¿Podrá alguna vez ser dueño de un libro electrónico de la misma manera en que era dueño de un

libro impreso?

En teoría, el ambiente digital y sus aristas no han sido capaces de alterar de forma significativa los
derechos que poseen los autores con respecto al ser dueños de sus textos. No obstante, dentro de
los marcos contemporáneos del libro digital, el énfasis no debería de ser puesto en
consideraciones como la propiedad, sino en el acceso; el copyright, como herramienta
jurisdiccional, no previene la distribución gratuita de un libro digital y tampoco es capaz de
gestionar de forma eficiente aquellos que sí poseen el derecho de copia. En la actualidad, el
concepto de propiedad yace en un segundo plano de cara al hecho de que, quienes deseen
consultar un cierto material, pueden adquirir los permisos para hacerlo en el momento necesario y
pagar por gestionar el mismo (copyleft); en consecuencia, parece que el autor impreso esta mejor
amparado que el digital.

¿Cuáles son los beneficios de tener sistemas robustos de copyright?

En lo referente a la flexibilidad tecnológica, el criterio jurisprudencial del copyright debe de

abandonar ciertos modelos maniqueístas en torno a los derechos positivos y negativos de explotar
la obra propia y censurar a los que lo hagan sin su consentimiento, respectivamente. Empero,
todavía existen ventajas importantes en los sistemas sólidos de derechos de autor; aun, el
copyright sigue protegiendo las oportunidades financieras del trabajo de los autores, haciendo
énfasis en respetar su condición como dueños del contenido. De igual forma, modelos de este tipo
permiten gestionar el uso que se le otorga a la obra, buscando que este sea el más cercano al
deseado por el autor.

¿Cree usted que la piratería tiene un impacto significativo en el mercado?

Conforme la tecnología editorial ha mutado y abandonado los soportes físicos con la creación del
universo digital, la piratería como fenómeno también ha experimentado cambios considerables.
En la actualidad, las vías para acceder a contenidos digitales han cambiado de forma drástica, no
solo ensanchando el flujo de contenido pirata que se comparte, sino también, dificultando el
rastreo del mismo –en particular dentro de las redes sociales-. La piratería genera daños con
impactos directos (lucro cesante) y por otro lado, también afecta a la industria de forma
panorámica al imposibilitar la creación de nuevos puestos de trabajo y, al sustraer ingresos que
podrían generar un consumo legal de los contenidos.

Medidas contra la piratería

El estudio destaca que, frente a esta situación, las medidas más eficaces son, por una parte, el
bloqueo del acceso al sitio web que ofrece contenidos piratas y, por otra parte, sancionar a los
proveedores de internet. En este sentido, la directora general de Industrias Culturales y
Cooperación del Ministerio de Cultura y Deporte, Adriana Moscoso del Prado, señaló, en la
presentación de los datos, que desde el Ministerio animan a los titulares de derechos y
proveedores de acceso a colaborar de una manera conjunta en la lucha contra la piratería.
Además, Moscoso del Prado recordó la importancia de sensibilizar a los usuarios en el buen uso de
material protegido a través de «campañas de concienciación que lleguen a toda la sociedad».

¿Muchos dicen que hacer que el contenido este disponible fácilmente por medios legales es un
aporte importante de la prevención de la piratería pero qué tanto tendrá que hacer este mercado
para ser lo suficientemente atractivo?

Cuantas más limitaciones se le apliquen a los contenidos legales, más serán los motivos que el
usuario tendrá para recurrir a alternativas ilegales; en consecuencia, un aporte que resultaría lo
suficientemente atractivo como para facilitar la navegación y contrarrestar la piratería, sería la
aplicación de DRM blandos. Estos, facilitarían la distribución de los libros, erradicando la piratería y
manteniendo los derechos tanto para las editoriales como para los autores. En paralelo, el futuro
de los contenidos digitales yace en las plataformas de suscripción: el garantizar un acceso integral
a múltiples textos en un solo lugar, facilita la tarea del lector digital, permitiéndole sentirse
cómodo en este espacio –aunque las plataformas que han desarrollado este modelo siguen en un
proceso de construcción-.