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Jake tuvo la seguridad de estar fuera de la casa antes de que alguien se
despertara a la mañana siguiente. Se dirigió al despacho temprano e
intentó distraerse con el trabajo durante todo el día. Después de dejar a 114
Jordan de la forma en que lo hizo, no consiguió ni una pizca de sueño. Se
había quedado allí con su mente zumbando, yendo y volviendo en un
círculo completo sobre cómo se estaba sintiendo y qué hacer sobre eso.
Eventualmente, después de una hora o así, la sensación de quemazón
desapareció. Fue agridulce, porque con ella se fue cualquier sentimiento
de que aún estaba obligado a Aby.
Podía sentir a Jordan dentro de él, un peso pesado en su intestino que se
resistía a desaparecer. Sabía que si fuera lo suficientemente hombre para
volver al cuarto de Jordan y cuidar de él mientras dormían, el sentimiento
se iría. Se sintió una basura, por haber huido de su compañero después de
reivindicarlo.
El pensamiento de que sus acciones podrían haber hecho que Jordan se
sintiera así también, hacían a Jake sentirse enfermo. Ambos sabían que su
emparejamiento había sido de conveniencia, no por amor, pero los
instintos aún estaban allí. Quería proteger a Jordan, aunque fuera de sí
mismo.
Después de pasar la noche pensando y dando vueltas, sin descanso, con
la marca de la quemadura del cuello constantemente recordándole lo que
sucedió, Jordan se escondió en su cuarto durante la mayor parte del día.
No quería encontrarse con nadie, mucho menos a Shelly, que sabría que
algo estaba mal solo mirándolo. 115
Después de su noche en la piscina, no fue capaz de dejar de pensar en
estar con Jake de nuevo. Aún no estaba seguro de lo que sucedió entre
ellos. El sexo fue grande, el mejor que había tenido. El shifter león lo
miraba con cariño quemando en sus ojos. La forma como lo había dejado,
tan rápidamente después, incapaz de siquiera mirar a Jordan a los ojos,
confundía totalmente a Jordan. Entendía que, tener otro compañero
debería ser difícil para Jake. No podía evitarlo, pero se preguntaba si, tal
vez, Jake ya estaba lamentando su unión.
A medida que el día pasaba, el humor de Jordan no cambiaba.
Eventualmente, poco después de mediodía, oyó a Agatha trayendo a los
niños a casa y se dio cuenta de que debería bajar y enfrentarse a todos.
Encontró a Shelly y a Chloe montando rompecabezas en la mesa del
café de la sala de estar. Su hermana parecía sorprendida al verlo y Chloe
rápidamente corrió hacia él abrazando sus piernas.
Saludó a Agatha y a los niños en el pasillo y sonrió cuando Toby fue
directo hacia él, extendiendo los brazos para que lo levantara.
—¿Dónde está mi hijo?— Le preguntó Agatha mirando alrededor,
claramente esperando que aún estuviese por allí.
—Tuvo que ir a trabajar.— Dijo Jordan rápidamente. La verdad es que
no sabía dónde fue Jake, pero asumió que este era el caso.
—¿Fue a trabajar al día siguiente de su emparejamiento?— Preguntó
Shelly, mirándolo como si no creyese lo que estaba diciendo.
Agatha chasqueó la lengua y entregó a Michael las mochilas de los
niños.
—Parece propio de mi hijo. Todo trabajo, así como su padre.
Una vez que Agatha salió, Jordan se ocupó de hacer bocadillos para los
niños. Intentó duramente esconderse en la cocina, mientras los niños se
establecieron delante de la televisión.
—Asumí que Jake estaba contigo.
El giró la cabeza y miró a su hermana. 116
—Él estuvo, durante un tiempo.— Dijo, no técnicamente mintiendo. No
quería hablar con ella de eso, parecía que finalmente tenía algo
demasiado personal como para hablarlo con su hermana.
—Estaba con Chloe bien pronto esta mañana y no vimos a Jake durante
todo el día. Debe de haberse ido muy temprano, entonces ¿Por qué no
bajaste en toda la mañana?
Jordan suspiró y pasó la mano por su cabeza.
—Está todo bien, Shelly. Estaba cansado y quería dormir.
A propósito no la miró, con miedo de que su astuta hermana
descubriera que había algo malo.
—Ok.— Finalmente dijo ella, después de un tiempo, aún sentía su
mirada quemándole la nuca.— Entonces, ¿Cómo es la sensación de estar
emparejado? Quiero decir, ¿la marca aún duele? ¿Puedes sentirlo ahora?
Suspiró de nuevo y finalmente se dio la vuelta para encararla, trazando
su nueva cicatriz con el dedo.
—No, no duele. Sí, puedo sentirlo. Por lo menos puedo sentir que está
vivo y no tiene miedo, dolor o cualquier cosa.— Terminó con un
encogimiento de hombros.— Es difícil de explicar.
Shelly asintió en entendimiento, antes de inclinarse y besarlo al lado de
la cara.
—Solo quiero que seas feliz. Yo te amo, hermano pequeño.
Jordan no podía dejar de sonreír con eso.
—Nací dos minutos después que tú.— Apuntó.
—Claro, pero esos dos minutos extras hicieron toda la diferencia.—
Dijo ella con un guiño.
Ella cogió el plato de bocadillos y volvió a la sala de estar.
Inclinándose hacia atrás, contra el frío frigorífico, Jordan cerró los ojos
y se permitió un momento. Este era el primer día del resto de su vida. A
partir de ahora, era un padre que se quedaba en casa y compañero del
líder de la manada. Era hora de ponerse su cara de juego. 117
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Se detuvieron en el lago, justo antes del mediodía, el agua brillaba azul
pálido en la luz del sol. Parecía tan fresco y acogedor que Jordan quería
desnudarse y zambullirse de cabeza. Durante toda la mañana escuchó en 134
la radio acerca de una tormenta que se acercaba, pero no parecía que eso
sería malo. Por otra parte, la idea de acurrucarse con Jake y los niños en el
interior, mientras que la lluvia caía a su alrededor no parecía tan mal de
todos modos. Los niños saltaron del coche, felices de estar al aire libre
donde podían jugar y correr libremente. La casa más cercana estaba a un
kilómetro de distancia, así que los niños podían cambiar sin preocuparse
en ser vistos.
Aunque Jake tuvo que trabajar, había prometido estar allí a tiempo
para la cena y que no iba a hacer ningún trabajo en los tres días que
estuviesen alojados allí. Pensando que sería más fácil llevar a los niños al
lago y acomodarse primero, Jordan se los llevó, dejando la casa un poco
después de las nueve.
— ¿Podemos entrar? — Michael preguntó con entusiasmo, ya tirando la
camisa por la cabeza.
Jordan se rió y sacó a Toby del coche. Las niñas se habían liberado,
cambiando de forma mucho antes.
— Por supuesto. — Jordan dijo izando al cachorro a su cadera. – Vamos
a poner todo en el interior primero. No quiero que ninguno de vosotros
nade sin mí o su padre vigilándolos, ¿de acuerdo?
Michael puso los ojos. Era quizás la primera vez que Jordan lo veía
comportándose como un niño.
— Nosotros ya lo sabemos. Papá lo dice cada vez que venimos aquí.
Las chicas ya estaban corriendo y recogiendo las flores de lado de la
casa.
Esperaba que a Jake no le importara eso.
— Ayúdame a poner estas cosas dentro y voy a hacer el almuerzo para
más tarde.
Michael miró con tristeza el agua acogedora antes de asentir:
— Muy bien.
Jordan no se molestó desempaquetar. No quería perder el día y el buen
tiempo, mientras que aún lo tenían. Hizo algunos bocadillos para todos y 135
los colocó en el refrigerador antes de volver al lago.
Observó a los niños disfrutar durante un rato. El lago en sí era bastante
amplio y, de acuerdo con Jake, tenía casi un kilómetro de longitud. Había
un puente básico de madera sobre él, de manera que no había que dar la
vuelta a todo el lago para llegar al otro lado.
— ¡Jordan! – Alia lo llamó. — Ven a jugar con nosotros. Puedes jugar
con nosotras como hace papá.
Mientras que las chicas eran lo suficientemente buenas como para no
necesitar boyas y las tranquilas aguas del lago le permitían ver hasta el
fondo en caso de tener que salvar a uno de ellos, le puso un par de
brazaletes inflables a Toby.
Se mantuvo cerca de la banca con Toby. Después de un tiempo Michael
se unió a ellos y comenzaron un juego en el que Michael entregaba a
Toby una piedra, que Toby después tiraba para que Michael se
sumergiera hasta el fondo para recogerla de nuevo.
Jordan pasó algunas horas jugando en el lago, observando las
coreografías de baile sincronizado que las chicas estaban haciendo y
jugando con Michael y Toby. Se sentía parte de la familia y Chloe ya
estaba siendo tratada como una hermana.
Amaba como Toby siempre extendía sus brazos hacia él cuando lo veía,
y cómo Michael lo seguía, hablando con él acerca de todo. Alia y Chloe
eran prácticamente como gemelas en este momento. Estaba bastante
seguro de que, si intentasen dar a Chloe su propio cuarto, Alia iba a tener
un berrinche.
Después de unas horas de juego, el cielo comenzó a oscurecerse cuando
llegaron las oscuras nubes de color gris. Sólo en la Florida el clima podía
cambiar tan rápidamente. Cuando llegó la lluvia, no comenzó como un
baño de luz, descendió en un diluvio, las gotas de lluvia golpeando el
suelo y en el lago. Reuniendo rápidamente a sus hijos, Jordan regresó a la
casa, con un lloroso y asustado Toby firmemente adherido a la cadera.
Los dejó de pie en el marco de la puerta, mientras tomaba toallas para 136
secarlos. Todos estaban temblando y amontonados a su regreso y cuando
un trueno atravesó el aire Chloe y Alia gritaron.
— Está todo bien. — Rápidamente les dijo mientras los envolvía a todos
en toallas suaves. — El trueno no puede haceros daño.
— Alto. — Toby lamentó, con las manos regordetas tapando los oídos.
— Lo sé, querido. — Jordan lo calmó cuando lo cogió. — Es sólo el
sonido que produce un rayo.
— Es el rayo lo que os haría daño. — Michael les dijo con confianza.
Jordan le lanzó una mirada.
— Gracias, Michael. Esto es muy útil.
Michael se encogió de hombros y terminó de secarse.
— ¿Y ahora qué hacemos?
— Bueno, tal vez deberíamos hacer la cena, por si podemos salir más
tarde. — Jordan sugirió.
Cuando todos estaban secos y vestidos y ya era el inicio de la tarde, no
había ninguna señal de que la lluvia fuera a disminuir. Mientras se movía
por la casa todos los niños lo siguieron de cerca, aun claramente con
miedo a los truenos y relámpagos.
Estaba en el proceso de hacer la cena, cuando Chloe de pronto se sofocó
y corrió hacia la puerta de atrás.
— Chloe, ¿qué estás haciendo? — Jordan le preguntó, impidiéndole
abrir la puerta y salir a la lluvia.
— Dejé a Kit ahí afuera, estaba tomando el sol junto al lago. – Ella lloró
con desesperación.
Jordan sabía que ella amaba a ese maldito muñeco de peluche, pero no
había manera de que fuera a salir a la lluvia en este momento, no ahora
que todo el mundo estaba finalmente seco.
— Cariño, estoy seguro de Kit está bien fuera. Voy a salir y encontrarlo
cuando la lluvia se detenga, ¿de acuerdo? — Le dijo limpiándole una
lágrima de su cara. 137
Su labio inferior temblaba y ella cruzó los brazos sobre su pecho.
— Pero él tiene miedo a los truenos.
Lo sentía por ella, realmente lo sentía, pero el zorro de peluche no
podía haber ido demasiado lejos y tenía cosas más importantes que hacer
en ese momento.
— Voy a encontrarlo más tarde. Él es un zorro muy valiente, así como
tú.
Se enderezó y le besó la parte superior de la cabeza.
— ¿Sabes lo que apuesto que a Jake le encantaría comer cuando haya
llegado hasta aquí?— Jordan preguntó mirando a su sobrina. — Pastel de
chocolate.
Esperaba que su plan de distracción funcionara. A Chloe le gustaba
hornear con él y le encantaba especialmente la parte en que lamía el
recipiente después.
Después de un día particularmente difícil en el trabajo y un largo viaje
bajo la lluvia, Jake finalmente había llegado a la casa del lago. La lluvia
estaba cayendo en el lago, tan fuerte como un trueno.
Aparcó el coche cerca del que le había dado a Jordan y corrió hacia la
puerta principal. La puerta no estaba cerrada con llave, por suerte, por lo
que él la empujó y se quedó en la alfombra de bienvenida, tratando de
sacudirse el agua tanto como pudo antes de deambular por la casa.
Antes de que incluso hubiera pisado dentro, pudo sentir el delicioso
aroma de comida flotando hacia fuera de su cocina. Cerró los ojos y
respiró. Podía oler el tomate, el ajo, la albahaca, la carne picada. Había
también un olor dulce bajo todo ello, el olor inconfundible del pastel de 138
chocolate.
Tal vez no hubiera sido la mejor idea ir a la casa del lago, cuando
existía la posibilidad de una tormenta, pero le gustó la idea de alejarse de
todo por un tiempo. Él amaba a su manada y amaba a su familia, pero a
veces todo esto podría ser un poco demasiado.
Ir a la casa del lago con sólo sus hijos, sin personal o su madre para
interferir, lo dejaba relajado.
— ¡Papá! — Toby gritó cuando él salió corriendo de la cocina. Saltó a
los brazos húmedos de Jake, haciéndolo sonreír.
— Oye, cachorro, ¿qué está pasando? — Preguntó cuándo él se quitó los
zapatos. Sus calcetines estaban un poco húmedos por lo que se los quitó
también, dejándolos en un montón encharcado.
Empezó a caminar hacia los ruidos de conversaciones y risas que
venían de la cocina y sintió toda la tensión dentro de él derretirse.
— Pastel. — Toby gritó, su regordete dedo apuntando a la puerta de la
cocina.
La cocina estaba llena de vapor de una olla de agua hirviendo,
empañando hasta las ventanas de cristal detrás de él y bloqueando la
escena de la tempestad exterior. El mostrador que dividía la cocina del
comedor estaba lleno de libros para colorear, lápices de colores y otros
materiales.
Michael y Alia se sentaron en el mostrador viendo a Jordan cocinar
mientras Chloe se sentó con las piernas cruzadas sobre la mesa para que
pudiera colorear uno de los libros de Alia. Era una escena doméstica, que
le hizo sentir mariposas en el estómago.
La visión de Jordan, de pie delante del fuego en la cocina, vistiendo un
antiguo pantalón de pijama y una camiseta, hicieron algo en Jake que no
esperaba. Una parte de él, la parte del león, gustó de la visión de su
compañero preparando la comida para él y su descendencia. Había
querido mucho a Aby, y siempre sería así, pero cocinar nunca fue algo
que ella pudiera hacer. 139
— Hola —. Dijo, mientras colocaba a Toby en el asiento vacío en el
mostrador. Todos los niños le saludaron, pero estaban distraídos con lo
que estaban haciendo. Jordan se volvió con la cuchara de silicona en la
mano y lo miró con una sonrisa íntima.
—Hola, tus ropas están empapadas.— Dijo Jordan rápidamente.—
Tienes que cambiarte. Y ponerte algo caliente.
Jake camino hasta él, y sonriendo le cogió la cuchara de su mano.
—Iré, pero primero…— Sumergió la cuchara en la boloñesa y la llevó
hasta sus labios, soplando sobre ella antes de ponérsela en la boca. Fijó la
mirada en Jordan, mientras saboreaba la comida y sonrió interiormente
con la mirada súbita de lujuria en los ojos del joven.
—Está bueno.— Dijo, lamiéndose los labios mientras le devolvía la
cuchara.— Sabes que no tienes que cocinar aquí. ¿Verdad? Tenemos
suficientes alimentos secos y enlatados.
Jordan encogió los hombros y se volvió hacia el fuego.
—Lo sé, me gusta cocinar, solo me apetecía comer comida casera en
una noche de tempestad.
Jake sonrió y se volvió a mirar a sus hijos. Michael estaba trabajando en
un informe de la escuela, que tenía que terminar durante el verano y Alia
estaba utilizando lápices de colores para maquillar a su muñeca.
—¿Shelly no quiso venir?
Jordan comprobó el punto de sal del agua hirviendo antes de volcar
una bolsa llena de macarrones en la misma.
— Oh no. Al parecer, tiene una cita esta noche. Con tu hermano.
Jake levantó las cejas. Sabía que Harry estaba claramente interesado en
Shelly, pero no había pensado que fuera mutuo.
— Bueno, más para nosotros entonces. ¿Y oí algo sobre un pastel?
Jordan dio la vuelta y le sonrió.
— Sí, los niños y yo lo preparamos temprano, está allí. 140
Miró hacia donde Jordan señalaba. La torta tenía un glaseado de
chocolate espeso y, aunque fuera bajo una cúpula de vidrio, podía sentir
el olor. No era un hecho bien conocido, pero adoraba el dulce. El
pensamiento de sus hijos ayudando Jordan a hornear le hizo sonreír.
Apostó cualquier cosa a que Alia y Toby habían sido más un obstáculo
que una ayuda, ensuciándose con el chocolate, pero divirtiéndose mucho,
sin embargo.
— ¿Tengo tiempo para un baño? — Preguntó Jake. No importaba que
el tiempo en el exterior fuera muy desagradable. Incluso si tuvieran que
pasar los próximos días atrapados en el interior, no le importaría. No
tener asuntos de la manada o del trabajo para hacer frente y simplemente
pasar tiempo con su familia, era su idea del paraíso. Es por eso que
compró la casa del lago, para tener siempre un lugar para escapar cuando
necesitaba un poco de paz y tranquilidad.
— Por supuesto. — Dijo Jordan. Parecía un poco tímido de nuevo
mientras estaba claramente pensando en Jake en la ducha. Era algo que
esperaba que nunca cambiara. Jordan era ciertamente hermoso, no se
podía negar eso. —La cena estará en veinte minutos, más o menos.
Sentado en el sofá con grandes y mullidas almohadas detrás de él, Toby
debajo de un brazo y Alia bajo el otro, Jake no podía recordar la última
vez que se sintió tan relajado. Michael estaba en la silla, pareciendo tan 141
soñoliento como los otros dos, mientras que Jordan y Chloe estaban
arriba. La cena fue maravillosa y la torta de chocolate aún mejor. Estaba
ansioso por poner a los niños a la cama y acurrucarse en el sofá con
Jordan por un rato antes de ir a la cama.
— Ya sabéis, Jordan es mejor en inventar historias que yo. – Jake les
dijo a sus hijos.
Alia miró a través de sus grandes ojos marrones, iguales que los de su
madre.
— Por favor, papá. Tú puedes hacer una sobre cualquier cosa.
Él le sonrió y besó la parte superior de la cabeza.
— Ok, todo bien. ¿Sobre qué os gustaría que la fuera la historia?
Antes de que su hija pudiera responder, Jordan regresó a la sala
familiar y miró a su alrededor con el ceño fruncido.
—¿Chloe está aquí contigo?
La casa del lago no era muy grande y no tenía muchos escondrijos, de
inmediato Jake estaba en alerta máxima.
— No, yo pensé que estaba arriba contigo. — Dijo Jake cuando se
levantó del sofá. Se volvió hacia su hija. — Alia, ¿sabes dónde está Chloe?
Antes de Alia pudiera responder Jordan comenzó a gritar, llamando a
su sobrina mientras corría a la cocina. Alia se sobresaltó.
Se acercó a Toby y le echó los brazos al cuello.
— ¿Papá? — Le preguntó.
— ¿Crees que ella salió fuera? — Michael preguntó al levantarse y
empezando a ayudarles a buscar.
Con las palabras de Michael, el rostro de Jordan se puso blanco.
— Oh, Dios.
— ¿Por qué iba a ir fuera? — Jake preguntó, pero Jordan ya estaba
corriendo hacia la puerta de atrás. Oyó a Jordan llamarla, pero su voz fue
ahogada por el ruido de las fuertes lluvias.
— Dejó su zorro por ahí antes. — Michael le dijo. —Jordan le dijo que 142
lo buscaría más tarde, cuando la lluvia cesara.
— Ella estaba muy molesta. — Alia completó. — No quería que Kit se
quedara bajo la lluvia toda la noche.
— ¡Maldición! — Jake gruñó bajo. — Michael, quédate aquí con tus
hermanos.
Sin esperar una respuesta de su hijo mayor, Jake corrió a la puerta de
atrás. Cuando llegó allí, la puerta ya estaba abierta y Jordan estaba
demasiado lejos para ser visto.
— ¿Jordan? — Llamó en voz alta mientras que rápidamente puso los
zapatos, todavía húmedos de antes. La lluvia no se detuvo, truenos y
relámpagos todavía se hacían eco a través del cielo.
Corrió alrededor de la casa, con los ojos en busca de señales de
movimiento y continuamente llamando a Jordan. No podía ver a ninguno
de ellos en cualquier lugar y con las manos en su pelo comenzó a entrar
en pánico.
Cuando estaba a punto de gritar de nuevo, vio algo sobre el lago.
Corriendo hacia el margen, patinó hasta detenerse, deslizándose a lo
largo hasta conseguir mantener el equilibrio, colocando su mano sobre el
barro húmedo. Al lado del lago, atrapado en algunas cañas, estaba el
pequeño zorro de Chloe. Lo atrapó con cuidado, sus ojos mirando a su
alrededor, tratando desesperadamente de encontrar algún rastro de ellos.
Cuando el pánico crecía más y más en él, inclinó la cabeza y gritó para
Jordan.
Un fuerte sonido de estornudos, rápidamente llamó su atención hacia
el otro lado del lago. Mirando por encima, podía ver un zorro luchando en
el margen y una mano empujándolo desde abajo hacia arriba.
— Oh, ¡gracias a Dios! — Gritó. Corrió tan rápido como pudo hasta el
puente, no disminuyendo la velocidad, derrapando en los listones de
madera mojados debajo de sus pies. Corrió a través del puente,
tropezando y cayendo casi un par de veces, debido a su velocidad. Cuando
llegó al otro lado, corrió hacia Chloe, escuchando al pequeño zorro 143
asustado gemir mientras trataba y fallaba repetidamente de subir a la
orilla.
Fue sólo cuando llegó allí, a su lado, que pudo ver con claridad a
Jordan, su rostro apenas subiendo a la superficie mientras la empujaba
hacia arriba. Con todas sus fuerzas.
Sin perder tiempo, cayó de rodillas en la orilla fangosa y extendió la
mano para recoger a Chloe. Fue un poco extraño con ella como un zorro,
sin poder tener una buena idea de donde estaban los brazos o las piernas
ahora. El agua creció a su alrededor, yendo constantemente sobre el
rostro de Jordan. Podía oír a su compañero jadeando y una vez más el
pánico se instaló. Consiguió un buen agarre en Chloe y la izó, cayendo de
nuevo en el margen con la pequeña sobre su pecho. El pequeño zorro rojo
estaba temblando y llorando, y aunque quería consolarla, él sabía que
tenía que ayudar a Jordan.
Puso a Chloe suavemente en el suelo junto a él, se volvió a subir hasta
el borde y se inclinó, viendo que Jordan no estaba allí. Era como si un
fragmento de hielo fuera introducido en su corazón. Jadeó, esperando
sentir el vínculo de compañeros ser, una vez más, dolorosamente
desgarrado, pero no lo sentía. Todo lo que podía sentir era el miedo por
Jordan, agudo y penetrante.
Rápidamente se quitó los zapatos, no queriendo que pesaran, mientras
se preparaba para bucear. Antes de que tuviera la oportunidad de
entraren el agua, Chloe estaba corriendo unos metros por debajo de
donde estaban.
Miró a donde estaba ella y sintió que se le paraba el corazón al ver a
Jordan subiendo a la orilla.
Su corazón empezó a latir en su pecho, por encima del trueno que
estalló encima de ellos. Corrió hacia él, agarrando la mano de Jordan y
tirando hacia arriba. Jordan estaba agotado de su lucha por empujar a
Chloe y que no se ahogara. Su compañero estaba flojo en sus brazos 144
cuando lo sacó afuera. Cayó de nuevo a la pila de hierba, acunando a
Jordan contra su pecho, ya que ambos se quedaron sin aliento para
respirar.
Chloe, aún en su forma shifter, se metió debajo del brazo de Jake,
gimiendo lastimosamente.
— ¿Chloe? — Jordan dijo, mientras se arrastraba fuera de Jake y
tomaba a su sobrina en sus brazos. — ¿Estás bien?
Jake, todavía acostado de espaldas, vio al pequeño zorro venir y lamer
la nariz de Jordan en respuesta. Empujándose, Jake puso sus brazos
alrededor de ellos, manteniéndolos tan apretados como podía, sin
hacerles daño. Enterró su cara en el cuello de Jordan y respiró hondo,
recibiendo el confort de su perfume.
Todo el calvario fue aparentemente demasiado para Jordan, dejándose
caer en los fuertes brazos de Jake, que continuó sujetándolos fuerte,
meciéndose con ellos suavemente mientras la lluvia seguía cayendo sobre
ellos.
Después de algún tiempo, Chloe volvió a ser una niña y empezó a
llorar, tratando de hacerse lo más pequeña posible, mientras enterraba el
rostro en el pecho de Jake. Sabiendo que tenía que sacarlos de la lluvia,
Jake la puso en su regazo y se puso de pie, sosteniéndola con fuerza
mientras los tres regresaron hacia el puente y para la casa.
FIN
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