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PRINCIPIOS CIENTIFICOS DE
ENTRENAMIENTO
En la actualidad, son muchas las personas que realizan cualquier tipo de actividad
física o deporte de manera autónoma, ejercitándose sin conocer las bases que
debe tener un entrenamiento.
Principio de totalidad.
Principio de individualización.
Intensidad.
Progresión.
Continuidad.
Reversibilidad.
Alternancia.
Principios del entrenamiento relacionados con los sistemas a los que se dirige
dicho estímulo:
Principio de multilateralidad.
Principio de transferencia.
Principio de especifidad.
Principio de especialización.
El principio de supercompensación
En este caso, ocurre lo mismo que cuando masajeas la palma de la mano con los
nudillos. Si lo haces bastante, pero no demasiado, se formarán callos. Si frotas
demasiado aparecerá una bambolla. El fondo de la cuestión es que la madre
naturaleza supercompensa y adapta el cuerpo a los diferentes niveles de estrés
que se le van presentando. Los músculos y la técnica del rendimiento no son
diferentes al ejemplo mencionado. Esto lleva (junto a los otros principios) al
principio de la sobrecarga.
Continuidad:
La importancia que tienen para la preparación física de los atletas, en cada una de
las disciplinas deportivas.
Usando diversos test donde podemos ver con qué condiciones físicas cuenta cada
persona, para que partiendo de allí podamos planificar, en pro de la evolución
favorable de cada individuo mejorando sus condiciones y capacidades físicas.
Los principios son pautas, normas a seguir, conceptos generales que siempre y en
todo momento hay que tener en cuenta y aplicar a la hora de realizar un trabajo
físico específico.
Estos principios reflejan con fidelidad las características regulares y objetivas del
proceso del entrenamiento y se convierten en el camino y las condiciones
primordiales para lograr los objetivos planteados.
Ahora bien, cuando la actividad física es planificada y estructurada, la llamamos
“ejercicio”, como por ejemplo practicar un deporte individual o en equipo, asistir al
gimnasio para levantar pesas o tomar una clase de Pilates.
Cuando se habla del entrenamiento físico siempre hay corrientes que sugieren qué cosas debes hacer
y qué cosas no. Muchas veces se basan en suposiciones, otras en evidencias demostradas; pero no
siempre son universales ni son ciertas. Para entender cómo hacer entrenamiento físico de acuerdo a
tus condiciones, debes echar un vistazo a lo que hemos querido resumir en los siete principios
básicos del entrenamiento según Fred Hadfield, profesor y editor de la Asociación Internacional de las
Ciencias Deportivas.
18 de mayo de 2016
Principio de las diferencias individuales
El entrenamiento debe ser específico para cada uno por lo que no conviene generalizarse ni hacerse
extensible a otras personas. Hay que tener en cuenta que los músculos de mayor tamaño necesitan más
tiempo de recuperación que los pequeños, las mujeres necesitan más tiempo de recuperación que los
hombres, los atletas jóvenes se recuperan antes que los de mayor edad… Existen numerosas variables, por lo
que lo mejor es tener un entrenamiento físico en función del deporte o modalidad que practiques.
Principio de supercompensación
. Un ejemplo de esto son las llamadas sobrecargas que surgen con la fatiga en una zona muscular. A menos
escala, otro ejemplo serían los callos y las bambollas. Por lo tanto, hay que tener en cuenta los límites de
cada uno y saber cuándo parar.
Al tratar el tema del entrenamiento se nos presentan numerosos aspectos que nos sugieren cosas “para
hacer y no hacer”. No obstante, de una forma u otra casi todo viene a resumirse en siete principios
básicos del entrenamiento. Éstos principios deben estar presentes cuando diseñamos y aplicamos un
programa de entrenamiento. Los siete magníficos son:
Conclusión
Pueden existir otros principios del entrenamiento pero estos siete normalmente (para la mayoría de
casos) cubren todos los aspectos del entrenamiento atlètico. Si se tienen en su debida cuenta, ayudarán a
que el programa de entrenamiento sea más lógico y consecuente acercándonos a una planificación
periodifizada que equilibrará correctamente la intensidad y los objetivos del entrenamiento.
El entrenamiento debe ser específico no sólo a tu deporte sino también a tus capacidades individuales
(tolerancia al esfuerzo, recuperación, obligaciones externas, etc). Debes incrementar las cargas de
entrenamiento con el paso del tiempo (permitiendo que algunas sesiones sean menos intensas que otras)
y entrenando con la suficiente frecuencia para mantener el efecto del des-entrenamiento y también forzar
la adaptación.
La lista de principios varía según los diferentes autores, sin embargo, los mencionados más
frecuentemente incluyen los principios de sobrecarga, especificidad, individualidad,
reversibilidad, periodización, recuperación y progresión.
Progresión[editar]
El principio de progresión o aumento progresivo de la carga nos indica que es necesario
someter el organismo a cargas cada vez mayores a lo largo de la temporada de
entrenamiento para lograr adaptaciones. La supercompensación provocada en el organismo
por los estímulos del entrenamiento incrementa el rendimiento del atleta y el nivel del umbral
de adaptación. Por tanto, la aplicación repetida del mismo nivel de carga provocará reacciones
cada vez menores y menores ganancias en el nivel de rendimiento. En algún momento el
estímulo ya no superará el umbral de adaptación y no provocará las reacciones deseadas en
el organismo.Por esta razón las cargas se deben incrementar de forma progresiva,
modificando el volumen e intensidad de los ejercicios de forma organizada y según el nivel del
deportista para lograr los efectos deseados.
Importancia de su conocimiento
Para que un entrenamiento sea eficaz debe tener un fundamento científico,
basado en la existencia y el cumplimiento de una serie de principios del
entrenamiento que rigen la metodología, planificación, organización y control del
mismo. El proceso de desarrollo de la condición física se guía a partir de
estos principios, que actúan como leyes que sistematizan y garantizan una
correcta aplicación del entrenamiento. Estos no deben entenderse de forma
aislada, sino formando parte de un sistema global, en el cual se establecen
distintas relaciones entre los mismos.
Principios relacionados con la respuesta del
organismo al esfuerzo
Progresión
Continuidad
Reversibilidad
Alternancia
Los estímulos aplicados en los programas de entrenamiento deben ser variados
para evitar la monotonía y el estancamiento.
La planificación del trabajo debe ser organizada de modo que las diferentes tareas
y su intensidad se sucedan alternativamente. La alternancia la podemos tratar
según la intensidad de la carga, según la recuperación relacionada con el
tiempo de trabajo y según los distintos grupos musculares trabajados.
Transferencia
Especificidad
Brouha (citado por Álvarez del Villar, 1985, 596) realizó una experiencia
con corredores y remeros, aplicando a ambos grupos los mismos tipos de
esfuerzo (carrera y remo), controlando la frecuencia cardiaca y la acumulación de
ácido láctico en sangre. Las reacciones cardíacas fueron similares en ambos
grupos, pero la acumulación de lactato varió en función del tipo de trabajo
realizado. Los remeros acumulaban más lactato cuando corrían y los corredores
cuando remaban. La aparición de la fatiga es más precoz cuando se realiza un
trabajo inespecífico. Por tanto no basta con que ambos deportes sean de
resistencia sino que ha de ser específico a los grupos musculares que
participan en la actividad deportiva.
Especialización
La progresión: el principio de sobrecarga debe aplicarse gradualmente. Muy lento no hay avance y
muy rápido puede llevar a lesiones.
CONCLUSIONES