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HISTORIA PSI DE LA

PROVINCIA DE MENDOZA
“El secreto de la historia: inicios del psicoanálisis en Mendoza”
Por Gastón Cottino.

historiapsi.mza@gmail.com

“Y el secreto de la historia no ha de confundirse con los conflictos, las


violencias y las aberraciones que son sus fábulas”

Jaques Lacan a propósito de la situación de la A.I.P. en el 1956

1- Introducción: acerca del secreto y la comunidad analítica

Aunque el dispositivo analítico esté preparado para que sean dos, y sólo dos, las
personas que se den cita allí, ya desde la primera gran obra sobre la historia del
psicoanálisis, (la Vida y Obra de Sigmund Freud, de Ernst Jones), la crónica se viste de
ropajes institucionales. Congresos, asociaciones, grupos, divisiones, conflictos y demás,
se entraman con el deseo de Freud, que va escribiendo la clínica.

Se hace evidente así que la comunidad o las comunidades analíticas son parte de
la vida y por lo tanto de la historia del psicoanálisis.

Y es que cada vez que surge un hombre, una mujer, una idea, un discurso, que
patea el tablero con el que la humanidad venía jugando, se funda una comunidad en
torno a ese discurso, según comentó cierta vez Germán García. Lo demuestran, por
ejemplo, San Francisco de Asís con la humildad y amor a la naturaleza instalados en el
contexto de la iglesia medieval y, en nuestro caso el discurso psicoanalítico que vía el
inconsciente y el deseo de analista instalará Sigmund Freud.

Recalco estos aspectos porque sin ellos creo que uno estaría perdido a la hora de
intentar hacer cualquier intento de historización del psicoanálisis, por más ficcional que
se pretenda. Y es desde aquí que intento poner a trabajar aquello que Lacan plantea
como el secreto de la historia, de la cual las violencias son sólo fábulas.

Otro aspecto importante a destacar antes de comenzar el relato es que el


surgimiento, vida, teoría y práctica del psicoanálisis se inscriben en relación a la
psiquiatría y la psicología; aunque sin excluir a la filosofía, la literatura y demás artes.
Las dos primeras implican hablar también de la salud pública e incluyendo a las otras
habrá que referirse a las universidades y a la cultura de la ciudad.
Por otra parte este trabajo intentará demostrar que los cruces entre ideología
política en lo social y la política del psicoanálisis, tejieron un tramado bien distinto a los
conflictos y divisiones que enmarcaron este tema en la capital del país. Baste como
muestra la APA divida en Documento y Plataforma, por un lado y por el otro, Bleger y
Baremblit, entre muchos otros, acusando al lacanismo de ser condescendiente con el
régimen militar.

Claro que basta con recorrer algunas páginas del clásico texto de Germán
García, del año 78, sobre La entrada el psicoanálisis a la Argentina, o del enjundioso y
reciente estudio de Marcelo Izaguirre sobre Jacques Lacan y el anclaje su enseñanza en
Argentina, para refutar con claridad, es decir con historia afirmada por documentos,
aquellas acusaciones.

Muchos de aquellos porteños, fundaron la primera institución lacaniana del país,


la Escuela Freudiana de Buenos Aires, en 1974. Al frente estaba ni más ni menos que
Oscar Masotta, cuyo protagonismo en la entrada de Lacan al psicoanálisis en castellano
no creo que ya nadie discuta, junto con otros psicoanalistas como Germán García,
Samuel Bazs, Jorge Chamorro o Gerardo Maeso, quienes son parte en la actualidad de
la Escuela de Orientación Lacaniana y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis.
Instituciones, nombres, deseos y pasiones cuyos vientos se sienten en Mendoza.

2- La prehistoria: Ladislao Boda y la entrada por la filosofía.

Pero como toda historia esta tiene también un estadio anterior, es decir, una pre-
historia. Y allí un profesor: Ladislao Pablo Boda. Nacido en Hungría en 1906, estudió
en la Universidad de Budapest y fue nada menos que: “Doctor en Psicología,
Licenciado en Matemática y Física y Médico. Realizó además estudios especiales tales
como: Matemáticas superiores, física experimental, física teórica y teoría de la
relatividad; especialización en Filosofía, especialización en Psicología General y
Psicología Médica; especialización en la teoría y la praxis de la psicoterapia analítica
profunda; especialización en sánscrito; especialización en Historia del Arte y Estética y
estudio de idiomas: húngaro, alemán, francés, inglés, italiano, castellano, latín, griego y
sánscrito”1.

Aunque sus alumnos destacan que se vino escapando de la guerra, la crónica


oficial sólo dice que fue contratado por la Universidad Nacional de Cuyo en 1948 y que
fue profesor, entre otras cosas, de Psicología, por cuya actuación recibe una Medalla de
Oro. Fue además miembro fundador de la Sociedad Cuyana de Filosofía, participó de
varios congresos de Salud Mental, Psiquiatría, Filosofía y escribió numerosos trabajos,
muchos de ellos dedicados a la historia del arte y al psicoanálisis jungiano. Y si bien el
título de algún trabajo permite inferir cierta relación a la clínica lo cierto es que parece
no haber ejercido ni como médico, psicólogo o psicoanalista, es más, las anécdotas lo

1
Diccionario de Historia y Personalidades de Mendoza, p 51

2
pintan, aunque brillante, un tanto reacio al prójimo, siempre más o menos enlazado por
el discurso universitario, como lo bien lo demuestran sus vastos estudios.2

Y ya que estamos en el campo de la filosofía es justo mencionar algunas


cuestiones más. Antes, mucho antes, en 1870 el profesor de filosofía del Colegio
Nacional, Alejandro von Kunowski, publicó un Vademecum de psicología y lógica, en
el primer antecedente vinculado, por asociación con nuestra materia. El filósofo Arturo
Roig3 situará varios fenómenos que se dieron de manera contingente hacia fines del
siglo XIX signando el rumbo de nuestras ideas hacia el positivismo, y de allí nuestro
primer filósofo reconocido como tal en el país Leónidas Aguirre, quien introduce las
ideas de Comte en Mendoza.

Entrado el siglo XX, en 1918, con el Cordobazo en el aire se forma la


Universidad Popular de Mendoza creando a su vez una Escuela de Filosofía y Letras,
que vinculaba a los intelectuales con la gente a través de formas participativas. Se ubica
allí nuestro primer antecedente en cuanto a la difusión de las ideas freudianas, el
profesor Tomás Silvestre, quien al poco tiempo deberá abandonar la Universidad por
cuestiones políticas. He allí también un primer antecedente de lo que luego cobrará
impronta de marca: la partida.

Otro hito en esta historia es el Congreso Internacional de Filosofía del 49, al que
no pudieron asistir algunos invitados de honor como Ortega y Gasset o Heidegger (a
quien no dejó salir el gobierno francés por su filiación al partido Nazi). Lo curioso es
que tampoco pudo asistir casi ningún filósofo mendocino. Se dice que fue un congreso
de la UBA que tuvo un paisaje distinto, la ciudad de Mendoza, a fin de que los invitados
no se tienten con los paseos por la ciudad de Buenos Aires. Aun así el General Perón
asistió a dar un discurso que presenta su “tercera posición” como superadora del
antagonismo capitalismo-marxismo. Y, más importante para nuestra historia, figura
como Prosecretario de Actas el Profesor Mauricio López, escritor, filósofo, profesor de
la Facultad de Psicología y rector de la UNSL, desaparecido el 01/01/77 en las siniestras
manos de la dictadura militar.

Mauricio López fue secretario de otro destacado pero de la generación anterior,


Juan Ramón Sepich, quien además de tener bases escolásticas y teológicas se dedicó al
estudio de Heidegger, vinculándose más tarde con la fenomenología y la psiquiatría a
través del trabajo interdisciplinario con Norberto Espinosa. Quien fuera un estandarte de
la psiquiatría fenomenológica de la época y publicara La personalidad ideológica en
1981, entre otros escritos que figuran en los Cuadernos de la Cátedra de Psiquiatría de
la UNC. Aquella articulación interdisciplinaria también vale para otro de los pioneros
de la teoría freudiana en el pedemonte: Carlos Ludovico Ceriotto, quien publicó
2
Entrevista a Ignacio Ciorda.
3
Cf. Roig, A; Lacoste, P. y Satlari, M. (comp.). “Mendoza, Cultura y Economía”. Buenos Aires. Caviar
Bleu. 2004. p. 293- 328

3
Fenomenología y Psicoanálisis en 1969, a partir de las ideas del maestro de Viena
junto a otros franceses como Sartre, Merlau-Ponty y Paul Ricoeur.

3- Primeros conflictos: Herrera-Etchegoyen, la Cátedra de Psiquiatría y el


psicoanálisis.

Aquella Cátedra será el escenario de un conflicto muy fuerte que dejará fuera de
combate a uno de los referentes más importantes de esta historia: el Dr. Horacio
Etchegoyen. Pero veamos cómo llega, quién más tarde se contará entra los máximos
referentes de la IPA, a nuestra provincia.

La U.N.C se funda en 1939 y como es de esperar iría trayendo a profesores para


sus incipientes cátedras. Si seguimos la crónica de la Sociedad Psicoanalítica de
Mendoza4 en 1956, un psicoanalista venido de Buenos Aires, el Dr. Jorge García
Badaracco, funda la Cátedra de psiquiatría de la Facultad de Ciencias Médicas, pero al
poco tiempo este decide su partida, nombrando en su lugar al Dr. Etchegoyen en 1957,
quien funda al mismo tiempo la Cátedra de Psicología Médica. Entre 1959 y 60 también
se desempeñará como director del Hospital El Sauce.

El conflicto que se da en aquella cátedra es particularmente espinoso y tiene del


otro lado a uno de los grandes referentes de la psiquiatría de Mendoza, al Dr. Julio José
Herrera. El concurso de dicha cátedra que tiene entre sus jurados al Dr. Lazarte, es
ganado por el Dr. Etchegoyen en Octubre del año 1963 y cuenta con posteriores
apelaciones o pedidos de nulidad por parte de quien había quedado en segundo lugar
junto con el Dr. Amadeo Cicchitti. Esta compleja, y aun latente historia, cuenta con
versiones encontradas y con la lamentable renuncia del Dr. Juan José Vilapriño. Es
importante destacar que dicho incidente se enmarca en una serie de denuncias a la
Facultad de Medicina, que incluyen a varias cátedras y concursos, que se encuentran
prolijamente detalladas en un llamado “Informe al país. Crisis de la Universidad
Nacional de Cuyo en su Facultad de Medicina” que realiza el Movimiento Universitario
Reformista Cuyano en el año 1964.

Cito aquel informe: “Se acusa al Dr. Etchegoyen de inepto, dogmático,


demagogo, agitador político, extremista y amoral; se pregunta oficialmente a la
Comisión Argentina Asesora en Salud Mental si un PSICOANALISTA puede ser
profesor de psiquiatría (La Comisión Asesora rechaza semejante planteo)”5. La cita
incluye este delgado borde por el que camina la salud pública y los discursos médicos y

4
Cf. Historia de la sociedad psicoanalítica de Mendoza. Dra. Clara Baringoltz de Ruiz Girasino y Dr.
Arturo Oscar Sabez. 1997

5
Informe al país. Crisis de la UNC en su Facultad de Medicina. Movimiento Universitario Reformista
Cuyano. 1964. p 37

4
psicológicos cuando la ideología política se pone en cruz con determinada
epistemología.

Epistemología que por tratarse del psicoanálisis no es sin práctica clínica, por
más que algunos pasajes de la historia del psicoanálisis argentino hayan incluido el falso
antagonismo entre intelectuales y profesores vs clínicos silenciosos y recluidos. Y como
la clínica no es sin política, sin política del psicoanálisis, claro está, el golpe lo acusó
también la incipiente Sociedad Psicoanalítica de Mendoza. Se repetía la historia en la
que su analista didacta debía partir, lo cual “dejó acéfalo al grupo”. Autodenominación
esta, “grupo”, que se daban los analistas en relación a la APA hasta 1972, fecha en que
son reconocidos por la IPA con el nombre que ha sabido guardar su prestigio hasta
nuestros días.

Párrafo aparte merecería la Dra. Clara Baringoltz Ruíz de Girasino, quien llegó
en un difícil momento y logró gestionar aquel reconocimiento, otorgándoles a los
licenciados en psicología una habilitación poco habitual dentro del psicoanálisis. Se dirá
de aquellos momentos: “Pero en Mendoza, el clima del grupo era de tensión, la espera
por muchos años y la multiplicidad de cartas, entrevistas y gestiones frustradas, se
combinaban para crear un ambiente de decepción y peligro de fragmentación. (…) En
vista de ello es que decidimos el 17 de Setiembre de 1972, fundar la Sociedad
Psicoanalítica de Mendoza, con el fin de que nos mantuviera unidos, institucionalizados
y organizados de acuerdo a un estatuto que rigiera nuestra marcha y evolución”6.

Tanto García Badaracco como Etchegoyen habían sido convencidos para venir
por otro médico, un clínico de grandes dotes docentes, que había venido recientemente
de Buenos Aires: Rodolfo Muratorio Posse; quien compartía consultorio con médicos
psicoanalistas jóvenes como Telma Recca y José Bleger. Este clínico se pone al frente
también del servicio de Clínica médica del Hospital Central formando lo que hoy
podríamos llamar un servicio de salud mental en hospital polivalente, al colocar camas
psiquiátricas, en dicho hospital, junto a su amigo, el Dr. Etchegoyen. (Tal vez en
paralelo con lo que hacía el Dr. Vilapriño en el Hospital El Carmen, aunque tal vez
desde dispositivos y técnicas diferentes)

4- Los comienzos de otra enseñanza: “¿Y quién es Lacan?”

También había en aquellos grupos una joven con gran afición por las artes,
especialmente la música, que había terminado su carrera de trabajo social en Bs As y
estudiaba psicología. Esta joven, que relata haberse criado entre psicoanalistas, “amigas
de su madre”, jugando sobre los divanes, hará pareja con aquel médico clínico.

Tal vez menos gustosa con las lecturas que llevaba hasta el momento la
Sociedad, tuvo la ocasión de comprar en una librería de la calle Santa Fe, un libro de
Serge Leclaire, llamado “Teoría del Edipo”. En sus palabras: “Empiezo a leer y leer y

6
Historia de la sociedad psicoanalítica de Mendoza. Dra. Clara Baringoltz de Ruiz Girasino y Dr. Arturo
Oscar Sabez. 1997. p. 8

5
veo en la contratapa que dice “excelente representante del psicoanálisis francés
contemporáneo”. Para mí el psicoanálisis era inglés, Melanie Klien. Entonces vuelvo a
la librería, ya me conocían, y le digo, “¿usted me puede decir algo?, conoce por qué
psicoanálisis francés contemporáneo, ¿qué es esto?” Entonces me mira con una cara de
desprecio total y me dice: “Es Lacan”; “¿Y quién es Lacan?” Entonces me dice:
“Señora!”. “¿Me puede vender algo?”. Me dice, “Si; toda esa pared” (risas)”.

Luego de esta anécdota, que data del 74, Luz Casenave, aquella joven inquieta,
sin dejar ni su análisis ni su formación por dentro de la institución kleiniana, comenzará
el estudio de Jacques Lacan, expondrá temas de su enseñanza a sus compañeros e irá de
vez en cuando a Buenos Aires para formarse y controlar con Guillermo Maci (que más
tarde formaría Convergencia Lacaniana) y Roberto Harari, en Mayéutica por aquel
entonces.

Más tarde, por razones vinculadas a las persecuciones del gobierno de facto tiene
la ocasión de viajar a París. No obstante allí, además del estudio del psicoanálisis se
produciría un buen encuentro. (Entre paréntesis: se evidencia aquí un punto de
repetición en la historia del psicoanálisis mendocino, las partidas por razones políticas,
que si seguimos el significante al pie de la letra, no es sin consecuencias para la práctica
y la vida de la comunidad analítica en nuestra provincia.)

Y bien, es allí donde escucha a Jaques Alain Miller por primera vez. La anécdota
se escucha mejor en su palabras: “me acerqué y le dije que lo quería felicitar, etc., que
no desistiera de esta vocación de enseñanza. Y me dijo ¿de dónde es? Porque creía que
era de Marsella, del sur, por mi acento. “No, soy argentina, de Mendoza”. Saca un papel
y anota. Le digo que me iba pronto, que sólo me había acercado a saludarlo y
agradecerle. “Me dice, quiero verla. ¿Tiene tiempo?”. “No, mañana viajo”. “Y esta
tarde?” “Puede ser”. “La espero en mi casa a tal hora.”(…) Me dijo “vaya y ponga un
curso y dé clases. Con todos sus antecedentes tiene que dar un curso. Hágalo por favor
usted tiene que abrir un espacio allí. Tiene que abrir un nuevo espacio de reflexión.”7

Esto sucedió en el 81, Casenave decide esperar al retorno a la democracia, en el año


83, y pone el siguiente aviso en el diario: "Convoco a seminario para introducción a las
ideas de Jacques Lacan."8

Así llegarían los primeros grupos de estudios en su consultorio, en el año 84 la


visita de Miller a Mendoza, hasta la primera institución: Ateneo Freudiano; que
funcionó desde el 85 hasta al 87 y contaba entre sus miembros a Mirta Fiore, Coty
Beneintes, Eduardo Cafferata, Nana Jerez, Graciela Alaniz, Oscar Dangelo, Luis
Prigione; y más tarde llegarían Daniel Álvarez, Paula Velazco y Nidia Quevedo.
Siempre en relación de transferencia a Campo Freudiano aunque no sin conflictos. En el
año 90 nacía la Asociación Cuyana de Estudios Psicoanalíticos, la cual entrará en

7
Entrevista a Luz Casenave. Por Andrés Delamarre y Mauricio Flores.
8
Entrevista a Luz Casenave. Por Andrés Delamarre y Mauricio Flores.

6
acuerdo con la Escuela de Orientación Lacaniana fundada en 1991, desde diversos
grupos como SABA, Simposio Freudiano, la Escuela Freudiana Argentina, entre otras.

Otro hito importante en esta historia también es la presentación de un trabajo de


Ateneo Freudiano de Mendoza, en el Cuarto Encuentro Internacional de Campo
Freudiano, llevado a cabo en París, en 1986, llamado: “Histeria y Obsesión”. Dicho
trabajo llevó por título: “No sé qué pasó”; y consiste en la “Articulación de una
fantasmática individual con la siniestra fanstasmática social”9, en donde los puntos de
real del síntoma se tocaban con los puntos de horror y muerte, vinculados a la última
dictadura militar.

5- Avatares sociopolíticos: psicoanálisis y dictadura militar.

La actividad de Casenave y varios de los de su institución siguió ligada al campo


de los derechos humanos. Casenave es miembro fundador de la Asamblea Permanente
por los Derechos Humanos y es invitada a disertar a numerosos lugares sobre efectos
subjetivos del terrorismo de estado, entre otras actividades.
Había también en Ateneo Freudiano un novel residente de psiquiatría del
Hospital El Sauce, Daniel Álvarez, cuya “aproximación a la salud mental fue desde el
marxismo, o sea "la existencia determina la conciencia" y "existencia" eran los modos
de producción de las condiciones de vida materiales de los seres humanos. [Por lo tanto]
el psicoanálisis, pasaba a ser una forma de indagar en una realidad emocional
individual que se despegaba de lo colectivo”10
Álvarez venía trabajando en con el Dr. Jorge Barandica y la Lic. Mirta Fiore, en
la Fundación Ecuménica de Cuyo y en relación a la ACNUR (Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para Refugiados). La tarea era asistir a refugiados y víctimas de
terrorismo de estado, lo cual incluye no sólo a los adultos sino también a los niños y
demás miembros de la familia. Álvarez, junto a Oscar D`Angelo, es otro de los que
pueden ubicarse bajo la rúbrica de la partida, por razones que ya no es necesario
explicar.
A todo esto la Facultad de Psicología que funcionaba a la Universidad Nacional
de Cuyo, Facultad de ideas y métodos progresistas, es rápidamente cerrada con el golpe
militar del 76, quedando en su lugar como única opción para los estudiantes de
psicología la reciente Universidad del Aconcagua. Cabe destacar, otra vez el exilio y
desaparición (caso del prof Mauricio López) de los intelectuales más importantes del la
Universidad junto con el armado de “listas negras” que restringían el pasaje desde, la
cerrada hasta hoy Facultad de Psicología de la UNC, hacia la UDA.

Será Gladys Díaz, quien estaba en relación a Luz Casenave por aquel entonces y
luego más vinculada a Diana Rabinovich, la que se encargará de la transmisión del

9
Ateneo Freudiano de Mendoza. (Alaniz, G.; Casenave, L.; y otros) “No sé qué pasó”. Trabajo
presentado en el Cuarto Encuentro Internacional de Campo Freudiano. 1986 P 6
10
Entrevista a Daniel Álvarez. Por Gastón Cottino

7
psicoanálisis lacaniano allí. También fundará más tarde otra prolífera institución
psicoanalítica, la hoy lamentablemente ausente: Clínica Freudiana.

Eran años difíciles, el 76 dejaba marcas en el psicoanálisis no sólo a través de la


psicología sino también de la psiquiatría. Cito una editorial de la Revista de
Neuropsiquiatría de aquel año, con el Dr. Ricardo Achenbanch, como Mayor médico
interventor del Instituto Nacional de Salud Mental: “En pocas palabras, tan vastas son
las acciones de la Salud Mental que van desde la prestación médica resocializadora de
un psicótico crónico u oligofrénico profundo, hasta los niveles más altamente
jerarquizados de la psicopolítica (sic), en estrecha relación con la defensa nacional, la
lucha contra la subversión, la seguridad y la paz nacional”11.

Y digo que estas cosas dejaban marcas en el psicoanálisis porque luego de las
partidas mencionadas, más las dificultades mencionadas en la Facultad de Psicología,
poco lugar había para candidatearse, o antes aun, para transferenciarse con el
psicoanálisis, sea de la orientación que sea. Y si bien se alcanzaban a leer algunas
publicaciones donde se hacía mención al inconsciente, uno puede preguntarse hasta qué
punto se trataba del inconsciente vivo, operante en el habla, fundamento de una praxis,
o de una cualidad que acompañaba al yo por los claroscuros de la conciencia.

Vuelvo entonces sobre dos asuntos que considero evidentes después de todo este
recorrido, aunque sin olvidar que es sólo una introducción y que espera de posteriores
investigaciones y documentos que se explayen sobre muchos de los temas que aquí sólo
están brevemente mencionados.

En primer lugar considero que a diferencia del psicoanálisis que germinó cerca
de la capital del país, con toda la rica y compleja vida cultural que se reconoce en
aquella urbe, el nuestro tuvo no sólo menos practicantes, sino también una modo de
relacionarse diferente respecto de la ideología y práctica política. Es entonces que en
lugar de encontrarse divisiones, nuevos grupos y nuevas divisiones, muchas veces a raíz
de conflictos sociopolíticos, el psicoanálisis lacaniano de Mendoza se orientó más bien
hacia uno de aquellos polos.

Entiendo que entonces se van demostrando con esto dos cosas: primero que a
pesar de los conflictos y divisiones no hay psicoanálisis sin comunidad analítica y
Mendoza no es la excepción. Y segundo que la partida configuró una geografía
subterránea y silenciosa, que vino a dar al lugar de cierta dificultad en la difusión de las
ideas de Jacques Lacan en Mendoza.

Encuentro en las palabras de la primera directora de ACEP, que resuenan en


aquellas que llevaron a la fundación de Sociedad Psicoanalítica de Mendoza12, una clara
postal de este tramo de la historia: [Se trató de] “Un camino de montaña con subidas y
bajadas y el peligro de precipicios que había que transitarlo con mucha cautela. El

11
Revista de Neuropsicoquiatría. Órgano oficial del I.N.S.M. Enero Junio 1976. p 3
12
Cf. p. 4/5

8
desarrollo de las actividades me llevo a la necesidad de Institucionalizar nuestras
tareas”13.

Es un primer tramo de nuestra historia, una aproximación que apunta más a que
posteriores investigaciones y prácticas se orienten hacia cierto punto de real, hacia el
secreto, antes que a los asuntos imaginarios que desvelan desde el precipicio.

Fuentes documentales

Bibliografía:

Diccionario de Historia y Personalidades de Mendoza.

Andrade, J. “Oscar Masotta. Una leyenda en el cruce de los saberes”. Buenos


Aires. Capital Intelectual. 2009

García, G y Musachi, G. “La entrada del psicoanálisis en la Argentina. La


cronología: nudos y redes”. Buenos Aires. Catálogos. 2005

13
Casenave, L. “Reconstruyendo la trama histórica con padres y fundadores”. Trabajo presentado en la
Jornadas Provinciales de Salud Mental del 2004.

9
García, G. “Oscar Masotta y el psicoanálisis en castellano”. Barcelona. Editorial
Argonauta. 1980.

Izaguirre, M. “Jaques Lacan: El anclaje de su enseñanza en la Argentina”.


Buenos Aires. Catálogos. 2009.

Roig, A; Lacoste, P. y Satlari, M. (comp.). “Mendoza, Cultura y Economía”.


Buenos Aires. Caviar Bleu. 2004.

VVAA. “El Caldero de la Escuela”. Nº 72. Setiembre del 1999

Entrevistas:

Entrevista a Luz Casenave. Por Andrés Delamarre y Mauricio Flores.

Entrevista a Daniel Álvarez. Por Gastón Cottino

Entrevista a Mirta Fiore. Por Gastón Cottino.

Entrevista a Juan José Vilapriño (padre). Por Gastón Cottino.

Entrevista a Ignacio Ciorda. Por Gastón Cottino

Entrevista a Sara Gutierrez. Por Gastón Cottino

Publicaciones:

Revista de Neuropsicoquiatría. Órgano oficial del I.N.S.M. Enero Junio 1976

Revista de Neuropsicoquiatría. Órgano oficial del I.N.S.M. Agosto 1978

Revista de Neuropsicoquiatría. Órgano oficial del I.N.S.M. Diciembre 1978

Trabajos, Documentos y publicaciones internas:

Acreditación de Asociación Cuyana de Estudios Psicoanalíticos. 1989

Ateneo Freudiano de Mendoza. (Alaniz, G.; Casenave, L.; y otros) “No sé qué
pasó”. Trabajo presentado en el Cuarto Encuentro Internacional de Campo Freudiano.
1986

Baringoltz de Ruiz Girasino, Cl. y Sabez, A. “Historia de la sociedad


psicoanalítica de Mendoza” Inédito. 1997

Casenave, L. “Reconstruyendo la trama histórica con padres y fundadores”.


Trabajo presentado en la Jornadas Provinciales de Salud Mental del 2004.

Movimiento Universitario Reformista Cuyano. Informe al país. Crisis de la UNC


en su Facultad de Medicina. 1964.

Cuadernos de la Historia del Arte. UNC Facultad de Filosofía y Letras. Nº 1.


1961
10
Cuadernos de la Historia del Arte. UNC Facultad de Filosofía y Letras. Nº 16.
1996-7

Revista de estudios clásicos. Separata del Tomo IV. Facultad de Filosofía y


letras. Canto I y II de Nala y Damayati. Transcripción, léxico y traducción: Ladislao
Boda. 1944.

Revista de estudios clásicos. Separata del Tomo IV. Facultad de Filosofía y


letras. Canto I y II de Nala y Damayati. Transcripción, léxico y traducción: Ladislao
Boda. 1949.

Revistas de la Cátedra de Psiquiatría. Facultad de Medicina. UNC

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