“A mí me da risa porque Norah se desar-
ma cuando imita mi forma de pararme”,
dice la artista de Venevisión mientras la
preparan para el personaje de Fátima.
“Es que en un año se te vio muy incó-
moda con un vestido”, recuerda la hu-
morista sin dejar de mirar cuál par de
zapatos —negros o dorados— le combi-
nan mejor a su gala negra. “Es verdad,
tenía la ballena suelta, clavada, y cuan-
do observé, ¡querida, tenía sangre! El
brazo estaba irritado. Fue horrible. En-
tonces buscaba la forma de colocar mi
cuerpo donde no me sintiera lastimada”,
le explica Maite desde un espejo de mano
donde se mira el arreglo de las cejas.
Son esos detalles de incomodidad en
pantalla, contados por Maite, los que
Norah asimilaba viendo el evento desde
su casa. Otros datos, sin embargo, eran
extraídos con anterioridad. “Nosotros
mandábamos espías, y éstos nos decían
cómo sería el vestuario”, Norah y Cio-
nora se hacen cómplices en este punto.
“Mira de lo que se entera uno. Qué
tal”, exclama Maite colocando sus
manos a cada lado de su cintura.
Y Norah sigue precipitada en sus
declaraciones: “Yo estaba pendiente
donde ‘pifiaba’ Maite o dónde podía
agarrarme de ella. Por ejemplo, el año
? 3 OCTUBRE 2010 Estampas
pasado vino su amigo de España (Boris
Izaguirre) y no le ‘paraba’ a Daniel Sar-
cos”. “Eso es mentira”, ataja una risue-
ña Maite. “Yo quiero mucho a Daniel,
pero claro, es verdad lo que Norah dice
de Boris, que es mi amigo y, además,
tenía tiempo que no lo veía”. “Por eso”,
acusa nuevamente Norah, “se te veía
como diciéndole a Daniel: ‘Apártate que
yo estoy con mi amigo’”. Y la cómica
se alza el vestido y simula que le da una
patada a un imaginario Sarcos.
“Quiero decirte que el Miss Choco-
zuela influenció tanto al Miss Venezue-
la que dejábamos de hacer cosas pen-
sando en la caracterización de Radio
Rochela. Una vez Ángel Sánchez me
mostró un vestido bellíiisimo, con
un lazo grandíiisimo, y no me lo puse
pensando en el rollo de tela que te
pondrías tú. Es decir, dentro de la
producción sabíamos lo que sería
replicado. Eso habla de la importancia
que siempre tuvo Miss Chocozuela”.
Entonces dirigiéndose a Norah Suárez,
Maite Delgado le advierte: “Tienes una
carrera y tienes que recuperarla, porque
los artistas, y tú lo eres, somos del pueblo.
Tienes que volver”. ❋
¿Conoces a Norah Suárez?
“No. Norah ha hablado sobre mí
y yo, cada vez que puedo, también
la menciono. Ésta será la primera
vez que nos encontremos. Y me
gustaría conocer también a la
caracterizadora”.
¿Qué descubriste con
Miss Chocozuela?
“Mi cantaíto al hablar, el ‘Buenas
noches, Poliedro’, una expresión
que yo ahora utilizo, pero a partir
de Norah Suárez. Es decir que yo
la imito a ella. Me descubrí en su
tono de voz igual al mío y en el
movimiento de las manos”.
¿Y el cuento de tus pestañas?
“Creo que lo sacaron porque en una
edición del certamen se me despegó
una pestaña y el ojo se me veía
semicerrado, pero de eso se da
cuenta una gran caracterizadora”.
¿Quién es para ti Fátima?
“Un personaje que, junto con
Perolito y Escarlata, caló profundo
en el venezolano. Hay una comuni-
dad portuguesa muy importante
en Venezuela y es un personaje
hermoso para yo devolverle a
Norah tanto cariño y respeto”.
nllabanero@eluniversal.com