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1.1. Concepto
Según la Real Academia Española, la Informática es el “Conjunto de conocimientos científicos
y técnicas que hacen posible el tratamiento automático de la información por medio de
ordenadores”.
Subrayamos tres elementos indispensables del concepto, los cuales se deben tener en mente
cada vez que mencionemos la palabra “informática” en esta materia:
- Tratamiento automático
- Información
- Por medio de ordenadores.
Desarrollo
Si bien esta disciplina es parte de la ciencia, el enfoque de este material es mixto, tanto teórico
como práctico. Abordaremos el marco teórico con aplicaciones útiles al quehacer diario de la
carrera y el manejo de programas y bases de datos propios del enfoque profesional.
Esto a la hora de definir, pero cabe preguntarnos, ¿para qué nos será útil esta definición? Si se
fijan bien se habla de ciencia y de tecnología, podemos hablar de la informática como una
especie de disciplina científica entonces. Esto lo veremos en la lectura nº 2 en la que el Mag.
Aníbal Pardini la justifica como ciencia.
En un texto tomado de la Prof., Myrtha Argañaraz se exponen los lineamientos básicos de este
tema, por lo tanto, transcribo literalmente de lo expuesto por esta autora, a continuación: “Desde
que elaboré, una síntesis, en el año 1997, sobre “La Informática al Servicio del Derecho”, han
ocurrido numerosos hechos de relevancia, gestándose , entre ellos, un nuevo movimiento: la
pos-contemporaneidad, que caracteriza a la sociedad que vivimos. Abordando nuevamente el
tema, que si bien, podemos decir, no se encuentra específicamente dentro de la rama del
Derecho Privado, es de gran relevancia en el mundo de hoy, en el que no podemos dejar de
reconocer el gran avance de la ciencia y la tecnología.
La informática ha introducido así, nuevas técnicas y una variada gama de aparatos electrónicos
que van de la más elemental minicalculadora, hasta la más sofisticada computadora
multifuncional; creando además un lenguaje técnico, cuyas directrices son de origen inglés,
lenguaje aparentemente extraño que nos está invadiendo de vocablos como: Basic, hardware,
modem, logo, Word proccesing, casi todas incomprensibles. Tal injerencia, ha provocado
profundas mutaciones no sólo en lo tecnológico, sino también en el plano social, político,
productivo y cultural, las que serán cada vez mayor es, profundas y veloces de lo que la
imaginación puede prever… Un abogado, un juez, un jurista o un legislador debe conocer y
manejar en mayor o menor medida las aplicaciones standard de la informática y saber al menos
qué es y qué utilidades puede prestarle ésta, el computador, una base de datos o una
procesadora de texto, navegar en Internet. El no saber operar una computadora será, como era a
principios del siglo XX, el no saber leer ni escribir. El término Informática, deviene de la
unificación que hiciera el francés Philippe Dreyfus, de los vocablos “información” y
“automática”. Podríamos definirla como la ciencia que estudia el tratamiento automático de la
información. Pedro Antonio Prado la define como “La Ciencia que estudia el diseño y la
utilización de equipos, sistemas y procedimientos para obtener información ”5 Es la
tecnología que procesa electrónicamente la información mediante equipos y programas
sofisticados.
Es necesario destacar, como lo hace Dall´Aglio, que “entre el derecho y la informática existen dos
grandes tipos de interrelaciones:
Concepto: Podemos definir La Informática Jurídica, como “La técnica del tratamiento lógico
y racional de la información, apta para una eficaz decisión en el dominio jurídico –
legislativo” Otros autores, la han definido como: “tecnología de conocimientos, “Ciencia” que se
dirige a ordenar y sistematizar la información jurídica, por computadoras con lenguajes
formalizados.
“Si se considera a la informática como objeto del derecho, estamos en presencia del Derecho
Informático, cuyo contenido está conformado por la regulación de las relaciones jurídicas
emergentes de la informática y su recepción por la mayoría de las ramas del derecho . Así como
el Derecho Marítimo nació como consecuencia de los usos y costumbres del intercambio
marítimo de otras épocas, hoy estamos asistiendo a la formación del derecho informático”.
El Derecho a la Intimidad
Toda persona goza de una vida privada, es decir, un aspecto de su vida que desea ocultar a la
curiosidad ajena, en otras palabras, su intimidad, entendiendo como tal, como dice Rivera: “el
ámbito comúnmente reservado de la vida, de las acciones, de los asuntos, de los sentimientos
creencias y afecciones de un individuo o de una familia. Es lo más personal, interior o privado; lo
que no se desea dar a conocer ni dejarse ver ni sentir”.
La intimidad a que nos hemos referido requiere debida protección jurídica. Surge así, en la
doctrina moderna lo que se ha dado en llamar “El Derecho a la Intimidad” al que definimos
como: “El Derecho que garantiza a su titular el desenvolvimiento de su vida y de su conducta
dentro de un ámbito privado, sin injerencias ni intromisiones que puedan provenir de la autoridad
o de terceros, y en tanto dicha conducta no ofenda al orden público y a la moral pública, ni
perjudiquen a otras personas”
En nuestro país, hasta no hace mucho tiempo, no había una legislación específica, a pesar de
que se contó con varios proyectos legislativos, para proteger al hombre sobre los que Vanossi
denomina Impacto Informático. No obstante existen importantes antecedentes legislativos como
numerosas constituciones provinciales, que en sus procesos de reforma y con visión de futuro
fueron más allá de la Constitución Nacional (conforme al texto vigente en esa época)
estableciendo normas sobre:
“El derecho que tiene toda persona a conocer lo que de él conste en forma de registro, la
finalidad a que se destine esa información y exigir su rectificación y actualización, no
pudiendo dichos datos registrarse con propósitos discriminatorios de ninguna clase ni ser
proporcionados a terceros, excepto cuando tengan un interés legítimo”, consignándose
expresamente que “la ley reglamentará el uso de la informática para que no se vulnere el
honor, la intimidad personal, familiar y el pleno ejercicio de los derechos”.
La última reforma constitucional de 1994, introduce dos preceptos, que contribuyen a garantizar
a los particulares el derecho a la intimidad, a protegerlos de los peligros que al respecto genera
la informática y la proliferación de bancos de datos. En ese sentido el texto del artículo 75 Inc. 22
de la Constitución Nacional, garantiza en forma indirecta el derecho a la intimidad al otorgar
jerarquía constitucional, superior a las leyes, a diversos tratados internacionales que aluden
especialmente a los derechos humanos en los que se comprende al de la intimidad.
Informática 2.1.1-Sistemas de
Jurídica administración interna
2.1-Administrativa
(pública o de 2.1.2-Sistemas de
gobierno) información al público y/o
profesionales (externo)
2- De gestión
2.2.1-Sistemas de
administración interna
2.2-Jurisdiccional
2.1.2-Sistemas de
información al público y/o
profesionales (externo)
Si esas bases de datos están diseñadas para ser consultadas por el público en general (normalmente se presta
como un servicio pago) nos encontramos ante Bases de datos de acceso público.
Es la de mayor utilización dentro del campo de lo jurídico. Se trata de bases de datos (legislación,
jurisprudencia, doctrina) que mediante un programa tiende a “facilitar la conservación,
clasificación y selección ordenada y sistematizada de datos jurídicos”. Abarca los sistemas de
archivo y recuperación jurídica. Se habla de base de datos, y entre estas bases tenemos varias
para mencionar. Por ejemplo La Ley On Line, Lexis Nexis están entre las bases más consultadas.
Estas bases de datos nos proporcionan información sobre jurisprudencia, doctrina, legislación
vigente, incluso obras completas digitalizadas. Estos datos nos ayudan en nuestro trabajo diario,
en el momento de confeccionar un informe (judicial o extrajudicial), al realizar un escrito o
evacuar consultas.
Estas bases se componen de un buscador llamado generalmente “tesauro” que busca la doctrina
o jurisprudencia que necesitemos; en base a palabras clave o “voces”. También nos permite
buscar leyes.
Existen también otro tipo de bases de datos que tienen información importante: las de riesgo
crediticio. En ellas se encuentran datos acerca de la solvencia de las personas, ubicación
(domicilios), teléfonos, información tributaria, previsional, bancaria, judicial (sobre si es parte en
procesos judiciales), participación en sociedades, datos laborales, y a veces hasta vínculos
familiares. Su importancia se basa en los datos que podemos tener de personas que debemos
ejecutar o a las que debemos conceder un crédito, o con las que deseamos realizar una
transacción importante (ya sea compraventa inmobiliaria, alquiler u otras operaciones). Estas
bases, a las que recién ahora algunas empresas se están suscribiendo, son pagas (como las
anteriores consultadas); pero depende del “pack” que deseemos tener es el precio a abonar.
Algunas de las empresas proveedoras de estos servicios que operan en el ámbito local son las
siguientes: Riesgo On Line, Reportes On Line, PEYPE, etc.
Estas bases ya no son de consulta de doctrina, jurisprudencia o datos de deudores, sino que son de
gestión privada. Estos sistemas, que pueden ser “enlatados” (software estándar que compramos ya listo
para ser usado), o realizados “a medida” (software programado específicamente para la actividad a
organizar, por un programador contratado al efecto) resultan sumamente útiles a la hora de manejar
información como profesionales, tanto en las empresas como en los estudios es necesario incorporar un
sistema de seguimiento para los trámites que nos encomiendan, así no perdemos la visión global ni los
detalles de cada uno de ellos.
Se trata de los sistemas informáticos que usan las entidades públicas (nacionales, provinciales, municipales)
para llevar adelante sus funciones.
Entre estas entidades encontramos al gobierno en sí (Administración Pública), y al Poder Judicial. A su vez,
pueden tratarse de sistemas de gestión interna que usa el personal administrativo para organizar el trabajo
interno, o de sistemas de información pública para que los ciudadanos y profesionales puedan tener conocimiento
de innumerables situaciones.
Lo utilizamos para poder llevar adelante trámites relacionados con nuestro quehacer diario , por
ejemplo consultas en general sobre trámites registrales, Catastro, Rentas, o cualquier otra
dependencia provincial o municipal. Estas consultas se realizan mediante la herramienta
informática del sitio web correspondiente a través de Internet.
Este sistema nos permite acceder desde afuera con el número de expediente o con otros datos
al estado de los juicios iniciados en el ámbito civil y comercial (no en familia ni penal dado el
derecho a la intimidad y el grado de reserva de los expedientes como ya vimos anteriormente).
Estas consultas pueden realizarse desde el sitio web correspondiente a través de Internet.
Es la que permite tomar decisiones, entre éstas por ejemplo el SAIJ (Sistema Argentino de Informática Jurídica),
Este tipo de sistemas funcionan como herramientas en la toma de decisiones por parte de los jueces,
manteniéndolos informados sobre normativa y jurisprudencia.
Así el Sistema Argentino de Informática Jurídica (S .A.I.J.), surge por decisión de la Subsecretaría de Asuntos
Legislativos del Ministerio de Justicia de la Nación, que en 1979, implementó un proyecto para ordenar y sistematizar la
legislación y la jurisprudencia nacional que permite obtener con rapidez y precisión toda clase de información referida a:
leyes y decretos de orden nacional vigente. Este sistema, tienen un software de administración electrónica de datos,
llamado Italguiure Find, que permite la conexión de terminales a larga distancia Las provincias se han adherido al
sistema y mediante un trabajo conjunto con la nación se está procurando cargar en el mismo, la legislación y
jurisprudencia nacional y local. Las ventajas que ofrece el sistema permite buscar una ley aún cuando no se conozca su
número, ya que se organiza mediante lo que se denomina “clave de búsquedas” o “base de datos” o “ banco de datos”,
que es un conjunto de información almacenada electrónicamente y que posibilita ubicar la información a partir de otros
datos, como por ejemplo, concepto principal, títulos de la ley, materia tratada, fecha de su publicación o voces conexas.
La jurisprudencia también puede buscarse por diferentes formas. La amplitud de los datos incorporados, mediante la
interrelación y combinación de los mismos, que automáticamente efectúa el sistema, posibilita la búsqueda de distintas
maneras: Por número de sentencia, fecha de la misma, tribunal que la dictó, nombre del magistrado, por materia (Civil,
Laboral, penal, etc.), por la palabra o voz contenida en el título del texto del sumario de la doctrina (Por ejemplo
expropiación, indemnización etc.).
Estas consultas resultan sumamente útiles al momento de trabajar, no sólo porque nos resultan
de apoyo para los informes que tengamos que realizar, sino porque nos obligan a mantenernos
actualizados en criterios varios o leyes que se pueden modificar.
Lo importante en este caso de riesgo crediticio es tener en cuenta que si bien están actualizadas,
posiblemente haya datos de nuestros deudores o clientes que aún no se encuentren registrados.
Si ingresamos en una de estas bases podemos encontrar estos datos vinculados a la persona
(física o jurídica) que deseemos investigar:
Si ven los íconos, la información se organiza según: actividad, bancarización (datos referidos a
su clasificación en el Banco Central de la República Argentina (B.C.R.A) y su estado de cheques
rechazados por ejemplo), incumplimientos, información judicial (posibles juicios relacionados
con esa persona, esto nos da un indicio de su afectación patrimonial).
Esto nos sirve de orientación para decidir si a esta persona se le puede conceder un crédito o si se puede
negociar con ella, aparentemente esta persona es solvente. La base no garantiza que lo sea, pero puede ser
un indicador más en la gestión preventiva a la hora de realizar un negocio. Cabe aclarar que aquí se presenta
solo información parcial por el deber de confidencialidad.
Pero no necesariamente tenemos que adquirir uno de estos sistemas de seguimiento, sino
también los podemos realizar en cualquier base de dato, por ejemplo Access.
Por supuesto, estas bases de gestión de nada sirven si no son correctamente administradas;
esto implica la constancia y la costumbre de cargar los datos de cada una de las actividades en
la base correspondiente para darle a la base la potencialidad que realmente tiene.
Es importante saber que en esta base se puede buscar por los datos de las personas si no se
posee el número de expediente. Esta página es consultada por las empresas que desean otorgar
un crédito o realizar una transacción, por abogados, procuradores, gestores, martilleros, peritos y
todo aquel que realice una actividad en la que puedan tener injerencia estos datos.
Pueden realizar estos trámites en general los que ejerzan las profesiones de Abogados,
Escribanos, Procurador, Martillero, Ingeniero o Agrimensor. Estos profesionales, una vez iniciado
el expediente, pueden acceder a consultas y encontrar los datos en pantallas como la siguiente:
Si se presiona este ícono se ven todas las personas que han adquirido anteriormente el inmueble, y así
con cada uno de los íconos y sus remisiones a los datos esenciales de las matrículas .
O, en el mismo Registro del Automotor, se revisan por sistema (internamente) todas las
transmisiones de titularidad de los automóviles o bienes registrados.
Informática Jurídica - De gestión - Administrativa (pública o de gobierno) - Sistemas de
información al público y/o profesionales (externo). (Ver 2.1.2)
A su vez, los Registros también tienen sus páginas con información general acerca de los
trámites, por ejemplo, veamos esta página del Registro General de la Propiedad de la Provincia
de Buenos Aires…
Cada uno de los links de las guías de trámites lleva a un sitio de preguntas frecuentes sobre el
trámite a consultar y su explicación administrativa .
Por ejemplo, la Dirección General de Rentas nos muestra la siguiente página, es importante
observar los servicios que están ofrecidos en la misma: Además, se cuenta con un sistema de
seguimiento de trámites:
Elegida la opción, nos mostrará el estado del trámite consultado, por ejemplo: en qué división
está y en qué estado, por ejemplo:
Si vamos un poco más allá, el Correo Argentino también cuenta con un sistema de seguimiento
para los envíos certificados o las Cartas Documento, permitiéndonos saber o conocer dónde se
encuentra la misma o en qué estado con solo consultar el sticker que se nos entrega para su
seguimiento con un nº y código de barras, por ejemplo una Carta Documento se encuentra en el
siguiente estado:
Entonces, podemos decir que implica el intercambio de productos y servicios por medios
electrónicos entre distintas personas, que pueden ser una persona física y empresa o
entre empresas.
El auge de esta manera de contratación es importante, dado que actualmente la “aldea global”
propicia de manera constante el darse a conocer vía Web para promocionar productos o
servicios de las empresas. Además este tipo de comercio presenta varias ventajas a favor de las
empresas, reduce costos y tiempos, facilita el seguimiento de las transacciones y su realización;
coopera con la obtención de bases de datos y diversifica la comunicación, entre otras.
Igualmente ha crecido la cantidad de usuarios que tienen acceso domiciliario a Internet, y eso
facilita la cantidad de transacciones realizadas por día por cada usuario. En este aspecto
también es importante tener en cuenta que los proveedores de los servicios de Internet (medio
más común para las transacciones electrónicas) tienen una responsabilidad especial porque
no pueden desligarse de los daños producidos al prestar el servicio, pero este es un tema aparte.
Es importante la aparición del “e-government” como herramienta del Gobierno para realizar las
compras públicas, este aspecto es desarrollado cada vez más no solo en el ámbito nacional,
sino también en el internacional.
Contratación electrónica:
Hemos visto que el comercio electrónico implica transacciones entre personas por medios
especiales, cada una de estas transacciones implica que existe un contrato. Es aquí donde
debemos hacer una reflexión al respecto, no estamos hablando de los contratos tradicionales,
sino de aquellos realizados de manera moderna, la mayoría de las veces sin mayores
formalidades dado el avance vertiginoso que tiene el desarrollo de los negocios. Por eso, en
lugar de “encapsular” estos contratos en una formalidad determinada, se ha optado por la
adopción de criterios para dar seguridad a las personas que contratan de esta manera.
A la hora de la prueba o el reclamo por incumplimiento estos criterios servirán de guía para
poder resolver los problemas que surgieren al respecto.
Debemos tener presente que en nuestro sistema legislativo se considera que “Hay contrato
cuando varias personas se ponen de acuerdo sobre una declaración de voluntad común,
destinada a reglar sus derechos”.
Es decir que podemos aplicar esta definición a la contratación electrónica y, como los pactos
están para ser cumplidos, afirmamos categóricamente que esto es un verdadero contrato, por lo
tanto si hay incumplimiento hay derecho al reclamo.
Ahora bien, ¿a partir de cuándo hay contrato? Esta es la gran pregunta, porque según la teoría
jurídica que apliquemos habrá contrato a partir de la formación del consentimiento (que es cuando
se unen oferta y aceptación). El tema es, ¿cuándo se unen? Porque en la contratación electrónica
estamos contratando con personas a las que no vemos, a las que no contactamos personalmente y
respecto de las cuales muchas veces tenemos un tiempo para poder cerrar el negocio.
En nuestro sistema (y sin entrar en disquisiciones sobre teorías que nada tienen que ver con
nuestra materia), existen dos tipos de contratos, contratos entre ausentes y contratos entre
presentes.
La diferencia entre uno y otro es el tiempo (no la distancia) que transcurre entre la oferta y la
aceptación.
En los contratos entre presentes oferta y aceptación (que tienen que ser idénticas, porque si
se cambia algo en la aceptación se convierte en contraoferta), no existe lapso de tiempo, por
ejemplo contratamos entre presentes cuando nos ponemos de acuerdo con la persona que
tenemos al frente, o cuando lo hacemos por video conferencia o por teléfono; el tema es que
oferta y aceptación sean simultáneas. Entonces hay contrato desde ese momento, porque es
cuando (a decir de los juristas) se “perfecciona el consentimiento”.
Pero cuando pasa un tiempo entre oferta y aceptación el contrato, nos encontramos ante un
contrato entre ausentes. El sistema argentino toma los siguientes criterios para este tipo de
contrato:
Se considera que hay consentimiento desde el momento del envío de la aceptación,
aunque éste no haya llegado a manos del oferente ni a su conocimiento, desde que se
envía la aceptación ya hay contrato.
Si el oferente quiere retractarse de la oferta realizada, en consecuencia, debe hacerlo antes
del envío de la aceptación, es decir: antes de que se “perfeccione el consentimiento”
Si el aceptante quiere retractarse de la aceptación, debe hacerlo antes de que la misma le
llegue al oferente (no es necesario que la conozca, sino que nos quedamos en el momento
anterior: la recepción de la aceptación).
Ahora bien, ¿qué sucede con la contratación electrónica? En principio se aplican las mismas
reglas, necesitamos saber si hemos contratado “on line” (por ejemplo por Messenger o skype),
o si hemos contratado “off line”, por ejemplo ofertamos por mail.
Si es “on line” el contrato va a tener una regulación similar a la de los contratos entre
presentes;
si contratamos “off line” el contrato va a ser susceptible de la aplicación de las reglas entre
ausentes. Esto en principio solamente porque la cuestión se puede tornar un poco más
compleja.
Veamos solo un esquema de estas cuestiones para cerrar, porque las compras por Internet se
encuentran protegidas por la Ley de Defensa del consumidor y las compras privadas por las
normas establecidas de contratación:
¿Constituyen el Derecho Informático y la
Informática Jurídica verdaderas ciencias?
Pero tal vez, sea más fácil para los abogados buscar esta
normativa en las otras ramas del derecho, por ejemplo;
acudirían al Código Civil para ver lo relativo a las personas
(protección de datos, derecho a la intimidad, responsabilidad
civil, entre otras).
Las “Uniform Rules and Guidelines for Electronic Trade and Settlement
(URGETS)”, de la Cámara de Comercio Internacional (ICC), aplicables a contratos
electrónicos en los cuales las partes se sometan a sus disposiciones 13, en su art. 3.1.
define al contrato electrónico como “el acuerdo con fuerza legal concluido a través
del intercambio de mensajes electrónicos, concernientes a una o mas transacciones
Si la relación es “B2C” regirán en plenitud las reglas de defensa del consumidor, con las
notables implicancias en cuanto a las obligaciones impuestas al proveedor
10 En el concepto se presupone el de mensaje de datos: “Por "mensaje de datos" se entenderá la
información generada, enviada, recibida o archivada o comunicada por medios electrónicos,
ópticos o similares, como pudieran ser, entre otros, el intercambio electrónico de datos (EDI),
el correo electrónico, el telegrama, el télex o el telefax” (art. 2, ap. a), Ley Modelo UNCITRAL).
14 El art. 3.2. de las URGETS define a la transacción comercial electrónica, como “una transacción
comercial concluida mediante el intercambio de mensajes electrónicos...”. El art. 3.3. define al mensaje
electrónico como el contenido de alguna comunicación que implica la transferencia electrónica de
datos, sea a través de redes abiertas o cerradas u otro medio electrónico, la cual es accesible y puede
ser utilizada posteriormente” (las traducciones son nuestras).
15 “(...)parte de la hipótesis conforme a la cual la electrónica no es sino un nuevo soporte y medio de
trasmisión de voluntades negociales pero no un nuevo derecho regulador de las mismas y su
significación jurídica...Así, de una parte, los elementos esenciales del negocio jurídico –consentimiento
y objeto, causa en los ordenamientos romanos, así como sus manifestaciones y defectos- y, de otra, la
tipología contractual preexistente no sufren alteración significativa...”. ILLESCAS ORTIZ, Rafael,
DERECHO DE LA CONTRATACION ELECTRONICA, cit., pág. En las XVIII Jornadas Nacionales de
Derecho Civil, citadas, la Comisión 3 concluyó: “Los actos jurídicos patrimoniales que contengan una
declaración de voluntad común, celebrados por medios informáticos (en sentido amplio) están
comprendidos en el artículo 1137 del Código Civil, y les son aplicables los principios generales del
derecho común en materia de obligaciones y contratos”.
El principio ha tenido recepción concreta en disposiciones legales. Así, la “Ley
de servicios de la sociedad de la información y de comercio electrónico española
(LSSICE)” en su art. 23, dispone: “1. Los contratos celebrados por vía electrónica
producirán todos los efectos previstos por el ordenamiento jurídico, cuando
concurran el consentimiento y los demás requisitos necesarios para su validez. Los
contratos electrónicos se regirán por lo dispuesto en este Título, por los Códigos Civil
y de Comercio y por las restantes normas civiles o mercantiles sobre contratos, en
especial, las normas de protección de los consumidores y usuarios y de ordenación
de la actividad comercial. 2. Para que sea válida la celebración de contratos por vía
electrónica no será necesario el previo acuerdo de las partes sobre la utilización de
medios electrónicos”.
El contrato EDI18 trae al derecho menos problemas, pues, por lo general, está
precedido por un acuerdo de intercambio de datos, en el cual se determinan las
reglas técnicas y jurídicas que harán vinculantes a las declaraciones 19.
17 “Artículo 14. Formación y validez de los contratos. En la formación del contrato, salvo acuerdo
expreso entre las partes, la oferta y su aceptación podrán ser expresadas por medio de un mensaje de
datos. No se negará validez o fuerza obligatoria a un contrato por la sola razón de haberse utilizado en
su formación uno o más mensajes de datos. Artículo 15. Reconocimiento de los mensajes de datos
por las partes. En las relaciones entre el iniciador y el destinatario de un mensaje de datos, no se
negarán efectos jurídicos, validez o fuerza obligatoria a una manifestación de voluntad u otra
declaración por la sola razón de haberse hecho en forma de mensaje de datos”. Otras legislaciones
declaran en forma expresa igual principio. V.g. Ley francesa 2000/230, de 13 de marzo de 2000, por la
cual se reforma el Código Civil a fin de adaptar las disposiciones a las nuevas tecnologías y a la firma
electrónica, que incorpora el art. Art. 1316-3: “L'écrit sur support électronique a la même force
probante que l'écrit sur support papier”.
18 Se lo define como “la transmisión electrónica de información de una computadora a otra, estando
estructurada la información conforme a alguna norma técnica convenida al efecto” ( art. 2, ap. b), Ley
Modelo UNCITRAL).
19 “(...)La adopción de un acuerdo de este tipo fomenta la seguridad jurídica al pactar el régimen de
cuestiones carentes con frecuencia de regulación en los ordenamientos nacionales, al tiempo que
La contratación en redes abiertas, por el contrario, presenta numerosos
aspectos a resolver. Los principales: asegurar la identidad de las partes autoras de
los mensajes, la integridad del mensaje (su no adulteración) y la emisión y recepción
del mensaje (el no repudio).
recoge el compromiso de las partes de que el intercambio electrónico de datos es una vía para la
formación entre ellas de contratos con la misma eficacia que los concluidos por medio del intercambio
de documentos de papel (...). DE MIGUEL ASENSIO, Pedro A., cit., pág. 296. Para un tratamiento
integral de los contratos EDI, JULIA BARCELO, Rosa, COMERCIO ELECTRONICO ENTRE
EMPRESARIOS. LA FORMACION Y PRUEBA DEL CONTRATO ELECTRONICO, Tirant Lo Blanch,
Valencia, 2000.
20 “(...)El acuse de recibo (AR en adelante) constituye una pieza básica del C-E en la medida que
contribuye de manera decisiva a la certidumbre respecto de la llegada de los MD (mensaje de datos, la
aclaración es nuestra) a sus destinatarios: el iniciador, en efecto, cuando recibe de su destinatario el
AR del MD que le ha enviado precedentemente adquiere la certeza de que la comunicación que
pretendía establecer con su contraparte ha sido lograda. En este sentido, el AR resulta de enorme
utilidad a los fines de certeza de llegada y recepción del MD”, ILLESCAS ORTIZ, cit., pág. 242.
2.- La obligación de envío de un acuse de recibo no se suple por la noticia de
que el mensaje fue recibido, brindada por el sistema de información de quien envió el
mensaje, del cual quedará incluso, por lo general, un registro. Se necesita algo más:
una expresa declaración por parte del receptor del mensaje de haberlo recibido, sea
enviado por el propio destinatario, su agente o un sistema de información en forma
automática.
Se trataría de casos de contratos EDI o celebrados en entornos cerrados, según enseña ILLESCAS
22
ORTIZ, loc. cit..
23 La UCITA fue elaborada en base al proyecto elaborado por la Conferencia Nacional de
Comisionados para la uniformación del derecho de los estados y aprobada y recomendada para su
sanción en todos los estados por la conferencia anual celebrada en Denver, Colorado, entre el 23 y el
30 de junio de 1999. Disponible en //www.law.uppenn.edu.
4.- La LSSICE española, en su art. 28, bajo el título “ Información posterior a la
celebración del contrato”, impone al oferente el envío de un acuse de recibo al
aceptante, dentro de las 24 hs. siguientes a la recepción de la aceptación.
5.- La Ley colombiana 527/99, trata el tema en su art. 20: ”Acuse de recibo. Si
al enviar o antes de enviar un mensaje de datos, el iniciador solicita o acuerda con el
destinatario que se acuse recibo del mensaje de datos, pero no se ha acordado entre
éstos una forma o método determinado para efectuarlo, se podrá acusar recibo
mediante: a) Toda comunicación del destinatario, automatizada o no, o b) Todo acto
del destinatario que baste para indicar al iniciador que se ha recibido el mensaje de
datos. Si el iniciador ha solicitado o acordado con el destinatario que se acuse recibo
del mensaje de datos, y expresamente aquél ha indicado que los efectos del
mensaje de datos estarán condicionados a la recepción de un acuse de recibo, se
considerará que el mensaje de datos no ha sido enviado en tanto que no se haya
recepcionado el acuse de recibo”.
b) Todo acto del destinatario, que basten para indicar al iniciador que se ha
recibido el mensaje de datos.
3) Cuando el iniciador haya indicado que los efectos del mensaje de datos
estarán condicionados a la recepción de un acuse de recibo, se considerará que el
mensaje de datos no ha sido enviado en tanto que no se haya recibido el acuse de
recibo.
4) Cuando el iniciador no haya indicado que los efectos del mensaje de datos
estarán condicionados a la recepción de un acuse de recibo, si no ha recibido acuse
en el plazo fijado o convenido o no se ha fijado o convenido ningún plazo, en un
plazo razonable el iniciador: a) Podrá dar aviso al destinatario de que no ha recibido
acuse de recibo y fijar un plazo razonable para su recepción; y b) De no recibirse
acuse dentro del plazo fijado conforme al inciso a), podrá, dando aviso de ello al
destinatario, considerar que el mensaje de datos no ha sido enviado o ejercer
cualquier otro derecho que pueda tener.
5) Cuando el iniciador reciba acuse de recibo del destinatario, se presumirá
que éste ha recibido el mensaje de datos correspondiente. Esa presunción no
implicará que el mensaje de datos corresponda al mensaje recibido.
6) Cuando en el acuse de recibo se indique que el mensaje de datos recibido
cumple con los requisitos técnicos convenidos o enunciados en alguna norma
técnica aplicable, se presumirá que ello es así.
7) Salvo en lo que se refiere al envío o recepción del mensaje de datos, el
presente artículo no obedece al propósito de regir las consecuencias jurídicas que
puedan derivarse de ese mensaje de datos o de su acuse de recibo.
Este largo artículo tiende a despejar todas las dudas que pueden derivarse de
la utilización del acuse de recibo en la contratación electrónica: a) rige cuando haya
acuerdo sobre la necesidad de aviso de recibo o, en su defecto, alguna de las partes
solicito avise de recibo, b) puede emitirse por cualquier medio, informático o no, y aún
presumirse de la conducta de las partes; c) puede sujetarse la eficacia misma del
mensaje enviado a la recepción de un acuse de recibo; d) si el mensaje no está
condicionado, pero está pactado el uso del aviso de recibo, el emisor del mensaje
puede fijar un plazo dentro del cual el receptor debe dar aviso, so pena de considerar
al mensaje como no enviado; e) si el aviso de recibo indica que el mensaje es legible,
se presume que fue así.
24 “La confirmación, ciertamente que no combate o evita el uso fraudulento del nombre ajeno en el C-
E: quien utiliza una identidad ajena para ofertar un contrato en línea puede continuar dicha ilegal
utilización con ocasión de la confirmación de su falsa oferta. No obstante, la confirmación dificulta el
uso fraudulento del nombre, SI (sistema de información, la aclaración es nuestra) o FE (firma
electrónica, ídem) ajenos a al par que ofrece al destinatario del MD (mensaje de datos) abusivo dos
oportunidades separadas en el tiempo para comprobar los verdaderos origen y atribución del MD
recibido...”, ILLESCAS ORTIZ, op.cit., pág. 244.
Son aplicables a la confirmación los principios y soluciones expuestos para el
acuse de recibo.
VII. Conclusión.