ACITUDES EN EL LIDERAZGO

Primero hay que conocer que la palabra actitud hace referencia a la manera de estar alguien
dispuesto a comportarse u obrar, es decir, las actitudes expresan la atracción o la repulsión, el
agrado o el desagrado, la aprobación o la desaprobación, el amor o el odio que sentimos hacia
algo o hacia alguien.
Ahora bien, existen dos teóricas referentes a las actitudes en el liderazgo, la teoría X e Y, y el
efecto Pigmalión.
Dentro de la teoría X e Y existe una subdivisión de estilos, el autocrático X y el participativo Y.
El autocrático X, indica que el poder se concentra en una sola persona, es decir el líder en este
caso tiene don de mando fuerte y aplica su autoridad dando ordenes en base a su conocimiento,
este no acepta realimentación sobre estas órdenes, simplemente debe cumplirse lo que el
disponga. Al no aceptar realimentación los procesos pueden ser eficaces, pero no eficientes. Sin
embargo, este estilo permite la toma de decisiones de manera inmediata.
El participativo Y, a diferencia del autocrático Y, acepta realimentación sobre las ordenes o
indicaciones entregadas, por lo cual el resultado puede ser también eficiente. Este estilo crea un
cierto grado de empatía con todos sus subordinados, pues al aceptar realimentación permite que
ellos se conviertan en innovadores, creativos y trabajen en equipo, sin embargo, la toma de
decisiones es más lenta debido a la cantidad de información realimentada.
El efecto Pigmalión manifiesta sobre el poder que tiene una persona para influenciar a otra
persona, de cierta forma hace referencia a la capacidad que tiene un líder para motivar a su
equipo de trabajo o de manera individual a cada subordinado. Es importante recordar que una
persona motivada aumenta su rendimiento laboral y consecuentemente puede llegar al objetivo
de manera eficaz y eficiente.