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Cuadernillo exclusivo para suscriptores | 2014-I

1
Editorial
Honores a
Philip Seymour Hoffman,
el actor total
Este cuadernillo digital de Kinetoscopio, exclusivo para suscriptores, está
dedicado a recordar la vida y la trayectoria profesional de Philip Seymour
Hoffman, el extraordinario actor neoyorquino que falleció el 2 de febrero de
2014, a los 46 años de edad.
Aunque toda muerte es dolorosa, la desaparición de una persona tan joven y
tan brillante supone un singular dolor, más en las condiciones en las que esta
se produjo, sucumbiendo a los demonios interiores que lo atormentaban y que
lo hicieron escoger el laberíntico camino de la adicción a las drogas. Nadie está
exento de sucumbir a esas tentaciones y es lamentable que Philip Seymour
Hoffman no pudiera escapar de ellas. No es la primera víctima y lastimosamente
sabemos que no será la última en el mundo del espectáculo, así esto suene a
lugar común.
-El Editor

Director Portada Diseño Cuadernillo


Andrés M. Murillo R. Philip Seymour Hoffman Maria Camila Ruiz Erazo
Diseño Maria Camila Ruiz E.
Editor Distribución y suscriptores
Juan Carlos González A. Coordinación Andrea Ramírez P.
Andrea Ramírez P.
Comité editorial
Corrección de estilo El contenido de los artículos
Andrés M. Murillo R.
Samuel Castro Juan Pablo Trujillo es responsabilidad única y
Oswaldo Osorio exclusiva de sus autores y no
corresponde necesariamente
al pensamiento de la revista.

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Escriben en
Kinetoscopio
Diego Agudelo (Colombia)
Periodista y bloguero. Coordina el blog de cine www.cinestesia.org

Samuel Castro (Colombia)


Escritor y guionista. Primer miembro colombiano de la Online Film Critics
Society. Crítico de cine de El Colombiano. Edita el sitio web www.ochoymedio.
info Columnista en la revista ÚNETE. Fundador y director creativo de la empresa
Ideas Lúcidas. Tuitea como @samuelescritor. Trabaja en su segunda novela.

Diana María Agudelo (Colombia)


Comunicadora Social y Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana. Cinéfila.
Escritora de medios locales. Es crítica novel en las páginas de Kinetoscopio.

Juan Carlos González A (Colombia)


Vinculado a Kinetoscopio desde 1993, es columnista editorial de cine del periódi-
co El Tiempo y crítico de cine de la Revista Universidad de Antioquia, así como
del suplemento “Generación” del periódico El Colombiano. Dirige el cineclub de
la Universidad EAFIT. Es miembro de la Federación Internacional de la Prensa
Cinematográfica (FIPRESCI) desde agosto de 2013.

Almudena Muñoz (España)


Periodista cinematográfica. Escribe crítica de cine y reportajes de actualidad y
clásicos del cine en la revista digital La Butaca.

Diana María Agudelo (Colombia)


Comunicadora Social y Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana. Cinéfila.
Escritora de medios locales. Es crítica novel en las páginas de Kinetoscopio.

Iván Gallo (Colombia)


Escritor y crítico de cine. Editor de la revista de cine y fotografía Vista al sur.
Colaborador habitual de la revista on-line Ocho y medio. Durante tres años fue
encargado de la librería de cine Guadalquivir en Buenos Aires Argentina.

Julián Cajas (Popayán, Colombia - 1988)


Literato de profesión, siempre ha tenido un especial interés por las manifesta-
ciones artísticas alrededor del mundo, fijación que lo ha impulsado a compartir
y difundir la importancia que tienen la literatura, el cine, la música, el teatro, la
danza y demás, en el conocimiento y la experimentación de los diferentes pueblos
que nos rodean, sus historias y culturas. Su labor se traduce en un periodismo
apasionado y concreto, que ha sido publicado en varios medios nacionales e
internacionales. Está vinculado a Kinetoscopio desde el 2013.
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plados en la casa del fallecido al olvido que establece cualquier
y las cartas que asoman de su muerte tras más o menos tiem-
buzón. Compendiar el final re- po: los papeles secundarios en
sulta tan ridículo como el final películas de primera o de fondo,
mismo. por gusto o por juicio ajeno
En ese instante, las plumas y especializado en los caracteres
las voces se lanzan prestos al marginales, extravagantes y nor-
vitoreo, al cariño y a la adju- malmente poco atractivos fuera
dicación de frases, filosofías y de las fronteras del papel. Esas
sentimientos que quizá guar- películas, consideradas miem-
dan mayor relación con quien bros de su historial de obras
Esbozo biográfico de un actor que dejó escribe que con quien muere, y maestras y de las obras maestras
es por eso que no habrá nunca de últimos años en general, no
inconclusa su vida y su carrera. Crónica nadie más querido, ni actor fueron suyas, a pesar de todo.
de la muerte y las muchas vidas de más ensalzado, que el que ya Sin afán de robar escenas,
ha muerto. Sin embargo, Philip ocupando con su físico rotundo
Philip Seymour Hoffman. Seymour Hoffmann no murió y su voz agresiva, el espacio en
tan joven como las leyendas el que serían recordados

Philip Seymour Hoffman: favoritas de Hollywood, ni tam-


poco tan libre de demonios
internos como los intérpretes a
otros actores. Boogie nights
(1997), El gran Lebowski (The
big Lebowski, 1998), Happi-

La materia oscura quienes sobreviene, sin aviso,


un rayo fulminante. Hoffmann
había hecho de su carrera una
ness (1998), Magnolia (1999),
La hora 25 (25th Hour, 2002) y
Embriagado de amor (Punch-
demostración del tormento que, Drunk Love, 2002) no suelen
Por Almudena Muñoz P.
de un día para otro, se trasladó pervivir en la mente del aficio-
Madrid, España
definitivamente a su vida, en nado como películas propiedad
escalofriante símil con el tan de Philip Seymour Hoffmann,
Cuando el artista, sea este semblanza muy similar a los
comentado plano de The Master pero en parte fueron suyas y
caso un actor, muere, y con resúmenes que podrían haberse
(2012), donde se atrevió a simu- ahora, cuando la estrella muere,
más razón si lo hace de forma redactado en vida, a colación de
lar su verdad como el personaje se recuperan los destellos del
impensable, estúpida o prema- un nuevo estreno, de un premio
que se inyecta heroína. pequeño y primer astro, como si
tura (puesto que toda muerte o de una fecha destacada. El
Cuando se empezó a morir, en hubiese sido igual de bien apre-
es, a su manera, imprevista), artículo no deja de ser, todavía,
la vida y en la pantalla, enfren- ciado desde el primer momento.
el obituario adquiere unas for- una pieza viviente, cargada de
taba demasiados años de esa
mas que no le corresponden una impe dimenta fresca y
indiferencia dulce tan parecida
por completo; una suerte de locuaz, como los objetos tem-

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Y realmente pudo serlo, pero le sucedió a Lawrence Olivier, brinda la imitación cada vez
a Hoffmann, por motivos de por mero capricho argumental más exacta de lo real, bien por
supervivencia económica o y jugueteo tecnológico, en Capi- esos estrenos pendientes – A
creativa, le gustaba compaginar tán Sky y el mundo del mañana most Wanted Man (2014), God’s
su caché de piedra angular para (2004). Significaría, amenazas Pocket (2014), la serie Happiyish
cierto cine indie y cineastas de al mundo interpretativo aparte, – que harán las veces de reen-
culto como Paul Thomas Ander- la superación definitiva de la cuentro con un viejo amigo an-
son, con el pienso de los block- muerte de un actor, o todo lo tes que con un fantasma, pues
busters y películas de género contrario, la imposibilidad y la para cualquier espectador
necesitadas también de presen- negación del duelo y el inevi- la entidad física y viviente del
cias curiosas que, en estas situa- table olvido. Cuando el actor actor sólo ha sido percibida a
ciones cargadas de estructuras muere, la pena principal viene través de la pantalla, de manera
de manual, destacasen sobre el suscitada por la interrupción que las fronteras entre muerte y
drama y brindasen el recuerdo brusca y definitiva de sus obras, y vida son del todo inexactas.
tierno, el del bonachón freak o la imposición del trabajo de me- Una tercera vida para Philip
el del villano quisquilloso, como moria y nostalgia, al tener que Seymour Hoffmann, entonces,
en Twister (1996), Mi novia revisar una y otra vez sus obras después de la segunda que
Polly (Along Came Polly, 2004), ya conocidas para reencontrarse experimentó a raíz del salto de
El dragón rojo (Red Dragon, con su talento. Dado los inexis- lo secundario a lo protagónico
2002), Cold Mountain (2003), tentes lazos emocionales, salvo en aquellas películas de pedigrí
Misión imposible III (Mission: en casos fanáticos,la desaparición en las que venía participando
Impossible III, 2006), Los juegos del artista de cualquier tipo desde hacía una década.
del hambre: En llamas (The deja un vacío de significado La riada de premios, coronada
Hunger Games: Catching Fire, que ya sólo puede ser rellenado por el Oscar, que provocó
2013). mediante el pasado o con obras Capote (2005) supondría una
Se ha especulado con la que ya no tengan nada que ver demanda cada vez mayor del
posibilidad de que para las con- con él. Cuando esto sucede tan intérprete en la primera fila,
tinuaciones de esta última saga repentinamente, todavía que- o incluso en la palestra de los
Philip Seymour Hoffmann sea da la ilusión de la vida, bien en secundarios e imponiendo esa
recreado digitalmente, como ya las posibilidades digitales que presencia cada vez más alabada
y percibida en círculos aficio-
nados y especializados. La fa-
[...] la imposición del trabajo de memoria y nostalgia, al tener que milia Savages (The Savages, 2007),
Antes de que el diablo sepa que
revisar una y otra vez sus obras ya conocidas para reencontrarse has muerto (Before the Devil
con su talento. Knows You’re Dead, 2007), La

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guerra de Charlie Wilson (Char- movimientos y las vibraciones
lie Wilson’s War, 2007), La duda de sus cuerdas vocales, como
(Doubt, 2008), Poder y Traición si siguiera ahí, como si nunca se
(The Ides of March, 2011), hubiese marchado. Pero Philip
Moneyball (2001) y la ya men- Seymour Hoffmann se fue hace
cionada The Master compusieron mucho tiempo, cuando lo autén-
una partitura de excelencia tico de sí comenzó a entremez-
trazada a velocidad meteórica. clarse y a quedar por debajo de
Philip Seymour Hoffmann era el los personajes, los mejores y los
hombre deseado en los repartos, peores artística y moralmente.
en las ceremonias de entrega Un ser de carne y hueso oculto
de galardones y, seguramente, por kilómetros de celuloide, de
en las fiestas, aunque después planos digitales y de líneas im-
su primera y única obra como presas, las de sus guiones y las
director, Jack Goes Boating de todas sus entrevistas en las
(2010), pasase completamente que podía ser él o no; el genio
inadvertida entre colegas, críti- consumido por su obra como
ca, público y circuitos comerciales. pudo resumir,brillante y pre-
Tal vez porque su ser era monitoriamente, en Synecdoche,
menos importante, o lo menos New York (2008).
relevante en cualquier actor
que ha alcanzado su posición
en el firmamento del gremio,
siempre dictada por otros. No
puede rehuir su categoría de
actuación constante, de fingir
que es mentira lo que en su
vida privada resultaba ser una
dolorosa verdad, y de revelar
Las historias de amor
certezas y abrir compartimentos
personales que, en el fondo, no
interesaban a nadie. Se codi-
nunca acaban bien
cia el constructo inmaterial, el Philip Seymour Hoffman y
hombre que se ve pero que no
se toca, que llega a repetirse en Paul Thomas Anderson
un ordenador y a recrear sus Por Samuel F. Castro
Medellín, Colombia
10 11
en New York. “Hombre, ella barato. Allí Anderson y Seymour
Un actor y un director, relacionados tiene el cuerpo más grandioso”
contó Paul que le decía Philip,
se conocerían por fin, el uno, un
joven director de 22 años y el
simbióticamente para hacer una de las más sólidas causando algunas inevitables otro, un no tan joven actor (para
filmografías del cine norteamericano. risas en la concurrencia, a pesar los estándares de Hollywood) de
de la ocasión. 25. Sin embargo, el contacto y la
Cualquiera puede hablar de habla cuenta cuáles fueron las Él mismo se había enamorado amistad solo empezarían un año
uno en su funeral. Uno ya no palabras que uno pronunciaba de Seymour Hoffman cuando después, cuando el mánager
está para oponerse, no escogió para confesar lo enamorado que lo vio actuar en Perfume de de Philip le llevó el guión de
el color del ataúd, ni los cantos estaba de su esposa, porque se mujer (Scent of a Woman, 1992) Sidney que había escrito “un
que entona el coro, ni la ropa las dijo a él, significa que quien como lo dice, con esas palabras fan”. Maravillado por tener un
que le pusieron para enterrarlo. está hablando es alguien real- (“falling in love”) en los con- fan, bastó una lectura para que
Así que cualquiera que se crea mente cercano. Un amigo. Eso tenidos adicionales del DVD de Seymour Hoffman supiera que
con autoridad puede pararse fue lo que hizo Paul Thomas Sydney (1996), su ópera prima. este largometraje era del mismo
sin mucha resistencia por parte Anderson durante el entierro Se quedó viendo a ese joven ru- director del corto con su amigo
de la familia del difunto y decir de Philip Seymour Hoffman, el bio y robusto, que con muchos que tanto había disfrutado,
en el micrófono lo que se le 7 de febrero de este año en la menos segundos en pantalla se pues Sidney es, básicamente,
venga a la cabeza. Pero si el que Iglesia de San Ignacio de Loyola quedaba más en la memoria del una ampliación de aquel.
espectador que Chris O’Donnell, En la misma declaración,
el apuesto y patético coprotago- Anderson confiesa que escribió
nista. Supo Anderson desde ese aquel personaje de Sidney con
momento que quería trabajar Phil en mente y que sabía que
con aquel actor. era uno más de esos papeles de
Como en toda historia de imbéciles mal hablados que le
amor, lo mágico del asunto es ofrecían ya todos en Hollywood,
que eran más cercanos de lo como una costumbre, pero que
que se podían imaginar, pues no se sentía mal por ello porque
un buen amigo de Seymour esperaba que con el suyo llegara
Hoffman actuaría al año siguiente al máximo de ese tipo de inter-
en Cigarettes & Coffee (1993), pretación. No sería en Sidney,
el segundo cortometraje de pero en su siguiente película,
Anderson, que sería estrenado una escena en particular le
en el festival de Sundance. El gritaría al mundo entero lo talen-
amigo de Philip le pidió que toso que era aquel tipo.
fuera a la presentación en Utah
y ambos alquilaron un lugar
1
También conocida como Hard Eight – nota del ed.
12 13
El bueno, el malo y el gay Un amor y una amistad como esa,
capaces de crear algo cercano
“Hay una parte de mí presentarla con una sinceridad a una relación perfecta, no se
que tiene la obligación que desarma cualquier preven- merecían nada menos.
de decir: He visto a este ción en el espectador.
actor haciendo algo que es A partir de ese momento, la
maravilloso. Soy afortunado por carrera del actor despegaría realmente pasan. Verá, esta es la Pero cuando Paul T. Anderson
haber estado ahí con una cámara hasta convertirse en el escena en la película en la que decidió que en The Master
y captarlo, y ya es tarde para secundario que le daba prestigio usted me ayuda”. No puede ser (2012) quería retratar a un per-
arrepentimientos, ya tengo los a cualquier papel que interpre- casualidad que el nombre del sonaje que fuera capaz de fundar
15 millones que cuesta esto y de tara. Mientras tanto, su amistad enfermero en la película también una religión y que debía ser una
todas maneras la película ya es con Thomas Anderson era cada sea Phil. compleja combinación de am-
demasiado larga. Voy a abusar vez más profunda. Quién sabe Después, con una agenda cada bición, encanto personal, con-
de ese privilegio y preservaré el si por esa cercanía, el director vez más ocupada, Philip apa- descendencia, astucia, energía,
momento”. Fue lo que dijo Paul escribió para Hoffman en su recería en Embriagado de amor orgullo y temor, no pudo pensar
Thomas Anderson, en la edición siguiente historia un rol total- (Punch-Drunk Love, 2002), en nadie más que en su amigo,
donde le bastó un teléfono
de enero de 1998 de la revista mente opuesto a los personajes en el hombre del que se había
Sight & Sound, cuando con- en que estaban encasillando para desplegar todo su talento
fesó por qué había dejado en al actor. En Magnolia (1999) y luego, provocando una de las enamorado casi veinte años
el corte final de Boogie Nights Philip es poco menos que un preguntas que algunos cinéfilos atrás y que durante esas dos
(1997) aquella escena en que ángel. Un enfermero que directa siempre nos hicimos, dejaría de
Scotty, el ayudante de audio o indirectamente se preocupa ser parte de la siguiente película décadas se había convertido
de la productora de porno se por el destino de varios de los de Thomas Anderson, Petróleo en el mejor actor norteameri-
arrepiente por intentar besar al personajes de la película y cuya sangriento (There Will Be Blood,
protagonista masculino, llorando nobleza permitía que Hoffman 2007), tal vez porque Daniel cano de su generación (lo que
Plainview no era el personaje se decía también de Anderson
dentro de su carro nuevo mien- mostrara un aspecto mucho
adecuado para él y sí para el en la dirección). Hasta podría-
tras se llama idiota a sí mismo. más luminoso de su personali-
físico de Daniel Day-Lewis o, mos decir que el personaje es
Si uno la vuelve a ver entiende dad. Incluso Thomas Anderson
más probablemente, porque el un protagonista disfrazado de
al director. Hay una verosimilitud escribe un diálogo que actores
director y guionista sabía que actor secundario (como al fi-
en ella, que muy pocos acto- menos dotados nunca habrían
si le daba un papel a Hoffman nal terminaba siendo Hoffman
res podrían haber conseguido. podido decir con esa credibi-
tendría en alguna escena el gracias a esa infinita capacidad
Era lo que hacía tan especial a lidad: “Creo que tienen esas es-
equivalente cinematográfico de de robarse las escenas en las
Seymour Hoffman: encontrar cenas en las películas porque
un choque de planetas y le dio que aparecía), por el momen-
la verdad de sus personajes y son ciertas, ¿sabe? Porque
miedo. to en que entra en la historia.

14 15
De repente, después del prelu-
dio de gran actuación que hace
Joaquin Phoenix con su papel
de Freddie Quell, aparece para
apabullarnos el maestro del
título, Lancaster Dodd, con un
abanico de escenas en las que
prácticamente recorre cualquier
emoción del espectro humano
y en las que tiene una cámara
a su disposición que le brinda
al actor el tiempo y la distancia
necesarias para su lucimiento.
Lo que vemos es, finalmente,
una historia de amor que se
consuma entre un actor y un
director.
Todos los medios que cubrieron
el funeral de Philip Seymour
Hoffman resaltan la profun-
da emoción que causó en los
asistentes el discurso de Paul
Thomas Anderson. Un amor y
una amistad como esa, capaces
de crear algo cercano a una re-
lación perfecta, no se merecían
nada menos.

El muy dificil arte


de ser mejor persona
Philip Seymour Hoffman solo realizó una película
como director. He aquí la historia de su ópera prima.

16 17
Por Juan Carlos González A. tura aparentemente prosaica. La producida por la LAByrinth en Nueva York. No tenemos
Medellín, Colombia escena del drama que más nos Theater Company bajo la direc- ninguna información sobre su
transporta involucra a Jack, solo ción de Peter DuBois. pasado ni obtendremos tam-
“El Philip Seymour Hoffman que en el escenario, aspirando de un La obra estuvo en escena del 18 poco ninguna durante el filme.
ganó un premio de la Academia narguile y hablando a su manera de marzo al 29 de abril del 2007. Solo sabemos de su gusto por
por su vibrante interpretación en medio de las instrucciones Además de Philip Seymour Hoff- el reggae, de sus carencias afec-
como un Truman Capote, con para preparar chuletas de cerdo man actuaron John Ortiz, Daph- tivas y de su falta de habilidades
su lengua ágil está irreconocible y papas gratinadas. Muéranse ne Rubin-Vega y Beth Cole, los sociales. El filme empieza sin
aquí. La primera vez que vemos de la envidia Martha Stewart cuatro como parte de LAByrinth, preámbulos: uno de los com-
a Jack acurrucado en capas de y Rachael Ray, nadie ha hecho donde Hoffman y Ortiz eran los pañeros de trabajo, Clyde, le
ropa de invierno, se ve como alguna vez música más dulce directores artísticos. Cuatro per- ha conseguido una cita con una
un pedazo de hombre grueso e de recitar una receta”, escribe sonajes, una obra teatral cono- mujer, Connie (Amy Ryan), que
impasible, animado solo por sus el crítico teatral Ben Brantley el cida de una dramaturgo amigo… trabaja con su mujer. Así, una
pies y sus piernas inquietas que 19 de marzo de 2007 al comen- no era difícil pensar que Hoff- noche, Clyde, Lucy, Connie y
traicionan su autoconciencia. In- tar en el New York Times el es- man podría ser convencido o él Jack departen y conversan alre-
cluso sin siquiera sentimentalizar treno -en el Public Theater en el mismo interesarse en realizar dedor de una mesa. De Connie
o sobreproteger su personaje, East Village neoyorquino- de la una versión para cine de esta tampoco nada sabemos, solo
Hoffman descubre un toque obra teatral Jack Goes Boating obra en la que se sentía tan que es algo torpe y rara. Am-
luminoso de poeta en esta cria- del dramaturgo Bob Glaudini, cómodo, siguiendo la senda de bos parecen llevarse bien. Son
mucho actores que han querido un par de seres poco conven-
ensayar estar del otro lado de cionales y en esa extrañeza se
la cámara como Paul Newman, reconocen y se encuentran. Jack
Marlon Brando o Jack Nichol- parece el carnicero apocado
son. Además el propio Glaudini y de buen corazón que Ernest
haría el guión y tres de los per- Borgnine interpretara en Marty
sonajes repetirían sus papeles. (1955), pero arrastrando algu-
Solo Beth Cole sería reemplaza- nos traumas propios del siglo
da por Amy Ryan. El rodaje se XXI. No es, sin embargo, alguno
llevó a cabo en febrero de 2009 de los personajes enfermizos y
y la cinta debutó en el Festival traumatizados que tanto gusta-
de Sundance en enero del año ba de interpretar en el cine: hay
siguiente. mucha ternura en Jack. Sin duda
}Jack Goes Boating es una película
sobre un hombre tímido y soli-
tario que trabaja como conduc-
el actor ha sentido compasión
por él.
Jack decide conquistar a Connie
tor en un servicio de limosinas superándose. Cambiando lo que

18 19
no le gusta de él mismo y apren- siempre. Gracias a ambos está La ópera prima de Philip Sey- de Delbert Mann (cuyo guion
diendo a hacer cosas nuevas, y en tomando las clases que necesita mour Hoffman es una película –y no es un detalle menor- lo
el camino convertirse en mejor para superar sus debilidades. que no logra capturar al público escribió Paddy Chayefsky) que
persona. No se trata de un cam- Pero lo que Jack parece no darse mediante la identificación con tantas ganas tiene de evocar en
bio superficial, de un nuevo tra- cuenta es que mientras él se ilu- los personajes. Sus protagonis- la conciencia cinéfila.
je que alguien se pone. Es una siona, Clyde y Lucy se desmo- tas son distantes (es asombroso Es probable que con otro tipo
transformación de algunos de ronan, carcomidos por dentro, lo poco que sabremos de ellos de guion –quizá no originado
sus defectos y en esa tarea pone derrumbados por el enorme al final del filme) y generan una en una obra teatral- hubieran
todo su empeño, de manera peso que tienen los silencios, incómoda sensación de “extra- brillado con más intensidad las
bastante conmovedora, pues dudas y resentimientos de los ñeza” antes que empatía. Uno habilidades de este hombre para
Jack es un hombre que conoce que se han rodeado. admira los esfuerzos de Jack estar al comando de una puesta
sus limitaciones. Pero ésta no es por superarse y cambiar, y ya en escena, pero quiso tomar
una película de autoayuda y de
Jack Goes Boating parece una una senda segura para empe-
quisiera uno tener esa fuerza
milagros, esto es un drama de comedia de un hombre torpe de voluntad, pero hay una dosis zar una probable carrera como
seres imperfectos que no de- que no le teme al ridículo, pero demasiado grande de patetismo director que, sin embargo, solo
sean serlo tanto. La motivación en el personaje como para sen- llegó hasta aquí. No sabremos
que Jack nunca había tenido an- en realidad es un drama acerca tirlo entrañable e inolvidable, nunca hacia donde nos habría
tes la encuentra en el amor de de cuatro seres que arrastran como ese Marty de la película conducido.
Connie, que ignora que ella es la
musa que inspira a ese hombre
diversos dolores y del modo en
para decidirse a ser mejor. que los afrontan: con resig-
La película no se centra en nación, con rabia, con locura,
ellos, esta es una cinta coral.
Tan importante como esa pareja con pasividad. Hay un espec-
es la que constituyen Clyde tro emocional muy grande aquí,
(John Ortiz) y Lucy (Daphne pero el único que hace algo por
Rubin-Vega), cuyo apartamento y para sí mismo es Jack. Clyde y
era el epicentro de la obra de Lucy caminan conscientemente
teatro y que acá se reserva para por un desfiladero afectivo y
todas las secuencias de clímax moral que terminará arrastrán-
del filme. Ambos sufren de tedio dolos como pareja. Al final Jack
conyugal, de celos, de remordi- verá recompensados sus es-
mientos. No son el mejor ejem- fuerzos, independientemente
plo que Jack pueda tener de lo de que las cosas con Connie
que le espera si progresa su re- prosperen o no. El cambio es
lación con Connie, pero son sus todo suyo. Para mejorar su vida.
mejores amigos y a ellos recurre
20 21
GALARDONES A otros personajes
68% 32%A Truman Capote
LOS ANGELES TORONTO Galardones
ACADEMY AWARDS
Mejor Actor Principal
GLOBO DE ORO
Mejor Actor - Drama
BAFTA
Mejor Actor Principal
INDEPENDENT SPIRIT
Mejor Actor Principal
Film Critics Association
Mejor Actor
Film Critics Association
Mejor Actuación masculina EN CIFRAS
Capote
2006
Capote
2006
Capote
2006
Capote
2005
Capote
2005
Capote
2005
TOTAL 72
A CAPOTE 23
OTROS PERSONAJES 49

[
It's the hardest when
[
Si no hubiera estado en Esencia someone has a notion Me preparé durante 4 meses y

[
de Mujer no sería lo que soy about you and it's medio...Algunas veces ser actor I will be dying and so will you,
[
hoy. Desde ese momento todo impossible to convince and so will everyone here.
es ser medio detective: tienes
them otherwise. That's what I want to explore
ha sido efecto dominó que buscar secretos escondidos

1992 de tus personajes 2012


ESENCIA DE MUJER
Creo que Magnolia es 2005 THE MASTER
uno de los mejores films TRUMAN CAPOTE
que he visto y que veré
2008
1998 2007 SYNECDOCHE,
MAGNOLIA LA FAMILIA NEW YORK
SAVAGES

1999
FLAWLESS

2007
1997 ANTES QUE EL DIABLO
BOOGIE NIGHTS 1998 SEPA QUE HAS MUERTO [ El mayor tiempo que pasó
EL GRAN LEBOWSKI How are we gonna sin una nominación al

[
PUNCH- DRUNK LOVE LA DUDA
fix it so your shit Oscar fue de 4 años. Entre
Son los hermanos
2002 doesn't fall on my 2008 La Duda y The Master
Coen, uno nunca cree shoes?
SHUT UP! SHUT THE FUCK

[ [
que trabajará con UP! Shut up; will you
[ Doubt can be a bond as [
alguien como ellos powerful and sustaining
SHUTUP SHUTUP!, shut
as certainty. When you are
NOW!!
up SHUTUP! Es uno de los 8 actores que ha
lost, you are not alone.
recibido una nominación a los
Petroleo Sangriento es la única película de Oscar por su actuación como
PAUL THOMAS ANDERSON en la que no actuó sacerdote
22 *Información tomada de: www.imdb.com 23
Capote -de Bennett Miller

Un alcohólico,
un drogadicto, un genio
Por Diana María Agudelo H.
Medellín, Colombia

“Era un hombre que no tenía poder sobre sus propios


demonios. (…) Hizo cosas que tienen que ser criticadas. Pero
tenía algo que le impedía superar sus propias compulsiones
y eso acabó con él” ( ), así se expresaba Philip Seymour Hoffman en
una entrevista con El País de España, cuando le preguntaron sobre
el hombre real detrás de su creación: Truman Capote.
Ahora que conocemos la realidad, sabemos que el actor entendía
a la que fue su más laureada interpretación, con una profundidad
descarnada. Eso es evidente en la gran pantalla. Rubísimo como
el mismo Capote, pero mucho más alto que él y con una voz total-
mente opuesta, Hoffman se transformó en otro artista perseguido,

Cuatro sorbos de su filmografía como él, por miles de demonios en la película Capote (2005).
Y a pesar de esto, Capote no es totalmente un biopic en la tradición
del género. Es más bien una película que muestra el proceso de

24 25
creación de una de las novelas más importantes del siglo XX y que Si lo que quiere es encontrar un Capote perfecto, es mejor bus-
marcó un antes y un después para el estilo periodístico y literario car en otra parte, por ejemplo en la muy ejemplar interpretación
por igual. que Toby Jones hizo en el también loable filme Infamous (2006),
Así mismo, existió un antes y un después para Hoffman gracias a muy parecido en sus manierismos y apariencia. Pero la represen-
su interpretación en la película dirigida por Bennett Miller. Lo que tación de Hoffman, aunque si muestra una adaptación, no es una
rescata a Capote de ser un simple filme de esos que proclaman imitación: es su propia creación, es una obra de arte, no de mímesis.
“basado en hechos reales” es la interpretación principal. Un gran El Capote de Hoffman es incluso más patético y necesitado que el
actor secundario que pedía un papel protagónico como este. Hoff- real. Es un rol triste, un homenaje al autor.
man no es solo fachada, imitación, recreación de la realidad; es la Después de los dolorosos acontecimientos que llevaron a la muerte
cara del trauma y las inseguridades del autor. del actor, es imposible no preguntarse cuánto del dolor que vemos
La actuación es precisa, y tan extraña y mítica como el propio en pantalla es en realidad el dolor de un actor excepcional, en
Capote, un hombre cuyas peculiaridades enmascaran su gran constante lucha con sus tristezas personales, que al final le fueron
inteligencia y profundas heridas. Hoffman nos deja sin aliento, imposibles de superar y acabaron con él.
logra un acercamiento inusual sobre un personaje por todos cono-
cido por sus extravagancias, y que gracias al gran actor gana en los
silencios, en las lágrimas, en la sensación de indefensión y decep-
ción, incluso en los momentos de la historia en la que el reconocido
socialité se encuentra en una etapa deslumbrantes de la escena
hollywoodense. Los sentimientos del personaje se pueden palpar
en la escena, se traslucen a través de la presencia escénica de un
hombre que se antoja totalmente apropiado para el papel. Nunca
sobra ni falta nada en la actuación.
Estaba claro, incluso desde antes de ganar su Oscar por este filme,
que Hoffman era un actor inusualmente extraordinario. Siempre se
distinguió por ir tan lejos como fuera posible y entender el com-
portamiento y hasta el alma misma de los personajes más incom-
prendidos e incluso detestables. Es probable que al final de su vida,
hubiera sido el actor “especializado” en dar vida a personajes sin-
gularmente infelices, trágicos, repulsivos; pero en la totalidad de la
obra que sí dejó, será siempre un placer verlo.
Y fue una coincidencia feliz que Hoffman hubiera ganado el Oscar,
el Globo de oro y todos los premios que le fue posible recibir, inter-
pretando a Capote, tan solo porque a los miembros de la academia
les encantan las transformaciones, las imitaciones, los cambios físi-
cos, de peso, de sexo; pero la verdad es que pudo haber ganado por
Happiness (1998), Magnolia (1999), Charlie Wilson’s War (2007) o
The Master (2012).
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Por Julián Cajas
Ciudad de México, D.F., México

Así como el amor es al odio lo que la admiración es a la


envidia, o el silencio a la furia, de la misma manera el sol
de Arizona es a un invierno en New York, aunque ambas
cosas sean a la larga una abominación inherente a la clase
media estadounidense, sobre todo si lo comprendemos a través
de los avatares del héroe hoffmaniano, no precisamente salido de
algún relato de E.T.A. Hoffmann, sino el muchas veces energúmeno,
efusivo, profundamente desafortunado y desafortunadamente ya
profundo en la fosa de los muertos, intérprete de rollizos personajes
agobiados por el peso de su propia existencia. Philip Seymour Hoff-
man, salvaje solo como él pudo ser, una vez más.
Jon Savage, catedrático universitario especializado en el teatro de
Bertolt Brecht y por supuesto, dramaturgo frustrado, comparte
el escenario con Wendy Savage, su casi tan frustrada hermana y
con la que sostiene una rivalidad infantil, desdeñada más aún por
la presencia de Lenny Savage, el patriarca que ha sido bendecido
por la demencia en una progresiva y avasalladora decrepitud. Ellos
tres componen la trinidad de The Savages (2007), el que hasta el
momento es el último film de la cineasta estadounidense Tamara
Jenkins.
Las tribulaciones de los Savages, que obviamente las hay, comienzan
cuando a Lenny, bellamente interpretado por Philip Bosco en las
limitaciones de la vejez demasiado realista, deben encontrarle un
nuevo hogar fuera de una Arizona más estrambótica que idílica,
tras el deceso de su novia de muchos años. Es entonces cuando la
tarea recae sobre Jon (Hoffman), quien quiere internarlo cuanto
antes en el primer ancianato que lo reciba, y Wendy, encarnada por

The Savages -de Tamara Jenkins


Laura Linney, un poco más compasiva y visceral, que simplemente
busca un poco de dignidad para su padre.
No cabe duda de que The Savages es una brillante y brutal ex-

El hombre salvaje posición de la decadencia familiar, que vale por sí misma en su


trama deprimente, cargada de un humor tan negro que ni siquiera
da lugar a la lástima, como el que nos aliente al demostrarnos que

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por muy malas que estén las cosas, la muerte siempre será nuestro
alivio definitivo, pues no es hasta que Lenny muere en un geriátrico
público de Buffalo en medio del invierno, que las cosas para los
Savages empiezan a cambiar a su favor. Pero más allá de eso está
su reparto sencillamente perfecto, equilibrado y armónico con el
paisaje adusto en el que se desenvuelve. Es entonces cuando debe-
mos hablar del hombre salvaje, Jon Savage o Philip Seymour Hoff-
man, como se quiera ver, porque ambos son el mismo.
El personaje de Jon es uno de los tantos en los que vemos la
característica, a modo personal, más representativa del talento
que ostentó Hoffman. Un hombre que era capaz de proyectar la
aflicción como ninguno, en su particular transición del abatimiento
Synecdoche, New York -de Charlie Kaufman
a la cólera. Si bien es plausible toda su carrera actoral, incluso esa
valiente contribución a la grotesca Mi novia Polly (Along Came
Polly, 2004), que no fue otra cosa que una muestra de su capaci-
dad polifacética, la firma del actor estadounidense se encuentra en
La ilusión de estar muerto
aquellos filmes, en los que aparece sonrojado hasta la coronilla,
enviando al mundo al diablo entre maldiciones e improperios a viva Por Diego Agudelo Gómez
voz. Antes de que el diablo sepa que has muerto (Before the Devil Medellín, Colombia
Knows You’re Dead, 2007) o The Master (2012), son algunos de
los ejemplos más intensos, pero es en películas como la excelente Cuando Philip Seymour Hoffman murió en febrero de este
y enormemente subvalorada A Late Quartet (2012), o la meta- año, lamenté, como medio mundo, su deceso prematuro
diegética y experimental Synecdoche, New York (2008), que nos y pensé, como el otro medio mundo, en cuántas películas
encontramos nuevamente frente a la naturaleza de un héroe como quedarán incompletas solo porque no tendrán entre su
Jon Savage, el artista malinterpretado, sensible, de alguna manera elenco a este hombre al que los medios llamaron “actor total” como
victorioso y aún así violento en su desdicha. si en esas dos palabras pudieran abreviar su endiablado talento.
A Philip Seymour Hoffman se le podrá recordar por un sinnúmero Ya sé que es inútil el ejercicio de imaginar ese universo paralelo
de personajes, algunos más afamados que otros por el azar, la sub- en el que Philip no murió y sigue teniendo por delante dos o tres
jetividad y parcialidad de los premios y la crítica, y aunque todos estrenos por año, sin embargo, me atrevo a decir que fuimos miles
fueron sobresalientes por muchas razones, una marca indeleble los que intentamos dilucidar esa realidad alternativa pero ¿cuántos
en la memoria de los que reconocimos en él a un gran actor, será de nosotros puede mostrar si quiera una minúscula porción de ese
su vociferación a la dificultad y su protesta ante la desgracia. The mundo en el que Philip Seymour Hoffman sigue vivo? Creo que solo
Savages, más que otra película de Hoffman, es una invitación a una persona lo ha logrado y lo hizo anticipándose un par de años a
disfrutar, una vez más, cualidades que tristemente no se volverán a esta tragedia.
ver en el otrora hombre salvaje. Lo digo porque después de ver por tercera vez Synecdoche, New
York, la película escrita y dirigida por Charlie Kaufman en 2008, sentí

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el alivio que le llega a los soldados cuando, en el campo de batalla, borra la memoria de manera selectiva. Synecdoche, New York es
reciben cartas de los seres amados que no volverán a ver jamás. En la primera película que Kaufman dirige. Lo que logra es una rareza
esta película están todos los actores que Philip Seymour Hoffman de 124 minutos que hoy definitivamente y sin que Kaufman tuviera
fue y todos los que pudo haber sido. Lo vemos por primera vez en esta intención, es el testamento de un gran actor.
su mediana edad, tal y como lo conocimos, y lo acompañamos en la La empresa en la que se empeña Caden Cotard después de reci-
decadencia natural implícita en el devenir de la vida: enfermedad, bir una cuantiosa beca, es la de reproducir con exactitud milimé-
soledad, amor, vejez, tristeza, sexo, muerte. Su personaje es Caden trica su propia vida. A través del arte penetra su pasado y revive
Cotard, un dramaturgo que parece atrapado en el río del tiempo su presente, contratando actores que lo interpretan a él, a su
del mismo modo en que los insectos ensartados en alfileres están familia, a sus amigos, a los desconocidos que se topa por la calle, a
atrapados en vitrinas. Nada más fíjense en los detalles ocultos de los desconocidos que se topan con otros desconocidos, etcétera.
las secuencias, por ejemplo la inicial, donde las fechas del día cam- Y esta labor, vitalicia al fin y al cabo, parece la construcción de una
bian de modo arbitrario así que Cotard despierta un 22 de septiem- monstruosa matrioska pues recrear a escala Nueva York implica
bre –inicio del otoño, inicio del fin- y para cuando está tomando recrear al interior de esa pequeña ciudad otra obra en cuyo interior
café y leyendo el periódico, es 2 de noviembre. ¿Adonde se han ido sucede lo mismo y así sucesivamente. De tal manera que el filme
los días?, ¿Cómo ha pasado el tiempo sin darnos cuenta?, ¿Existe está hecho de capas, en cada una de las cuáles Philip Seymour Hoff-
algún ser humano que no se haya hecho antes estas preguntas?. man o Caden Cotard transita arrastrando como una pesada cadena
Charlie Kaufman escribe películas grandiosas ubicadas casi siempre sus tormentosos delirios.
en un escenario ínfimo: la bóveda craneal. En ¿Quieres ser John A finales del siglo XIX, el médico francés Jules Cotard describió un
Malkovich? (Being John Malkovich, 1999) un pasadizo secreto con- raro desorden mental que hacía pensar a quienes lo padecían que
duce a la mente de un famoso actor y en Eterno resplandor de una estaban muertos, que su carne se estaba pudriendo o que algu-
mente sin recuerdos (Eternal Sunshine of the Spotless Mind, 2004) nas partes de sus cuerpos –órganos, extremidades, sangre- habían
los personajes principales se someten a un procedimiento que les desaparecido. Madame X fue su primera paciente –murió de

Lo vemos por primera vez en su mediana edad, tal y como


lo conocimos, y lo acompañamos en la decadencia natural
implícita en el devenir de la vida: enfermedad, soledad, amor,
vejez, tristeza, sexo, muerte.

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hambre- y él llamó a la enfermedad delirio de negación pero ésta
heredó con los años el apellido de su descubridor. Las personas que
sufren el delirio o síndrome de Cotard niegan su propia existencia,
son excesivamente hipocondriacas y entre otros síntomas, manías
y embelecos desarrollan una visión muy distorsionada del mundo.
Parece una descripción bastante fiel del personaje de Synecdoche,
New York y es una broma macabra la de Charlie Kaufman el haber
bautizado a su personaje principal con este apellido.
Aunque Caden Cotard no está a merced de sus eufóricas erupciones
creativas; él intenta ordenar ese mundo distorsionado que percibe
a partir del micromundo que construye aunque el mundo real se
esté desmoronando –noten que paredes para afuera, la historia
de Charlie Kaufman es un apocalipsis- y al final entiende de qué
se trata todo: no es muerte, no es dolor, no es soledad ni enfer-
medad lo que busca abarcar con su obra, es la vida misma, cada
microscópico detalle, una vida en la que nadie es un extra. En una
de las escenas finales, Caden está a punto de acostarse con Hazel
–la mujer interpretada por Samantha Morton-, ambos en su vejez,
en el cuarto de una casa eternamente en llamas y ella dice: “El final
está construido en el principio”. Una verdad anhelada que opera
como uno de tantos acertijos sembrados por Kaufman a lo largo
del filme.
Hagamos el experimento de volver al principio de la película para
comprobar si este guionista jodidamente genial es consecuente con
lo que dice. En la conversación radial que Caden Cotard oye cuando
despierta en la primera secuencia, en el inicio de su otoño, una mu-
jer recita este poema: “Quien no tenga una casa hoy, nunca la ten-
drá. Quien quiera estar solo, siempre estará solo. Estará sentado,
leerá, escribirá largas cartas hasta el atardecer y vagará por los bu-
levares de arriba abajo, agitadamente, mientras las hojas secas
caen”. De un modo alegórico esta es la historia de Caden Cotard
The Master -de Paul Thomas Anderson
El atormentado
y además es la senda marcada para que Philip Seymour Hoffman
dejara su legado artístico. No fue su última película pero en esta
lo hizo todo y después murió. Es un hecho áspero pero es verídico.

muchaho de la Guerra
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Por Iván Gallo la puerta y salir corriendo. Afuera el amanecer y los interminables
Bogotá, Colombia plantíos. Otra vez la insoportable sensación de estar flotando, de
no pertenecer a ningún sitio.
Muchachos, han oído bien, la guerra ha terminado. Lo que queda Imaginamos que pasa el tiempo. El hombre camina por un puerto
es hacer tu propio trago con thinner, crear una mujer de arena y justo cuando el día empieza a convertirse en noche. Un barco está a
follarla allí mismo en la playa. Acabaron las largas horas de asueto punto de zarpar. Hay gente bailando en el segundo piso y poca vigi-
mirando al mar mientras te masturbas compulsivamente. Hay que lancia en el primero. Con la determinación del que no tiene nada
volver a la realidad, reinsertarse en la sociedad y tratar de fingir que que perder, el veterano de guerra se sube al barco. No importa el
en tres años de confrontaciones no se mató a nadie. Pobres chicos, destino, lo importante es seguir flotando.
han visto demasiado para ser inocentes. En ese viaje iniciático, Freddy el lunático, el patán que cuando está
El sueño americano se abre ante ustedes. ¡Son norteamericanos y borracho pierde el control, encontrará a su guía en Lancaster Dodd
el mundo les pertenece! Al menos eso es lo que dice un psicólogo (Seymour Hoffman), alguien que dice ser físico nuclear, biológo,
a Freddie Quell, a quien no le queda otro camino que creérselo, médico, psicólogo, filósofo, genetista y farsante. Su imponente as-
a pesar de que para enfrentar la realidad sólo tiene una licorera pecto de oso sólo es uno más de los disfraces que usa este charlatán
de plata en el bolsillo del pantalón llena de ese misterioso trago que a punta de un discurso confuso, incongruente y voluble, con-
preparado por él mismo y una cámara para tomar fotos. vencerá a cientos de personas a abrazar lo que él llama “La causa”.
Intenta ser alguien haciendo retratos en un centro comercial. El mundo ha visto el hongo atómico, los horrores del holocausto, la
Gemelos, parejitas de novios, la querida de un gerente, todos gran guerra acabó para siempre con el concepto de civilización. El
quieren convertirse en un cuadro de Norman Rockwell. Un día, clima está propicio para creer en nuevas religiones. Quell será para
posa ante él el americano promedio. Un hombre robusto y alto que Lancaster lo que significó Lázaro para Jesús: el muerto resucitado,
en su sombrero y su traje lleva impresa la indeleble marca de la el desadaptado que se adapta, el milagro y el hacedor, el Golem y
prosperidad. Seguramente este tipo no ha sentido el miedo de un Judá León.
bombardeo o todavía no ha tenido que despedazar un cuerpo a Recuerdo la desilusión que sentí hace dos años cuando salió el
punta de bayoneta limpia para mantener a salvo al país, y sin em- filme. En un artículo escrito a la ligera dije que era una película ce-
bargo el sistema lo ha premiado. Tendrá una casa, una mujer que rebral y aburrida. Ahora que la vuelvo a ver con la distancia requerida
al mediodía le sirve el almuerzo y en la noche mantiene caliente me doy cuenta de que The Master (2012) es sin duda una de las
su cama, un auto y dos hijos puros y católicos. Freddie empieza a mejores películas que ha dado el cine norteamericano en este siglo.
molestarlo, le pone los reflectores de luz en la nuca para que sude Es un filme de una originalidad pasmosa, demoledora. Y no sólo
como un cerdo, lo hace esperar, lo acosa y al final el tipo estalla y por la impresionante puesta en escena de Paul Thomas Anderson,
Quell, el soldado que esperaba el final de la guerra en una isla del sino por la manera como ha dirigido a sus dos actores principales.
Pacífico Sur, ha vuelto a quedar libre en su caída interminable. Hubiera sido imposible para el director de Magnolia (1999) abor-
Se va al campo y recoge lechugas. Celebra la siembra preparando su dar este proyecto sin la participación de Joaquin Phoenix y Philip
trago. Se lo da a un hombre muy viejo que le recuerda a su padre. El Seymour Hoffman. Los dos consiguen humanizar a sus personajes
anciano bebe, el trago le sienta mal y cae inconsciente en su catre. y hacen que el espectador se identifique con ellos a pesar de lo
Los hijos lo acusan de haberlo envenenado. Cuando ve que ninguna que son. El primero, transforma su rostro en una máscara de do-
explicación suya aplacará la ira de los muchachos, tendrá que abrir lor, arrepentimiento y furia. Sí, Quell es una piltrafa humana que

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El maestro vuelve a abrazar al discípulo Viendo The Master uno se da cuenta de la tragedia que constituye
su muerte. Tenía tanto talento que hasta podía actuar de espaldas,
y juntos, de la mano, le ayudarán a llevar como en la escena en que Amy Adams lo masturba. Podía estar en
el mensaje a la humanidad, la prepararán un primer plano de 66 milímetros y controlar tan bien sus gestos
para la venida de los cuerpos que vendrán que en ningún momento aparece sobreactuado, ni siquiera en esa
secuencia en que ve como su discípulo se pierde con su moto en el
de otras galaxias en sus naves, ha llevar- desierto, y él, impotente, sólo atina a gritar ¡Freddie!
los el planeta Okmon, en donde no existen Hay actores enormes, que actúan sólo para ellos mismos.
la envidia ni ningún tipo de animalidad. El método de Hoffman, basado en su oído prodigioso, mejoraba la
interpretación del resto del reparto. Por eso es que las películas de
Philip Seymour Hoffman son tan maravillosas, simple y llanamente
difícilmente tendrá redención, pero también es un hombre inteli- porque él estaba allí.
gente, un tipo valiente que supo sobrevivir a una guerra y ganarla. En el lanzamiento del esperado “Sable partido”, la segunda y crucial
Y por supuesto que Lancaster Dodd es un charlatán cualquiera, su obra de Lancaster Dodd, Freddie escucha a su maestro y dentro de
pseudociencia es un disparate que ni él mismo cree. ¿Cómo así su magullada humanidad sabe que todo lo que dice el hombre ru-
que nuestras enfermedades son heredadas por los ancestros que bio de cara colorada es falso. El haber servido de cobaya al método
poblaron la tierra “hace billones de años”, cuando la humanidad le da la autoridad suficiente para decir que este es un fracaso, el
apenas tiene 30 mil años de existencia?, ¿Quién puede creer eso de animal sigue adentro, no ha muerto, está agazapado y en cualquier
que nuestros cuerpos son receptáculos de vida alienígena?, O que momento volverá a salir a la luz. Lo mejor es probar suerte en otro
nuestros sueños no son otra cosa que viajes en el tiempo y el espa- lado, cruzar el desierto en una moto robada y perderse.
cio. Y sin embargo, Hoffman logra lo imposible: darle una dignidad Varios años después, mientras mira un capítulo de Gasparín en un
y un carisma incuestionable a este miserable embaucador. cine cualquiera, recibe una llamada de su maestro. Le dice que está
En The Master el llorado actor demostró una vez más de lo que en Inglaterra, que lo extraña, que se embarque inmediatamente y
podía ser capaz cuando le daban un protagónico. Yo no sé si les él lo volverá a recibir con los brazos abiertos. No sabemos cómo,
sucedió a ustedes, pero por momentos me parecía ver al Orson pero la piltrafa humana ha cruzado el océano. Lancaster Dodd ha
Welles del Ciudadano Kane. Cuando entra a la fiesta de su hija sa- triunfado, así lo atestiguan las imponentes instalaciones, los alumnos
ludando a todos los invitados, agachándose y corriendo con una impecablemente vestidos. No es necesario dejarse crucificar para
agilidad que no debería tener una persona de ese peso, es como crear una religión. El maestro vuelve a abrazar al discípulo y juntos,
volver a ver a Charles Foster Kane entrando a su periódico a recoger de la mano, le ayudarán a llevar el mensaje a la humanidad, la pre-
un trofeo después de su luna de miel en Europa. pararán para la venida de los cuerpos que vendrán de otras galaxias
O la escena en que canta “Oh Ruby”, mientras el perturbado Quell, en sus naves, ha llevarlos el planeta Okmon, en donde no existen la
desnuda con el poder de su imaginación, a todas las mujeres del envidia ni ningún tipo de animalidad. Esa tarde Freddie Quell saldrá
salón ¡cuánta gracia y cuánto ritmo! Con qué naturalidad se ponía a cualquier bar a celebrar que ya está curado, se emborrachará con
rojo cuando él quería. O en las sesiones cuando le pedía a Freddie su cóctel explosivo y llevará a la cama a cualquier prostituta y allí,
que le sirviera un trago más de su explosivo cóctel. Yo nunca había tendido sobre ella, volverá a ver a la mujer de arena.
visto a alguien en el cine tomar un trago con ese ardor y ese gusto. Él es el mismo muchacho que diez años atrás se quedó sin guerra,
sólo que ahora está en Inglaterra.
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