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Jorge Isaacs y María en la construcción del discurso histórico.

1. Introducción.
a. Literatura en el siglo XIX como vehículo para la construcción de una
identidad nacional:
El fenómeno de la consolidación del Estado-Nación se manifestó por toda
Latinoamérica durante el siglo XIX,
2. Contexto.
a. Las Guerras Civiles.
b. Los Estados Unidos de Colombia.
c. El liberalismo.
3. Jorge Isaacs.
a. Su vida.
b. El Mosaico (1860-1869)
c. Expediciones por el Magdalena.

4. La María.

a. La historia.
La novela se desarrolla en la hacienda El Paraíso, ubicada en el Valle del Cauca, la cuál
cultivaba algodón y caña de azúcar, Efraín es hijo del gran hacendado, dueño del predio
donde se desarrolla el relato. María es hija de dos amigos cercanos de la familia, cuando su
madre fallece debido a la epilepsia, su padre no tiene más solución que darla al padre de
Efraín, posteriormente fallece. Efraín y María crecen juntos y con el paso de los años, el
amor de ambos se fortalece, no obstante, Efraín deberá terminar sus estudios de medicina
en Europa, impedimento para casarse con María. Después de varias recaídas, María es
diagnosticada con la misma enfermedad de su madre, desahuciada e impulsada solo por el
amor de Efraín, María fallece mientras él se encuentra estudiando en el exterior. Al
enterarse de la noticia, Efraín regresa al lugar donde yace su amada y se condena a la
tristeza.
Desde la historia original se buscan articular varios microrelatos: Braulio y Tránsito
(capítulo XXXV), Bruno y Remigia (Cap. V), y Nay –Feliciana- y Sinar (Cap. XL), además
de varias anécdotas sobre la caza, la relación con los esclavos y descripciones de la
Hacienda.

b. Recepción.
El reconocimiento anterior de Isaacs por su poesía ayudó a la consolidación de su novela, la
cuál fue publicada por entregas en el periódico literario El Mosaico en 1867. Para José
María Vergara y Vergara tenía todos los elementos necesarios para denominarse “literatura
nacional” debido a sus constantes alusiones a la religión y la moral, además de su valor
estético y descriptivo, la opinión general de las élites letradas fue satisfactoria en general, y
su trabajo se divulgó paulatinamente en todo el país. No obstante, existieron varias
opiniones contrarias, las cuáles no estaban centradas en el valor literario de la novela sino
en las oscilaciones políticas de Isaacs a lo largo de su vida, las cuáles crearon cierto
descontento particularmente en las élites económicas de su lugar de origen, el Valle del
Cauca. Varios ejemplos pueden ser reflejados en comentarios y publicaciones satíricas
acerca de la novela publicados en diversos periódicos.

c. Aporte para la literatura nacional.


La María se ha denominado como la novela canon de la literatura para el siglo XIX, la cual
refleja los inicios del Romanticismo en Colombia y Latinoamérica. La historia buscó
enmarcarse en el contexto nacional y sus descripciones sobre los tipos y el ambiente la
denominan como referente de los imaginarios del siglo XIX para el continente. Su valor
estético y literario marca un hito en la literatura anterior a ella, y se convierte en referente
para las publicaciones que le sucedieron, asimismo, dilucidó una corriente que evolucionó
en el Modernismo. Para varios autores de la literatura universal, La María no solo es un
referente para comprender el espacio colombiano sino una inspiración en sus
interpretaciones del pasado y el presente:
“Qué agrados singulares podemos derivar aún de la obra de Jorge Isaacs? Yo
sospecho que algunos. En primer término, los de un color local y temporal que se
aproxima lo bastante para la comprensión y que difiere lo bastante para el asombro:
Se no junde ya la luna; Bogá, bogá” (Vindicaciones de María, Borges)

5. Las explicaciones por la Historia.


a. Idealismo y ahistoricidad.
La María representa una historia de amor idealizada, enmarcada en los valores patriarcales
de la época. Se configuró como el paradigma de las relaciones sociales, las cuáles se ven
regidas por ciertas sociabilidades estipuladas desde las instituciones: la Iglesia y el Estado.
Este espíritu de ensoñación se manifiesta a través del valor estético de la novela, su
esfuerzo por mantener un equilibrio entre la retórica, la descripción y la historia. La María
muestra cierto interés por dilucidar de manera poética el paisaje y el contexto en el cuál se
desarrolla la historia principal, asimismo, busca introducir una subjetividad del personaje
principal frente a su realidad. Así, se muestra como un texto basado en las nuevas
corrientes literarias de la época: el romanticismo y el modernismo. Todas estas
características dan una imagen perfecta y configurada de tal manera que el lector se
introduzca en una historia idílica, la cual provoque en él melancolía y lo transporte a un
mundo de orden natural y estático, donde los valores y la moral sean los principales
controles de las relaciones sociales. (Blanca Inés Gómez de González)
De manera general, la novela de Isaacs no tiene intenciones de realizar una crítica hacia el
pasado, al menos, el autor no explicita en su texto su opinión frente a la Historia; sin
embargo, el análisis de la sociedad idílica que busca representar permite dilucidar su
posición nostálgica frente al pasado. El hecho de no mencionar personajes o hechos
históricos no la hace ajena a las realidades históricas y vigentes en las que se enmarca.
“Al reivindicar su marginalidad y su excesiva sensibilidad, el héroe romántico
expresa, nostálgicamente, las esperanzas, aspiraciones, dudas, desilusiones y
ambiciones de toda una generación”. (Padilla Chasing)
Para Isaacs, la verdad ética y moral debe ser el eje articulador de la historia, de esta manera,
realiza una crítica a la realidad vigente que abandona los valores que la organizan y
mantienen el orden establecido. En este caso, Efraín no se concentra en el pasado sino en su
realidad idílica y su significado –el arte y la filosofía, lo eterno e inamovible-, lo que
Chasing definirá como “el deseo de vivir ahistóricamente” (Padilla Chasing). El amor de
María y la evasión de su trágica realidad serán los dos motores que impedirán en Efraín
realizar una crítica y lo aferrarán a un ideal perdido, a la realidad inexistente donde él y
María podrán vivir su idilio.
La novela busca establecerse en varios contextos de mediados de siglo: las reformas
liberales de José Hilario López y la abolición de la esclavitud en 1852, entre otros sucesos
que afectaron de manera estructural las relaciones de poder, la sociedad y la economía,
como se verá más adelante. Efraín, por lo tanto, intenta mostrar la melancolía hacia el
pasado de Isaacs. Su crítica frente a los procesos de ruptura, además, la necesidad de
recurrir a la moralidad del pasado como el espíritu que controla la sociedad y el orden
establecido. El sentimiento ideal y ahistórico no es más que una crítica hacia las reformas,
los nuevos modelos económicos, las transformaciones en los roles de la sociedad que
violentan la realidad del autor/personaje principal –la mímesis entre Efraín y Jorge Isaacs-
como los dos sujetos inmersos en tales coyunturas.

6. La historia, el presente, el pasado y el futuro. Las experiencias, las expectativas.


a. Pasado.
b. Presente.
c. Futuro y expectativas.
7. Acciones: heroicidad, dinámicas políticas, sociales, económicas y culturales.
a. Ruptura.
b. Transición.
c. Instituciones.
d. Raza y género.
e. Heroicidad.
8. Isaacs y la Historia/historia.
a. Aporte historiográfico de Isaacs.
b. La politización de Miguel Antonio Caro.
c. Literatura de Isaacs como texto histórico.
9. María y la Historiografía

10. ¿Prisión historiográfica?

11. Conclusiones.

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