "Julián" (52).
Su determinación tomó por sorpresa al país, ya que con su acción el presidente daba
un mensaje incoherente al premiar a un guerrillero implicado en secuestros masivos,
quien se había fugado, a la par que castigaba a los funcionarios del CTI vinculados con
su fuga. El ministro de justicia anunció la suspensión de los procesos en su contra al
aplicarle la ley de reinserción, en clara contravía al debido proceso como lo denunció en
su momento el procurador Edgardo Maya. El episodio tuvo un epilogo por demás
divertido. Pese a la invitación del presidente de pagar por los gastos de hotel, “después
de la estadía de 'Julian' el Hotel Tequendama se vio a 'gatas' para que le pagarán la
cuenta por 752.000 pesos”.
"Vamos a ofrecer en esa área que los campesinos que tengan coca la traigan y el
Gobierno les paga una recompensa económica para que la entreguen", lo que implica
que el Estado entrará a competir en un mercado ilegal en el que ya están las Farc y los
paramilitares (…) “Eso tiene que ser muy serio. Preste la coca y tome la platica; como
en la feria: preste el marrano, tome la plata. Pero con un compromiso adicional: que
esas familias se comprometan todas a cuidar el área libre de coca de ahí en adelante.
Ese tiene que ser el compromiso adicional”.
Las reacciones no se hicieron esperar ante una propuesta calificada como improvisada,
que antes que promover otro tipo de cultivos, estimula el cultivo de hoja de coca.
“Las críticas se enfocaron a temas de por qué se compraría la coca y no otros cultivos
que se siembran para sustituir ese producto ilícito, adicionalmente se consideró que la
propuesta podría estimular la siembra de más coca y además se cuestionó el hecho de
que el Estado no está en capacidad de comprar los cultivos de otras regiones del país”
(53).
El gobierno respondió las críticas, señalando que lo que se busca es acabar con el
cultivo mediante el pago de una recompensa. Sin embargo en la opinión pública el
hecho quedó registrado como uno más de los “osos de Uribe” (54).
Luego del atentado sufrido por el senador Germán Vargas Lleras el 10 de octubre de
2005, el presidente Uribe regresó el día siguiente al lugar de los hechos. Allí se le vio,
megáfono en mano, ofreciendo recompensas a cambio de información y ofreciendo
indemnizaciones a las víctimas del atentado. La columnista María Jimena Duzán
53 “Polémica por propuesta del presidente Uribe de pagar recompensas por coca en el Meta”, El Tiempo,
24 de julio, 2005.
54 “Los osos de Uribe”, Portafolio, 30 de septiembre, 2005.
33
relataba que mientras el senador asistía herido al Congreso, “el Presidente seguía
despachando desde el andén de la 70 con novena, megáfono en mano, distribuyendo
platicas a quienes se les habían roto sus vidriecitos” (55).
El gobierno responsabilizó del atentado a las milicias urbanas de las FARC, mientras
que el senador abría la posibilidad que los autores estuvieran relacionados con políticos
y grupos de autodefensa. El presidente aprovechó el atentado para robar pantalla en
los medios y como suele suceder ante todo acto criminal, salir a ofrecer recompensas
cual sheriff tejano.
Queda implícita en la máxima presidencial una sensación de que su “mano dura” puede
fácilmente confundirse con la posibilidad de tomarse la justicia por la “mano propia”.
Uno de los hijos del presidente, Jerónimo, estudia Economía en la Universidad de los
Andes. Hace dos semestres recibió la matricula condicional al haber realizado plagio en
una clase con un profesor visitante de Harvard. Posteriormente se vio involucrado en un
nuevo proceso disciplinario por haber cometido un supuesto fraude. En su momento,
surgieron voces de estudiantes y profesores que denunciaban presiones para que se
abstuvieran de hablar sobre el tema. Adicionalmente se conoció por parte de la opinión
pública que el presidente había puesto al servicio de su hijo al prestigioso y recorrido
abogado Jaime Lombana, quien ha trabajado en casos tales como Invías,
ECOPETROL, Comsa y Bavaria, para solucionar el ‘simple’ caso de fraude
universitario.
“Pero lo que si no puede es decirle a Lanota.com que no debe abordar el tema del hijo
del Presidente porque, según él, no se trata de un tema de "interés general". De modo
que este prepotente abogado se abroga la potestad de establecer qué temas son los
que debe tratar un medio de comunicación como lanota.com. La pregunta fundamental
que surge es si está hablando en nombre de su cliente el Presidente de la República, o
si lo está haciendo en nombre propio. Si está hablando en nombre del Presidente el
asunto es en extremo serio por cuanto sólo el abogado de un dictador podría exigirle a
un medio que tal o cual tema le está vedado. Si está hablando en nombre propio
cometió una ligereza que indicaría un bajo nivel de profesionalismo. Creemos que es lo
segundo” (57).
La reacción del abogado del presidente frente al caso de Jerónimo resulta similar a las
reacciones que ha protagonizado el mismo presidente. Contrario a mantener la mesura
y responder con claridad, las reacciones suelen ser intempestivas, ponen en entredicho
el proceder de los medios y dejan a un lado los cuestionamientos frente a la información
publicada. Por último, si se recuerda aquello de “linchar a los corruptos”, en este caso el
presidente no dio un ejemplo al país frente a su hijo, a menos que le haya dado una
buena pela o linchamiento en la intimidad de su hogar. No sobra preguntarse cuáles
son las motivaciones del presidente para formular propuestas y planteamientos como
los realizados. En ellos se destaca una marcada improvisación, que produce un impacto
mediático inmediato y que pronto cae en el olvido.
Lo mencionado por el mandatario fue "Durante nuestra reunión con el presidente Uribe.
Allí también discutimos las recientes acciones que el Senado y la Cámara han tomado
sobre la inmigración ilegal a Estados Unidos. Estábamos curiosos por conocer la
opinión del presidente Uribe sobre cómo deberíamos lidiar con ese asunto", según
redactó Specter en un informe de su visita al país. Sin duda nos sorprendió esta
propuesta.
siempre, la mayoría de los medios del país registró con superficialidad y simplismo la
propuesta, no así los candidatos presidenciales, especialmente el aspirante por el
Partido Liberal Horacio Serpa quien calificó la idea presidencial como “un disparate y un
acto indignante de lesa humanidad y sumamente humillante para nuestros compatriotas
en el exterior”.
La revelación fue hecha por el contralor General, Antonio Hernández Gamarra, durante
el Segundo Encuentro de Gobernadores por la Infancia en Medellín, quien se refirió a
que 480 mil millones de pesos no llegaron al Instituto. “En pocas palabras, no es justo
que los recursos para la infancia estén dedicados a financiar el déficit del Gobierno”,
manifestó Hernández Gamarra.
Por su parte, la directora de ICBF, Beatriz Londoño Soto, aclaró que no son 480 mil
millones de pesos los que han dejado de entrar al Instituto, sino 680 mil millones de
pesos.
“Cada peso que le aprueba al ICBF el Ministerio de Hacienda por medio de la ley de
presupuesto es un peso invertido, la dificultad que hemos tenido es que esos dineros no
han llegado a Bienestar, porque están allá (en Minhacienda) y es a eso a lo que se
refiere el señor Contralor”, comentó Londoño.
Sin embargo, la verdad no pudo ocultarse por mucho tiempo y en una de las
deliberaciones del Senado se pudo evidenciar que el Coronel Plazas entregó de
manera irregular la finca La Luisa a Tomás Mosquera López, un sujeto oscuro, con
antecedentes penales, quien recibió el mejor criadero de caballos de paso fino
colombianos, incautados a Joaquín Mario Valencia “El caballista”, en el Valle del Cauca
y vendió, sin pólizas ni garantías, caballos por valor de 48 millones de pesos.
Surgió allí otra denuncia según la cual el coronel Alfonso Plazas regresó el manejo de
nuevos bienes a Tomás Mosquera López a través de una empresa familiar: MOPE
(Mosquera-Perdomo, Ltda.); once bienes incautados, entre los cuales figura la hacienda
36
Gualas en San Martín, Meta, 1.500 hectáreas sembradas con arroz y 1.500 cabezas de
ganado, del fallecido narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, alias el mexicano.
“(...) he vivido al frente, desde que era candidato presidencial de la tesis y en el ejercicio
del Gobierno de la acción: la protección de los sindicalistas, la protección de los
periodistas, la protección de los maestros…” (...)” ().
Sin embargo, los colombianos han podido ser testigos de la irresponsabilidad del
presidente hacia las organizaciones sociales, los periodistas e incluso hacia
funcionarios con los cuales ha operado una especie de censura por parte del gobierno.
“Cada vez que en Colombia aparece una política de seguridad para derrotar el
terrorismo, cuando los terroristas empiezan a sentirse débiles, inmediatamente envían a
sus voceros a que hablen de derechos humanos”.
El tono del presidente fue desproporcionado, sindicó a gran parte de las ONG de tener
vínculos con la guerrilla, al tiempo que puso en riesgo la integridad de activistas
sociales y defensores de derechos humanos. Los crímenes cometidos contra activistas
sociales se han mantenido y recrudecido con el actual gobierno.
Algunos casos, como el de Correa de Andreis, tienen vinculación directa con los
supuestos nexos entre paramilitares y funcionarios del DAS. Asimismo, con el corazón
entristecido, cabe recordar la reciente desaparición y muerte de Jaime Gómez,
politólogo e historiador vinculado al equipo de la senadora de oposición Piedad
Córdoba y a la campaña presidencial del candidato liberal Horacio Serpa. Con el ataque
frontal que en ese momento realizó el presidente contra las ONG, se evidenció que lo
embarga cierta incomodidad hacia el tema de los derechos humanos. Posteriormente le
bajó el tono al reclamo y pidió disculpas públicas.
“Las relaciones entre el director del Dane, César Caballero, y las altas esferas del
Gobierno se rompieron definitivamente con ocasión de los datos sobre pobreza y el
estudio sobre Victimización en el 2003. Este último se convirtió en una de las grandes
embarradas del Gobierno Uribe, pues puso en riesgo la credibilidad del departamento
estadístico, de reconocimiento internacional” (58).
El año 2005 fue un calvario para el periodista, columnista y director de Noticias Uno,
Daniel Coronell. En los meses de abril y mayo recibió amenazas telefónicas contra su
vida y la de su familia, a la vez que junto con los periodistas Carlos Lozano y Hollman
Morris recibió coronas fúnebres. A la par se empezaron a enviar correos electrónicos
anónimos al director de la revista Cambio y al columnista Ramiro Bejarano, que
mantienen un lenguaje agresivo hacia Coronell. El periodista se puso en la tarea de
averiguar el origen de los correos electrónicos y en su columna de la revista Semana
denunció públicamente a su verdugo:
“La señal venía de una mansión en la zona de Suba, al noroccidente de Bogotá. En esa
casa habita el ex congresista Carlos Nader Simmonds, titular de la suscripción de
Cablenet usada para enviar el anónimo intimidatorio similar a otros tres que ya entregué
a la Fiscalía. No puedo asegurar que él esté detrás de todas las amenazas pero, por lo
menos, éstas salieron de su propia casa”.
Carlos Náder Simmonds rindió indagatoria ante la Fiscalía y los medios informaron que
“Tomás y Jerónimo Uribe figuran entre las 40 personas que habrían usado un
computador del ex congresista Carlos Náder, desde el que se enviaron mensajes que
dieron pie al periodista Daniel Coronell para denunciar amenazas contra su vida” (60).
Qué tan normal puede resultar la familiaridad con la casa de Nariño de un personaje
como Náder, quien pese a resultar alguien “simpático y divertido” para el presidente, ha
mantenido oscuros nexos con el narcotráfico y se encuentra directamente implicado en
las amenazas proferidas contra Daniel Coronell. Este reconocido periodista, como
muchos otros colombianos, sólo encontró seguridad y tranquilidad exiliándose en el
exterior.
Dentro del inventario de virtudes y defectos del presidente Álvaro Uribe que realiza
María Izquierdo, destaca la testarudez “en el sentido positivo de la palabra” como uno
de sus rasgos principales. Algunas páginas más adelante señala que “Uribe es
profundamente democrático y conciliador”. Sin embargo, poco democrático y conciliador
fue el trato irreflexivo que tuvo el presidente hacia los medios de comunicación, en
plena Semana Santa, cuando se publicaron las denuncias sobre escándalos de
corrupción que rodean al gobierno.
Los medios de comunicación del país se solidarizaron con las revistas y manifestaron
su rechazo a los planteamientos del presidente. Dentro de ellos, se destacó el editorial
del periódico El Tiempo, que pese a su apoyo manifiesto al presidente advertía:
“Será frase de cajón repetirlo, pero el problema no son los medios de comunicación,
que en una democracia cumplen el papel fundamental de vigilar e informar. Los
delicados líos en los cuales se han visto envueltos varios funcionarios del Gobierno no
son un invento del mensajero de esas noticias. En lugar de enfilar baterías contra la
prensa, ¿no sería lo atinado propiciar rigurosas investigaciones sobre lo sucedido en el
DAS y demás agencias?” (63).
62 “"Uribe no puede estigmatizar a los medios por ejercer la crítica y la fiscalización": Alejandro Santos,
Semana, 11 de abril, 2006.
63 “El presidente mensajero”, El Tiempo, abril 13, 2006.
40
María Izquierdo define la figura del estadista como el “gobernante que interactúa con
inteligencia, capacidad y destreza para dar respuesta coherente y oportuna a las
necesidades de un Estado. Uribe tiene las ideas para solucionar cada problema. Le
cabe el país en la cabeza”. Pero… las reacciones improvisadas, airadas y
desproporcionadas del presidente no son muestra de su talante de estadista. Él mismo
parece reconocerlo, cuando en sus discursos de la campaña anterior solía pedir al
electorado:
Antes que buscar ser un estadista que lidera una democracia, Uribe, cual prócer del
siglo XIX, desea ser el primer soldado de la patria que encabeza una guerra. Contra el
terrorismo, contra los críticos, contra los vecinos. ¿Requiere Colombia de un presidente
soldado, que se irrita fácilmente, estalla como un volador, improvisa como un culebrero
y pide perdón como ejemplo de buen católico? ¿O por el contrario urgimos tener un
verdadero estadista en el poder, con cabeza fría, diplomático y reflexivo ante la crítica?
64 Álvaro Uribe, “Mano firme, corazón grande”, 12 de mayo, 2002. La negrilla es nuestra.
41
INSEGURIDAD DEMOCRÁTICA
Junto con la lucha contra la corrupción, la seguridad democrática es “la política de
mostrar” del gobierno Uribe. Bajo esta política, afirma el gobierno, “se ha recuperado la
confianza en el país, los colombianos regresaron a las carreteras, la guerrilla se
encuentra diezmada y el paramilitarismo en un proceso de desmovilización”. Sin
embargo, el conflicto se mantiene, la inseguridad en las ciudades y en los campos
permanece, así como las acciones guerrilleras, los crímenes políticos – como el de
Liliana Gaviria, hermana del ex presidente Cesar Gaviria o las muertes de concejales
del departamento del Huila-, detenciones injustificadas - caso de Alfredo Correa de
Andreis, posteriormente asesinado- y desapariciones escalofriantes - caso Jaime
Gómez -, entre otros. Y pese a un supuesto proceso de paz, el desmovilizado accionar
del paramilitarismo ha sobrevivido y mutado. En ese sentido, aquello tiene más bien
poco de seguridad y de democracia.
• El proceso de paz
“SEMANA conoció la reciente metamorfosis de Diego León Montoya, alias 'Don Diego',
uno de los 10 hombres más buscados por el FBI, quien hasta hace un tiempo era
conocido por ser el jefe del cartel del norte del Valle del Cauca y ahora compró el
bloque paramilitar 'Héroes de Rionegro' con el objetivo de entrar a negociar con el
gobierno” (65).
Esto se refuerza aun más con la evidencia de las posiciones blandas y flexibles del
gobierno, tal y como sucedió con el caso de Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna.
Luego de que el gobierno formara una gran alharaca mediática registrando un vistoso
despliegue policivo –para que se entregara y evitara su captura- ordenó su traslado a la
cárcel de Cómbita por su vinculación con un crimen cometido cuando ya se encontraba
desmovilizado, los líderes paramilitares tomaron la decisión de levantarse de la mesa
de diálogos, a la par que los transportadores de Medellín bloqueaban el transporte en la
ciudad.
El gobierno tuvo que ceder a las presiones y decidió trasladar a Don Berna a la cárcel
de Itagüí, su casa. Con ese episodio se calmaron los ánimos y se empezó a superar la
crisis. Sin embargo, queda la impresión de que el proceso está lejos de generar un
clima de paz y que el gobierno no se ha caracterizado por su dureza en el trato con los
grupos paramilitares. La justicia y la paz no emanan mágicamente de las leyes. Por el
contrario implican la realización de un proceso transparente de reconciliación. Y la
verdad es que este proceso poco tiene de transparente y de reconciliador.
66 Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP/OEA), “Sexto informe trimestral del secretario
general al consejo permanente sobre la misión de apoyo al proceso de paz”, marzo, 2006.
67 “Un nuevo hobby ocupa por estos días toda la atención del desmovilizado jefe de las Autodefensas,
Salvatore Mancuso. Por todos es sabido ya en Montería que los carros son ahora su pasión y que la
importación de vehículos de lujo lo tiene fascinado. Tanto, que sus últimas adquisiciones son dos
vehículos militares Hummer y un BMW último modelo que le regaló a su novia. Cada uno de los
“jugueticos” cuesta más de 200 millones de pesos”. “Gusto refinado”, El Espectador, 5 al 9 de abril, 2006.
43
Si América fuera un vecindario y los países sus moradores, es probable que Colombia
fuera visto como el vecino con problemas internos que afectan a los demás inquilinos.
El conflicto colombiano ha desbordado las fronteras nacionales.
Países como Ecuador y Venezuela han reiterado de forma continúa su malestar ante la
invasión del espacio fronterizo aéreo y terrestre por parte de tropas colombianas y de
aviones de fumigación. El gobierno colombiano ha intentado involucrar a sus vecinos en
el conflicto, exigiendo su colaboración en la lucha antiterrorista que se ejecuta con
recursos del gobierno estadounidense.
Pese a que los latinoamericanos observamos con esperanza el escenario actual, con el
surgimiento de gobiernos democráticos que representan nuevas y distintas formas de
concebir el ejercicio político, en Colombia esta ilusión no se encuentra a la vista.
Mientras que en el continente parecen consolidarse de forma aislada y espontánea
gobiernos con una clara intención de soberanía y autodeterminación, Colombia le ha
endosado su voluntad a los Estados Unidos. Ayudan a corroborar esto algunos
ejemplos.
El presidente Álvaro Uribe, sin previa consulta al país y sin fundamento alguno, apoyó
en contravía a la comunidad internacional “la guerra preventiva” de George W. Bush en
Irak. Al hacerlo el presidente se mostró de acuerdo con la intervención militar, lo cual
podría ajustarse al escenario colombiano. Con el tiempo se ha demostrado que la
invasión en Irak fue totalmente injustificada, soldados norteamericanos se han visto
envueltos en casos de escalofriantes torturas a civiles y el caos civil se mantiene en el
país.
De igual forma, la distinción que establecía el Plan Colombia entre lucha contra el
narcotráfico y contra la insurgencia se ha difuminado con el Plan Patriota. En esta
nueva fase de la confrontación, los recursos fiscales y humanos del gobierno
norteamericano se encuentran dirigidos directamente a fortalecer la “mano firme” contra
la guerrilla, lo que evidencia la creciente intervención estadounidense en el conflicto
interno que padece Colombia.
44
Finalmente, la aprobación del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos es la
señal lapidaria, querámoslo o no, de que nuestro destino está encadenado a los
designios de la potencia del norte. Con ello ya se empieza a observar el debilitamiento
definitivo de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) ante el anuncio del retiro de
Venezuela, nación que acaba de ingresar a Mercosur.
Dado lo anterior son pocas las probabilidades de que Colombia logre una integración
regional efectiva, por lo que quedaría aislada de sus vecinos y se oficializaría su
alineamiento con los Estados Unidos. Incluso con la aprobación del TLC, el presidente
ya ha ofrecido sus servicios como intermediario en las tensas relaciones que mantienen
entre sí Estados Unidos y países como Bolivia y Venezuela.
En ese sentido da grima ver como en un continente caracterizado por los nuevos aires
políticos, Colombia mantiene una actitud sumisa y subordinada a los designios de un
presidente elocuentemente incompetente como George W. Bush. Es hora de volver la
mirada hacia nuestro vecindario natural, buscar alianzas y perseguir la realización
efectiva de una nación realmente soberana.
“No es fácil distinguir al candidato del Presidente. En los últimos días han llovido, al
ritmo de las encuestas, iniciativas en temas claves para el gobierno (…) Algunos dirán
que se trata de actos de Gobierno pero la coincidencia con lo que piden las encuestas
en economía, paz y relaciones exteriores hace pensar que las jugadas de Uribe son
más estrategia de campaña que de Gobierno” (68).
Preguntar qué tanto tiene este partido de unidad, de nacional y de social ya es otro
asunto. Lo único claro es que la U, es la U de Uribe y que según Ramiro Bejarano
también se puede aplicar para Juan Manuel Santos, "porque en términos de tránsito
usted ya sabe que significa el giro en ‘u’. Juan Manuel Santos va a ser el primero en
irse, volverse y volverse" (69).
Pese a que la reforma política adelantada por el gobierno buscaba fortalecer los
partidos y acabar con las microempresas electorales, de lo que se fue testigo en las
elecciones parlamentarias fue de la plena vigencia del clientelismo camuflado en la
estructura de los nuevos movimientos. La gran mayoría de ellos conformados por
caciques políticos congregados en torno a la imagen del presidente. De cambio político
más bien poco. En los partidos uribistas fueron recibidos y avalados barones y caciques
electorales, clientelistas y manzanillos que durante su estadía en el Partido Liberal
fueron acusados por las unidades de investigación de los medios, pero que ahora
merced a la pauta publicitaria estatal y a su “temor reverencial”, han sido blanqueados
por las aguas lustrales del uribismo.
• Pseudo purgas
simpatía y cercanía con los grupos paramilitares. Pese a haber recibido el aval de Mario
Uribe y su movimiento Colombia Democrática para formar parte de sus listas, el
senador notificó meses después su expulsión. La prensa ventiló rumores de que el
senador, presionado ante la advertencia de perder la visa para ingresar a Estados
Unidos, había tomado la decisión. Ninguna de las dos representantes logró salir
reelegida, como sucedió con otros purgados como Vicente Blel y Jorge Castro.
Contrario a éstos, otros purgados sí lograron ser elegidos. Los expulsados del partido
de la U. Dieb Maloof y Habib Merheg son ahora senadores por el movimiento Colombia
Viva, mientras que Luís Eduardo Vives lo es de Convergencia Ciudadana. Jorge
Caballero, expulsado de Cambio Radical, salió elegido como representante a la Cámara
en el Magadalena por el movimiento Apertura Liberal.
Fue cuando se conocieron los resultados electorales, que la purga adquirió un carácter
formal y mediático. El capital electoral desplegado por senadores cuestionados como
Dieb Maloof y Habib Merheg, así como por el controvertido movimiento Convergencia
Ciudadana, captaron la atención del gobierno. Mientras tanto, el presidente invitaba a
movimientos de oposición como el partido Liberal y el Polo Democrático Alternativo
(PDA), a “que consideren la posibilidad, sin renunciar a sus tesis fundamentales, de
contribuir a que construyamos una gran coalición pluralista”.
Sin embargo, el anuncio estuvo acompañado por las informaciones referidas a los
guiños realizados por el alto gobierno a los congresistas purgados y cuestionados. Los
senadores electos Luís Alberto Gil, Dieb Maloof y Habib Merheg contaron a los medios
que habían recibido contactos por parte del gobierno. La razón, el botín nada
despreciable de votos que ostentan los movimientos Convergencia Ciudadana,
Colombia Viva y Apertura Liberal.
• Acusaciones a la ligera
47
“El Gobierno Nacional confirmó ayer las denuncias hechas por el directivo del Partido U,
el ex ministro Juan Manuel Santos, quien acusó a Pardo de una presunta "acción
política en contra de Uribe". En un comunicado leído por el secretario de prensa de
Palacio, Ricardo Galán, se dijo que "en relación con el caso del senador Rafael Pardo,
el Gobierno pondrá en conocimiento de la Fiscalía General de la Nación la información
que ha recibido en el sentido de que el doctor Rafael Pardo ha propuesto a las Farc una
acción política en contra del Presidente" (70).
El país se escandalizó con la información. Pardo, por su lado, afirmó que todo se
trataba de una “burda jugada política”, que buscaba desprestigiarlo en la contienda
electoral. Días después, en un nuevo reversazo por parte del gobierno, el presidente
manifestó que los nombres de los testigos no podían ser revelados por cuestiones de
su seguridad y una vez más, pidió excusas públicas al senador.
“Acabo de tener una última conversación con el Alto Comisionado, doctor Luís Carlos
Restrepo, él me dice que el Gobierno no puede revelar los nombres de los testigos, por
el interés superior del país en la paz y en el acuerdo humanitario", señaló el presidente
Uribe.
Otra reciente información que da cuenta de estrategias electorales poco limpias fue la
relativa a la pensión del candidato presidencial por el PDA, Carlos Gaviria Díaz. La
información presentada por el noticiero CM& y que según su director Yamid Amat tuvo
como fuente a miembros de la campaña Uribe, lo señalaba como un beneficiario de una
de las pensiones más altas del Seguro Social. Al día siguiente Carlos Gaviria, en el
mismo noticiero, manifestó que la información era falsa y con documentos en mano
demostró el verdadero monto de su pensión. De igual forma declaró que lo sucedido "es
una señal inicial, están mostrando las armas, a qué tipo de armas pueden apelar para
desprestigiar a un contendor. Fue una actitud bastante reveladora de a qué tipo de
cosas están dispuestos" (72). En campaña electoral, el uribismo ha hecho gala de una
70 “Primero Auc, ahora Farc: la campaña sigue enredada”, El Colombiano, 19 de enero, 2006.
71 “El presidente Álvaro Uribe se retracta de las acusaciones contra Rafael Pardo”, El Tiempo, Enero 22,
2006.
72 “Campañas presidenciales se enfrentan por versión sobre pensión de Carlos Gaviria publicada en
CM&”, El Tiempo, 15 de Abril, 2006.
48
Sin embargo, de la columna no existían registros judiciales, a su vez que las FARC-EP
informaron que en su estructura no hay ni ha habido una columna o un comandante con
esos nombres. Los rumores conducían a que se trataba de un grupo conformado con
desertores de distintos frentes que se habían reagrupado para la “desmovilización”. La
aeronave a su vez había sido incautada en el pasado, por lo que la información
resultaba aún menos creíble. El presidente, en una nueva disculpa pública confesó que
lamentaba “la información imprecisa que transmití sobre el supuesto decomiso del
avión” (74).
2002, entre otros, corroboran esta sensación de una federación norte bajo el poder
paraestatal. Una vez conocido el caso del DAS, en donde apareció relacionado el
nombre de Raúl Montoya, gerente de la campaña uribista en el Magdalena, residente
de Santa Marta, el presidente en su explayada reacción ante la adversidad manifestó:
“Y ahora entonces le van a quitar legitimidad a este gobierno cambiando a don Raúl
Montoya, un hombre honesto que vive en Santa Marta, por Diego Montoya, un
narcotraficante. Hombre, no hay derecho que pongan a los colombianos a leer unas
revistas importantes en Semana Santa que violan la Constitución, que violan el derecho
a la intimidad y al buen nombre de las personas (...) Pregunten ustedes en Santa Marta
quién es don Raúl Montoya” (75).
Otro informe del equipo de investigación del semanario El Espectador (V-13-2006) puso
en evidencia los nexos paramilitares de otro gerente de la Campaña reelecionista del
Por ese título valor, la Fiscalía llamó a declarar a Rueda, quien aceptó conocer a Emiro
Pereira. De él dijo que lo había conocido a principios de 2001 en la Feria de Agroexpo
de Bogotá.
Sobre el cheque que le fue encontrado a Emiro Pereira, Rueda explicó que ese título
valor se lo prestó un amigo en Yopal y que, posteriormente, para evitar pagar la
comisión bancaria, le pidió a Emiro Pereira que se lo consignara en una de sus cuentas
bancarias de Bogotá.
No obstante sus antecedentes judiciales Rueda Gómez fue nombrado por Fabio
Echeverri Correa, como jefe de campaña de Álvaro Uribe Vélez en Casanare. Tras
soportar por varios días los ataques de políticos de ese departamento —lo acusaron de
tener presuntos nexos con los paramilitares y de actuar de manera irregular en
contrataciones oficiales—, el ingeniero Rueda renunció al cargo.
Aparte de sus nexos con Emiro Pereira, sobre ese particular hay abundante información
en el proceso Nº 2.017 de la Unidad Nacional de Derechos Humanos de la Fiscalía, que
investiga los asesinatos de tres políticos del Meta: Eusser Rondón, Nubia Inés Sánchez
y Carlos Sabogal.
Un hombre llamado Andrés de Jesús Vélez Franco acusó a Rueda de haber participado
en las reuniones en las que se planeó el triple homicidio, perpetrado el 13 de
septiembre de 2004. También Vélez Franco aseguró que Rueda era el encargado de
las contrataciones de Meta y Casanare, con destino a las autodefensas de Martín
Llanos y Miguel Arroyave.
51
“La gran mayoría de las veces que yo me he visto con Emiro Pereira ha sido en Bogotá
(...) En una oportunidad viajé con él a Yopal (Casanare) por tierra, los dos solos y
ambos íbamos completamente desarmados, y yo no vi nada extraño, y la vez que lo
atendí en Yopal, él iba acompañado de su esposa”.
Alias ‘Chubasco’
Para terminar su diligencia en la Fiscalía, Rueda recordó lo que Pereira le había dicho
sobre el origen de su patrimonio. “Sí, él contaba que desde pequeño empezó a trabajar
en un pueblo de Córdoba, y después vivió en Medellín y que terminó en Bogotá. Que se
dedicaba a la compraventa y que le gustaba mucho jugar billar, cartas y que siempre
ganaba”.
¿Por qué con tantos testimonios en su contra, Andrés Rueda no ha sido vinculado a
ningún proceso? “Estamos investigando”, dijo un vocero de la cúpula de la Fiscalía.
Versión de la campaña
52
El directivo comentó que desde hace 88 días cuando comenzó la campaña, se tienen
limitaciones de personal, económicas y de infraestructura que impiden analizar con
profundidad todos los antecedentes de quienes a ella se vinculan. “Se parte de la buena
fe de las personas”, concluyó. Rueda presentó su renuncia el jueves 11 de mayo de
2006”, concluye el informe de El Espectador.
De acuerdo con un informe del programa “Votebien”, promovido por la Revista Semana:
“Algunas empresas que financiaron a Uribe en su primera campaña han tenido unos
buenos cuatro años:
Todos los colombianos se han visto beneficiados de alguna forma durante el gobierno
de Uribe: las familias pueden viajar por las carreteras, los empresarios pueden
transportar sus mercancías, bajó el desempleo, los secuestros y los ataques a pueblos
y al mundo le está interesando invertir en el país. Los donantes no fueron la excepción.
"Puedo garantizar que ninguno de los donantes ha ido a Palacio a hacer valer su
donación", le dijo a Votebien Alberto Velásquez, el gerente de la campaña anterior y
coordinador de la actual. "El Presidente nunca quiso ver el listado de donantes, para no
sentirse comprometido", agregó. Esta fue la suerte de los donantes estos cuatro años:
Condecoraciones
53
Entre los patrocinadores de Uribe, recibieron en los últimos cuatro años estos
reconocimientos:
Julio Mario Santo Domingo: El grupo económico siempre aporta a todas las
campañas presidenciables. A la de Uribe donó casi 600 millones de pesos, a través de
todas sus empresas (Bavaria, $202.000.000; Malterías de Colombia, $100.000.000, y
Cervecería Unión, $100.000.000, entre otras). En 2004, Julio Mario Santo Domingo
recibió la Orden de Boyacá por su aporte al país. "Ha conducido con acierto un emporio
empresarial que es motor en el desarrollo económico y social, fuente de trabajo y
progreso para miles de familias colombianas", dice el decreto presidencial.
Carlos Manuel Echavarría Toro, presidente del grupo Crystal ($15.800.000) recibió del
gobierno de Uribe la Orden de Boyacá; aunque ya había sido condecorado por Andrés
Pastrana en 2001.
Nombramientos
Entre los financiadores de Uribe se encuentran tres ministros y una embajadora. Todos
tienen estudios y experiencia que demuestran su idoneidad para desempeñarse en
cada uno de los cargos.
Luis Ernesto Mejía, ministro de Minas y Energía. Mac S. A., la empresa de propiedad
de su padre, Ernesto Mejía Amaya, aportó $10.500.000. Por su parte, Mejía Amaya
aportó, como persona natural, un millón de pesos.
José Roberto Arango, amigo íntimo del Presidente desde jóvenes, aportó un millón de
pesos a la campaña. Fue Alto Consejero presidencial en la primera fase del gobierno.
Sectores Beneficiados
Todo gobierno adopta medidas para proteger algunos sectores estratégicos desde el
punto de vista de generación de empleo y, por consiguiente, algunas de ellas se
habrían tomado incluso si no hubieran aportado a la campaña del Presidente. Algunos
sectores que aportaron a la campaña se han visto perjudicados en estos cuatro años,
como varios que salieron perdiendo con el TLC. Sin embargo, estos son los sectores
aportantes a los que mejor les fue:
Cultivos de palma africana: Uno de los proyectos más defendidos por Uribe es el
cultivo de palma africana, "uno de los cultivos con más alto potencial exportador en el
futuro", ha dicho en numerosas ocasiones.
La idea del gobierno es reemplazar con palma africana cultivos ilícitos y otros poco
productivos. Aunque las organizaciones indígenas y ecologistas se oponen, las
hectáreas sembradas están en aumento (Fedepalma, con apoyo del gobierno, pretende
pasar de 170.000 hectáreas en el año 2000, a 743.000 en el 2020). Los incentivos
tributarios con los que el gobierno promueve este cultivo benefician -entre otras
empresas- a nueve que aportaron en total 65 millones de pesos: Palmar del Oriente
($5.000.000), Palmas de Tumaco ($20.000.000), Palmas del Cesar ($5.000.000),
Palmas oleaginosas de Casacara ($5.000.000), Palmas oleaginosas Bucarelia
($5.000.000), Palmasol ($5.000.000), Palmeras de Alamosa ($5.000.000), Palmeras de
Puerto Wilches ($10.000.000) y Palmeras La Carolina ($5.000.000).
55
Algunos de los seis grupos que se disputan la operación del Masivo Integrado de
Occidente (MIO) han acusado a Colombiana de chasises de aprovechar su cercanía
con el ministro de Minas y Energía, Luís Ernesto Mejía, que aprobó un decreto que
ofrece incentivos tarifarios para los sistemas de transporte masivo que usen el gas
natural como combustible. La idea del gobierno es reducir así los costos de los pasajes
y la contaminación ambiental y auditiva. Colombiana de chasises es la única en el país
que puede construir buses articulados que incorporen esta tecnología. De ahí viene la
denuncia, en la que se señala, además, que con el decreto, el ministro Mejía obedece
también a intereses familiares, pues su padre tiene una empresa en sociedad con
varios miembros de la familia Jaramillo.
Tres acciones del diario El Tiempo –vocero oficioso del presidente Uribe en su
campaña por la reelección: cuenta ahora con tres de sus accionistas duros en cargos
de alto nivel estatal, veamos: Francisco Santos Calderón, Vicepresidente de la
56
Exenciones
Otros
Las rentas de los servicios hoteleros, las empresas que cultiven palma; las empresas
de acueducto, alcantarillado y aseo oficiales o de sociedad mixta, y la explotación y
distribución de hidrocarburos, minas y gases también están exentas bajo algunas
condiciones. Se beneficiarían la Compañía Asociada de Gas ($40.000.000) y Promigás
($47.000.000).
La Ley de Garantías, que reglamenta las elecciones presidenciales después de que fue
aprobada la reelección, establece que de ahora en adelante las empresas no pueden
financiar a los candidatos, en aras de mantener la independencia del gobierno frente a
os grupos económicos. En efecto, en el reporte más reciente de donantes de Primero
57
La ley también establece que estas personas naturales no pueden aportar más de 200
millones de pesos, cada una. El coordinador de esta campaña, Alberto Velásquez, le
aseguró a Votebien que Primero Colombia puso un tope de 50 millones para permitir la
participación de más personas (las donaciones totales de personas naturales no
pueden exceder los 2.000 millones). Así consta en los registros de campaña, en los que
se encuentran, esta vez a nombre personal, importantes empresarios que también
hicieron sus aportes en la campaña 2002:
CONCLUSIONES
Por otra parte, frente a cercanos y siniestros personajes de la vida pública nacional, el
presidente se ha mostrado permisivo, evasivo y con una marcada actitud defensiva. No
es gratuito que se haya negado a participar en debates con los otros candidatos, ya que
es muy probable que se le vea más ofuscado que nunca cuando se le cuestionen sus
amistades y los nexos de éstas con el mundo narcoparamilitar.
El limbo entre los personajes que Uribe ha conocido como personas “honestas”,
“honorables”, “simpáticas” o “divertidas”, y su vinculación posterior como
“narcotraficantes”, “testaferros” o “paramilitares”, es francamente muy difícil de precisar.
Al presidente, desde su entorno familiar, lo han unido vínculos con el mundo del
narcotráfico y el paramilitarismo difíciles de ignorar. Ante ellos, la sentencia popular de
“cuando el río suena, piedras lleva”, parece cobrar mayor vigor (76).
76 El país conoce del parentesco de primos hermanos que unía al asesor presidencial José Obdulio
Gaviria, con el extinto narcotraficante Pablo Escobar Gaviria. El asesor siempre ha manifestado que
58
Asimismo, la postura del gobierno ante avances de la Constitución del 91, como la
tutela o la defensa de las libertades individuales (77), ha significado un notable
retroceso en la consolidación del Estado Social de Derecho. Y los muy publicitados
avances en materia de orden público, dejan mucho que desear.
Los cultivos de coca siguen aumentando, las estructuras guerrilleras están vigentes, los
paramilitares siguen operando ahora bajo la legalidad, a la par que el país es testigo de
altos índices de inseguridad y de tenebrosos crímenes contra activistas y personas
cercanas a la oposición.
nunca tuvo vínculos con esa rama de la familia. Sin embargo, en informaciones recientes, el país conoció
que dos de sus hermanos – actualmente en cargos públicos en Antioquia – estuvieron presos por
narcotráfico en Estados Unidos. ¿Será que tampoco conocía a esa parte de la familia?
77 En días recientes el ministro Pretelt anunció que el gobierno proyectaba proponer la modificación de la
tutela. El presidente – en plena campaña electoral – salió apresuradamente a desmentir a su ministro
señalando que “no es cierto que el Gobierno vaya a presentar proyecto alguno en contra de la tutela”. No
sería de extrañar nuevos reversazos al respecto. “El tema de la reforma a la tutela puso a revolar ayer al
Gobierno y armó debate”, El Tiempo, 21 de abril, 2006.
59
“El hecho es que la ministra Suárez, tan drástica con esos lugareños (de la Mohana,
que envenenaron patos canadienses) hambreados e inhábiles, fue impasible ante las
fumigaciones con glifosato, inclusive cuando éstas amenazaron a los parques
naturales, lugares también poblados por toda clase de especies vivas, el hombre entre
ellas. Y nunca se pronunció respecto a los platudos y logreros que, violando normas
ambientales y de vivienda (las dos carteras que ella se echó encima), han invadido las
Islas del Rosario y los cerros orientales de Bogotá.
“Le queda a la ex ministra por aclarar una conducta final que se presta para sospechas,
porque su artículo de El Tiempo, en el que intenta una explicación, es muy trivial e
insatisfactorio. Resulta que mes y medio antes de entregar el puesto, la doctora Suárez
derogó una resolución ambiental que prohibía la importación de desechos peligrosos.
Ese acto administrativo y, según expertos, inconstitucional, le permitió a “Baterías Mac”,
de propiedad de la familia del Ministro de Minas, comprar en el exterior 176.526
baterías usadas, producto que se encontraba entre los de mayor toxicidad y polución en
la norma abolida. El hecho de que estemos ante un cargamento potencialmente letal —
sobre todo en un país como el nuestro, tan negligente respecto a esa clase de
riesgos—, ya mueve a intriga, con mayor razón si fue la titular de la prevención
ambiental quien puso sus buenos oficios para facilitar la presencia aquí de esa
mercadería azarosa.
Sin embargo, así se hubiera tratado de algodones de azúcar, la reputación de los dos
ministros está en duda. No porque la doctora Suárez hubiera abolido una norma oficial
—acto de gobierno que si tiene beneficiarios anónimos, vaya y pase—, sino porque la
penúltima noche de su estadía en el despacho, ella estampó por segunda ocasión su
rúbrica, esta vez para expedirles a los parientes de su colega la licencia ambiental para
importar aquello que les era prohibido, y a lo que la diligente funcionaria, 45 días antes,
le había eliminado todos los obstáculos. Demasiadas pilas.
Ha dicho la ex ministra que al derogar la resolución aludida, lo que pretendía era una
“armonización normativa”. De la otra armonía, la existente entre la firma del primero y el
segundo documento, no dijo nada. Eso se lo dejó a su sucesor, el doctor Juan Lozano,
quien se refirió a la misma como una “coincidencia desafortunada”. En cuanto a la
derogatoria, el nuevo ministro la justifica invocando el “Tratado de Basilea”. Como quien
dice, aquí no ha pasado nada. Eso es lo que se llama espíritu de cuerpo ministerial, que
ya veremos si los organismos de control y anticorrupción se lo aguantan”.
En tal sentido el jefe liberal Horacio Serpa escribió una demoledora crítica sobre la
gestión del ministro de minas y energía Luís Ernesto Mejía: “Y ahora el ministro Mejía
60
Y agrega: “Una verdadera joyita nos resultó este personaje, llamado en el Congreso el
"ministro negociante", integrante de la nómina de especuladores que so pretexto de la
modernización y la eficacia ejerce la administración pública como propia y la
aprovechan para toda clase de abusos y negociados. ¿Será que con tantos atropellos
podemos dormir tranquilos? Que Dios nos libre de otro ministro tan ejemplar”.
Ese es el botón neoliberal de una amplia muestra de su política económica y social, con
la cual se propone responder el doctor Uribe Vélez a sus generosos electores. ¿Cuatro
años más de lo mismo?
de Miss Universo y de los premios musicales MTV Music Awards (78). Al ser los medios
un terreno fértil para toda noticia que se caracterice por la frivolidad y la banalidad, se
empezaron a hacer sondeos de opinión e incluso surgieron disputas entre Cartagena y
Medellín sobre cuál de las dos ciudades iba a elegirse como la sede del certamen de
belleza. La noticia pasó, se la llevaron los cables de prensa y en el aire quedó que
Colombia aspira a organizar el evento en el año 2007 o 2008, como una iniciativa que
busca promover el turismo. En Cartagena se estima que el 75% de la población vive en
pobreza y el 45% en estado de miseria (79). ¿Están estas iniciativas encaminadas a
favorecer a este grueso de la población?
Al parecer contagiado por el furor del mundial de fútbol en Alemania 2006, el presidente
Uribe fue presa del entusiasmo y del calor durante la inauguración de los juegos
Centroamericanos y del Caribe en Cartagena. En su discurso en el estadio Pedro de
Heredia, le asignó al vicepresidente una iniciativa que hasta para el más fanático de los
fanáticos resulta inverosímil:
"El vicepresidente Francisco Santos iniciará una gestión internacional con miras a
obtener para Colombia la sede del Mundial de Fútbol [en el 2014]. La Patria lo hará y lo
hará bien” (80).
78 “Colombia busca ser sede de Miss Universo y de los MTV Latinos”, Caracol Radio, 6 de julio, 2006.
79 Alberto Orgulloso, “Cartagena: entre la pobreza y la corrupción”, Actualidad Colombiana, No. 417,
octubre 13 al 27 de 2005.
80 “El presidente Álvaro Uribe anunció que Colombia buscará ser la sede del Mundial de Fútbol en 2014”,
El Tiempo, 16 de julio, 2006.
62
Según el programa VoteBien, se estima que en el año 2002 la campaña de Álvaro Uribe
dobló “el número y el monto de los aportes, frente a los recibidos por la campaña de
Andrés Pastrana [en 1998]” (82). Mientras Uribe contó con 1.341 donaciones, el
candidato liberal Horacio Serpa recibió 232. Sin embargo, el 53% de los dineros
recaudados provinieron de 60 grandes donantes, quienes contribuyeron con
donaciones entre $400 y $50 millones de pesos. El trato posterior dado por el gobierno
a estos grupos deja ver que los favores e incluso las donaciones en política, se pagan.
Condecoraciones
Los grandes donantes de la campaña Uribe 2002 recibieron reconocimientos por parte
del gobierno. Entre este grupo se encuentran industriales, empresarios y banqueros
quienes fueron condecorados y premiados por su contribución al “desarrollo del país”.
En este grupo vale la pena considerar los siguientes nombres:
El grupo Santo Domingo, suele contribuir con aportes a todas las campañas
presidenciales. A la campaña de Uribe este grupo económico donó cerca de $600
millones de pesos, a través de todas sus empresas (Bavaria, $202.000.000; Malterías
de Colombia, $100.000.000, y Cervecería Unión, $100.000.000 y Cervecería Leona
S.A, $100.000). En 2004 Julio Mario Santo Domingo recibió la Orden de Boyacá por su
aporte al país. "Ha conducido con acierto un emporio empresarial que es motor en el
desarrollo económico y social, fuente de trabajo y progreso para miles de familias
El presidente del grupo AVAL, Luis Carlos Sarmiento Angulo, aportó la suma de
$400.000.000, a través de Capirrendi, una empresa disuelta en diciembre de 2002. En
2004 recibió la Orden de Boyacá: "Es un trabajador incansable, ostenta una brillante
hoja de servicios a la comunidad, al desarrollo del país y a la construcción de confianza
en el país", señala el decreto presidencial. Sarmiento Angulo se ha mostrado de
acuerdo con la política de seguridad democrática y ha aceptado el pago del impuesto al
patrimonio como instrumento para fortalecer las Fuerzas Militares.
La Fábrica de Calcetines Crystal S.A. aportó a la campaña Uribe 2002 una donación de
$15.800.000. Esta empresa antioqueña, dueña de las marcas Punto Blanco, Gef y
Galax, es la líder del mercado de las medias en Colombia. Cuando las medias chinas
iban a entrar a Colombia, el gobierno les impuso un arancel adicional del 88 por ciento
para defender la industria nacional, que genera miles de puestos de trabajo. El mayor
beneficiado fue el grupo Cristal, cuyo presidente, Carlos Manuel Echavarría Toro,
recibió del gobierno de Uribe la Orden de Boyacá, pese a que ya había sido
condecorado por Andrés Pastrana en 2001.
Nombramientos
Así como sucedió con la hermana de Hernán Echavarría Olózaga, quien fue
nombrada embajadora de Colombia en Suiza, otros financiadores de Uribe obtuvieron
dividendos al ser nombrados en cargos públicos del Estado. En este grupo
encontramos ministros y embajadores.
Finalmente cabe recordar a José Roberto Arango, Josefo, amigo íntimo del
Presidente desde jóvenes, quien aportó un millón de pesos a la campaña. Fue
nombrado Alto Consejero Presidencial y renunció al cargo por el caso de una licitación
para proveer toallas al ejército, que terminó favoreciendo a la empresa textilera de su
familia.
Sectores beneficiados
El caso más sonado fue el proyecto de ley que se hundió a mediados de 2003 y que
buscaba aumentar – del 12 al 17% - el aporte de las empresas de apostadores al sector
de la salud. En su momento, el representante Gustavo Petro, del Polo Democrático,
denunció que "el proyecto se hundió por presión del gobierno, que se encontró en un
conflicto de intereses", pues ocho empresas de apuestas invirtieron 300 millones de
pesos en la campaña de Uribe. Apostar ($25.000.000), Apuestas Ochoa ($50.000.000),
Apuestas Unidas de Urabá ($20.000.000), Gane Corredores de Apuestas ($5.000.000),
Inverapuestas ($25.000.000), Sonapi ($50.000.000), Uniapuestas ($100.000.000) y
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Otro asunto espinoso es que el que gira en torno a los cultivos de palma africana, que
se ha convertido en los proyectos bandera del gobierno uribista. El planteamiento es
que este tipo de cultivos representan un potencial a futuro para ser exportado y se
proyecta sustituir los cultivos ilícitos con este tipo de plantaciones. Pese a la oposición
manifiesta por parte de grupos ecologistas y de organizaciones hacia estos cultivos, las
cifras sobre hectáreas cultivadas van en aumento. Para estimular su producción el
gobierno ha otorgado incentivos tributarios a empresas, entre las que figuran nueve
compañías que donaron cerca de 65 millones a la campaña: Palmar del Oriente
($5.000.000), Palmas de Tumaco ($20.000.000), Palmas del Cesar ($5.000.000),
Palmas oleaginosas de Casacara ($5.000.000), Palmas oleaginosas Bucarelia
($5.000.000), Palmasol ($5.000.000), Palmeras de Alamosa ($5.000.000), Palmeras de
Puerto Wilches ($10.000.000) y Palmeras La Carolina ($5.000.000).
Cabe también señalar la forma como el diario El Tiempo ha logrado posicionar a tres de
sus miembros en la nómina de alto nivel del Estado. Se trata del experto en volteretas
políticas, ideólogo del partido de la U. y ahora ministro de Defensa, Juan Manuel
Santos. Le siguen el vicepresidente Francisco Santos Calderón y el columnista Juan
Lozano, ahora en la cartera de Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. De
nuevo resulta difícil esperar un equilibrio informativo por parte del principal diario del
país.
Exenciones
En síntesis surgen mucho más que simples coincidencias entre los sujetos, sectores y
compañías aportantes a la campaña Uribe 2002, que en el transcurso de estos cuatro
años de gobierno (2002-2006) resultaron favorecidos con iniciativas de gobierno. Las
coincidencias de existir, existen, pero ¿tantas? Con la Ley de Garantías se prohibió que
las empresas financiaran los candidatos, con el objeto de garantizar la independencia
del gobierno frente a los grupos económicos. En ese sentido en la campaña de Uribe
2006 por el movimiento Primero Colombia, sólo figuraron personas naturales con un
tope de $50 millones de pesos. Sin embargo, en la lista de aportantes figuran Luis
Carlos Sarmiento Angulo, Julio Mario Santo Domingo y Carlos Ardila Lülle con
donaciones por $50 millones, el tope máximo para las donaciones. Con ello la supuesta
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BIBLIOGRAFÍA
Libros
María Izquierdo, Álvaro Uribe, el hombre, el presidente, R & P Editores, Bogotá, 2004.
María Jimena Duzán, Así gobierna Uribe, Editorial Planeta, Bogotá, 2004.
Fuentes institucionales
Prensa
Revistas
-La Nota.com
Periódicos
-Portafolio, Bogotá
Servicios informativos