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La bondad de lo creado
“Vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno…. Asì quedaron
concluidos el cielo, la tierra y todo el universo.” (Gen 1, 31a -2,1). Dentro del
plan de Dios no había cabida para mal alguno, por lo que ninguna de sus
creaturas es mala o hecha para el mal.
El hombre al ser creatura de Dios está encaminado a reflejar esa bondad que
nace del creador, puesto que en su esencia esta la bondad misma.
El hombre, imagen y semejanza de Dios
Principio y Fundamento
El hombre es creado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro
Señor, y mediante esto salvar su alma; y las otras cosas sobre la faz de la
tierra son creadas para el hombre y para que le ayuden en la prosecución del
fin para que es creado. De donde se sigue que el hombre tanto ha de usar de
ellas, cuanto le ayudan para su fin, y tanto debe quitarse de ellas, cuanto para
ello le impiden. Por lo cual es menester hacernos indiferentes a todas las
cosas criadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre
albedrío y no le está prohibido; en tal manera que no queramos de nuestra
parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor,
vida larga que corta, y por consiguiente en todo lo demás; solamente
deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin que somos criados.
(San Ignacio, Ejercicios Espirituales 23)
Apoyados en la lectura de Principio y fundamento y según hemos compartido
en este encuentro, medito las siguientes preguntas
o ¿Qué te dice Dios en la creación?
o ¿qué le pasa al hombre que no es capaz de contemplar la belleza de la
creación?
o ¿La relación con la creación ha sido de provecho para mi crecimiento e
identidad como hijo de Dios?
3. Y YO IMPERFECTO…
LIMITADO…
PECADOR…
Preparación: Acogida y oración inicial
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El amor traicionado
El hombre ha sido creado para la eternidad, para participar de ese amor infinito
de Dios, por lo que de alguna manera estamos llamados a corresponder a ese
amor Divino.
El amor de Dios que es infinito se ha encontrado con el amor del hombre que
es débil e ingrato. La luz que dignifica la vida humana se ha visto opacada por
la soberbia del hombre, que ha rechazado el camino de perfección que Dios le
proponía y lo ha cambiado por la confianza en sus propias fuerzas y
capacidades, el hombre se ha hecho autosuficiente y egoísta.
El capítulo 3 del libro del génesis nos da una visión de la entrada del mal en la
existencia del hombre, se materializa en la figura de la serpiente. El hombre
empieza a considerar la idea de que Dios le miente o le esconde la verdad de
sus propios placeres divinos, que el fin de Dios con el hombre es cortarle las
alas a la verdadera felicidad.
Todo pecado inicia como desconfianza a la providencia divina, convirtiéndose
en soberbia y vanidad lo que de alguna manera da paso a una confianza en los
caprichos y deseos del hombre.
El pecado es un acto estúpido del hombre, pues busca una felicidad en las
falsas fuentes que el mundo le propone, alejándose así de la fuente verdadera
de la felicidad, Dios.
Hemos pecado
Mientras Dios nos mira con benevolencia y amor el hombre mira hacia otros
horizontes, entregándose a sus deseos y caprichos. El pecado perturba la
concepción de las verdades en la bondad de lo que nos rodea, no hace ver
como bueno lo que es malo (cfr, Is 5,20).