Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
El libro El poder libre asháninca: Juan tenemos este hermoso libro bilingüe,
Santos Atahualpa y su hijo Josecito (traba- producto del encuentro dialógico entre
jado en forma conjunta por el historia- el mundo simbólico del interlocutor
dor Pablo Macera y el pintor y narrador asháninca y el mundo conceptual del
asháninca Enrique Casanto Shingari historiador que indaga.
(natural de Puerto Bermúdez, Cerro Tiene tres grandes partes: la prime-
de Pasco), siguiendo el viejo método ra, sobre el estudio histórico que sitúa el
griego del diálogo mayéutico y el de la escenario geopolítico de las rebeliones
reminiscencia, es una reconstrucción matrices de los ashánincas; la segunda,
narrativa e iconológica de la memoria se refiere a las tradiciones ashánincas
histórica de las aventuras y desventuras (debidamente ilustradas); y la tercera,
de los guerreros ashánincas, teniendo acerca de los mapas que grafican los
como referentes centrales a las rebelio- viajes políticos de emancipación y uni-
nes lideradas por Juan Santos Atahualpa ficación que realiza en casi toda la selva
(el inca amazónico del siglo xviii) y de central de Perú, Juan Santos Atahual-
su heredero José Santos Márquez, co- pa, y, después, su hijo Josecito. Ambos
nocido como Josecito. Después de más otorgaron a los ashánincas un saber y
de doscientos años estas comunidades un poder para resistir y defender su li-
siguen rememorando estas historias. bertad, trasuntando la muerte de am-
Para Luis Arista, los puntos cen- bos, durando hasta mediados del siglo
trales que estructuran el libro son: las xix en que comienzan las colonizacio-
tradiciones ashánincas recopiladas por nes republicanas (Expreso, 19-04-09).
Casanto; la conversación dialógica en- Pablo Macera hace el estudio his-
tre historiador y artista; el testimonio tórico y Enrique Casanto narra e ilus-
pictórico e iconográfico que ilustra tra (pinta) las tradiciones ashánincas,
lo narrado (103 pinturas y 83 icono- quien es, además, autor de la versión
grafías), y la conceptualización teóri- en lengua nativa. El objetivo de este
ca del proceso que realiza Macera en libro, según los autores, es hacer cono-
tanto historiador preocupado por la cer las tradiciones ashánincas sobre su
vigencia y consolidación de la cultura propia historia de luchas en defensa de
popular. Fruto del cotejo entre cos- su cultura, de su territorio, de toda su
movisión asháninca y visión histórica existencia.
Tres han sido las fuentes principa- «El Perú de hoy posee un sistema
les de información obtenidas por Ca- lingüístico no tanto en estado de sub-
santo: 1) memorias familiares diversas, ordinación (Cornejo Polar) cuanto más
2) entrevistas, y 3) festividades. Hay bien en estado de insubordinación: ni la
indicios de que existe un texto confi- Sierra con sus principales idiomas (que-
dencial que todavía custodian algunos chua, aymara) ni la región amazónica
familiares ashánincas. Macera agrupa con sus 42 lenguas están ya dispuestas
el conjunto de esta información en a tolerar la hegemonía cultural del idio-
cuatro secciones: ma español. Hasta el punto que bien
– Guerreros mitológicos/históricos. podríamos hablar no de una cultura pe-
– Genealogía heroica (Juan Santos/ ruana sino de una intercultura peruana
Josecito). (Enrique Ballón)», p. 50. La presencia
– Acciones de Juan Santos: guerra/ de la lengua asháninca es un mérito in-
gobierno/prédica religiosa. discutible del libro; sin embargo, en un
– Acción de Josecito: Gobierno/pré- país multicultural con muchos idiomas
dica religiosa. es un gran problema no haber logra-
do la unidad dentro de la diversidad
Del total de guerreros, Macera se- y más aún si consideramos que en el
leccionó 135, de ellos sólo ha trabajado Perú hay idiomas no hegemónicos que
70 considerando su origen, cualidades ya desaparecieron y otros que están en
o conversiones, la relación con otros proceso de extinción.
guerreros y el fin de los mismos. La «En conexión con esta confronta-
sección 2 está ilustrada con 10 cuadros ción lingüística debemos consignar la
genealógicos de Juan Santos Atahualpa distinción hecha por Marta Zambra-
y Josecito. Sobre la tercera sección, las no y Cristóbal Gnecco entre memoria
acciones de Juan Santos están relacio- e historia: Memoria es aquello que los
nadas con varios grupos étnicos: piros, grupos colectivos recuerdan mientras
nomatsiguengas, matsiguengas, ama- que la historia dice lo que se debe recor-
huacas, yaminaguas, amarakaires, etc. dar para lo cual intenta modificar y do-
Esto implica un territorio que compro- mesticar la memoria social. Desde este
mete a no menos de cinco de los ac- punto de vista, según la misma autora,
tuales departamentos del Perú: Cusco, la escritura es un vehículo de la memoria
Junín, Apurímac, Madre de Dios y hegemónica y una tecnología del poder.
Ucayali. Los viajes de Josecito como los De allí que Cristóbal Gnecco haya defi-
de Juan Santos Atahualpa están ilustra- nido a la historia como una domestica-
dos en mapas (pp. 44 y 47). ción política de la memoria social por
La publicación de este libro invita parte de los grupos socialmente hege-
a debatir algunos problemas de la reali- mónicos. Por eso este libro no pretende
dad peruana. Algunos de ellos se deri- convertir en Historia convencional a la
van de los siguientes textos: memoria asháninca», (p. 50). Sobre esta