La pobreza es definida como la carencia de recursos necesarios para satisfacer la
necesidad de una población o grupo de personas específicas, sin tampoco tener la capacidad y oportunidad de como producir esos recursos necesarios. En algunos países del mundo moderno, los gobernantes son un buen ejemplo de explotación humana, territorial, y de enriquecimiento personal de quienes la protagonizan, devastando las riquezas nacionales de una nación. A su vez las dictaduras crean un ambiente internacional precario para las naciones, ya que las mismas que mantienen una dictadura, sufren los embargos económicos más severos del mundo, los ataques políticos más controversiales, y también sufren con más fuerza el rechazo a la ayuda internacional humanitaria. En los marcos de las observaciones anteriores, resulta oportuno destacar la situación actual de Venezuela, debido a la dictadura que tienen, en los últimos 10 años Venezuela ha malgastado su profunda riqueza petrolera, dejando a su economía en ruinas y América Latina tambaleándose por un abandono masivo sin antecedentes de migrantes en busca de alimentos y medicinas. Sus habitantes huyen de la escasez de medicinas, alimentos y provisiones básicos como leche, harina y papel higiénico, junto con apagones, aumento del desempleo y aumento del crimen violento. Después de lo anterior expuesto, se demuestra que la pobreza es una epidemia que afecta a millones de personas en nuestro planeta. En el mundo, 1.400 millones de personas sufren pobreza extrema y casi 900 millones sufren hambre, no tienen acceso al agua potable y a otros servicios básicos como la salud y la educación. De esta manera, se considera que las causas históricas de la pobreza son el colonialismo, la guerra, la esclavitud y las invasiones. Es decir, la situación de pobreza que vive una parte de la población mundial, especialmente en los países del sur, es un fenómeno que se fue desarrollando durante diferentes periodos de la historia. En el orden de las ideas anteriores, quiero destacar dos causas que para mí son unas de las más destacadas al referirnos de la pobreza, la primera de ella es la corrupción, el cual impide o merma la asignación de recursos hacia servicios sociales de los que se beneficiaría la población. Los recursos destinados a aspectos sociales pasan muy a menudo a manos privadas que los utilizan para su propio beneficio, lo que provoca que no haya un reparto equitativo en la sociedad. Y por otra parte el crecimiento de la población, que se refiere a un crecimiento exponencial del número de habitantes del planeta inevitablemente contribuirá al aumento de situaciones de desigualdad si no tomamos medidas para poner freno a las causas que provocan la pobreza en el mundo. Precisando de una vez, quiero destacar la pobreza en Colombia, la cual en los últimos tres años se ha visto afectada por la migración de venezolanos, de la misma manera por las pocas oportunidades de empleo que los gobernantes brindan; teniendo en cuenta que la pobreza no solo s la ausencia de alimentos o necesidades básicas en un hogar, si no también existe la pobreza de salud y educación que a su vez están afectado nuestro país. En efecto, las familias colombianas en pobreza extrema tienen un lugar fijo para dormir que generalmente no cumple con las condiciones básicas de higiene, protección y seguridad. Adicionalmente, son viviendas ubicadas en barrios con acceso limitado a los servicios públicos. En su mayoría, estas familias cuentan con fuertes redes de solidaridad, a través de las cuales comparten vivienda y alimentos. Por su parte, las personas que habitan en las calles carecen de una red de solidaridad que los apoye. Las condiciones son más extremas y en algunos casos pueden padecer adicciones y traumas psicológicos. Por lo tanto, indigencia y pobreza extrema no son lo mismo. Cabe agregar que no siempre la desigualdad indica la situación de pobreza extrema de un país. En naciones de ingresos bajos, la pobreza puede ser tan generalizada que casi todos sus habitantes son pobres y, por ende, la desigualdad es baja. Pero en países de ingreso medio-alto como Colombia, la desigualdad sí puede evidenciar las diferencias entre las circunstancias de vida de las personas y cómo algunas aún no han alcanzado condiciones mínimas de vida digna. En Colombia es necesario unir esfuerzos y hacer un llamado para que los ciudadanos aporten un granito de arena a favor de la equidad en el país. Para concluir, según un video observado en el aula de clases, la familia en pobreza extrema, por encontrarse en una situación expresa de fragilidad, no cuentan con las mismas oportunidades para gozar efectivamente de sus derechos. Por esta razón, es necesario que el Estado, con el apoyo y complementariedad de la empresa privada y la sociedad civil, unan sus esfuerzos para promover las condiciones adecuadas que les permitan a estas familias tener un acceso igualitario a los derechos, libertades y oportunidades. En este sentido, garantizando las potencialidades desde el Estado, y desde cada sector, se puede contribuir a que estas familias sean responsables de su propio desarrollo y alcancen condiciones de vida digna.