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PROVINCIA DE MENDOZA
“El secreto de la historia: inicios del psicoanálisis en Mendoza”
Por Gastón Cottino.
historiapsi.mza@gmail.com
Aunque el dispositivo analítico esté preparado para que sean dos, y sólo dos, las
personas que se den cita allí, ya desde la primera gran obra sobre la historia del
psicoanálisis, (la Vida y Obra de Sigmund Freud, de Ernst Jones), la crónica se viste de
ropajes institucionales. Congresos, asociaciones, grupos, divisiones, conflictos y demás,
se entraman con el deseo de Freud, que va escribiendo la clínica.
Se hace evidente así que la comunidad o las comunidades analíticas son parte de
la vida y por lo tanto de la historia del psicoanálisis.
Y es que cada vez que surge un hombre, una mujer, una idea, un discurso, que
patea el tablero con el que la humanidad venía jugando, se funda una comunidad en
torno a ese discurso, según comentó cierta vez Germán García. Lo demuestran, por
ejemplo, San Francisco de Asís con la humildad y amor a la naturaleza instalados en el
contexto de la iglesia medieval y, en nuestro caso el discurso psicoanalítico que vía el
inconsciente y el deseo de analista instalará Sigmund Freud.
Recalco estos aspectos porque sin ellos creo que uno estaría perdido a la hora de
intentar hacer cualquier intento de historización del psicoanálisis, por más ficcional que
se pretenda. Y es desde aquí que intento poner a trabajar aquello que Lacan plantea
como el secreto de la historia, de la cual las violencias son sólo fábulas.
Claro que basta con recorrer algunas páginas del clásico texto de Germán
García, del año 78, sobre La entrada el psicoanálisis a la Argentina, o del enjundioso y
reciente estudio de Marcelo Izaguirre sobre Jacques Lacan y el anclaje su enseñanza en
Argentina, para refutar con claridad, es decir con historia afirmada por documentos,
aquellas acusaciones.
Pero como toda historia esta tiene también un estadio anterior, es decir, una pre-
historia. Y allí un profesor: Ladislao Pablo Boda. Nacido en Hungría en 1906, estudió
en la Universidad de Budapest y fue nada menos que: “Doctor en Psicología,
Licenciado en Matemática y Física y Médico. Realizó además estudios especiales tales
como: Matemáticas superiores, física experimental, física teórica y teoría de la
relatividad; especialización en Filosofía, especialización en Psicología General y
Psicología Médica; especialización en la teoría y la praxis de la psicoterapia analítica
profunda; especialización en sánscrito; especialización en Historia del Arte y Estética y
estudio de idiomas: húngaro, alemán, francés, inglés, italiano, castellano, latín, griego y
sánscrito”1.
1
Diccionario de Historia y Personalidades de Mendoza, p 51
2
pintan, aunque brillante, un tanto reacio al prójimo, siempre más o menos enlazado por
el discurso universitario, como lo bien lo demuestran sus vastos estudios.2
Otro hito en esta historia es el Congreso Internacional de Filosofía del 49, al que
no pudieron asistir algunos invitados de honor como Ortega y Gasset o Heidegger (a
quien no dejó salir el gobierno francés por su filiación al partido Nazi). Lo curioso es
que tampoco pudo asistir casi ningún filósofo mendocino. Se dice que fue un congreso
de la UBA que tuvo un paisaje distinto, la ciudad de Mendoza, a fin de que los invitados
no se tienten con los paseos por la ciudad de Buenos Aires. Aun así el General Perón
asistió a dar un discurso que presenta su “tercera posición” como superadora del
antagonismo capitalismo-marxismo. Y, más importante para nuestra historia, figura
como Prosecretario de Actas el Profesor Mauricio López, escritor, filósofo, profesor de
la Facultad de Psicología y rector de la UNSL, desaparecido el 01/01/77 en las siniestras
manos de la dictadura militar.
3
Fenomenología y Psicoanálisis en 1969, a partir de las ideas del maestro de Viena
junto a otros franceses como Sartre, Merlau-Ponty y Paul Ricoeur.
Aquella Cátedra será el escenario de un conflicto muy fuerte que dejará fuera de
combate a uno de los referentes más importantes de esta historia: el Dr. Horacio
Etchegoyen. Pero veamos cómo llega, quién más tarde se contará entra los máximos
referentes de la IPA, a nuestra provincia.
4
Cf. Historia de la sociedad psicoanalítica de Mendoza. Dra. Clara Baringoltz de Ruiz Girasino y Dr.
Arturo Oscar Sabez. 1997
5
Informe al país. Crisis de la UNC en su Facultad de Medicina. Movimiento Universitario Reformista
Cuyano. 1964. p 37
4
psicológicos cuando la ideología política se pone en cruz con determinada
epistemología.
Epistemología que por tratarse del psicoanálisis no es sin práctica clínica, por
más que algunos pasajes de la historia del psicoanálisis argentino hayan incluido el falso
antagonismo entre intelectuales y profesores vs clínicos silenciosos y recluidos. Y como
la clínica no es sin política, sin política del psicoanálisis, claro está, el golpe lo acusó
también la incipiente Sociedad Psicoanalítica de Mendoza. Se repetía la historia en la
que su analista didacta debía partir, lo cual “dejó acéfalo al grupo”. Autodenominación
esta, “grupo”, que se daban los analistas en relación a la APA hasta 1972, fecha en que
son reconocidos por la IPA con el nombre que ha sabido guardar su prestigio hasta
nuestros días.
Párrafo aparte merecería la Dra. Clara Baringoltz Ruíz de Girasino, quien llegó
en un difícil momento y logró gestionar aquel reconocimiento, otorgándoles a los
licenciados en psicología una habilitación poco habitual dentro del psicoanálisis. Se dirá
de aquellos momentos: “Pero en Mendoza, el clima del grupo era de tensión, la espera
por muchos años y la multiplicidad de cartas, entrevistas y gestiones frustradas, se
combinaban para crear un ambiente de decepción y peligro de fragmentación. (…) En
vista de ello es que decidimos el 17 de Setiembre de 1972, fundar la Sociedad
Psicoanalítica de Mendoza, con el fin de que nos mantuviera unidos, institucionalizados
y organizados de acuerdo a un estatuto que rigiera nuestra marcha y evolución”6.
Tanto García Badaracco como Etchegoyen habían sido convencidos para venir
por otro médico, un clínico de grandes dotes docentes, que había venido recientemente
de Buenos Aires: Rodolfo Muratorio Posse; quien compartía consultorio con médicos
psicoanalistas jóvenes como Telma Recca y José Bleger. Este clínico se pone al frente
también del servicio de Clínica médica del Hospital Central formando lo que hoy
podríamos llamar un servicio de salud mental en hospital polivalente, al colocar camas
psiquiátricas, en dicho hospital, junto a su amigo, el Dr. Etchegoyen. (Tal vez en
paralelo con lo que hacía el Dr. Vilapriño en el Hospital El Carmen, aunque tal vez
desde dispositivos y técnicas diferentes)
También había en aquellos grupos una joven con gran afición por las artes,
especialmente la música, que había terminado su carrera de trabajo social en Bs As y
estudiaba psicología. Esta joven, que relata haberse criado entre psicoanalistas, “amigas
de su madre”, jugando sobre los divanes, hará pareja con aquel médico clínico.
Tal vez menos gustosa con las lecturas que llevaba hasta el momento la
Sociedad, tuvo la ocasión de comprar en una librería de la calle Santa Fe, un libro de
Serge Leclaire, llamado “Teoría del Edipo”. En sus palabras: “Empiezo a leer y leer y
6
Historia de la sociedad psicoanalítica de Mendoza. Dra. Clara Baringoltz de Ruiz Girasino y Dr. Arturo
Oscar Sabez. 1997. p. 8
5
veo en la contratapa que dice “excelente representante del psicoanálisis francés
contemporáneo”. Para mí el psicoanálisis era inglés, Melanie Klien. Entonces vuelvo a
la librería, ya me conocían, y le digo, “¿usted me puede decir algo?, conoce por qué
psicoanálisis francés contemporáneo, ¿qué es esto?” Entonces me mira con una cara de
desprecio total y me dice: “Es Lacan”; “¿Y quién es Lacan?” Entonces me dice:
“Señora!”. “¿Me puede vender algo?”. Me dice, “Si; toda esa pared” (risas)”.
Luego de esta anécdota, que data del 74, Luz Casenave, aquella joven inquieta,
sin dejar ni su análisis ni su formación por dentro de la institución kleiniana, comenzará
el estudio de Jacques Lacan, expondrá temas de su enseñanza a sus compañeros e irá de
vez en cuando a Buenos Aires para formarse y controlar con Guillermo Maci (que más
tarde formaría Convergencia Lacaniana) y Roberto Harari, en Mayéutica por aquel
entonces.
Más tarde, por razones vinculadas a las persecuciones del gobierno de facto tiene
la ocasión de viajar a París. No obstante allí, además del estudio del psicoanálisis se
produciría un buen encuentro. (Entre paréntesis: se evidencia aquí un punto de
repetición en la historia del psicoanálisis mendocino, las partidas por razones políticas,
que si seguimos el significante al pie de la letra, no es sin consecuencias para la práctica
y la vida de la comunidad analítica en nuestra provincia.)
Y bien, es allí donde escucha a Jaques Alain Miller por primera vez. La anécdota
se escucha mejor en su palabras: “me acerqué y le dije que lo quería felicitar, etc., que
no desistiera de esta vocación de enseñanza. Y me dijo ¿de dónde es? Porque creía que
era de Marsella, del sur, por mi acento. “No, soy argentina, de Mendoza”. Saca un papel
y anota. Le digo que me iba pronto, que sólo me había acercado a saludarlo y
agradecerle. “Me dice, quiero verla. ¿Tiene tiempo?”. “No, mañana viajo”. “Y esta
tarde?” “Puede ser”. “La espero en mi casa a tal hora.”(…) Me dijo “vaya y ponga un
curso y dé clases. Con todos sus antecedentes tiene que dar un curso. Hágalo por favor
usted tiene que abrir un espacio allí. Tiene que abrir un nuevo espacio de reflexión.”7
7
Entrevista a Luz Casenave. Por Andrés Delamarre y Mauricio Flores.
8
Entrevista a Luz Casenave. Por Andrés Delamarre y Mauricio Flores.
6
acuerdo con la Escuela de Orientación Lacaniana fundada en 1991, desde diversos
grupos como SABA, Simposio Freudiano, la Escuela Freudiana Argentina, entre otras.
Será Gladys Díaz, quien estaba en relación a Luz Casenave por aquel entonces y
luego más vinculada a Diana Rabinovich, la que se encargará de la transmisión del
9
Ateneo Freudiano de Mendoza. (Alaniz, G.; Casenave, L.; y otros) “No sé qué pasó”. Trabajo
presentado en el Cuarto Encuentro Internacional de Campo Freudiano. 1986 P 6
10
Entrevista a Daniel Álvarez. Por Gastón Cottino
7
psicoanálisis lacaniano allí. También fundará más tarde otra prolífera institución
psicoanalítica, la hoy lamentablemente ausente: Clínica Freudiana.
Y digo que estas cosas dejaban marcas en el psicoanálisis porque luego de las
partidas mencionadas, más las dificultades mencionadas en la Facultad de Psicología,
poco lugar había para candidatearse, o antes aun, para transferenciarse con el
psicoanálisis, sea de la orientación que sea. Y si bien se alcanzaban a leer algunas
publicaciones donde se hacía mención al inconsciente, uno puede preguntarse hasta qué
punto se trataba del inconsciente vivo, operante en el habla, fundamento de una praxis,
o de una cualidad que acompañaba al yo por los claroscuros de la conciencia.
Vuelvo entonces sobre dos asuntos que considero evidentes después de todo este
recorrido, aunque sin olvidar que es sólo una introducción y que espera de posteriores
investigaciones y documentos que se explayen sobre muchos de los temas que aquí sólo
están brevemente mencionados.
En primer lugar considero que a diferencia del psicoanálisis que germinó cerca
de la capital del país, con toda la rica y compleja vida cultural que se reconoce en
aquella urbe, el nuestro tuvo no sólo menos practicantes, sino también una modo de
relacionarse diferente respecto de la ideología y práctica política. Es entonces que en
lugar de encontrarse divisiones, nuevos grupos y nuevas divisiones, muchas veces a raíz
de conflictos sociopolíticos, el psicoanálisis lacaniano de Mendoza se orientó más bien
hacia uno de aquellos polos.
Entiendo que entonces se van demostrando con esto dos cosas: primero que a
pesar de los conflictos y divisiones no hay psicoanálisis sin comunidad analítica y
Mendoza no es la excepción. Y segundo que la partida configuró una geografía
subterránea y silenciosa, que vino a dar al lugar de cierta dificultad en la difusión de las
ideas de Jacques Lacan en Mendoza.
11
Revista de Neuropsicoquiatría. Órgano oficial del I.N.S.M. Enero Junio 1976. p 3
12
Cf. p. 4/5
8
desarrollo de las actividades me llevo a la necesidad de Institucionalizar nuestras
tareas”13.
Es un primer tramo de nuestra historia, una aproximación que apunta más a que
posteriores investigaciones y prácticas se orienten hacia cierto punto de real, hacia el
secreto, antes que a los asuntos imaginarios que desvelan desde el precipicio.
Fuentes documentales
Bibliografía:
13
Casenave, L. “Reconstruyendo la trama histórica con padres y fundadores”. Trabajo presentado en la
Jornadas Provinciales de Salud Mental del 2004.
9
García, G. “Oscar Masotta y el psicoanálisis en castellano”. Barcelona. Editorial
Argonauta. 1980.
Entrevistas:
Publicaciones:
Ateneo Freudiano de Mendoza. (Alaniz, G.; Casenave, L.; y otros) “No sé qué
pasó”. Trabajo presentado en el Cuarto Encuentro Internacional de Campo Freudiano.
1986
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