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2. Régimen jurídico
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3. Celebración del contrato
4. Contenido
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D) El hotel tiene una obligación de seguridad respecto de la persona del
cliente. Esta obligación se contempla en la Ley de turismo, ocio y hospitalidad
de la Comunidad Valenciana, que exige a todas las empresas turísticas «cuidar
del buen funcionamiento de los servicios y del correcto mantenimiento de todas
las instalaciones (…) y velar por la prevención de accidentes, la protección
sanitaria y la higiene alimentaria» [art. 19.1 f)], «velar por la seguridad (…) de
las personas usuarias del servicio turístico» [art. 19.1 g)] e «informar a las
personas usuarias (…) de cualquier riesgo previsible (…) así como de las
medidas de seguridad adoptadas» [art. 19.k)]. El incumplimiento de las normas
sobre seguridad e higiene, aunque no haya daños para clientes, puede
constituir una infracción grave (art. 92.15) o muy grave (art. 93.7) que es
sancionable multas e incluso la clausura del hotel (art. 94). Desde el punto de
vista privado, el hotel tendrá que pagar una indemnización cuando un cliente
muera o sufra lesiones por un incumplimiento culpable de las obligaciones de
seguridad. A tal fin, la ley establece la obligación de tener contratado un seguro
de responsabilidad civil (art. 59).
A) El cliente se tiene que identificar a la llegada para que el hotel pueda cumplir
la obligación de registro que le impone el artículo 25 de la Ley Orgánica
4/2015, de 21 de febrero, sobre protección de la seguridad ciudadana
(FRANCH). Una vez cumplimentados los datos por el cliente, el hotel tiene que
remitirlos a la policía.
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C) El cliente debe pagar el precio por el alojamiento, salvo que la habitación
se hubiera reservado por medio de una agencia de viajes, en cuyo caso habrá
abonado el precio a ésta y entregará al hotel el bono correspondiente. Como
regla general, el pago se efectúa a la salida, cuando el hotel presenta la
factura, salvo que se hubiera acordado otra cosa (art. 13 Decreto 19/1997). Si
hubiera satisfecho un anticipo en concepto de señal por la reserva (art. 9
Decreto 19/1997), se descontará del precio. Como el precio se paga
habitualmente al terminar el alojamiento, el hotel soporta un cierto riesgo de
que al final el cliente no quiera o pueda pagarlo. La acción para reclamar
judicialmente el pago prescribe a los tres años (art. 1967.4º C.c.). En cualquier
caso, el hotel puede adoptar ciertas medidas:
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5. Responsabilidad del hotel
Ahora bien, es muy importante que la responsabilidad del hotel sólo surge
si hay culpa por su parte (por ejemplo, un cliente sufre una caída porque el
suelo estaba resbaladizo y no se había colocado cartel alguno que lo
advirtiera). Cuando exista al mismo tiempo culpa del cliente, el juez podrá
efectuar una «compensación de culpas» y reducir proporcionalmente la
cuantía de la indemnización (por ejemplo, la caída se produce porque el suelo
está resbaladizo pero también porque el cliente iba distraído, corriendo, o se
encontraba ebrio). Y no hay responsabilidad del hotel si demuestra que el daño
se debió exclusivamente la actuación del cliente, como sucede en las lesiones
o muertes por la práctica del balconing (MEDINA).
En el aula virtual se puede ver como ejemplo la noticia del «caso Loles León».
Esta actriz llegó junto al actor Jeremy Irons a la suite que éste tenía en un hotel
de Madrid. Sin embargo, al abrir la puerta, todo estaba a oscuras y las luces de
emergencia no funcionaban. Irons bajó a la recepción a buscar a algún
empleado del hotel. Mientras tanto, Loles León, en lugar de esperar, entró en la
suite y como no pudo ver un escalón sufrió una caída que le produjo varias
fracturas y un ingreso hospitalario de 36 días. El Tribunal Supremo decidió: 1)
Que el hotel debía indemnizar a la actriz, incluyendo el lucro cesante porque
perdió el rodaje de una serie; 2) Que el 75% de la culpa del accidente era de la
actriz y el 25% del hotel, por lo cual la indemnización se tenía que reducir al
25% del daño.
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A) Como regla general, el hotel responde del robo de las pertenencias del
cliente mientras se encuentran en el establecimiento hotelero. Es
indiferente el lugar donde hayan sido robadas: puede ser en la habitación o en
alguno de los espacios comunes del hotel (pasillos, vestíbulo, comedor,
piscina, etc.). También es indiferente la persona que las haya robado: puede
ser un empleado del hotel, otro cliente, alguna persona que ha entrado
lícitamente al hotel para efectuar unas reparaciones (fontanero, electricista,
etc.) o un extraño que se ha «colado» con el propósito de robar (art. 1.784 C.c.)
(REPRESA POLO, BALLESTEROS DE LOS RÍOS). En todos los casos el hotel
responde por todo el valor que tenga el objeto sustraído, sin limitaciones. Ahora
bien, es preciso tener en cuenta dos cosas:
b) Puede ocurrir que haya habido culpa del cliente en la custodia del
objeto (por ejemplo, dejar un reloj de oro en una hamaca junto a la piscina
mientras se baña durante largo tiempo). En estas situaciones los
tribunales suelen efectuar una «compensación de culpas» y reducen la
indemnización del hotel en proporción a la culpa del cliente (en el caso
anterior, si el reloj valía 100, se obliga al hotel a pagar, por ejemplo,
solamente 40).
B) Hay dos excepciones en las que el hotel no responde del robo, y, por
tanto, el cliente no tiene derecho a indemnización alguna:
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1) Las hay que exigen dejar todos los objetos de valor en la caja
fuerte del hotel que se encuentra en la recepción u otro lugar del
establecimiento. Esta orden se debe interpretar de forma restrictiva y
con lógica. Por ejemplo, no tiene sentido que el cliente se separe de
un ordenador portátil, aunque sea muy caro, si lo ha traído para
trabajar en su habitación con wi-fi. Tampoco tiene sentido depositar
allí objetos valiosos pero que las personas suelen llevar encima (un
móvil, un reloj, un anillo, unos pendientes…) (BALLESTEROS,
MEDINA). Cuestión distinta es que, por ejemplo, el cliente sea un
representante de joyería que viaje con un maletín lleno de muestras;
en este caso parece razonable que lo entregue al hotel para que lo
custodie en la caja fuerte.