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EL LADO BUENO DE LAS COSAS. TRASTORNO BIPOLAR.

Este es sólo un pequeño ejemplo de cómo una persona afectada por este trastorno describe sus
sensaciones y su día a día. Muchas bloggers como Nuria (Mi diario Bipolar) sufren y describen su
lucha contra esta enfermedad. Poco puedo corregir yo al trabajo de Elena, que es la alumna que
va a trabajarla a través de la película "El lado bueno de las cosas"

SINOPSIS

Silver Linings Playbook es una película estadounidense dirigida por David O. Russel y
estrenada en el año 2012. Protagonizada por Bradley Cooper y Jennifer Lawrence, cuenta
la historia de Pat, un joven que regresa a casa de sus padres tras pasar ocho meses en un
centro de salud mental por agredir al amante de su mujer. Aunque está decidido a
recuperar a su ex-mujer, la situación cambia cuando Pat conoce a Tiffany, una chica con
problemas y mala reputación. A pesar de la mutua desconfianza inicial, pronto surge un
vínculo entre ellos que les ayudará a encontrar el lado bueno de las cosas.

Esta película trata principalmente el trastorno bipolar, aunque también muestra


elementos sobre la adicción al sexo; ambas enfermedades del sistema nervioso. Los dos
protagonistas de esta película sufren el trastorno bipolar: Pat lo ha padecido durante toda
su vida, aunque no había sido diagnosticada. Por otro lado, la enfermedad no aparece en
la vida de Tiffany hasta la muerte de su marido, dejándola viuda.

¿QUÉ ES EL TRASTORNO BIPOLAR?

El trastorno bipolar es una enfermedad grave del sistema nervioso central que afecta a
los sistemas que regulan la forma de fluir de los estados de ánimo, por lo que las personas
con trastorno bipolar tienen cambios inusuales en estos estados. También conocida como
enfermedad maníaco-depresiva o depresión maníaca. Estos nombres se deben a que
quienes padecen la enfermedad pueden sufrir episodios maníacos en los que se sienten
muy felices y “animados” y son mucho más enérgicos y activos de lo habitual, o episodios
depresivos, durante los cuales se sienten muy tristes y “deprimidos”, tienen poca energía
y son mucho menos activos de lo normal.

Los “altibajos” del trastorno bipolar no son iguales que los altibajos normales que todos
tenemos.

En la película podemos notar como ambos personajes tienen momentos en los que
cambian bruscamente de estado de ánimo, varias veces, en muy poco tiempo. Por
ejemplo, cuando Pat se encuentra a una profesora del instituto en el que trabaja Nikki (su
ex-mujer) se comporta de manera muy agradable con ella, hasta que ella menciona al
amante de Nikki y él se pone de muy mal humor.

Seguidamente, la profesora le dice a Pat que lo ve más delgado, lo cual hace que
rápidamente recupere el buen humor, la abraza y grita alegremente. Otro ejemplo de
estos cambios de humor lo encontramos cuando Pat acompaña a Tiffany a su casa y él le
recuerda a Tiffany que su marido está muerto. Ella se echa a llorar y lo abraza, y acto
seguido le pega una bofetada a Pat muy enfadada.

Además de cambios de humor muy bruscos, los protagonistas de la película también


presentan momentos de agresividad, la cual les es muy difícil de controlar. Por ejemplo,
cuando Pat va a ver un partido de fútbol y el grupo que lo acompaña entra en una pelea
con otro grupo de personas, él se tiene que repetir a sí mismo una y otra vez que no debe
meterse en la pelea, pero cuando pegan a su hermano pierde el control y acaba pegando
de manera muy agresiva y descontrolada a los que formaban el otro grupo. Otro ejemplo
lo encontramos durante la cena en un restaurante de Pat y Tiffany, cuando él le dice a ella
que está loca. De repente, la chica se levanta y comienza a gritar en el restaurante delante
de todo el mundo y tira al suelo todas las cosas de la mesa, acabando por romperlo todo.

Los cambios en el estado de ánimo son más extremos y vienen acompañados de otros
elementos. Los síntomas bipolares son tan fuertes que pueden perjudicar las relaciones y
dificultar asistir a la escuela o universidad o mantener un trabajo. Respecto a lo último,
Tiffany pierde su trabajo por comportamientos inadecuados. Esta enfermedad también
puede ser peligrosa. Algunas personas con trastorno bipolar intentan hacerse daño o
suicidarse. A veces las personas que padecen de episodios anímicos muy intensos pueden
tener síntomas psicóticos. La psicosis afecta los pensamientos y las emociones, así como la
capacidad de una persona para distinguir lo que es real de lo que no lo es. Esto es justo lo
que le ocurrió a Pat una semana antes de tener su primer episodio. Él piensa que su mujer
y quien luego fue su amante tramaban algo contra él. Es tan fuerte su delirio que acaba
llamando a la policía para avisar de lo que cree que está pasando, aunque eso no es real.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DEL TRASTORNO BIPOLAR?

Los síntomas propios de esta enfermedad varían dependiendo de si nos referimos a un tipo de
episodio u otro. Las personas que están teniendo un episodio maníaco pueden:

- Sentirse muy “animadas” o felices.


- Sentirse “nerviosas” o “aceleradas”.
- Tener problemas para dormir. Por ejemplo, recién salido del centro de salud mental, Pat
pasa una noche entera leyendo libros y sin dormir absolutamente nada.
- Ser más activas que de costumbre.
- Hablar muy rápido sobre muchas cosas diferentes.
- Estar agitadas, irritables o muy sensibles.
- Sentir que sus pensamientos van muy rápido.
- Pensar que pueden hacer muchas cosas a la vez.
- Hacer cosas arriesgadas, como gastar mucho dinero o tener sexo de manera imprudente.

Por otro lado, las personas que están teniendo un episodio depresivo pueden:

- Sentirse muy “decaídas” o tristes.


- Dormir demasiado o muy poco.
- Sentirse cómo que no pueden disfrutar de nada.
- Sentirse preocupadas o vacías.
- Tener problemas para concentrarse.
- Olvidarse mucho las cosas.
- Comer demasiado o muy poco.
- Sentirse cansadas o sin energía.
- Tener dificultad para dormirse.
- Pensar en la muerte o el suicidio.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

El trastorno bipolar no es una enfermedad fácil de diagnosticar. Algunas personas tienen el


trastorno bipolar durante años antes de que se diagnostique la enfermedad. Esto ocurre porque
los síntomas bipolares pueden parecerse a otros problemas diferentes. Los familiares y amigos
pueden notar los síntomas, pero no darse cuenta que son parte de un problema mayor. El médico
puede creer que la persona tiene una enfermedad distinta como, por ejemplo, esquizofrenia o
depresión.

Pat sufre la enfermedad desde que era un niño, sin embargo ésta no le había sido diagnosticada
hasta que no tuvo el primer episodio maníaco cuando encontró a su mujer con otro hombre. En la
película se explica que durante todo el tiempo con el trastorno sin diagnosticar, Pat no sabía qué
estaba pasando en su vida.

La dificultad para tener la certeza de que alguien padece la enfermedad, ocasiona que la
bipolaridad se haya convertido en un trastorno sobrediagnosticado. Un estudio publicado en el
año 2008 sugirió que el trastorno bipolar estaría sobrediagnosticado en las personas que
consultan por algún problema mental. Más tarde, en el año 2009, una nueva investigación explicó
qué condiciones tendrían realmente esos pacientes. En el estudio original del 2008, los autores, de
Rhode Island Methods to Improve Diagnostic Assessment and Services (MIDAS), hallaron que de
145 adultos que dijeron que les habían diagnosticado bipolaridad, 82 (57%) resultaron no tener
ese trastorno tras realizar una entrevista diagnóstica exhaustiva

En el nuevo estudio, publicado en “Journal of Clinical Psychiatry”, los autores usaron entrevistas
similares para identificar los trastornos que afectarían a esos 82 pacientes. Hallaron que casi la
mitad padecía depresión, mientras que a entre un cuarto y un tercio se le diagnosticó
personalidad fronteriza, estrés postraumático, ansiedad generalizada y fobia social.

Por ahora, no hay cura para el trastorno bipolar, pero el tratamiento puede ayudar a controlar
los síntomas. La mayoría de las personas pueden obtener ayuda para controlar los cambios en el
estado de ánimo y los problemas de comportamiento. El tratamiento funciona mejor cuando es
constante y no se lo interrumpe. Las opciones de tratamiento incluyen:

Medicamentos: Hay diversos tipos de medicamentos que pueden dar buenos resultados. Las
personas responden de diferentes maneras a los medicamentos, por lo que el tipo correcto del
medicamento depende de cada persona. A veces es necesario probar más de un tipo de
medicamento para ver cuál da el mejor resultado. Concretamente, en la película hay una escena
en la que Pat y Tiffany conversan sobre distintos medicamentos que ambos han probado y cuáles
son los resultados que han tenido. Por ejemplo, Tiffany menciona que con uno de ellos perdía
agudeza, y Pat explica que otros medicamentos le nublaban la mente y le hinchaban el cuerpo.
Terapia: Hay diferentes tipos de psicoterapia o terapia de "diálogo" que pueden ayudar a las
personas con trastorno bipolar. La terapia puede ayudarles a cambiar su comportamiento y
manejar su vida. También puede ayudar a los pacientes a llevarse mejor con la familia y los
amigos. A veces, la terapia incluye a los miembros de la familia. Pat, tras salir del centro de salud
mental, debe acudir regularmente a terapia, la cual le ayuda a evolucionar a lo largo de la película
(mostrando cada vez menos síntomas de la enfermedad), a controlar su agresividad y a
convencerlo de tomar la medicación que le corresponde.

Otros tratamientos: Algunas personas no mejoran con los medicamentos y la psicoterapia. Estas
personas pueden tratar la terapia electroconvulsiva. Esto a veces se conoce como terapia de
"choque". La terapia electroconvulsiva proporciona una corriente eléctrica rápida que a veces
puede corregir algunos problemas en el cerebro.

LA DOPAMINA Y EL TRASTORNO BIPOLAR

La dopamina es uno de los principales neurotransmisores cerebrales y se libera en un área del


cerebro que es el hipotálamo (glándula endocrina que forma parte del diencéfalo y se considera el
centro integrador del sistema nervioso vegetativo).
Aunque este neurotransmisor suele conocerse popularmente por su relación con el estado de
ánimo, lo cierto es que también es un modulador clave en un montón de funciones fisiológicas
como la motricidad, las funciones cognitivas, la afectividad o la conducta social.

La dopamina en cantidades más altas de lo habitual guarda relación con la aparición de síntomas
psicóticos. Hay estudios que demuestran que el uso continuado de antidepresivos facilita la
trasmisión de dopamina de una región del cerebro a otra y que, por esto mismo, frenar esta
transmisión, inhibirla mediante fármacos, algo que suele llevarse a cabo en episodios maníacos,
tiene efectos terapéuticos en las personas con trastorno bipolar que experimentan una de estas
fases.

Además, en personas sin esta enfermedad, la inhibición de la transmisión de dopamina puede


provocar síntomas depresivos.

Por otra parte, existen estudios que han detectado niveles altos de ácido homovanílico
(producto del metabolismo de la dopamina) durante los episodios maníacos de personas con
trastorno bipolar.
Además, también se ha descubierto que las personas con depresión que han sido tratadas con
un tratamiento antidepresivo y han pasado a episodios maníacos han presentado un progresivo
aumento de los niveles de este mismo ácido homovanílico

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