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Capitalista Organizaciones
extranjeras
Administrador - Productor de
Acopiador operador clorhidrato
Flujo de droga
Flujo monetario
Actualmente, tanto las redes de comercialización como los eslabones de producción están
distribuidos por todo el país. La antigua centralización de la producción en el Trópico de
Cochabamba se ha difuminado por todo el territorio nacional con algunas concentraciones en
áreas urbanas y otras regiones productoras de hoja de coca. Entre tanto, las redes de
comercialización tienen sus ejes en las ciudades más importantes del país: Santa Cruz, La Paz
y Cochabamba, articulándose al mercado exterior a través de organizaciones internacionales
para exportar tanto pasta base como clorhidrato de cocaína.
Áreas y dinámicas de producción
Un cálculo efectuado por la FELCN a partir de las labores de interdicción efectuadas en el
año 2007 permite estimar que en Bolivia el potencial de producción de sulfato base oscila
entre 60 y 80 toneladas, de las cuales, sólo se lograría secuestrar entre un 15 y 25%, margen
que se mantiene desde el 2006 cuando se estima que se llegó a secuestrar el 25% del total de
producción calculado.2 Estos datos contrastan con la estimación realizada por la UNODC a
partir del monitoreo satelital de cultivos de coca y que afirma un potencial de producción de
115 toneladas, con esta cifra se asume que el total de droga secuestrada apenas llega al 10%
del total producido. La producción de esta droga se concentra en La Paz y Cochabamba,
departamentos en los que se produciría alrededor de 80 mil kilogramos de droga. La Paz con
el primer lugar en generación de clorhidrato de cocaína y Cochabamba como primer
productor de pasta base.3
Entre el año 2004 y el 2005, el incremento en el secuestro de pasta base ha sido del 80%, lo
que se puede explicar parcialmente por un aumento en el número de operativos en el mismo
periodo, de 5.475 a 6.831. Del 2005 al 2006, el volumen de pasta base secuestrada creció en
24% y el número de operativos se ha incrementado en 34% lo marca un decremento en la
eficiencia de las operaciones o una baja en el narcotráfico respecto al año anterior. Entre el
2006 y el 2007, la tendencia ha sido similar, hasta noviembre de este año, tanto el número de
operativos como el total de pasta base secuestrada se han incrementado en un 2%. Los datos
se exponen en el gráfico siguiente.
12.000
10.000
8.000
6.000
4.000
2.000
0
2007 (hasta el 15 de
2005* 2006
noviembre)
Trópico de Cochabamba
En el Trópico de Cochabamba, región
reconocida coloquialmente como
“Chapare”, existen entre 7.000 y 8.000
hectáreas de cocales. La mayor parte de su
producción ha sido concertada entre el Cultivos de coca
Áreas de
producción de
pasta base
Áreas de
producción de
clorhidrato
Rutas de tráfico de
pasta base de
cocaína
Rutas de tráfico de
clorhidrato
Tráfico al Brasil.
La frontera entre Bolivia y Brasil, una línea divisoria que serpentea a través de 3 mil 423
kilómetros de pantanos y selvas, se ha convertido en un escenario con creciente tráfico de
droga boliviana y peruana hacia suelo brasileño, ello a pesar del esfuerzo de 157 agentes
bolivianos apostados en diferentes puestos fronterizos. Fuentes diplomáticas del Brasil
afirman que el 80% de la droga boliviana llega a manos de las mafias brasileñas, por un
equivalente de 200 millones de dólares al año, clorhidrato y pasta base, que se vende en el
mercado brasilero y se reexporta hacia Europa, estableciéndose un negocio con ganancias
aproximadas al billón de dólares anuales. La misma fuente y prensa brasileña aseguran que el
principal comprador de la cocaína boliviana pertenece a la fracción paulista del Primer
Comando de la Capital (PCC), una de las organizaciones criminales más grandes del Brasil.11
El tránsito de la droga desde Bolivia hacia el Brasil tiene varias rutas. Según la FELCN, la
más importante atraviesa la región del pantanal, donde el centro urbano fronterizo boliviano
- brasilero de Puerto Suárez – Corumbá se constituye en el principal punto de tránsito de
pasta base hacia los Estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul. En esta zona se realizan
cientos de operativos y se decomisan cientos de kilos de droga anualmente que circulan por
vía férrea o carretera. Las rutas aéreas clandestinas de esta región siguen siendo utilizadas,
aún a pesar de la implementación de un escudo aéreo que debería permitir al Estado
Brasileño fiscalizar todo el espacio aéreo de la frontera con Bolivia.12
Otra región de tránsito de droga desde Bolivia hacia el Brasil es el norte amazónico boliviano,
espacio en el que se integran redes de tráfico del Perú, Brasil y Bolivia. Quizás el flujo más
importante de droga de esta región se da desde las zonas productoras: Chapare, Yungas de La
Paz, y el Alto; atravesando rutas cubiertas por organizaciones bien establecidas. Aquellos
productores que se arriesgan a trasladar la droga por su propia cuenta hasta el norte
amazónico son pocos, en cuanto que, quien no se encuentra amparado por una organización
es susceptible de ser robado y asesinado por otros narcotraficantes, denominados en la región
como “volteadores”. Por esta ruta también transita droga peruana que tiene como destino
final el Brasil, en estos casos la droga peruana ingresa a Bolivia por la Localidad de
Desaguadero, pasa por la Ciudad de La Paz hasta Yungas y sale al Brasil por Guayaramerín
a la población gemela de Guajará Mirin. Otra ruta de la droga peruana se inicia por el norte
de Pando para salir por la Ciudad de Cobija que se ubica en la frontera frente a la Ciudad de
Brasileia.
Tráfico del Perú a Bolivia
La droga que llega del Perú proviene de la región del valle de los ríos Apurímac y Ene
(VRAE). Región en la que los narcotraficantes se han armado para proteger su mercadería y
han llegado a niveles de violencia y fuerza que les permite atacar de manera frontal a la
policía y controlar las rutas de salida del narcotráfico hacia la costa y Bolivia. Actualmente,
las autoridades bolivianas aseguran que se introducen toneladas de droga por la frontera con
Perú, para continuar su camino hasta las fronteras con Chile, Argentina, Paraguay y Brasil.
Así, Bolivia también se ha convertido en un país de tránsito del tráfico de drogas. Esta
afirmación es respaldada por el gobierno boliviano a través del Viceministro de Defensa
Social y Sustancias Controladas de Bolivia, Felipe Cáceres, quien aseguró el año 2006 que el
sulfato de cocaína que llega al Brasil desde Bolivia “no es sólo droga boliviana, el 50% es de
Perú por lo que Bolivia está siendo utilizada como un país de tránsito para llegar al Brasil”13.
Se trata de una situación que gradualmente se hace más difícil de comprobar ya que, los
traficantes han comenzado a mezclar la pasta base que llega de Perú con la que se produce en
Bolivia.
El ingreso de la droga peruana a Bolivia se da por dos rutas. La primera, por el
Departamento de La Paz, utilizando diversas poblaciones de las provincias Ingavi, Iturralde,
Franz Tamayo, Saavedra y Camacho. De acuerdo con la información que ha obtenido la
FELCN en diversos operativos, se sabe que la droga que llega desde el Perú es acopiada en El
Alto para luego seguir un largo camino hacia las fronteras bolivianas con los otros países a
través de diversas rumbos. Por el Beni y Santa Cruz hacía el Brasil, por Sucre y Potosí hacía
Chile, y por Tarija hacia la Argentina y Paraguay. La otra ruta que ocupan los traficantes
peruanos, como se menciona más arriba, es a través de Cobija, ciudad que se ha convertido en
lugar de tránsito de la cocaína que sale de Perú y no se detiene hasta llegar a Brasil, aunque el
microtráfico ha encontrado en este centro urbano un mercado para los operadores de este
delito. En esta zona, la carretera bioceánica que une a Perú, Bolivia y Brasil ha facilitado las
operaciones a los traficantes, en cuanto que se ha incrementado el tránsito de vehículos de alto
tonelaje.
El tráfico hacía Chile
La mayor parte de la pasta base que se destina a Chile o Argentina se produce en precarias
fábricas o en pequeñas viviendas emplazadas en el altiplano, radicalmente distintas de los
grandes laboratorios hallados en Santa Cruz. Usualmente, esta droga sale por dos rutas. La
primera, atravesando el altiplano boliviano, siguiendo las vías existentes entre El Alto y
Uyuni, para después ser acopiada y de allí seguir varios desvíos, pudiendo continuar por
Laguna Colorada, Laguna Verde, Ojito de Perdiz, Árbol de Piedra, Villa Mar, Alota, San
Pedro o Llica. Oficiales de la FELCN aseguran que desde enero a octubre se secuestró un
total de 934 kilos de cocaína y marihuana en esta ruta, lo que la ha constituido en la frontera
en la que se ha logrado retener el mayor volumen de droga. La tendencia al incremento ha
sido marcada desde el año 2006, cuando el secuestro fue de sólo 691 kilos. Oficiales de la
FELCN presumen que estas modificaciones se han presentado por la creciente presión que ha
ejercido la policía boliviana en la región oriental del país, provocando que el tráfico cambie de
mercado y se incremente en la región occidental.
El destino de la mayor parte de la droga que ingresa a Chile es la zona sur de Santiago, donde
existen redes de distribución con vínculos en Calama y Bolivia.
Argentina y Paraguay.
La frontera boliviana en que se ha secuestrado menor volumen de droga en los últimos meses
es la que se extiende con Argentina. Inicialmente, el tráfico hacía la Argentina se debía al
tránsito de droga hacia Europa o los Estados Unidos, ahora es, además, un importante centro
de consumo. En la actualidad, la principal ruta hacía la Argentina atraviesa la frontera por el
poblado de Yacuiba, localidad en la que se asientan redes de comercializadores, pero donde,
además, se ha detectado la presencia de organizaciones bolivianas con capacidad de fabricar
hasta 100 kg. diarios de clorhidrato.
Respecto de la comercialización, autoridades de la zona lamentan que los narcotraficantes
utilicen gente joven, y es que la edad promedio de los detenidos es de 22 años. Jóvenes en
situación de pobreza que son utilizados como "mulas" a cambio de pagos que giran alrededor
de los 150 dólares, monto que suele ser cancelado al llegar a su lugar de destino.
Tanto la prensa local como nacional reconoce que Sucre se ha convertido en una ciudad de
tránsito para el transporte de sustancias controladas hacia Paraguay y Argentina. Este tráfico
registrado en Sucre se inicia en el Chapare o El Alto, llega a Cochabamba, pasa por Aiquile y
luego de arribar a Sucre se dirige con destinos diversos: al estado brasileño de Mato Grosso,
la provincia argentina de Salta o algunas comarcas colindantes con el Paraguay, aunque un
0,5 por ciento de esta droga es distribuida localmente. Respecto de las otras rutas de tráfico de
droga hacía el Paraguay, estas son por vía aérea, o por la ruta terrestre que une a Santa Cruz
con Asunción. Su tránsito alcanza un volumen aproximado de 6 toneladas anuales, según
declaraciones de las unidades paraguayas especializadas.
Rutas de tráfico de precursores
Actualmente, en Bolivia, la Dirección General de Sustancias Controladas (DGSC) es la
encargada de prevenir el desvío de sustancias químicas legales hacía el narcotráfico. Sus
responsables aseguran que los químicos que se utilizan en esos laboratorios no se fabrican en
Bolivia, sino que tienen origen en Argentina, Chile o Brasil. Un informe de la FELCN muestra
que el ingreso de precursores al oriente del país se lo realiza por Cobija, Guayaramerín, San
Matías y Puerto Suárez. Al otro lado de país, por la región occidental, el ingreso se realiza
desde Chile por los pasos fronterizas de Chungara, Tambo Quemado, Julo y Charaña, Este
cuadro cambió durante la devaluación de la moneda Argentina, cuando la baja relativa de los
precios en la producción de este país de ácido acético, carbonato de calcio, carbonato de sodio,
amoníaco, bicarbonato de sodio, tolueno, cloruro de metileno, soda cáustica, diesel, ácido
sulfúrico, alcohol etílico, gasolina, aguarrás, metanol, diluyentes y ácido clorhídrico
incentivaron a los productores bolivianos a reemplazar a proveedores chilenos por
proveedores argentinos.
Otra fuente de precursores químicos para el narcotráfico surge del desvío que mantienen los
comercializadores legalmente registrados y que alteran los volúmenes o la concentración de
las sustancias comercializadas para engañar a la DGSC y a la FELCN. En estos casos, el
desvió se puede dar en cualquier punto del país y seguir la ruta más conveniente hacía los
centros de producción drogas.
NOTAS
1
El informe fue remitido por un Grupo Especial de Inteligencia en diciembre de 1980 de manera
directa al General Luís García Mesa.
2
Los datos consolidados sobre droga secuestrada y número de operativos realizados han sido
proporcionados por el Viceministerio de Defensa Social y sustancias Controladas.
3
Las cifras, porcentajes parciales y formas de operación de las organizaciones criminales han sido
obtenidos mediante entrevistas a oficiales de la FELCN y artículos publicados por los periódicos La
Razón, El Deber y La Prensa entre junio del 2005 y noviembre de 2007.
4
Se denomina “pisacocas” a aquellas personas, normalmente en situación de pobreza, que son
empleadas por los productores de pasta base de cocaína para pisar la hoja de coca, mezclándola con
precursores químicos y extrayéndole, de este modo, los alcaloides.
5
En el Trópico de Cochabamba, se ha consensuado el cato de coca como una superficie de cultivo
equivalente a 40 x 40 metros.
6
Según el informe de la Oficina Contra la Droga y el Delito de Naciones Unidas publicado en junio del
2007, con 370 kilogramos de hoja de coca producida en el Chapare o 315 producida en los Yungas se
puede obtener un kilogramo de cocaína.
7
Dato proporcionado en entrevista a dirigentes campesinos de la Federación Mamore
8
Texto recuperado de un artículo de La Razón del 22 de julio del 2007
9
Texto recuperado de un artículo de La Razón del 18 de agosto del 2005
10
Texto recuperado de un artículo de La Razón del 22 de noviembre del 2006
11
Información obtenida de nota del periódico brasilero “O Dia”, correspondiente al 28 y al 30 de agosto
del 2007.
12
Información obtenida de nota del periódico brasilero “O Dia”, correspondiente al 27 de agosto del
2007.
13
Texto recuperado de un artículo de La Razón del 23 de junio del 2007